CABA
Ley de aborto: nuevo round
Con cifras regionales, la relatora Especial de los Derechos de la Mujer de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, Luz Patricia Mejía, dio comienzo a la segunda jornada de debate sobre aborto en la Cámara de Diputados. Mejía brindó el marco regional. El local: cifras del Ministerio de Salud de la Nación muestran que en Argentina se efectúan 460 mil interrupciones voluntarias del embarazo por año, que los abortos clandestinos son la principal causa de mortalidad materna y que 78 mil mujeres por año llegan a las guardias de hospitales públicos por complicaciones post aborto.Esta abogada venezolana, con amplia experiencia en derechos humanos, fue la disertante invitada del segundo encuentro organizado desde la comisión de Legislación Penal que comenzó el año pasado con la presentación de la experta de Human Rights Watch, la danesa Marianne Mollman, después de que por primera vez que este tema viera la luz en una comisión de la cámara baja. Dijo Mejía en su presentación: «He sido invitada para hablar, en el marco del debate por el aborto, sobre cómo el sistema interamericano ha venido abordando este tema para que todas las personas que tengan que tomar una decisión al respecto, pues tengan toda la información que desde una perspectiva de derechos humanos y de derechos de la mujer también se están debatiendo en el seno del sistema interamericano».
Panorama latinoamericano
La CIDH es un órgano autónomo de la Organización de Estados Americanos y hace tres meses había presentado en nuestro país un informe sobre salud reproductiva de la mujer. Mejía: «El organismo interamericano ha abordado casos de los derechos reproductivos de las mujeres a través de tres mecanismos: el primero, el mecanismo de casos individuales; el segundo, de soluciones amistosas; y el tercero, de informes temáticos. Hace tres meses presentamos informes sobre salud materna donde se remarca que la salud reproductiva de las mujeres debe ocupar un lugar de importancia en la agenda tanto legislativa como en las políticas públicas».
El informe se refiere a diversos casos de Bolivia, Paraguay, Guatemala. «En Costa Rica se encontró responsable al Estado por violación a los derechos humanos de las mujeres en la medida en que por una interpretación errada del derecho a la vida se prohibió a las mujeres la fertilización in vitro. Estamos demandando al Estado de Costa Rica por ese tema». Otros datos del continente: «En Canadá, de cada 100 mil mujeres, solo siete necesitan servirse de salud materna, mientras que en Haití, de cada 100 mujeres, seis tiene algún tipo de afectación por causas vinculadas a falta de servicios de salud materna. Estamos en un continente y en una región donde lo primero que salta a la vista es la brecha en materia de los derechos reproductivos de las mujeres».
Otros de los casos abordados por la CIDH fue el de Paulina Ramírez Jacinto, «una niña de 13 años víctima de violencia sexual quien tenía derecho, en el DF de México, al aborto legal, pero que fue impedida por médicos y asistentes de salud, a pesar de que su Constitución lo establece. También, con su mamá fueron víctimas de persecución por parte de funcionarios. Los médicos, manifestando objeción de conciencia, no la atendieron, causando importantes daños en la atención psicológica de la niña. La CIDH encontró al Estado de México como responsable de la violación de los derechos humanos de esta joven y se llegó a una reparación.»
De quién es el derecho a la vida
En Argentina, aseguró Mejía, «parte del debate jurídico que se da en la práctica es señalar que la Convención Americana establece el derecho a la vida, pero: ¿el derecho a la vida de quién?, ¿cuáles son los limites?, ¿hasta dónde los Estados tienen un mandato claro? La Convención establece el derecho a la vida ´en general´, en el entendido de que aquellos Estados que tenían el aborto establecido en su legislación también podían formar parte de la Convención, sin que eso supusiera una limitación de los derechos establecidos o un mandato para aquellos que no lo querían establecer, de tal manera que no puede ser interpretado de manera restrictiva». Sobre este punto neurálgico también se había expedido Mollman el año pasado, para disipar dudas alentadas desde sectores opuestos a la despenalización, que usaban a la legislación internacional como traba para avanzar hacia una ley de despenalización.
El nivel del debate
Como contexto del debate, en la entrada a la Cámara ambas posiciones repartían volantes, panfletos, colgaban carteles con fotos de fetos destrozados en gran tamaño, se paseaba también una chica con remera naranja con una leyenda de otra época: Matrimonio= Hombre y mujer, con un dibujito de la mamá y el papá de la mano con el hijito. Uno de los volantes que circulaban titulaba: «Defendé tu especie». En el se especificaba que el aborto aumenta la violencia hacia la mujer, no disminuye la mortalidad femenina, pone el riesgo la salud de una mujer y que abortar es discriminar. Como cierre: «Nadie tiene derecho a matar y menos a un inocente. Siempre es injusto matar a una persona. Pero es más injusto matar a una persona humana inocente». Para evitar cosas como estas es que las jornadas en el Congreso tratan de elevar el nivel del debate.
«Los problemas de salud materna son sólo de mujeres, pero parecería que las consecuencias de las enfermedades de los daños vinculados a la falta de salud materna son solo de mujeres; al igual que el problema del aborto y sus consecuencias. Los hombres no sufren estos problemas ni en sus cuerpos ni en su integridad física y psicológica. Sin embargo, sí es importante señalar que aunque los hombres no lo sufren, sí es un problema de hombres porque la dignidad y salud de las mujeres brinda la posibilidad de que tengamos un mundo más tolerante y equitativo», concluyó Mejía.

