CABA
Eva Copa Murga, Presidenta del Senado de Bolivia: rearticulación, autocrítica y el rol de las mujeres
Es la segunda autoridad de mando de Bolivia. Ocupa el cargo de Presidenta del Senado tras la renuncia de Adriana Salvatierra, también del MAS. Ella, representante de El Alto, tomó el fierro caliente y firmó un pacto que sacó a los militares de la calle y permitió el llamado a elecciones. Denuncia amenazas y cuenta que los dirigentes recién están saliendo de la clandestinidad. Habla del rol de las organizaciones y de las mujeres: “Estamos cumpliendo lo que hemos prometido al pueblo boliviano: canalizar la ley para las siguientes elecciones. Y lo hemos hecho las mujeres”. Cómo se reorganiza su partido, el MAS, para comenzar la campaña contra el gobierno de facto.
“Es tal cual la describió María (Galindo) en el artículo –dice el jefe de comunicación de la Vicepresidencia-: sencilla y trabajadora”. El cariño de quienes la rodean es la primera virtud de Eva Copa Murga. La segunda, la bronca de quienes no la quieren, quizá porque en una semana pasó de ser una senadora más del MAS a ser la responsable de conducir la transición con el gobierno de facto. Joven –tiene 32 años-, de voz suave y anteojos negros, agradece la posibilidad de la entrevista, aunque avisa que tiene poco tiempo. Todo sucede al caer la tarde de un día que arrancó temprano y en un lugar poco habitual para la senadora: el edificio de la vicepresidencia. De hecho, Eva Copa Murga recibe a lavaca en el Salón de los Movimientos Sociales, donde Álvaro García Linera solía tener su oficina.
¿Cómo está? No es una pregunta de rigor, sino que nos interesa saber cuál es el costo personal de todo este proceso
Hace 15 días no veo a mis hijos, a Santiago y Samanta; él tiene 4 y ella, 7 meses. Recién los vi este fin de semana. Todos los que somos del MAS hemos vividos momentos muy difíciles. Nos han hecho persecución política, han amedrentado a nuestras familias. Uno de los casos más terribles que ha vivido nuestro país es el tema del secuestro del presidente de la Cámara de Diputados (Víctor) Borda, a quien han hecho corretear en la plaza desnudo, para que renuncie; agarraron a la alcadesa de Vinto, le cortaron el cabello y le echaron pintura roja… Y así muchos, tanto oficialismo como oposición han sufrido amedrentamiento. Hemos tenido semanas muy duras en temas de sentir miedo, en temas de ingresar a nuestras fuentes de empleo sin garantías para ejercer nuestro trabajo. Seguimos un poco temerosos por el tema de poder caminar en la calle solos, sobre todo para mis compañeras. Yo soy de El Alto, no es mucha la distancia que tengo que hacer, pero los que vienen de otros departamentos, de departamentos donde ha sido más fuerte el conflicto –Santa Cruz, Cochabamba- se les ha hecho muy difícil llegar hasta la sede de gobierno. Ha habido una pausa en medio de este conflicto que empezó hace casi tres semanas. Un poquito se respira la pacificación, pero no se respira paz. Aún los dirigentes sindicales siguen siendo perseguidos, y eso es fundamental para nosotros para poder llamar asambleas, cabildos, poder organizarse para ir a la campaña; porque la ley ya está hecha: solo falta que nos entreguen los vocales y que nos entreguen el calendario electoral.
¿Por qué cree que existe esta política de miedo y terror hacia los dirigentes?
Pienso que pasa por el tema de que no se puedan reorganizar nuevamente. Cada organización social, acá en Bolivia, pasa por una estructura sindical que tiene que ser convocada por los altos dirigentes que han sido elegidos dentro de sus usos y costumbres. Y si tú persigues al dirigente que te convoca, no vamos a poder tener organizaciones firmes. Pasa por eso y pasa porque también se está acallando la voz de la libertad de expresión. Muchos recién están empezando a salir de la clandestinidad, porque los dirigentes desaparecieron con todo lo que pasó. Pero poco a poco están apareciendo para podernos reorganizar.
¿Cómo piensa que se está manejando el gobierno actual?
Estamos muy preocupados. Desde el primer decreto que sacaron para dar carta blanca para que maten a nuestros hermanos… nos ha preocupado de tal manera. Ha habido muertos en Senkata, en Yapacaní, en Cochabamba (https://www.lavaca.org/notas/bolivia-8-muertos-y-115-heridos-por-la-represion-en-sacaba-cochabamba/ ), y eso nos preocupa bastante: no puede ser que entre bolivianos nos estemos matando. Se ha trabajado mucho en mesas de trabajo, en el Palacio Quemado con los ministros transitorios para poder pacificar el país y que cese el derramamiento de sangre. Gracias a Dios se ha derogado ese decreto, aunque tarde, pero se ha derogado, y han ido saliendo las fuerzas armadas de los diferentes departamentos donde ha habido conflicto. Plaza Murillo estaba militarizada.
Y paramilitarizada también: hemos visto grupos de jóvenes que no pertenecían a las fuerzas y que actuaban como si lo fueran
Mira, nosotros cuando llegamos a la asamblea después de lo que pasó el tema de la… no sé si llamarlo transición. Después de que pasó el conflicto de poder, para llenar el vacío de poder que tenía nuestro país, nosotros quisimos ingresar a Plaza Murillo para poder restituir la Asamblea Legislativa en ambas cámaras. Pero había grupos, jóvenes civiles, que se daban el lujo de pedirte tu credencial, tu cédula de identidad, buscarte en tu bolsa si estás metiendo algo, cuando no era su competencia. Hemos estado así un mes. Recién después de constituirnos y reestablecer las dos cámaras, ellos se retiraron. Pero te queda el trauma psicológico.

