CABA
Generación Renga: caminito al costado del mundo
Después de diez años sin tocar en Capital, La Renga volvió con todo: llenó 6 estadios de Huracán y eludió a los fantasmas de los mega recitales. Una reflexión generacional sobre la banda que saltea la grieta musical, aglutina al público del rock y reclama por Santiago Maldonado.
10 años sin tocar en Capital Federal.
(Más de 100 shows en el interior mientras tanto).
6 recitales en Huracán en tres semanas.
Más de 200 mil personas en total.
2.500 personas trabajando cada uno de esos días.
Cero quilombo.
Reducir a números los últimos shows de La Renga quizá haga justicia a lo que representa como fenómeno social, pero no a todo eso que pasa adentro y en cada una de esas cifras, ni a todo lo que atraviesa una movida que – después de todo, todos y cada uno- aprendió a disfrutar y a cuidarse.

Foto: Catriel Remedi
La noche que rompió el maleficio
“Hay una banda sorpresa tremenda: invitá a tus amigos”, era la sugerencia furtiva que, incluso ante los ruegos, no daba más información.
El contexto: la previa a una fiesta del programa radial Cheque en Blanco (ahora en la radio Mega) con la organización La Poderosa en el Teatro de Flores.
La fe era total pero no se imaginaba tanto.
Fue en la mitad de la noche cuando Alfredo Zaiat, desde el escenario, gritó:
-Laaaa-Reengaaa
El telón cayó y las bocas se abrieron.
No era un sueño, pero se parecía: era la banda del Chizzo tocando en el barrio, a metros del público, en un lugar para mil y pico de personas.
La Renga, claro, no anunció ese show, por eso los organizadores mantuvieron estricto el secreto. Pero cuentan éstos que, en tiempos de hipercomunicación, los taxis llegaban arando a la puerta del teatro, desde donde se bajaban los fanáticos alertados por amigos que estaban adentro cantando las canciones.
Fue una noche épica para los que estuvieron y también para los que no: “¡No lo puedo creer!” fue el insulto más liviano que recibieron, cariñosamente, por no haber avisado.
Es que era así: La Renga no podía tocar en Capital.
Y eso significaba, entre muchas otras cosas, no tener la cortesía de dar fecha, hora y lugar.
Roto el maleficio, y después de sendas negociaciones con Rodríguez Larreta, se despacharon con un banquete de 6 Huracanes llenos.
¿Qué tal?
Aquella noche previa, expulsando a la gente a la salida del show, un patovica del Teatro todavía lloraba de la emoción.

Chizzo, 50 años, compone, canta y toca la guitarra.
Foto: Catriel Remedi
La grieta del rock
Hay que aclarar: la Capital no es el centro del mundo.
Pero ahora que La Renga atendió acá, logró llenar en semanas lo que hizo en años y varias provincias, alejó los fantasmas. Y no es por comparar: es la extensión de lo mismo, la perpetuación de un fenómeno que atraviesa provincias, edades, capas sociales e incluso -en un rock nacional que sigue medio futbolizado- otras bandas.
Hasta se vieron remeras del Indio por Parque Patricios…
Está claro que La Renga es de todo menos un fenómeno mediático. En ese sentido es que quedó opacado – o pasó desapercibido- ante el océano de gente que arrastra el Indio a cada uno de sus shows. Sin embargo, la fórmula de la banda de Mataderos parece ser otra.
La Renga saca un nuevo disco y arranca un tour. Toca alrededor de 40 veces durante 2 y 3 años en distintas partes del país. En boliches para 3 mil personas, o en estadios para 40 mil. En Comodoro Rivadavia, Neuquén, Salta, pero también en ciudades menos pobladas, pero estratégicas en ubicación como Baradero.
Así, si es por números comparar, llevan más gente que cualquier otro artista.
Muchos de sus recitales fueron, además, transmitidos por streamming en vivo: La Renga supo crear su propia pantalla, La Renga TV. Desde allí pudo verse estos años, por ejemplo, un recital en Neuquén un martes a las 11 de la noche.
Por las dudas: en vivo y gratis.
El recital del sábado 26 de agosto en Huracán también fue transmitido por La Renga TV.
En vivo y gratis.
Esta vez la cosa, sin embargo, fue distinta. No presentaron un disco, sino que armaron las listas que quisieron y quería el público. Se tocaron todo y no se guardaron nada. Se homenajearon a sí mismos y homenajearon encontrarse de nuevo en un estadio grande repleto, en Capital, cantando los clásicos de siempre y también los cortes de los últimos discos, que ya también son clásicos. Entre canciones de Esquivando charcos y de Pesados Vestigios, primer y último disco, todo lo que toca La Renga es un clásico.
La Renga es un clásico. Pero no de vitrina: La Renga es agite, salto y grito. Algo que en un recital y en tiempos como éste, se agradece.
Estos seis recitales de La Renga fueron, también y en se sentido, un desahogo colectivo.
Un volver a la a la rebeldía, al sentimiento más simple y puro, ése que transmite el Chizzo, Tete y el Tanque apenas suben al escenario.
Así como el Indio con JiJiJI, el tema elegido para cerrar cualquier show de La Renga se llama Hablando de la libertad.
Hablemos de eso.

