CABA
#NoSobraNadie: caravana del INTI por la reincorporación
Las trabajadoras y los trabajadores del INTI realizaron una enorme caravana desde el predio en General Paz hasta el Ministerio de Trabajo por la reincorporación de los 258 despedidos. Hubo micros, camiones y trabajadores que fueron hasta en bicicleta, todos con pecheras que sintetizaban un canto único: “No sobra nadie”. En Capital, la caravana se convirtió en una movilización de 10 mil personas y en una cartografía de los sectores en conflicto en Argentina, que confluyó a los profesionales despedidos del Hospital Posadas, del Ministerio de Hacienda y de los Yacimientos de Río Turbio, entre otros. Testimonios en los camiones y en las calles que subrayan un mismo sentido: “Hasta que no nos reincorporen el conflicto no se termina”.
Sara Reidel tiene 29 años, es bioquímica, trabajaba en un servicio que prueba implantes para que no resulten tóxicos en los cuerpos y ahora está subida a un camión que cruza la General Paz entre bombos y platillos y banderas cantando por su reincorporación, porque es una de las 258 personas despedidas en el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI). “Trabajé cuatro años y medio”, dice a lavaca entre salto y salto, entre megáfono y megáfono, entre agua y agua para hidratarse. “Sabemos que los nuestros son despidos políticos para preparar el terreno y tercerizar y privatizar al INTI, y así que lo público pierda poder sobre lo privado. Fui candidata a delegada y muchos de los despedidos tenemos ese denominador: candidatos afiliados o directamente delegados. No sólo es persecución ideológica: quieren sacarse de encima la expresión más fuerte para hacer lo que quieran”.
El 27 de febrero se cumplió un mes de la permanencia pacífica que las trabajadoras y los trabajadores comenzaron en el INTI para reclamar las reincorporaciones. Juntaron un arco político que cruzaba todos los partidos –a excepción de Cambiemos- y, días después, una asamblea votó la siguiente acción, que es ni más ni menos la que nos transporta ahora en camión en dirección al Obelisco, para marchar luego al Ministerio de Trabajo.
Es una caravana.
INTI parado
El camión parte alrededor de las 10 de la mañana en el predio del INTI con un itinerario fijo que cruzará algunos puntos de la ciudad como Monroe y Triunvirato, y Corrientes y Callao. En cada esquina, en cada complicación de tránsito, en cada semáforo en rojo, hay sonrisas de comerciantes, de niños detrás de las ventanas del aula de una escuela, de colectiveros que tocan bocina una y otra vez no en señal de protesta sino de abrazo.
Detrás del camión, hay trabajadores y trabajadoras en bicicleta pedaleando con pecheras que estampan una frase que no es consigna sino diagnóstico de esta situación:
- «Acá no sobra nadie».
El diagnóstico no se corta en las bicicletas: continúa en 10 micros por cuyas ventanas se asoman brazos, cuerpos, cabezas y manos agitadas cantando «Unidad de los trabajadores».
Luciano Domínguez es uno de ellos: 36 años, ingeniero electrónico, trabajaba en el centro de Física y Metrología desarrollando un equipo junto al CONICET que se sincroniza satelitalmente en las subestaciones eléctricas para cuantificar y evitar los cortes masivos. “Esos equipos hoy en día se importan, y con ese prototipo se podía hacer en el país”. Hoy, también, está arriba del camión, entre canto y canto, entre agua y agua: “Con mi despido se queda trunco el proyecto. Soy uno de los 40 delegados de ATE que echaron, quienes levantábamos la voz avisando lo que se venía. Por eso estamos así: no es que no somos idóneos en nuestros cargos: es una persecución por lo que defendimos”.
La secretaria gremial de la Junta Interna de ATE en el INTI, Giselle Santana, viaja con un pañuelo verde de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito. Agradece cada gesto de solidaridad, cada sonrisa, cada grito de apoyo.
-¿Qué significa esto?
