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El derecho a la salud de las mujeres, en debate parlamentario
La cuarta sesión del plenario de comisiones que debe emitir dictamen sobre la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo tuvo una sola temática: la salud. Los expositores a favor y en contra de la aprobación de esta ley fueron intercalando sus exposiciones. El contraste fue, así, evidente. Realidad y datos contrastaron con dogmas y golpes bajos. También fue notable otra diferencia entre los expositores: de un lado, una mayoría de hombres ancianos; del otro profesionales jóvenes, en su mayoría mujeres. Nuestra crónica de la jornada.

El grupo de profesionales de la salud que expuso la experiencia rosarina. Foto: Nacho Yuchark para lavaca
“Los expositores pueden tener en cuenta las exposiciones anteriores”, dice el presidente de esta reunión plenaria, Daniel Lipovetzky, en el comienzo de la cuarta reunión. Faltan algunos minutos para las diez de la mañana y así queda definida la dinámica de trabajo. Es esta la tercera vez que se modifica: primero quienes estaban a favor de la interrupción voluntaria del embarazo expusieron por la mañana y quienes estaban en contra por la tarde; luego se mantuvieron los grupos pero se invirtieron los órdenes, hoy unos y otros exponen intercalados. “Después de la primer semana íbamos a ir corrigiendo y mejorando. Intercalar expositores fue un buen aporte, también hacerlo temático”, dice Lipovetzky a lavaca y da otro dato: hoy todos los expositores abordarán un mismo tema: salud.
El diputado, quien modera en la reunión plenaria por ser el presidente de la Comisión de Legislación General y suele llevar puesta siempre corbatas que coquetean con el color verde, sostiene la importancia del debate: “Todos los días cada uno de los diputados que está aquí o mirando la reunión por algún medio se va a llevar un dato importante que va a servir para su voto final”. La diputada correntina Araceli Ferreyra, en diálogo con lavaca coincidió en la importancia de escuchar: “Me habló un diputado que no está seguro, que está reconsiderando su posición inicial en contra del proyecto, entonces le dije: venite”.
La dinámica de exposiciones dejaron algo en evidencia: la diferencia entre el nivel de argumentos de quienes están a favor y quienes en contra. La diputada Ferreyra resume: “Algunos expositores anti derechos siguen trayendo argumentos más propios para la generación de mi abuela y que no generan empatía con las nuevas generaciones, que tienen una visión sin tantos dogmas y prejuicios”. Y agrega que no tiene que ver exclusivamente con una cuestión religiosa: “Son ciertos núcleos ideológicos fundamentalistas. Fundamentalistas con todo, se opusieron a todo: matrimonio igualitario, ley de identidad de género, ley de educación sexual integral, como hoy se oponen al aborto. Creo que hay núcleos duros ideológicos de una derecha muy fundamentalista que a lo que se opone, en definitiva, es a la ampliación de derechos”.
Ampliar derechos
En el año 2003, durante el Encuentro Nacional de Mujeres en Rosario, se creó la Campaña por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito, autora del proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo que ahora está debatiéndose en reunión plenaria de las cuatro comisiones que deben emitir dictamen. Doce años después de su creación, y como parte de la Campaña, nació la Red de Profesionales de la Salud por el Derecho a Decidir. La red es nacional y anualmente se encuentra en diferentes puntos del país. En 2016 lo hicieron en Rosario. Ahí se debatió, entre otras cuestiones, la necesidad de una capacitación profesional que garantice a las mujeres el acceso a la interrupción legal del embarazo. Ese debate devino en una propuesta que la regional de Rosario le llevó a la Universidad. Un año después y por voto unánime del Consejo Directivo de la Facultad, se creó en la Facultad de Medicina de Rosario la materia El aborto como un problema de salud. La titular de la cátedra Raquel Tizziani, médica clínica y sexóloga, fue una de las expositoras hoy en el plenario.
Todo ese recorrido que vienen construyendo los profesionales de Rosario quedó muy claro en las exposiciones que se escucharon en el Congreso de la Nación. Hoy, además de Tizziani, hablaron muchos profesionales que llegaron desde esa ciudad. Sus argumentos fueron contundentes y movilizadores. También fueron muchos los profesionales que integran la red en otras regionales y que sumaron sus voces. Todos demostraron que ya están organizados para garantizar derechos.
