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Rebeldía gremial mirando al 22 de agosto

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Este martes en el microestadio de Ferro se produjo una de las apariciones más claras de la nueva geografía sindical que se está gestando en el país a partir del cimbronazo que significó la llegada de Cambiemos al poder, y las consiguientes noticias económicas de los últimos meses. Un agrupamiento de sindicatos encabezado por la Asociación Bancaria llamó a recuperar la rebeldía en el ámbito de la CGT y frente al Congreso normalizador del 22 de agosto reclamó un lugar en el triunvirato con el que se piensa inaugurar una conducción colegiada de la central obrera. Es posible que parte de lo que ocurra en el futuro económico dependa de cómo se desarrollen estos debates, disputas y/o acuerdos en el ámbito político gremial.
Rebeldía gremial mirando al 22 de agosto
“Hay que decirlo con claridad: este es un gobierno de derecha que ganó con un discurso de derecha. Cuando dijo que iba a levantar el cepo, era que iba a haber una devaluación brutal. Nos van a encontrar en la calle una y mil veces para combatir el ajuste. Pero no hay que confundirse: el enemigo, a diferencia de los 90 donde eran liberales conservadores a tontas y a ciegas, se ha vuelto más sofisticado en cómo llega su mensaje a la sociedad. No tiene que ver sólo con lo que le imponen los gurúes comunicacionales que tiene, sino con un blindaje de los medios hegemónicos” fue una de las cosas que planteó en el principal discurso de la noche el secretario general de la Bancaria, Sergio Palazzo.

Madres y mineras

Lo que se pensó en algún momento como una cancha de fútbol o de básquet con tribunas y gradas en el microestadio de Ferrocarril Oeste, en Caballito, se transformó en un anfiteatro colmado de trabajadores, trabajadoras y gremialistas de varios colores y signos. Era imposible respirar sobre cualquier escalón, y la única opción viable fue bajar hacia el campo, donde había un mar de banderas esperando por el acto central organizado por el gremio La Bancaria a 200 años de la Independencia.
Título “Los trabajadores somos la Patria”.
También se veían los emblemas de sindicatos de Curtidores, Gráficos, Farmacéuticos, Docentes, Judiciales, Molineros, Televisión y tribunas llenas cantando por la unidad.
El evento llegó a 50 días del congreso normalizador de la CGT previsto para el 22 de agosto, donde una de los conceptos más fuertes apunta a la conformación de una organización colegiada. Por eso se esperaba en Ferro el discurso del secretario general de La Bancaria, Sergio Palazzo, uno de los dirigentes que más peso ganó en los últimos meses, y que en los últimos días fue motivo de noticia cuando el ministro Juan José Aranguren explicó que la política de tarifazos se hacía en base a “prueba y error”. Palazzo respondió públicamente «Andá, Aranguren, a hacer prueba y error con la puta madre que te re mil parió, no con los trabajadores».
Esta vez Palazzo, de origen radical, propuso que “este espacio tenga un lugar preponderante dentro de la secretaría general y del cuerpo colegiado de la CGT”, con una agenda que, según describió, debería abarcar desde la defensa del salario hasta las denuncias contra la megaminería a cielo abierto.
Palazzo también exigió “recuperar la rebeldía” desde el movimiento obrero. Pregunta que quedó picando: ¿dónde estaba esa rebeldía? Palazzo respondió a lavaca tras su discurso: “Creo que muchos trabajadores y dirigentes la hemos tenido, otros no tanto. Pero también creo que el ahora requiere que todas las organizaciones gremiales estemos juntas para enfrentar un modelo que, claramente, nos afecta”.