¿Tiene diálogo con el gobierno?
No, yo no he tenido ningún diálogo con ellos hasta el día de hoy. Sí he ido a una mesa de conciliación por el tema de que estaban asistiendo por el pacto de unidad, por el tema de la ley de restitución de las garantías en reposición de los derechos humanos. He asistido a la promulgación de la ley para las elecciones venideras. Después, más diálogo… no.
¿Cómo se llegó al pacto que firmó usted con la presidenta Añez? ¿Cómo se tejió políticamente ese acuerdo?
Han sido decisiones muy duras las que hemos tenido que tomar como Asamblea Legislativa, y sobre todo como Cámaras. En el caso del Senado hemos tenido que deponer una comisión importante, que era la comisión de Constitución, que se la hemos tenido que ceder a al gobierno para poder tener… no estabilidad, sino poder llegar a consenso y poder sacar una ley en unanimidad. Porque el país necesitaba señales de que el legislativo estaba constituido legal y legítimamente. Que este primer órgano del Estado iba a trabajar para dar paz y pacificar el país. Hemos tenido que sentarnos con las otras dos fuerzas para tejer y debatir el tema del reglamento para las elecciones, en reducir tiempos enmarcados en la Constitución. Y creo que ese fue un gran aporte para que el país respire un poco de paz.
¿Cómo analiza el resultado: es un pacto que le gusta o ha sido el acuerdo posible en ese momento?
Fue un pacto que se tomó por la situación en que se encontraba nuestro país. Había ya muchos muertos, había gente desaparecida, gente herida, gente detenida, y algo teníamos que hacer. Y esta era una de las señales que el país estaba necesitando para desmovilizarse, para poder tener garantías para sus dirigentes, para poder tener reparación para los fallecidos, para poder cubrir los gastos para los heridos y las personas con secuelas. Teníamos que tomar decisiones.
Circuló en todo el mundo la foto del acuerdo en la que se la muestra junto a una Añez sonriente. Usted está seria. ¿Qué siente cuando ve esa foto?
Fui a la promulgación de la Ley de las elecciones. Fui porque fue el MAS, con sus dos tercios, ha impulsado la ley: no el gobierno de transición. Porque ellos tienen mínima presencia dentro de la Asamblea Legislativa. Fuimos nosotros los que trabajamos con tiempo y materia para poder lograr y concretar este proyecto de Ley. Puede ser que me haya costado políticamente dentro de mi propio partido, pero creo que prima nuestro país. No podíamos permitir que siga sufriendo la gente pobre, la gente humilde, porque son ellos los afectados.
¿Qué discusiones se están dando dentro del partido de cara a las elecciones, no solo de candidatos, sino de estrategias políticas para recuperar el poder?
Lo que está pasando en este momento es que nos estamos rearticulando. Primero, pasa porque hagamos una autocrítica, hagamos un debate, hagamos un análisis de la coyuntura y de los catorce años que hemos estado en el gobierno. Hacer un debate en posición para ver en qué nos hemos equivocado, cómo rectificamos, cómo nos reorganizamos y cómo encaramos la elección. Posterior a eso, ya teniendo líneas políticas, pasaremos a elegir a nuestros candidatos.
¿En qué etapa esta ese debate?
El día sábado va a empezar en Cochabamba el análisis y el debate que se va a realizar dentro del MAS y del IPSP. Porque el MAS está compuesto por el instrumento, organizaciones sociales, profesionales, clase media y juventudes. Ya el sábado, una vez que nuestras máximas autoridades dentro de la nacional nos den las directrices, empezaremos dentro (a debatir) en nuestros departamentos.
¿Cuáles son esas autocríticas que mencionaba?
Yo se lo dejo en el debate en nuestras organizaciones. Las mejores para poder hacer esas críticas son ellas que han visto desde afuera en qué hemos fallado en el interior. Voy a esperar las conclusiones que vayan a tener en este ampliado, y nosotros vamos a acatar las decisiones que ellos vayan a tener.
Es decir que el rol de las organizaciones va a ser importante en lo que viene...
Es fundamental para nosotros saber qué es lo que piensan ellos. Es fundamental saber la posición que van a tomar. El MAS son las organizaciones sociales. Entonces no podemos desmerecer ningún criterio que vayan a dar en este ampliado.
¿Le parece que también se tiene que valorizar el rol de las mujeres que han puesto el cuerpo en la calle y también en el Parlamento?
Muchos han pensado que íbamos a fracasar en estas circunstancias. Más que todo porque desde donde yo vengo, que es El Alto, siempre nos han gobernado varones. Pensaron que no íbamos a tomar este tipo de decisiones. Y creo que lo hemos demostrado con mucha altura. Posiblemente hemos tenido errores, muchos o pocos, pero lo importante es que hemos mantenido la estabilidad en las dos cámaras y nos hemos mantenido firmes en la Asamblea Legislativa, y estamos cumpliendo lo que hemos prometido al pueblo boliviano: canalizar la ley para las siguientes elecciones. Y lo hemos hecho las mujeres, y mujeres que venimos del pueblo.
¿En qué está trabajando estos días?
En estos momentos estamos recuperando la agenda que nos han dejado paralizada. Hemos priorizado la ley (para las elecciones), recientemente hemos sacado el proyecto de selección de los vocales que va a culminar el 18 de diciembre, y ahora estamos trabajando con la Asamblea Legislativa. Tengo mucha correspondencia que tengo que despachar a las comisiones. Me corresponde como Asamblea de mandar a la comisión y que decida el Ejecutivo transitorio qué es lo bueno o no. Prácticamente me estoy encargando de temas administrativos, legislativos.
¿Le preocupan los decretos que están promulgando, medidas que no están pasando justamente por la Asamblea?
Nos preocupa bastante, efectivamente. Una cosa que nos ha preocupado mucho es la designación del embajador de Estados Unidos, cuando tendría que pasar por la Asamblea esa designación. Nosotros no lo vamos a imponer, pero necesitamos un mínimo respeto y cumplimiento de la Constitución. Ellos nos mandan la terna, es la comisión de relaciones internacionales la que trata este tema y lo remite a la Asamblea Legislativa. Y no sé porque no lo han hecho así, porque esa comisión no la tiene el MAS, la tiene el PDC, y ellos están en el gobierno.
Se dice que mediante este tipo de mecanismos el gobierno de facto está armando las elecciones a su medida y haciéndole perder fuerza al MAS: usted, ¿qué análisis hace?
Nosotros convocamos al pueblo boliviano a que ellos puedan ser fiscalizadores para que se pueda hacer una elección transparente. Obviamente habrá mecanismos de control en nuestras mesas. El MAS siempre ha sido un partido con mucha presencia a nivel nacional. Nuestro voto duro se encuentra en el área rural. Y creo que el autocontrol que vamos a tener en los diferentes municipios y departamentos va a hacer que podamos fiscalizar nuestros votos. Ellos hablaban siempre de la democracia, y no sé si el pueblo quiere vivir en esta democracia de dos semanas, o vivir en una democracia de catorce años como hemos tenido.
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El teatro sale a la calle por la derogación del decreto 345