“El aborto es una realidad cotidiana, no está en discusión”, puso en contexto la médica de Rosario Maria Gabriela Pereira. Desde la misma ciudad, la médica Maria Paula Botta sostuvo que es el modo en que las mujeres acceden al sistema de salud y la contención que reciben lo que hace que una interrupción sea segura y de calidad. La médica generalista Mariana Mascardi interpeló: “El acceso a abortos seguros no puede depender del lugar de residencia”.
Maria Celeste Alarcón, egresada de la Universidad de Rosario y hoy parte del cuerpo docente que dicta la materia El aborto como un problema de salud aportó: “En Rosario desde 2012 no se han registrado muertes maternas por causa por aborto, contribuyendo a disminuir las internaciones por aborto y la mortalidad materna de nuestra ciudad”. Ese dato se inscribe en el contexto de que en nuestro país el aborto inseguro es la principal causa de muerte en personas con capacidad de gestar. “Aproximadamente 50 mujeres mueren por año y otras tantas sufren complicaciones como histerectomía, fistulas y otras que limitan su capacidad reproductiva, su sexualidad, su producción subjetiva, su laboralidad”
La médica Ana Paula Fagioli, quien trabaja en el conurbano bonaerense, contó que durante sus estudios sólo le hablaron de la problemática del aborto en la materia Medicina Legal. “Fue el activismo feminista, con el cual me encontré en el tercer año de la carrera, el que me acercó a comprender qué realidad vivíamos las personas con capacidades de gestar. Estaba en el tercer año y ya sabía que las mujeres morían por abortos clandestinos”.
“La cuestión central es aceptar que está en manos de las mujeres si van a albergar un proceso de gestación dentro de sus cuerpos”, dijo desde el micrófono el enfermero rosarino Pablo Dalmasso, “Nos cuesta aceptar que las mujeres tienen el poder de elegir”.
La médica Mariana Mascardi le preguntó a los diputados y diputadas: «¿Van a reproducir las lógicas de dominación sobre el cuerpo de las mujeres o van a legislar pensando en transformar la realidad?”
Una posible respuesta se las dio durante la tarde la trabajadora de un centro de salud y militante feminista Ornella Tinirello: “Legalizar y acceder al aborto es la única forma de transformar esta sociedad en una sociedad más justa”.
A favor de la interrupción legal del embarazo en esta cuarta sesión plenaria también sumaron sus argumentos la psicóloga Alicia Stolkiner; desde Italia, la profesora de la Universidad de Roma Marina Graziosi; la médica tocoginecóloga Analia Mesina; el médico tocoginecólogo Daniel Teppaz; el director de Fundación Huésped, Leandro Cah;, la obstetra Carolina Comaleras; Gabriela Luchetti, profesora de la cátedra de Ginecología y Obstetricia de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional del Comahue; la socióloga Silvina Ramos; el médico Mario Rovere; la médica pediatra del Hospital Garraham Gabriela Bauer; la médica Andrea López; la trabajadora social Inés Carolina Atencio; la especialista en políticas de salud, Malena Magnasco y el médico pediatra Pablo Barbero.
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83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

83 días.
Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.
83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.
83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.
83 días y seis intervenciones quirúrgicas.
83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo.
83 días hasta hoy.
Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro.
Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”.
Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).
Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca.
El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”.
La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».
La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería.
Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.
Esta es parte de la vida que no pudieron matar:
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La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen
Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.
Por María del Carmen Varela.
La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia.
La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.
Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.
La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional. A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.
Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.
Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro.
MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA
Viernes 30 de mayo, 20.30 hs
Entradas por Alternativa Teatral

