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Para qué sirve el Encuentro Nacional de Mujeres II: la estrategia de Las Juanas

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Que las mujeres sean protagonistas sociales y políticas es el horizonte que se fijan Las Juanas cuando encaran cada taller, capacitación, publicación, campaña o debate. «Trabajamos la violencia porque afecta a las mujeres, pero también para que se liberen de eso y tengan un rol protagónico y puedan transformar su realidad», afirma la coordinadora nacional de esta organización que conversó con lavaca a días del comienzo del Encuentro Nacional de Mujeres que se realizará en Paraná. Qué opinan sobre el movimiento feminista en general y los encuentros en particular. Explican por qué la comunicación es una herramienta para concretar cambios y cómo se manejan en el lobby político.

Para qué sirve el Encuentro Nacional de Mujeres II: la estrategia de Las Juanas

Las Juanas en Tribunales de la Capital


El trayecto
La charla con Las Juanas deja una sensación: detrás de todo el discurso sobre el trabajo que realizan hubo una previa, amplia e intensa discusión, fusión de ideas y elaboración del pensamiento. Las Juanas -en reconocimiento a la heroína latinoamericana Juana Azurduy- son un colectivo de mujeres que trabaja en numerosas provincias y desde que comenzaron, hace casi 10 años, llegaron a más de 600 mil mujeres a través de sus actividades.
Malena Nisman es la coordinadora nacional. Antes de que surgieran Las Juanas, ella, como muchas de sus compañeras, habían pasado por experiencias de militancias sociales, políticas, sindicales, universitarias, pero en su mayoría no provenían ni de movimientos de mujeres ni de grupos feministas. En distintos momentos, en sus espacios, les tocó trabajar con compañeras y a partir de ahí comenzaron a elaborar una idea propia sobre sus derechos.
Ya desde Las Juanas, «empezamos a trabajar articulando con organizaciones de desocupados que emergen con la crisis después de 2001. Empezamos a trabajar fuertemente con Barrios de Pie y fue como complejizándose o heterogeneizándose nuestra construcción en la idea de lo que debíamos o podíamos hacer. Nos dimos un proceso de poder pensar cuáles eran las temáticas más sentidas, cuáles eran las trabas objetivas o subjetivas que a las mujeres nos limitaban o nos condicionaban la participación o nos hacían participar en espacios que tuvieran que ver con lo organizativo u operativo pero no en ámbitos de dirección».
Para qué sirve el Encuentro Nacional de Mujeres II: la estrategia de Las Juanas