A 44 años del atentado al Teatro Picadero en plena dictadura, distintas salas, artistas, productores y gestores organizan un encuentro para conectar pasado y presente. De Teatro Abierto al Festival ENTRÁ, la organización contra el desmantelamiento del sector, representado en el decreto 345, para defender la cultura, la identidad y crear lo que viene.
Por María del Carmen Varela
El 6 de agosto de 1981, a pocos días de haberse iniciado el ciclo Teatro Abierto, el Teatro Picadero sufrió un atentado que lo dejó en ruinas. Por eso, 44 años después, bajo otro ataque sistemático a la cultura, la comunidad teatral sale a la calle para recordar y exigir.
La propuesta reza:
El Teatro está Abierto: ENTRÁ.
La historia no se repite igual, pero rima.
El miércoles próximo, de 17.30 a 19.30, en la puerta del Teatro Picadero, Pasaje Santos Discépolo 1857, CABA, trabajadorxs de las artes escénicas se reunirán para celebrar que el teatro sigue abierto y para defender al Instituto Nacional del Teatro que por el decreto 345 está siendo desmantelado.
La gacetilla anuncia la participación de Lorena Vega, Valeria Lois, Elisa Carricajo, Laura Paredes, Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y Mariano Sayavedra leyendo framentos de “Decir sí” de Griselda Gambaro, “El Acompañamiento” de Carlos Gorostiza, “Parlamento” del grupo Piel de lava y “Civilización” de Mariano Saba. Un diálogo entre obras que fueron parte de aquel ciclo y obras contemporáneas que hablan de nuestro presente. También habrá un cierre musical a cargo de Talleres Batuka.
Sigue la gacetilla: «Les invitamos a este evento que es, a su vez, un acto de conmemoración y un encuentro de resistencia. Como Teatro Abierto en los 80, hoy desde ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) seguimos encontrándonos para defender nuestra identidad cultural, nuestro teatro».
El texto poético que acompaña el mitín:
Ayer fue dictadura, hoy es democracia simulada
Ayer fue incendio, hoy es apagón
Ayer fue teatro como refugio, hoy es como grito
Ayer fue unión de artistas, hoy es red federal viva
Ayer y hoy: el teatro vuelve a responder como acto político y vital
En defensa de la cultura, exigimos la derogación del decreto 345.
Entrá porque es urgente
Entrá porque es ahora.
El emblemático ciclo Teatro Abierto arrancó el 28 de julio de 1981 en en el Teatro Picadero. Su organización fue un acto de resistencia en un contexto de dictadura que censuraba a dramaturgxs, directorxs teatrales, actores y actrices de la escena nacional. Un grupo de dramaturgxs comenzó a reunirse en la sede de Argentores para poner al teatro en acción: Así nació Teatro Abierto. Con una programación de 21 obras breves, se proyectó la realización de 3 funciones por día durante 3 meses. Con dramaturgxs como Carlos Gorostiza, Carlos Somigliana, Roberto Cossa, Pacho O´Donell, Griselda Gambaro y Aída Bortnik, entre otrxs, el ciclo se convirtió en un verdadero fenómeno artístico apenas iniciado. El público respondió a la convocatoria y se agotó la venta de abonos casi de inmediato. Una semana después, el 6 de agosto, se produjo el atentado que destruyó al Picadero. Al día siguiente se produjo una concurrida asamblea en el Teatro Lasalle y decidieron continuar. Varias salas teatrales ofrecieron sus instalaciones y finalmente el Tabarís, clásico espacio de la revista porteña, fue el elegido para reanudar el ciclo. Una semana más tarde, volvió Teatro Abierto con un apoyo multitudinario por parte del público que llenó la sala hasta la última función.
Contacto: +54 9 11 6914-3033 (Ana)
[email protected]
Instagram: @festivalentra
CABA
Villa Lugano: una movilización en contra del “Máster Plan”

