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Juicio por el asesinato de Neuquén: Fuentealba, perpetua a Poblete

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El policía que mató al maestro Carlos Fuentealba fue condenado a prisión perpetua e inhabilitación perpetua por la Cámara Criminal de Neuquén. Quedó probado que fue Poblete quien disparó, por la espalda, con un arma lanzagases, contra ese docente que estaba en total estado de indefensión dentro de un auto. Detalles del juicio oral y público, la movilización social en torno al caso, y la posibilidad de otro juzgamiento, por las responsabilidades de quienes dieron las órdenes.

El cabo policial de Neuquén Darío Poblete fue condenado a prisión perpetua e inhabilitación perpetua como autor material del crimen del maestro Carlos Fuentealba. Poblete disparó con una escopeta lanzagases, a menos de 7 metros, contra el vidrio trasero del Fiat 147 en el que Fuentealba estaba indefenso. Fue el 4 de abril de 2007. Al día siguiente Fuentealba murió. El testimonio de algunos docentes que vieron a Poblete fue crucial, como en el caso de Marcela Roa. Lo vieron, además, porque Poblete levantó la visera de su casco, con la obvia intención de apuntar mejor. La sentencia fue recibida en la sala neuquina con un aplauso.
Lo que vino ocurriendo
Alberto Rodríguez es el cuñado de Carlos Fuentealba el docente asesinado en Neuquén. En medio de la represión, el 4 de abril de 2007, el cabo Darío Poblete le disparó por la espalda cuando Carlos estaba dentro de un automóvil. Al día siguiente Fuentealba murió.
Rodríguez, hermano de Sandra, la esposa de Fuentealba, es además uno de los integrantes de la Comisión Carlos Presente, que ha impulsado la movilización que fue capaz de garantizar que se hiciera el juicio y que a un año y tres meses del homicidio (velocidad casi inaudita para el sistema judicial argentino), pueda haber una sentencia.
Alberto conversó con lavaca un día antes de conocerse la sentencia, revelando detalles del juicio y del trasfondo económico que hay en derredor de todo debate sobre lo que ocurre en Neuquén. Estos son los principales tramos de esa entrevista.
-¿Por qué la comisión vino a Buenos Aires a tan poco de la sentencia?
-Para que se sepa lo que está pasando. Durante el juicio hubo una cobertura bastante pobre, salvo Canal 7. Estuvimos reunidos además con el Centro de Estudios Legales y Sociales, con el abogado Rodrigo Borda del Programa de Violencia Institucional y Seguridad Ciudadana.
Lo que surgió de la conversación es ver que se están abriendo muchas perspectivas al haberlo convocado a Jorge Sobisch (el ex gobernador neuquino) a raíz de los testimonios que explicaban cómo es el modo de proceder policial, siempre obedeciendo órdenes de arriba. Y cuando no hay órdenes claras, esos policías están formateados para reprimir como lo hicieron.
Sobisch tirando la pelota
Rodríguez cuenta que Sobisch, en su declaración ante el tribunal, reconoció que se había reunido con el jefe de la policía provincial, Carlos Salazar un día antes. “Salazar en cambio no declaró en este juicio porque está imputado en la causa Fuentealba II. Por eso pudo evitar declarar ahora, como un modo de evitar autoincriminarse frente a un futuro juicio por las responsabilidades políticas y policiales del crimen”. Sobisch no está imputado en ese posible futuro juicio, “pero además lo que hizo fue tirarle la pelota a la policía. Se la pasó diciendo que gobernó durante 12 años la provincia, pero justo en esto no tuvo nada que ver ”. Puede recordarse, además, la desairada salida del entonces gobernador ante las manifestaciones de indignación tras el asesinato, escapando de la casa de gobierno disfrazado de policía.
Los familiares rechazaban en principio que hubiera dos juicios. “En un primer momento tendría que haber sido una sola causa, porque el asesinato de Carlos fue en el marco de una movilización de una protesta social, dirigida por un sindicato, por un conflicto gremial salarial en el marco de un operativo y en ese marco fue asesinado Carlos. No fue un gatillo fácil en las barriadas, pero la justicia neuquina dividió las causas. En este contexto, ahora con la experiencia concreta del juicio, no se si fue malo ese contexto. ¿Por que? Porque hubiera sido un juicio de muchísimo tiempo, muy desgastante, los testimonios, hubo 67 testigos, la mayoría docentes: unos 50. Y esos docentes también fueron victimas, fueron gaseados, con simulacros de fusilamiento, reprimidos con balas de goma, perseguidos por el campo. Una verdadera cacería a lo largo de 5 kilómetros”.
El corte había ocurrido en el Puente de Arroyito, sobre la ruta 22. Fuentealba fue asesinado a 5 kilómetros de allí, cuando la represión ya había logrado que los manifestantes volviesen hacia Neuquén. “Sobisch era candidato presidencial y quería oponerse a la política de Kirchner. Quería mostrar más mano dura, aliado con (Mauricio) Macri y (Juan Carlos) Blumberg. Del otro lado el sindicato docente (ATEN, Asociación de Trabajadores de la Educación de Neuquén) era y sigue siendo en la práctica una de las pocas organizaciones opositoras en la provincia, donde hay un partido como el Movimiento Popular Neuquino que gobierna hace décadas. Más que oposición, en Neuquén hay internas de un partido único”.
-¿Qué reclamaban los docentes?
