CABA
¿Dónde está Luciano Arruga?
A dos años de la desaparición de Luciano Arruga, familiares y amigos convocaron a una jornada cultural realizada el sábado 29 de enero en Lomas del Mirador. Duró todo el día y hubo talleres, ferias, teatro, recitales, charlas y la pregunta de siempre: ¿Dónde está Luciano Arruga?Apenas se cruza la General Paz, sobre el puente que atraviesa la avenida Juan Manuel de Rosas aparece un mensaje prometedor: La Matanza. Capital de la esperanza. A cien metros de esta consigna un cartel indica que algo no anda bien. Una inscripción simulando ser un símbolo vial señala: Comisaría 8va. Ex centro clandestino de dentención y tortura (también conocida como Sheraton).
A media cuadra tres policías desvían el tráfico porque detrás del vallado se montó un escenario desde el cual se pide y exige por Luciano Nahuel Arruga, desaparecido desde el 31 de enero de 2009 por policías bonaerenses del destacamentoe de Lomas del Mirador, partido de La Matanza. Testigos y peritajes determinaron que Luciano estuvo en ese lugar y en la comisaría octava de la zona. Tenía 16 años. Desde aquel día no se supo qué sucedió con Luciano.
La inscripción en la remera de un muchacho que pasa caminando da una pista: La policía sabe qué le pasó.
La jornada
Un escenario en medio de la avenida, una seguidilla de puestos dan forma a la feria armada frente a la plaza Güemes de Lomas del Mirador, una carpa blanca construida para charlas, mucho espacio para bailar y debatir, chicos con handies en sus manos para comunicarse, organizarse y cuidarse dan marco a la jornada gestada por los dos años de la desaparición de Luciano Arruga.
Las murgas hacen de las suyas sobre la pista de baile que hasta hace unas horas fue calle, malabaristas manipulan y juegan con clavas, mientras en la carpa se preparan los abogados del caso Luciano Arruga que comentarán el estado de la causa (ver más abajo), algunos de los organizadores de la muestra itinerante Ningún pibe nace para chorro que contarán cómo fue esa experiencia y dos de los integrantes de la revista Barcelona que dialogarán sobre la absurda participación del Estado, los medios-periodistas comerciales y la policía en la búsqueda de Luciano Arruga.
Muchas familias y jóvenes pasean por el predio, toman mate, leen, se miran, charlan, y en el escenario van pasando las bandas que de tanto en tanto son interrumpidas por Vanesa Orieta, hermana de Luciano, para convocar a alguna actividad en la plaza, para alertar a las personas que tengan cuidado si salen del perímetro delimitado por las vallas porque la policía está parando a los chicos, o para sembrar la necesidad de recordar a Luciano con la alegría que lo caracterizó.
La causa
Pablo Pimentel, Juan Manuel Combi, Damián Piraino, Eva Asprella y Paula Livachky componen la mesa que contará en qué estado está el caso de Luciano Arruga. Eva y Paula son dos abogadas pertenecientes al CELS que hace unos meses se incorporaron a la causa.
Pablo Pimentel, presidente de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de La Matanza (APDH), es el único que no es abogado de la mesa pero es el primero que toma el micrófono y de manera señala de manera contundente: «Cuando Vanesa nos contó que en septiembre de 2008 Luciano había sido invitado por un miembro de la policía de la provincia de Buenos Aires, concretamente del destacamento de Lomas del Mirador, a que robe para él y que Luciano se negó, ahí recordamos que meses antes varios vecinos de Lomas del Mirador nos habían venido a denunciar la misma problemática. Entendimos entonces que la desaparición de Luciano evidentemente tenía un montón de cosas para decir».
Pablo Pimentel habla claro y conciso. Y con bronca. Afirma que lo que le pasó a Luciano no es algo aislado. Es el hecho más grave que tiene la provincia de Buenos Aires y uno de los hechos más graves que tiene la república Argentina. Y agrega: «Ni el gobernador Daniel Scioli ni la presidenta Cristina Fernández de Kirchner han tomado conciencia de la gravedad de lo que significa tener a un joven desaparecido en manos de una Institución que tiene que ser conducida y controlada por el poder político».