Las Juanas presentan los habeas corpus en Rosario


¿Cuáles fueron las trabas que encontraron?
Uno de los temas limitantes de participación, en este proceso más masivo de incorporación de mujeres a la participación social de finales de los 90′, tenía que ver con cómo sus parejas veían ese nivel de participación que las sacaba del rol doméstico. Hubo una presión sobre las mujeres por parte de su parejas a través de la violencia. Hubo también alguna presión similar respecto de cómo cuidar los hijos que esas parejas tenían o sobre embarazos forzados. Entonces vimos la forma de trabajar la prevención en términos de salud sexual y nos empezó a pasar que veíamos limitado tocar esos temas sino tomábamos en cuenta las inequidades de género, es decir, sino hacíamos foco en el fondo del problema.
¿Y cuál era el fondo?
Nosotras empezamos a ver algo: cuando las mujeres comienzan a ocupar el espacio público les parece que fuera la primera vez. No pueden reconocer que es resultado de un proceso histórico y colectivo y ni hablar de cómo ayuda a esa proceso de invisibilización la historia oficial. Entonces empezamos a pensar en cómo habíamos participado históricamente las mujeres en los procesos políticos de nuestro país, tratando de construir nuestro hilo histórico, no sólo a través de los grandes procesos sociales políticos. Qué rol habíamos jugado las mujeres en estos procesos, para poder rescatar desde dónde nos sentíamos identificadas, herederas de qué banderas éramos, de qué luchas nos podíamos anclar. Porque sino es como que estás huérfana. Siempre una puede ver la Historia desde sus madres y abuelas, pero hace falta hay un ejercicio más complejo para reencontrar lo que implicó la incorporación de las mujeres en la política.
¿Cómo decidieron trabajar ese aspecto?
Tenemos un editorial incipiente que se llama Las Juanas editoras, que hasta ahora editó dos materiales: Se trata de nosotras, sobre la trata de mujeres y niñas con fines de explotación sexual y La Patria También es Mujer, sobre la participación de mujeres en los distintos procesos históricos. Cuando comenzamos a trabajar ese material, la primera premisa que nos planteamos era que si hoy participamos social y políticamente, en términos masivos, incorporadas a un montón de reivindicaciones de la sociedad en su conjunto, no hay nada que indique que en otros momentos las mujeres no hayan hecho lo mismo. Puede haber sido que en el marco de estos procesos de lucha hayamos ido incorporando derechos que nos permiten hoy naturalizar la participación, pero también es cierto que ante situaciones injustas u opresivas, las personas se han movilizado y nada indica que las mujeres no hayan hecho lo mismo. Eso nos permitió dos cosas: mirar para atrás y ver de qué luchas y de qué banderas éramos continuadoras y que las compañeras no pensaran que sino eran Evita o Juana no eran nada. Romper esa idea, y redescubrir cómo las mujeres participamos en distintos momentos. Eso nos permitió fortalecernos. Entonces te sentís parte de un proceso que te trasciende .
¿Cómo abordaron el tema de la trata?
Nos costó definir desde dónde abordarlo porque no hay políticas públicas serias. Lo que hay es artesanal, poco accesible, por decirlo de una forma delicada. Nosotras nunca logramos ni con el Ministerio de Justicia ni con las fuerzas de seguridad garantizar algún esquema para asegurar a las mujeres que quisieran trabajar el tema en sus territorios. Lo único que pudimos abordar, en momentos de sensibilización más activos, en lugares con visibilidad pública, es el tema de los mitos. La cuestión es que si no podés trabajar segura, con respaldo institucional, que te garantice la seguridad de tus compañera, tenés que generarlo desde otro lugar. Entonces los talleres se trabajan en escuelas o hacemos campañas de sensibilización en las terminales de colectivos, en plazas públicas. Vamos varias de nosotras, juntas, y siempre en lugares públicos.
Las Juanas también llevan adelante la cátedra Juana Azurduy, un espacio de formación y capacitación desde la perspectiva de género, sobre el rol de las mujeres en los distintos procesos sociopolíticos del país a fin de rever, revalorar y resignificar el lugar que han ocupado y que ha sido invisibilizado a lo largo de la historia.
Hay muchas organizaciones que vienen trabajando con los temas que ustedes abordan ¿hay algún sello personal de Las Juanas para esas temáticas?
Creo que hay dos cosas. Por un lado, abordamos todos los temas pensando que las mujeres tiene que ser protagonistas sociales y políticas, es decir, que las compañeras tengan imaginario que les permita pensar que pueden ser protagonistas. Trabajamos la violencia porque afecta a las mujeres, pero también para que se liberen del rol de víctima y puedan transformar su realidad. El otro tema es como nosotras concebimos la participación y la construcción de nosotras mismas. ¿Quién es una Juana? Toda la que quiera y que esté de acuerdo, la que pueda replicar, que pueda hacer su aporte en hacer esto más grande. Tenemos una estructura, pero es una construcción netamente participativa. No por eso somos horizontales, pero creemos en un esquema participativo para transformar lo que queremos transformar. No nos piensen como una oenegé tradicional, y no sé, incluso, si se nos puede pensar como una organización social tradicional. Es algo más entreverado, que vamos armando en el camino.
La deuda pendiente
Hace tiempo que las energías de Las Juanas se enfocan en la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo. «Este año teníamos una lectura de la composición del Parlamento, que seguramente no se volverá a producir, y necesitábamos meterle a fondo con el tema del aborto. Mos dimos una estrategia de ir construyendo esa idea, ir viendo como hacíamos para levantar temperatura al tema, más allá de ver los otros temas con los que también trabajamos todo el año».
Una de esas actividades para alcanzar esa meta la realizaron el 28 de septiembre pasado, Día de Lucha por la Despenalización del Aborto en América Latina y el Caribe, cuando mil mujeres presentaron en distintos tribunales del país una acción de Hábeas Corpus preventivo y colectivo para exigir que se declare inconstitucional la criminalización del aborto y que la Justicia inste al Congreso a despenalizar la interrupción voluntaria del embarazo. «Es el tema que le falta a este país desde la reapertura democrática», resume Nisman. Un total de 500 mil interrupciones voluntarias del embarazo se realizan cada año en nuestro país, según datos de las Naciones Unidas y datos oficiales del Ministerio de Salud de la Nación.
-¿Por qué no se ha logrado avanzar en la despenalización?
No creo que no se haya logrado avanzar. Si evaluás o no el avance porque tengamos o no ley, está bien, no avanzamos. Pero si lo miras en términos de la complejidad del tema, que tiene que ver con una sociedad que construye una idea sobre determinados derechos, una sociedad que viene de estar mayoritariamente en contra, que después de un proceso que tiene que ver con muchas cosas, con la evolución de la sociedad, entonces notás el avance. Es la primera vez que las encuestas dan favorable a la legalización de aborto. La ley de matrimonio igualitario nos puso un nos piso mucho más alto. Lo que pasó con esto es que la sociedad aceptó la realidad: existen parejas homosexuales. Lo que se discutió, entonces, es si las vamos a reconocer legalmente como tales, iguales que las heterosexuales. Entendemos que con el aborto pasa eso: las mujeres nos practicamos abortos, eso existe, hay igual cantidad de abortos que de nacimientos. Lo que tiene que discutir el Congreso es si a esas mujeres, que a riesgo de perder su vida abortan, el Estado las va a proteger o no.
Otro avance importante en ese proceso es que por primera vez desde el 83 los proyectos de ley están puestos en temario de comisión (en la Cámara de Diputados). Antes, nunca habían ese estado. La de cabecera es la de Legislación Penal, luego tiene giro en la comisión de Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia y en Salud y Acción Social. En algunas conversaciones con nuestra compañera Cecilia Merchan, diputada nacional, compañera, referente de nuestro colectivo, el Presidente de la comisión prometió que se iba a tratar el tema en octubre. Nuestro objetivo es que en la primera quincena se comience a trabajar.