El Tanque, toca con doble bombo y es el motor de la banda.
Foto: Catriel Remedi
¿Santiago dónde está?
El recital de La Renga fue otro más de los lugares donde la sociedad preguntó ¿Dónde está Santiago Maldonado? El caso atravesó las fechas que tenía estipulada la banda: Santiago desapareció el1 de agosto en Chusamen, Chubut, y La Renga había tocado 1 día antes. Ya las siguientes fechas el público convirtió la pregunta en canto:
-Santiago dónde está/ Santiago dónde está
La banda acompañó desde arriba del escenario con el bombo de Tanque y, en las pantallas gigantes que transmitían el show, la imagen de la cara de Santiago.
Nada más que agregar.
O sí.
La última fecha La Renga trajo un invitado especial, Rubén Patagonia, cantautor originario con quien compartieron recitales cuando la gira tocó en el sur de país. Rubén se subió a cantar un tema que La Renga siempre le dedica a los pueblos originarios: Lo frágil de la locura.
Rubén la entonó:
Ya que vas a escribir – dijo- cuenta de mi pueblo
Pobreza y dolor solo trajo el progreso
La cultura de la traición y los indios, en los museos
Pero antes, pidió por la aparición de vida del joven de 25 de mayo, gritó contra la extranjerización de tierras, el saqueo de la minería, el monocultivo de soja y pidió alzar las manos rezándole a la pachamama.
Todo el estadio manos arriba.
Y la canción se volvió a escuchar:
-Santiago Dónde está/ Santiago Dónde está.
Fue entonces que el Chizo recogió el guante y reafirmó: “Todos queremos que aparezca Santiago”.
La banda habló poco, casi exclusivamente para presentar los temas. Es ahí- en todo caso, como en todo artista- donde se pudo inferir el tono de estos seis shows. “Estamos viviendo momentos duros, por eso siempre es mejor estar “a tu lado””, gruñió el Chizo antes de entonar estas estrofas:
Pobreza en los estómagos, más pobreza en las cabezas
No queda nada salvo este gran error
El mundo sigue así, tan terrible y abrumado
Que sentirme a tu lado me hará mucho mejor
Por lo demás, la banda deslizó algunas indirectas a quienes no los dejaron tocar en distintos estadios en todo este tiempo. Si bien el eje miraba al Gobierno de la Ciudad, con quien costó negociar para habilitar los shows capitalinos, el Chizzo terminó agradeciendo la posibilidad de hacerlo. El reclamo también miraba hacia San Juan, donde el gobierno provincial les canceló un show previsto en un autódromo estatal. Si bien el efecto-Indio estaba muy reciente y los funcionarios adujeron que no podían garantizar la seguridad, también se sumó otro argumento: La Renga había explícito su reclamo contra la minería extractiva ante los sucesivos derrames de Barrick Gold en esa provincia.
El resumen desde el escenario fue éste: “Demostramos que se puede hacer un recital grande en Capital”.
Ese hecho fue, quizá, el rasgo más político que tuvo este show: no se reportaron heridos, ni hubo avalanchas, ni detenidos ni nada grave a la escala que tuvieron los seis recitales. El éxito en números no quita que las salidas del campo no fueron las mejores: el embudo de siempre se armaba al salir por los pasillos de la popular. Pero la gente – además de la organización- ya tiene un saber: esperaba, tranquila, a que salieran todos, tranquilos.
“A mí me gustan ustedes porque son gente buena”, dijo Willy Quiroga, ex Vox Dei, invitado en el recital. “Respetan a la banda, y eso es lo que tienen que hacer”, siguió en tono de abuelo consejero.
Uno de los temas que sonó en todos los shows no esquiva el bulto: se trata de San Miguel, dedicado a Miguel Ramírez, el joven muerto por una bengala en el show que la banda dio el 30 de abril de 2011 en La Plata. En el disco siguiente tuvo su canción:
Siempre habrá pintada una bandera
con los colores que hiciste vivir,
y así sabrá el coro del cielo
que de los nuestros se fue el más bueno,
y acá cantan tu canción.

