Nota
La Rioja vs. la minería china
“Corrimos a la Barrick, ahora vamos por los chinos” dice el comunicado por mail y mensaje de texto llegado a lavaca y difundido a todas partes por vecinos de Chilecito, Famatina y La Rioja Capital. La sorpresiva aparición en Chilecito de tres caminonetas de la Secretaría de Minería riojana, trasladando a dos señores de origen chino –más la actitud enigmática de todo el grupo- provocó un automático llamado a las asambleas riojanas, que resolvieron realizar sucesivos cortes en el camino que va a Mina El Oro para impedir –preventivamente- el paso de vehículos mineros hacia esa zona.
Sonrisas y sospechas
El jueves 18 de marzo se detectó a los funcionarios mineros ejerciendo funciones remiseras, por así decir, de traslado de los ciudadanos chinos. Pararon en un comercio. Todos (burócratas y chinos) sonrieron sin querer revelar qué andaban haciendo por allí. La gente del negocio se comunicó con la Asamblea Ciudadanos por la Vida. El mismo jueves a la noche hubo reunión de las comunidades de la zona. Y el viernes 19 a las 18 comenzó el corte a 3.000 metros de altura, por 48 horas. Es el corte más alto del mundo, Y es el primero
Marcela Crabbe, una de las asambleístas, explicó a lavaca: “Hicemos esto durante el fin de semana, pero iremos incrementando la extensión de la medida a cuatro días, luego una semana, hasta hacerlo permanente si hace falta, para tener la certeza de que no empiecen ni con las exploraciones. No les vamos a dar tiempo”.
Del mismo modo había comenzado el corte en Peñas Negras, rumbo al Famatina, que acaba de cumplir tres años y detuvo a la minera Barrick Gold, de capitales difusos y apariencia canadiense.
Los vecinos de Chilecito hilvanaron el dato de la presencia china, con la construcción de un nuevo camino hacia Mina El Oro y anuncios gaseosos del gobierno provincial –en línea con el nacional- sobre proyectos mineros en la zona: “Al camino lo hicieron en menos de un mes” dice Marcela Crabbe, asombrada ante tanta eficiencia en la obra pública. En enero el gobierno había firmado acuerdos mineros con los chinos.
“Y para colmo, casualmente pasa cerca de dos propiedades del secretario de Minería provincial, Oscar Lhez”. Una de esas propiedades es de tipo turístico, y la otra es una mina, La Georgette, ya que Lhez es empresario del rubro. En un simpático blog de travesías 4×4 se informa que “Oscar es propietario del Cerro Negro en donde está emplazada Mina El Oro”.
Rumbo al corte
Los vecinos de Chilecito organizaron caravanas de ida y vuelta para ir hasta la zona del corte, en la Cuesta del Pique, cerca de Guanchín. “Lo que nosotros esperamos” informa Marcela Crabbe “es que frenen cualquier proyecto minero en la zona, y que nos devuelvan la ley 8137 de prohibición de la minería a cielo abierto”.
Esa ley tiene una historia digna de análisis político y/o psicopatológico. Surgió en 2007 como respuesta frente al corte de Peñas Negras y los reclamos de las diversas asambleas riojanas. El entonces vicegobernador y cacique de la legislatura, Luis Beder Herrera promovió esa ley, como parte de sus luchas contra su enemigo favorito, el entonces gobernador Ángel Mazza (que a su vez había sido Secretario de Minería de Menem y autor de las leyes pro mineras de los 90). Caído Mazza, Beder Herrera asumió la gobernación. Al poco tiempo derogó esa misma ley, y giró su postura hacia otra tan o más pro minera que su antecesor.
La ley de los medios
“El otro problema es que todos los medios aquí están comprados con la pauta publicitaria oficial y entonces tienen prohibido hablar de minería, salvo que hablen bien. Y mucho menos pueden informar sobre las asambleas” explica Marcela, cosa que por otra parte ocurre en línea con la política del gobierno nacional, ostensiblemente partidario de los proyectos mineros, y que vetó, a través de la presidenta Cristina Fernández, la ley 26.418, de protección a los glaciares. No se percibe en este tema oposición “medios vs. gobierno” según las polarizaciones de estos tiempos.
