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Simulación y política

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El científico Andrés Carrasco hizo llegar este artículo a la agencia lavaca, que plantea un debate sobre el actual rol de la ciencia y las políticas en la materia, el rol de las corporaciones y la diferencia que implica poner al mercado, y no a la sociedad y la democracia como ejes de las políticas científicas.
Simulación y política

EL PLACTED

En octubre de 2010 se creo en el ámbito del Mincyt, el “Programa de Estudios sobre el Pensamiento Latinoamericano en Ciencia, Tecnología y Desarrollo” (PLACTED) con el pomposo objetivo de promover la difusión, debate y producción de conocimientos sobre el Pensamiento Latinoamericano en Ciencia, Tecnología y Desarrollo, en referencia a la corriente de fines de los años sesenta y la década del setenta que agrupo a un conjunto de científicos y tecnólogos que “coincidían en el cuestionamiento a la neutralidad y a la universalidad del desarrollo científico y tecnológico”. Postulando “la necesidad de desarrollar una ciencia y una tecnología a escala nacional vinculadas con los problemas productivos y sociales locales, y de adquirir autonomía de las desarrolladas en los países centrales”
Los objetivos del PLACTED proponen “recuperar, promover y difundir la producción académica del Pensamiento Latinoamericano en Ciencia, Tecnología y Desarrollo en nuestro país y la región. Analizar los desafíos actuales del sector CTI a la luz del Pensamiento Latinoamericano como insumo estratégico para la definición de políticas públicas que promuevan la autonomía científica, tecnológica e innovativa. Promover la vinculación entre las actividades científicas, tecnológicas e innovativas con las demandas productivas y sociales locales.

PORQUE SE CREA EL PLACTED

La política de concentración de recursos y la concepción de generar conocimiento destinado a ser tratado como mercadería transferible al sector privado, acompañada de la paulatina privatización de los centros del aparato científico universitario y no universitario requirió crear un lugar desde donde se propusiera una explicación legitimadora de la política del Mincyt partiendo de las líneas del pensamiento latinoamericano que Varsavsky y Rolando García sostuvieron. Es justo decir que acompañan de distinta manera en esta empresa oficial, de recupero del ideario del 70, Universidades como la de Quilmes y Lanus.
Pero lo cierto es que el pensamiento latinoamericano de los 60 y 70, en plena efervescencia revolucionaria, estaba precisamente intentado superar la discusión de la etapa desarrollista  jaqueando al cientificismo.
Imaginaba un modelo de ciencia que no miraba al mercado sino al pueblo y su relación con la producción del conocimiento. Había una crítica incipiente a lo que llamamos modernidad cuando proponía una ciencia emancipada y fundamentalmente, democéntrica opuesta a las de la política que hoy desarrolla el Mincyt de cuño mercadocéntrico.

PASADO Y PRESENTE

Oscar Varsavsky, uno de los referentes de aquel pensamiento, decía: “la posibilidad de que el simple desarrollo científico y tecnológico a la manera del hemisferio norte, facilitara el cambio, a la larga era muy atractiva frente a la escasez de alternativas” ([1]) se esbozaba aquí una explícita crítica al modelo de desarrollo subordinado que ya era ineludible en aquellos años y que no pintaba tener la intención de revisar las bases del paradigma de sentido que exploraba Varsavsky.
A tal punto que en Varsavsky en 1972, distinguía dos estilos culturalmente dependientes en ciencia, eldesarrollista y el neocolonial creados a imagen de la ciencia del hemisferio norte. Ciencia universal, única, neutra, libre, con el objetivo de buscar la certeza. Mientras el desarrollismo veía en la ciencia el instrumento para lograr sus objetivos, para el neocolonialismo, la ciencia, era un artículo suntuario destinado a sus elites. Y sostenía que la ciencia es un instrumento indispensable pero además un fin en sí misma ya que es la manera de satisfacer la necesidad vital de comprender el mundo.
Estaba convencido que la crítica al cientificismo -todavía no reciclado en el neodesarrollismo como hoy- debía ser acompañada por una transformación de instrumentos, estrategias, rupturas epistémicas que pusieran al trabajador científico en el lugar de transformación social. No el de proveedor de conocimientos para la industria privada. Su crítica era a la neutralidad y universalidad de la ciencia y a mercantilizar el conocimiento y no incluía privatizar sus objetivos primero y luego sus instituciones. Advertía así que el desarrollismo era incompatible con los objetivos de la liberación nacional porque producía dependencia encandilado por el fetiche del consumo y la tecnología de punta.
Por eso Varsavsky señala que “la ciencia no crea todos los instrumentos” para que el científico pueda explorar la realidad con objetividad, “sino solo aquellos que el sistema le estimula a crear”. Varsavsky intuía que los fuertes intereses internacionales en juego, desplegarían las formas de conocimiento tecnológico necesario y más apto para suplir sus demandas y no necesariamente las requeridas para la transformación de la sociedad lejos de la idea del Mincyt que cree que desafiar la universalidad, neutralidad y certeza de la ciencia es aplicar la lógica de las transnacionales y sus sucursales locales.

