Nota
Lacar: los trabajadores hacen justicia
Los trabajadores de la empresa Nostarco S.A., concesionaria de la fabricación dela marca Lacar en Argentina, tras el vaciamiento de la fábrica y los locales, van hacia la autogestión. Ayer martes 11 marcharon hasta los tribunales comerciales para reclamar al juez titular del juzgado nº 17, Federico Guerri, que se haga efectiva la aplicación de la última modificación de la Ley de quiebras, según la cual los trabajadores tienen prioridad en la adquisición de la empresa fallida. Tras declarar la quiebra el 4 de octubre, el juez Guerri priorizó otra cosa: había resuelto subastar todos los bienes de la empresa sin base de partida, en el plazo de los 10 días. Para hacer cumplir la ley, Los trabajadores decidieron ocupar los tribunales . Así lograron ser recibidos primero por un grupo de infantería y luego, por la camarista María Lilia Gómez Alonso, quien habló con los trabajadores y el abogado del Movimiento Nacional de Fábricas Recuperadas, Luis Alberto Caro.
Una nueva audiencia tuvo lugar ayer miércoles 12 donde les informaron cómo sigue el trámite la Cámara debe pronunciarse sobre el pedido que hicieron los trabajadores de revocar al juez Guerri. El trámite ya tendría magistrado de reemplazo: el doctor Fernando Gabriel D´Alessandro, del Juzgado Comercial Nº 7, secretaría 13. Los trabajadores y el abogado Caro lograron hablar con ambos jueces: «Tanto lo que dijo D´Alessandrocomo lo que dijo Guerri es que van a dar lugar a la presentación de la Cooperativa, lo que en la práctica significaría la revocatoria Y la verificación de los créditos laborales para que participen con prioridades y puedan canjearlos por la adquisición de la firma», explica Gustavo Vera, referente de la cooperativa La Alameda, que asesora y nuclea a estos y otros trabajadores textiles.
En la calle
El 4 de octubre, el juez titular del juzgado comercial nº 17, Federico Guerri, declaró la quiebra de la empresa Nostarco, concesionaria de la fabricación de camperas Lacar en Argentina. El fin de semana del 17 y 18 de septiembre, la empresa había vaciado, literalmente, sus 20 locales de ropa y la fábrica que mantenía desde hace 28 años en Yerbal al 5200, barrio de Flores. El lunes, los trabajadores se enteraron del vaciamiento al llegar a trabajar y en las propias puertas de los locales y de la fábrica. Esa misma jornada fueron llegando telegramas que notificaban el cierre de la empresa y la prescindencia de sus labores.
La empresa Lacar, cuyo titular es José Tarica, estaba ya concursada desde hace años, pero pagando las deudas en cuotas, mes a mes, y sus locales facturaban exitosamente. Ni la empresa ni los dirigentes de los tres sindicatos que intervienen (Cortadores, SOIVA y SETIA) informaron a ninguno de los 250 trabajadores sobre el concurso, ni mucho menos del vaciamiento y despido. Lacar ya había sido escrachada en 2005 por una denuncia de trabajo esclavo a sus trabajadores.
El 21 y 22 de septiembre se realizaron dos audiencias en el Ministerio de Trabajo, por pedido de los trabajadores; la patronal no asistió. Los dirigentes sindicales propusieron que la empresa ajustara el procedimiento preventivo de crisis, esto es, que se le permitiera pagar el 50% de las indemnizaciones. Los trabajadores acusaron a éstos de jugar siempre a favor de la patronal. En eso, las audiencias cerraron con la negativa del Ministerio a realizar una urgente inspección en la fábrica y tomar cartas en el asunto.
Ahora, con la empresa cerrada, los trabajadores se autoconvocaron en un a asamblea en Parque Avellaneda, en la sede de la agrupación La Alameda que nuclea desde hace años a trabajadores textiles, muchos de ellos precarizados. Trabajadores y delegados gremiales de base acordaron allí presentar una denuncia penal contra la empresa por «vaciamiento fraudulento» y proyectaron la marcha de ayer. Además, lograron localizar los lugares físicos donde se trasladaron los bienes de Lacar y resolvieron marchar y mantener una vigilia, a la espera de intervención judicial.
Hacer cumplir la ley
Mientras se espera la revocación del juez Guerri, también se aguarda el cumplimiento de la Ley de quiebras. ¿Hay garantías de que se priorice a los trabajadores? Responde Gustavo Vera: «No hay garantías ,pero el juez Guerri sabe perfectamente que si no se cumple la ley va a haber medidas muy fuertes, no solamente en el juzgado, sino en la propia sede donde tiene los bienes en la empresa. El margen de maniobra que tiene Guerri es muy limitado. Vos fíjate que hasta un diario como La Nación le dio la razón a lo que planteaban los trabajadores. Legalmente la presentación de los trabajadores e impecable».
De acuerdo a la Ley de quiebras votada por unanimidad en el Congreso Nacional y promulgada por decreto presidencial en julio de este año, tras quebrar una firma el juez de la quiebra debe tener cuenta los créditos laborales de los trabajadores, y priorizar la continuidad laboral que los trabajadores deben exponer en un plan. En el caso de Lacar, ya presentaron un plan productivo que incluye sedes para comercializar los productos, un centro administrativ y de depósito, y hasta el trabajo conjunto con el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), quien cederá un espacio dentro del Centro Demostrativo de Indumentaria, más conocido como Polo textil, para las tareas de corte y confección. Además, ya fue inscripta la Cooperativa de Trabajo Lacar en el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía social (INAES). Asegura Vera: «Los trabajadores están bien de ánimo, organizados y con ganas de empezar a producir». Mientras tanto, invitan a recaudar para el fondo de huelga este sábado 15, 21 horas, en la sede de La Alameda frente al Parque Avellaneda, a puro recital de folklore.
CONTACTO:
Gustavo Vera (Alameda): 15 6158 4835
Luis Caros (abogado): 15 60928102
Miguel (delegado de Lacar) 15 5931 8957
Nota
Darío y Maxi: el presente del pasado (video)