“Mientras tanto todas las comunidades siguen trabajando en red, para estar atentos a cualquier movimiento minero. No los vamos a dejar pasar”, anuncia Marcela, en la extraña posición de una comunidad que debe defenderse no sólo de las empresas, sino de quienes se supone que son sus representantes. A la vez, las asambleas empiezan a funcionar como un mecanismo de participación más directo y democrático de los ciudadanos, aunque medios y los políticos, todos unidos las ignoren.
El trabajo en red permitió, por ejemplo que los vecinos de Chilecito detuvieran en enero el paso de vehículos de otra minera, Yamana Gold, que pretende instalarse en Esquel, pese al plebiscito que rechazó la minería, y en Andalgalá, donde la prepotencia de Yamana sumada a la de la policía local y los funcionarios políticos y judiciales, fue motor de la represión a la comunidad y la posterior pueblada ocurridas en esa ciudad catamarqueña. Yamana Gold también es de apariencia canadiense.
Autógrafos chinos, Andes canadienses
El antecedente de lo que ocurre en la Mina El Oro puede buscarse en enero. El gobierno nacional, impermeable a los reclamos de las comunidades que no otorgan licencia social a la minería, firmó un convenio con diversas empresas chinas al que le puso la firma el Secretario de Minería y también empresario del rubro, Jorge Mayoral. Fue en el marco de un encuentro realizado en China, llamado “Minería Argentina: Oportunidades de Inversión”.
Las empresas chinas son todavía un tanto misteriosas para el público profano. Según la página de la propia Secretaría, Betec Group Pr, por ejemplo, firmó el convenio para realizar trabajos en La Rioja, y eso es uno de los elementos que alarma a los vecinos.
Pero hubo más. En el caso de la empresa MCC, su represente Yon Wang Guang puso el autógrafo junto a Oscar Azcurra, titular de la estatal sanjuanina IPEEM. (Detalle: debe recordarse que en febrero último el gobernador sanjuanino José Gioja cruzó la Cordillera a caballo, portando las banderas argentina, chilena y la canadiense. En el propio blog de Gioja joseluisgioja.wordpress.com aparece la foto y se explica que en la comitiva participaron entre otros, un ex rugbier, el embajador de Canadá y 28 gendarmes. Las páginas web ambientalistas titularon: “Esto es demasiado”. En San Juan se lleva a cabo el proyecto binacional argentino-chileno Pascua Lama, que en realidad está en manos de una canadiense: otra vez Barrick Gold. En la travesía no se constató la presencia de símbolos patrios chinos que quizás queden para la próxima).
Capitalismo comunista
Siguiendo con las empresas chinas, Jilin Dequan Cement Group, firmó un convenio con una empresa presentada por el gobierno como “jujeña”, llamada Minera Jinding (la búsqueda de datos sobre todos estos logos es un tanto laberíntica).
Otro caso extraño es el del convenio minero jujeño con San He Hopefull Grain & Oil Group Co. Ltd, empresa china que en realidad se conoció como asociada al grupo SOCMA de Franco Macri en el ferrocarril Belgrano Cargas, y es una de las principales importadoras chinas de soja argentina, aunque parece haber incorporado a la minería como otra industria extractiva en su menú de opciones. El capitalismo comunista, o viceversa, no es muy claro al respecto.
En el caso riojano, los vecinos se reunirán tras la experiencia de este fin de semana para definir la continuidad de la medida. Si continúa el actual estado de las cosas, el próximo fin de semana cortarán la ruta durante cuatro días. Marcela: “El paisaje es tan hermoso, las vertientes, las montañas, que es un placer estar aquí. Y te refuerza en la idea de defender el agua, el aire y la tierra”.
Nota
Cien