Teoría del recambio

Entre el estallido de bombos y trompetas, Juan Daniel baja por las escaleras con una bandera naranja. Se toma su tiempo para descender: baja un pie al escalón, luego el otro, y así. Tiene 76 años, pero habla con la vehemencia de alguien que supo hacerse escuchar entre 46 años de conflictos y estallidos: “Yo pienso que todos estos acontecimientos convocan a que se luche por los derechos que siempre tuvimos que tener. Yo soy jubilado, pero colaboro porque siempre apoyé durante el neoliberalismo. Y desde esa experiencia te digo que estos momentos son muy difíciles pero vamos a tratar de superarlos”.
De fondo, se escucha a la locutora del evento que grita con la fuerza de un concierto de rock y pide que por favor bajen las banderas y que paren un poco con los bombos, pero lo único que apacigua el barullo es el Himno Nacional, que muchos entonan con los dedos en V y lágrimas en los ojos.
Fabián Obregón, secretario de Organización del Sindicato de Curtidores, explica: “Tenemos empresas que, dentro de todo, venían bien, pero hoy nos encontramos con suspensiones, despidos, cierres de fábricas y un presidente que no apoya al pueblo, sino a los empresarios. En cifras, más o menos tenemos 2 mil despidos en el gremio, y unos 700 compañeros suspendidos. Hasta los empresarios vienen a pedir la toalla al gremio para que podamos dar una mano: si no hay empresa, no hay trabajo ni trabajadores”.
Luis Barrientos, de prensa de los Curtidores: “Estos 200 años de Independencia nos dejan en una situación incluso anterior a la de 1800. Tenemos un Presidente que viene tomando medidas a favor del imperio y los sindicatos somos los primeros que sentimos el impacto. Necesitamos un Estado fuerte, no el desmantelamiento que hizo Macri”.
¿Cómo se llegó a esta situación? “Nosotros perdimos un poco de lugar cuando nos olvidamos de nuestra clase. Somos una clase trabajadora, obrera, y cuando pensamos que podíamos estar un poco mejor nos dejamos de pensar como obreros y votamos equivocadamente. Pensar que si pudimos irnos de vacaciones, comprar un auto y terminar la casa no es sólo por el esfuerzo de cada trabajador, sino porque también hay medidas económicas de un Estado que sostenían ese bienestar”.
¿Cómo se interpreta la normalización de las CGT? Barrientos: “Apostamos a que los que estén realmente escuchen a los trabajadores. Curtidores, por ejemplo, hizo un recambio generacional: no podía haber dirigentes de 80 años que no entendieran cuáles son los nuevos reclamos. También tiene que pasar en la CGT. Siempre fueron los mismos cinco sindicalistas que los medios quieren difundir y que, en mi opinión, no representaban a los trabajadores y los confundían. Este recambio tiene que ser con dirigentes que puedan entrar en la fábrica y mirar cara a cara a los trabajadores”.
Obregón concluye: “A los trabajadores sólo los van a salvar los trabajadores”.