CIENCIA, CIENTIFICISMO Y CORPORACIONES.

Todavía más explícitamente dice al respecto que: “la ciencia deja de ser una aventura creativa para transformarse en una inversión rentable que figura en la cuenta de capital de las empresas con su etiqueta masificadora y se hace con empleados, con subsidios a universidades o con institutos y universidades propias”.
Desde aquella percepción, hemos “mejorado”. Tal como plantea el discurso oficial, hoy parece virtuoso alquilar universidades y/o institutos pagados por la sociedad toda para que provean sobre pedido el conocimiento que incremente oportunidades de negocios para las empresas. Esta mercantilización del conocimiento es el corazón de la política promovida desde el gobierno. Insinuada en los liberales 90. Se perfecciona en los últimos años y es donde mejor se ve la pátina neoliberal aggiornada con un discurso neodesarrollista de cara a satisfacer el mercado global. Aunque esto implique hipotecar lo que queda del sistema científico argentino.
Esta lógica trae y atrae la colonización de grandes organizaciones o fundaciones. Así como en los 60 veíamos a la Ford, Rockefeller, Carnegie, NSF, NIH, BID, AID, que subsidiaban directa o indirectamente a investigadores, hoy son Harvard, Max Planck, entre otras, que ligadas a intereses y demandas centrales desembarcan físicamente para direccionar el desarrollo de sentido y programas de nuestra colonia científica.
Nadie en su sano juicio pensará que esas organizaciones son organizaciones de ayuda humanitaria. Son instrumentos de control de la matriz colonial del poder en la que estamos inmersos. El aparato científico esta desintegrado y es dependiente al punto que un 70 % se financia todavía con deuda externa. Mas allá de la o las Tecnópolis que quieran inventar, qué autonomía puede esperarse cuando la demanda la conducen las gigantes empresas transnacionales y sus testaferros locales?
Varsavsky y otros plantearon todo lo contrario. Ellos creían en una ciencia creativa, crítica, que diera lugar a la ruptura de marcos epistémicos que estuviera al servicio del camino emancipatorio de los pueblos, no el de las empresas.
El cientificismo, fue fuertemente criticado en los 60 y 70. Sin embargo hoy el cientificismo mientras se desentiende convenientemente de la “verdad” es absolutamente necesario para que la tecnociencia sostenga la ilusión de la “certeza” y la “neutralidad” del conocimiento técnico, como sucede con el discurso oficial elaborado alrededor de la virtud indiscutible de las biotecnologías entre otras. Desde alli aborta el pensamiento crítico y la revisión permanente de la dirección y conveniencia del desarrollo científico y rol político del conocimiento y desarrollo disciplinar. Mientras por otro lado adopta la posición dominante internacional del poder político y económico que sostiene el desarrollo neocapitalista. De manera que al cerrar en que la tecnociencia es neutral, -ahora se llama sustentable- contradice el punto central de la posición de Varsavsky.
En la real politik del Mincyt, el maquillaje que proponen los funcionarios del PLACTED, ha resultado insuficiente. Lo denuncia el diseño del desarrollo disciplinar y las estrategias ajustadas a la demanda de las corporaciones, la concepción empresarial de la gestión durante la producción de conocimiento, la internacionalización y globalización de la ciencia, , ambas anticipadas por Varsavsky, la adopción en las instituciones científicas públicas de la lógica propia de sociedades anónimas y la apropiación por patentamiento de la naturaleza, y el desembarco de instituciones científicas y los convenios con universidades extranjeras en función de modelos y necesidades foráneas que vienen atraídas por las ventajas que generan los agujeros normativos y regulatorios. El propósito del Mincyt aparece sin filtros en distintas expresiones del Ministro del área:
“Creo que estamos ante un cambio muy importante porque prácticamente todos los días hay una cita –hablando- de un investigador del Conicet en algún medio hablando sobre economía, política y un largo etcétera”.
“Yo creo que tenemos dos alternativas, o nos incorporamos dignamente en esta economía globalizada o pasamos a ser una especie de reserva ecológica de la Costanera Sur del continente latinoamericano”.
“Hoy un chico que estudia ingeniería, química, biología tiene no solo la posibilidad de ser empleado sino también de tener su propia empresa”.
“pero si vos a un adolescente le decis que a los 25 años puede tener empresa auto casa, creo que es un estimulo mas adecuado”.