Muertes silenciadas
Después de la disertación, se abrió la instancia de preguntas de las diputadas. Ivana Bianchi, antes de hacer la suya, remarcó que en noviembre vino también una «señora de otro país» (refiriéndose a la danesa de Human Right). «A mi me gustaría escuchar a nuestra gente, gente de salud, abogados. Queremos un debate real». Finalmente peguntó sobre si la objeción de conciencia debería estar en un proyecto. «La objeción de conciencia es un derecho, es parte de la complejidad de este tema. El límite está en cuanto a si la falta de atención pone en riesgo la vida de una mujer», respondió la relatora. «Hay un alto porcentaje de muertes prevenibles. Muchas de las que mueren son pobres y no tienen acceso a la salud».
La diputada Victoria Donda fue agredida en la entrada y repudió, con el apoyo de otras legisladoras presentes, esos actos. «Más de tres mil mujeres, desde la llegada de la democracia, han muerto por abortos clandestinos, según cifras no oficiales», recordó.
Por su parte, la legisladora Cintia Hotton manifestó su enojo al señalar que propuso disertantes y que no obtuvo respuesta por parte del presidente de la comisión de Legislación Penal, Juan Carlos Vega. También enfatizó que la invitada actual tiene que ver con que «Vega se postula para ser integrante de la CIDH», y que por eso se siente «usada».
A su turno, Vega le respondió que en abril le había ofrecido a la diputada que propusiera a alguien idóneo, pero la respuesta de Hotton se tardó casi tres meses y recién fue efectuada la semana pasada.
Durante la disertación fue expulsada una de las asistentes antiaborto y hubo varios cruces con las diputadas de la oposición. En varias ocasiones, Vega tuvo que pedir que dejen hablar a la invitada y que prime el respeto. En el cierre se escucharon los cantos típicos pro aborto y calificativos tales como «Asesinas», «Genocidas».
Independientemente de esos elementos que estarán presentes seguramente en todas las jornadas de debate, se celebró la presencia de la invitada para seguir profundizado un debate que, al decir de Vega, «está silenciado en Argentina desde hace mucho tiempo». El legislador recordó que el primer proyecto data de 1936. «Tenemos desde el Congreso una larga deuda», sintetizó.
Los enemigos
¿Qué impide que la Argentina cuente con la despenalización del aborto?
Responde la diputada Cecilia Merchan: «Tenemos dos grandes contrincantes. El primero son esos sectores conservadores que en nombre de la vida dan un debate falso e hipócrita, que no tiene nada que ver con la realidad. Ninguna mujer quiere caer en esa situación, todas sabemos que es compleja: todas queremos vivir nuestras vidas libremente, tener familia y vivir como cada una decida. Creo que esos sectores que se oponen son los mismos que se opusieron a la ley de salud sexual, o a la de educación sexual, por lo tanto, son los que promueven el embarazo no deseado y, por lo tanto, el aborto clandestino. Y, por otro lado, tenemos otro gran contrincante que es el negocio clandestino. Cada año en Argentina se mueven 1.200 milllones de pesos en abortos clandestinos contra los 35 millones que tiene el programa de salud sexual. Estamos hablando de un gran negocio de grandes corporaciones a las que no les interesa que se legalice, sino en la clandestinidad para seguir enriqueciendo sus bolsillos».
CABA
Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.
Por María del Carmen Varela
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.
Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.
Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.
Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.
El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.
Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.
Continuará.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
CABA
La vida de dos mujeres en la Isla de la Paternal, entre la memoria y la lucha: una obra imperdible

