Nota
“Pagamos cinco veces más, consumiendo la mitad”
#HistoriasDelTarifazo en la empresa recuperada Nueva Unión, donde el aumento de tarifas amenaza la continuidad de la gráfica. Apertura de importaciones, baja del consumo y negociaciones extorsivas con Edesur: cómo es el combo que acecha a pequeñas y medianas empresas, contado en primera persona.
Por Giansandro Merli para lavaca.org
“Hace dos años y medio, pagábamos entre 4 y 5 mil pesos mensuales y el consumo estaba alrededor de 11 mil y pico kilovatios. A partir del cambio de gobierno, el consumo de kw empezó a caerse. Ahora está en un promedio de 5 y 6 mil, porque la producción bajó del 50/60%. A pesar de esto, nos llegan facturas de luz de 25 y 26 mil pesos”. Estamos en el barrio de Parque Patricio, en la oficina de arriba de la gráfica recuperada Nueva Unión. Él que está hablando es Luis Ángel Paggi, trabajador y presidente de la cooperativa creada en diciembre 2008 después de 9 meses de conflicto laboral. En la Nueva Unión trabajan hoy en día 15 personas. Acá también, como en todas las casas, las oficinas y las fábricas de Argentina, el tarifazo pegó duro.
Cuenta Flavia Rodríguez, otra integrante de la cooperativa: “Ya el año pasado las facturas eran inalcanzables. En 2017, pudimos pagar la deuda acumulada sólo gracias a un acuerdo con Edesur que conseguimos por la lucha”. Esta tarifa diferencial se acabó junto al año 2017. “El problema volvió igual en enero. Ahí hicimos un convenio en tres cuotas, para pagar los primeros meses de 2018. Lamentablemente no pudimos pagar ninguna de estas cuotas. Simplemente no llegamos. Estas se suman a la factura de cada mes. Es imposible pagarlas. Por esto, en marzo nos cortaron”.
Sin luz, no hay trabajo.
Sigue Flavia: “Cuando vinieron a cortar hablé con el chico que tenía que hacerlo. Le expliqué nuestra situación. Él lo entendió todo, pero tampoco pudo hacer nada. Además el medidor está fuera y no podés intentar de evitarlo, aunque sabemos que si resistís al corte tienen orden de volver con la policía”. Corían mediados de marzo y lo único que le quedaba a Flavia y a los demás integrantes era intentar negociar con Edesur. “Fui a la oficina de la compañía eléctrica con el asesor de nuestro sindicato. Hablamos con una persona que rompió el convenio anterior, el que no habíamos pagado. En ese momento ya debíamos 54 mil pesos. Pagué 18 mil pesos en el momento e hice un nuevo plan de pago de 6 cuotas de 5 mil y 800 pesos por mes”.
¿Es una solución? “Obvio que no” – contesta Flavia – “Cuando hicimos ese convenio ya sabíamos que iba a pasar lo mismo que antes, porque tendríamos que juntar casi 32 mil pesos para cada factura. 26 de consumo, más 6 de cuota. En abril llegó la primera cuota y no pudimos pagar. Si el dinero no está, ¿de dónde lo sacamos?”. Angel suma: “Nos llevaron al punto peor: o pagamos la luz y no cobramos nosotros, o no pagamos y vemos qué pasa. Y mirá, si nos cortan en estos días, la empresa cierra. Porque tenemos trabajo por la feria del libro que es trabajo con fecha de entrega. No podemos fallar”.
La gota que rebalsa el vaso
Los últimos dos aumentos de luz fueron en diciembre y febrero: fuertes y rápidos. El gas, según dicen varias voces, aumentará del 40% este mes: el misterio se resolverá en la próxima factura. “El agua empezó a aumentar de un día a otro en junio 2016. El año pasado dejamos de pagar, porque no podemos. Ya tenemos una deuda de 116 mil pesos”, dice con cara de preocupación Flavia.
El tarifazo no es un relámpago en un día claro. Varios factores concurren a determinar un paquete de medidas que ya está ahogando trabajadores, pequeñas y medianas empresas y cooperativas. Sobre todo en el rubro de la gráfica. Dice Ángel: “Abrieron las importaciones y empezaron a llegar libros de China. Aprobaron políticas de ajuste y el consumo interior se cayó. El Ministerio de la Educación dejó de imprimir millones de libros y muchas PyMes y recuperadas se quedaron sin trabajo. En esta situación, el aumento de las facturas es sólo la gota que colma el vaso”.
Y añade: “Los números de la empresa no cierran desde mucho. Dejamos de aumentarnos los retiros y de pagar los retiros precedentes. Ganamos alrededor de 8 mil pesos por mes: de esto estamos hablando. La verdad es que todo esto se mantiene gracias a la autoexplotación”.
Mientras ciudadanos y organizaciones sociales tomaron la calle la semana pasada, en decenas de ruidazos y en un velazo de Congreso a Obelisco, las empresas recuperadas también han empezado a discutir como movilizarse para defender su derecho al trabajo. Ángel tiene las ideas bien claras: “El paliativo sería que nos sostienen con una tarifa diferencial para recuperadas y pymes. No sólo para nosotros, sino también para la pequeña y mediana empresa. Esto es muy urgente. Pero después el gobierno tiene que fomentar una política de consumo y de trabajo, y defender la industria nacional, como pasó en algún momento. Vos podés conseguir una tarifa diferencial, pero si no conseguís trabajo, no alcanza”.
Nota
Darío y Maxi: el presente del pasado (video)