-A pesar de todo, hay alegría y tiene que ver con el hecho de ser tantos y con sentir de verdad que hay posibilidad de ganar. No queremos pecar de optimistas pero realmente llevamos más de un mes de pelea: el INTI está completamente paralizado. Hasta los directores están de paro con nosotros. Han querido hacer de todo para quebrarnos, incluso sabemos que si hoy cobramos el sueldo vamos a tener un montón de días de descuento. Sin embargo, vemos que las asambleas son cada vez más masivas, las marchas cada vez más numerosas y eso no puede darnos otra cosa que alegría porque estamos justos y no vamos a dejar atrás a ningún compañero. Volvemos todos o el conflicto no se termina.
-¿Cuál es la clave para que eso suceda? No es lo mismo que en otras áreas en conflicto.
-En el INTI hay mucha unión y hay un sindicato fuerte que apoya. Eso es clave. En el caso del Posadas, por ejemplo, ATE Morón está persiguiendo a los compañeros que luchan, a diferencia del INTI donde todos los compañeros, la Junta Interna, el cuerpo de delegados y los afiliados están encabezando esta pelea. Además el INTI tiene una enorme tradición de lucha: tuvimos seis meses de huelga contra un decreto en la época de Cristina que nos rebajaba el salario, y bancamos hasta que ganamos. Eso nos da una fuerza enorme y la convicción de que no hay nada que no se pueda ganar si peleamos todos juntos. Esa es la diferencia del INTI con otros organismos públicos donde no existe ese nivel de organización, esa práctica de democracia sindical, donde todos participa. Eso nos da fuerza.
-Concretamente, ¿qué significa cuando dice que el INTI está paralizado?
-Lo literal: hay un 98 por ciento de adhesión en todo el país.

El aborto legal también fue parte del agite de la caravana, a una semana del Paro de Mujeres.
Cartografía de luchas
La caravana llega al Obelisco y lxs trabajadorxs del INTI se unen con otros sectores que también están en conflicto, como los 122 despedidos del Hospital Posadas. “Estamos cumpliendo dos meses desde que nos enteramos que nos dejaron en la calle”, dice Karina Almirón, 15 años en el Posadas como técnica de anatomía patológica especializada en inmunohistoquímica, un estudio que ayuda a diagnosticar enfermedades como cáncer. “Ayer empezaron a llegar nuevos despidos de la misma forma miserable: sin notificación, sin telegrama. Tenemos desde ayer compañeras con crisis de nervios. Este ataque no es nuevo: no distingue cargos ni colores políticos. Quieren terminar con nuestros derechos”.
La caravana, así, se convierte en marcha, que avanza por Corrientes hasta Paseo Colón, y de allí al Ministerio de Trabajo, donde ya hay un camión que oficia como escenario, y sobre el que Giselle Santana sintetiza en micrófono qué significa esta movilización:
-Esta caravana dejó de ser nuestra: se convirtió en 10 mil personas movilizadas.
La caravana que dejó de ser de los trabajadores del INTI se convirtió en un gran escenario donde hablaron muchos de los obreros que, hoy, están sosteniendo diversas luchas.
Uno de ellos es Pablo Almeida, delegado general de la Junta Interna del Ministerio de Hacienda, donde en las últimas horas anunciaron 106 despidos: “Teníamos indicios pero no certezas, hasta ayer. Veíamos con atención lo que pasaba en distintas reparticiones porque sabemos que somos material descartable para este Gobierno. De forma cobarde, mandaron a los compañeros de Control de Acceso, porque no se animan a dar la cara, a decir que habían despedido a 106 trabajadores. Queremos la reincorporación”.
Otro es Miguel Paez, referente de ATE en los Yacimientos Carboníferos de Río Turbio: hubo 500 despidos y el Gobierno movilizó hoy 200 gendarmes. “Implementaron, como en los ´90, retiros voluntarios que son netamente extorsivos. Nos llevaron adelante un ahogo financiero y presupuestario. Por eso estamos acá: creemos que la unidad, la solidaridad y la fortaleza entre los trabajadores van a poner freno a estas políticas”.