Juan Manuel Combi, uno de los primeros abogados de la causa de Luciano junto a Damián Piraino, afirma que Pimentel no será abogado pero «fue el primero y único que logró cambiar de fiscalía la causa dado que la fiscal inicial (Roxana Castelli, fiscalía N° 7 de La Matanza) había derivado la investigación del caso a la policía. Y a modo de denuncia cuenta que en la causa se secuestraron libros de detención totalmente adulterados y suprimidos. Y agrega: «Esto es grave porque quiere decir que la policía maneja los libros policiales con mera arbitrariedad. Si pueden adulterar un libro, se pueden llevar a un pibe, no registrarlo y que ese pibe no aparezca por ningún lado. De esta causa me llevo la falta de interés por parte de la Justicia».
A dos años de la desaparición de Luciano no hubo avances en la causa. «Ni Luciano apareció con vida, ni los policías que nosotros creemos responsables están presos, ni el destacamento se cerró. Con el orden simbólico que encierra que una casa sea un lugar en el que se detiene a la gente. Y en la causa está demostrado que Luciano en septiembre de 2008 estuvo allí», se lamenta Combi.
Con la inclusión de Eva y Paula, las dos abogadas del CELS, se espera algún viraje en el caso.
Paula Livachky apunta a la indiferencia que demostró el Estado en todos sus niveles y describe como tortuosa la investigación. Paula considera al igual que Pablo que el caso de Luciano no es un caso aislado y «muestra lo que le sucede en el cuerpo, a la gente, cuando las políticas de seguridad están enfocadas en las lógicas de control territorial sobre jóvenes varones de barrios humildes y cuando la política deja que la policía trabaje en forma autónoma y tenga sus propios negocios».
Por su parte, la abogada del CELS Eva Asprella resumió: «Hablar de la causa es hablar de una situación en donde la justicia ha colaborado para llegar a un momento de impunidad. Donde la justicia puso a trabajar en la investigación en los momentos claves de la desaparición que son los primeros días, a quienes están sospechados de esa desaparición. El otro día el perito oficial dijo una frase que nos quedó grabada: ‘nos llevan dos años de ventaja’. Y es esa la sensación que tenemos todos».
Damián Piraino es más visceral y más directo. Sentencia: «Ser abogados en este país es una mierda. Es tener que enfrentarte todo el tiempo con un sistema de justicia que no permite que podamos avanzar en ninguna causa. Pero con Juan siempre supimos a lo que nos enfrentábamos y estamos en crisis porque nos dimos cuenta que no pudimos hacer nada. El pobre es el que mejor conoce la muerte, por eso estos festivales nos hacen más fuertes».
El periodismo, el Estado, la policía
Pablo Marchetti y Daniel Riera son dos de los periodistas que integran la revista Barcelona. En el marco de la jornada mantuvieron un diálogo sobre el absurdo papel que juegan los medios, el Estado y la policía en el caso de Luciano Arruga.
Aquí va un fragmento (escuchar audios):
-Ése es el problema. La culpa la tiene Luciano Arruga porque al no definir su caso como de inseguridad, o de Derechos Humanos, entonces después no tenemos cómo encuadrarlo.
-Vos decís que «algo habrá hecho Luciano Arruga». Claro, a veces es muy fácil poner la culpa en el otro, en la policía, en las autoridades y no mirar hacia adentro. Me resulta un poco confuso todo esto.
-Mirá es muy sencillo todo esto. Si el pibe se compraba un estéreo, ya era un caso de inseguridad. Si iba a una marcha, ya era un caso de Derechos Humanos. Pero se colgó y entonces…
-Entonces el Gobierno no debería lanzar un plan estéreo para todos. Y ahí sí, cualquier cosa que le pase a una persona es un episodio de inseguridad. Y ahí sí, lo tenemos a Lapegüe, a Andino, a Feinmann. No vinieron, ¿no?
[audio:https:///media.lavaca.org/audios/2011/lucianoarruga-jornada-barcelona.mp3]
Pablo Marchetti y Daniel Riera, de Revista Barcelona, en la Jornada Cultural por Luciano Arruga
Ningún pibe nace para chorro
Una vez acomodados en ronda entre la sombra de unos árboles y la carpa, se dispone a comenzar la charla sobre la muestra itinerante Ningún pibe nace para chorro a cargo de Julieta Colomer, Sasa Guadalupe y Néstor Saracho, tres de los muchos organizadores que tuvo la iniciativa lanzada por lavaca. Sasa, Néstor y Juli cuentan cómo fue que nació la idea: el caso de Penélope Lauman, baleada en mayo de 2010 en su barrio cuando llegaba de trabajar, como motor primero . Lo que se persiguió con la idea de crear algo sin tener nada. La única herramienta disponible que se puso en juego fueron las ganas de escuchar a los chicos para entenderlos. Lo que liberó la palabra de ellos, lo que se creció con esa experiencia. Lo que se creó juntos a ellos: fotos, grafitis, poesías, hip hop, obras de teatro. Y lo que se logró:
-Que en la escuela los llamen por su nombre y no «negro» o «mapu» (por mapuche).