Vecinas y vecinos del barrio del sur porteño resisten ante una obra que está haciendo el gobierno de la Ciudad a espaldas de la comunidad: tala de centenares de árboles añosos, el cierre de varios ingresos y egresos de la autopista Dellepiane y la colocación de un nuevo peaje (a 4 km de otro ya existente) para ampliar la recaudación. El silencio del gobierno local y el ruido de sus topadoras arrasando el espacio verde y público. La voz de la organización popular que no calla y sale a la calle, otra vez –este viernes y en una caravana de autos– para visibilizar lo que pasa en una de las zonas más postergadas de CABA: a las 18 horas desde Dellepiane Sur y Montiel hasta Dellepiane Norte y Piedra Buena.
Por Francisco Pandolfi
Desde noviembre del año pasado la comunidad de Villa Lugano resiste a una obra que ya está haciendo el Gobierno de la Ciudad sin licencia social ni escuchar a la vecindad: el Máster Plan Autopista Dellepiane, con un costo de más de 7.000 millones de pesos, tala de centenares de árboles, cierre de 14 ingresos y egresos a la autopista y otro peaje (a cuatro kilómetros del de avenida Lacarra).
La organización popular no cesó desde el momento en que se enteraron de la iniciativa. Asambleas, audiencias públicas, semaforazos, volanteadas en los distintos sub barrios que forman parte de este barrio porteño bien al sur porteño. Y guardias, para evitar el talado de árboles en lo que las y los vecinos denuncian como “un ecocidio”, que está sucediendo desde marzo.
La comunidad hizo un relevamiento casa por casa con los frentistas a la autopista Dellepiane: más del 70% no tenía idea de la existencia del Máster Plan. Presentaron por escrito pedidos de información pública a AUSA (Autopistas), APRA (Agencia de Protección Ambiental), Ministerio de Infraestructura y a la Secretaría de Gobierno y Vínculo Ciudadano porteño, sin respuestas.
Sin embargo, la obra empezó aún incumpliendo la promesa de que antes habrían mesas de trabajo en conjunto. Este viernes, la comunidad decidió volver a manifestarse, en una caravana de autos para seguir visibilizando la problemática. Desde lavaca hablamos con el colectivo de vecinos apartidario No dividan Lugano que está al frente de denunciar la obra.
Sobre lo negativo y lo positivo de la obra, dirán: “El Master plan Autopista Parque Dellepiane fue presentado como una mejora para el sur de la ciudad, pero en la práctica profundiza las desigualdades urbanas, degrada el ambiente y fragmenta el territorio. Lo negativo es abrumador”, y enumeran:
• Implica la tala de más de 500 árboles añosos, sin plan de reforestación efectivo.
• Aumenta la huella de carbono y destruye espacios verdes sin compensación.
• Instala un Metrobus central inaccesible, que obliga a cruzar pasarelas extensas sin rampas adecuadas ni soluciones reales para personas mayores o con movilidad reducida.
• Divide al barrio aún más, eliminando accesos, aislando sectores y obstaculizando la vida cotidiana.
• No contempla una red multimodal de transporte, ni bicisendas, ni centros de transferencia.
• Instaura peajes en tramos que eran gratuitos, generando un nuevo costo para vecinos que hacen trayectos cortos todos los días.
Agregan: “Lo positivo, si lo hay, podría haber sido la oportunidad de pensar el área como un verdadero corredor verde y sustentable. Pero nada de eso fue incorporado, ni escuchado”. Y vuelven a enumerar, en este caso, sobre lo que es fundamental denunciar en esta obra:
• Fue diseñada sin participación ciudadana efectiva, sin diálogo real con la comunidad.
• Incumple múltiples normativas locales y nacionales, desde la Constitución de la Ciudad hasta leyes de accesibilidad, ambiente y derechos ciudadanos.
• Avanza a pesar de un amparo ambiental colectivo presentado por vecinos, vulnerando el Acuerdo de Escazú y los principios de justicia ambiental.
La obra es impulsada por el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (GCBA), a través de su empresa estatal AUSA (Autopistas Urbanas S.A.), con financiamiento internacional de la CAF –Banco de Desarrollo de América Latina. Las veces que lavaca quiso comunicarse con la Secretaría de Gobierno y Vínculo Ciudadano porteño fue imposible. Nadie atiende. En relación a AUSA el prensa de la empresa explicó que la política interna es “no dar entrevistas en ON, que con los medios se manejan así”.
Dicen las y los vecinos: “El proyecto fue aprobado sin estudios de impacto ambiental adecuados, sin matrices de costo-beneficio transparentes y sin haber sido sometido a procesos participativos válidos. Hoy, la obra está en plena ejecución, avanzando a toda velocidad sin haber sido revisada tras la presentación del amparo ni durante las mesas de trabajo convocadas por la Justicia, una vez que ya habían iniciado la obra”.
¿Las mesas de trabajo están sirviendo de algo? ¿Hay escucha del gobierno porteño y de la empresa?
Las mesas de trabajo fueron convocadas por orden judicial. Pero en la práctica, no hay escucha real. El GCBA y AUSA llegan a las mesas con el proyecto cerrado, sin brindar información clave, sin contestar a los pedidos de acceso a la información, ni frenar las obras mientras se debate. Las propuestas alternativas presentadas por los vecinos (como usar colectoras, premetro, u otros modelos de movilidad sustentable) ni siquiera fueron consideradas. Las mesas han sido una formalidad dilatoria mientras la obra avanza sin freno.
¿Qué perjuicios ya están sucediendo y cuáles sucederán?
Tala de árboles, pérdida de sombra, humedad y biodiversidad; rotura de veredas, ruidos permanentes, vibraciones y molestias en la vida diaria; corte de accesos históricos, dejando barrios desconectados. Y si no se frena habrá un aumento de inseguridad vial, con colectivos cruzando carriles rápidos en maniobras riesgosas; aislamiento de sectores enteros del barrio; encarecimiento de la vida cotidiana por peajes, más transporte y pérdida de comercios barriales; mayor contaminación ambiental y sonora; desvalorización de las propiedades y deterioro del entorno.
¿Por qué este viernes 1 de agosto la comunidad hará una caravana?
Porque ya no alcanza con reclamar en silencio ni esperar respuestas que no llegan. Convocamos a una caravana vecinal pacífica para visibilizar el conflicto, frenar el avance destructivo de la obra, y exigir participación real. Será una caravana con autos, banderas argentinas y carteles. Queremos que nos vean y que nos escuchen.



