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Larreta, Lopérfido y «una cachetada a los organismos»
El jefe de gobierno porteño rechazó la posibilidad de pedirle la renuncia al secretario de Cultura luego de que éste afirmara que los desaparecidos no fueron 30mil.
Frente a la nueva y coqueta sede de la Jefatura de Gobierno porteño en Parque Patricios hay alrededor de 200 personas. Son las 19:15 y todas se agolpan contra la reja que se abre.
Desde la calle, Estela de Carloto, Taty Almeida (Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora) y el director teatral Alfredo Arias ingresan junto a una comitiva de artistas, hijos e integrantes de organismos de derechos humanos para escuchar la respuesta del jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, al petitorio entregado hace semanas. Tenía 20 mil firmas y una exigencia: la renuncia del secretario de Cultura, Darío Lopérfido, tras declarar que “en Argentina no hubo 30 mil desaparecidos” y que “ese número se arregló en una mesa cerrada” con el objetivo de obtener dinero.
El petitorio fue firmado por personalidades de la cultura de todo el mundo: desde Silvio Rodríguez, pasando por Joan Manuel Serrat hasta Chico Buarque. Todos expresaron su apoyo a la exigencia de renuncia del funcionario presentada por los organismos de derechos humanos que, a las 19:15, desde la calle, acaban de ingresar a la Jefatura.
Pero desde la calle también llegan los rumores.
-Larreta les dijo que no -comenta una chica.
-¿Cómo sabés? -le retrucan.
-Porque lo leí en Twitter.
Todos entran a Twitter. Allí la cuenta de H.I.J.O.S. Capital advierte: “Ahora: Rodríguez Larreta no va a pedir la renuncia a Lopérfido. Lo acaba de decir adelante de Madres y Abuelas”.
Un hashtag circula: “#FueraLopérfido”.
Y también circulan dos respuestas de Estela de Carlotto.
“Si no se le puede pedir la renuncia, que renuncie”.
“Si Lopérfido quiere pedir perdón, que se lo pida a mi hija Laura, a mí no”.
Laura Carlotto fue secuestrada en noviembre de 1977, en La Plata. Estaba embarazada. Se sabe que la tuvieron en el centro clandestino conocido como La Cacha. En esa condición de desaparecida, tuvo a su bebé. Laura fue asesinada. Su hijo Guido fue un desaparecido, que pudo recuperar su identidad, su historia y hasta su nombre en 2014.
Hacerse cargo
En la calle el viento sopla helado y a hace temblar a las cientos de personas autoconvocadas. No hay banderas de partidos ni organizaciones. ¿Dónde están? La gran mayoría son de la escena independiente, como Paula, Clara y Alicia, que dialogan con lavaca, sintetizando los debates que se escuchan en varios grupos.
“¿Por qué vinimos? Para acompañar a los organismos”, dice Paula, desde la poesía. “Es muy importante estar presente y reforzar con esa presencia una exigencia: así no. Si no, parece que nos diluimos. Somos muchos ciudadanos en diferencia con este Gobierno”.
Paula, desde la literatura: “La declaración de Lopérfido se encuadra en todo un ataque a centros de la memoria, en un vaciamiento de proyecto y de programas que trabajan con la Memoria, Verdad y Justicia. Toca un lugar muy sensible de la sociedad: esto se manifestó en este ataque concreto formulado por un funcionario y por eso hay que acompañar a Madres y Abuelas. Es una cuestión de todos”.
Alicia, desde las artes plásticas: “No por qué vendrán estas declaraciones justo desde Cultura. No sé si es casual. Quizá haya cierta impunidad que pueda sentir este personaje. Que el secretario de Cultura sea tan inculto evidencia la brutalidad del régimen. Volcamos”.
Paula: “Lopérfido, que no viene del mismo palo del macrismo porque su origen es radical, parece que sobreactuó el discurso de derecha”.
Alicia: “En la Ciudad soportamos 8 años de vaciamiento sin reaccionar, quizá porque había un equilibrio a nivel nacional, pero en las condiciones actuales esta situación específica nos obliga a reaccionar y, con eso, nos abre las puertas para seguir encontrándonos y discutiéndonos y seguir buscando nuevos instrumentos de acción no sólo para enfrentar a un funcionario. Es un momento muy difícil. Muy delicado”.
Clara: “Hay que hacerse cargo. Nos toca a nosotros sostener la Memoria”.
Las cartas
Son las 21 y la reunión continúa. No hay más tuits. Hay aplausos para mantener el cuerpo en movimiento y un canto: “¡Ya se va, Lopérfido se va!”. Las conversaciones de las personas autoconvocadas, giran en torno a la coyuntura argentina: despidos, aumentos, represión. “Hay que hacer algo”.
A las 21:15, la reja se abre.
No está Estela de Carlotto, que se fue por otro acceso.
La que habla es Taty Almeida, Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora:
“La respuesta es una cachetada no solamente a los organismos de derechos humanos y a la memoria de nuestros hijos sino a toda la sociedad. Lamentablemente, no obtuvimos absolutamente nada. Siguen respaldando al funcionario Lopérfido. Eso sí: todos y todas lo declaramos persona no grata en cualquier tipo de acto que hagamos. Vamos a seguir, chicos”.
Mabel Careaga -hija de Esther Ballestrino de Careaga, una de las fundadoras de Madres, también desaparecida junto a Azucena Villaflor y Mary Ponce de Bianco- afirma que la única palabra concreta del Gobierno fueron unas cartas que Lopérfido les envió de manera individual. “Allí hace un racconto del marco en que se dieron las declaraciones que hizo, hace una historia personal de su lucha, dice que es humanista y que si las palabras nos ofendieron, pide disculpas. Pero en ningún momento dice que se equivocó ni que se retracta. Y para el Jefe de Gobierno eso amerita que lo sostenga en su puesto. Queremos que Lopérfido se retire del Consejo Ejecutivo del Parque de la Memoria”.
Taty Almeida sostiene que las declaraciones, además, sientan “un precedente para que otro funcionario opine y sea perdonado”. Aunque aclara: “El pueblo y los 30 mil no lo vamos a perdonar”. Y aclara: “Lopérfido no ha formulado sus disculpas públicamente”.
El grupo decide tomar la propuesta de los organismos: declarar persona no grata a Lopérfido “en cada sala de teatro, en cada cine, en cada espectáculo de la escena independiente”.
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83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