BLOQUEO DE LA CRÍTICA DECOLONIAL.

La invisibilización que aplica el PLACTED apela al reclutamiento de “expertos” que den conferencias confinando la palabra autorizada a los saberes disciplinares específicos que reafirmen el discurso oficial e impidiendo la libre circulación de miradas de todos aquellos críticos u objetores que exploran las complejidades del desarrollo, sus emergentes y consecuencias. Esto de arrinconar en los saberes específicos los instrumentos de análisis y comprensión, es también un viejo truco del reduccionismo cientificista tendiente a preservar una vez más la “certeza” y la “neutralidad” del conocimiento científico.
El PLACTED no es un lugar de debate ni una plataforma emancipadora y heredera de ideales de los 60-70 sino que confirma que la política de ciencia y tecnología actual, no responde a la historia de las ideas que circularon en aquellos décadas. Necesita legitimarse tomando prestadas ideas y gestas que probablemente ni siquiera son comprendidas por los tecnócratas que lo dirigen.
Sí es una usina de “adoctrinamiento y cooptación” de individuos y grupos medianamente críticos. Recurriendo a un relato que apela a la palabra indiscutida de Varsavsky, el Mincyt avanza en la decisión política de acomodar el conocimiento a la necesidad del sector privado y la oportunidad de negocios. Ese maquillaje que asocia las ideas de Varsavsky con la política científica actual se desvanece cuando escribe:
«La ciencia actual, en resumen, está adaptada a las necesidades de un sistema social cuyo factor dinámico es la producción industrial masificada, diversificada, de rápida obsolescencia; cuyo principal problema es vender –crear consumidores, ampliar mercados, crear nuevas necesidades o como quiera decirse- y cuya institución típica es el gran consorcio, modelo de organización y filosofía para las fuerzas armadas, el gobierno y las universidades.(…) Esto se refleja, hemos visto, en la ciencia actual de todo el mundo: en los países desarrollados por adaptación, y en los demás por seguidismo, por colonialismocientífico. El que aspire a una sociedad diferente no tendrá inconvenientes en imaginar una manera de hacer ciencia muy distinta de la actual. Más aún, no tendrá más remedio que desarrollar una ciencia diferente».
La idea opuesta a esta idea aparece en un reportaje en el Diplo de Junio 2011, donde el ministro Barañao insistía en su concepción empresarial globalizante:
“queremos vender ciencia como se les ha vendido cerveza a los jóvenes. Sabemos que la ciencia sin Hollywood no va a ningún lado. A la ciencia argentina le hace falta marketing”.
“Sabemos que la ciencia sin Hollywood no va a ningún lado. Si no hay un cambio de los arquetipos que se transmiten no hay financiamiento ni planificación que vaya a funcionar. Lamentablemente, sigue perdurando la idea del científico como el viejito loco. A la ciencia argentina le hace falta marketing”
“Nuestra lógica no es “¿qué es importante saber?” sino “¿qué conocimiento necesito yo para obtener un determinado resultado?”.
Es necesario insistir en que Varsavsky no celebra el modelo tecnocientífico masificado y hoy globalizado que usa la tecnología como elemento de dominación y saqueo extractivista. Lo que sugiere es que nuestros países necesitaran, si quieren tener sociedades diferentes (mas justas, mas soberanas, mas libres y comprometidas con el sentido de la ciencia), desarrollar, inventar, descubrir formas y sentidos de ciencia que dirija su mirada a la sociedad no a las demandas de apropiación y control de los conjuntos corporativos que determina el mercado global y su inserción en el.
El neodesarrollismo extractivista de nuestro país, no apuesta a la liberación del pueblo ni siquiera piensa en el control social en la política de ciencia y técnica ideal de los 70. Apuesta a una decisión surperestructural – el Estado- como instrumento que permite participar de la globalización más allá de buscar y promover aquello que sería necesario para el bienestar popular.
Apuesta a seguir las líneas del hegemon liberal por miedo a desembarcarse de la globalización mientras atempera los efectos neoliberales con políticas de descompresión. Reduciendo a la ciencia a una idea salvacionista con su infinita capacidad remediativa. Pero el episteme de lo neocolonial está allí instalado desde hace mucho, incólume y mas pleno que nunca. Como dice Colin Crouch, el neoliberalismo que nutre lo colonial, ya no se consagra exclusivamente al libre mercado, sino que esta más bien dedicado al dominio de la vida pública por parte de las grandes corporaciones transnacionales. Estas compran territorio y regímenes, mientras los gobiernos residuales tercerizan actividades que le son propias a empresas privadas involucrándolas en el diseño de las políticas públicas.