La caravana saldrá a las 18 horas desde Dellepiane Sur y Montiel y finalizará en Dellepiane Norte y Piedra Buena. Participarán familias, organizaciones barriales, ambientalistas, arquitectos, docentes, jubilados, comerciantes. Al finalizar, se realizará una ceremonia simbólica con Flavia Carrión, antropóloga y comunicadora de sabiduría ancestral, en el Día de la Pachamama. “Será un acto de gratitud ambiental, una pausa colectiva para honrar a los árboles y el esfuerzo de toda nuestra gente; para agradecerle a la Tierra por seguir aguantándonos. Un momento para reencontrarnos con lo esencial: la naturaleza, la vida en comunidad y la defensa de lo que amamos”.
Esta misma vecindad organizada se formó el año pasado con el nombre “No dividan Lugano”, cuando evitó que el gobierno porteño hiciera una serie de pasos bajo a nivel, que hubiesen significado un abanico de perjuicios para el barrio. En ese entonces, cuando llegaron las topadoras, mujeres y hombres se atrincheraron para defender árboles de más de 100 años. En esta crónica contamos lo que fue ese proceso comunitario.
Un año después, el barrio de Lugano sigue en pie de resistencia. “Somos una comunidad que se levanta para defender a su barrio. Ya presentamos más de 800 firmas, relevamientos propios y propuestas alternativas. Pero nos siguen ignorando, y la obra sigue destruyendo. Por eso salimos a la calle, otra vez, y así lo seguiremos haciendo cada vez que haga falta”.
Actualidad
Marcha de jubilados: balas y bolitas

