CABA
Todo software es político: las dudas sobre la boleta electrónica
Con media sanción en Diputados, hoy comienza a discutirse en el Senado el proyecto de reforma electoral que busca la implementación de la Boleta Única Electrónica en todo el país a partir de las elecciones legislativas de 2017. lavaca dialogó con Diego Saravia, uno de los mayores expertos informáticos del país y habitante de Salta, donde ya se implementó el sistema. Saravia expondrá el jueves ante el Congreso sobre cuáles son las falencias ya probadas, y adelanta: «Quieren privatizar el sistema electoral y basarlo en el secretismo».
“Se está construyendo un sistema de fraude electrónico”, sintetiza a lavaca Diego Saravia, ingeniero, docente de la Universidad Nacional de Salta (UNSA) y uno de los mayores expertos sobre informática en Argentina, sobre el tratamiento del proyecto de Cambiemos de reforma electoral que hoy comenzará a ser debatido en el Senado, y que busca la implementación de la Boleta Única Electrónica en todo el país a partir de las elecciones legislativas de 2017.
“100 años de experiencia argentina en material electoral se están tirando a la basura por nada”, sostiene Saravia, el primero en denunciar las irregularidades del sistema en Salta y que este jueves expondrá en la Cámara las principales falencias del proyecto propuesto por la alianza Cambiemos, que con el respaldo del Frente Renovador y el Bloque Justicialista había conseguido en Diputados la media sanción con 152 votos a favor y 75 en contra.
Sin embargo, la discusión en Senadores no parece sencilla para el oficialismo, ya que si el bloque FpV-PJ suma las voluntades de otros sectores, los dos tercios de los votos obligarán a Cambiemos a aceptar los cambios en la iniciativa, que entonces volvería a Diputados. Entre las principales críticas, la oposición subrayó que el nuevo sistema es vulnerable al fraude y exigió una serie de modificaciones. Entre ellas, la eliminación del chip RFID de la boleta (el que permite realizar el escrutinio electrónico) ya que no sólo puede ser leído a distancia sino, también, modificado: “Sólo basta tener un Smartphone”.
A su vez, la oposición exigió que la aplicación sea de manera “gradual” y que se tenga en cuenta un “plan de contingencia” por si la Cámara Electoral no aprueba el sistema propuesto.
El voto privatizado
“La boleta electrónica es una de las formas de instrumentar voto electrónico”, explica Saravia. “Está patentada por Magic Software Argentina (MSA): primero hay que discutir si vale la pena lanzar un sistema que una sola empresa puede instrumentar”. La Boleta Única Electrónica fue implementada en Salta y en la Ciudad de Buenos Aires, y en ambas la empresa que obtuvo la licitación fue MSA. “Y tampoco hay forma de que otra persona la gane: la patente la tiene MSA y ninguna otra puede presentarse. Por eso no están apareciendo otras: el sistema está bloqueado porque está pensado para sola empresa”.
-¿Qué significa eso?
-Se trata de una privatización del sistema electoral.
-¿Cuáles son las otras falencias del proyecto?
-Primero, la ley no fija cuestiones que son esenciales, como por ejemplo que el código fuente de todos los sistemas y el hardware sean de conocimiento público: sería clave para evitar controles de personas basados en el secretismo. Es un sistema que debe ser transparente, pero acá todo es oculto.
Saravia cuenta que, en el marco de un plan de auditoría para verificar el sistema en Salta, la Universidad contactó a expertos de una multinacional en Bélgica. “Todo muy serio. Llamamos a una multinacional muy conocida a nivel mundial, que audita bancos. La oposición presentó una nota para que arrancara a hacer su trabajo, pero el Tribunal Electoral de la provincia se la negó. Hubiera sido un instrumento muy importante a nivel mundial para acreditar el sistema, pero se perdió la oportunidad. Eso nos da la pauta de la que las cosas no están bien”.