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Escritos sobrevivientes: Un nuevo libro escrito por ex detenidos desaparecidos

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Este 24 de marzo, a 49 años del golpe, la editorial lavaca publica Escritos sobrevivientes, un libro creado junto a un grupo de personas que estuvieron secuestradas y desaparecidas en distintos centros clandestinos de represión durante la última dictadura militar. Se presenta el próximo viernes 28, pero ya podés pasar a buscarlo por MU (Riobamba 143) desde hoy. En este texto, Claudia Acuña cuenta qué representa esta obra parida en colectivo y en medio de aires negacionistas.

Por Claudia Acuña

Este libro representa muchas cosas y todas y cada una nos parecen decisivas para estos tiempos desesperados.

Ni sé por dónde comenzar a enumerarlas, así que sin orden de importancia ni cronológico enumero algunas, aunque sin duda me faltarán otras que invito a que completen quienes lo lean.

Lo primero, para mí, es reconocer el valor social, político, histórico y ético que merecen las personas detenidas-desaparecidas por la dictadura cívico militar que azotó este país desde el 24 de marzo de 1976. No olvidamos esa fecha gracias a ellas, pero no siempre se las nombra con la relevancia que han tenido para construir verdad, justicia y memoria.

A algunas de ellas he tenido el honor de escucharlas y verlas testimoniar en los juicios de lesa humanidad, pero también en los diferentes procedimientos contra la impunidad que crearon y sostuvieron para que esos juicios sucedan.

Una y otra vez.

Una y otra vez.

Una y otra vez.

Hasta lograrlo.

Solo a una pude agradecerle con palabras y lágrimas el esfuerzo, el coraje y el legado que recibíamos por su esfuerzo, pero fundamentalmente por sus vidas consagradas a hacer posible lo imposible. Fue en la puerta de los tribunales de Comodoro Py, mientras los altoparlantes transmitían la primera condena a los genocidas responsables del centro de detención clandestino y de tortura que funcionaba en la Esma. Ahora, con este libro queremos extender esas gracias a cada una, a cada uno.

Sé, porque comprendí la lección que nos daban, que no puedo afirmar que lo hicieron solo ellas, ellos. Esa es otra de las cosas que representa este libro: el saberse parte – y reconocerlo siempre- de algo más grande, más importante y más trascendente no solo del yo, sino incluso del núcleo colectivo en el que nos organizamos, reflexionamos y tomamos fuerza para resistir. Nuestras fuerzas individuales y nuestras construcciones políticas suman, activan, empujan, pero alcanzan sus objetivos cuando sincronizan con la necesidad social, con la época y con la Historia. Tienen alas porque tienen raíces y mueven al mundo hacia lugares mejores porque se sabe más grande y más poderosa que lo que nos rodea.

Eso que aquí las y los autores definen como “subjetividad sobreviviente” nos advierte eso: somos nuestros cuerpos y la sombra que proyectan, lo que hacemos y lo que soñamos, nuestras obras y nuestra imaginación, nuestros saberes y nuestra intuición, pero también y además aquellos cuerpos, proyecciones, hechos, batallas ganadas y perdidas, que nos anteceden y desbordan para fortalecernos y sostenernos de pie. Aquello que ilumina la oscuridad es la memoria sensible: de eso se trata este libro, además.

Otra: el valor de las utopías. En los momentos más aterradores hemos gritado “Aparición con vida y castigo a los culpables”. Bueno: la noticia es que hemos tenido éxito y aquí están las personas que cuando pronunciábamos esas palabras mágicas no podíamos abrazar. Algunas de ellas son las que el tercer sábado de cada mes vimos ingresar a nuestra trinchera durante el largo y desalentador año 2024. Para nosotros ese taller de escritura significó una cita con la esperanza, cada vez. Y una comprobación: el futuro se construye con el hacer colectivo, cada vez.

Por último: este no es un libro de testimonios sobre el horror de la dictadura, sino su contracara o quizá, lo que se puede pensar después de cruzar el abismo de la impunidad.

Quizá.

Me falta todavía superar la alegría de haberlo logrado, de sostener con las manos esta pequeña utopía realizada en tiempos de saqueo de recursos simbólicos y materiales, en las cuales sólo proponerlo sonaba casi irresponsable, para poder encontrar las palabras certeras, que expresen lo que representa que personas empobrecidas y violentadas podamos hacer lo que querramos financiadas sólo por el deseo y la convicción, que siempre es política.