Hoy se cumplen 23 años de los asesinatos de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki que estaban movilizándose en Puente Pueyrredón, en el municipio bonaerense de Avellaneda. No eran terroristas, sino militantes sociales y barriales que reclamaban una mejor calidad de vida para los barrios arrasados por la decadencia neoliberal que estalló en 2001 en Argentina.
Aquel gobierno, con Eduardo Duhalde en la presidencia y Felipe Solá en la gobernación de la provincia de Buenos Aires, operó a través de los medios planteando que esas muertes habían sido consecuencia de un enfrentamiento entre grupos de manifestantes (en aquel momento «piqueteros»), como suele intentar hacerlo hoy el gobierno en casos de represión de sectores sociales agredidos por las medidas económicas. Con el diario Clarín a la cabeza, los medios mintieron y distorsionaron la información. Tenía las imágenes de lo ocurrido, obtenidas por sus propios fotógrafos, pero el título de Clarín fue: “La crisis causó 2 nuevas muertes”, como si los crímenes hubieran sido responsabilidad de una entidad etérea e inasible: la crisis.

Darío Santillán.

Maximiliano Kosteki
Del mismo modo suelen mentir los medios hoy.
El trabajo de los fotorreporteros fue crucial en 2002 para desenmascarar esa mentira, como también ocurre por nuestros días. Por aquel crimen fueron condenados el comisario de la bonaerense Alfredo Franchiotti y el cabo Alejandro Acosta, quien hoy goza de libertad condicional.
Siguen faltando los responsables políticos.
Toda semejanza con personajes y situaciones actuales queda a cargo del público.
Compartimos el documental La crisis causó 2 nuevas muertes, de Patricio Escobar y Damián Finvarb, de Artó Cine, que puede verse como una película de suspenso (que lo es) y resulta el mejor trabajo periodístico sobre el caso, tanto por su calidad como por el cúmulo de historias y situaciones que desnudan las metodologías represivas y mediáticas frente a los reclamos sociales.
Nota
83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

83 días.
Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.
83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.
83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.
83 días y seis intervenciones quirúrgicas.
83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo.
83 días hasta hoy.
Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro.
Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”.
Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).
Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca.
El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”.
La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».
La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería.
Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.
Esta es parte de la vida que no pudieron matar:
Nota
La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen
Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.
Por María del Carmen Varela.
La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia.
La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.
Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.
La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional. A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.
Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.
Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro.
MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA
Viernes 30 de mayo, 20.30 hs
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