El menú

Jorge Luis Tolosa, delegado del Sindicato Argentino de Televisión, piensa que es “una buena decisión” de las CGT la voluntad de unirse frente al actual contexto económico y político. “Nosotros blanqueábamos a los compañeros nuestra idea: que este Gobierno que era volver a algo que ya conocíamos. Ellos jamás van a querer una cabeza negra ahí adentro, y por eso nunca van a pensar como nosotros. Todo lo que hacen es una pantalla para que nos vean bien los de afuera, y nada más”.
Pero Macri ganó las elecciones. “Esto que te digo quizá sea personal, pero a veces tenemos que comer un poquito de mierda para entender que esto no va. Uno no quiere que todo se descontrole, porque entendemos y queremos que a la Argentina le vaya bien, pero mientras no nos sigan respetando, lógicamente va a haber una respuesta”.
Gastón, del sindicato molinero: “Estamos viviendo una etapa muy dura del lado trabajador, es una etapa de laburo muy golpeada por el Gobierno nacional. Han cerrado pequeños molinos por el hecho de que han liberado las exportaciones al cereal. Se nos complica comprar con el tema del trigo. El impacto fue muy grande. Nosotros, por ejemplo, en un molino de Chacabuco, bajamos la producción un 50 por ciento. Y eso afecta directamente todo lo que es empleo, reducción de personal. Todo lo que era tercerizado está desapareciendo. Antes laburábamos 24 horas de lunes a sábado y estamos laburando 12”. Otra impresión: “Los trabajadores tendríamos que estar más unidos en todo el nivel nacional porque estamos perdiendo mucha cantidad de empleo”.
Gustavo Morán, de Farmacéuticos, hace la siguiente lectura del acto en Ferro: “Esto es retomar algunos contenidos históricos del movimiento obrero. Nosotros somos una expresión más, pero creemos que desde esa unidad, tenemos que enfrentar el modelo neoliberal. El impacto es en general sobre el movimiento: nos afecta en tarifas, suba de transporte, aumento de precios. No hay un sector que salga beneficiado”.
Dudas sobre la posibilidad de unidad: “Es difícil porque se juegan espacios políticos y egos personales, pero nos une el espanto y la necesidad de profundizar algunas cuestiones que creíamos resueltas: teníamos paritarias libres y ahora ni siquiera te respetan los acuerdos firmados. El Ministerio no actúa. Esto ya se vio en los 90: no hay nada nuevo”.

Qué hacer con las banderas

“Sería un error pedirles que bajen las banderas: no las bajen nunca. Pero córranlas un poco para que se pueda ver”, comenzó su discurso de 37 minutos Sergio Palazzo, en el que habló de la Historia, la colonia, la Independencia y los pueblos originarios sin leer una línea. Le recomendó al Presidente que “vaya a leer Historia” después de sus dichos por el Bicentenario. De genealogía radical, Palazzo también citó a Yrigoyen, Evita, Perón y Alfonsín: en cada caso hubo aplausos y ovación.
“Hay que decirlo con claridad: este es un gobierno de derecha que ganó con un discurso de derecha. Cuando dijo que iba a levantar el cepo, era que iba a haber una devaluación brutal. Nos van a encontrar en la calle una y mil veces para combatir el ajuste. Pero no hay que confundirse: el enemigo, a diferencia de los 90 donde eran liberales conservadores a tontas y a ciegas, se ha vuelto más sofisticado en cómo llega su mensaje a la sociedad. No tiene que ver sólo con lo que le imponen los gurúes comunicacionales que tiene, sino con un blindaje de los medios hegemónicos”.
El otro dirigente que habló previamente fue Héctor Amichetti, de la Federación Gráfica Bonaerense: “Nuestra organización ha atravesado gran parte de la historia nacional. Y nuestros dirigentes nunca se pusieron de rodillas ante ningún poder. Hay una consigna que levantaban los compañeros de la CGT de los Argentinos que no hay que olvidar nunca: ‘Más vale honra sin sindicato que sindicato sin honra’. Hace unas horas vimos una escena bochornosa del Presidente saludando a quien era nuestro opresor, el Rey de España, y eso es muy significativo de la etapa que estamos viviendo. Pero no nos sorprende. Porque toda nuestra historia está atravesada por la lucha de los dos proyectos: uno que defiende el privilegio de las minorías y otro que representa los intereses de la mayoría. Si un gobierno es legítimo porque ganó por unos pocos votos, ¿puede hacer lo que quiera? ¿Consultó a las organizaciones sindicales si estábamos a favor de la devaluación? ¿Consultó a las pymes sobre la apertura de importación? ¿Consultaron a los barrios y organizaciones del pueblo si estaban de acuerdo con el tarifazo? Eso le quita legitimidad a nuestra democracia y legitima nuestro derecho a resistir. No podemos darle ni un segundo de tregua a la resistencia”.
Por su parte, Palazzo dijo que los sectores sindicales tienen que “perder el miedo” a discutir política y formar parte de una agenda de temas nacionales que trascienda lo reivindicativo. “Es hora que entendamos hermanados, fraternos y solidarios que aquí discutimos una cuestión de clase. Hablan de grieta, pero está bien que esté: hay 200 años de historia de opresores de un lado, y de pueblo luchando por el otro”. Reconoció que cometió un “improperio con la madre” de Aranguren (el insulto referido al comienzo). “Ella no tenía la culpa, pero preocúpense por pedir disculpas a las millones de madres de hogares argentinos que no van a poder alimentar a sus hijos”.
Sobre la unidad: “La unidad a veces trae ruido, porque hemos tenido muchas diferencias en estos 20 años. Caminos desencontrados. Ni siquiera paralelos. Contradicciones a veces flagrantes. Pero hoy independientemente de la autocrítica y la depuración lógica que se va a ir dando, van a ser secundarias porque hay un enemigo sofisticado enfrente. Si queremos justicia social, o un gobierno para las minorías, es hora que subrayemos con hechos lo que decimos y proponemos. Este espacio político sindical no sólo va a buscar la agenda de los argentinos, que haya un programa de la CGT (sobre salario, tarifas, industrias y banca). También va dar la pelea el 22 de agosto porque si va a haber una conducción colegiada, uno de esos lugares de secretaria general tiene que ser para este espacio”.
Allí fue cuando Palazzo pidió, desde la CGT, “recuperar la rebeldía”.
Ruth Damonte, secretaria de Previsión de la seccional Buenos Aires del sindicato, está parada en una silla y agita la mano. ¿Qué significa para ella la rebeldía de la que se habló recién?
Piensa. “Rebelarse ante la injusticia. Estamos viendo que este Gobierno trabaja sólo para el poder económico. Los trabajadores vivimos del trabajo. No pueden llevarse todo para la clase alta, el 5 por ciento de este país. Los trabajadores tenemos que rebelarnos ante eso”.

