Nota
México duele
Rubén Espinosa tenía 31 años y mucho miedo. Era fotógrafo, activista y estaba comprometido con denunciar el asesinato de periodistas en Veracruz, México, donde gobierna un terror que él definía así: “»Es triste pensar en Veracruz, no hay palabras para decir lo mal que está ese Estado, ese gobierno, la prensa, y lo bien que está la corrupción. La muerte escogió a Veracruz, la muerte decidió vivir ahí”. Desde junio, Rubén se refugió en el DF para huir de la persecución, que denunció ante la justicia y los medios. El viernes pasado lo torturaron y asesinaron en el departamento de unas amigas. Las cuatro fueron violadas, torturadas y asesinadas como él: con un tiro en la cara. La justicia investiga esta masacre con una perspectiva cómplice: lo caratularon de robo, según anunció el Procurador General Rodolfo Ríos Garza en conferencia de prensa.
Desde 2011, con el gobernador de Veracruz es Javier Duarte, del PRI. Desde entonces han sido asesinados en su territorio 15 reporteros. Rubén lo fotografió en dos oportunidades y esos retratos sembraron su miedo. El último fue el que sirvió de portada de la revista Proceso, que no llegó a venderse ya que grupos afines al gobernador la retiraron de circulación el mismo día de su salida.
El jueves por la noche, Rubén fue a una fiesta en casa de sus amigas. Se quedó a dormir. No se sabe aún la hora, pero en ese departamento sucedió la masacre. Nadia Vera estaba de visita en el DF y también se quedó a dormir en ese departamento. Era antropóloga y organizadora de muestras de arte, activista social e integrante del movimiento Yosoy132. Fue violada, torturada con un palo de metal que introdujeron en su vagina y rematada con un tiro en la cara. Yesenia Quiroz Alfaro tenía 19 años y era egresada de la carrera de Diseño. También estaba de visita. También fue violada, torturada y asesinada a quemarropa. Las otras dos mujeres no fueron identificadas por sus nombres. Se sabe que una era la deuña de casa y otra la empleada doméstica. Ellas estaban tiradas junto al cuerpo de Rubén. Todos fueron encontrados recién en la noche del viernes. El domingo fue el día de la movilización que exigió justicia para esta masacre.
De acuerdo la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), entre 2000 y 2014 se cuantificaron 87 homicidios a periodistas, una cifra que la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (Feadle) eleva a 102.
Para poner estos datos en contexto, otra cifra de lo que hoy significa el narco Estado mexicano: sólo en Acapulco, en lo que va de este año en ya suman 474 víctimas de homicidios violentos en los que estuvo involucrada la delincuencia organizada.
México duele.
México exige Nunca Más

El recuerdo a Rubén Espinosa por parte de los reporteros gráficos en la final de la Copa Libertadores

Rubén Espinosa en una acción para exigir justicia por la matanza de periodistas

Jesenia, 19 años, egresada de la carrera de Diseño, violada, torturada y asesinada
Fotogalería de Rubén Espinosa
Más fotos de Rubén Espinosa, en @espinosafoto
Nota
Proyecto Litio: un ojo de la cara (video)

En un video de 3,50 minutos filmado en Jujuy habla Joel Paredes, a quien las fuerzas de seguridad le arrancaron un ojo de un balazo mientras se manifestaba con miles de jujeños, en 2023. Aquella represión traza un hilo conductor entre la reforma (in) constitucional de Jujuy votada a espaldas del pueblo en 2023, y lo que pasó un año después a nivel nacional con la aprobación de la Ley Bases y la instauración del RIGI (Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones).
Pero Joel habla de otras cuestiones: su pasión por la música como sostén. El ensayo artístico que no se concretó aquella vez. Lo que le pasa cada día al mirarse al espejo. La búsqueda de derechos por los hijos, y por quienes están siendo raleados de las tierras. Y la idea de seguir adelante, explicada en pocas palabas: “El miedo para mí no existe”.
Proyecto Litio es una plataforma (litio.lavaca.org) que incluye un teaser de 22 minutos, un documental de casi una hora de duración que amplía el registro sobre las comunidades de la cuenca de las Salinas Grandes y Laguna Guayatayoc, una de las siete maravillas naturales de Argentina, que a la par es zona de sequía y uno de los mayores reservorios de litio del mundo.
Además hay piezas audiovisuales como la que presentamos aquí. La semana pasada fue Proyecto Litio: el paisaje territorial, animal y humano cuando el agua empieza a desaparecer.
Esos eslabones se enfocan en la vida en las comunidades, la economía, la represión y la escasez del agua en la zona.
Litio está compuesto también por las noticias, crónicas y reportajes que venimos realizando desde lavaca.org y que reunimos en esta plataforma.
Un proyecto del que podés formar parte, apoyando y compartiendo.
El video de 3,50 minutos
Nota
Orgullo