Desde que se inició este año desde el Observatorio de Violencia Patriarcal Lucía Pérez registramos 100 femicidios, casi 1 por día.
La víctimas fueron desde mujeres de 83 años, como Ana Angélica Gareri, en Córdoba, a una adolescente como Pamela Romero, de 16, en Chaco; y una bebé de 3 años en González Catán.
En este 2025 ya registramos 85 tentativas de femicidio.
En el 2025 registramos en todo el país 77 marchas y movilizaciones que se organizaron para exigir justicia por crímenes femicidas.

En nuestro padrón de funcionarios denunciados por violencia de género, podés encontrar el registro clasificado por institución estatal y provincia. Hasta la fecha, tenemos contabilizados 161 funcionarios del Poder Ejecutivo, 120 del Poder Judicial, 72 del Poder Legislativo, 71 de las fuerzas de seguridad y 71 de la Iglesia Católica.

En el padrón que compila datos oficiales sobre denuncias de violencia de género, podés encontrar datos sobre cantidad de denuncias por localidad y la frecuencia con que la recibimos. Un ejemplo: este mes la Oficina de Violencia Doméstica (OVD) de la Corte Suprema de la Nación informó que durante el primer trimestre de este año recibió un promedio de 11 denuncias por día de violencia contra las infancias.

Otro: el Ministerio Público Fiscal de Salta informó que no alcanzan al 1% las denuncias por violencia de género que son falsas.
En nuestro padrón de desaparecidas ya registramos 49 denuncias.

Lo que revela toda esta información sistematizada y actualizada es el resultado que hoy se hace notorio con una cifra: 100.
Más información en www.observatorioluciaperez.org
Nota
5 años sin Cecilia Gisela Basaldúa: crónica desde Cruz del Eje
Pasaron cinco años del femicidio de Cecilia Basaldúa en Capilla del Monte. Tres años de un juicio que absolvió a un imputado sin pruebas. Cuatro fiscales, cuatro policías presos y numerosas movilizaciones, desde Buenos hasta Córdoba, para exigir la verdad, ese compromiso que aún es la certeza que falta.
Fotos y crónica de María Eugenia Morengo para cdmnoticias.com.ar
25 de abril. Cruz del Eje. El GPS calcula unos 2 kilómetros. La entrada a la ciudad está envuelta de un aire viscoso. Una avenida se extiende en silencio y después de atravesarla, la llegada a los Tribunales se convierte en un ritual: una reminiscencia de lo que fue, una promesa de lo que debe ser. El pedido por Verdad y Justicia, es una demanda que crece. Cada letra se ubica en el mismo lugar que ocuparon tres años atrás. Las escaleras de la justicia cruzdelejeña son de un cemento gastado. Raspan, duelen.

¿Qué pasó en Capilla del Monte? El papá y la mamá de Cecilia, Daniel Basaldúa y Susana Reyes, están cargados de bolsas, llenas de carteles con el rostro de su hija, multiplicado. Son como una red que se estira a lo largo de esos 868 kilómetros que conectan a Buenos Aires con el noroeste de Córdoba. El camino recurrente que transitan para llegar a la verdad..
Sin previo aviso, adentro del edificio de Tribunales Daniel y Susana se anuncian. Quieren ver al todavía fiscal Nelson Lingua, quien aún está a cargo de la investigación de la causa, antes de que asuma como nueva fiscal, Sabrina Ardiles. Afuera todavía se respira la niebla. La espera alerta a los policías. Quieren saber si van a venir más personas.
– Lo hacemos para cuidarlos –dice la mujer de uniforme.
Piden datos, intentan tomar nota de lo que es una rutina inventada.
–La policía a nosotros no nos cuida –reacciona Susana y en un intercambio sin sentido, se alejan.
Silvia Rivero es la prosecretaria de la fiscalía, se acerca afuera y los llama. El fiscal se hizo un lugar en la agenda del día viernes. Adentro, el reflejo del piso de tribunales es como un espejo que se extiende, entre mocasines, tacos, alpargatas y zapatillas.
La preocupación de la familia es evidente. El recibimiento del fiscal es cordial. Se explica ante los recientes cambios que pronostican para el mes de mayo a Sabrina Ardiles, como la persona que estará sentada en el mismo sillón inmenso de cuerina, desde donde ahora, les habla Lingua. La dra. Rivero, también explica, y confirma que nunca se dejó de investigar. La necesidad de la confianza es una tregua durante esa hora de reunión, los tecnicismos se suspenden y las palabras se abren en una cronología de datos, guardados en la memoria indeleble de Daniel Basaldúa.

