Nota
El Subcomandante Marcos anuncia su muerte: crónica desde La Realidad
El periodista Emmanuel Rozental fue uno de los pocos que estuvo presente durante el anuncio. Agradecemos a pueblosencamino.org la autorización para publicar su crónica.
El periodista Emmanuel Rozental fue uno de los pocos que estuvo presente durante el anuncio. Agradecemos a pueblosencamino.org la autorización para publicar su crónica.
La madrugada del 25 de Mayo de 2014, en la noche profunda de La Realidad, el Caracol zapatista Tojolabal en el corazón Zapatista de la selva de Chiapas, seguramente será recordada como un evento crucial, como un destello del tiempo otro de la historia siempre negada de los vencidos, de los de abajo.
Que hablen por sí mismas las últimas y hermosas palabras del Sub-Comandante Insurgente Marcos. Ya están circulando por todas partes mientras se prenden de su tronco aún húmedo, fresco, cálido, como la selva donde las pronunció, análisis, juicios, discursos, emociones, interpretaciones. Que hablen como expresión de un planteamiento que se teje al silencio que nos permite escuchar el ruido del mundo de opresión que se derrumba y a todos los hechos que recordó como parte del largo camino de resistencias de los de abajo del que hacen parte estos 20 años de guerra contra el olvido que se iniciara en Chiapas el 1 de enero de 1994, fecha en la que los olvidados irrumpieron en el calendario del despojo para aportar desde tierras indígenas Mayas al camino que requiere destrozar el propio calendario de hojas repetidas e interminables horas, minutos, segundos que sirven a la codicia, a la guerra permanente contra la vida: a la muerte. Por ahora, resulta indispensable compartir con quienes no estuvieron presentes personalmente en ese día excepcional de La Realidad, un retorno más a casa: a ese ámbito en recuperación y construcción donde, por difícil que sea, somos nosotras y nosotros con la Madre Tierra o se nos exige que lo seamos para defender y proteger la vida.
Quienes sostienen el escenario, el discurso, el sentido y el camino, estaban allí. No todas ni todos, claro, pero si estaban. Siguen allí. Dormían a la intemperie o debajo de la tarima donde hablaron el Sub Moisés y el Sub Marcos, el Comandante Tacho, otros miembros del EZLN y de la Junta de Buen Gobierno del Caracol de La Realidad. Desaparecían detrás, en medio, por ahí. Eran un silencio a gritos. Presencias como siempre encapuchadas, bocas detrás de paliacates y miradas, sobre todo, miles de miradas acostumbradas a observar, a observarnos, que es para saber y sentir: para estar siendo. Bajo el calor y la lluvia, protegiendo la cancha y la tarima, sin pedir nada. No había una ni unos solo pidiendo limosna como lo tienen que hacer en el lugar que les impusieron en la calles de San Cristóbal de las Casas como en el resto del mundo al que los condenaron. Muchas mujeres con bebés colgados o amamantando. Allá, en torno y detrás del escenario. Acá, en frente, separados por la cancha vigilada, los y las solidarias. Alrededor y del otro lado, ellas y ellos. Nos asignaron un espacio para presenciar, visitar, estar allí. Un espacio ajeno, prestado, de visita en casa. Desde allí esperamos.
La agenda era de ellas y ellos. En tres momentos se rompió la espera. Cada uno de ellos transformó la cancha protegida en ámbito de un ritual, de un mensaje. Entonces, desde atrás y alrededor, en silencio, con una rapidez enorme, salían de abajo y de atrás miles, con cintas de colores diversos en cada pasamontañas según el Caracol y una cinta negra todas y todos, por el dolor y la rabia de ese luto en particular que los tejió y nos llevó a La Realidad, el Compa Galeano. La cancha fue ocupada. Las miradas todas dirigidas al mismo lugar.
Primer Acto
Primer acto, milicianos tejidos en cadena, marchando como una sola fuerza hacia nosotras y nosotros. Desde allá. Una frontera. La de su mundo invencible, la de sus tierras, la de ese camino al que no se llega con discursos y solidaridades sino estando para ser parte de ese camino largo que por no caber en ninguna conquista, no puede ser conquistado. De este lado, nosotras y nosotros y nos queda claro. Cuando llegaron desde las columnas de las y los bases de apoyo-miradas hasta acá, marcando la frontera de tanto dolor, de tanto silencio, de toda la persistencia, de la fuerza que dijo no más y se establece, queda un corredor de tierra y un enorme silencio marcial y caluroso bajo el sol selvático del medio día.
Allí aparece el Sub Marcos en su caballo en un extremo y desde allí levanta la mano con el gesto de irreverencia y desprecio, de rebeldía y desobediencia hacia arriba, afuera y a la derecha.
Tiene además un parche sobre un ojo, lo mismo que los milicianos.
Del otro lado el Sub Moisés y otras y otros comandantes cabalgando y saludándose, saludando a sus bases, cabalgando allí en La Realidad de la que son.
Segundo Acto (palabras del Sub Moises)
Un segundo tiempo, en el que la cancha vuelve a ser ocupada. Habla el Comandante Tacho, la palabra indígena…mejor, la ética, el decidir optando, no ya desobedeciendo a un orden que ya no es para ellas y ellos, sino a ese mandar obedeciendo que es el suyo de todas y todos de siempre en comunidad frente al odio y al desprecio.
En medio de las columnas de los Caracoles, nosotras y nosotros en el centro, mirando bajo el sol a la tarima donde el Sub Moisés, está en medio de toda la Comandancia, leyendo sus palabras.