-Aumento salarial, pase a planta de muchos trabajadores porteros que estaban con planes de 150 pesos, en condición de precariedad. Era una lucha unificadora. Creo que Sobisch quiso hacer el trabajo sucio de dejar la provincia ordenada para la continuidad del MPN, que ganó las elecciones con Jorge Sapag. Mientras trataba de proyectarse a nivel nacional, Sobisch dejaba la provincia disciplinada en manos de su propio partido, que tiene que haber sabido lo que tramaba. Jorge Sapag no se hubiese disgustado que descabezaran la lucha del sindicato docente con un hecho tan aleccionador y tan traumático, porque todos los años había conflicto apenas empezaban las clases, era el caso testigo para fijar los marcos salariales de otros sindicatos dado que el docente empieza en marzo y arrancaban los conflictos.
El juicio se realizó en la vieja legislatura de Neuquén: “Durante la era Sobisch se hizo una obra faraónica, una legislatura inmensa, algo que esta muy cuestionado, porque se gastó cualquier cantidad de plata. Para esas cosas aparece el dinero”. La vieja legislatura quedó como monumento histórico. Las salas judiciales donde se había propuesto al principio juzgar a Poblete fueron descartadas. “Ese lugar daba garantía de mayor presencia de público, fundamentalmente docentes, como una forma de lograr justamente la publicidad de todo lo que se dijera. Hay que recordar que la justicia neuquina esta hecha a imagen y semejanza de Sobisch, que fue un fenómeno bastante paralelo al menemismo”.
La Comisión convocó a diversas personalidades, “vinieron las Madres de Plaza de Mayo de las dos corrientes, el fiscal Hugo Cañón de Bahía Blanca que actuó en los juicios a los militares, estuvo Silvia Irigaray de las Madres del Dolor, la madre de Maxi de la Masacre de Floresta, cantantes, la Comunidad Mapuche de Neuquén. Para nosotros era una garantía de que se supiera lo que pasaba”
Cambio institucional o irse al Caribe
Otro elemento que Alberto considera crucial fue la marcha, a un año de la muerte de Fuentealba, que reunió unas 30.000 personas en Neuquén. “Vino gente de todo el país, sindicatos, organizaciones sociales, gente independiente, los obreros de Zanón. Fue una marcha tan contundente que logró algo impensado: dos meses antes del juicio hubo una serie de cambios políticos entre los cuales se empezó a enjuiciar y renovar el Tribunal Superior de justicia , que sería como Corte Suprema provincial, porque hubo un incidente con uno de los jueces, Eduardo Badano, sospechado de toda una maniobra para evitar que ATEN fuera querellante en esta causa. Badano le dio una licencia psiquiátrica a un camarista (Hëctor Rimaro) que iba a fallar a favor de ATEN, una maniobra muy turbia. Todo terminó con el pedido de juicio político a Badano”.
Así, la movilización social (y acaso cierto ejercicio de aggiornamiento impulsado por parte del nuevo gobierno del viejo partido neuquino) precipitó otros juicios políticos contra el Tribunal Superior. “Eso derivó en un cambio institucional que nunca había ocurrido en la provincia”. Badano ha dicho que preferiría estar de viaje por el Caribe antes que ser víctima de un juicio político, compitiendo así para el libro Guiness de las obviedades.
El obrero maestro
Alberto relata que la Comisión Carlos Presente busca difundir la memoria de Fuentealba, “a través de los videos que hicieron sus alumnos, y también recordando su vida, su militancia ya en el sindicato de la construcción de Neuquén, o en política en el viejo MAS (Movimiento al socialismo) que se fracturó en los 90. Carlos estudió de grande para maestro, estaba sin trabajo, y tomó eso con pasión y como una nueva forma de participar por los derechos de las personas”.
Para Sandra, Alberto y los demás integrantes de la comisión, hay una línea divisoria en la represión, que implica pararse del lado de la vida o del lado de la muerte. “Durante una represión no andan preguntando de qué afiliación política es cada uno, sino que se busca aleccionar, atemorizar, dañar e incluso, asesinar. El paralelismo con el caso de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki es muy obvio
¿Quién te cuida?
Otro tema de comentario en la carpa que los familiares armaron frente a la Legislatura durante el juicio es el de quiénes son los encargados de protegerlos. “Hay que recordar que muchos testigos son policías de los GEOP (Grupo Especial de Operaciones) de Zapala, Cultral Co, y otros lugares, y que la misma policía que custodia ahí es la policía neuquina, y guardia cárceles de la Unidad 11. A fin de año hay un juicio muy resonante en Neuquén por casos de torturas y apremios ilegales en la U 11, donde están imputados 28 guardia cárceles y muchos de esos guardia cárceles que no están condenados todavía son los que nos están custodiando. Supuestamente. Así es la política”.
-¿Cuál es la diferencia entre Fuentealba l y Fuentealba II?
-En Fuentealba I se juzga al autor material, al que lo ejecutó y fusiló a Carlos y en Fuentealba II abarca las responsabilidades políticas. Hay que recordar que en estos testimonios de este primer juicio y en los videos lo que se vio fue realmente terrible por la continuidad de la represión, el método. Ahí se veían a los jefes de policía. Y se pudo reconstruir que también estuvo el entonces subsecretario de seguridad, Jorge Pascuareli. Varios lo conocían porque también fue docente. El único antecedente de tanta policía reunida allí había sido el de diciembre de 2001, en un marco de conmoción social nacional que obviamente no lo había en Neuquén de 2007, donde simplemente había un corte de ruta de un sindicato que hacia huelga.
