Nota
Marcha de las centrales sindicales: 5 x 1
El acto de las tres CGT y las dos CTA: paradojas, dilemas, diferencias y puntos en común contra los despidos y el ajuste.
El acto de las tres CGT y las dos CTA: paradojas, dilemas, diferencias y puntos en común contra los despidos y el ajuste.

Foto: Nacho Yuchark/lavaca
El nuevo horizonte de los actos políticos está lleno de globos a gas cada vez más grandes y coloridos flotando sobre la gente. El escenario tuvo dos logos: CGT y CTA intentando no ser como el agua y el aceite. La frase en una gran bandera: “La unidad nos da la fuerza, la solidaridad la cohesión”, firmada por Juan Domingo Perón.
Los globos y zeppelines: UOCRA, UOM, Aceiteros, Docentes Universitarios, Sanidad, Pilotos de Austral, Judiciales, Juventud Sindical Metalúrgica, Camioneros Córdoba, OSN, entre otros, dispuestos junto al Monumento al Trabajo en el cruce de Paseo Colón e Independencia, Buenos Aires, centro de una movilización que los organizadores calcularon inflacionariamente en 350.000 personas, exageración innecesaria para una marcha que fue la más grande producida este año, junto a la del 24 de marzo.
Roberto, en una enorme columna de dos cuadras de UOCRA-La Matanza: “Acá hay que parar los despidos y que el gobierno se ponga las pilas para dar trabajo. Nos van a reventar a todos”. ¿No ocurrió que el secretario general Gerardo Martínez se comportó de modo dócil con el actual gobierno nacional? Roberto: “No importa nada. Lo único que te digo es que no se puede seguir así” responde, mientras la columna matancera canta en referencia a Mauricio Macri y su madre: “A ver si te das cuenta que no te quiere nadie”.

Foto: Nacho Yuchark/lavaca
Voto a Macri
Frente al palco observa Jorge Vidal, quien ostenta un cargo curioso: encargado de Relaciones Públicas del Sindicato de Choferes de Camiones de Mendoza. Diálogo con lavaca.org
-¿A quién votó?
-Macri.
-¿Conforme con el voto?
Mira de reojo, serio como en partido de poker:
-Hay que esperar.
-Pero ustedes no esperaron. Digo, por este acto.
-Claro, esperar o estar acá. Hay que marcarle el rumbo.
-Marcar el rumbo, pero ¿apoyando a Macri?
-Apoyando a Moyano- dice Jorge, que no se ha dejado contaminar por los artificios de su cargo.
Ariel llegó con los Camioneros de Mar del Plata.
-Yo también voté a Macri- dice riéndose-. Cuando hubo que apoyar a Néstor lo apoyamos, y cuando hubo que apoyar a Macri lo apoyamos. Nosotros sabemos que eso puede ir o venir, pero sabemos de qué lado estamos: con los trabajadores.

Foto: Nacho Yuchark/lavaca
Ariel cree que Moyano “dijo sin decir” que convenía el voto a Macri. “Yo igual creo que lleva poco tiempo en el gobierno, pero algo está haciendo mal y por eso está toda la gente acá. Para mí es un gobierno que iba a hacer algo bien, pero no lo hizo. ¿Si lo votaría hoy? No sé”. En cualquier caso, el hallazgo de tantos obreros que votaron al PRO indica que los clichés que adjudican estos vientos políticos exclusivamente a las clases medias y altas, son un tanto fósiles.
Encuentro con un sindicalista que apoyó la marcha y solicita anonimato: “Acá hacen un acto por la presión interna que tienen los dirigentes por despidos, suspensiones y amenazas de más despidos. Entonces todos tienen que salir a hacer algo. A la vez, no quieren oponerse, sobre todo los de las CGT” (Hugo Moyano y Antonio Caló, Hugo Barrionuevo escurrió su presencia).
El razonamiento: “Sergio Massa se está hundiendo, se lo está morfando el PRO. Entonces lo único que hay como oposición hoy es Cristina, o el kirchnerismo. Y la mayoría de estos dirigentes es antikirchnerista. Entonces no quieren debilitar a Macri, pero no se pueden quedar sin hacer nada, porque tienen la presión de lo que todo el mundo se da cuenta de lo que pasa con la economía, que es un desastre para los laburantes: ni una a favor”.