Habrá que leerlas y re-leerlas. Baste por ahora contarles que estaba vestido de negro todo, hasta la gorra y que nos dijo que no sabía bien leer ni escribir. No sabía bien donde van los acentos ni entender muchas cosas que dicen los libros (pero hay muchos libros que confunden). Pero que eso sí, ellas y ellos sabían leer La Realidad. Y bueno, lo demás lo dice él nombrando a la gente que nos rodea, a la tierra que no alcanzamos a nombrar, a la historia que ha sido negada. Y hablando desde ese estar permanente que nunca cupo ni cabrá en el sistema que conquista y mata, puso en su lugar a los indígenas como ellos mismos, a los pobres como ellos mismos, de quienes se sirven como siempre los más poderosos, para que nos matemos entre nosotros y ellos ganen. O sea que hay que leerlo, porque el Sub Moisés nombró la autoridad de esas selvas y montañas y señaló con firmeza, más allá de los verdugos directos, al Gobernador de Chiapas, al Presidente de México, como culpables con evidencias, del crimen y linchamiento del Compa Galeano, al igual que de la larga lista de otros crímenes. Todo para establecer con absoluta firmeza y contundencia en nombre de todas y todos los que si saben y siempre han sabido leer, que hace falta justicia y que se hará y esta incluye venganza, claro, pero contra el sistema, no contra esos pobres que le estarán enseñando a sus hijas e hijos, iguales a quienes allí se nombran zapatistas, pero vendidos por unas monedas, a odiar y a matar. Es decir que señaló la vergüenza de los sicarios, pero estableció la conexión directa desde allí, hasta los malos gobiernos con nombres propios, hasta el Capital transnacional. O sea que allí al sol, rodeados de gente de la tierra, sentimos en voz del Sub-Moisés, precisamente y en silencio, la fuerza de este pueblo que hace su parte y conoce su camino. Esta segunda escena nos hizo sabernos rodeados, envueltos por el mundo que nunca ha dejado de ser y que viene. Todo lo que hemos despreciado, plantado como vida y autoridad. Nosotras y nosotros, entendiendo que el que no sabe leer como nosotros, es el que está leyendo con ellas y ellos en colectivo y desde la tierra y que ya se cansaron de no ser y están abriendo el camino. El Compa Galeano muere en medio de una guerra total contra la vida. Es el Capital el que lo lincha. Será el Capital quien pague y responda ante la justicia de las y los hijos e hijas del maíz. El Sub Moisés sabe ser palabra de la tierra. En su vida y presencia sub-comanda lo que manda el pueblos. En una fila de miles, marchamos en medio de las y los zapatistas, al rancho del Maestro Votán Galeano y honramos el lugar de flores y velas donde ha sido sembrado.
Habrá que volver a leer al Sub Moisés. Varias veces. Porque a quienes no sabemos leer La Realidad como quienes saben en el dolor y el abuso lo que es el sistema, a quienes nos toca estudiar en libros para esclarecer y visitar para estar en casa, nos cuesta entender lo que se sabe a fuerza de humillaciones, muertes, injusticias, silencios, abusos a través de los cuales les enseñaron a no saber poner los acentos, leer palabras escritas y hacer discursos para poder despreciar como ignorancia el fruto podrido del desprecio de siempre. La vergüenza de la palabra que manda despojando nos ha sido devuelta de nuevo en esta segunda escena. Vamos en fila india a honrar en el Compa Galeano, a todas y todos los despreciados. Vamos en el camino, desenterrando la vergüenza que se nos hizo orgullo y vanidad. Vamos sabiendo que el Zapatismo ha sido siempre, pero siempre del color de la tierra, estamos, deberíamos estar listas, listos, para la tercera escena. Ahora sí, enterrados en La Realidad en medio de ojos que nos miran, madres que siguen pariendo indígenas y voces que, por no hablar nuestra lengua leen. Esto, que apenas empieza a aparecer como lección en la Primera Escuelita de la Libertad según Las y Los Zapatistas, es una fila de honor y honra frente al Compa Galeano, que esa tarden en la congoja del corazón son todas y todos los que nos duelen y nos acompañan muertos sin nombre en esta guerra permanente de la codicia contra la tierra y los pueblos.
La cancha se desocupa. Las milicias vuelven a su lugar. En la oscuridad de la noche, conversan, se balancean en las hamacas, se burlan y se ríen con nosotras y nosotros los y las compas. Tenemos que pasar en medio de ellas y ellos para ir al baño, lavarnos. Somos extraños, extranjeros, en La Realidad.
Tercer Acto (últimas palabras del Sub-Marcos)
Tercer escenario. Cae la noche y tres aguaceros. Hay unas filas de asientos cerca de la tarima iluminada. Pasamos muchas horas en silencio. En La Realidad, el tiempo, el ritmo, lo que habrá de suceder, es de ellas y ellos. Secreto, pulso, espera, paciencia. Estamos en casa y de visita. Se nos anuncia que el Compa Galeano va a ser desenterrado y esperamos. Ahora, en este tiempo, nos toca aprender a esperar, pero ya sabemos que acá, manda la tierra y se levanta frente al capital con rostro y piel de indígenas de maíz. No es poesía en palabras, lo es, como bien se dice acá: “de por sí”. Las sillas son para las y los mayores de edad adherentes a la sexta, solidarias y solidarios. La cancha se llena de nuevo hasta atrás. Miles de silencios esperando. Las tres lluvias limpiaron el aire. Allí es anunciado el Sub-Marcos. Se sienta y conversa