Detalles del juicio
Se calcula que 100 efectivos para 700 manifestantes llevaban 400 kilos de gases lacrimógenos más toda la artillería de balas de goma, carros hidrantes y toda la parafernalia represiva usual en estos casos.
En el juicio se calculó también que el impacto del gasaso en la cabeza de Fuentealba fue equivalente a una caída de un 9º piso. El juicio también probó que Poblete es un experto tirador y disparó apuntándole a la cabeza. Los testigos contaron que se levantó la visera del casco, con toda intención de apuntar al blanco (el vidrio trasero de un Fiat 147) del modo más diáfano posible. “Para colmo, mientras estuvo en la sala siempre miraba a mi hermana Sandra de un modo desafiante”.
Curioso desafío, otro elemento que se supo es que Poblete venía de ser condenado en 2006 por vejaciones agravadas por el abuso de armas durante sus actividades policiales. “Una sospecha es que le lavarían esa condena, a cambio de hacer lo que hizo” dice Alberto. Sin necesidad de sospechas, lo inconcebible es que alguien con esa causa probada en su contra, siguiese operando en funciones policiales represivas. Quizás el drama sea que en Argentina esas cosas no son inconcebibles, sino cotidianas.
En el juicio declaró también otro ex policía, Omar Hurtado, quien llegó con una valija llena de cartuchos de gases para explicar sus características intentando exculpar a Poblete. Dos detalles que revelan cómo funcionan las fuerzas de seguridad neuquinas.
1) Hurtado había sido dado de baja en la misma causa por vejaciones en la que se había condenado a Poblete.
2) Pese a eso, aún anda de aquí para allá, y se presenta en juicios, como perito en balística y portando valijas con cartuchos.
Actualmente Hurtado es jefe de seguridad en un casino, cosa que no debería tranquilizar a los apostadores.
Los testimonios de Marcela Roa y Alejandra Meravila fueron cruciales, ya que vieron lo que hizo Poblete y lo siguieron hasta que el cabo consiguió guarecerse tras una cortina de policías que lo cubrían, y encubrían. Esas declaraciones más las pericias balísticas que demostraron que el cartucho partió del arma de Poblete, dejan prácticamente en evidencia la posibilidad de concretar la pena a prisión perpetua que piden los querellantes y la fiscalía.
Alberto cree que hay algo más que ganar en esta instancia: “Que nos vayamos contactando personas y organizaciones sociales y de derechos humanos para que se haga un marco legislativo y jurídico, que determine que no puede resolverse el conflicto social de esta manera. No puede haber grupos especiales encargados de reprimir y matar, que no se puede reprimir con balas de gases, que ya esta probado que pueden tener un alto grado de letalidad, que antes se suponía muy tenue.
-Un dilema perpetuo en Neuquén: siempre hay un alto grado de movilización, pero a la vez siempre gana el MPN- ¿Cómo viven esa paradoja?
-El MPN es una cultura, hace cuarenta años que gobierna… Hace poco leí un libro de Ariel Petrucheli, profesor de la Universidad del Comahue, llamado Docentes y Piqueteros, donde hablaba de la experiencia en Neuquén, del Cultralcazo del 96′, piquetes, cortes de ruta, el asesinato de Teresa Rodríguez en 1997 en el marco de una huelga docente, la situación de ATEN, cómo es la movilización popular. El libro plantea que se ha dado tanta combatividad por la confluencia de exiliados políticos de Chile de otras épocas, la iglesia con Jaime De Nevares, las madres de Plaza de Mayo del Alto Valle, y el surgimiento de muchísimas experiencias como la de Zanón. Todo un rompecabezas, una cultura. Entonces hay dos culturas en pugna desde hace bastante tiempo, que es esta ligada a los derechos humanos y la otra ligada al MPN que es más patriarcal, asistencialista, ligada al peronismo pero luego al menemismo y al neoliberalismo, derivando a algo mucho mas represivo mas precarizado antes daba una casa, ahora te dan una bolsa de comida. En esa cultura entra todo el elemento represivo, y el miedo. Mucho más con Sobisch. Entre ese temor y la falta total de oposición, y que los que podemos pensar distinto andamos siempre separados, gana el MPN. Entonces, en este gran movimiento que se hizo por lo de Carlos está la gente mas progresista del kirchnerismo, se acerca también la gente de Zanon, los partidos de izquierda, hay tironeos, acusaciones, nosotros bancamos distintas cosas pero seguimos bregando por una consigna unificadora que eso va a abrir instancias para que se vaya resquebrajando este poder omnímodo del MPN sino es muy utópico todo lo demás, hacer una política de consignas acusadoras, y nada más.
El trasfondo del poder neuquino, según Alberto huele a petróleo. “El fondo de toda la pelea que pueda haber es por la caja. El MPN no quiere que entre ni el kirchnerismo ni nadie. Por eso Sobisch, que no lo votaba nadie, tenía empapelado el país y hacía las propagandas de televisión más caras. El gobierno de Sapag está más abierto, aprendió de Sobisch pero también de Kirchner. Dan cosas, dejan que algo cambie, para garantizar seguir gobernando”.
Más allá de estas descripciones, se conoció la sentencia. Se empezó a hacer justicia. Aunque en muchos sentidos esta historia seguirá escribiéndose a partir de esta condena.