Siete detenidos y al menos 30 personas heridas, entre jubilados, curas, trabajadores de prensa (lavaca, Cítrica, Infonews, El Destape y C5N, entre ellos), defensores de derechos humanos, y un niño de 4 años que estaba con su familia en la Plaza de los Dos Congresos. Ese es uno de los saldos de otra semana de represión brutal a la protesta de cada miércoles, esta vez coordinada por la Policía de la Ciudad, que disparó postas de goma, balines con gas pimienta, granadas aturdidoras, golpeó con escudos y lanzó un nuevo tipo de gas que producía tos y vómitos. El despliegue también implicó tareas de inteligencia ilegal con efectivos que filmaban y fotografiaban manifestantes, según denunció la Comisión Provincial por la Memoria (CPM), que también relevó «policías armados con postas de plomo que están prohibidos». Los carteles, las reflexiones, y la creatividad: algunos integrantes de la marcha terminaron jugando a las bolitas en la calle con los balines policiales.
Por Lucas Pedulla y Francisco Pandolfi. Fotos Juan Valeiro/ lavaca.org

El padre Paco Olveira muestra los balines que golpean y expulsan gas pimienta. Terminaron jugando con ellos a la bolita sobre la acera.
Otro miércoles de protesta de jubilados y otro miércoles de represión feroz y absurda enfocada principalmente a jubilados y a la prensa que cubría lo que estaba ocurriendo. Con ataques directos a los ojos y a los cuerpos. A las cámaras y a los celulares que registraban la bestialidad de las fuerzas de seguridad –el fotógrafo de lavaca, Juan Valeiro, entre ellos, con quemaduras de primer grado en el cuello y en la oreja–. No es difícil imaginar lo que hubiese ocurrido si ese ataque le hubiera llegado directamente a los ojos. Esta vez fue la Policía de la Ciudad la encargada de lanzar gases y disparos a mansalva en la intersección de Avenida de Mayo y Luis Sáenz Peña cuando la movilización pretendía ir hacia la Casa Rosada.

El fotógrafo Juan Valeiro de lavaca, uno de los periodistas atacados, como ocurrió con profesionales de Cítrica, Infonews, El Destape y C5N.
Hubo 7 detenidos (Agustín Cano, Leandro Maristains, Alejandro Carrizo, Federico Burgos, Francisco Ramos, Hugo Eischler y Javier Mendoza) y al menos 30 heridos según la Comisión Provincial por la Memoria (CPM), entre ellos un niño de 4 años que estaba en la Plaza de los Dos Congresos junto a su familia.

Escenas de otro miércoles de violencia estatal absurda.
Más allá de la violencia ordenada por la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, la concentración de jubilados tuvo un eje concreto de reclamo: el “no al veto” del gobierno nacional a la suba de las jubilaciones y la emergencia en discapacidad. Sin embargo, Javier Milei ya avisó que vetará las leyes aprobadas por el Congreso. Tiene plazo hasta el lunes 4 de agosto, tiempo destinado a ofrecer distintas cuestiones no públicas a diputados que se sumen a apoyar el veto, como ha venido ocurriendo. ¿El argumento del oficialismo contra un ínfimo aumento a jubilados? “Va en contra del equilibrio fiscal”.