leyendo. Pide, como ya se sabe, el favor de que escuchemos con cuidado e intentemos entender. Lo demás es su palabra. Al final, luego de 52 minutos y su salida por la parte de atrás del escenario, y las olas de aplausos en el que por fin ellas-ellos, nosotras y nosotros nos tejimos estando, algo como una alegría que es al tiempo ganas de llorar y reclamo por lo que falta a la vez que gratitud por lo recorrido, se sedimenta en su tiempo propio. No es de pensar aunque se requiera. Es mucho más. Llueve fuerte, recio, limpio, el resto de la noche hasta el amanecer de cantos de pájaros. Por ahora basta con decir que esos 20 años de la humanidad toda, desde Chiapas, tejidos a la tierra, contra el Capital y sus malos gobiernos, ese último asesinato del Compa Galeano, que se suma a los muchos otros de tanta gente en todas partes que ahora mismo y antes exterminan para la codicia del Capital, tuvieron un vocero para hacerse entender. Un puente para quienes quisieran escuchar. Un tema para zapatólogos expertos. Un mito, una actuación, un holograma. Mientras tanto, deslumbrados por esa palabra también de ellas y ellos, para nosotras y nosotros, nos entretuvieron 20 años de 5 siglos y desde muchos siglos antes, para trabajar en concreto vivir con la tierra desde Chiapas. Hoy, después del 25 de mayo de 2014, no hace falta Marcos, porque los y las que siempre están, son escuela en su voz y en sus actos. Habla La Realidad, no el Sub-Marcos. O mejor, es la última vez que él habla para que hable La Realidad que le dio su parte. En este tercer acto pasaron muchas cosas. Pero sobre todo pasó el gesto de una vida que, derrotada varias veces por quienes miran y no saben leer más que La Realidad y la codicia del asesino, supo ponerse al servicio de una palabra mayor que sirve a la paz y a la vida. Reconoció que tenía una parte asignada y aprendió a obedecer lo que le mandaron. Lo hizo, lo ha hecho con convicción y humor. Esa parte, ese papel que pudo hacer como mejor quiso y pudo, muy a su modo suyo, fue hasta la madrugada de La Realidad del 25 de mayo de 2014 en el tiempo que ha de acabarse del dolor y de la rabia, la del Sub Comandante Insurgente Marcos. Cumplida la tarea, vuelve la palabra a quienes la han sentido anegada, negada. Qué manera mayor de agradecerle el cumplir que darle la palabra para despedirse, así como se la dieron para ir construyendo el camino. Amanece en La Realidad. Una desesperación por tanto desprecio y derrota. Un grito ahogado pensando en alguien que está siendo llevado ahora mismo a una “casa de pique” a ser destrozado vivo con motosierras en Buenaventura y en otros lugares para que el Capital construya su puerto. Vuelve y retumba la larga lista que leyó el Sub, que nombró uno a uno, una a una, como Betty Cariño, como Pedro Leyva, como tantas y tantos en todas partes. Una lista que dolió tanto, tantísimo, que ahora mismo resuena. Un homenaje a las y los negados, desaparecidas, encarcelados, silenciados, exterminadas, violadas. Un rechazo a los caudillos que luego en coherencia cierra con su salida. Un instante para sentir como una asfixia tanta derrota, tantos vendidos, engañados, cansados que consiguieron su lugar en el régimen a nombre de la libertad. Una enorme soledad en buena compañía porque ahora queda claro que, este muerto, el Compa Galeano, no se lo robaron. El Sub-Marcos nombró esta oscuridad, esta misma que nos somete y nos agobia. Esta misma que viene ahora a cumplir con el exterminio que requiere para seguirse imponiendo. Pero lo que van matando, nos corresponde devolverlo a la vida y que se nombre a sí mismo en su palabra y rostro, desde sus tierras y territorios. Siempre fueron las y los zapatistas desde abajo. Nunca fue Marcos. Nos queda darle las gracias por cumplir su parte que le asignaron y sentirnos rodeados de La Realidad de quienes son capaces de inventarse un Marcos, o lo que haga falta para la Libertad según las y los Zapatistas…y bueno, que es verdad que no están solas y solos, no porque lo digamos o hayamos ido hasta allá, sino porque ustedes creían que íbamos allá a estar con ustedes pero la verdad es que ustedes están allá para que no estemos solas y solos los y las que también y sin que nos nombre directamente el Sub Marcos o los análisis que se hagan de su personaje, con nuestros fracasos y memorias, vamos por el mismo camino aprendiendo.
Ah, por si acaso, queda claro, seguramente, que se va Marcos, porque lo que es el Sub, guerrero, que puso al servicio de esos pueblos el cuerpo tejido a los demás, el que obedeciendo a la decisión de la muerte antes que la indignidad de ir muriendo podridos en silencio bajo el “Libre Comercio”, ayudó a organizar un levantamiento armado, ese que da la vida con todas y todos, se queda, llámese como se llame, en el EZLN, el ejército que hace la guerra para morir y si no se mueren, quienes quedan vivos, construyen escuelas, hospitales, autonomías y libertad con y desde la tierra. Se va la voz, se queda el compañero. Vale y salud.
Lo que queda, son las miradas, las voces, las madres con sus hijas e hijos, la selva, lo que levanta el escenario mientras haga falta hasta cuando no haga ya falta nunca más y quede eso, la vida digna, a la que se regresa el personaje que se vistió de Sub Marcos….nuestro lugar en la Tierra: Nuestra Casa.
La nota en pueblosencamino.org
CABA
Super Mamá: ¿Quién cuida a las que cuidan?