Foto: Nacho Yuchark/lavaca
Ojo con el 2° semestre
El Sindicato de Canillitas logró instalar en un edificio dos grandes banderas. “Información o monopolio” y “Gobernar es crear trabajo”. Todo el acto, y sus manifestantes, resultaron más enfáticos en la indispensable idea de evitar despidos, que en esa también indispensable propuesta de generar trabajo, y además trabajo en blanco: como si fuese un problema que afecta a otros.
Conversan dos obreros, Guido y el joven Luciano, de ATILRA (trabajadores de la industria láctea), gremio con 39.000 trabajadores, dice Guido. Luciano: “El acto está bueno, tranquilo, pacífico. Yo creo que Macri no puede hacer milagros, y hay que darle tiempo”. Guido: “Yo también lo voté, pero no hay que esperar más. Para mí este acto es decirle ‘ya te dimos tiempo, hasta acá llegamos’. Yo lo veo muy perdido al gobierno”. Luciano queda en silencio, no muy convencido.
La Bancaria es uno de los gremios, junto a los aceiteros, que mejor paritaria consiguió, rompiendo el techo del 30%. El gremio iba cantando: “Qué boludos, ahora el protocolo se lo meten en el culo” en referencia a los supuestos protocolos de seguridad de la ministra Patricia Bullrich.
Sergio Palazzo, secretario general del gremio bancario, dijo a lavaca.org durante la marcha: “Este es un muy buen acto contra las políticas del gobierno que está favoreciendo a los sectores concentrados de la economía y no a los trabajadores. Es cierto que hicimos una buena paritaria gracias a la lucha de los compañeros. Pero lo más importante para nosotros fue haber reincorporado a los trabajadores del Banco Cenral y del Provincia. No estamos en ninguna CGT. Pero estamos acá, en la calle. El secreto es que cuanto más cerca de los trabajadores estás, quedás más lejos del error. A nosotros no nos sorprende lo que hace Macri como política económica. Lo dijimos siempre. Y cuando dicen que va a bajar la inflación en el 2° semestre ojo, que va a ser a costa de los salarios”.

Foto: Nacho Yuchark/lavaca
Señales
Julio Fuentes pertenece a ATE Nacional (280.000 afiliados) y entiende el acto desde otro punto de vista: “Lo mejor es el clima que se respira, los compañeros de distintos sindicatos, de distintas centrales, se saluda, no hay conflicto, nos reconocemos todos como trabajadores. Tiene mucho valor que estemos todos juntos. Yo siento que es paso para una acción conjunta y una señal para el gobierno”.
Federico Tonnarelli, del hotel Bauen y presidente de la Federación de Cooperativas de Trabajadores Autogestionados (FACTA): “Sabemos que aquí hay diferencias, contradicciones, separaciones, pero que aquí estén las centrales sindicales juntas, y los trabajadores cooperativos, indica que no puede seguir el modelo de exclusión y de entrega. Entonces más allá de todo lo que nos pueda separar, acá se defiende el trabajo y la producción”.
Roberto Pianelli, de subtes (CTA de los Trabajadores): “El plan de ajuste es muy fuerte, y hasta las organizaciones más amarillas del sindicalismo quieren pactar, pero el gobierno parece que va aq cargárselos a todos. El plan es aumentar la tasa de ganancias de los grandes grupos económicos y patronales, empeorar las condiciones laborales, y liquidar el poder adquisitivo. Esto pega internamente en los sindicatos, y tienen que salir a descomprimir los reclamos”.
Otro aspecto es el de la Ley antidespidos, aprobada por el Senado y que debe debatirse en Diputados, con oposición del Poder Ejecutivo: “La impresión es que puede salir aprobada también en Diputados y allí habría un costo político enorme para Macri, si decide vetarla”.

Foto: Nacho Yuchark/lavaca
Pedro Bayugar, del sindicato de docentes privados (CTA Alsina, Antonio Caló): “Tenemos 300.000 afiliados en todo el país, que son precarizados. Yo supongo que el gobierno inteligentemente llamará a negociar y dialogar. Lo que dijo el ministro Jorge Triaca (Trabajo) sobre el Consejo del Salario es una alternativa interesante. Pero los compromisos con los fondos buitres y los grandes capitales nacionales e internacionales son tan grandes, que es muy difícil pensar que puedan retroceder”.
Ramón Rodríguez, Camionero del sindicato porteño que recolecta la basura: “Para mí la pelea va a ser cada vez más grande. Yo me la vi venir, por eso no lo voté a Macri. Va a haber más problemas. Si no cambia la cosa urgentemente, va a quedar mucha gente sin trabajo. Acá no te podés casar con nadie y lo que nos va a salvar es estar como acá, todos juntos, todos los que tenemos miedo a perder el trabajo”.
Ricardo Peidró (secretario adjunto de la CTA autónoma): “Venimos marchado desde el comienzo de este gobierno con las consignas de ni un despido más, ni un trabajador menos, no pagar el ajuste con nuestro salario, contra la criminalización de la protesta, contra los protocolos represivos y la ley antiterrorista. Por haber venido haciendo eso es que celebramos esta marcha, que es de las más importantes de estos tiempos”.
Para Peidró, “independientemente de la conducciones sindicales hay un clima que no se puede ocultar. Los sindicatos burocratizados o el calificativo que se prefiera usar, con tener anclaje mínimo en sus bases, tienen que salir a la calle. Esto es un fenómeno que no está ocurriendo solamente en la Argentina sino a nivel regional. Y frente a ese avance tiene que haber una unidad global de la clase trabajadora”.
Sin embargo la CTA se separó para poder tener un perfil propio: “Tenemos modelos sindicales diferentes, creemos en otro tipo de organización, en la cual los trabajadores sean los que deciden cómo organizarse. Pero eso no quita la unidad más importante con otros gremios y centrales, que es la unidad de acción”.
Fotos: Nacho Yuchark/lavaca
Nota
83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