83 días.
Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.
83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.
83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.
83 días y seis intervenciones quirúrgicas.
83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo.
83 días hasta hoy.
Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro.
Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”.
Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).
Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca.
El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”.
La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».
La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería.
Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.
Esta es parte de la vida que no pudieron matar:
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La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen
Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.
Por María del Carmen Varela.
La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia.
La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.
Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.
La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional. A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.
Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.
Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro.
MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA
Viernes 30 de mayo, 20.30 hs
Entradas por Alternativa Teatral

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Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro

Una actriz que cautiva. Una historia que desgarra. Música en vivo. La obra Perla Guaraní volvió de la gira en España al Teatro Polonia (Fitz Roy 1475, CABA) y sigue por dos domingos. El recomendado de lavaca esta semana.
Por María del Carmen Varela
La sala del teatro Polonia se tiñe de colores rojizos, impregnada de un aroma salvaje, de una combustión entre vegetación y madera, y alberga una historia que está a punto de brotar: Perla es parte de una naturaleza frondosa que nos cautivará durante un cuarto de hora con los matices de una vida con espinas que rasgan el relato y afloran a través de su voz.
La tonada y la crónica minuciosa nos ubican en un paisaje de influjo guaraní. Un machete le asegura defensa, aunque no parece necesitar protección. De movimientos rápidos y precisos, ajusta su instinto y en un instante captura el peligro que acecha entre las ramas. Sin perder ese sentido del humor mordaz que a veces nace de la fatalidad, nos mira, nos habla y nos deslumbra. Pregunta: “¿quién quiere comprar zapatos? Vos, reinita, que te veo la billetera abultada”. Los zapatos no se venden. ¿Qué le queda por vender? La música alegre del litoral, abrazo para sus penas.

La actriz y bailarina Gabriela Pastor moldeó este personaje y le pone cuerpo en el escenario. Nacida en Formosa, hija de maestrxs rurales, aprendió el idioma guaraní al escuchar a su madre y a su padre hablarlo con lxs alumnxs y también a través de sus abuelxs maternxs paraguayxs. “Paraguay tiene un encanto muy particular”, afirma ella. “El pueblo guaraní es guerrero, resistente y poderoso”.
El personaje de Perla apareció después de una experiencia frustrante: Gabriela fue convocada para participar en una película que iba a ser rodada en Paraguay y el director la excluyó por mensaje de whatsapp unos días antes de viajar a filmar. “Por suerte eso ya es anécdota. Gracias a ese dolor, a esa herida, escribí la obra. Me salvó y me sigue salvando”, cuenta orgullosa, ya que la obra viene girando desde hace años, pasando por teatros como Timbre 4 e incluyendo escala europea.
Las vivencias del territorio donde nació y creció, la lectura de los libros de Augusto Roa Bastos y la participación en el Laboratorio de creación I con el director, dramaturgo y docente Ricardo Bartis en el Teatro Nacional Cervantes en 2017 fueron algunos de los resortes que impulsaron Perla guaraní.
Acerca de la experiencia en el Laboratorio, Gabriela asegura que “fue un despliegue actoral enorme, una fuerza tan poderosa convocada en ese grupo de 35 actores y actrices en escena que terminó siendo La liebre y la tortuga” (una propuesta teatral presentada en el Centro de las Artes de la UNSAM). Los momentos fundantes de Perla aparecieron en ese Laboratorio. “Bartís nos pidió que pusiéramos en juego un material propio que nos prendiera fuego. Agarré un mapa viejo de América Latina y dos bolsas de zapatos, hice una pila y me subí encima: pronto estaba en ese territorio litoraleño, bajando por la ruta 11, describiendo ciudades y cantando fragmentos de canciones en guaraní”.
La obra en la que Gabriela se luce, que viene de España y también fue presentada en Asunción, está dirigida por Fabián Díaz, director, dramaturgo, actor y docente. Esta combinación de talentos más la participación del músico Juan Zuberman, quien con su guitarra aporta la cuota musical imprescindible para conectar con el territorio que propone la puesta, hacen de Perla guaraní una de las producciones más originales y destacadas de la escena actual.
Teatro Polonia, Fitz Roy 1475, CABA
Domingos 18 y 25 de mayo, 20 hs
Más info y entradas en @perlaguarani
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