La medida del tiempo de la causa, son las fojas de expedientes que se acumulan. La inspección judicial realizada en el mes de agosto del año 2024, por los posibles lugares donde Cecilia pudo haber estado en Capilla del Monte antes de su muerte, dejó en evidencia la dudosa hipótesis de la anterior fiscal de Instrucción de Cosquín, Paula Kelm, quien había asegurado que Cecilia había llegado por sus propios medios al lugar donde apareció sin vida. Mientras que en el transcurso de estos años, cada vez son más los policías que estuvieron en la búsqueda e investigación, presos por violencia de género:
Adrián Luquez, ex sub comisario, detenido por amenazas con armas de fuego a su pareja. Hoy en libertad, se fue a vivir a San Luis. Ariel Zárate, ex sub comisario de la Brigada de Investigaciones de la Departamental Punilla Norte –preso por violencia de género. Diego Concha, ex director de Defensa Civil, encargado de la búsqueda –condenado a prisión perpetua por el crimen de Luana Ludueña y por la causa de violencia de género hacia su ex mujer, y Diego Bracamonte, ex comisario departamental, a cargo del operativo de la búsqueda –preso por violencia de género.
El tiempo de la justicia es una curva enredada, en apariencia, inofensiva. El tiempo de la justicia es el de las burocracias que definen su forma de proceder. El tiempo, es de una lentitud que lastima. Las letras se vuelven a guardar.
Son las cuatro de la tarde y el sol avanza en la siesta de Capilla del Monte. En la plaza San Martín, alrededor del Jardín de la Memoria, se arman los gacebos, se pone un aguayo, se llena de flores. Rojas, amarillas, lilas, celestes, el monte aún está florecido. Contrayerba, lavanda, romero, palo amarillo, incayuyo, ruda, los sahúmos se arman. Una compañera comienza a preparar el fuego.
Más lejos, sobre la calle Pueyrredón, en la puerta de la Secretaría de Turismo, la concentración crece. Llegan de todas las direcciones. Con tambores y repiques, con banderas y ofrendas. Una combi estaciona, descienden vecinos y vecinas que subieron en Córdoba y en distintas partes del Valle de Punilla.

La batucada suena, es un comienzo en cuenta regresiva. La marcha avanza a contramano. Hay una indignación que toma el ritmo de los tambores, trepa en el repique y todo se hace canción. La calle techada de Capilla del Monte es un anfiteatro de barricadas. Los sonidos viajan a través de la mejor acústica para el reclamo: ¡Vecino, vecina, no sea indiferente nos matan a Cecilia en la cara de la gente. Cecilia presente!

“Este es un día especial y este lugar es especial porque tiene mucho que ver con lo que le pasó a Cecilia”, comienza Daniel en la puerta de la comisaría de Capilla del Monte, “hay muchos policías involucrados en el caso. Ya lo hemos denunciado muchas veces, pero parece que no alcanza”, dice mirando a los uniformados que permanecen parados como granaderos.

Daniel les recuerda que durante el año pasado, la policía de Capilla debió haber realizado notificaciones a tres personas para declarar en los Tribunales de Cruz del Eje, pero no lo hicieron. Las testimoniales pudieron efectivizarse, porque intervinieron los abogados de la querella, Daniela Pavón y Gerardo Battistón. En ese mismo reclamo, la abogada Pavón se acerca y también hace pública la falta de atención institucional que hay para las víctimas de violencia de género en la localidad.

La familia de Ezequiel Castro, asesinado por la policía de Córdoba, se adelante y los abraza. Alguien grita que ahí mismo, en la comisaría, apareció ahorcado Jorgito Reyna, hace 12 años, atado con la manga de su campera a la reja de una ventana, pocos centímetros más alta que él. Que su causa, también sigue impune y que los golpes que tenía no fueron suficientes para demostrar que lo habían torturado. Que a pesar de no bajar los brazos, las familias sienten que el duelo es un proceso tan profundo, como inacabado.