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Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

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A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.

Por María del Carmen Varela

Fotos Lina Etchesuri para lavaca

Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.

Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.

Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.

Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.

El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.

Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.

Continuará.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

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La vida de dos mujeres en la Isla de la Paternal, entre la memoria y la lucha: una obra imperdible

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Una obra única que recorre el barrio de Paternal a través de postas de memoria, de lucha y en actual riesgo: del Albergue Warnes que soñó Eva Perón, quedó inconcluso y luego se utilizó como centro clandestino de detención; al Siluetazo de los 80´, los restoranes notables, los murales de Maradona y el orfanato Garrigós, del cual las protagonistas son parte. Vanesa Weinberg y Laura Nevole nos llevan de la mano por un mapa que nos hace ver el territorio cotidiano en perspectiva y con arte. Una obra que integra la programación de Paraíso Club.

María del Carmen Varela

Las vías del tren San Martín, la avenida Warnes y las bodegas, el Instituto Garrigós y el cementerio de La Chacarita delimitan una pequeña geografía urbana conocida como La Isla de la Paternal. En este lugar de casas bajas, fábricas activas, otras cerradas o devenidas en sitios culturales sucede un hecho teatral que integra a Casa Gómez —espacio dedicado al arte—con las calles del barrio en una pintoresca caminata: Atlas de un mundo imaginado, obra integrante de la programación de Paraíso Club, que ofrece un estreno cada mes.

Sus protagonistas son Ana y Emilia (Vanesa Weinberg y Laura Nevole) y sus versiones con menos edad son interpretadas por Camila Blander y Valentina Werenkraut. Las hermanas crecieron en este rincón de la ciudad; Ana permaneció allí y Emilia salió al mundo con entusiasmo por conocer otras islas más lejanas. Cuenta el programa de mano que ambas “siempre se sintieron atraídas por esos puntos desperdigados por los mapas, que no se sabe si son manchas o islas”.