Tete, bajo, hermano del Tanque y alma del grupo y del público.
Foto: Catriel Remedi
Toda la vida, las mismas calles
En términos actuales, se diría que La Renga excede cualquier grieta.
En términos rockeros, como me dijo el periodista y músico Maxi Martina: “La Renga aglutina al público del rock”.
Así como existe una Generación Indio, permanecía cautiva esta Generación Renga.
La Renga lo sabía: dio aviso que haría seis estados, y una vez que llenó los primeros cuatro, sumó los otros dos. Llenó todos.
Yo, que crecí escuchando La Renga pero dejé de seguirla a todas partes, no veía que este tren iba tan cargado.
Que había 6 huracanes de gente esperándolos en Capital.
Con la sensación de que si hacían 10, llenaban los 10.
Quizá eso tenga que ver justamente con el espíritu de esta generación renga e inmanente.
Que no sale en los medios.
Que no pega un cartel.
Pero llena los estadios.
No vive rodeados de seguridad.
Sino de amigos.
Ahí está, es eso.
Somos eso.
Una gran banda de amigos.
Que ya estamos grandes.
Pero con el espíritu rebelde intacto.
Que ya aprendimos algunas cosas.
Y queremos seguir.
Haciendo nuestro caminito al costado del mundo.
CABA
Super Mamá: ¿Quién cuida a las que cuidan?