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Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro

Una actriz que cautiva. Una historia que desgarra. Música en vivo. La obra Perla Guaraní volvió de la gira en España al Teatro Polonia (Fitz Roy 1475, CABA) y sigue por dos domingos. El recomendado de lavaca esta semana.
Por María del Carmen Varela
La sala del teatro Polonia se tiñe de colores rojizos, impregnada de un aroma salvaje, de una combustión entre vegetación y madera, y alberga una historia que está a punto de brotar: Perla es parte de una naturaleza frondosa que nos cautivará durante un cuarto de hora con los matices de una vida con espinas que rasgan el relato y afloran a través de su voz.
La tonada y la crónica minuciosa nos ubican en un paisaje de influjo guaraní. Un machete le asegura defensa, aunque no parece necesitar protección. De movimientos rápidos y precisos, ajusta su instinto y en un instante captura el peligro que acecha entre las ramas. Sin perder ese sentido del humor mordaz que a veces nace de la fatalidad, nos mira, nos habla y nos deslumbra. Pregunta: “¿quién quiere comprar zapatos? Vos, reinita, que te veo la billetera abultada”. Los zapatos no se venden. ¿Qué le queda por vender? La música alegre del litoral, abrazo para sus penas.

La actriz y bailarina Gabriela Pastor moldeó este personaje y le pone cuerpo en el escenario. Nacida en Formosa, hija de maestrxs rurales, aprendió el idioma guaraní al escuchar a su madre y a su padre hablarlo con lxs alumnxs y también a través de sus abuelxs maternxs paraguayxs. “Paraguay tiene un encanto muy particular”, afirma ella. “El pueblo guaraní es guerrero, resistente y poderoso”.
El personaje de Perla apareció después de una experiencia frustrante: Gabriela fue convocada para participar en una película que iba a ser rodada en Paraguay y el director la excluyó por mensaje de whatsapp unos días antes de viajar a filmar. “Por suerte eso ya es anécdota. Gracias a ese dolor, a esa herida, escribí la obra. Me salvó y me sigue salvando”, cuenta orgullosa, ya que la obra viene girando desde hace años, pasando por teatros como Timbre 4 e incluyendo escala europea.
Las vivencias del territorio donde nació y creció, la lectura de los libros de Augusto Roa Bastos y la participación en el Laboratorio de creación I con el director, dramaturgo y docente Ricardo Bartis en el Teatro Nacional Cervantes en 2017 fueron algunos de los resortes que impulsaron Perla guaraní.
Acerca de la experiencia en el Laboratorio, Gabriela asegura que “fue un despliegue actoral enorme, una fuerza tan poderosa convocada en ese grupo de 35 actores y actrices en escena que terminó siendo La liebre y la tortuga” (una propuesta teatral presentada en el Centro de las Artes de la UNSAM). Los momentos fundantes de Perla aparecieron en ese Laboratorio. “Bartís nos pidió que pusiéramos en juego un material propio que nos prendiera fuego. Agarré un mapa viejo de América Latina y dos bolsas de zapatos, hice una pila y me subí encima: pronto estaba en ese territorio litoraleño, bajando por la ruta 11, describiendo ciudades y cantando fragmentos de canciones en guaraní”.
La obra en la que Gabriela se luce, que viene de España y también fue presentada en Asunción, está dirigida por Fabián Díaz, director, dramaturgo, actor y docente. Esta combinación de talentos más la participación del músico Juan Zuberman, quien con su guitarra aporta la cuota musical imprescindible para conectar con el territorio que propone la puesta, hacen de Perla guaraní una de las producciones más originales y destacadas de la escena actual.
Teatro Polonia, Fitz Roy 1475, CABA
Domingos 18 y 25 de mayo, 20 hs
Más info y entradas en @perlaguarani
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