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Más allá de tu vereda: un documental sobre personas en situación de calle en CABA

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Más allá de tu vereda.

Así, a secas, es el nombre del documental que acaba de estrenarse. 

No es un documental más. Así se llama el programa de radio de y para personas que viven o vivieron en la calle, que se realiza semanalmente en la organización Sopa de Letras. Esta cobija y aborda la problemática así como la salud mental, desde hace más de 10 años en el barrio porteño de Parque Patricios.

El documental explicita la importancia de la radio, el valor de la comunicación, la potencia de lo colectivo, la necesidad de comunicarse, y que alguien escuche del otro lado, o mejor aún: al lado. Y también refleja la historia de Víctor Rodríguez Lizama, su director, que tiene 64 años y vivió varios en situación de calle.

El Cuervo, como le dicen a Víctor por su fanatismo por San Lorenzo, visibiliza en primera persona junto a otrxs protagonistas lo que se ve a diario, pero no tanto. Lo que se sabe, pero no tanto. 

En Más allá de tu vereda, Víctor entrevista a muchos de los integrantes del programa que se emite en Radio Parque Vida (105.9) desde hace más de tres años.

Marcela dice que antes sólo escuchaba. Y que ahora se animó a decir.

Luciana dice que perdió un poco la timidez. Y que, quizá, eso la ayudó a crear la sección “la música que nos hizo”. 

Cata dice que encontró un espacio para hacer arte. Para animarse a leer sus poesías.

Alicia dice que antes hablaba “poquito”. Y que ahora “habla un poquito más”. 

Lautaro habla cuando llora, emocionado. Dice que no tenía experiencia. Y que ahora se sorprende de sí mismo.

Juan Bautista dice que es el encargado de informar las noticias. Y que ahora sí, alguien escucha su punto de vista.

Cristian dice que está más atento a su alrededor. Tanto, que ahora se anima a opinar.

Víctor dice que hasta no hace mucho, había personas que no agarraban el micrófono. Y que ahora no lo quieren soltar.

Termina el documental, con una última imagen; pantalla en blanco y una sola línea en letras negras.

«A todos los que estuvieron en situación de calle y ya no están».

Hay aplausos, hay felicidad, hay valoración. 

Hay orgullo.

Luego, se abre el micrófono para que quien quiera diga lo que quiera. 

Jorgelina: “Hagamos más radios”.

Adrián: “Podría estar en cualquier otro lado, haciendo cualquier otra cosa en este momento y gracias a ustedes estoy acá, me ayudaron un montón desde lo emocional”.

Cierra Víctor Rodríguez Lizama, con la remera puesta de su San Lorenzo querido y su pelo repleto de canas:

“La finalidad de este documental es mostrar cómo a través de la salud mental podemos llegar a la gente invisibilizada, que está ignorada. Ojalá que se reproduzca en otros lugares, que sirva de herramienta para salir adelante. Hoy hay mucha más gente viviendo en situación de calle. Además de haber vivido mucho tiempo, participé de los censos populares. Recientemente censamos en la comuna 1 (Retiro, San Nicolás, Puerto Madero, San Telmo, Monserrat y Constitución) y sólo acá contamos 1480 personas, por donde vos camines están. En la olla popular que hacemos en el Parque Lezama se ve algo similar al 2001. Más personas en calle y más hambre”.