¿Cómo ser una Super Mamá? La protagonista de esta historia es una flamante madre, una actriz a la que en algún momento le gustaría retomar su carrera y para ello necesita cómplices que le permitan disfrutar los diferentes roles que, como una mamushka, habitan su deseo. ¿Le será posible poner en marcha una vida más allá de la maternidad? ¿Qué necesitan las madres? ¿Qué necesita ella?
Por María del Carmen Varela
Como meterse al mar de noche es una obra teatral —con dirección y dramaturgia de Sol Bonelli— vital, testimonial, genuina. Un recital performático de la mano de la actriz Victoria Cestau y música en vivo a cargo de Florencia Albarracín. La expresividad gestual de Victoria y la ductilidad musical de Florencia las consolidan en un dúo que funciona y se complementa muy bien en escena. Con frescura, ternura, desesperación y humor, abordan los diferentes estadíos que conforman el antes y después de dar a luz y las responsabilidades en cuanto al universo de los cuidados. ¿Quién cuida a las que cuidan?
La escritura de la obra comenzó en 2021 saliendo de la pandemia y para fines de 2022 estaba lista. Sol incluyó en la última escena cuestiones inspiradas en el proyecto de ley de Cuidados que había sido presentada en el Congreso en mayo de 2022. “Recuerdo pensar, ingenua yo, que la obra marcaría algo que en un futuro cercano estaría en camino de saldarse”. Una vez terminado el texto, comenzaron a hacer lecturas con Victoria y a inicios de 2023 se sumó Florencia en la residencia del Cultural San Martín y ahí fueron armando la puesta en escena. Suspendieron ensayos por atender otras obligaciones y retomaron en 2024 en la residencia de El Sábato Espacio Cultural.
Se escuchan carcajadas durante gran parte de la obra. Los momentos descriptos en escena provocan la identificación del público y no importa si pariste o no, igual resuenan. Victoria hace preguntas y obtiene respuestas. Apunta Sol: “En las funciones, con el público pasan varias cosas: risas es lo que más escucho, pero también un silencio de atención sobre todo al principio. Y luego se sueltan y hay confesiones. ¿Qué quieren quienes cuidan? ¡Tiempo solas, apoyo, guita, comprensión, corresponsabilidad, escucha, mimos, silencio, leyes que apoyen la crianza compartida y también goce! ¡Coger! Gritaron la otra vez”.
¿Existe la Super Mamá? ¿Cómo es o, mejor dicho, cómo debería ser? El sentimiento de culpa se infiltra y gana terreno. “Quise tomar ese ejemplo de la culpa. Explicitar que la Super Mamá no existe, es explotación pura y dura. No idealicé nada. Por más que sea momento lindo, hay soledad y desconcierto incluso rodeada de médicos a la hora de parir. Hay mucho maltrato, violencia obstétrica de muchas formas, a veces la desidia”.
Durante 2018 y 2019 Sol dio talleres de escritura y puerperio y una de las consignas era hacer un Manifiesto maternal. “De esa consigna nació la idea y también de leer el proyecto de ley”. Su intención fue poner el foco en la soledad que atraviesan muchas mujeres. “Tal vez es desde la urbanidad mi mayor crítica. Se va desde lo particular para hablar de lo colectivo, pero con respecto a los compañeros, progenitores, padres, la situación es bastante parecida atravesando todas las clases sociales. Por varios motivos que tiene que ver con qué se espera de los varones padres, ellos se van a trabajar pero también van al fútbol, al hobby, con los amigos y no se responsabilizan de la misma manera”.
En una escena que desata las risas, Victoria se convierte en la Mami DT y desde el punto de vista del lenguaje futbolero, tan bien conocido por los papis, explica los tips a tener en cuenta cuando un varón se enfrenta al cuidad de un bebé. “No se trata de señalarlos como los malos sino que muestro en la escena todo ese trabajo de explicar que hacer con un bebé que es un trabajo en sí mismo. La obra habla de lo personal para llegar a lo político y social”.
Sol es madre y al inicio de la obra podemos escuchar un audio que le envió uno de sus hijos en el que aclara que le presta su pelota para que forme parte de la puesta. ¿Cómo acercarse a la responsabilidad colectiva de criar niñeces? “Nunca estamos realmente solas, es cuestión de mirar al costado y ver que hay otras en la misma, darnos esa mirada y vernos nos saca de la soledad. El público nos da devoluciones hermosas. De reflexión y de cómo esta obra ayuda a no sentirse solas, a pensar y a cuidar a esas que nos cuidan y que tan naturalizado tenemos ese esfuerzo”.
NUN Teatro Bar. Juan Ramirez de Velazco 419, CABA
Miércoles 30 de julio, 21 hs
Próximas funciones: los viernes de octubre


Artes
Sacate la careta y ponete el antifaz: una caravana para defender al teatro con color y calor

“Vestite de gala y salí a la calle. Sacate la careta, ponete el antifaz”. Con esa consigna trabajadorxs de las artes escénicas salieron a exigir la derogación del decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro y pone en serio riesgo al sector teatral independiente. Hubo color y calor, pese a los tiempos oscuros y fríos. El apoyo de la gente en la calle, el fondo del planteo, y la inesperada reacción de Pluto.
Por María del Carmen Varela. Fotos: Sebastián Smok

El público en la calle, sumándose al reclamo en favor del Instituto Nacional del Teatro.
La cita fue en la puerta del cine Cacodelphia, en Diagonal Roque Saenz Peña 1150, desde donde partió la colorida y ruidosa caravana que dobló por 9 de Julio y continuó por Av. Corrientes, hasta llegar a Rodriguez Peña. A las dos de la tarde el tramo de la Diagonal entre Lavalle y Corrientes fue punto de encuentro para actores, actrices, músicxs, bailarinxs, cirquerxs y zanquistas que engalanadxs con trajes de colores, vestidos de puntillas, tapados simil piel y elegantes sombreros le pusieron alegría y movimiento a una lucha que viene desde hace tiempo y se agudizó con el decreto que pone fin a a la autonomía y financiamiento del INT, entre otros organismos afectados. Una de las consignas: “Vestite de gala y salí a la calle. Sacate la careta, ponete el antifaz”.