Santana anuncia, luego, que los trabajadores del INTI acompañarán el 5 de marzo la movilización y el paro convocado por los docentes, el 6 de marzo la presentación de la ley de despenalización del aborto en el Congreso y el 8 movilizarán en el Paro Internacional de Mujeres: “Vamos a visibilizar cómo impactan en las mujeres estos despidos masivos”.
Cuál es la cuestión
Hace 30 años que Juan Carlos Gómez es trabajador de planta en el INTI. Dice que no está despedido y por eso marcha, también, con un cartel que pide por las reincorporaciones. No es el único: hay muchas trabajadoras y trabajadores que no sufrieron las cesantías y, sin embargo, se adhirieron al paro, se subieron a la caravana y ahora están marchando. Muchos no quieren hablar por temor a posibles represalias.
Pero Juan Carlos dice que sí. Que prenda el grabador.
-Tenemos que estar todos unidos –dice-. Esto trasciende la cuestión de los despedidos. Quieren achicar el Instituto, privatizar sectores, desregularlos, para lograr, obviamente, un modelo de país que no nos incluya a todos. Tenemos que luchar por eso. Los despidos son una pequeña muestra de lo que quieren hacer. Por eso echan a los que están comprometidos, a los que están débiles por contrato y a otros que tienen alguna otra actividad, como finanzas o división de obras, para poder asignarse obras innecesarias. Dicen que aumentaron el presupuesto, pero no para instrumental nuevo ni ingreso de más gente. Jubilan a trabajadores que, luego, no reponen. Hace 30 años que trabajo, y te imaginarás que pasé varias épocas: nunca vi algo como esto. Lo único que rescato es la postura de los directores y jefes de laboratorio que hicieron una carta pública en repudio. Es muy loable: tienen que estar con nosotros. Se tienen que dar cuenta que son trabajadores, y apoyar esta lucha.
Artes
Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro

La revista Llegás lanza la 8ª edición de su tradicional encuentro artístico, que incluye 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas. Del 31 de agosto al 12 de septiembre habrá espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. El festival llega con una victoria bajo el brazo: este jueves el Senado rechazó el decreto 345/25 que pretendía desguazar el Instituto Nacional del Teatro.
Por María del Carmen Varela.
«La lucha continúa», vitorearon este jueves desde la escena teatral, una vez derogado el decreto 345/25 impulsado por el gobierno nacional para vaciar el Instituto Nacional del Teatro (INT).
En ese plan colectivo de continuar la resistencia, la revista Llegás, que ya lleva más de dos décadas visibilizando e impulsando la escena local, organiza la 8ª edición de su Festival de teatro, que en esta ocasión tendrá 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas, en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. Del 31 de agosto al 12 de septiembre, más de 250 artistas escénicos se encontrarán con el público para compartir espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia.
El encuentro de apertura se llevará a cabo en Factoría Club Social el domingo 31 de agosto a las 18. Una hora antes arrancarán las primeras dos obras que inauguran el festival: Evitácora, con dramaturgia de Ana Alvarado, la interpretación de Carolina Tejeda y Leonardo Volpedo y la dirección de Caro Ruy y Javier Swedsky, así como Las Cautivas, en el Teatro Metropolitan, de Mariano Tenconi Blanco, con Lorena Vega y Laura Paredes. La fiesta de cierre será en el Circuito Cultural JJ el viernes 12 de septiembre a las 20. En esta oportunidad se convocó a elencos y salas de teatro independiente, oficial y comercial.
Esta comunión artística impulsada por Llegás se da en un contexto de preocupación por el avance del gobierno nacional contra todo el ámbito de la cultura. La derogación del decreto 345/25 es un bálsamo para la escena teatral, porque sin el funcionamiento natural del INT corren serio riesgo la permanencia de muchas salas de teatro independiente en todo el país. Luego de su tratamiento en Diputados, el Senado rechazó el decreto por amplia mayoría: 57 rechazos, 13 votos afirmativos y una abstención.
