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Maniobra judicial contra Madres

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Vecinos, vecinas, militantes, organismos, diputados nacionales y sindicatos se convocaron a un abrazo a la sede de la Asociación Madres de Plaza de Mayo ante la amenaza de un juez comercial de incautar el Archivo Histórico del organismo, que documenta 42 años de lucha y memoria colectiva. El síndico de la quiebra se apersonó en el lugar pero no pudo ingresar. Qué hay detrás de esta medida judicial, a pesar de que la Cámara Comercial falló a favor de las Madres.
“No es acopio de sobras, no es acumulación de papeles, no es el murmullo de los necios ni es negocio o mercancía. Son textos que fecundan del dolor, permiten irrumpir la deshonestidad de tu silencio, desaprender el miedo y la maleza de egoísmo, y advertir al enemigo exacto que saquea tus sueños. Son trazos de manos llorosas y combativas, son el brote de miles de pasos en la Plaza de Mayo. Son las semillas de los gritos testigos de resistencia. Es el derribo del infame, la destrucción del cinismo, son palabras más fuertes que el mar y que el viento”.
Durante dos minutos y nueve segundos, las voces Elsa de Manzotti, Evel de Petrini, Rosa de Camarotti, Visitación de Loyola y Chela de Prósperi (fallecida en septiembre) poetizan en un video la construcción histórica del Archivo Histórico de las Madres de Plaza de Mayo, que este 2019 cumplió 42 años de memoria colectiva y que este lunes la sociedad defendió en la calle.
Es que las Madres llamaron a un abrazo a la sede del organismo a las 11 de la mañana, luego que el juez comercial Javier Perillo ordenara la semana pasada un allanamiento al Archivo, una medida que la institución denunció como “la apropiación de todo el material de 42 años de lucha por los derechos humanos”. El pedido lo realizó el interventor del Instituto Universitario Nacional de Derechos Humanos Madres de Plaza de Mayo (IUNMa), Javier Buján, designado en ese puesto por el ministro de Justicia, Germán Garavano, cuando se dispuso la intervención de esa institución.
Por esa razón, desde temprano, vecinos, vecinas, militantes, sindicatos y diputados nacionales como Horacio Pietragalla y Walter Correa se acercaron hasta la puerta del organismo, en Hipólito Yrigoyen 1584. Pasadas las 11:15, la persona que se hizo presente fue Edgardo Truffat, el síndico de la quiebra, que no pudo ingresar debido a la cantidad de gente que había en el lugar. En ningún momento las Madres salieron del edificio. Luego de permanecer casi diez minutos sin poder avanzar un paso, Truffat se dio media vuelta y trató de retirarse. Lo rodearon periodistas, movileros, seis efectivos de la Policía de la Ciudad y algunos vecinos que no dejaron de cantar: “Si la tocan a las Madres qué quilombo se va a armar”.
Truffat dijo a los medios que se había acercado para realizar un inventario.
Y se despidió diciendo: “Las Madres están en quiebra”.
Pese a lo que consideraron una provocación, lo que demostró este lunes es que las Madres no están solas.
Un fallo contra la Cámara
En las horas previas, Madres difundió un comunicado en el que denunciaban que el operativo carecía de fundamentos legales y evidenciaba “fines políticos” porque lo dispuesto por el juez Perillo soslaya “toda legalidad y Estado de Derecho”. En ese sentido, subrayaron que el 27 de noviembre del 2018, la Sala B de la Cámara Comercial dictó un fallo -firmado por las camaristas Matilde Ballerini y María L. Gómez Alonso de Díaz Cordero- en el que sostiene que las actividades de las Madres están fuera del código comercial y son de “interés público y social”.
Sin embargo, lo que hay detrás de esta medida puede explicarse en estos puntos:

  1. El juez Fernando Javier Perillo, a cargo del Juzgado Comercial Nº 13, decretó la quiebra de la Fundación en junio de 2017 a raíz de las deudas acumuladas tras el derrumbe del programa de construcción de viviendas e inclusión social denominado “Sueños Compartidos”, dependiente de la Fundación, y de la estafa de los hermanos Schoklender, investigada en el fuero federal. Frente a Madres, quienes se acercaban destacaban la importancia de este dato: lo que está en quiebra es la Fundación, y no la Asociación, que es el colectivo de las Madres, creada en 1979 y vinculada a la promoción y defensa de los derechos humanos.
  2. Por la quiebra, el juez Perillo dispuso la inhibición de los bienes de la Fundación y su incautación.
  3. Como se mostró al comienzo, las Madres califican el Archivo como uno de los más grandes de América Latina en el campo de los derechos humanos. No tiene valor económico y comercial. Y, por lo tanto, es ajeno al objeto procesal de la investigación de Perillo.
  4. El gris es que, entre los bienes a inventariar e incautar, está la propia sede de las Madres, en la que se encuentra el Archivo. Allí funcionó la Universidad Popular de las Madres. Cuando se estatizó por ley, en diciembre de 2014, se creó el Instituto Universitario Nacional de Derechos Humanos Madres de Plaza de Mayo (IUNMa), el primero en América Latina en su temática. La ley dispuso –además- que el Instituto pase a depender del Ministerio de Justicia. Cuando asumió Cambiemos, el actual titular de la cartera, Germán Garavano, nombró como “rector-normalizador” (en Madres hablan de “intervención”) a Javier Buján, juez de la Ciudad ligado al presidente de Boca y operador del macrismo, Daniel Angelici. Su propósito, cuentan los trabajadores, fue desnaturalizar el proyecto.
  5. Buján se presentó en la causa de la quiebra y sostuvo que si la Universidad había pasado al Estado, entonces el edificio también debía pasar al Estado. Con el enroque que produjo la nueva ley, el interventor esgrimió que, al haber empleados del Estado trabajando allí (los trabajadores pasaron a cobrar su salario desde el Ministerio de Justicia), y como todo trabajador público se desempeña en oficinas públicas, ese edificio pertenecía al IUNMa. Por eso, hubo 17 trabajadores que decidieron renunciar a sus sueldos y obras sociales para poder seguir trabajando junto a las Madres.
  6. El tema adquiere una nueva complejidad porque el edificio de la sede de Madres es un “préstamo con cargo” del Banco Nación: eso quiere decir que, si no cumple con la función para la que fue destinado (“realizar actividades en defensa de los Derechos Humanos, en los términos del artículo 1826 del Código Civil”), debe volver al Banco. Esto quiere decir que el edificio no puede entrar en la quiebra como una acreencia para dividir entre los acreedores. Lo que revela entonces la acción de Perillo es que la intervención del Gobierno es quedarse con el inmueble.
  7. Lo que Perillo quiere hacer, a través de la sindicatura a cargo de la quiebra, es un inventario de las cosas de la sede para determinar qué es de la Asociación y qué de la Fundación.
  8. Las Madres ya permitieron la realización de ese inventario en cinco oportunidades, pero entienden que el Archivo es ajeno a esa tarea, porque no tiene nada que ver con la Fundación. Ejemplo: hay materiales de 1977, cuando la Fundación se creó en 2005.

Esto es lo que estuvo en juego en la puerta de las Madres a las 11 de la mañana.
Truffat se retiró entre efectivos de la Policía de la Ciudad.
En Madres, mientras tanto, al cierre de esta nota aún aguardaban qué decisión tomará el juez Perillo.
Hebe: “Pudimos socializar la maternidad”
Minutos después de que Truffat se retirara, la presidenta de la Asociación, Hebe de Bonafini, salió por primera vez a hablar. Y dijo:

