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Foro temático del 4 al 6 de junio: la economía solidaria como forma de resistencia

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Más de cien organizaciones invitan a las Jornadas de Economía Social y Solidaria que se desarrollarán en la Facultad de Ciencias Sociales, Ramos Mejía 841. Habrá más de 70 talleres, una feria de productos sociales e invitados internacionales, como el experto brasileño Paul Singer. Buscan darle visibilidad a los actores y proyectos de un sector de la economía que no se basa en la lógica del capital, sino en la del trabajo.

La inauguración será en el Bauen Hotel, empresa recuperada, el viernes 4 a las 18 horas. Hablarán Paul Singer, coordinador del Programa de Economía Solidaria del Ministerio de Trabajo de Brasil, y José Luis Coraggio, principal teórico argentino en economía popular.

Bajo el lema «otra economía es posible», más de cien organizaciones convocan para las Jornadas de Economía Social y Solidaria que se desarrollarán del 4 al 6 de junio en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, Ramos Mejía 841. «El objetivo de estas actividades consiste en darle visibilidad a los actores y proyectos de este tipo que se desarrollan en la Argentina», explica Lucio Salas Oroño, uno de los impulsores del encuentro y miembro de La Asamblearia, una cooperativa de consumo que abrió un local en el barrio de Núñez para vender la producción autogestiva de distintos movimientos sociales.

Las jornadas -promovidas por el Comité de Movilización Buenos Aires del Foro Social Mundial- se inaugurarán el viernes 4, a las 18 horas, en el Bauen Hotel, una de las tantas empresas recuperadas por sus trabajadores que hay en el país. En la apertura habrá un panel donde participarán Paul Singer, coordinador del Programa de Economía Solidaria del Ministerio de Trabajo de Brasil, y José Luis Coraggio, rector de la Universidad de General Sarmiento y principal teórico de la economía social del país: lleva 15 años investigando las estrategias de la economía popular y en su universidad creó un posgrado sobre el tema.

A lo largo de las jornadas -que se extenderán desde las 9 de la mañana hasta las 9 de la noche- se llevarán a cabo más de 70 talleres autogestionados, donde se debatirá una variedad de temas: desde el rol de la mujer en la Economía Solidaria hasta estrategias de cálculos de costo en los microemprendientos. El sábado a las 15, por ejemplo, en el aula 202, se presentará la UTD Mosconi, de Salta, exhibiendo los emprendimientos productivos para la comunidad puestos en marcha hasta ahora y los proyectos elaborados hacia el futuro.

En algunos de estos debates participarán organizaciones extranjeras, como las cooperativas italianas Chico Méndes y Altro Mercado. En forma paralela, diversos productores sociales exhibirán sus mercaderías en una feria que se instalará en la calle Ramos Mejía hasta el Parque del Centenario.

«Nosotros decimos que la economía solidaria es aquella que se basa en la autogestión productiva, el comercio justo y el consumo responsable», define Salas Oroño y se explaya: «Hay que incorporar la noción de que se puede transformar el consumo en una herramienta política, sobre todo si la persona elige productos que tengan calidad social: es decir, que sean elaborados por emprendimientos autónomos y que no se basen en la lógica del capital, que es reproducirse a través del lucro, sino en la del trabajo. Se trata de otra racionalidad económica: en vez de competencia hay solidaridad y valores éticos».

Los principales ejes de discusión que vertebrarán las jornadas serán:

1. Las nuevas prácticas económicas como forma de resistencia y construcción.

2. La exclusión como forma de privación de los derechos de ciudadanía y genocidio social. Las contradicciones entre productividad y desempleo en el modelo neoliberal.

3. Nuevos paradigmas culturales basados en la solidaridad y la cooperación en oposición a los conceptos neoliberales de competitividad y productividad.

Otro asunto que estará muy presente en los debates, será el rol del Estado en la economía solidaria y para qué debe utilizarse el superávit fiscal, que ahora parece haberse convertido en una torta apetecible. En distintos paneles, incluso, participarán algunos funcionarios. Uno de ellos será Daniel Arroyo, investigador de FLACSO y viceministro de Desarrollo Social. «Cuando se gestiona un proyecto de economía solidaria, enseguida se comprende que con las regulaciones y las tributaciones existentes es imposible sobrevivir. Uno puede ignorar al Estado, pero el Estado no te ignora, y te perjudica. Entonces, hay que unificarse para hacer un reclamo común», opina Salas Oroño y ejemplifica: «Ahora está el tema de las tarjetas electrónicas para los planes sociales, como pide el Banco Mundial. Con la noble excusa de atacar el clientelismo, pueden quedar desarticuladas las pequeñas redes comerciales de las villas. Se incentiva a los beneficiarios de planes a que vayan a los supermercados y dejen el almacén del barrio».

Uno de los objetivos que tienen los organizadores de este foro temático consiste en la creación de una red de comercios con precio justo. «El productor tiene que quedarse con un porcentaje mayor que el que le otorga el comercio tradicional. La remuneración tiene que permitir la reproducción de la vida de los que trabajan ,» subraya Salas Oroño. Hasta ahora la mayoría de las organizaciones argentinas que adscriben al comercio justo están vinculadas con productores indígeneas. Muchas de ellas nacieron por iniciativa de la Iglesia y llegaron a exportar sus artesanías al Primer Mundo. «Me parece que el contenido tiene que ser un poco más amplio. Hay que asumir la alta urbanización de esta sociedad. Es necesario integrar empresas y fábricas recuperadas por sus trabajadores, emprendimientos asociativos urbanos… Cuando hablamos de economía solidaria pretendemos hablar de un subsistema que se desarrolle al lado de la economía formal, con mucha interacción, pero que puede autosustentarse», describe el miembro de La Asamblearia.