Detrás del Cuervo hay un pizarrón donde se completa al nombre de su documental: 

“Más allá de tu vereda,

hay otra realidad,

atrás de tu puerta”.

Al costado, un mural con un puñado de palabras escritas en letra cursiva: 

“Hasta que no quede ni una sola persona en situación de calle, 

allí seguiremos estando”.

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La muerte ocurre en vida: se fue Mary, jubilada que no recibía medicamentos oncológicos

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Este domingo a la madrugada murió María Teresa López, asambleísta contra la contaminación en su ciudad natal, Caleta Olivia, luego mudada a Capital Federal y parte del grupo Jubilados Insurgentes. Mary se enfermó de cáncer producto de la contaminación que ella misma denunciaba, y luego fue abandonada por el Estado en modo motosierra: el PAMI se negaba a entregarle medicamentos, pese a amparos judiciales a su favor. Una historia que genera bronca e impotencia, pero que a través del recuerdo de sus compañeras de lucha se revela como una lección de vida, en el más profundo sentido de la palabra: lo colectivo frente a lo personal, la idea de no perder el tiempo, la movilización permanente, la generosidad, la sabiduría, y qué es la muerte.

Por Franco Ciancaglini

Algunos dirán que Mary era bajita y otros que tenía el porte enorme de Nora Cortiñas.
Desde la pandemia solía esconder su sonrisa detrás de un barbijo, aunque sus motivos de alegría eran cada vez menos:

  • su salud era cada vez más delicada;
  • los medicamentos oncológicos no llegaban;
  • y la lucha que encaró desde siempre —primero en su Caleta Olivia natal contra la contaminación, luego contra el sistema de salud público y, al final, como parte del grupo Jubilados Insurgentes— cada vez implicaba poner más el cuerpo.

Fue su cuerpo lo que, este domingo 21 de julio, dijo basta.

Mary se convierte así en algo odioso: un símbolo. Un símbolo de la muerte sistemática que genera un sistema que enferma y abandona. Pero también en un símbolo de lucha por la vida, en el sentido más profundo de la palabra.

La muerte ocurre en vida: se fue Mary, jubilada que no recibía medicamentos oncológicos
Mary junto a Nora Cortiñas.

Contaminada

María Teresa López nació en 1959 en Caleta Olivia, Santa Cruz. Falleció el domingo pasado a sus jóvenes 67 años, en un hotel de la calle La Rioja, en Once, ciudad de Buenos Aires. Sí: vivía en un hotel. Sola, producto del desarraigo que le produjo tener que trasladarse para atenderse de un cáncer de hígado.

Ese fue el diagnóstico médico: una metástasis que avanzó en el último tiempo al ritmo frenético de una motosierra.

La causa que no figura en su partida de defunción es aquella que ella misma denunció hasta el final: a Mary le negaban medicamentos oncológicos indispensables para su tratamiento.

Lo que tampoco figura en su partida es que Mary fue arrancada de su Caleta Olivia natal porque se enfermó, al igual que decenas de personas de esa localidad, producto de la contaminación del agua por actividades extractivas en la zona.

Contaminada

La vida de Mary fue la de una militante social de una estirpe rara: austera, firme, silenciosa, estudiosa, imparable.

Sus compañeros reconstruyen sus historias: que de chica le hicieron un test de inteligencia y un profesional le dijo a su madre que ella era más o menos superdotada; que seguramente podría hacer dos carreras universitarias a la vez; que terminó la secundaria antes de tiempo y luego cursó dos carreras; que se enganchó con el ambientalismo muy joven y empezó a investigar cuando las empresas petroleras negaban la contaminación de las napas de agua.

Formó parte de la Asamblea Ambiental de Caleta Olivia, desde donde luchó sin descanso contra la contaminación provocada por el fracking. Mucho antes de enfermarse, denunciaba que el agua que llegaba a las casas estaba contaminada con petróleo. Lo sabía por la evidencia científica más contundente que tiene una comunidad contaminada: que sus vecinos, familiares y amigos enfermen y mueran.

La muerte ocurre en vida: se fue Mary, jubilada que no recibía medicamentos oncológicos
En Plaza de Mayo, con una bandera contra la megaminería contaminente en Chubut.

Ante los medios Mary describía lo que vivía y veía alrededor: “La gente se muere o queda discapacitada”. En una entrevista para el programa Conciencia Solidaria, precisaba sobre su territorio:

  • “Caleta Olivia… tiene un problema grave: falta de agua potable, y encima está contaminada por la industria petrolera. Los muestreos de agua que hemos sacado y analizado han dado positivo: está contaminada el agua que estamos tomando.”
  • “La situación es muy grave, se está muriendo muchísima gente de esas 11 localidades, 9 están en terrible condición… además tuvimos un caso muy grande de gastroenteritis que afectó a 340 personas”.
    También contextualizó el vínculo entre agua contaminada y salud pública: “Los metales pesados son cancerígenos, mutagénicos, van mutando de una generación en otra… nacen chiquitos con problemas… o fallecen de cáncer».

