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Rebeldía gremial mirando al 22 de agosto

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Este martes en el microestadio de Ferro se produjo una de las apariciones más claras de la nueva geografía sindical que se está gestando en el país a partir del cimbronazo que significó la llegada de Cambiemos al poder, y las consiguientes noticias económicas de los últimos meses. Un agrupamiento de sindicatos encabezado por la Asociación Bancaria llamó a recuperar la rebeldía en el ámbito de la CGT y frente al Congreso normalizador del 22 de agosto reclamó un lugar en el triunvirato con el que se piensa inaugurar una conducción colegiada de la central obrera. Es posible que parte de lo que ocurra en el futuro económico dependa de cómo se desarrollen estos debates, disputas y/o acuerdos en el ámbito político gremial.
Rebeldía gremial mirando al 22 de agosto
“Hay que decirlo con claridad: este es un gobierno de derecha que ganó con un discurso de derecha. Cuando dijo que iba a levantar el cepo, era que iba a haber una devaluación brutal. Nos van a encontrar en la calle una y mil veces para combatir el ajuste. Pero no hay que confundirse: el enemigo, a diferencia de los 90 donde eran liberales conservadores a tontas y a ciegas, se ha vuelto más sofisticado en cómo llega su mensaje a la sociedad. No tiene que ver sólo con lo que le imponen los gurúes comunicacionales que tiene, sino con un blindaje de los medios hegemónicos” fue una de las cosas que planteó en el principal discurso de la noche el secretario general de la Bancaria, Sergio Palazzo.

Madres y mineras

Lo que se pensó en algún momento como una cancha de fútbol o de básquet con tribunas y gradas en el microestadio de Ferrocarril Oeste, en Caballito, se transformó en un anfiteatro colmado de trabajadores, trabajadoras y gremialistas de varios colores y signos. Era imposible respirar sobre cualquier escalón, y la única opción viable fue bajar hacia el campo, donde había un mar de banderas esperando por el acto central organizado por el gremio La Bancaria a 200 años de la Independencia.
Título “Los trabajadores somos la Patria”.
También se veían los emblemas de sindicatos de Curtidores, Gráficos, Farmacéuticos, Docentes, Judiciales, Molineros, Televisión y tribunas llenas cantando por la unidad.
El evento llegó a 50 días del congreso normalizador de la CGT previsto para el 22 de agosto, donde una de los conceptos más fuertes apunta a la conformación de una organización colegiada. Por eso se esperaba en Ferro el discurso del secretario general de La Bancaria, Sergio Palazzo, uno de los dirigentes que más peso ganó en los últimos meses, y que en los últimos días fue motivo de noticia cuando el ministro Juan José Aranguren explicó que la política de tarifazos se hacía en base a “prueba y error”. Palazzo respondió públicamente «Andá, Aranguren, a hacer prueba y error con la puta madre que te re mil parió, no con los trabajadores».
Esta vez Palazzo, de origen radical, propuso que “este espacio tenga un lugar preponderante dentro de la secretaría general y del cuerpo colegiado de la CGT”, con una agenda que, según describió, debería abarcar desde la defensa del salario hasta las denuncias contra la megaminería a cielo abierto.
Palazzo también exigió “recuperar la rebeldía” desde el movimiento obrero. Pregunta que quedó picando: ¿dónde estaba esa rebeldía? Palazzo respondió a lavaca tras su discurso: “Creo que muchos trabajadores y dirigentes la hemos tenido, otros no tanto. Pero también creo que el ahora requiere que todas las organizaciones gremiales estemos juntas para enfrentar un modelo que, claramente, nos afecta”.