Hoy se cumplen 23 años de los asesinatos de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki que estaban movilizándose en Puente Pueyrredón, en el municipio bonaerense de Avellaneda. No eran terroristas, sino militantes sociales y barriales que reclamaban una mejor calidad de vida para los barrios arrasados por la decadencia neoliberal que estalló en 2001 en Argentina.
Aquel gobierno, con Eduardo Duhalde en la presidencia y Felipe Solá en la gobernación de la provincia de Buenos Aires, operó a través de los medios planteando que esas muertes habían sido consecuencia de un enfrentamiento entre grupos de manifestantes (en aquel momento «piqueteros»), como suele intentar hacerlo hoy el gobierno en casos de represión de sectores sociales agredidos por las medidas económicas. Con el diario Clarín a la cabeza, los medios mintieron y distorsionaron la información. Tenía las imágenes de lo ocurrido, obtenidas por sus propios fotógrafos, pero el título de Clarín fue: “La crisis causó 2 nuevas muertes”, como si los crímenes hubieran sido responsabilidad de una entidad etérea e inasible: la crisis.

Darío Santillán.

Maximiliano Kosteki
Del mismo modo suelen mentir los medios hoy.
El trabajo de los fotorreporteros fue crucial en 2002 para desenmascarar esa mentira, como también ocurre por nuestros días. Por aquel crimen fueron condenados el comisario de la bonaerense Alfredo Franchiotti y el cabo Alejandro Acosta, quien hoy goza de libertad condicional.
Siguen faltando los responsables políticos.
Toda semejanza con personajes y situaciones actuales queda a cargo del público.
Compartimos el documental La crisis causó 2 nuevas muertes, de Patricio Escobar y Damián Finvarb, de Artó Cine, que puede verse como una película de suspenso (que lo es) y resulta el mejor trabajo periodístico sobre el caso, tanto por su calidad como por el cúmulo de historias y situaciones que desnudan las metodologías represivas y mediáticas frente a los reclamos sociales.
Nota
83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

83 días.
Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.
83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.
83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.
83 días y seis intervenciones quirúrgicas.
83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo.
83 días hasta hoy.
Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro.
Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”.
Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).
Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca.
El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”.
La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».
La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería.
Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.
Esta es parte de la vida que no pudieron matar:
Nota
La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen
Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.
Por María del Carmen Varela.
La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia.
La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.
Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.
La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional. A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.
Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.
Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro.
MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA
Viernes 30 de mayo, 20.30 hs
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