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Romper las pelotas: lanzamiento exclusivo del nuevo libro de lavaca
Romper las pelotas. Crónicas y ensayos para tirar el patriarcado, es el título del nuevo libro de Claudia Acuña, editado por lavaca. Son textos reunidos con la esperanza de promover un debate sobre los ejes de construcción del movimiento feminista porque entendemos que eso es exactamente lo que está en disputa hoy. Dirigir al feminismo es una prioridad del poder y tratará de conquistarlo con todos sus atributos: saber, autoridad, represión y domesticación. No se trata entonces de desobedecer una orden, sino un orden que tiene múltiples órdenes. En eso estamos. Estas páginas reconstruyen conversaciones, experiencias y enfoques que nos han permitido mantener el rumbo de la autogestión de nuestros deseos, experiencias y relaciones sociales. Las compartimos con la convicción de que serán útiles para alimentar el fuego y el abrazo colectivo. Aquí compartimos en exclusiva el prólogo de la impulsora de Actrices Argentinas, Dolores Fonzi.
Construir trincheras, por Dolores Fonzi
Claudia Acuña es un puente que une el pensamiento con la acción. Todo el tiempo está pensando y proponiendo diversas cosas para hacer, juntas, para transformar este mundo de dolor.
Su práctica cotidiana y su propia trayectoria están puestas sobre ese eje, sobre esa forma de impulsar y proyectar un feminismo de acción que sea integrador, y a la vez potente, creativo, cuestionador, incómodo, audaz: vivo, en las calles, en las casas y en cada espacio en el que nos movemos.
Su mirada es un agente promotor constante que nos invita:
a no callarnos,
a liberarnos,
a poner el cuerpo,
a abrazarnos,
a cuidarnos,
a sostenernos.
En esta época de luchas, de gritar BASTA, de mostrar cómo nos ponemos cuando nos organizamos, Claudia es una incansable constructora de trincheras. Su voz y su pluma son como una pala que va perforando la tierra, no para escondernos, sino al contrario: para que desde ese pozo podamos dar pelea, juntas y hermanadas, desde las diferencias que podamos tener, contra el patriarcado y su opresión, contra el machismo y sus fatales consecuencias. Cada palabra y cada paso suyo se hunden en la tierra para hacer fuerte y más seguro ese espacio –que muchas veces duele– desde el cual combatimos. Muchas veces duele, pero siempre sana porque desde allí, desde esa trinchera, transformamos el dolor en lucha; desde allí sostenemos el deseo, las risas, el coraje, los llantos: la vida.
Claudia y MU son una trinchera, son un refugio, son una vía de comunicación para poner el cuerpo y potenciar nuestra acción cotidiana.
Este libro, que reúne algunos de sus textos más imprescindibles, en los que se entrecruzan sus entrevistas, sus investigaciones y su mirada a lo largo de los años, tiene esa clave. Está cargado de acciones, de luchas, de batallas cotidianas.
Esta lección de pensar en la acción –ella siempre dice: “Pensar con los pies”, en el andar, haciendo– es absolutamente integradora: nos permite ver cómo, a través de una práctica determinada, se puede construir pensamiento. Este enfoque, definitivamente, nos convoca y nos empodera.
Recuerdo cuando impulsamos junto a Claudia que cientos de actrices firmaran una carta apoyando la interrupción voluntaria del embarazo, el preámbulo para el nacimiento de la colectiva Actrices Argentinas, este espacio en el que junto a cientos de colegas mujeres estamos actuando juntas, pensando y haciendo colectivamente.
Unirnos en esa trinchera fue algo trascendente que tuvo y tiene enorme potencial sobre nuestras prácticas. Siempre recuerdo que, en el marco del debate para que el aborto sea legal, se nos acercó una periodista de Clarín que nos dijo que tenían directivas, desde hacía mucho tiempo, de no abordar la relación entre Estado e Iglesia, por ejemplo. Pero que a partir de la intervención de las actrices más populares del país no habían podido eludirlo.
Y eso fue porque actuamos. No en el sentido de interpretar un papel en una obra o una película, sino porque actuamos sobre una realidad concreta: la nuestra, la de miles y miles de mujeres.
Para mí es un honor ser parte de este libro y de esta historia, porque considero que Claudia Acuña es una de las referentes del feminismo de acción que, como sabemos, cantamos y gritamos: ¡Va a vencer!
***
Romper las pelotas. Crónicas y ensayos para tirar el patriarcado es resultado de un proceso colectivo de acción y pensamiento, de arte y comunicación, del cual estos textos apenas si pueden dar cuenta de lo que representó para las personas que participamos de esta experiencia que es lavaca, que sin duda impactó y mutó nuestras formas de hacer y mirar la realidad.
Este libro es parte de una trilogía en la que están “Economía Pospatriarcal” de Natalia Quiroga Díaz y “Trans-Formaciones” de Lohana Berkins – Marlene Wayar – Susy Shock – Cristina Montserrat – Carla Morales Ríos y más.
Precio de lanzamiento: $360
Encontralo en MU Trinchera Boutique, Riobamba 143.
Y escribinos a [email protected]
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83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