-Que en las escuela tengan amigos.
-Que el chico que antes no veía su futuro, hoy quiera ser rapero.
-Que recuperen la autoestima.
Los participantes escuchan atentos. Se abre el debate. El primero en tomar la palabra es un adolescente que levanta la mano, abre la boca y calla a todos:
-¿Qué policía queremos? ¿Institucional o ciudadana?
No tiene más de 14 años ese niño y sin embargo en esas pocas palabras pone toda la complejidad del asunto. Nadie contesta. El niño entonces la mira a Sasa y le pregunta asombrado:
-¿Está bien lo que pregunté o dije una boludez?
Un señor entonces trata de justificar su cantidad de años más que aquel niño y agrega:
-¿Para qué queremos policía? Si nos mata por ser negros. Si nos mata por ser pobres. Si los mata por ser jóvenes.
«El caso de Luciano se repite permanentemente en todas la comisarías y lo vamos a revertir con un fuerte compromiso de cada ciudadano», afirmó Pablo Pimentel .
Apenas algunos ejemplos de la afirmación:
Matías Pena – Apareció ahorcado el 04/03/2010 en una celda a los 40 minutos de ser detenido – Lanús.
Luciano Arruga – Desaparecido el 31/01/2009 – Lomas del Mirador
Atahualpa Martínez Vinaya – Asesinado el 15/06/2008 – Viedma
Iván Torres – Desaparecido el 02/10/2003 – Comodoro Rivadavia
Miguel Bru – Desaparecido el 17/08/1993 – La Plata
Portada
Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso
La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes […]

La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes salvaron de que los uniformados la pasaran por arriba. En medio del narcogate de Espert, quien pidió licencia en Diputados por “motivos personales”, las imágenes volvieron a exhibir la debilidad del Gobierno, golpeando a personas con la mínima que no llegan a fin de mes, mientras sufría otra derrota en la Cámara baja, que aprobó con 140 votos afirmativos la ley que limita el uso de los DNU por parte de Milei.
Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla.
Fotos: Juan Valeiro.
Un jubilado de setenta y tantos eleva un cartel bien alto con sus dos manos.
“Pan y circo”, dice.
Pero el “pan” y la “y” están tachados, porque en este miércoles, como en esta época, lo que falta de pan sobra de circo. El triste espectáculo lo ofrece una vez más la policía, hoy particularmente la de la Ciudad, que desplegó un cordón sobre Callao, casi a la altura de Sarmiento, para evitar que la pacífica movilización de jubilados y jubiladas llegara hasta la avenida Corrientes. Detrás de los escudos, aparecieron los runrunes de la motorizada para atemorizar. Y envalentonados, los escudos avanzaron contra todo lo que se moviera, con una estrategia perversa: cada tanto, los policías abrían el cordón y de atrás salían otros uniformados que, al estilo piraña, cazaban a la persona que tenían enfrente. Algunos zafaron a último milímetro.
Pero los oficiales detuvieron a cuatro: el jubilado Víctor Amarilla, el fotógrafo Fabricio Fisher, un joven llamado Cristian Zacarías Valderrama Godoy, y otro hombre llamado Osvaldo Mancilla.



Las detenciones de Cristian Zacarías y del fotógrafo Fabricio Fisher. La policía detuvo al periodista mientras estaba de espaldas. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
En esa avanzada, una jubilada llamada María Rosa Ojeda cayó al suelo por los golpes y fue la rápida intervención de los manifestantes, del Cuerpo de Evacuación y Primeros Auxilios (CEPA), y de otros rescatistas los que la ayudaron. “Gracias a todos ellos la policía no me pasó por encima”, dijo. Su única arma era un bastón con la bandera de argentina.
Como en otros miércoles de represión, la estrategia pareciera buscar que estas imágenes opaquen aquellas otras que evidencian el momento de debilidad que atraviesa el Gobierno. Hoy no sólo el diputado José Luis Espert, acusado de recibir dinero de Federico «Fred» Machado, empresario extraditado a Estados Unidos por una causa narco, se tomó licencia alegando “motivos personales”, sino que la Cámara baja sancionó, por 140 votos a favor, 80 negativos y 17 abstenciones, la ley que limita el uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) por parte del Presidente. El gobierno anunció un clásico ya de esta gestión: el veto.