  • “La verdad que estoy emocionada, contenta. A pesar de todo. Agradecida a la prensa que vino. Ahora esperemos que lo publiquen bien. Y si lo publican mal, al menos dicen algo. Que nos nombren. La verdad es que estas batallas que las Madres venimos llevando adelante desde hace 42 años, no son nuevas. Estas batallas las empezamos aquel día con monseñor Graselli, donde nos trataban tan mal en la iglesia de la Marina (Stella Maris). Él tenía un archivo enorme y las Madres íbamos. Cuando todavía no estábamos organizadas. Ahí empezaron nuestras batallas.
  • Y cada vez nos trataban peor. La última vez nos hicieron sacar hasta los zapatos y es ahí cuando Azucena (Villaflor de De Vicenti, una de las fundadoras de Madres, quien fue desaparecida y arrojada al mar, junto a María Esther de Careaga y María Ponce de Bianco, en el mismo operativo que hizo desaparecer a las monjas francesas Alice Domon y Leonie Duquet) dice “basta, no vengamos más acá, porque estos tipos son unos hijos de puta y lo único que hacen es burlarse de nosotros. Vayamos a Plaza de Mayo a llevar una carta al presidente”. Fue una de las primeras batallas.
  • De ahí en adelante todas fueron batallas. La única que no hemos podido ganar hasta ahora fue encontrarnos con nuestros hijos. Pero sí pudimos socializar la maternidad y hacer que ahora miles y miles de hijos asuman las responsabilidad de levantar las mismas banderas que los nuestros, para seguir ayudando a ganar grandes y pequeñas batallas.
  • Esta casa, como ya les dije, es de todos. Esta casa no es de las Madres. La hicimos, la defendemos y la cuidamos con el mismo criterio con que nuestros hijos dieron la vida, por los otros y para los otros. Esto es para las futuras generaciones, para sus hijos y sus nietos. Ya tenemos visitas guiadas que pueden venir cuando quieran a conocer más profundamente la casa y la historia de las Madres. La historia es siempre de batalla, de resistencia, de no claudicar, de no callarnos. Y de decir la verdad por más dura que sea.
  • Ese no callarnos nos cuesta esto. Si fuéramos buenas, prolijitas y estuviéramos calladas haciéndonos las pacifistas… Somos pacificas pero no pacifistas, que son cosas bien diferentes. El día de hoy es un día para la historia, donde el pueblo vino a defender lo que le pertenece, que es esta casa con el Archivo, todo lo que tiene adentro y lo que las Madres pensamos dejar para sus hijos, sus nietos y su familia. No importa qué pase, qué diga el juez, qué diga el síndico. Es todo tan falso y tan siniestro y tan mentiroso, que la verdad no se puede decir más que me chupa un huevo”.

La palabra de Abuelas
En la calle siguen los cantos.
La espera se convirtió en un abrazo en estado de alerta, mientras llega la nueva resolución del juez. Durante el día también sucedió algo histórico: Abuelas de Plaza de Mayo repudió “la persecución” a Madres en un comunicado (https://www.abuelas.org.ar/noticia/repudiamos-la-persecucion-a-la-asociacion-madres-de-plaza-de-mayo-1115), en el que exigió que “tanto la justicia como el gobierno respeten el trabajo histórico de los organismos de derechos humanos, que día a día luchamos por mantener viva la memoria colectiva para las futuras generaciones”.
En ese sentido, siguen resonando las palabras de Elsa, Evel, Rosa, Visitación y Chela, quienes en ese video de dos minutos y nueve segundos, explican mejor que nadie qué significa el Archivo.
“Es una resonancia mucho más allá del texto. Almas tangibles, suspiros, encuentros. Son suspiros y canto sin acento ni lenguaje. Es empatía de maternaje incomprensible. Es una mirada, un rostro ajeno que incomoda. Es remedio al veneno de la violencia. Es verdad armoniosa y libertad arriesgada. Es poesía, es el otro. Es una piel abrazada al tiempo. Es pulso y sangre renovada. Es un triunfo de la memoria, de abrazos terrenales y no tanto. Es un eco de conciencia, camino y retorno de futuro. Es amor absurdo. Es vida”.
 

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83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

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Pablo Grillo
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83 días.

Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.

83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.

83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.

83 días y seis intervenciones quirúrgicas.

83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo. 

83 días hasta hoy. 

Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro. 

Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”. 

Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).

Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca. 

El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”. 

La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».

La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería. 

Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.

Esta es parte de la vida que no pudieron matar:

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La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen

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Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.

Por María del Carmen Varela.