Teoría del recambio

Entre el estallido de bombos y trompetas, Juan Daniel baja por las escaleras con una bandera naranja. Se toma su tiempo para descender: baja un pie al escalón, luego el otro, y así. Tiene 76 años, pero habla con la vehemencia de alguien que supo hacerse escuchar entre 46 años de conflictos y estallidos: “Yo pienso que todos estos acontecimientos convocan a que se luche por los derechos que siempre tuvimos que tener. Yo soy jubilado, pero colaboro porque siempre apoyé durante el neoliberalismo. Y desde esa experiencia te digo que estos momentos son muy difíciles pero vamos a tratar de superarlos”.
De fondo, se escucha a la locutora del evento que grita con la fuerza de un concierto de rock y pide que por favor bajen las banderas y que paren un poco con los bombos, pero lo único que apacigua el barullo es el Himno Nacional, que muchos entonan con los dedos en V y lágrimas en los ojos.
Fabián Obregón, secretario de Organización del Sindicato de Curtidores, explica: “Tenemos empresas que, dentro de todo, venían bien, pero hoy nos encontramos con suspensiones, despidos, cierres de fábricas y un presidente que no apoya al pueblo, sino a los empresarios. En cifras, más o menos tenemos 2 mil despidos en el gremio, y unos 700 compañeros suspendidos. Hasta los empresarios vienen a pedir la toalla al gremio para que podamos dar una mano: si no hay empresa, no hay trabajo ni trabajadores”.
Luis Barrientos, de prensa de los Curtidores: “Estos 200 años de Independencia nos dejan en una situación incluso anterior a la de 1800. Tenemos un Presidente que viene tomando medidas a favor del imperio y los sindicatos somos los primeros que sentimos el impacto. Necesitamos un Estado fuerte, no el desmantelamiento que hizo Macri”.
¿Cómo se llegó a esta situación? “Nosotros perdimos un poco de lugar cuando nos olvidamos de nuestra clase. Somos una clase trabajadora, obrera, y cuando pensamos que podíamos estar un poco mejor nos dejamos de pensar como obreros y votamos equivocadamente. Pensar que si pudimos irnos de vacaciones, comprar un auto y terminar la casa no es sólo por el esfuerzo de cada trabajador, sino porque también hay medidas económicas de un Estado que sostenían ese bienestar”.
¿Cómo se interpreta la normalización de las CGT? Barrientos: “Apostamos a que los que estén realmente escuchen a los trabajadores. Curtidores, por ejemplo, hizo un recambio generacional: no podía haber dirigentes de 80 años que no entendieran cuáles son los nuevos reclamos. También tiene que pasar en la CGT. Siempre fueron los mismos cinco sindicalistas que los medios quieren difundir y que, en mi opinión, no representaban a los trabajadores y los confundían. Este recambio tiene que ser con dirigentes que puedan entrar en la fábrica y mirar cara a cara a los trabajadores”.
Obregón concluye: “A los trabajadores sólo los van a salvar los trabajadores”.

El menú

Jorge Luis Tolosa, delegado del Sindicato Argentino de Televisión, piensa que es “una buena decisión” de las CGT la voluntad de unirse frente al actual contexto económico y político. “Nosotros blanqueábamos a los compañeros nuestra idea: que este Gobierno que era volver a algo que ya conocíamos. Ellos jamás van a querer una cabeza negra ahí adentro, y por eso nunca van a pensar como nosotros. Todo lo que hacen es una pantalla para que nos vean bien los de afuera, y nada más”.
Pero Macri ganó las elecciones. “Esto que te digo quizá sea personal, pero a veces tenemos que comer un poquito de mierda para entender que esto no va. Uno no quiere que todo se descontrole, porque entendemos y queremos que a la Argentina le vaya bien, pero mientras no nos sigan respetando, lógicamente va a haber una respuesta”.
Gastón, del sindicato molinero: “Estamos viviendo una etapa muy dura del lado trabajador, es una etapa de laburo muy golpeada por el Gobierno nacional. Han cerrado pequeños molinos por el hecho de que han liberado las exportaciones al cereal. Se nos complica comprar con el tema del trigo. El impacto fue muy grande. Nosotros, por ejemplo, en un molino de Chacabuco, bajamos la producción un 50 por ciento. Y eso afecta directamente todo lo que es empleo, reducción de personal. Todo lo que era tercerizado está desapareciendo. Antes laburábamos 24 horas de lunes a sábado y estamos laburando 12”. Otra impresión: “Los trabajadores tendríamos que estar más unidos en todo el nivel nacional porque estamos perdiendo mucha cantidad de empleo”.
Gustavo Morán, de Farmacéuticos, hace la siguiente lectura del acto en Ferro: “Esto es retomar algunos contenidos históricos del movimiento obrero. Nosotros somos una expresión más, pero creemos que desde esa unidad, tenemos que enfrentar el modelo neoliberal. El impacto es en general sobre el movimiento: nos afecta en tarifas, suba de transporte, aumento de precios. No hay un sector que salga beneficiado”.
Dudas sobre la posibilidad de unidad: “Es difícil porque se juegan espacios políticos y egos personales, pero nos une el espanto y la necesidad de profundizar algunas cuestiones que creíamos resueltas: teníamos paritarias libres y ahora ni siquiera te respetan los acuerdos firmados. El Ministerio no actúa. Esto ya se vio en los 90: no hay nada nuevo”.