¿Cómo ser una Super Mamá? La protagonista de esta historia es una flamante madre, una actriz a la que en algún momento le gustaría retomar su carrera y para ello necesita cómplices que le permitan disfrutar los diferentes roles que, como una mamushka, habitan su deseo. ¿Le será posible poner en marcha una vida más allá de la maternidad? ¿Qué necesitan las madres? ¿Qué necesita ella?
Por María del Carmen Varela
Como meterse al mar de noche es una obra teatral —con dirección y dramaturgia de Sol Bonelli— vital, testimonial, genuina. Un recital performático de la mano de la actriz Victoria Cestau y música en vivo a cargo de Florencia Albarracín. La expresividad gestual de Victoria y la ductilidad musical de Florencia las consolidan en un dúo que funciona y se complementa muy bien en escena. Con frescura, ternura, desesperación y humor, abordan los diferentes estadíos que conforman el antes y después de dar a luz y las responsabilidades en cuanto al universo de los cuidados. ¿Quién cuida a las que cuidan?
La escritura de la obra comenzó en 2021 saliendo de la pandemia y para fines de 2022 estaba lista. Sol incluyó en la última escena cuestiones inspiradas en el proyecto de ley de Cuidados que había sido presentada en el Congreso en mayo de 2022. “Recuerdo pensar, ingenua yo, que la obra marcaría algo que en un futuro cercano estaría en camino de saldarse”. Una vez terminado el texto, comenzaron a hacer lecturas con Victoria y a inicios de 2023 se sumó Florencia en la residencia del Cultural San Martín y ahí fueron armando la puesta en escena. Suspendieron ensayos por atender otras obligaciones y retomaron en 2024 en la residencia de El Sábato Espacio Cultural.
Se escuchan carcajadas durante gran parte de la obra. Los momentos descriptos en escena provocan la identificación del público y no importa si pariste o no, igual resuenan. Victoria hace preguntas y obtiene respuestas. Apunta Sol: “En las funciones, con el público pasan varias cosas: risas es lo que más escucho, pero también un silencio de atención sobre todo al principio. Y luego se sueltan y hay confesiones. ¿Qué quieren quienes cuidan? ¡Tiempo solas, apoyo, guita, comprensión, corresponsabilidad, escucha, mimos, silencio, leyes que apoyen la crianza compartida y también goce! ¡Coger! Gritaron la otra vez”.
¿Existe la Super Mamá? ¿Cómo es o, mejor dicho, cómo debería ser? El sentimiento de culpa se infiltra y gana terreno. “Quise tomar ese ejemplo de la culpa. Explicitar que la Super Mamá no existe, es explotación pura y dura. No idealicé nada. Por más que sea momento lindo, hay soledad y desconcierto incluso rodeada de médicos a la hora de parir. Hay mucho maltrato, violencia obstétrica de muchas formas, a veces la desidia”.
Durante 2018 y 2019 Sol dio talleres de escritura y puerperio y una de las consignas era hacer un Manifiesto maternal. “De esa consigna nació la idea y también de leer el proyecto de ley”. Su intención fue poner el foco en la soledad que atraviesan muchas mujeres. “Tal vez es desde la urbanidad mi mayor crítica. Se va desde lo particular para hablar de lo colectivo, pero con respecto a los compañeros, progenitores, padres, la situación es bastante parecida atravesando todas las clases sociales. Por varios motivos que tiene que ver con qué se espera de los varones padres, ellos se van a trabajar pero también van al fútbol, al hobby, con los amigos y no se responsabilizan de la misma manera”.
En una escena que desata las risas, Victoria se convierte en la Mami DT y desde el punto de vista del lenguaje futbolero, tan bien conocido por los papis, explica los tips a tener en cuenta cuando un varón se enfrenta al cuidad de un bebé. “No se trata de señalarlos como los malos sino que muestro en la escena todo ese trabajo de explicar que hacer con un bebé que es un trabajo en sí mismo. La obra habla de lo personal para llegar a lo político y social”.
Sol es madre y al inicio de la obra podemos escuchar un audio que le envió uno de sus hijos en el que aclara que le presta su pelota para que forme parte de la puesta. ¿Cómo acercarse a la responsabilidad colectiva de criar niñeces? “Nunca estamos realmente solas, es cuestión de mirar al costado y ver que hay otras en la misma, darnos esa mirada y vernos nos saca de la soledad. El público nos da devoluciones hermosas. De reflexión y de cómo esta obra ayuda a no sentirse solas, a pensar y a cuidar a esas que nos cuidan y que tan naturalizado tenemos ese esfuerzo”.
NUN Teatro Bar. Juan Ramirez de Velazco 419, CABA
Miércoles 30 de julio, 21 hs
Próximas funciones: los viernes de octubre