Video realizado por La Búsqueda Producciones en articulación con el Espacio Multiplicarte del Colectivo de Mujeres Juana Arzurduy; en ocasión del «Parlamento por el Derecho al Aborto Legal y Seguro» realizado en el Senado de La Nación, en junio de 2010.

Encontrarse
En el Encuentro de Mujeres, ¿se sentará algún tipo de agenda que sirva para el debate sobre aborto en el Congreso?
Nosotras venimos conversando con otras organizaciones porque creemos que el Encuentro debe poder decir esto. Que cada organización que participa, con su perfil, con su mística, tienen que poder decir que la deuda de la democracia es la legalización del aborto.
¿Los encuentros son espacios válidos para construir, debatir?
Nos parece que son un espacio válido donde confluimos un montón de mujeres, con distintas experiencias. Son muy importantes para plantar agenda, permiten visibilizarla. Nos parece que no necesariamente son un espacio que pegue un salto de un año a otro en cantidad o en cómo se complejiza la trama, en cómo va teniendo nuevos ejes, pero por la heterogeneidad de quienes van cuesta plantar una agenda que se sostenga en el tiempo. Entonces entendemos que los encuentros nos permiten visibilizar agenda, encontrarnos con otras, y eso sirve como caja de resonancia, fortalece a las compañeras. Es como que hay dos planos distintos para analizarlos: qué le produce a las mujeres y, el otro, qué produce en términos políticos.
Qué efecto ha tenido el financiamiento y las oenegés en la agenda de las mujeres? Hay una línea a la que denominan institucionalizadas y otra que es la de las autónomas….
Nosotras tenemos por regla no hablar de las otras organizaciones en esos términos. Sí hablamos de las diferencias políticas o de las diferencias en las visiones. Para nosotras no es esencialmente buena la idea de ser autónoma ni es esencialmente malo recibir recursos de organizaciones internacionales. El problema es si vos determinás tu agenda de acuerdo al financiamiento. No tenemos una visión romántica…
Actualmente, ¿queda margen para aceptar financiamiento pero trabajando libremente?
Creo que en algunos casos si, en otros no, depende de cual sea tu objetivo … Creo que hay margen y que es pequeño, que a veces tratan de corrernos de eje, pero hay margen…
¿Cómo caracterizaría al movimiento feminista en Argentina?
Como un grupo muy valioso de compañeras que ha hecho un aporte muy grande para muchas de nosotras, que somos bastante pendejas. Yo tengo 32 años y 15 de militancia. Somos jóvenes pero no nacimos ayer en la vida política. Nos parece importante poder ver que hay otras ideas para sumar, para incorporar.
¿Hay internas dentro del movimiento?
Hay diferencias con las que se conviven. Hay diferencias sobre lecturas de la coyuntura, con las que se pueden convivir, que no son irreconciliables, pero tenemos que poder cabalgar más en una visión unitaria para la consecución de los objetivos.
Más info en:
https://www.lasjuanas.org.ar/

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El teatro sale a la calle por la derogación del decreto 345

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A 44 años del atentado al Teatro Picadero en plena dictadura, distintas salas, artistas, productores y gestores organizan un encuentro para conectar pasado y presente. De Teatro Abierto al Festival ENTRÁ, la organización contra el desmantelamiento del sector, representado en el decreto 345, para defender la cultura, la identidad y crear lo que viene.

Por María del Carmen Varela

El 6 de agosto de 1981, a pocos días de haberse iniciado el ciclo Teatro Abierto, el Teatro Picadero sufrió un atentado que lo dejó en ruinas. Por eso, 44 años después, bajo otro ataque sistemático a la cultura, la comunidad teatral sale a la calle para recordar y exigir.

La propuesta reza:

El Teatro está Abierto: ENTRÁ.

La historia no se repite igual, pero rima.

El miércoles próximo, de 17.30 a 19.30, en la puerta del Teatro Picadero, Pasaje Santos Discépolo 1857, CABA, trabajadorxs de las artes escénicas se reunirán para celebrar que el teatro sigue abierto y para defender al Instituto Nacional del Teatro que por el decreto 345 está siendo desmantelado.