Por ahora, el proyecto avanza hacia el Senado.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El poco pan
La calle preveía este golpe, y por eso durante este miércoles se cantó:
“Si no hay aumento,
consiganló,
del 3%
que Karina se robó”.
Ese tema fue el hit del inicio de la jornada de este miércoles, aunque hilando fino carece de verdad absoluta, porque las jubilaciones de octubre sí registraron un aumento: el 1,88%, que llevó el haber mínimo a $326.298,38. Sumado al bono de 70 mil, la mínima trepó a $396 mil. “Es un valor irrisorio. Seguimos sumergidos en una vida que no es justa y el gobierno no afloja un mango, es tremendo cómo vivimos”, cuenta Mario, que no hay miércoles donde no diga presente. “Nos hipotecan el presente y el futuro también, cerrando acuerdos con el FMI que nos impone cómo vivir, y no es más que pan para hoy y hambre para mañana, aunque el pan para hoy te lo debo”.
Victoria tiene 64 años y es del barrio porteño de Villa Urquiza. Cuenta que desde hace 10 meses no puede pagar las expensas. Y que por eso el consorcio le inició un juicio. Cuenta que otra vecina, de 80, está en la misma. Cuenta que es insulina dependiente pero que ya no la compra porque no tiene con qué. Cuenta que su edificio es 100% eléctrico y que de luz le vienen alrededor de 140 mil pesos, más de un tercio de su jubilación. Cuenta que está comiendo una vez por día y que su “dieta” es “mate, mate y mate”. Vuelve a sonreír cuando cuenta que tiene 3 hijos y 4 nietos y cuando dice que va a resistir: “Hasta cuando pueda”.

A María Rosa la salvó la gente de que la policía la pasara por arriba. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El mucho circo
Desde temprano hubo señales de que la represión policial estaba al caer. A diferencia de los miércoles anteriores, la Policía no cortó la avenida Rivadavia a la altura de Callao. Tampoco cortó el tránsito, lo que permitió que los jubilados y las jubiladas cortaran la calle para hacer semaforazos. Después de media hora, cuando la policía empezó a desviar el tránsito y la calle quedó desolada, comenzó la marcha, pero en vez de rodear la Plaza de los Dos Congresos como es habitual, caminó por Callao en dirección a Corrientes, hasta metros de la calle Sarmiento, donde se erigió un cordón policial y empezó a avanzar contra las y los manifestantes.
Desde atrás, irrumpieron con violencia dos cuerpos en moto: el GAM (Grupo de Acción Motorizada) y el USyD (Unidad de Saturación y Detención), pegando con bastones e insultando a quienes estaban en la calle. “Vinieron a pegarme directamente, mi pareja me quiso ayudar y lo detuvieron a él, que no estaba haciendo nada”, cuenta Lucas, el compañero de Cristian Zacarías, uno de los detenidos.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Cercaron el lugar una centena de efectivos de la policía porteña, que no permitieron a la prensa acercarse ni estar en la vereda registrando la escena.
“¿Alguien me puede decir si la detención fue convalidada”, pregunta Lucas al pelotón policial.
Silencio.
“¿Me pueden decir sí o no?”.
Silencio.
Un comerciante mira y vocifera: “¿Sabés lo que hicieron a la vuelta? Subieron a la vereda con las motos”.
Otro se acerca y pregunta: “¿A quién tienen detenido acá, al Chapo Guzmán?”
“No”, le responde seco un periodista: “A un pibe y a un jubilado”.
La Comisión Provincial por la Memoria confirmó las cuatro detenciones (fue aprehendida una quinta persona y derivada al SAME para su atención) y cuatro personas heridas. El despliegue incluyó la presencia también de Policía Federal, Prefectura y Gendarmería detrás del Congreso mientras el despliegue represivo fue «comandado por agentes de infantería de la Policía de la Ciudad». El organismo observó que después de semanas donde el operativo disponía el vallado completo, en los últimos miércoles el dispositivo dejó abierta una vía de circulación que es la que eligen las fuerzas para avanzar contra los manifestantes.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
También se hizo presente Fabián Grillo, papá de Pablo, que sufrió esa represión el 12 de marzo, en esta misma plaza, y continúa su rehabilitación en el Hospital Rocca. “Su evolución es positiva”, comunicó la familia. El fotorreportero está empezando a comer papilla con ayuda, continúa con sonda como alimento principal, se sienta y se levanta con asistencia y le están administrando medicación para que esté más reactivo. “Seguimos para adelante, lento, pero a paso firme”, dicen familiares y amigos. El martes, la jueza María Servini procesó al gendarme Héctor Guerrero por el disparo. El domingo se cumplirán siete meses y lo recordarán con un festival.