Denunciaba en Caleta Olivia la presencia de hidrocarburos, arsénico y metales pesados en el agua, además de enfermedades poco frecuentes que, como decía ella, “no tienen cura” y crecen en esa región patagónica. Alertaba con claridad: “No es solamente cáncer, sino Enfermedades Raras o Poco Frecuentes. Muchos pacientes no están bien atendidos… La situación se agrava cuando se trata de estas patologías: solo se ofrecen tratamientos paliativos.”

Un mal día le tocó a ella, ya con la certeza profunda de que la contaminación ambiental fue parte del combustible de su cáncer de hígado.

En agosto de 2015, en un foro en defensa del agua organizado en Comodoro Rivadavia, otras asambleístas como Lidia Campos, de la asamblea contra el fracking de Allen (Río Negro), la conocieron personalmente luego de años de tramar resistencia contra el extractivismo: “En el Foro en Comodoro había gente de todos lados… Y estaba Mary, que ya tenía problemas, como un problema en la boca del estómago… No se sabía bien… Uno tapa esas cosas y habla de la lucha, la salud quedaba en segundo plano. Mary no era de hablar de lo personal; siempre se preocupaba más por lo colectivo».

La muerte ocurre en vida: se fue Mary, jubilada que no recibía medicamentos oncológicos
Lidia y Mary, durante el acampe del Malón de la Paz en Buenos Aires, hace dos años.

La describe así: “Era menuda, callada. Pasaba desapercibida. Pero cuando abría la boca, te dejaba con la boca abierta. Sabía muchísimo. Y tenía una convicción inquebrantable.”

Recuerda Lidia que, en 2019, Mary pasó de la denuncia mediática a la judicial: presentó un amparo colectivo ante la Corte Suprema contra la contaminación del agua con hidrocarburos, arsénico y metales pesados. Denunciaba así, ante el máximo tribunal argentino, el abandono del sistema cloacal, basurales a cielo abierto, y exigía la puesta en marcha de una planta de ósmosis inversa paralizada (actualidadjuridicaambiental.com). En ese expediente Mary detallaba:

  • “Frecuentes interrupciones en el suministro… agua contaminada con hidrocarburos totales y arsénico… napas freáticas contaminadas por fracking…”.
  • Solicitaba medidas cautelares urgentes: provisión gratuita de agua apta, saneamiento cloacal, cierre de basurales y puesta en funcionamiento de la planta de ósmosis inversa.

Esa presentación inédita, que firmó ella misma, reflejaba años de trabajo comunitario, denuncias y… enfermedades. Pero su denuncia fue ignorada, archivada y judicialmente ninguneada: tras seis años, la Corte se declaró “incompetente” y desestimó el recurso, sin resolver la situación de fondo.

Mary no se rindió: en 2020 fue caminando hasta Balcarce 50 para presentar a través de Mesa de Entradas de la Casa Rosada una carta firmada por una red de organizaciones en defensa del agua dirigida a Alberto Fernández, denunciando la contaminación del agua y relacionándola lúcidamente con argumentos que el ex Presidente daba como recomendaciones durante la pandemia.

Lidia Campos es la que recupera y comparte a lavaca este documento, y la que como asambleísta define su legado: “Lo que ella hizo fue histórico. Vale la pena hablarlo para las próximas generaciones… En esta época hemos perdido tanta humanidad que a nadie le importa. Pero acá hay alguien que dio su vida. Dio, literalmente, su vida.”

El último recuerdo que Lidia conserva data del 14 de julio de 2023, durante una jornada de lucha contra Mekorot, la empresa nacional de agua israelí que intentaba desembarcar en Argentina con intenciones sospechosas. Relata Lidia: “Ella estaba afuera del Anexo del Congreso con los Jubilados Insurgentes para protestar… Después fuimos a una confitería. Le pregunté si había comido al mediodía… no había comido nada. Le sugerí unos tostados o medialunas con queso. Pidió un té. Cuando llegó lo que pedimos, no lo pudo comer”. Igual, se sacaron esta hermosa foto compartiendo. Y ese mismo día, antes de despedirse, Mary le regaló una pashmina rosa a Lidia para protegerla del frío.

La muerte ocurre en vida: se fue Mary, jubilada que no recibía medicamentos oncológicos
Carlos Ponce, Mary y Lidia Campos: una amistad atravesada por la lucha ambiental del sur del país.

Abandonada

Cuando se enfermó y vio que su asamblea se desarmaba –entre otras cosas precisamente porque muchos enfermaban- Mary se trasladó a Buenos Aires. Pretendía resistir y atenderse bien, cosa que logró durante muchos años: su lucha logró que PAMI le asignara el Hospital Italiano para su tratamiento.