CABA
Sacate la careta y ponete el antifaz: una caravana para defender al teatro con color y calor

“Vestite de gala y salí a la calle. Sacate la careta, ponete el antifaz”. Con esa consigna trabajadorxs de las artes escénicas salieron a exigir la derogación del decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro y pone en serio riesgo al sector teatral independiente. Hubo color y calor, pese a los tiempos oscuros y fríos. El apoyo de la gente en la calle, el fondo del planteo, y la inesperada reacción de Pluto.
Por María del Carmen Varela. Fotos: Sebastián Smok

El público en la calle, sumándose al reclamo en favor del Instituto Nacional del Teatro.
La cita fue en la puerta del cine Cacodelphia, en Diagonal Roque Saenz Peña 1150, desde donde partió la colorida y ruidosa caravana que dobló por 9 de Julio y continuó por Av. Corrientes, hasta llegar a Rodriguez Peña. A las dos de la tarde el tramo de la Diagonal entre Lavalle y Corrientes fue punto de encuentro para actores, actrices, músicxs, bailarinxs, cirquerxs y zanquistas que engalanadxs con trajes de colores, vestidos de puntillas, tapados simil piel y elegantes sombreros le pusieron alegría y movimiento a una lucha que viene desde hace tiempo y se agudizó con el decreto que pone fin a a la autonomía y financiamiento del INT, entre otros organismos afectados. Una de las consignas: “Vestite de gala y salí a la calle. Sacate la careta, ponete el antifaz”.