Pedro no es Juan
Saravia resume otro de los problemas: “El voto puede ser modificado por celular”. En las elecciones salteñas, a modo de fiscalización informática, Saravia demostró algunas de las irregularidades del sistema de MSA: con conocimiento del presidente de mesa, logró poner (junto a otras personas) en modo de mantenimiento a la máquina en que las personas debían votar. “Alguien nos pasó el dato que en determinada mesa iba a pasar algo con determinado código. Fuimos, hablamos con el presidente de mesa, le explicamos, lo hicimos y la máquina quedó en modo administrativo. En ese modo hay una opción que permite modificar la ubicación de la pantalla táctil en relación a la visual. ¿Qué quiere decir? Que yo voto a Juan, pero en realidad la pantalla se corre y voto a Pedro. Lo peligroso es que el software ya está diseñado para hacer eso. Hubo muchas denuncias que votaron a una persona pero salió otra. La cuestión, también, es que en Salta menos del 20 por ciento miraban lo que salió impreso”.
¿No termina pesando el conteo manual en lugar del informático? “Debería ser así, pero eso no funciona en la práctica porque se cuenta rápido. En Salta se contó electrónicamente”.
El efecto Sorianello
Saravia subraya que otra de las fallas –que también puede forzarse mediante un teléfono móvil- es que una persona puede cargarle a un mismo candidato muchos más votos de los verdaderamente emitidos. El cuestionamiento remite a Joaquín Sorianello, el informático que a diez días de las elecciones en la Ciudad denunció la filtración en la web de “los certificados SSL de las terminales que envían los datos desde las escuelas al centro de cómputos”. Esos certificados son los protocolos criptográficos que proporcionan la privacidad de la información en Internet. Sorianello se comunicó con la propia MSA para advertir de la falla, ya que esos datos estuvieron publicados en la web por “una deficiente configuración en sus servidores”.
¿Cuál era la gravedad del asunto? Sorianello explicó que se trataba de un “grave y crítico” error de seguridad del sistema, porque permitía a cualquier persona utilizar esos certificados para enviar resultados falsos del escrutinio o, también, transmitir una carga tan grande de datos que el sistema no pueda procesarlos. Un ejemplo: introducir más votos que personas en el padrón. ¿Cuál fue la respuesta? Dos días antes de las elecciones la división de delitos informáticos de la Policía Metropolitana allanó la casa del informático por orden de la jueza María Luisa Escrich, del Juzgado N°20 del Fuero Penal, Contravencional y de Faltas. La denuncia la activó la propia empresa MSA. La excusa: el temor a un posible “hackeo”.
Saravia: “Sorianello descubrió errores en el sistema de servidor, y como lo hizo de buena voluntad, avisó. El problema es que además de él hubo otras tres personas que también lo vieron, pero no avisaron. Fue el problema que también pasó en Florida, Estados Unidos, cuando hubo voto negativo para uno de los candidatos”. Diversos hackers denunciaron en aquella oportunidad los defectos del software de las máquinas de voto electrónico de la empresa Diebold que, según sostuvieron, permitieron el triunfo electoral de George Bush, ya que permitían cambiar el sufragio.
El apuro
-¿Cómo se explica el apuro de Cambiemos en aprobar el proyecto de ley?
-Parecen desesperados porque, si no, no ganan las elecciones. Están construyendo un sistema de fraude electrónico. Por eso están apurados, porque pueden hacer fraude y, además, lo puede hacer la empresa contratista. No pensemos en hackers externos, sino desde adentro. ¿Qué es lo lógico? Llamar a todas las universidades, expertos, técnicos, empresas, para que opinen y, recién después, hacer una ley de requisitos legales para implementarlo. Es decir, 100 años de experiencia argentina en elecciones se están tirando a la borda por nada.
-¿Qué ocurre en el mundo?
-No conozco casos en el mundo donde el sistema electrónico se haya implementado bien. Quizá lo más avanzado fue en Estonia, donde se puede votar hasta en Internet, pero aun así hubo dudas. Y el tipo de problemas que tienen son infinitamente menores a los que tenemos nosotros. Aun así, hay fallas. El tema del voto electrónico no es algo que esté bien visto entre los informáticos. Va a costar mucho superar un sistema mejor que el papel. No digo que sea imposible, pero sí tomarlo con calma, con tiempo. Una cosa es que Pedrito no pueda hackear el sistema; pero otra es que lo puedan hacer organismos de poder.