Tuvo un cáncer controlado que se descontroló al ritmo del deterioro del sistema de salud: primero Macri, luego Fernández, la pandemia y finalmente Milei como garrotazo final.

Desde 2023 su situación empeoró drásticamente. Su compañera Zulema, de Jubilados Insurgentes, relata: “El PAMI decía que tenían medicamentos para esa patología, pero no eran los que había indicado su médica… entonces no los aprobaban. A veces los recursos judiciales salían favorables, pero el PAMI tampoco los entregaba. La impotencia era terrible».

Sino miren este video.

María Teresa López dice claramente: “El mecanismo es simple: es eliminarnos, gastando menos… llegar al déficit cero… matándonos.”

El video la muestra junto a sus compañeros de Jubilados Insurgentes en un reclamo frente al PAMI por sus medicamentos.

Sigue: “Es más fácil eliminarnos de manera nefasta e inhumana… Para mí ustedes son asesinos, y les importa un bledo”.

Hoy, un año y mes después, Mary tenía razón.

Zulema continúa: “Ella no podía hacer la quimio porque la droga fundamental no estaba… íbamos al PAMI con compañeros, hacíamos reclamos, pero no facilitaban nada. Cuando le autorizaban un tratamiento de ocho sesiones, solo le entregaban dos dosis. Nos confesaron que no se molestaban en dar el tratamiento completo porque muchos morían antes… Pero Mary resistía, resistía… llegó un momento en que el cuerpo no resistió más».”

Una de las últimas veces de manifestación ante el PAMI, sin Mary, el personal de seguridad preguntó por ella en la puerta: “¿Cómo está Mary?”

La respuesta era obvia: mal.

Insurgente

Pese al deterioro físico, Mary se unió a los Jubilados Insurgentes. Entendió que el sistema no solo descarta a quienes enferma, sino también a los que ya no pueden “producir”.
Zulema recuerda: “¡Tenía un carácter! Ese carácter es el que la hizo resistir cuando muchos se daban por vencidos”.

Llegó a ese espacio dos años atrás, íntimamente vinculada con su enfermedad. “Se metió en todo lo legal… recursos, fiscalías, Comodoro Py… sabía de litigio ambiental”, dice Zulema.

El 12 de junio de 2024, durante la lucha contra la Ley de Bases, estuvo firme en Plaza los Dos Congresos. “Nosotros la cuidábamos porque estaba débil, pero se escapaba, quería seguir.” Conocía a todos. “Era muy luchadora. Y hablaba con energía. Siempre nos pedía que unamos las luchas».

Lo que posiblemente sea su último legado lúcido: unir las luchas del ambientalismo con las banderas de los jubilados.

Sobre su convicción, Zulema dice: “Cualquier cosita que ella hacía la asumía con total responsabilidad… vino con cartulina, se traía el cartel… Cuando asumió Milei hizo un cartel que decía ‘Toda la clase política es responsable de la debacle del país’, lo diseñó ella misma”.

La muerte ocurre en vida: se fue Mary, jubilada que no recibía medicamentos oncológicos
Un cartelito que le hicieron tras su muerte, Clarisa y Agus, que lo dice todo: «Se lo hicimos porque ella era doña cartelitos, y lo dejamos con ella».

Otra anécdota: “Una vez vino a una reunión, con anotador en mano, ya predispuesta. Algunos comenzaron a hablar de su vida personal, y se enojó. Se levantó, juntó sus notas y se fue. Dijo: ‘acá se pierde tiempo, no van a llegar a nada’. Pero volvió. Con dramas y todo, no quería perder el tiempo: estaba alerta. Era consciente de que la tarea era enorme, y le ponía ímpetu”.

Mary sabía que no le quedaba mucho tiempo y por eso nunca bajó la guardia.

Siguió yendo cada miércoles a las rondas frente al Congreso, siempre con barbijo, para cuidarse y cuidar. Participó del Malón de la Paz, llevó agua, militó con grupos ambientalistas, jubilados y religiosos. Organizó actos, escribió cartas, e insistía en que el 22 de marzo, Día Mundial del Agua, había que salir a las calles. Siempre. Aunque lloviera, aunque doliera.

Porque Mary enseló que la muerte no es algo que ocurre al final: es eso que va sucediendo en vida ante la indiferencia, el silencio de los tribunales, el apagón de las protestas, la descomposición del cuidado, la impunidad de los contaminadores y la complicidad del silencio.

La muerte es el abandono.

La muerte es el olvido.

Y en ese sentido, Mary sigue más viva que nunca.

odas las agrupaciones de jubilados que se juntan los miércoles a protestar en Congreso, preparan un homenaje a Mary y, a través de ella, “a todas las víctimas del sistema y de este plan siniestro de exterminio de los más vulnerables”.

Será mañana, después de la marcha, en un acto en Plaza de Mayo.