Quizá la palabra exacta sea una sola: Argentina.

La presentación

Escritos sobrevivientes y compila una serie de textos producidos en un taller de escritura que tuvo lugar en MU durante 2024. Estos relatos abordan historias marcadas por lo que el grupo denomina «subjetividad sobreviviente». El resultado es un conjunto de textos poéticos, políticos y filosóficos, de una potencia y belleza conmovedoras.

Participan: Rufino Almeida, Margarita Fátima Cruz, Graciela Daleo, Lucía Fariña, Mercedes Joloidovsky, Eduardo Lardies, Susana Leiracha, María Alicia Milia, Claudio Niro, Silvia Irene Saladino, Stella Maris Vallejos e Inés Vázquez.

Así lo resumen sus autoras y autores: «Un grupo de compañeras y compañeros, ex detenidos desaparecidos por el terrorismo de Estado, nos reunimos en un taller de escritura para crear textos enfocados en la subjetividad sobreviviente, mientras la voz del poder alimenta el negacionismo y la reiteración del sufrimiento popular por variados medios».

El libro se presentará el próximo viernes 28 de marzo a las 20 horas en Mu Trinchera Boutique, Riobamba 143.

Podés conseguirlo desde hoy, 24 de marzo, también en MU.

Escritos sobrevivientes: Un nuevo libro escrito por ex detenidos desaparecidos
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La Justicia esquiva la causa por el disparo a Pablo Grillo: “Hasta ahora no se investigó nada”

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La recuperación de Pablo “es muy rápida” pero la investigación sobre su intento de asesinato, muy lenta, o directamente inexistente. Qué dijo el padre hoy frente al Hospital Ramos Mejía donde Pablo sigue pelando por su vida, aún en terapia intensiva pero con avances prometedores, y las abogadas del caso que presentaron ante la Justicia: primero Servini de Cubría y luego el candidateado a la Corte Ariel Lijo rechazaron la causa, y ahora se sortea en la Cámara Federal de Casación a qué juez le tocará investigar a quien le disparó y a sus superiores jerárquicos. Los dichos de Adorni en conferencia de hoy, y quién cortó el diálogo con la familia; las pruebas que se pidieron y las que se aportaron; y el texto de la presentación judicial en la que la familia pide ser querellante, con las pruebas que aportamos desde decenas de medios, fotoperiodistas y organizaciones sociales.

Por Francisco Pandolfi

Pablo Grillo todavía no está fuera de peligro, pero la mejoría día a día, paulatina y constante, le permite a la familia hablar ya no sólo de su estado de salud. Hasta hoy, el único foco era la supervivencia de este fotógrafo de 35 años impactado por una granada de gas lacrimógeno, fuera de toda legalidad, por las fuerzas de inseguridad comandadas por la ministra Patricia Bullrich.

La pérdida de masa encefálica y la fractura de cráneo con la que llegó de urgencia al Hospital Ramos Mejía –el miércoles 12 de marzo, cuando se desató la represión en la marcha por las paupérrimas condiciones en las que viven las y los jubilados–; la primera operación esa misma noche en la que se bajó la presión intracraneal y se le reconstruyó algo del tejido. Las pupilas que empiezan a reaccionar bien. La merma en la sedación. Los primeros movimientos – prematuros e inesperados por los propios médicos–. Otra operación por un derrame que es revertido a tiempo. La baja de los glóbulos blancos como síntoma de la baja en la infección. Y a solo una semana del disparo, Pablo abre los ojos. Y le sacan el respirador para ver cómo reacciona y lo hace agarrándole la mano a la mamá. Y por si fuera poco le susurra las palabras más hermosas a su papá: “Hola, viejo”. 

Pablo continúa en terapia intensiva, en estado crítico, pero respondiendo bien neurológica y físicamente. “Es asombroso el nivel de avance que tuvo”, dice Fabián, su viejo, con los ojos emocionados e incrédulos por la mejoría impensada en tan poco tiempo. Esa sucesión de buenas noticias las que posibilitan a la familia convocar este viernes a una conferencia de prensa «para contar novedades en la causa judicial».

Primero, habla Fabián, su papá, sobre la salud de Pablo: “Las novedades son que está estable, por lo tanto es bueno. Está con los ojos abiertos y sigue sin respirador”.

Fabián lleva puesta una remera azul, con letras blancas que dicen: “Justicia por Pablo Grillo”. Se lo nota cansado, pero más distendido. Se ríe cuando cuenta: “Tengo un video con saludos de (Ricardo) Bochini, veremos si los médicos nos permiten que se lo pasemos. Si lo escucha al Bocha, va a volver a hablar seguro Pablo”. Mantiene los pies sobre la tierra: “Todavía la situación es grave: está en terapia y con riesgo de vida. Pero en ese marco todo lo que estuvo ocurriendo es favorable. A todos nos sorprendió su evolución. Incluso los médicos manifiestan que la evolución que está teniendo es asombrosa. Es muy rápida”.