“Realizar un festival es continuar con el aporte a la producción de eventos culturales desde diversos puntos de vista, ya que todos los hacedores de Llegás pertenecemos a diferentes disciplinas artísticas. A lo largo de nuestros 21 años mantenemos la gratuidad de nuestro medio de comunicación, una señal de identidad del festival que mantiene el espíritu de nuestra revista y fomenta el intercambio con las compañías teatrales”, cuenta Ricardo Tamburrano, director de la revista y quien junto a la bailarina y coreógrafa Melina Seldes organizan Llegás.
Más información y compra de entradas: www.festival-llegas.com.ar

CABA
Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.
Por María del Carmen Varela
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.
Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.
Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.
Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.
El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.
Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.
Continuará.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
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La vida de dos mujeres en la Isla de la Paternal, entre la memoria y la lucha: una obra imperdible

Una obra única que recorre el barrio de Paternal a través de postas de memoria, de lucha y en actual riesgo: del Albergue Warnes que soñó Eva Perón, quedó inconcluso y luego se utilizó como centro clandestino de detención; al Siluetazo de los 80´, los restoranes notables, los murales de Maradona y el orfanato Garrigós, del cual las protagonistas son parte. Vanesa Weinberg y Laura Nevole nos llevan de la mano por un mapa que nos hace ver el territorio cotidiano en perspectiva y con arte. Una obra que integra la programación de Paraíso Club.
María del Carmen Varela
Las vías del tren San Martín, la avenida Warnes y las bodegas, el Instituto Garrigós y el cementerio de La Chacarita delimitan una pequeña geografía urbana conocida como La Isla de la Paternal. En este lugar de casas bajas, fábricas activas, otras cerradas o devenidas en sitios culturales sucede un hecho teatral que integra a Casa Gómez —espacio dedicado al arte—con las calles del barrio en una pintoresca caminata: Atlas de un mundo imaginado, obra integrante de la programación de Paraíso Club, que ofrece un estreno cada mes.
Sus protagonistas son Ana y Emilia (Vanesa Weinberg y Laura Nevole) y sus versiones con menos edad son interpretadas por Camila Blander y Valentina Werenkraut. Las hermanas crecieron en este rincón de la ciudad; Ana permaneció allí y Emilia salió al mundo con entusiasmo por conocer otras islas más lejanas. Cuenta el programa de mano que ambas “siempre se sintieron atraídas por esos puntos desperdigados por los mapas, que no se sabe si son manchas o islas”.


La historia
A fines de los ´90, Emilia partió de esta isla sin agua alrededor para conocer otras islas: algunas paradisíacas y calurosas, otras frías y remotas. En su intercambio epistolar, iremos conociendo las aventuras de Emilia en tierras no tan firmes…
Ana responde con las anécdotas de su cotidiano y el relato involucra mucho más que la narrativa puramente barrial. Se entrecruzan la propia historia, la del barrio, la del país. En la esquina de Baunes y Paz Soldán se encuentra su “barco”, anclado en plena isla, la casa familiar donde se criaron, en la que cada hermana tomó su decisión. Una, la de quedarse, otra la de marcharse: “Quien vive en una isla desea irse y también tiene miedo de salir”.
A dos cuadras de la casa, vemos el predio donde estaba el Albergue Warnes, un edificio de diez pisos que nunca terminó de construirse, para el que Eva Perón había soñado un destino de hospítal de niñxs y cuya enorme estructura inconclusa fue hogar de cientos de familias durante décadas, hasta su demolición en marzo de 1991. Quien escribe, creció en La Isla de La Paternal y vio caer la mole de cemento durante la implosión para la que se utilizó media tonelada de explosivos. Una enorme nube de polvo hizo que el aire se volviera irrespirable por un tiempo considerable para las miles de personas que contemplábamos el monumental estallido.
Emilia recuerda que el Warnes había sido utilizado como lugar de detención y tortura y menciona el Siluetazo, la acción artística iniciada en septiembre de 1983, poco tiempo antes de que finalizara la dictadura y Raúl Alfonsín asumiera la presidencia, que consistía en pintar siluetas de tamaño natural para visibilizar los cuerpos ausentes. El Albergue Warnes formó parte de esa intervención artística exhibida en su fachada. La caminata se detiene en la placita que parece una mini-isla de tamaño irregular, sobre la avenida Warnes frente a las bodegas. La placita a la que mi madre me llevaba casi a diario durante mi infancia, sin sospechar del horror que sucedía a pocos metros.