La gacetilla anuncia la participación de Lorena Vega, Valeria Lois, Elisa Carricajo, Laura Paredes, Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y Mariano Sayavedra leyendo framentos de “Decir sí” de Griselda Gambaro, “El Acompañamiento” de Carlos Gorostiza, “Parlamento” del grupo Piel de lava y “Civilización” de Mariano Saba. Un diálogo entre obras que fueron parte de aquel ciclo y obras contemporáneas que hablan de nuestro presente. También habrá un cierre musical a cargo de Talleres Batuka.

Sigue la gacetilla: «Les invitamos a este evento que es, a su vez, un acto de conmemoración y un encuentro de resistencia. Como Teatro Abierto en los 80, hoy desde ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) seguimos encontrándonos para defender nuestra identidad cultural, nuestro teatro».

El texto poético que acompaña el mitín:

Ayer fue dictadura, hoy es democracia simulada

Ayer fue incendio, hoy es apagón

Ayer fue teatro como refugio, hoy es como grito

Ayer fue unión de artistas, hoy es red federal viva

Ayer y hoy: el teatro vuelve a responder como acto político y vital

En defensa de la cultura, exigimos la derogación del decreto 345.

Entrá porque es urgente

Entrá porque es ahora.

El emblemático ciclo Teatro Abierto arrancó el 28 de julio de 1981 en en el Teatro Picadero. Su organización fue un acto de resistencia en un contexto de dictadura que censuraba a dramaturgxs, directorxs teatrales, actores y actrices de la escena nacional. Un grupo de dramaturgxs comenzó a reunirse en la sede de Argentores para poner al teatro en acción: Así nació Teatro Abierto. Con una programación de 21 obras breves, se proyectó la realización de 3 funciones por día durante 3 meses. Con dramaturgxs como Carlos Gorostiza, Carlos Somigliana, Roberto Cossa, Pacho O´Donell, Griselda Gambaro y Aída Bortnik, entre otrxs, el ciclo se convirtió en un verdadero fenómeno artístico apenas iniciado. El público respondió a la convocatoria y se agotó la venta de abonos casi de inmediato. Una semana después, el 6 de agosto, se produjo el atentado que destruyó al Picadero. Al día siguiente se produjo una concurrida asamblea en el Teatro Lasalle y decidieron continuar. Varias salas teatrales ofrecieron sus instalaciones y finalmente el Tabarís, clásico espacio de la revista porteña, fue el elegido para reanudar el ciclo. Una semana más tarde, volvió Teatro Abierto con un apoyo multitudinario por parte del público que llenó la sala hasta la última función.

Contacto: +54 9 11 6914-3033 (Ana)

[email protected]

Instagram: @festivalentra

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Villa Lugano: una movilización en contra del “Máster Plan”

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Vecinas y vecinos del barrio del sur porteño resisten ante una obra que está haciendo el gobierno de la Ciudad a espaldas de la comunidad: tala de centenares de árboles añosos, el cierre de varios ingresos y egresos de la autopista Dellepiane y la colocación de un nuevo peaje (a 4 km de otro ya existente) para ampliar la recaudación. El silencio del gobierno local y el ruido de sus topadoras arrasando el espacio verde y público. La voz de la organización popular que no calla y sale a la calle, otra vez –este viernes y en una caravana de autos– para visibilizar lo que pasa en una de las zonas más postergadas de CABA: a las 18 horas desde Dellepiane Sur y Montiel hasta Dellepiane Norte y Piedra Buena.

Por Francisco Pandolfi

Desde noviembre del año pasado la comunidad de Villa Lugano resiste a una obra que ya está haciendo el Gobierno de la Ciudad sin licencia social ni escuchar a la vecindad: el Máster Plan Autopista Dellepiane, con un costo de más de 7.000 millones de pesos, tala de centenares de árboles, cierre de 14 ingresos y egresos a la autopista y otro peaje (a cuatro kilómetros del de avenida Lacarra). 

La organización popular no cesó desde el momento en que se enteraron de la iniciativa. Asambleas, audiencias públicas, semaforazos, volanteadas en los distintos sub barrios que forman parte de este barrio porteño bien al sur porteño. Y guardias, para evitar el talado de árboles en lo que las y los vecinos denuncian como “un ecocidio”, que está sucediendo desde marzo.

La comunidad hizo un relevamiento casa por casa con los frentistas a la autopista Dellepiane: más del 70% no tenía idea de la existencia del Máster Plan. Presentaron por escrito pedidos de información pública a AUSA (Autopistas), APRA (Agencia de Protección Ambiental), Ministerio de Infraestructura y a la Secretaría de Gobierno y Vínculo Ciudadano porteño, sin respuestas.