Una obra única que recorre el barrio de Paternal a través de postas de memoria, de lucha y en actual riesgo: del Albergue Warnes que soñó Eva Perón, quedó inconcluso y luego se utilizó como centro clandestino de detención; al Siluetazo de los 80´, los restoranes notables, los murales de Maradona y el orfanato Garrigós, del cual las protagonistas son parte. Vanesa Weinberg y Laura Nevole nos llevan de la mano por un mapa que nos hace ver el territorio cotidiano en perspectiva y con arte. Una obra que integra la programación de Paraíso Club.
María del Carmen Varela
Las vías del tren San Martín, la avenida Warnes y las bodegas, el Instituto Garrigós y el cementerio de La Chacarita delimitan una pequeña geografía urbana conocida como La Isla de la Paternal. En este lugar de casas bajas, fábricas activas, otras cerradas o devenidas en sitios culturales sucede un hecho teatral que integra a Casa Gómez —espacio dedicado al arte—con las calles del barrio en una pintoresca caminata: Atlas de un mundo imaginado, obra integrante de la programación de Paraíso Club, que ofrece un estreno cada mes.
Sus protagonistas son Ana y Emilia (Vanesa Weinberg y Laura Nevole) y sus versiones con menos edad son interpretadas por Camila Blander y Valentina Werenkraut. Las hermanas crecieron en este rincón de la ciudad; Ana permaneció allí y Emilia salió al mundo con entusiasmo por conocer otras islas más lejanas. Cuenta el programa de mano que ambas “siempre se sintieron atraídas por esos puntos desperdigados por los mapas, que no se sabe si son manchas o islas”.