Este jueves, el vocero presidencial Manuel Adorni dijo que el diálogo con la familia quedó roto desde que el padre de Pablo acusó a Bullrich de ser cómplice. Fabián le responde: “Nosotros no cortamos nada porque nunca existió el diálogo. Lo mío fue una respuesta a una declaración mentirosa de Bullrich, por tanto si es que alguien cortó el diálogo fueron ellos. Yo estoy dispuesto a escuchar, si alguien me llama”. Y agregó: “A esta altura no lo espero (ese llamado). Espero poco. Pero demostraría que tienen todavía un grado de humanidad”. 

En relación a las mentiras de Bullrich sobre el trayecto del proyectil, expresó: “Me da vergüenza la forma en que fue acomodando la mentira. La va acomodando a medida que la realidad se lo desmiente, es hasta absurdo, burdo, grotesco: no sé que palabra utilizar”. Cuando le preguntaron si le diría algo al gendarme que, según los elementos reconstruidos hasta el momento, sería quien disparó (presuntamente, el cabo Guerrero), afirmó: “Personalmente no le diría nada. Sí lo vamos a decir de forma jurídica. El mejor diálogo que podemos tener con esta gente es en lo judicial”.

La causa, sin avances

Fabián estuvo acompañado por Claudia Cesaroni, de la Liga Argentina por los Derechos Humanos, y a Paula Litvachky, del CELS, organismos que patrocinarán legalmente a la familia, que este 21 de marzo se presentó ante el Juzgado Criminal y Correccional Federal Nº 1 para ser tenida en cuenta como querellante en la investigación judicial.

Lo más importante de la causa hasta ahora: desde el 12 de marzo “no se investigó nada y reclamamos que se empiece a investigar urgente”. Las abogadas cuentan el por qué: “La causa iniciada por la denuncia de la Procuvin (Procuraduría de Violencia Institucional) que dio inicio a la instrucción estaba presentada en el Juzgado 12 de Ariel Lijo, quien se la devolvió a la Jueza Servini de Cubría, que otra vez la rechazó. Ninguno de los dos quiere hacerse cargo de la investigación. Ahora irá a sorteo para definir quién la sigue. La Cámara Federal de Casación Penal tiene que resolver”. Agregan: “Hasta ahora el Ministerio de Seguridad dijo que no hará sumarios internos por el accionar de su Fuerza, lo que refleja el encubrimiento”. 

La causa aún no tiene carátula porque no está radicada en ningún juzgado. La denuncia presentada es por tentativa de homicidio agravado, por abuso de autoridad e incumplimiento de funcionario público.

Dice Paula Litvachky, del CELS: “Es muy importante que la causa salga de este limbo judicial y se inicie el pedido de pruebas antes de que pase más tiempo”.

Dice Claudia Cesaroni, de la Liga Argentina por los Derechos Humanos: “Esperamos que en estos primeros 9 días en los que no se hizo nada, no haya ninguna prueba que se haya destruido, modificado, alterado. Hay cámaras del Gobierno de la Ciudad que tienen un tiempo de duración determinado, o de negocios que también se van borrando y si no las pedís inmediatamente después ya no están. Es vergonzoso que un hecho así no lo esté investigando nadie”.

Las abogadas pidieron una serie de pruebas. Las más relevantes: “Quién dio las órdenes, cómo se manifestaron esas órdenes y cuáles fueron, antes y después del impacto; cuál fue el protocolo que se aplicó, quienes integraban el equipo donde estaba incluido el cabo Guerrero y qué órdenes se le impartió a ese grupo en particular; qué armas utilizaron”. También exigen que se lo llame a indagatoria a Guerrero. “Ya hay suficientes elementos para hacerlo”.

Completa Paula Litvachky: “Hicimos una presentación con los hechos, tenemos un montón de pruebas para que se reconstruya ese tramo del operativo de modo tal que se pueda tener la responsabilidad de quién disparó y de toda la cadena jerárquica”.

Concluyen ambas: “Las pruebas están. Nunca hubo tanto registro fotográfico y audiovisual. Necesitamos el acompañamiento social para empujar a que se haga justicia y que no quieran desviar el foco de la investigación”.