Qué hacer con las banderas

“Sería un error pedirles que bajen las banderas: no las bajen nunca. Pero córranlas un poco para que se pueda ver”, comenzó su discurso de 37 minutos Sergio Palazzo, en el que habló de la Historia, la colonia, la Independencia y los pueblos originarios sin leer una línea. Le recomendó al Presidente que “vaya a leer Historia” después de sus dichos por el Bicentenario. De genealogía radical, Palazzo también citó a Yrigoyen, Evita, Perón y Alfonsín: en cada caso hubo aplausos y ovación.
“Hay que decirlo con claridad: este es un gobierno de derecha que ganó con un discurso de derecha. Cuando dijo que iba a levantar el cepo, era que iba a haber una devaluación brutal. Nos van a encontrar en la calle una y mil veces para combatir el ajuste. Pero no hay que confundirse: el enemigo, a diferencia de los 90 donde eran liberales conservadores a tontas y a ciegas, se ha vuelto más sofisticado en cómo llega su mensaje a la sociedad. No tiene que ver sólo con lo que le imponen los gurúes comunicacionales que tiene, sino con un blindaje de los medios hegemónicos”.
El otro dirigente que habló previamente fue Héctor Amichetti, de la Federación Gráfica Bonaerense: “Nuestra organización ha atravesado gran parte de la historia nacional. Y nuestros dirigentes nunca se pusieron de rodillas ante ningún poder. Hay una consigna que levantaban los compañeros de la CGT de los Argentinos que no hay que olvidar nunca: ‘Más vale honra sin sindicato que sindicato sin honra’. Hace unas horas vimos una escena bochornosa del Presidente saludando a quien era nuestro opresor, el Rey de España, y eso es muy significativo de la etapa que estamos viviendo. Pero no nos sorprende. Porque toda nuestra historia está atravesada por la lucha de los dos proyectos: uno que defiende el privilegio de las minorías y otro que representa los intereses de la mayoría. Si un gobierno es legítimo porque ganó por unos pocos votos, ¿puede hacer lo que quiera? ¿Consultó a las organizaciones sindicales si estábamos a favor de la devaluación? ¿Consultó a las pymes sobre la apertura de importación? ¿Consultaron a los barrios y organizaciones del pueblo si estaban de acuerdo con el tarifazo? Eso le quita legitimidad a nuestra democracia y legitima nuestro derecho a resistir. No podemos darle ni un segundo de tregua a la resistencia”.
Por su parte, Palazzo dijo que los sectores sindicales tienen que “perder el miedo” a discutir política y formar parte de una agenda de temas nacionales que trascienda lo reivindicativo. “Es hora que entendamos hermanados, fraternos y solidarios que aquí discutimos una cuestión de clase. Hablan de grieta, pero está bien que esté: hay 200 años de historia de opresores de un lado, y de pueblo luchando por el otro”. Reconoció que cometió un “improperio con la madre” de Aranguren (el insulto referido al comienzo). “Ella no tenía la culpa, pero preocúpense por pedir disculpas a las millones de madres de hogares argentinos que no van a poder alimentar a sus hijos”.
Sobre la unidad: “La unidad a veces trae ruido, porque hemos tenido muchas diferencias en estos 20 años. Caminos desencontrados. Ni siquiera paralelos. Contradicciones a veces flagrantes. Pero hoy independientemente de la autocrítica y la depuración lógica que se va a ir dando, van a ser secundarias porque hay un enemigo sofisticado enfrente. Si queremos justicia social, o un gobierno para las minorías, es hora que subrayemos con hechos lo que decimos y proponemos. Este espacio político sindical no sólo va a buscar la agenda de los argentinos, que haya un programa de la CGT (sobre salario, tarifas, industrias y banca). También va dar la pelea el 22 de agosto porque si va a haber una conducción colegiada, uno de esos lugares de secretaria general tiene que ser para este espacio”.
Allí fue cuando Palazzo pidió, desde la CGT, “recuperar la rebeldía”.
Ruth Damonte, secretaria de Previsión de la seccional Buenos Aires del sindicato, está parada en una silla y agita la mano. ¿Qué significa para ella la rebeldía de la que se habló recién?
Piensa. “Rebelarse ante la injusticia. Estamos viendo que este Gobierno trabaja sólo para el poder económico. Los trabajadores vivimos del trabajo. No pueden llevarse todo para la clase alta, el 5 por ciento de este país. Los trabajadores tenemos que rebelarnos ante eso”.