¿Quién dijo que hace frío?
Al grito de “Señor, señora no sea indiferente, estamos defendiendo el teatro independiente” la caravana de la cultura logró su objetivo. Irrumpieron sobre el carril peatonal de una Avenida Corrientes poblada de gente en plenas vacaciones de invierno y nadie quedó indiferente. Aplausos, bocinazos, brazos en alto y muchas gargantas se unieron al canto. El reparto de volantes con el logo de ENTRÁ –Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa– puso palabras al reclamo:

¿Te imaginás la calle Corrientes sin teatros?
Las luces apagadas, las pizzerías vacías
Los artistas callejeros sin público
¡Esta peatonal es orgullo nacional!
Y eso es gracias a nuestro teatro
Hoy, nuestro teatro llena la calle de música y color
en este desfile en defensa del Instituto Nacional del Teatro
que para quienes se pregunten ¿qué es y de qué sirve?
Para fomentar y garantizar que el teatro llegue a todo el país
Hace dos meses, el gobierno firmó el decreto 345 que vacía al Instituto
con argumentos falsos sobre su funcionamiento y financiación
¡Al INT, que con los impuestos que pagan los medios de comunicación y los juegos de azar,
produce obras, abre salas, genera trabajo y construye cultura e identidad federal!
¡El Instituto no solo implica poco gasto, sino que genera tanto valor!
¡Defendámoslo!

Las familias y el apoyo a la creación, al arte y al significado del teatro.
El teatro que habla y Pluto en marcha
Nora es una de las mujeres que no resultó indiferente. Mientras paseaba por Corrientes se topó con la caravana y se sumó con canto y aplauso. “Me resulta muy conmovedor porque están defendiendo lo más precioso que tenemos, nuestra posibilidad de seguir creando. Esta puesta en escena me emociona, es poner en escena el deseo”.
¿Vas al teatro? “Todo lo que puedo, cuando puedo pagarlo”.

Los besos vuelan.
Las niñeces se sintieron muy atraídas por la caravana y no dudaban en acercarse a saltar y aplaudir. Frente al Teatro General San Martín, hicieron una parada y allí el Teatro habló:
- Ay, ay, ay, me duele todo
- Teatro, ¿qué pasa?
- ¡Me dieron una piña en la cara! Y en la panza y en las piernas. ¡Me tiembla todo!
- ¿Por qué?
- ¡Quieren desmembrarme!
- ¿Quién?

- El teatro explicándo por megáfono la situación.
- El decreto 345 quiere vaciar mi instituto
- ¿Al instituto que produce obras y abre salas en todo el país? ¿Al instituto que genera trabajo y construye cultura e identidad?
- Sí. (El Teatro llora y casi se desvanece)
- ¡Cuidado el teatro se desmaya!

- Al teatro le da un soponcio.
- Yo les juro, no hice nada, el instituto recauda los impuestos que pagan los medios de comunicación y los juegos de azar, pero parece que no sirvo para nada
- ¿Qué serían las noches sin tus risas y tus lágrimas? ¿Sin tu forma de imaginar? ¿Sin que nos animes a encontrarnos?
- ¿Alguien vio un teatro? (Señalan a los distintos teatros de calle Corrientes y gritan: ahí, ahí)
- ¡Quiero vivir! (grita el Teatro).
- Si, acá estamos y nos organizamos– replican todas la voces.