La historia

A fines de los ´90, Emilia partió de esta isla sin agua alrededor para conocer otras islas: algunas paradisíacas y calurosas, otras frías y remotas. En su intercambio epistolar, iremos conociendo las aventuras de Emilia en tierras no tan firmes…

Ana responde con las anécdotas de su cotidiano y el relato involucra mucho más que la narrativa puramente barrial.  Se entrecruzan la propia historia, la del barrio, la del país. En la esquina de Baunes y Paz Soldán se encuentra su “barco”, anclado en plena isla, la casa familiar donde se criaron, en la que cada hermana tomó su decisión. Una, la de quedarse, otra la de marcharse: “Quien vive en una isla desea irse y también tiene miedo de salir”.

A dos cuadras de la casa, vemos el predio donde estaba el Albergue Warnes, un edificio de diez pisos que nunca terminó de construirse, para el que Eva Perón había soñado un destino de hospítal de niñxs y cuya enorme estructura inconclusa fue hogar de cientos de familias durante décadas, hasta su demolición en marzo de 1991. Quien escribe, creció en La Isla de La Paternal y vio caer la mole de cemento durante la implosión para la que se utilizó media tonelada de explosivos. Una enorme nube de polvo hizo que el aire se volviera irrespirable por un tiempo considerable para las miles de personas que contemplábamos el monumental estallido.

Emilia recuerda que el Warnes había sido utilizado como lugar de detención y tortura y menciona el Siluetazo, la acción artística iniciada en septiembre de 1983, poco tiempo antes de que finalizara la dictadura y Raúl Alfonsín asumiera la presidencia, que consistía en pintar siluetas de tamaño natural para visibilizar los cuerpos ausentes. El Albergue Warnes formó parte de esa intervención artística exhibida en su fachada. La caminata se detiene en la placita que parece una mini-isla de tamaño irregular, sobre la avenida Warnes frente a las bodegas. La placita a la que mi madre me llevaba casi a diario durante mi infancia, sin sospechar del horror que sucedía a pocos metros.

El siguiente lugar donde recala el grupo de caminantes en una tarde de sábado soleado es el Instituto Crescencia Boado de Garrigós, en Paz Soldán al 5200, que alojaba a niñas huérfanas o con situaciones familiares problemáticas. Las hermanas Ana y Emilia recuerdan a una interna de la que se habían hecho amigas a través de las rejas. “El Garrigós”, como se lo llama en el barrio, fue mucho más que un asilo para niñas. Para muchas, fue su refugio, su hogar. En una nota periodística del portal ANRed —impresa y exhibida en Casa Gómez en el marco de esta obra— las hermanas Sosa, Mónica y Aída, cuentan el rol que el “Garri” tuvo en sus vidas. Vivían con su madre y hermanos en situación de calle hasta que alguien les pasó la información del Consejo de Minoridad y de allí fueron trasladas hasta La Paternal.  Aída: “Pasar de la calle a un lugar limpio, abrigado, con comida todos  los días era impensable. Por un lado, el dolor de haber sido separadas de nuestra madre, pero al mismo tiempo la felicidad de estar en un lugar donde nos sentimos protegidas desde el primer momento”. Mónica afirma: “Somos hijas del Estado” .

De ser un instituto de minoridad, el Garrigós pasó a ser un espacio de promoción de derechos para las infancias dependiente de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia de Argentina (SENAF), pero en marzo de este año comenzó su desmantelamiento. Hubo trabajadorxs despedidxs y se sospecha que, dado el resurgimiento inmobiliario del barrio, el predio podría ser vendido al mejor postor.

El grupo continúa la caminata por un espacio libre de edificios. Pasa por la Asociación Vecinal Círculo La Paternal, donde Ana toma clases de salsa.

En la esquina de Bielsa (ex Morlote) y Paz Soldán está la farmacia donde trabajaba Ana. Las persianas bajas y los estantes despojados dan cuenta de que ahí ya no se venden remedios ni se toma la presión. Ana cuenta que post 2001 el local dejó de abrir, ya que la crisis económica provocó que varios locales de la zona se vieran obligados a cerrar sus puertas.