El comercio justo nació en países como Inglaterra y Holanda. Pero en la última década alcanzó gran desarrollo en Italia, donde ya hay 3.500 negocios con estas características y las estadísticas macroeconómicas comienzan a incluirlos, aunque todavía no representen ni el uno por ciento del PBI. «En la Argentina -compara Salas Oroño- todavía estamos muy lejos. Pero quién sabe cuánta gente vive de esta manera. Este movimiento se desarrolla estrictamente en negro y con gente que figura como desocupada. Pero me animo a decir que en trabajo humano empieza a ser importante».

El listado de organizaciones convocantes a estas jornadas es muy amplio. Entre otros, suscriben la carta de invitación Amnesty Internacional, la Central de Trabajadores Argentinos y la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios, junto a La Asamblearia, el Movimiento Nacional de Fábricas Recuperadas, la Asamblea de Palermo Viejo y el Grupo de Reflexión Rural. Llama la atención la ausencia de todo tipo de organizaciones vinculadas a la izquierda tradicional argentina. «Nos ven como una maniobra más de la burguesía para impedir que las contradicciones se agudicen y los trabajadores tomen, de una vez por todas, el poder del Estado. Pero ahora que este foro se ha ido instalando, algunos empiezan a querer participar», explica Salas Oroño que, dice, los espera con los brazos abiertos.

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83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

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Pablo Grillo
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83 días.

Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.

83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.

83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.

83 días y seis intervenciones quirúrgicas.

83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo. 

83 días hasta hoy. 

Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro. 

Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”. 

Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).

Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca. 

El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”. 

La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».

La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería. 

Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.

Esta es parte de la vida que no pudieron matar:

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La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen

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Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.

Por María del Carmen Varela.

La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen

La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia. 

La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.

Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.

La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional.  A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.

Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.

Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro. 

MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA

Viernes 30 de mayo, 20.30 hs

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Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro

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Una actriz que cautiva. Una historia que desgarra. Música en vivo. La obra Perla Guaraní volvió de la gira en España al Teatro Polonia (Fitz Roy 1475, CABA) y sigue por dos domingos. El recomendado de lavaca esta semana.

Por María del Carmen Varela

La sala del teatro Polonia se tiñe de colores rojizos, impregnada de un aroma salvaje, de una combustión entre vegetación y madera, y alberga una historia que está a punto de brotar: Perla es parte de una naturaleza frondosa que nos cautivará durante un cuarto de hora con los matices de una vida con espinas que rasgan el relato y afloran a través de su voz.

La tonada y la crónica minuciosa nos ubican en un paisaje de influjo guaraní. Un machete le asegura defensa, aunque no parece necesitar protección. De movimientos rápidos y precisos, ajusta su instinto y en un instante captura el peligro que acecha entre las ramas. Sin perder ese sentido del humor mordaz que a veces nace de la fatalidad, nos mira, nos habla y nos deslumbra. Pregunta: “¿quién quiere comprar zapatos? Vos, reinita, que te veo la billetera abultada”. Los zapatos no se venden. ¿Qué le queda por vender? La música alegre del litoral, abrazo para sus penas.

Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro
Gabriela Pastor en escena. Detrás, Juan Zuberman interpreta a un ciego que toca la guitarra.

La actriz y bailarina Gabriela Pastor moldeó este personaje y le pone cuerpo en el escenario.  Nacida en Formosa, hija de maestrxs rurales, aprendió el idioma guaraní al escuchar a su madre y a su padre hablarlo con lxs alumnxs y también a través de sus abuelxs maternxs paraguayxs. “Paraguay tiene un encanto muy particular”, afirma ella. “El pueblo guaraní es guerrero, resistente y poderoso”.

El personaje de Perla apareció después de una experiencia frustrante: Gabriela fue convocada para participar en una película que iba a ser rodada en Paraguay y el director la excluyó por mensaje de whatsapp unos días antes de viajar a filmar. “Por suerte eso ya es anécdota. Gracias a ese dolor, a esa herida, escribí la obra. Me salvó y me sigue salvando”, cuenta orgullosa, ya que la obra viene girando desde hace años, pasando por teatros como Timbre 4 e incluyendo escala europea.

Las vivencias del territorio donde nació y creció, la lectura de los libros de Augusto Roa Bastos y la participación en el Laboratorio de creación I con el director, dramaturgo y docente Ricardo Bartis en el Teatro Nacional Cervantes en 2017 fueron algunos de los resortes que impulsaron Perla guaraní.

Acerca de la experiencia en el Laboratorio, Gabriela asegura que “fue un despliegue actoral enorme, una fuerza tan poderosa convocada en ese grupo de 35 actores y actrices en escena que terminó siendo La liebre y la tortuga” (una propuesta teatral presentada en el Centro de las Artes de la UNSAM). Los momentos fundantes de Perla aparecieron en ese Laboratorio. “Bartís nos pidió que pusiéramos en juego un material propio que nos prendiera fuego. Agarré un mapa viejo de América Latina y dos bolsas de zapatos, hice una pila y me subí encima: pronto estaba en ese territorio litoraleño, bajando por la ruta 11, describiendo ciudades y cantando fragmentos de canciones en guaraní”.

La obra en la que Gabriela se luce, que viene de España y también fue presentada en Asunción, está dirigida por Fabián Díaz, director, dramaturgo, actor y docente. Esta combinación de talentos más la participación del músico Juan Zuberman, quien con su guitarra aporta la cuota musical imprescindible para conectar con el territorio que propone la puesta, hacen de Perla guaraní una de las producciones más originales y destacadas de la escena actual.

Teatro Polonia, Fitz Roy 1475, CABA

Domingos 18 y 25 de mayo, 20  hs

Más info y entradas en @perlaguarani

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