Sin embargo, la obra empezó aún incumpliendo la promesa de que antes habrían mesas de trabajo en conjunto. Este viernes, la comunidad decidió volver a manifestarse, en una caravana de autos para seguir visibilizando la problemática. Desde lavaca hablamos con el colectivo de vecinos apartidario No dividan Lugano que está al frente de denunciar la obra. 

Sobre lo negativo y lo positivo de la obra, dirán: “El Master plan Autopista Parque Dellepiane fue presentado como una mejora para el sur de la ciudad, pero en la práctica profundiza las desigualdades urbanas, degrada el ambiente y fragmenta el territorio. Lo negativo es abrumador”, y enumeran: 

• Implica la tala de más de 500 árboles añosos, sin plan de reforestación efectivo.

• Aumenta la huella de carbono y destruye espacios verdes sin compensación.

• Instala un Metrobus central inaccesible, que obliga a cruzar pasarelas extensas sin rampas adecuadas ni soluciones reales para personas mayores o con movilidad reducida.

• Divide al barrio aún más, eliminando accesos, aislando sectores y obstaculizando la vida cotidiana.

• No contempla una red multimodal de transporte, ni bicisendas, ni centros de transferencia.

• Instaura peajes en tramos que eran gratuitos, generando un nuevo costo para vecinos que hacen trayectos cortos todos los días.

Agregan: “Lo positivo, si lo hay, podría haber sido la oportunidad de pensar el área como un verdadero corredor verde y sustentable. Pero nada de eso fue incorporado, ni escuchado”. Y vuelven a enumerar, en este caso, sobre lo que es fundamental denunciar en esta obra:

• Fue diseñada sin participación ciudadana efectiva, sin diálogo real con la comunidad.

• Incumple múltiples normativas locales y nacionales, desde la Constitución de la Ciudad hasta leyes de accesibilidad, ambiente y derechos ciudadanos.

• Avanza a pesar de un amparo ambiental colectivo presentado por vecinos, vulnerando el Acuerdo de Escazú y los principios de justicia ambiental.

La obra es impulsada por el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (GCBA), a través de su empresa estatal AUSA (Autopistas Urbanas S.A.), con financiamiento internacional de la CAF –Banco de Desarrollo de América Latina. Las veces que lavaca quiso comunicarse con la Secretaría de Gobierno y Vínculo Ciudadano porteño fue imposible. Nadie atiende. En relación a AUSA el prensa de la empresa explicó que la política interna es “no dar entrevistas en ON, que con los medios se manejan así”.

Dicen las y los vecinos: “El proyecto fue aprobado sin estudios de impacto ambiental adecuados, sin matrices de costo-beneficio transparentes y sin haber sido sometido a procesos participativos válidos. Hoy, la obra está en plena ejecución, avanzando a toda velocidad sin haber sido revisada tras la presentación del amparo ni durante las mesas de trabajo convocadas por la Justicia, una vez que ya habían iniciado la obra”.

¿Las mesas de trabajo están sirviendo de algo? ¿Hay escucha del gobierno porteño y de la empresa?

Las mesas de trabajo fueron convocadas por orden judicial. Pero en la práctica, no hay escucha real. El GCBA y AUSA llegan a las mesas con el proyecto cerrado, sin brindar información clave, sin contestar a los pedidos de acceso a la información, ni frenar las obras mientras se debate. Las propuestas alternativas presentadas por los vecinos (como usar colectoras, premetro, u otros modelos de movilidad sustentable) ni siquiera fueron consideradas. Las mesas han sido una formalidad dilatoria mientras la obra avanza sin freno.

¿Qué perjuicios ya están sucediendo y cuáles sucederán?

Tala de árboles, pérdida de sombra, humedad y biodiversidad; rotura de veredas, ruidos permanentes, vibraciones y molestias en la vida diaria; corte de accesos históricos, dejando barrios desconectados. Y si no se frena habrá un aumento de inseguridad vial, con colectivos cruzando carriles rápidos en maniobras riesgosas; aislamiento de sectores enteros del barrio; encarecimiento de la vida cotidiana por peajes, más transporte y pérdida de comercios barriales; mayor contaminación ambiental y sonora; desvalorización de las propiedades y deterioro del entorno.

¿Por qué este viernes 1 de agosto la comunidad hará una caravana?

Porque ya no alcanza con reclamar en silencio ni esperar respuestas que no llegan. Convocamos a una caravana vecinal pacífica para visibilizar el conflicto, frenar el avance destructivo de la obra, y exigir participación real. Será una caravana con autos, banderas argentinas y carteles. Queremos que nos vean y que nos escuchen.

La caravana saldrá a las 18 horas desde Dellepiane Sur y Montiel y finalizará en Dellepiane Norte y Piedra Buena. Participarán familias, organizaciones barriales, ambientalistas, arquitectos, docentes, jubilados, comerciantes. Al finalizar, se realizará una ceremonia simbólica con Flavia Carrión, antropóloga y comunicadora de sabiduría ancestral, en el Día de la Pachamama. “Será un acto de gratitud ambiental, una pausa colectiva para honrar a los árboles y el esfuerzo de toda nuestra gente; para agradecerle a la Tierra por seguir aguantándonos. Un momento para reencontrarnos con lo esencial: la naturaleza, la vida en comunidad y la defensa de lo que amamos”.