La Paternal, en especial La Isla, se convirtió en refugio de artistas, con una movida cultural y gastronómica creciente. Dejó de ser una zona barrial gris, barata y mal iluminada y desde hace unos años cotiza en alza en el mercado de compra-venta de inmuebles. Hay más color en el barrio, las paredes lucen murales con el rostro de Diego, siempre vistiendo la camiseta roja del Club Argentinos Juniors . Hay locales que mutaron, una pequeña fábrica ahora es cervecería, la carnicería se transformó en  el restaurante de pastas Tita la Vedette, y la que era la casa que alquilaba la familia de mi compañera de escuela primaria Nancy allá por los ´80, ahora es la renovada y coqueta Casa Gómez, desde donde parte la caminata y a donde volveremos después de escuchar los relatos de Ana y Emilia. 

Allí veremos cuatro edificios dibujados en tinta celeste, enmarcados y colgados sobre la pared. El Garrigós, la farmacia, el albergue Warnes y el MN Santa Inés, una antigua panadería que cerró al morir su dueño y que una década más tarde fuera alquilada y reacondicionada por la cheff Jazmín Marturet. El ahora restaurante fue reciente ganador de una estrella Michelín y agota las reservas cada fin de semana.

Lxs caminantes volvemos al lugar del que partimos y las hermanas Ana y Emilia nos dicen adiós.

Y así, quienes durante una hora caminamos juntxs, nos dispersamos, abadonamos La Isla y partimos hacia otras tierras, otros puntos geográficos donde también, como Ana y Emilia, tengamos la posibilidad de reconstruir nuestros propios mapas de vida.

Atlas de un mundo imaginado

Sábados 9 y 16 de agosto, domingos 10 y 17 de agosto. Domingo 14 de septiembre y sábado 20 de septiembre

Casa Gómez, Yeruá 4962, CABA.

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Actualidad

Discapacidad: “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”

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Se concretó este martes la marcha de personas con discapacidad y familiares, frente a quienes el gobierno hizo más de lo mismo: envió Policía y Gendarmería a amedrentarlos y amenazarlos, pese a que no estaban siquiera rompiendo el protocolo. Los gendarmes y policías tuvieron así la notable actitud de empujar y agredir a manifestantes con discapacidad que estaban reclamando pacíficamente por la motosierra aplicada a sus tratamientos, lo cual rompe toda frontera de la palabra «vulnerable».

Compartimos aquí la crónica realizada por el diario autogestivo Tiempo Argentino al respecto, reflejo de lo que está ocurriendo en el país.

Por Tiempo Argentino

Fotos: Antonio Becerra.

En protesta por el veto presidencial a la Ley de Emergencia, organizaciones de personas con discapacidad concentraron frente al Congreso, rodeado por policías y gendarmes. El reclamo se multiplicó en distintos puntos del país.

“Vallaron todo, nos rodearon de una manera exagerada. No es una movilización agresiva, nunca lo fue. No era necesaria tanta policía, tanta militarización”, criticaba Fernanda Abalde mientras emprendía la retirada de la masiva concentración frente al Congreso contra el veto de Javier Milei a la Ley de Emergencia en Discapacidad. Coordinadora de un centro de profesionales en neurodesarrollo y hermana de una persona con discapacidad a quien le recortaron las pensiones, sufre en carne propia el ajuste y el maltrato sobre el sector, que afecta tanto a prestadores como familias.

“Hay mucho maltrato del sistema a las familias, no es un sistema accesible. No solo en lo económico, es agresivo. Este año fue terrible. Hasta junio no estaban autorizados tratamientos presentados en noviembre del año pasado, por ejemplo. Siempre hubo un golpe a la discapacidad, pero este año fue muy atípico, recortaron muchos tratamientos, demoraron las autorizaciones, se planchó el nomenclador”, enumeró Abalde, coordinadora de Pulsar NeuroSocial y miembro del colectivo de Prestadores en Unidad CABA y GBA. “Es un sector con mucha demanda y se lo está desmantelando. Hay muchas familias que no pueden costear sus tratamientos”, lamentó en diálogo con Tiempo.