¿Quién dijo que hace frío?
Al grito de “Señor, señora no sea indiferente, estamos defendiendo el teatro independiente” la caravana de la cultura logró su objetivo. Irrumpieron sobre el carril peatonal de una Avenida Corrientes poblada de gente en plenas vacaciones de invierno y nadie quedó indiferente. Aplausos, bocinazos, brazos en alto y muchas gargantas se unieron al canto. El reparto de volantes con el logo de ENTRÁ –Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa– puso palabras al reclamo:

¿Te imaginás la calle Corrientes sin teatros?
Las luces apagadas, las pizzerías vacías
Los artistas callejeros sin público
¡Esta peatonal es orgullo nacional!
Y eso es gracias a nuestro teatro
Hoy, nuestro teatro llena la calle de música y color
en este desfile en defensa del Instituto Nacional del Teatro
que para quienes se pregunten ¿qué es y de qué sirve?
Para fomentar y garantizar que el teatro llegue a todo el país
Hace dos meses, el gobierno firmó el decreto 345 que vacía al Instituto
con argumentos falsos sobre su funcionamiento y financiación
¡Al INT, que con los impuestos que pagan los medios de comunicación y los juegos de azar,
produce obras, abre salas, genera trabajo y construye cultura e identidad federal!
¡El Instituto no solo implica poco gasto, sino que genera tanto valor!
¡Defendámoslo!

Las familias y el apoyo a la creación, al arte y al significado del teatro.
El teatro que habla y Pluto en marcha
Nora es una de las mujeres que no resultó indiferente. Mientras paseaba por Corrientes se topó con la caravana y se sumó con canto y aplauso. “Me resulta muy conmovedor porque están defendiendo lo más precioso que tenemos, nuestra posibilidad de seguir creando. Esta puesta en escena me emociona, es poner en escena el deseo”.
¿Vas al teatro? “Todo lo que puedo, cuando puedo pagarlo”.

Los besos vuelan.
Las niñeces se sintieron muy atraídas por la caravana y no dudaban en acercarse a saltar y aplaudir. Frente al Teatro General San Martín, hicieron una parada y allí el Teatro habló:
- Ay, ay, ay, me duele todo
- Teatro, ¿qué pasa?
- ¡Me dieron una piña en la cara! Y en la panza y en las piernas. ¡Me tiembla todo!
- ¿Por qué?
- ¡Quieren desmembrarme!
- ¿Quién?

- El teatro explicándo por megáfono la situación.
- El decreto 345 quiere vaciar mi instituto
- ¿Al instituto que produce obras y abre salas en todo el país? ¿Al instituto que genera trabajo y construye cultura e identidad?
- Sí. (El Teatro llora y casi se desvanece)
- ¡Cuidado el teatro se desmaya!

- Al teatro le da un soponcio.
- Yo les juro, no hice nada, el instituto recauda los impuestos que pagan los medios de comunicación y los juegos de azar, pero parece que no sirvo para nada
- ¿Qué serían las noches sin tus risas y tus lágrimas? ¿Sin tu forma de imaginar? ¿Sin que nos animes a encontrarnos?
- ¿Alguien vio un teatro? (Señalan a los distintos teatros de calle Corrientes y gritan: ahí, ahí)
- ¡Quiero vivir! (grita el Teatro).
- Si, acá estamos y nos organizamos– replican todas la voces.