Esta misma vecindad organizada se formó el año pasado con el nombre “No dividan Lugano”, cuando evitó que el gobierno porteño hiciera una serie de pasos bajo a nivel, que hubiesen significado un abanico de perjuicios para el barrio. En ese entonces, cuando llegaron las topadoras, mujeres y hombres se atrincheraron para defender árboles de más de 100 años. En esta crónica contamos lo que fue ese proceso comunitario.

Un año después, el barrio de Lugano sigue en pie de resistencia. “Somos una comunidad que se levanta para defender a su barrio. Ya presentamos más de 800 firmas, relevamientos propios y propuestas alternativas. Pero nos siguen ignorando, y la obra sigue destruyendo. Por eso salimos a la calle, otra vez, y así lo seguiremos haciendo cada vez que haga falta”.

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Marcha de jubilados: balas y bolitas

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Siete detenidos y al menos 30 personas heridas, entre jubilados, curas, trabajadores de prensa (lavaca, Cítrica, Infonews, El Destape y C5N, entre ellos), defensores de derechos humanos, y un niño de 4 años que estaba con su familia en la Plaza de los Dos Congresos. Ese es uno de los saldos de otra semana de represión brutal a la protesta de cada miércoles, esta vez coordinada por la Policía de la Ciudad, que disparó postas de goma, balines con gas pimienta, granadas aturdidoras, golpeó con escudos y lanzó un nuevo tipo de gas que producía tos y vómitos. El despliegue también implicó tareas de inteligencia ilegal con efectivos que filmaban y fotografiaban manifestantes, según denunció la Comisión Provincial por la Memoria (CPM), que también relevó «policías armados con postas de plomo que están prohibidos». Los carteles, las reflexiones, y la creatividad: algunos integrantes de la marcha terminaron jugando a las bolitas en la calle con los balines policiales. 

Por Lucas Pedulla y Francisco Pandolfi. Fotos Juan Valeiro/ lavaca.org

Marcha de jubilados: balas y bolitas

El padre Paco Olveira muestra los balines que golpean y expulsan gas pimienta. Terminaron jugando con ellos a la bolita sobre la acera.

Otro miércoles de protesta de jubilados y otro miércoles de represión feroz y absurda enfocada principalmente a jubilados y a la prensa que cubría lo que estaba ocurriendo. Con ataques directos a los ojos y a los cuerpos. A las cámaras y a los celulares que registraban la bestialidad de las fuerzas de seguridad –el fotógrafo de lavaca, Juan Valeiro, entre ellos, con quemaduras de primer grado en el cuello y en la oreja–. No es difícil imaginar lo que hubiese ocurrido si ese ataque le hubiera llegado directamente a los ojos. Esta vez fue la Policía de la Ciudad la encargada de lanzar gases y disparos a mansalva en la intersección de Avenida de Mayo y Luis Sáenz Peña cuando la movilización pretendía ir hacia la Casa Rosada.

Marcha de jubilados: balas y bolitas

El fotógrafo Juan Valeiro de lavaca, uno de los periodistas atacados, como ocurrió con profesionales de Cítrica, Infonews, El Destape y C5N.

Hubo 7 detenidos (Agustín Cano, Leandro Maristains, Alejandro Carrizo, Federico Burgos, Francisco Ramos, Hugo Eischler y Javier Mendoza) y al menos 30 heridos según la Comisión Provincial por la Memoria (CPM), entre ellos un niño de 4 años que estaba en la Plaza de los Dos Congresos junto a su familia.  

Marcha de jubilados: balas y bolitas

Escenas de otro miércoles de violencia estatal absurda.

Más allá de la violencia ordenada por la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, la concentración de jubilados tuvo un eje concreto de reclamo: el “no al veto” del gobierno nacional a la suba de las jubilaciones y la emergencia en discapacidad. Sin embargo, Javier Milei ya avisó que vetará las leyes aprobadas por el Congreso. Tiene plazo hasta el lunes 4 de agosto, tiempo destinado a ofrecer distintas cuestiones no públicas a diputados que se sumen a apoyar el veto, como ha venido ocurriendo. ¿El argumento del oficialismo contra un ínfimo aumento a jubilados? “Va en contra del equilibrio fiscal”.

Marcha de jubilados: balas y bolitas

Una de las jubiladas víctimas del coraje policial contra ellas, y de un nuevo gas tóxico, un símbolo de esta época.