Susana y Daniel permanecen frente a una multitud, observan hacia adelante y hacia atrás. Saben que la comisaría es señalar lo que siempre llega al mismo lugar: complicidad. “A las chicas les pedimos que no tengan miedo, que denuncien -acentúa Susana- que no se dejen asustar con los policías ni con nadie, nadie tiene derecho a venir a violentarnos”.
El espacio público es un canal clave para recordar que los asesinos de Cecilia están libres, “y que muchos andan dando vueltas por acá”, dice Daniel y remarca que no dejarán de venir a Capilla del Monte, hasta que los responsables del femicidio de su hija, estén presos.
La llegada a la plaza San Martín es un círculo de candombe que la nombra. Hace cinco años que se insiste en las mismas palabras, como un tajo que se abre en el cemento, una cicatriz que se agranda en medio de la incertidumbre: ¿Qué pasó con Cecilia?
Tal es el encubrimiento que las responsabilidades se hacen obvias.
La ronda se acerca al altar. Es un asedio a la justicia que falta. Desde el micrófono se invita a dejar una ofrenda en memoria de Cecilia, a conjurar entre todas y todos ese momento, esa memoria. En el centro de una plaza que se anochece, resuena una voz grabada -desde algún punto del Abya Yala- Lolita Chávez, lideresa maya de los pueblos K’iche de Guatemala, habla entre los yuyos que comienzan a perfumar lo que no se puede detener. Cada rama seca que se enciende se hace una intención, un pájaro que se dispara, restos del día que se van:
“Hoy 25 de abril levantamos nuestra fuerza sagrada, y nuestro poder popular feminista. Reconociendo la memoria, la historia, el vientre en la sangre, de Cecilia Basaldúa. Ese femicidio no debe quedar en la impunidad (…). Con la fuerza de nuestras ancestras, con los fuegos sagrados que encendemos, levantamos nuestra expresión de indignación y lo comunicamos a los cuatro puntos cardinales. Para que nunca más haya este tipo de violencias contra nuestras vidas”.
Las copleras y la poesía toman el escenario. Las y los músicos hacen de Cecilia esa canción y en el centro del caldero caliente, el humo abre el cielo: hay una memoria que se desprende y una vida que cambió de idioma.

En medio del algarrobo que sostiene los carteles de Memoria, Verdad y Justicia, una placa de cerámica con el rostro de Cecilia, también observa. El día queda atrás y en el fondo de la noche, las palabras todavía están en suspenso, son un silencio que pronto dirá.
Nota
Imágenes de la marcha a Plaza de Mayo: los jubilados siguen haciendo lío

Jubilados y jubiladas se movilizaron desde el Congreso de la Nación hasta Plaza de Mayo en una nueva jornada de reclamos y denuncia por los ingresos de pobreza que perciben y el fin de la moratoria previsional, cuya prórroga sigue durmiendo en Diputados. Como siempre, los carteles manuscritos fueron una forma de expresión y creatividad. En uno se leía: «Francisco está feliz. Jubilados haciendo lío!!!»
La marcha comenzó nuevamente con un operativo desproporcionado con las cuatro fuerzas federales -PFA, Gendarmería, Prefectura y PSA- que reprimió la protesta pacífica: la Comisión Provincial por la Memoria contabilizó una persona detenida y 13 heridos por efectos de los gases lacrimógenos, entre ellos jubilados y trabajadores de prensa.
Frente a la Rosada, realizaron un acto donde distintas agrupaciones de jubilados se manifestaron contra el acuerdo con el FMI y cantaron por la salud de Pablo Grillo.
«Hasta el próximo miércoles», saludaron los jubilados y jubiladas.
La próxima semana, la marcha contará con la participación de los gremios de la CGT como previa al Día del Trabajador y la Trabajadora del 1 de mayo.

Foto: Juan Valeiro para lavaca

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.
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