Pablo Caballero mira toda esta disposición surrealista desde un costado. Tiene 76 años y cuatro carteles pegados sobre un cuadrado de cartón tan grande que va desde el piso del Congreso hasta su cintura:
- “Roba, endeuda, estafa, paga y cobra coimas. CoiMEA y nos dice MEAdos. Miente, se contradice, vocifera, insulta, violenta, empobrece, fuga, concentra. ¿Para qué lo queremos? No queremos, ¡basta! Votemos otra cosa”.
- “El 3% de la coimeada más el 7% del chorro generan 450% de sobreprecios de medicamentos”.
- El tercer cartel enumera todo lo que “mata” la desfinanciación: ARSAT, INAI, CAREM, CONICET, ENERC, Gaumont, INCAA, Banco Nación, Aerolíneas, Hidrovía, agua, gas, litio, tierras raras, petróleo, educación. Una enumeración del saqueo.
El cuarto cartel lo explica Pablo: “Cobro la jubilación mínima, que equivale al 4% de lo que cobran los que deciden lo que tenemos que cobrar, que son 10 millones de pesos. No tiene sentido. Por eso, hay que ir a votar en octubre”.
Pablo mira al cielo, como una imploración: «¡Y que se vayan!».

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Artes
Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro

La revista Llegás lanza la 8ª edición de su tradicional encuentro artístico, que incluye 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas. Del 31 de agosto al 12 de septiembre habrá espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. El festival llega con una victoria bajo el brazo: este jueves el Senado rechazó el decreto 345/25 que pretendía desguazar el Instituto Nacional del Teatro.
Por María del Carmen Varela.
«La lucha continúa», vitorearon este jueves desde la escena teatral, una vez derogado el decreto 345/25 impulsado por el gobierno nacional para vaciar el Instituto Nacional del Teatro (INT).
En ese plan colectivo de continuar la resistencia, la revista Llegás, que ya lleva más de dos décadas visibilizando e impulsando la escena local, organiza la 8ª edición de su Festival de teatro, que en esta ocasión tendrá 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas, en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. Del 31 de agosto al 12 de septiembre, más de 250 artistas escénicos se encontrarán con el público para compartir espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia.
El encuentro de apertura se llevará a cabo en Factoría Club Social el domingo 31 de agosto a las 18. Una hora antes arrancarán las primeras dos obras que inauguran el festival: Evitácora, con dramaturgia de Ana Alvarado, la interpretación de Carolina Tejeda y Leonardo Volpedo y la dirección de Caro Ruy y Javier Swedsky, así como Las Cautivas, en el Teatro Metropolitan, de Mariano Tenconi Blanco, con Lorena Vega y Laura Paredes. La fiesta de cierre será en el Circuito Cultural JJ el viernes 12 de septiembre a las 20. En esta oportunidad se convocó a elencos y salas de teatro independiente, oficial y comercial.
Esta comunión artística impulsada por Llegás se da en un contexto de preocupación por el avance del gobierno nacional contra todo el ámbito de la cultura. La derogación del decreto 345/25 es un bálsamo para la escena teatral, porque sin el funcionamiento natural del INT corren serio riesgo la permanencia de muchas salas de teatro independiente en todo el país. Luego de su tratamiento en Diputados, el Senado rechazó el decreto por amplia mayoría: 57 rechazos, 13 votos afirmativos y una abstención.
“Realizar un festival es continuar con el aporte a la producción de eventos culturales desde diversos puntos de vista, ya que todos los hacedores de Llegás pertenecemos a diferentes disciplinas artísticas. A lo largo de nuestros 21 años mantenemos la gratuidad de nuestro medio de comunicación, una señal de identidad del festival que mantiene el espíritu de nuestra revista y fomenta el intercambio con las compañías teatrales”, cuenta Ricardo Tamburrano, director de la revista y quien junto a la bailarina y coreógrafa Melina Seldes organizan Llegás.
Más información y compra de entradas: www.festival-llegas.com.ar

CABA
Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.
Por María del Carmen Varela
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.
Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.
Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.
Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.
El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.
Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.
Continuará.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
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