El siguiente lugar donde recala el grupo de caminantes en una tarde de sábado soleado es el Instituto Crescencia Boado de Garrigós, en Paz Soldán al 5200, que alojaba a niñas huérfanas o con situaciones familiares problemáticas. Las hermanas Ana y Emilia recuerdan a una interna de la que se habían hecho amigas a través de las rejas. “El Garrigós”, como se lo llama en el barrio, fue mucho más que un asilo para niñas. Para muchas, fue su refugio, su hogar. En una nota periodística del portal ANRed —impresa y exhibida en Casa Gómez en el marco de esta obra— las hermanas Sosa, Mónica y Aída, cuentan el rol que el “Garri” tuvo en sus vidas. Vivían con su madre y hermanos en situación de calle hasta que alguien les pasó la información del Consejo de Minoridad y de allí fueron trasladas hasta La Paternal. Aída: “Pasar de la calle a un lugar limpio, abrigado, con comida todos los días era impensable. Por un lado, el dolor de haber sido separadas de nuestra madre, pero al mismo tiempo la felicidad de estar en un lugar donde nos sentimos protegidas desde el primer momento”. Mónica afirma: “Somos hijas del Estado” .
De ser un instituto de minoridad, el Garrigós pasó a ser un espacio de promoción de derechos para las infancias dependiente de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia de Argentina (SENAF), pero en marzo de este año comenzó su desmantelamiento. Hubo trabajadorxs despedidxs y se sospecha que, dado el resurgimiento inmobiliario del barrio, el predio podría ser vendido al mejor postor.
El grupo continúa la caminata por un espacio libre de edificios. Pasa por la Asociación Vecinal Círculo La Paternal, donde Ana toma clases de salsa.
En la esquina de Bielsa (ex Morlote) y Paz Soldán está la farmacia donde trabajaba Ana. Las persianas bajas y los estantes despojados dan cuenta de que ahí ya no se venden remedios ni se toma la presión. Ana cuenta que post 2001 el local dejó de abrir, ya que la crisis económica provocó que varios locales de la zona se vieran obligados a cerrar sus puertas.
La Paternal, en especial La Isla, se convirtió en refugio de artistas, con una movida cultural y gastronómica creciente. Dejó de ser una zona barrial gris, barata y mal iluminada y desde hace unos años cotiza en alza en el mercado de compra-venta de inmuebles. Hay más color en el barrio, las paredes lucen murales con el rostro de Diego, siempre vistiendo la camiseta roja del Club Argentinos Juniors . Hay locales que mutaron, una pequeña fábrica ahora es cervecería, la carnicería se transformó en el restaurante de pastas Tita la Vedette, y la que era la casa que alquilaba la familia de mi compañera de escuela primaria Nancy allá por los ´80, ahora es la renovada y coqueta Casa Gómez, desde donde parte la caminata y a donde volveremos después de escuchar los relatos de Ana y Emilia.
Allí veremos cuatro edificios dibujados en tinta celeste, enmarcados y colgados sobre la pared. El Garrigós, la farmacia, el albergue Warnes y el MN Santa Inés, una antigua panadería que cerró al morir su dueño y que una década más tarde fuera alquilada y reacondicionada por la cheff Jazmín Marturet. El ahora restaurante fue reciente ganador de una estrella Michelín y agota las reservas cada fin de semana.
Lxs caminantes volvemos al lugar del que partimos y las hermanas Ana y Emilia nos dicen adiós.
Y así, quienes durante una hora caminamos juntxs, nos dispersamos, abadonamos La Isla y partimos hacia otras tierras, otros puntos geográficos donde también, como Ana y Emilia, tengamos la posibilidad de reconstruir nuestros propios mapas de vida.
Atlas de un mundo imaginado
Sábados 9 y 16 de agosto, domingos 10 y 17 de agosto. Domingo 14 de septiembre y sábado 20 de septiembre
Casa Gómez, Yeruá 4962, CABA.
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