Con la camiseta de Independiente y máscara del Hombre Araña, un jubilado entendió el mapa económico que traza esa decisión, y lo señaló con un cartel en tono bíblico: en el Génesis se habla de un sueño con vacas gordas y vacas flacas, referencia a los períodos de prosperidad y a los de dificultades. El jubilado escribió una actualización argentina de aquella imagen que ya no tiene forma de sueño sino de pesadilla. 

  • “Vacas gordas, jubilados flacos”.
Marcha de jubilados: balas y bolitas

El Hombre Araña es del Rojo, y releyó el Génesis.

Números y un café

Carlos trabajó cuarenta años en el Correo y no falta ningún miércoles a la marcha de jubilados y jubiladas con su remera ya mítica de Chacarita. Tanto, que casi nadie sabe que se llama Carlos y la gente le dice “Chaca”. Hoy caminó por Rivadavia con dos vendas que le envolvieron sus dos antebrazos. “Como todos los miércoles, venimos a reclamar y te cagan a palos. Acá tenés la prueba”, dijo a lavaca  mostrando sus moretones. “Pero ya lo dije: esta sangre mía Bullrich la va a pagar”.

Héctor acaba de cumplir 75 años: “Decir que la suba de las jubilaciones atenta contra el equilibrio fiscal es una payasada. Milei lo deja claro cuando le baja las retenciones al campo, como dijo el sábado en la Sociedad Rural. Para nosotros nada y para los ricos todo, esa es la política del gobierno. ¿El beneficio para el campo no genera déficit fiscal? Milei es una máquina de mentir”. El hombre cuenta sus propias y reales retenciones: “Ya no salgo más que los miércoles acá. Ya no tengo la vida que tenía antes, no puedo viajar ni tomarme un café”.

Marcha de jubilados: balas y bolitas

Policías en acción, frente a jubilados que reclaman por sus haberes amputados por la motosierra.

De ratificarse el veto a los jubilados, la suba de agosto no será del 7,2% como fija la ley aprobada (el haber mínimo $441.600), sino del 1,62% en base al último índice de inflación de junio de 2025, por lo que la jubilación mínima será de $ 314.243,51.

Abus en la calle 

Alicia tiene 63 años y lleva un pañuelo firmado por siete de sus nietos: “Abus en lucha”, “Aguanten los jubilados”. No entiende la distribución de la riqueza. O sí, pero la ve obscena: “La baja de las retenciones y el veto a los jubilados es una guasada total”. Sus retenciones: “Ya no me puedo dar más un gustito. Vivo el día a día, ya no estoy comprando nada ni semanal ni mensual”.

En la marcha hubo muchos carteles al respecto: 

  • No al veto: nuestra indigencia es tu superávit
  • Ni veto ni represión: fuera el FMI
  • No al veto a las leyes en jubilaciones
  • No al veto: cobarde estafador (y la cara de Milei). 

Ana, 74 años, trajo su propia pancarta: “Baja las retenciones a los ricos, hambrea a los viejos”. Cuenta que su hijo trabaja en el Correo y teme ser despedido, que su nieta encontró trabajo en un Todo Moda pero la echaron a los dos meses. Para ella todo el pueblo debería movilizarse: “No sólo los jubilados y los del Garrahan. Todos”. 

Marcha de jubilados: balas y bolitas

No hay plata para el cine argentino (el Gaumont como símbolo) pero sí para filmar ilegalmente a manifestantes.

Walter (66) y Julio (62) llegaron de Campana, norte de la provincia de Buenos Aires. Sumaron otros dos carteles: “Viejo: no te quedes en tu casa, vení a luchar” y “Ayudame a luchar. El próximo viejo sos vos”. Walter movió la cabeza de un lado para el otro al recordar el discurso de Milei en la Sociedad Rural: “Un tipo desquiciado, frente a toda la oligarquía, los terratenientes, los dueños de la tierra. Él mismo dice: ‘soy cruel’. Nos la está haciendo parir. Nos quitó la medicación, todo un desastre”.

Julio coincidió: “Ahí ves realmente para quién gobierna. Hasta el que tiene séptimo grado, como yo, se da cuenta”. 

Marcha de jubilados: balas y bolitas

Jubilado hablándole a la pared.

Roberto, 62 años, de Trelew (Chubut), lo escucha: “Pero hay que seguir viniendo, compañeros. Son totalmente inescrupulosos. Hoy hablaba con un amigo que me decía que había que respetar el voto popular, pero Hitler también ganó con el voto popular. Si no salimos a la calle, no sé qué más va a pasar”. 

Vallas a donde vayas

El Congreso estuvo totalmente vallado. Vallas sobre Entre Ríos, Riobamba, Yrigoyen, Rivadavia. “Este quilombo lo hizo la Buillrich”, gritó un cincuentón a los automovilistas que se quejaban porque avanzar por las calles lindantes era un imposible.