La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen

La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia. 

La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.

Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.

La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional.  A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.

Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.

Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro. 

MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA

Viernes 30 de mayo, 20.30 hs

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Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro

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Una actriz que cautiva. Una historia que desgarra. Música en vivo. La obra Perla Guaraní volvió de la gira en España al Teatro Polonia (Fitz Roy 1475, CABA) y sigue por dos domingos. El recomendado de lavaca esta semana.

Por María del Carmen Varela

La sala del teatro Polonia se tiñe de colores rojizos, impregnada de un aroma salvaje, de una combustión entre vegetación y madera, y alberga una historia que está a punto de brotar: Perla es parte de una naturaleza frondosa que nos cautivará durante un cuarto de hora con los matices de una vida con espinas que rasgan el relato y afloran a través de su voz.

La tonada y la crónica minuciosa nos ubican en un paisaje de influjo guaraní. Un machete le asegura defensa, aunque no parece necesitar protección. De movimientos rápidos y precisos, ajusta su instinto y en un instante captura el peligro que acecha entre las ramas. Sin perder ese sentido del humor mordaz que a veces nace de la fatalidad, nos mira, nos habla y nos deslumbra. Pregunta: “¿quién quiere comprar zapatos? Vos, reinita, que te veo la billetera abultada”. Los zapatos no se venden. ¿Qué le queda por vender? La música alegre del litoral, abrazo para sus penas.

Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro
Gabriela Pastor en escena. Detrás, Juan Zuberman interpreta a un ciego que toca la guitarra.

La actriz y bailarina Gabriela Pastor moldeó este personaje y le pone cuerpo en el escenario.  Nacida en Formosa, hija de maestrxs rurales, aprendió el idioma guaraní al escuchar a su madre y a su padre hablarlo con lxs alumnxs y también a través de sus abuelxs maternxs paraguayxs. “Paraguay tiene un encanto muy particular”, afirma ella. “El pueblo guaraní es guerrero, resistente y poderoso”.

El personaje de Perla apareció después de una experiencia frustrante: Gabriela fue convocada para participar en una película que iba a ser rodada en Paraguay y el director la excluyó por mensaje de whatsapp unos días antes de viajar a filmar. “Por suerte eso ya es anécdota. Gracias a ese dolor, a esa herida, escribí la obra. Me salvó y me sigue salvando”, cuenta orgullosa, ya que la obra viene girando desde hace años, pasando por teatros como Timbre 4 e incluyendo escala europea.

Las vivencias del territorio donde nació y creció, la lectura de los libros de Augusto Roa Bastos y la participación en el Laboratorio de creación I con el director, dramaturgo y docente Ricardo Bartis en el Teatro Nacional Cervantes en 2017 fueron algunos de los resortes que impulsaron Perla guaraní.

Acerca de la experiencia en el Laboratorio, Gabriela asegura que “fue un despliegue actoral enorme, una fuerza tan poderosa convocada en ese grupo de 35 actores y actrices en escena que terminó siendo La liebre y la tortuga” (una propuesta teatral presentada en el Centro de las Artes de la UNSAM). Los momentos fundantes de Perla aparecieron en ese Laboratorio. “Bartís nos pidió que pusiéramos en juego un material propio que nos prendiera fuego. Agarré un mapa viejo de América Latina y dos bolsas de zapatos, hice una pila y me subí encima: pronto estaba en ese territorio litoraleño, bajando por la ruta 11, describiendo ciudades y cantando fragmentos de canciones en guaraní”.

La obra en la que Gabriela se luce, que viene de España y también fue presentada en Asunción, está dirigida por Fabián Díaz, director, dramaturgo, actor y docente. Esta combinación de talentos más la participación del músico Juan Zuberman, quien con su guitarra aporta la cuota musical imprescindible para conectar con el territorio que propone la puesta, hacen de Perla guaraní una de las producciones más originales y destacadas de la escena actual.

Teatro Polonia, Fitz Roy 1475, CABA

Domingos 18 y 25 de mayo, 20  hs

Más info y entradas en @perlaguarani

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