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La causa de la caída: la denuncia de Beatriz Blanco, la jubilada gaseada y golpeada por la Policía

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Traumatismo encéfalo craneano, herida cortante e irritación ocular: las heridas causadas a Beatriz Blanco (81 años) ya forman parte de una causa judicial que inició ella misma y también la Procuraduría de Violencia Institucional, y apunta contra dos efectivos que la gasearon y le pegaron, provocando su caída. También apunta a la responsable del operativo, la ministra Patricia Bullrich, que se desplegó el miércoles de manera feroz, pero que -plantea la denuncia- es parte de un “plan sistemático”. Beatriz fue golpeada a las 16:10, antes de los principales incidentes, mientras se manifestaba en una esquina: cómo fue el momento, según relata ella misma en la denuncia y cuenta su hija. Quién es esta jubilada que trabajó de todo. Cómo está: recuperándose, enojada y “con más fuerza que nunca”. La voz de una de sus hijas junto a quienes lucha por justicia, y paz.

Por Franco Ciancaglini.

La imagen de Beatriz Blanco cayendo en seco al suelo -tras ser gaseada y empujada por dos efectivos de la Policía Federal- dio la vuelta al mundo. 

En el video se ve el fin de una secuencia más larga que inicia cuando la Policía Federal empuja de manera violenta a jubiladas y jubilados que se encontraban haciendo el clásico semaforazo de todos los miércoles en el Congreso. 

“Ella lo que cuenta es que estaba con el grupo de jubilados, cortando Entre Ríos, para mostrar sus carteles. Y cuando el semáforo se pone verde se vuelven a la esquina. Y en ese momento vino la policía, apurando a todos los viejos a subirse a la vereda”.

La que habla es una de sus hijas, Paula.

El relato coincide con la temprana decisión de las fuerzas de abalanzarse sobre personas que hacen lo mismo todos los miércoles -un semaforazo, y luego una movilización que da la vuelta al Congreso-: Beatriz fue atacada a las 16:10. 

Esta vez, por lo especial de la fecha, los Policías iban además con el gas apretado y el palo suelto. Cualquiera que estuvo en la manifestación pudo apreciar cómo apenas una persona se acercaba a los efectivos, o incluso estando a metros, sin hacer nada, podía ser gaseado. Incluso teniendo 81 años.

La causa de la caída: la denuncia de Beatriz Blanco, la jubilada gaseada y golpeada por la Policía

Los camiones hidrantes fueron parte de la cacería desatada. Foto: Lina Etchesuri.

El arma y la palabra

Beatriz Blanco no está afiliada a ninguna barrabrava ni milita en ningún partido político.

Es jubilada.

Trabajó toda su vida como empleada en cooperativa de fletes, empleada cuidando niños, costurera, y de casera hasta los últimos tiempos.

Tiene tres hijas.

Una de ellas, Paula Ippolito, cuenta que junto a su madre Beatriz y su hermana Paula suelen ir juntas a las marchas. “Esta vez fue sola porque justo yo estaba operada de la rodilla. Suele ir, no va todos los miércoles pero cuando puede va”.

Beatriz ya conocía a varios y por eso se acercó al grupo de jubilados que realiza los miércoles el semaforazo. Luego de que la empujaran a la vereda, se puso a hablarle a un cordón policial, una práctica habitual de jubilados anodados ante la violencia sin sentido que ejercen las fuerzas: “Ella siempre es de ir y hablar, de decir qué están haciendo, cómo no les da vergüenza; mi mamá siempre como que quiere hacer conciencia. Ella le debería estar gritando al policía que estaba de espaldas y lo toca con el bastón como diciendo ´mirame´. Ahí el chabón se da vuelta y le tira el spray, y el otro que le pega con el palo en la cabeza”.

Ese combo, que representa un ataque, de gaseo, empujón y golpe, hace que Beatriz pierda el equilibrio instantáneamente, y caiga al suelo.

La primera pregunta es cómo está: “Se está recuperando. Está en reposo, en observación por el golpe que recibió en la cabeza. Está con mucho dolor en todo el cuerpo, con un poco de inestabilidad, con el dolor en los ojos por el gas que le tiraron. Tiene los ojos muy hinchadas: le tiraron gas directo en la cara”.

Este dato del gas directo a sus ojos explica a la vez la pérdida del equilibrio, desechando por tierra las mentiras del Jefe de Gabinete, Guillermo Francos, que aseguró que se “cayó sola”. También el título de la empresa La Nación que habló de que la jubilada “atacó” a la policía previo a su “caída”: “Ella le tocó con su bastón para que se diera vuelta, para que la escucharan, no golpeó a nadie. Habría que mostrar los videos enteros donde la Policía increpa primero a los jubilados para que se suban a la vereda, con la agresividad que suelen tener”.