Mary: gracias.

Hasta mañana.

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Pablo Grillo: llaman a indagatoria al gendarme Guerrero a seis meses de un disparo criminal

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El 2 de septiembre el gendarme que disparó una granada de gas lacrimógeno por fuera de todos los protocolos de la fuerza deberá comparecer ante la justicia. La decisión la tomó la jueza María Servini de Cubría más de cuatro meses después del hecho. Pablo Grillo luchó por su vida, perdió masa encefálica y hoy se encuentra en plena rehabilitación. Todo lo que deberá explicar Héctor Guerrero y que implica a su principal defensora y la responsable de la violencia estatal: Patricia Bullrich.

Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Cuatro meses y una semana pasaron desde el miércoles 12 de marzo. Ese día, durante otra violenta represión a la marcha de jubilados y jubiladas, el Gendarme Héctor Guerrero le disparó fuera de toda legalidad una granada de gas lacrimógeno al reportero gráfico Pablo Grillo, cuyo impacto casi lo mata, y por el que perdió parte de la masa encefálica, estuvo casi tres meses internado en terapia intensiva en el Hospital Ramos Mejía y por el que hoy continúa en proceso de rehabilitación. Cuatro meses y una semana pasaron hasta hoy, lunes 21 de julio, en el que la jueza María Servini citó a indagatoria al gendarme, autor material de lanzamiento, para el próximo 2 de septiembre.

Es decir: entre la ejecución y la audiencia habrán pasado 131 días, casi seis meses, casi medio año. 

El camino de la in-justicia

En un primer momento, la jueza había rechazado el expediente y el caso había pasado al Juzgado Federal N° 12, donde tramitaba otra denuncia por los mismos hechos. Como ese juzgado estaba vacante y subrogado por Ariel Lijo, quien también se declaró incompetente y declinó la competencia, el expediente regresó al Juzgado N° 1 el 28 de marzo y la jueza Servini lo tiene en sus manos desde el 10 de abril, a la vuelta de una licencia. 

La cronología detalla el tiempo que una familia debe atravesar para exigir justicia por un hecho de violencia estatal: desde el 21 de marzo en que el papá, la mamá y el hermano de Pablo se presentaron en la causa como querellantes, solicitaron se llame a Guerrero a declarar “en calidad de imputado, por tentativa de homicidio agravado por abuso funcional, abuso de autoridad e incumplimiento de los deberes de funcionario público”. Pero no hubo respuesta. Por eso, el 6 de junio, reiteraron el pedido con estos argumentos: “Desde el inicio de la investigación, todas y cada una de las pruebas recabadas por el Juzgado corroboran lo que planteamos en nuestra querella del 21 de marzo: el cabo primero Héctor Jesús Guerrero de la Gendarmería Nacional Argentina fue el autor del disparo de la pistola lanzagases que hirió de gravedad a Pablo Grillo el 12 de marzo a las 17.18hs”. Y agregaron: “En el pedido que presentamos ante la jueza Servini ofrecemos una descripción de los hechos y un análisis pormenorizado de los elementos de prueba existentes hasta el momento”.

Y no hubo dos sin tres: el 15 de julio se le volvió a exigir al Juzgado que lo cite a Guerrero. 

Y la tercera fue la vencida: este lunes, Servini citó a prestar declaración indagatoria al cabo Guerrero como autor del disparo con cartucho de gas lacrimógeno calibre 38mm que impactó en la cabeza de Pablo Grillo. La audiencia será el 2 de septiembre a las 10. 

Guerrero es el primer efectivo formalmente imputado en la causa por el operativo policial del 12 de marzo. 

Desde la querella informaron: “El juzgado ordenó la realización de una pericia balística a cargo de la División Balística de la Policía de la Ciudad para reconstruir con el mayor nivel de precisión técnica posible el disparo que hirió de gravedad a Pablo. Si bien la jueza consideró que ya existen elementos de prueba contundentes respecto de la responsabilidad de Guerrero para esta instancia, sostuvo que la pericia es necesaria para afianzar la reconstrucción de la dinámica del hecho”.

 La pericia tendrá como objetivos precisar:

-La trayectoria y velocidad del proyectil que impactó en la cabeza de Pablo Grillo;

-La posición del arma al momento de efectuarse el disparo y el ángulo de salida del proyectil; 

-Analizar si el proyectil impactó previamente contra otra superficie, y si eso alteró su dirección o energía.

-Las ubicaciones de Grillo y de Guerrero al momento del disparo.

El juzgado también ordenó, previo a la pericia, una inspección en el lugar del hecho (la esquina de Hipólito Yrigoyen y Solís) que incluirá un relevamiento fotográfico terrestre y aéreo y la elaboración de un croquis detallado de la escena. 

Además, le prohibió a Guerrero la salida del país.

Compartimos el perfil de Pablo que realizamos en la edición 203 de MU.

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