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83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

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Pablo Grillo
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83 días.

Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.

83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.

83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.

83 días y seis intervenciones quirúrgicas.

83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo. 

83 días hasta hoy. 

Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro. 

Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”. 

Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).

Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca. 

El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”. 

La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».

La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería. 

Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.

Esta es parte de la vida que no pudieron matar:

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La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen

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Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.

Por María del Carmen Varela.

La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen

La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia. 

La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.

Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.

La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional.  A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.

Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.

Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro. 

MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA

Viernes 30 de mayo, 20.30 hs

Entradas por Alternativa Teatral

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Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro

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Una actriz que cautiva. Una historia que desgarra. Música en vivo. La obra Perla Guaraní volvió de la gira en España al Teatro Polonia (Fitz Roy 1475, CABA) y sigue por dos domingos. El recomendado de lavaca esta semana.

Por María del Carmen Varela

La sala del teatro Polonia se tiñe de colores rojizos, impregnada de un aroma salvaje, de una combustión entre vegetación y madera, y alberga una historia que está a punto de brotar: Perla es parte de una naturaleza frondosa que nos cautivará durante un cuarto de hora con los matices de una vida con espinas que rasgan el relato y afloran a través de su voz.

La tonada y la crónica minuciosa nos ubican en un paisaje de influjo guaraní. Un machete le asegura defensa, aunque no parece necesitar protección. De movimientos rápidos y precisos, ajusta su instinto y en un instante captura el peligro que acecha entre las ramas. Sin perder ese sentido del humor mordaz que a veces nace de la fatalidad, nos mira, nos habla y nos deslumbra. Pregunta: “¿quién quiere comprar zapatos? Vos, reinita, que te veo la billetera abultada”. Los zapatos no se venden. ¿Qué le queda por vender? La música alegre del litoral, abrazo para sus penas.

Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro
Gabriela Pastor en escena. Detrás, Juan Zuberman interpreta a un ciego que toca la guitarra.

La actriz y bailarina Gabriela Pastor moldeó este personaje y le pone cuerpo en el escenario.  Nacida en Formosa, hija de maestrxs rurales, aprendió el idioma guaraní al escuchar a su madre y a su padre hablarlo con lxs alumnxs y también a través de sus abuelxs maternxs paraguayxs. “Paraguay tiene un encanto muy particular”, afirma ella. “El pueblo guaraní es guerrero, resistente y poderoso”.

El personaje de Perla apareció después de una experiencia frustrante: Gabriela fue convocada para participar en una película que iba a ser rodada en Paraguay y el director la excluyó por mensaje de whatsapp unos días antes de viajar a filmar. “Por suerte eso ya es anécdota. Gracias a ese dolor, a esa herida, escribí la obra. Me salvó y me sigue salvando”, cuenta orgullosa, ya que la obra viene girando desde hace años, pasando por teatros como Timbre 4 e incluyendo escala europea.

Las vivencias del territorio donde nació y creció, la lectura de los libros de Augusto Roa Bastos y la participación en el Laboratorio de creación I con el director, dramaturgo y docente Ricardo Bartis en el Teatro Nacional Cervantes en 2017 fueron algunos de los resortes que impulsaron Perla guaraní.

Acerca de la experiencia en el Laboratorio, Gabriela asegura que “fue un despliegue actoral enorme, una fuerza tan poderosa convocada en ese grupo de 35 actores y actrices en escena que terminó siendo La liebre y la tortuga” (una propuesta teatral presentada en el Centro de las Artes de la UNSAM). Los momentos fundantes de Perla aparecieron en ese Laboratorio. “Bartís nos pidió que pusiéramos en juego un material propio que nos prendiera fuego. Agarré un mapa viejo de América Latina y dos bolsas de zapatos, hice una pila y me subí encima: pronto estaba en ese territorio litoraleño, bajando por la ruta 11, describiendo ciudades y cantando fragmentos de canciones en guaraní”.

La obra en la que Gabriela se luce, que viene de España y también fue presentada en Asunción, está dirigida por Fabián Díaz, director, dramaturgo, actor y docente. Esta combinación de talentos más la participación del músico Juan Zuberman, quien con su guitarra aporta la cuota musical imprescindible para conectar con el territorio que propone la puesta, hacen de Perla guaraní una de las producciones más originales y destacadas de la escena actual.

Teatro Polonia, Fitz Roy 1475, CABA

Domingos 18 y 25 de mayo, 20  hs

Más info y entradas en @perlaguarani

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