La causa de la caída: la denuncia de Beatriz Blanco, la jubilada gaseada y golpeada por la Policía

Beatriz Blanco, tras los gases recibidos y el golpe posterior. Foto: Lina Etchesuri.

El caso de Beatriz es uno de los dos -junto al del fotógrafo Pablo Grillo- denunciados por la Procuraduría de Violencia Institucional (Procuvin) ante la Cámara del Crimen. En esas denuncias a las que accedió lavaca, el organismo que se encarga de monitorear a las fuerzas -en estos tiempos, con menos entusiasmo- presenta como “pruebas” distintos recortes periodísticos alrededor del ataque a Beatriz. Y solicita a la justicia que requiera al Ministerio de Seguridad el personal policial afectado a los lugares de ambos ataques, así como los datos de la “sala de operaciones” a la que reportaban los agentes a cargo del operativo.

Por otro lado, la propia familia de Beatriz presentó una denuncia contra los dos agentes de la Policía Federal y contra la propia ministra Bullrich. Narra en su presentación lo mismo que refiere su hija en esta nota: “Siendo aproximadamente las 16:10 hs me encontraba en las inmediaciones de la esquina de las avenidas Entre Ríos y Rivadavia de esta ciudad (…) cuando fui rociada con una sustancia lacerante por un efectivo de la Policía Federal. Inmediatamente después, y también a manos de un efectivo de la PFA, recibí un golpe en la cabeza, con un elemento que creo se denomina ‘tonfa’, lo que provoca mi caída al piso”.

Tras el golpe, Beatriz fue derivada al Hospital Argerich, donde diagnosticaron lo producido por el ataque: traumatismo encáfalo craneano, herida cortante e irritación ocular.

Por eso, por un lado, reclama la identificación de los dos efectivos que la atacaron, plausibles de ser responsables de “delitos de lesiones leves” agravadas por tratarse de personal de la fuerza. Y por otro, califica a la ministra de Seguridad Patricia Bullrich como “autora mediata” por ser responsable del operativo y algo más: la valiente presentación habla de que estos hechos son parte de un plan sistemático.

La causa de la caída: la denuncia de Beatriz Blanco, la jubilada gaseada y golpeada por la Policía

Una síntesis del plan sistemático. Foto: Juan Valeiro.

“Como en los momentos más aciagos de nuestra historia, desde el Poder Ejecutivo se ha montado un Programa de Miseria Planificada cuya consecuencia natural es la Protesta Social. Y sabido es que este tipo de políticas socioeconómicas sólo resultan aplicables cuando se pone a disposición de las mismas al aparato represor del Estado”.

Firma toda esta historia la propia Beatriz, acaso poniendo en contexto lo que representan los golpes que sufrió, su historia y el futuro por el que pelea junto a sus hijas. “Nosotras somos fieles a las marchas que son para los derechos del pueblo”, cuenta Paula, una de ellas. “No militamos en ningún partido político, siempre vamos independientes y solas”, aclara por si hiciera falta.

Paula habla siempre en plural femenino, pensando en su madre y su hermana. Desde ese lugar cuenta: “Nos están sacando todo. Nos están metiendo miedo para que no salgamos a las calles. Están imponiendo todo lo que quieren imponer. Siempre estamos atentas a todas las luchas. Esto va a por todos, no es solamente por los jubilados. A mi me han robado plata con la AFJP a pesar de que ya tengo 30 años de aportes. Estos vienen por todo, por todo lo que conquistamos”.

Junto a Natalia, las jóvenes militan tocando tambores en Batuka, uno de los conjuntos que lleva el ritmo a la calle y es la banda de sonido de la protesta social y la lucha. Hoy, del lado de la víctima, Paula asegura: “Estamos luchando para que esto no vuelva a suceder. Para que tengamos memoria y el pueblo no se duerma. No tenemos miedo. Ya la verdad que queda poco por perder”.

Esta lucha incluye, claro, a Beatriz: “Está más fuerte que nunca. Está enojada, muy enojada. Pero está fuerte para seguir la lucha”.

La lucha, ahora, es por justicia: “Solamente queremos que los responsables tengan justicia, sean los policías o la ministra de Seguridad: que la justicia trabaje a favor del pueblo. Y que no salga nadie más impune”. 

¿Tenés esperanzas? “Y no. Pero hay que hacerlo igual: nos corresponde”.

La esperanza tal vez siga estando en la calle, mientras estas jóvenes sin contención psicológica ni asistencia estatal de ningún tipo enfrentan los golpes: “Estamos nosotras, las hijas, para cuidarla y para que se reponga de esto”.

¿Necesitan algo? “Sí: paz”.

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