La historia
A fines de los ´90, Emilia partió de esta isla sin agua alrededor para conocer otras islas: algunas paradisíacas y calurosas, otras frías y remotas. En su intercambio epistolar, iremos conociendo las aventuras de Emilia en tierras no tan firmes…
Ana responde con las anécdotas de su cotidiano y el relato involucra mucho más que la narrativa puramente barrial. Se entrecruzan la propia historia, la del barrio, la del país. En la esquina de Baunes y Paz Soldán se encuentra su “barco”, anclado en plena isla, la casa familiar donde se criaron, en la que cada hermana tomó su decisión. Una, la de quedarse, otra la de marcharse: “Quien vive en una isla desea irse y también tiene miedo de salir”.
A dos cuadras de la casa, vemos el predio donde estaba el Albergue Warnes, un edificio de diez pisos que nunca terminó de construirse, para el que Eva Perón había soñado un destino de hospítal de niñxs y cuya enorme estructura inconclusa fue hogar de cientos de familias durante décadas, hasta su demolición en marzo de 1991. Quien escribe, creció en La Isla de La Paternal y vio caer la mole de cemento durante la implosión para la que se utilizó media tonelada de explosivos. Una enorme nube de polvo hizo que el aire se volviera irrespirable por un tiempo considerable para las miles de personas que contemplábamos el monumental estallido.
Emilia recuerda que el Warnes había sido utilizado como lugar de detención y tortura y menciona el Siluetazo, la acción artística iniciada en septiembre de 1983, poco tiempo antes de que finalizara la dictadura y Raúl Alfonsín asumiera la presidencia, que consistía en pintar siluetas de tamaño natural para visibilizar los cuerpos ausentes. El Albergue Warnes formó parte de esa intervención artística exhibida en su fachada. La caminata se detiene en la placita que parece una mini-isla de tamaño irregular, sobre la avenida Warnes frente a las bodegas. La placita a la que mi madre me llevaba casi a diario durante mi infancia, sin sospechar del horror que sucedía a pocos metros.
El siguiente lugar donde recala el grupo de caminantes en una tarde de sábado soleado es el Instituto Crescencia Boado de Garrigós, en Paz Soldán al 5200, que alojaba a niñas huérfanas o con situaciones familiares problemáticas. Las hermanas Ana y Emilia recuerdan a una interna de la que se habían hecho amigas a través de las rejas. “El Garrigós”, como se lo llama en el barrio, fue mucho más que un asilo para niñas. Para muchas, fue su refugio, su hogar. En una nota periodística del portal ANRed —impresa y exhibida en Casa Gómez en el marco de esta obra— las hermanas Sosa, Mónica y Aída, cuentan el rol que el “Garri” tuvo en sus vidas. Vivían con su madre y hermanos en situación de calle hasta que alguien les pasó la información del Consejo de Minoridad y de allí fueron trasladas hasta La Paternal. Aída: “Pasar de la calle a un lugar limpio, abrigado, con comida todos los días era impensable. Por un lado, el dolor de haber sido separadas de nuestra madre, pero al mismo tiempo la felicidad de estar en un lugar donde nos sentimos protegidas desde el primer momento”. Mónica afirma: “Somos hijas del Estado” .
De ser un instituto de minoridad, el Garrigós pasó a ser un espacio de promoción de derechos para las infancias dependiente de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia de Argentina (SENAF), pero en marzo de este año comenzó su desmantelamiento. Hubo trabajadorxs despedidxs y se sospecha que, dado el resurgimiento inmobiliario del barrio, el predio podría ser vendido al mejor postor.
El grupo continúa la caminata por un espacio libre de edificios. Pasa por la Asociación Vecinal Círculo La Paternal, donde Ana toma clases de salsa.
En la esquina de Bielsa (ex Morlote) y Paz Soldán está la farmacia donde trabajaba Ana. Las persianas bajas y los estantes despojados dan cuenta de que ahí ya no se venden remedios ni se toma la presión. Ana cuenta que post 2001 el local dejó de abrir, ya que la crisis económica provocó que varios locales de la zona se vieran obligados a cerrar sus puertas.
La Paternal, en especial La Isla, se convirtió en refugio de artistas, con una movida cultural y gastronómica creciente. Dejó de ser una zona barrial gris, barata y mal iluminada y desde hace unos años cotiza en alza en el mercado de compra-venta de inmuebles. Hay más color en el barrio, las paredes lucen murales con el rostro de Diego, siempre vistiendo la camiseta roja del Club Argentinos Juniors . Hay locales que mutaron, una pequeña fábrica ahora es cervecería, la carnicería se transformó en el restaurante de pastas Tita la Vedette, y la que era la casa que alquilaba la familia de mi compañera de escuela primaria Nancy allá por los ´80, ahora es la renovada y coqueta Casa Gómez, desde donde parte la caminata y a donde volveremos después de escuchar los relatos de Ana y Emilia.
Allí veremos cuatro edificios dibujados en tinta celeste, enmarcados y colgados sobre la pared. El Garrigós, la farmacia, el albergue Warnes y el MN Santa Inés, una antigua panadería que cerró al morir su dueño y que una década más tarde fuera alquilada y reacondicionada por la cheff Jazmín Marturet. El ahora restaurante fue reciente ganador de una estrella Michelín y agota las reservas cada fin de semana.
Lxs caminantes volvemos al lugar del que partimos y las hermanas Ana y Emilia nos dicen adiós.
Y así, quienes durante una hora caminamos juntxs, nos dispersamos, abadonamos La Isla y partimos hacia otras tierras, otros puntos geográficos donde también, como Ana y Emilia, tengamos la posibilidad de reconstruir nuestros propios mapas de vida.
Atlas de un mundo imaginado
Sábados 9 y 16 de agosto, domingos 10 y 17 de agosto. Domingo 14 de septiembre y sábado 20 de septiembre
Casa Gómez, Yeruá 4962, CABA.
Actualidad
Discapacidad: “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”

Se concretó este martes la marcha de personas con discapacidad y familiares, frente a quienes el gobierno hizo más de lo mismo: envió Policía y Gendarmería a amedrentarlos y amenazarlos, pese a que no estaban siquiera rompiendo el protocolo. Los gendarmes y policías tuvieron así la notable actitud de empujar y agredir a manifestantes con discapacidad que estaban reclamando pacíficamente por la motosierra aplicada a sus tratamientos, lo cual rompe toda frontera de la palabra «vulnerable».
Compartimos aquí la crónica realizada por el diario autogestivo Tiempo Argentino al respecto, reflejo de lo que está ocurriendo en el país.
Por Tiempo Argentino
Fotos: Antonio Becerra.
En protesta por el veto presidencial a la Ley de Emergencia, organizaciones de personas con discapacidad concentraron frente al Congreso, rodeado por policías y gendarmes. El reclamo se multiplicó en distintos puntos del país.
“Vallaron todo, nos rodearon de una manera exagerada. No es una movilización agresiva, nunca lo fue. No era necesaria tanta policía, tanta militarización”, criticaba Fernanda Abalde mientras emprendía la retirada de la masiva concentración frente al Congreso contra el veto de Javier Milei a la Ley de Emergencia en Discapacidad. Coordinadora de un centro de profesionales en neurodesarrollo y hermana de una persona con discapacidad a quien le recortaron las pensiones, sufre en carne propia el ajuste y el maltrato sobre el sector, que afecta tanto a prestadores como familias.
“Hay mucho maltrato del sistema a las familias, no es un sistema accesible. No solo en lo económico, es agresivo. Este año fue terrible. Hasta junio no estaban autorizados tratamientos presentados en noviembre del año pasado, por ejemplo. Siempre hubo un golpe a la discapacidad, pero este año fue muy atípico, recortaron muchos tratamientos, demoraron las autorizaciones, se planchó el nomenclador”, enumeró Abalde, coordinadora de Pulsar NeuroSocial y miembro del colectivo de Prestadores en Unidad CABA y GBA. “Es un sector con mucha demanda y se lo está desmantelando. Hay muchas familias que no pueden costear sus tratamientos”, lamentó en diálogo con Tiempo.