Pluto junto a las familias en la calle, observando y aplaudiendo.
La escena de un Teatro golpeado pero en resistencia, revitalizado por la suma de voluntades que lo quieren vivo, se repitió en la puerta del Teatro Astral, donde mucha gente salía de una función infantil. Una vez más, muchxs se acercaron y acompañaron. Pluto, o la persona con el disfraz del famoso perro creado por Walt Disney, saludaba niñxs a su paso aprovechando la alta concurrencia del Astral.
Una vez finalizada la performance del Teatro que quiere seguir contando historias, la caravana emprendió el regreso hacia el lado del Obelisco. Y hasta Pluto decidió abandonar el teatro comercial y se sumó a la fiesta del teatro independiente, mientras otra mujer con su familia se hacía oír con cuatro palabras: “¡Que viva el teatro!”

CABA
Más allá de tu vereda: un documental sobre personas en situación de calle en CABA

Más allá de tu vereda.
Así, a secas, es el nombre del documental que acaba de estrenarse.
No es un documental más. Así se llama el programa de radio de y para personas que viven o vivieron en la calle, que se realiza semanalmente en la organización Sopa de Letras. Esta cobija y aborda la problemática así como la salud mental, desde hace más de 10 años en el barrio porteño de Parque Patricios.
El documental explicita la importancia de la radio, el valor de la comunicación, la potencia de lo colectivo, la necesidad de comunicarse, y que alguien escuche del otro lado, o mejor aún: al lado. Y también refleja la historia de Víctor Rodríguez Lizama, su director, que tiene 64 años y vivió varios en situación de calle.
El Cuervo, como le dicen a Víctor por su fanatismo por San Lorenzo, visibiliza en primera persona junto a otrxs protagonistas lo que se ve a diario, pero no tanto. Lo que se sabe, pero no tanto.
En Más allá de tu vereda, Víctor entrevista a muchos de los integrantes del programa que se emite en Radio Parque Vida (105.9) desde hace más de tres años.
Marcela dice que antes sólo escuchaba. Y que ahora se animó a decir.
Luciana dice que perdió un poco la timidez. Y que, quizá, eso la ayudó a crear la sección “la música que nos hizo”.
Cata dice que encontró un espacio para hacer arte. Para animarse a leer sus poesías.
Alicia dice que antes hablaba “poquito”. Y que ahora “habla un poquito más”.
Lautaro habla cuando llora, emocionado. Dice que no tenía experiencia. Y que ahora se sorprende de sí mismo.
Juan Bautista dice que es el encargado de informar las noticias. Y que ahora sí, alguien escucha su punto de vista.
Cristian dice que está más atento a su alrededor. Tanto, que ahora se anima a opinar.
Víctor dice que hasta no hace mucho, había personas que no agarraban el micrófono. Y que ahora no lo quieren soltar.



Termina el documental, con una última imagen; pantalla en blanco y una sola línea en letras negras.
«A todos los que estuvieron en situación de calle y ya no están».
Hay aplausos, hay felicidad, hay valoración.
Hay orgullo.
Luego, se abre el micrófono para que quien quiera diga lo que quiera.
Jorgelina: “Hagamos más radios”.
Adrián: “Podría estar en cualquier otro lado, haciendo cualquier otra cosa en este momento y gracias a ustedes estoy acá, me ayudaron un montón desde lo emocional”.
Cierra Víctor Rodríguez Lizama, con la remera puesta de su San Lorenzo querido y su pelo repleto de canas:
“La finalidad de este documental es mostrar cómo a través de la salud mental podemos llegar a la gente invisibilizada, que está ignorada. Ojalá que se reproduzca en otros lugares, que sirva de herramienta para salir adelante. Hoy hay mucha más gente viviendo en situación de calle. Además de haber vivido mucho tiempo, participé de los censos populares. Recientemente censamos en la comuna 1 (Retiro, San Nicolás, Puerto Madero, San Telmo, Monserrat y Constitución) y sólo acá contamos 1480 personas, por donde vos camines están. En la olla popular que hacemos en el Parque Lezama se ve algo similar al 2001. Más personas en calle y más hambre”.
Detrás del Cuervo hay un pizarrón donde se completa al nombre de su documental:
“Más allá de tu vereda,
hay otra realidad,
atrás de tu puerta”.
Al costado, un mural con un puñado de palabras escritas en letra cursiva:
“Hasta que no quede ni una sola persona en situación de calle,
allí seguiremos estando”.
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