Luis llevó un cartel: “Menstruación=sueldo de jubilado; viene una vez y se va a los tres días”. Dijo que lo escuchó a Milei cuando anunció en La Rural la baja de las retenciones al agro. “Lo que me dolió fue que la gente aplaudió cuando dijo que iba a vetar nuestro aumento. La gente del campo aplaude a todos los que empiezan con la “m” de mierda: Martínez de Hoz, Menem, Macri y ahora Milei”. 

Marcha de jubilados: balas y bolitas

Mensaje para el tal vez próximo embajador de Trump en Argentina. Un apellido que parece un mandato.

Después de la radio abierta, como cada miércoles, empezó la movilización. Las columnas bajaron a Hipólito Yrigoyen, cuya circulación no estaba cortada y marcharon por la calle. “Luche que se van”, fue otra vez el hit, al que siguió “que se vayan todos”. Uno de los temas, con dedicatoria explícita: “A dónde está, que no se ve, esa famosa CGT”. Nobleza obliga: ni la CGT ni ningún partido político, con la cabeza en las elecciones legislativas y no en la calle.

La violencia y las bolitas

Sobre Yrigoyen, casi Luis Sáenz Peña, se divisaba un camión hidrante que se retiró. La columna dobló al final de la Plaza para ir hacia Avenida de Mayo con la intención de seguir la marcha hacia Plaza de Mayo. Sin embargo, en otro operativo de pésima coordinación –esta vez por la Policía de la Ciudad– la manifestación se mezcló entre autos y colectivos que seguían pasando. 

Marcha de jubilados: balas y bolitas

“¡Por la vereda!”, gritaron algunos jubilados. Pero en ese momento, los efectivos cortaron de cordón a cordón empezando con la respuesta física violenta. El operativo estuvo acompañado, como suele ocurrir, por oficiales con cámaras que filmaron y sacaron fotos (con el objetivo de realizar algún tipo de “inteligencia” y amedrentamiento a quienes ejercen el derecho de reclamar). 

La movilización avanzó pero rápidamente empezaron las detonaciones de escopeta con postas de goma y de granadas. Dispararon balines de armas byrna, redondos y de colores, que impactaban en los cuerpos, provocando lastimaduras y liberación del gas que llevan dentro. También lo hicieron sobre la vereda, donde se supone que no hay “protocolo”. Detuvieron, golpearon y gasearon fundamentalmente a trabajadores y trabajadoras de prensa, como cada semana. El efecto de esos spray, que poseen una sustancia espesa y viscosa: penetra los poros y quema durante horas. El fotógrafo de lavaca, Juan Valeiro, como otros reporteros (Cítrica, Infonews, C5N y El Destape, entre otros), fueron atendidos en la misma plaza y en el Instituto Patria. “Quemadura de primer grado”, diagnosticaron a nuestro compañero.

Marcha de jubilados: balas y bolitas

¿Qué escudan los escudos?

Nadie fue ajeno a esta nueva ofensiva. La policía disparó un gas que generaba tos hasta el punto de provocar arcadas y vómitos. La sensación era extraña, porque no había un sabor ácido ni picante, pero provocaba una tos ronca. El efecto llegaba incluso a las calles aledañas, aparentemente ajenas al la marcha. “El registro del despliegue policial evidencia su brutalidad e irracionalidad”, denunció la CPM, organismo que precisó otro detalle alarmante: “Se relevaron también policías armados con armas con postas de plomo que están prohibidas, y acciones de inteligencia ilegal”. 

Agregó la CPM que el ataque incluyó a defensores de derechos humanos, cuyo hostigamiento tenía como fin evitar el registro de los hechos.

Sin embargo, la gente no se fue.

La gente se quedó. La policía avanzaba, seguía gaseando, y la gente siguió. 

“¡Tienen miedo!”, gritó una jubilada. “¡Tienen miedo!”.

Uno de los primeros detenidos había sido el padre Paco Olveira. Lo golpearon, lo gasearon y lo salvó la gente. Se llevó de recuerdo dos de los balines de la Policía. “Es el último arma que trajo Bullrich”, explica y muestra a lavaca. “Te tiran y salta el gas. No te deja respirar. Y duele, porque nos dieron unos cuantos en los pies. Gracias a Dios hoy no tiraron a los ojos”.

De fondo, la jubilada siguió gritando: “¡Tienen miedo!”.

Otro miércoles de protesta de jubilados se diluía entre detenciones y balines de gas. Entre un cordón con armas largas sobre Rivadavia y un grupo de la motorizada dispuesto a salir sobre Rodríguez Peña. Sin embargo, mientras el padre Paco seguía mostrando los balines, alguien propuso:

–Juguemos a las bolitas.

Todos se rieron, por el absurdo de la situación. 

De nuevo, frente al horror, la creatividad social. 

Y así, frente a policías que seguían filmando ahora una burla, un párroco y una jubilada arrodillados en la calle, jugaron a las bolitas con los balines para cerrar otro miércoles argentino.

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