Represión como respuesta
La protesta había comenzado 11.30. Pasado el mediodía la concentración ya era masiva y comenzó el operativo represivo, con un número desproporcionado de efectivos de Policía Federal y Gendarmería que empujaban incluso a grupos de manifestantes entre los que había personas en silla de ruedas que gritaban contra el veto y solo portaban carteles por los derechos de las personas con discapacidad.

La Ley de Emergencia en Discapacidad busca revertir un panorama que por estos días es desolador. Según un informe reciente de la Red por los Derechos de las Personas con Discapacidad (REDI), la pensión por invalidez laboral está congelada en $217.000 y una maestra de integración en la escuela común cobra solo $3.000 la hora, con una demora de 180 días. Todo esto, mientras se recortaron pensiones por discapacidad y la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) proyecta recortar otros cientos de miles. Se trata de pensiones de 270 mil pesos, más un bono que lleva el total a poco más de 300 mil.
“Uno va pidiendo ayuda en la familia, se hace lo que se puede. Pero esperemos que este hombre recapacite”, pidió ante las cámaras Olga, una jubilada que marchó ante el Congreso, dirigiéndose a Milei. “Hay remedios que tuve que suspender. Hay muchas cosas que tienen que cambiar en la casa para poder subsistir. Para poder seguir adelante por mi hija”, dijo a C5N.

Un reclamo federal
La masiva protesta frente al Congreso se replicó también en distintos puntos del país. “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”, había anunciado la Asamblea De Trabajadores de Inclusión (ATI) al convocar para este martes a una Jornada Federal por la Ley de Emergencia en Discapacidad.
Córdoba fue escenario de las protestas más concurridas. Desde la Plaza San Martín de Córdoba Capital, Virginia Els –presidenta de la Cámara de Prestadores de Discapacidad de Córdoba (Capredis)- destacó el gran número de familias que se sumó a reclamar, junto a prestadores, transportistas y profesionales. “El veto incrementó el reclamo. Ahora estamos intentando alzar la voz para que los diputados escuchen el reclamo y vuelvan a votar la ley con los dos tercios necesarios para que se sostenga. Fue algo multitudinario, con mucha más participación de familias que antes”, resaltó.

Los motivos de protesta son varios, pero todos tienen que ver con frenar el maltrato y el ajuste sobre el sector, ante una política cruel que afecta a todos los actores del circuito. “Reclamamos que se actualicen los aranceles, que se contemplen otros criterios para las auditorías. El tema de las prestaciones está en una etapa crítica: las instituciones están cerrando”, advirtió.
El embate contra el sector es tal que está generando un nivel de unidad inédito: “En Córdoba, prestadores, instituciones, profesionales independientes, familias, personas con discapacidad, estamos todos muy unidos. Estamos todos trabajando a la par. Es algo que nunca había sucedido. Nos unió el espanto”, resumió Els.
Franco Muscio, terapista ocupacional al frente de un centro de día en la zona de Sierras Chicas, se acercó a la capital provincial para participar de la protesta. “El servicio es cada vez más precario, una situación alarmante y angustiante y un Estado nacional que no da respuesta. Este año es imposible sostener las prestaciones. Cada vez hay más recortes. No sé cómo vamos a seguir. Las familias son las más perjudicadas”, sentenció ante las cámaras. “Sin espacios como los nuestros, se pierde calidad de vida. Hace diez años que estoy en esto. Nunca había pasado algo así”.

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