83 días.
Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.
83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.
83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.
83 días y seis intervenciones quirúrgicas.
83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo.
83 días hasta hoy.
Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro.
Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”.
Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).
Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca.
El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”.
La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».
La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería.
Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.
Esta es parte de la vida que no pudieron matar:
Nota
La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen
Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.
Por María del Carmen Varela.
La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia.
La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.
Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.
La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional. A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.
Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.
Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro.
MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA
Viernes 30 de mayo, 20.30 hs
Entradas por Alternativa Teatral

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Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro

Una actriz que cautiva. Una historia que desgarra. Música en vivo. La obra Perla Guaraní volvió de la gira en España al Teatro Polonia (Fitz Roy 1475, CABA) y sigue por dos domingos. El recomendado de lavaca esta semana.
Por María del Carmen Varela
La sala del teatro Polonia se tiñe de colores rojizos, impregnada de un aroma salvaje, de una combustión entre vegetación y madera, y alberga una historia que está a punto de brotar: Perla es parte de una naturaleza frondosa que nos cautivará durante un cuarto de hora con los matices de una vida con espinas que rasgan el relato y afloran a través de su voz.
La tonada y la crónica minuciosa nos ubican en un paisaje de influjo guaraní. Un machete le asegura defensa, aunque no parece necesitar protección. De movimientos rápidos y precisos, ajusta su instinto y en un instante captura el peligro que acecha entre las ramas. Sin perder ese sentido del humor mordaz que a veces nace de la fatalidad, nos mira, nos habla y nos deslumbra. Pregunta: “¿quién quiere comprar zapatos? Vos, reinita, que te veo la billetera abultada”. Los zapatos no se venden. ¿Qué le queda por vender? La música alegre del litoral, abrazo para sus penas.

La actriz y bailarina Gabriela Pastor moldeó este personaje y le pone cuerpo en el escenario. Nacida en Formosa, hija de maestrxs rurales, aprendió el idioma guaraní al escuchar a su madre y a su padre hablarlo con lxs alumnxs y también a través de sus abuelxs maternxs paraguayxs. “Paraguay tiene un encanto muy particular”, afirma ella. “El pueblo guaraní es guerrero, resistente y poderoso”.
El personaje de Perla apareció después de una experiencia frustrante: Gabriela fue convocada para participar en una película que iba a ser rodada en Paraguay y el director la excluyó por mensaje de whatsapp unos días antes de viajar a filmar. “Por suerte eso ya es anécdota. Gracias a ese dolor, a esa herida, escribí la obra. Me salvó y me sigue salvando”, cuenta orgullosa, ya que la obra viene girando desde hace años, pasando por teatros como Timbre 4 e incluyendo escala europea.
Las vivencias del territorio donde nació y creció, la lectura de los libros de Augusto Roa Bastos y la participación en el Laboratorio de creación I con el director, dramaturgo y docente Ricardo Bartis en el Teatro Nacional Cervantes en 2017 fueron algunos de los resortes que impulsaron Perla guaraní.
Acerca de la experiencia en el Laboratorio, Gabriela asegura que “fue un despliegue actoral enorme, una fuerza tan poderosa convocada en ese grupo de 35 actores y actrices en escena que terminó siendo La liebre y la tortuga” (una propuesta teatral presentada en el Centro de las Artes de la UNSAM). Los momentos fundantes de Perla aparecieron en ese Laboratorio. “Bartís nos pidió que pusiéramos en juego un material propio que nos prendiera fuego. Agarré un mapa viejo de América Latina y dos bolsas de zapatos, hice una pila y me subí encima: pronto estaba en ese territorio litoraleño, bajando por la ruta 11, describiendo ciudades y cantando fragmentos de canciones en guaraní”.
La obra en la que Gabriela se luce, que viene de España y también fue presentada en Asunción, está dirigida por Fabián Díaz, director, dramaturgo, actor y docente. Esta combinación de talentos más la participación del músico Juan Zuberman, quien con su guitarra aporta la cuota musical imprescindible para conectar con el territorio que propone la puesta, hacen de Perla guaraní una de las producciones más originales y destacadas de la escena actual.
Teatro Polonia, Fitz Roy 1475, CABA
Domingos 18 y 25 de mayo, 20 hs
Más info y entradas en @perlaguarani
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