Texto de Claudia Acuña. Fotos de Juan Valeiro.
Es cortita y tiene el pelo petiso, al ras en la sien. La bandera se la anudó al cuello, le cubre la espalda y le sobra como para ir barriendo la vereda, salvo cuando el viento la agita. Se bajó del tren Sarmiento, ahí en Once. Viene desde Moreno, sola. Un hombre le grita algo y eso provoca que me ponga a caminar a su lado. Vamos juntas, le digo, pero se tiene que sacar los auriculares de las orejas para escucharme. Entiendo entonces que la cumbia fue lo que la protegió en todo el trayecto, que no fue fácil. Hace once años que trabaja en una fábrica de zapatillas. Este mes le suspendieron un día de producción, así que ahora es de lunes a jueves, de 6 de la mañana a cuatro de la tarde. Tiene suerte, dirá, de mantener ese empleo porque en su barrio todos cartonean y hasta la basura sufre la pobreza. Por suerte, también, juega al fútbol y eso le da la fuerza de encarar cada semana con torneos, encuentros y desafíos. Ella es buena jugando y buena organizando, así que se mantiene activa. La pelota la salvó de la tristeza, dirá, y con esa palabra define todo lo que la rodea en el cotidiano: chicos sin futuro, mujeres violentadas, persianas cerradas, madres agotadas, hombres quebrados. Ella, que se define lesbiana, tuvo un amor del cual abrazarse cuando comenzó a oscurecerse su barrio, pero la dejó hace apenas unas semanas. Tampoco ese trayecto fue fácil. Lloró mucho, dirá, porque los prejuicios lastiman y destrozan lazos. Hoy sus hermanas la animaron a que venga al centro, a alegrarse. Se calzó la bandera, la del arco iris, y con esa armadura más la cumbia, se atrevió a buscar lo difícil: la sonrisa.
Eso es Orgullo.

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org
Al llegar al Congreso se pierde entre una multitud que vende bebidas, banderas, tangas, choripán, fernet, imanes, aros, lo que sea. Entre los puestos y las lonas que cubren el asfalto en tres filas por toda Avenida de Mayo hasta la Plaza, pasea otra multitud, mucho más escasa que la de otros años, pero igualmente colorida, montada y maquillada. El gobierno de las selfies domina la fiesta mientras del escenario se anuncian los hashtag de la jornada. Hay micros convertidos en carrozas a fuerza de globos y música estridente. Y hay jóvenes muy jóvenes que, como la chica de Moreno, buscan sonreír sin miedo.
Eso es Orgullo.

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org
Sobre diagonal norte, casi rozando la esquina de Florida, desde el camión se agita un pañuelazo blanco, en honor a las Madres, con Taty Almeyda como abanderada. Frente a la embajada de Israel un grupo agita banderas palestinas mientras en las remeras negras proclaman “Nuestro orgullo no banca genocidios”. Son quizá las únicas manifestaciones políticas explícitas, a excepción de la foto de Cristina que decora banderas que se ofrecen por mil pesos y tampoco se compran, como todo lo mucho que se ofrece: se ve que no hay un mango, dirá la vendedora, resignada. Lo escaso, entonces, es lo que sobra porque falta.
Y no es Orgullo.

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org
Nota
Cómo como 2: Cuando las marcas nos compran a nosotros

(Escuchá el podcast completo: 7 minutos) Coca Cola, Nestlé, Danone & afines nos hacen confiar en ellas como confiaríamos en nuestra abuela, nos cuenta Soledad Barruti. autora de los libros Malcomidos y Mala leche. En esta edición del podcast de lavaca, Soledad nos lleva a un paseíto por el infierno de cómo se produce, la cuestión de la comida de verdad, y la gran pregunta: ¿quiénes son los que realmente nos alimentan?
El podcast completo:
Con Sergio Ciancaglini y la edición de Mariano Randazzo.

Revista MuHace 4 semanasMu 208: Lara Brenda Morena

#NiUnaMásHace 4 semanasUn mes sin Brenda, Lara y Morena: lo que se sabe de la trama narcofemicida

Soberanía AlimentariaHace 4 semanasMiryam Gorban: hasta siempre, maestra

Derechos HumanosHace 4 semanasEstela, 95 años y 140 nietos recuperados: ¡que los cumplas feliz!

RadiolavacaHace 4 semanasCómo como 1: El mundo desde la mesa




