Una de las jubiladas víctimas del coraje policial contra ellas, y de un nuevo gas tóxico, un símbolo de esta época.
Con la camiseta de Independiente y máscara del Hombre Araña, un jubilado entendió el mapa económico que traza esa decisión, y lo señaló con un cartel en tono bíblico: en el Génesis se habla de un sueño con vacas gordas y vacas flacas, referencia a los períodos de prosperidad y a los de dificultades. El jubilado escribió una actualización argentina de aquella imagen que ya no tiene forma de sueño sino de pesadilla.
- “Vacas gordas, jubilados flacos”.

El Hombre Araña es del Rojo, y releyó el Génesis.
Números y un café
Carlos trabajó cuarenta años en el Correo y no falta ningún miércoles a la marcha de jubilados y jubiladas con su remera ya mítica de Chacarita. Tanto, que casi nadie sabe que se llama Carlos y la gente le dice “Chaca”. Hoy caminó por Rivadavia con dos vendas que le envolvieron sus dos antebrazos. “Como todos los miércoles, venimos a reclamar y te cagan a palos. Acá tenés la prueba”, dijo a lavaca mostrando sus moretones. “Pero ya lo dije: esta sangre mía Bullrich la va a pagar”.
Héctor acaba de cumplir 75 años: “Decir que la suba de las jubilaciones atenta contra el equilibrio fiscal es una payasada. Milei lo deja claro cuando le baja las retenciones al campo, como dijo el sábado en la Sociedad Rural. Para nosotros nada y para los ricos todo, esa es la política del gobierno. ¿El beneficio para el campo no genera déficit fiscal? Milei es una máquina de mentir”. El hombre cuenta sus propias y reales retenciones: “Ya no salgo más que los miércoles acá. Ya no tengo la vida que tenía antes, no puedo viajar ni tomarme un café”.

Policías en acción, frente a jubilados que reclaman por sus haberes amputados por la motosierra.
De ratificarse el veto a los jubilados, la suba de agosto no será del 7,2% como fija la ley aprobada (el haber mínimo $441.600), sino del 1,62% en base al último índice de inflación de junio de 2025, por lo que la jubilación mínima será de $ 314.243,51.
Abus en la calle
Alicia tiene 63 años y lleva un pañuelo firmado por siete de sus nietos: “Abus en lucha”, “Aguanten los jubilados”. No entiende la distribución de la riqueza. O sí, pero la ve obscena: “La baja de las retenciones y el veto a los jubilados es una guasada total”. Sus retenciones: “Ya no me puedo dar más un gustito. Vivo el día a día, ya no estoy comprando nada ni semanal ni mensual”.
En la marcha hubo muchos carteles al respecto:
- No al veto: nuestra indigencia es tu superávit
- Ni veto ni represión: fuera el FMI
- No al veto a las leyes en jubilaciones
- No al veto: cobarde estafador (y la cara de Milei).
Ana, 74 años, trajo su propia pancarta: “Baja las retenciones a los ricos, hambrea a los viejos”. Cuenta que su hijo trabaja en el Correo y teme ser despedido, que su nieta encontró trabajo en un Todo Moda pero la echaron a los dos meses. Para ella todo el pueblo debería movilizarse: “No sólo los jubilados y los del Garrahan. Todos”.

No hay plata para el cine argentino (el Gaumont como símbolo) pero sí para filmar ilegalmente a manifestantes.
Walter (66) y Julio (62) llegaron de Campana, norte de la provincia de Buenos Aires. Sumaron otros dos carteles: “Viejo: no te quedes en tu casa, vení a luchar” y “Ayudame a luchar. El próximo viejo sos vos”. Walter movió la cabeza de un lado para el otro al recordar el discurso de Milei en la Sociedad Rural: “Un tipo desquiciado, frente a toda la oligarquía, los terratenientes, los dueños de la tierra. Él mismo dice: ‘soy cruel’. Nos la está haciendo parir. Nos quitó la medicación, todo un desastre”.
Julio coincidió: “Ahí ves realmente para quién gobierna. Hasta el que tiene séptimo grado, como yo, se da cuenta”.

Jubilado hablándole a la pared.
Roberto, 62 años, de Trelew (Chubut), lo escucha: “Pero hay que seguir viniendo, compañeros. Son totalmente inescrupulosos. Hoy hablaba con un amigo que me decía que había que respetar el voto popular, pero Hitler también ganó con el voto popular. Si no salimos a la calle, no sé qué más va a pasar”.
Vallas a donde vayas
El Congreso estuvo totalmente vallado. Vallas sobre Entre Ríos, Riobamba, Yrigoyen, Rivadavia. “Este quilombo lo hizo la Buillrich”, gritó un cincuentón a los automovilistas que se quejaban porque avanzar por las calles lindantes era un imposible.
Luis llevó un cartel: “Menstruación=sueldo de jubilado; viene una vez y se va a los tres días”. Dijo que lo escuchó a Milei cuando anunció en La Rural la baja de las retenciones al agro. “Lo que me dolió fue que la gente aplaudió cuando dijo que iba a vetar nuestro aumento. La gente del campo aplaude a todos los que empiezan con la “m” de mierda: Martínez de Hoz, Menem, Macri y ahora Milei”.