Pluto junto a las familias en la calle, observando y aplaudiendo.
La escena de un Teatro golpeado pero en resistencia, revitalizado por la suma de voluntades que lo quieren vivo, se repitió en la puerta del Teatro Astral, donde mucha gente salía de una función infantil. Una vez más, muchxs se acercaron y acompañaron. Pluto, o la persona con el disfraz del famoso perro creado por Walt Disney, saludaba niñxs a su paso aprovechando la alta concurrencia del Astral.
Una vez finalizada la performance del Teatro que quiere seguir contando historias, la caravana emprendió el regreso hacia el lado del Obelisco. Y hasta Pluto decidió abandonar el teatro comercial y se sumó a la fiesta del teatro independiente, mientras otra mujer con su familia se hacía oír con cuatro palabras: “¡Que viva el teatro!”

CABA
Más allá de tu vereda: un documental sobre personas en situación de calle en CABA

Más allá de tu vereda.
Así, a secas, es el nombre del documental que acaba de estrenarse.
No es un documental más. Así se llama el programa de radio de y para personas que viven o vivieron en la calle, que se realiza semanalmente en la organización Sopa de Letras. Esta cobija y aborda la problemática así como la salud mental, desde hace más de 10 años en el barrio porteño de Parque Patricios.
El documental explicita la importancia de la radio, el valor de la comunicación, la potencia de lo colectivo, la necesidad de comunicarse, y que alguien escuche del otro lado, o mejor aún: al lado. Y también refleja la historia de Víctor Rodríguez Lizama, su director, que tiene 64 años y vivió varios en situación de calle.
El Cuervo, como le dicen a Víctor por su fanatismo por San Lorenzo, visibiliza en primera persona junto a otrxs protagonistas lo que se ve a diario, pero no tanto. Lo que se sabe, pero no tanto.
En Más allá de tu vereda, Víctor entrevista a muchos de los integrantes del programa que se emite en Radio Parque Vida (105.9) desde hace más de tres años.
Marcela dice que antes sólo escuchaba. Y que ahora se animó a decir.
Luciana dice que perdió un poco la timidez. Y que, quizá, eso la ayudó a crear la sección “la música que nos hizo”.
Cata dice que encontró un espacio para hacer arte. Para animarse a leer sus poesías.
Alicia dice que antes hablaba “poquito”. Y que ahora “habla un poquito más”.
Lautaro habla cuando llora, emocionado. Dice que no tenía experiencia. Y que ahora se sorprende de sí mismo.
Juan Bautista dice que es el encargado de informar las noticias. Y que ahora sí, alguien escucha su punto de vista.
Cristian dice que está más atento a su alrededor. Tanto, que ahora se anima a opinar.
Víctor dice que hasta no hace mucho, había personas que no agarraban el micrófono. Y que ahora no lo quieren soltar.



Termina el documental, con una última imagen; pantalla en blanco y una sola línea en letras negras.
«A todos los que estuvieron en situación de calle y ya no están».
Hay aplausos, hay felicidad, hay valoración.
Hay orgullo.
Luego, se abre el micrófono para que quien quiera diga lo que quiera.
Jorgelina: “Hagamos más radios”.
Adrián: “Podría estar en cualquier otro lado, haciendo cualquier otra cosa en este momento y gracias a ustedes estoy acá, me ayudaron un montón desde lo emocional”.
Cierra Víctor Rodríguez Lizama, con la remera puesta de su San Lorenzo querido y su pelo repleto de canas:
“La finalidad de este documental es mostrar cómo a través de la salud mental podemos llegar a la gente invisibilizada, que está ignorada. Ojalá que se reproduzca en otros lugares, que sirva de herramienta para salir adelante. Hoy hay mucha más gente viviendo en situación de calle. Además de haber vivido mucho tiempo, participé de los censos populares. Recientemente censamos en la comuna 1 (Retiro, San Nicolás, Puerto Madero, San Telmo, Monserrat y Constitución) y sólo acá contamos 1480 personas, por donde vos camines están. En la olla popular que hacemos en el Parque Lezama se ve algo similar al 2001. Más personas en calle y más hambre”.
Detrás del Cuervo hay un pizarrón donde se completa al nombre de su documental:
“Más allá de tu vereda,
hay otra realidad,
atrás de tu puerta”.
Al costado, un mural con un puñado de palabras escritas en letra cursiva:
“Hasta que no quede ni una sola persona en situación de calle,
allí seguiremos estando”.
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