83 días.
Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.
83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.
83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.
83 días y seis intervenciones quirúrgicas.
83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo.
83 días hasta hoy.
Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro.
Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”.
Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).
Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca.
El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”.
La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».
La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería.
Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.
Esta es parte de la vida que no pudieron matar:
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La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen
Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.
Por María del Carmen Varela.
La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia.
La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.
Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.
La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional. A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.
Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.
Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro.
MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA
Viernes 30 de mayo, 20.30 hs
Entradas por Alternativa Teatral

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Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro

Una actriz que cautiva. Una historia que desgarra. Música en vivo. La obra Perla Guaraní volvió de la gira en España al Teatro Polonia (Fitz Roy 1475, CABA) y sigue por dos domingos. El recomendado de lavaca esta semana.
Por María del Carmen Varela
La sala del teatro Polonia se tiñe de colores rojizos, impregnada de un aroma salvaje, de una combustión entre vegetación y madera, y alberga una historia que está a punto de brotar: Perla es parte de una naturaleza frondosa que nos cautivará durante un cuarto de hora con los matices de una vida con espinas que rasgan el relato y afloran a través de su voz.
La tonada y la crónica minuciosa nos ubican en un paisaje de influjo guaraní. Un machete le asegura defensa, aunque no parece necesitar protección. De movimientos rápidos y precisos, ajusta su instinto y en un instante captura el peligro que acecha entre las ramas. Sin perder ese sentido del humor mordaz que a veces nace de la fatalidad, nos mira, nos habla y nos deslumbra. Pregunta: “¿quién quiere comprar zapatos? Vos, reinita, que te veo la billetera abultada”. Los zapatos no se venden. ¿Qué le queda por vender? La música alegre del litoral, abrazo para sus penas.

La actriz y bailarina Gabriela Pastor moldeó este personaje y le pone cuerpo en el escenario. Nacida en Formosa, hija de maestrxs rurales, aprendió el idioma guaraní al escuchar a su madre y a su padre hablarlo con lxs alumnxs y también a través de sus abuelxs maternxs paraguayxs. “Paraguay tiene un encanto muy particular”, afirma ella. “El pueblo guaraní es guerrero, resistente y poderoso”.
El personaje de Perla apareció después de una experiencia frustrante: Gabriela fue convocada para participar en una película que iba a ser rodada en Paraguay y el director la excluyó por mensaje de whatsapp unos días antes de viajar a filmar. “Por suerte eso ya es anécdota. Gracias a ese dolor, a esa herida, escribí la obra. Me salvó y me sigue salvando”, cuenta orgullosa, ya que la obra viene girando desde hace años, pasando por teatros como Timbre 4 e incluyendo escala europea.
Las vivencias del territorio donde nació y creció, la lectura de los libros de Augusto Roa Bastos y la participación en el Laboratorio de creación I con el director, dramaturgo y docente Ricardo Bartis en el Teatro Nacional Cervantes en 2017 fueron algunos de los resortes que impulsaron Perla guaraní.
Acerca de la experiencia en el Laboratorio, Gabriela asegura que “fue un despliegue actoral enorme, una fuerza tan poderosa convocada en ese grupo de 35 actores y actrices en escena que terminó siendo La liebre y la tortuga” (una propuesta teatral presentada en el Centro de las Artes de la UNSAM). Los momentos fundantes de Perla aparecieron en ese Laboratorio. “Bartís nos pidió que pusiéramos en juego un material propio que nos prendiera fuego. Agarré un mapa viejo de América Latina y dos bolsas de zapatos, hice una pila y me subí encima: pronto estaba en ese territorio litoraleño, bajando por la ruta 11, describiendo ciudades y cantando fragmentos de canciones en guaraní”.
La obra en la que Gabriela se luce, que viene de España y también fue presentada en Asunción, está dirigida por Fabián Díaz, director, dramaturgo, actor y docente. Esta combinación de talentos más la participación del músico Juan Zuberman, quien con su guitarra aporta la cuota musical imprescindible para conectar con el territorio que propone la puesta, hacen de Perla guaraní una de las producciones más originales y destacadas de la escena actual.
Teatro Polonia, Fitz Roy 1475, CABA
Domingos 18 y 25 de mayo, 20 hs
Más info y entradas en @perlaguarani
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