Discapacidad: “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”

Represión como respuesta

La protesta había comenzado 11.30. Pasado el mediodía la concentración ya era masiva y comenzó el operativo represivo, con un número desproporcionado de efectivos de Policía Federal y Gendarmería que empujaban incluso a grupos de manifestantes entre los que había personas en silla de ruedas que gritaban contra el veto y solo portaban carteles por los derechos de las personas con discapacidad.

Discapacidad: “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”

La Ley de Emergencia en Discapacidad busca revertir un panorama que por estos días es desolador. Según un informe reciente de la Red por los Derechos de las Personas con Discapacidad (REDI), la pensión por invalidez laboral está congelada en $217.000 y una maestra de integración en la escuela común cobra solo $3.000 la hora, con una demora de 180 días. Todo esto, mientras se recortaron pensiones por discapacidad y la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) proyecta recortar otros cientos de miles. Se trata de pensiones de 270 mil pesos, más un bono que lleva el total a poco más de 300 mil.

“Uno va pidiendo ayuda en la familia, se hace lo que se puede. Pero esperemos que este hombre recapacite”, pidió ante las cámaras Olga, una jubilada que marchó ante el Congreso, dirigiéndose a Milei. “Hay remedios que tuve que suspender. Hay muchas cosas que tienen que cambiar en la casa para poder subsistir. Para poder seguir adelante por mi hija”, dijo a C5N.

Discapacidad: “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”

Un reclamo federal

La masiva protesta frente al Congreso se replicó también en distintos puntos del país. “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”, había anunciado la Asamblea De Trabajadores de Inclusión (ATI) al convocar para este martes a una Jornada Federal por la Ley de Emergencia en Discapacidad.

Córdoba fue escenario de las protestas más concurridas. Desde la Plaza San Martín de Córdoba Capital, Virginia Els –presidenta de la Cámara de Prestadores de Discapacidad de Córdoba (Capredis)- destacó el gran número de familias que se sumó a reclamar, junto a prestadores, transportistas y profesionales. “El veto incrementó el reclamo. Ahora estamos intentando alzar la voz para que los diputados escuchen el reclamo y vuelvan a votar la ley con los dos tercios necesarios para que se sostenga. Fue algo multitudinario, con mucha más participación de familias que antes, resaltó.

Discapacidad: “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”

Los motivos de protesta son varios, pero todos tienen que ver con frenar el maltrato y el ajuste sobre el sector, ante una política cruel que afecta a todos los actores del circuito. “Reclamamos que se actualicen los aranceles, que se contemplen otros criterios para las auditorías. El tema de las prestaciones está en una etapa crítica: las instituciones están cerrando”, advirtió.

El embate contra el sector es tal que está generando un nivel de unidad inédito: “En Córdoba, prestadores, instituciones, profesionales independientes, familias, personas con discapacidad, estamos todos muy unidos. Estamos todos trabajando a la par. Es algo que nunca había sucedido. Nos unió el espanto”, resumió Els.

Franco Muscio, terapista ocupacional al frente de un centro de día en la zona de Sierras Chicas, se acercó a la capital provincial para participar de la protesta. “El servicio es cada vez más precario, una situación alarmante y angustiante y un Estado nacional que no da respuesta. Este año es imposible sostener las prestaciones. Cada vez hay más recortes. No sé cómo vamos a seguir. Las familias son las más perjudicadas”, sentenció ante las cámaras. “Sin espacios como los nuestros, se pierde calidad de vida. Hace diez años que estoy en esto. Nunca había pasado algo así”.

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