Mensaje para el tal vez próximo embajador de Trump en Argentina. Un apellido que parece un mandato.
Después de la radio abierta, como cada miércoles, empezó la movilización. Las columnas bajaron a Hipólito Yrigoyen, cuya circulación no estaba cortada y marcharon por la calle. “Luche que se van”, fue otra vez el hit, al que siguió “que se vayan todos”. Uno de los temas, con dedicatoria explícita: “A dónde está, que no se ve, esa famosa CGT”. Nobleza obliga: ni la CGT ni ningún partido político, con la cabeza en las elecciones legislativas y no en la calle.
La violencia y las bolitas
Sobre Yrigoyen, casi Luis Sáenz Peña, se divisaba un camión hidrante que se retiró. La columna dobló al final de la Plaza para ir hacia Avenida de Mayo con la intención de seguir la marcha hacia Plaza de Mayo. Sin embargo, en otro operativo de pésima coordinación –esta vez por la Policía de la Ciudad– la manifestación se mezcló entre autos y colectivos que seguían pasando.

“¡Por la vereda!”, gritaron algunos jubilados. Pero en ese momento, los efectivos cortaron de cordón a cordón empezando con la respuesta física violenta. El operativo estuvo acompañado, como suele ocurrir, por oficiales con cámaras que filmaron y sacaron fotos (con el objetivo de realizar algún tipo de “inteligencia” y amedrentamiento a quienes ejercen el derecho de reclamar).
La movilización avanzó pero rápidamente empezaron las detonaciones de escopeta con postas de goma y de granadas. Dispararon balines de armas byrna, redondos y de colores, que impactaban en los cuerpos, provocando lastimaduras y liberación del gas que llevan dentro. También lo hicieron sobre la vereda, donde se supone que no hay “protocolo”. Detuvieron, golpearon y gasearon fundamentalmente a trabajadores y trabajadoras de prensa, como cada semana. El efecto de esos spray, que poseen una sustancia espesa y viscosa: penetra los poros y quema durante horas. El fotógrafo de lavaca, Juan Valeiro, como otros reporteros (Cítrica, Infonews, C5N y El Destape, entre otros), fueron atendidos en la misma plaza y en el Instituto Patria. “Quemadura de primer grado”, diagnosticaron a nuestro compañero.

¿Qué escudan los escudos?
Nadie fue ajeno a esta nueva ofensiva. La policía disparó un gas que generaba tos hasta el punto de provocar arcadas y vómitos. La sensación era extraña, porque no había un sabor ácido ni picante, pero provocaba una tos ronca. El efecto llegaba incluso a las calles aledañas, aparentemente ajenas al la marcha. “El registro del despliegue policial evidencia su brutalidad e irracionalidad”, denunció la CPM, organismo que precisó otro detalle alarmante: “Se relevaron también policías armados con armas con postas de plomo que están prohibidas, y acciones de inteligencia ilegal”.
Agregó la CPM que el ataque incluyó a defensores de derechos humanos, cuyo hostigamiento tenía como fin evitar el registro de los hechos.
Sin embargo, la gente no se fue.
La gente se quedó. La policía avanzaba, seguía gaseando, y la gente siguió.
“¡Tienen miedo!”, gritó una jubilada. “¡Tienen miedo!”.
Uno de los primeros detenidos había sido el padre Paco Olveira. Lo golpearon, lo gasearon y lo salvó la gente. Se llevó de recuerdo dos de los balines de la Policía. “Es el último arma que trajo Bullrich”, explica y muestra a lavaca. “Te tiran y salta el gas. No te deja respirar. Y duele, porque nos dieron unos cuantos en los pies. Gracias a Dios hoy no tiraron a los ojos”.
De fondo, la jubilada siguió gritando: “¡Tienen miedo!”.
Otro miércoles de protesta de jubilados se diluía entre detenciones y balines de gas. Entre un cordón con armas largas sobre Rivadavia y un grupo de la motorizada dispuesto a salir sobre Rodríguez Peña. Sin embargo, mientras el padre Paco seguía mostrando los balines, alguien propuso:
–Juguemos a las bolitas.
Todos se rieron, por el absurdo de la situación.
De nuevo, frente al horror, la creatividad social.
Y así, frente a policías que seguían filmando ahora una burla, un párroco y una jubilada arrodillados en la calle, jugaron a las bolitas con los balines para cerrar otro miércoles argentino.

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