Quién es diego saravia:
Qué pasó cuando se implementó el sistema en la ciudad:
Boleta electrónica: Oficialismos y empresas, una fórmula ganadora
Portada
Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso
La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes […]

La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes salvaron de que los uniformados la pasaran por arriba. En medio del narcogate de Espert, quien pidió licencia en Diputados por “motivos personales”, las imágenes volvieron a exhibir la debilidad del Gobierno, golpeando a personas con la mínima que no llegan a fin de mes, mientras sufría otra derrota en la Cámara baja, que aprobó con 140 votos afirmativos la ley que limita el uso de los DNU por parte de Milei.
Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla.
Fotos: Juan Valeiro.
Un jubilado de setenta y tantos eleva un cartel bien alto con sus dos manos.
“Pan y circo”, dice.
Pero el “pan” y la “y” están tachados, porque en este miércoles, como en esta época, lo que falta de pan sobra de circo. El triste espectáculo lo ofrece una vez más la policía, hoy particularmente la de la Ciudad, que desplegó un cordón sobre Callao, casi a la altura de Sarmiento, para evitar que la pacífica movilización de jubilados y jubiladas llegara hasta la avenida Corrientes. Detrás de los escudos, aparecieron los runrunes de la motorizada para atemorizar. Y envalentonados, los escudos avanzaron contra todo lo que se moviera, con una estrategia perversa: cada tanto, los policías abrían el cordón y de atrás salían otros uniformados que, al estilo piraña, cazaban a la persona que tenían enfrente. Algunos zafaron a último milímetro.
Pero los oficiales detuvieron a cuatro: el jubilado Víctor Amarilla, el fotógrafo Fabricio Fisher, un joven llamado Cristian Zacarías Valderrama Godoy, y otro hombre llamado Osvaldo Mancilla.



Las detenciones de Cristian Zacarías y del fotógrafo Fabricio Fisher. La policía detuvo al periodista mientras estaba de espaldas. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
En esa avanzada, una jubilada llamada María Rosa Ojeda cayó al suelo por los golpes y fue la rápida intervención de los manifestantes, del Cuerpo de Evacuación y Primeros Auxilios (CEPA), y de otros rescatistas los que la ayudaron. “Gracias a todos ellos la policía no me pasó por encima”, dijo. Su única arma era un bastón con la bandera de argentina.
Como en otros miércoles de represión, la estrategia pareciera buscar que estas imágenes opaquen aquellas otras que evidencian el momento de debilidad que atraviesa el Gobierno. Hoy no sólo el diputado José Luis Espert, acusado de recibir dinero de Federico «Fred» Machado, empresario extraditado a Estados Unidos por una causa narco, se tomó licencia alegando “motivos personales”, sino que la Cámara baja sancionó, por 140 votos a favor, 80 negativos y 17 abstenciones, la ley que limita el uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) por parte del Presidente. El gobierno anunció un clásico ya de esta gestión: el veto.
Por ahora, el proyecto avanza hacia el Senado.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El poco pan
La calle preveía este golpe, y por eso durante este miércoles se cantó:
“Si no hay aumento,
consiganló,
del 3%
que Karina se robó”.
Ese tema fue el hit del inicio de la jornada de este miércoles, aunque hilando fino carece de verdad absoluta, porque las jubilaciones de octubre sí registraron un aumento: el 1,88%, que llevó el haber mínimo a $326.298,38. Sumado al bono de 70 mil, la mínima trepó a $396 mil. “Es un valor irrisorio. Seguimos sumergidos en una vida que no es justa y el gobierno no afloja un mango, es tremendo cómo vivimos”, cuenta Mario, que no hay miércoles donde no diga presente. “Nos hipotecan el presente y el futuro también, cerrando acuerdos con el FMI que nos impone cómo vivir, y no es más que pan para hoy y hambre para mañana, aunque el pan para hoy te lo debo”.
Victoria tiene 64 años y es del barrio porteño de Villa Urquiza. Cuenta que desde hace 10 meses no puede pagar las expensas. Y que por eso el consorcio le inició un juicio. Cuenta que otra vecina, de 80, está en la misma. Cuenta que es insulina dependiente pero que ya no la compra porque no tiene con qué. Cuenta que su edificio es 100% eléctrico y que de luz le vienen alrededor de 140 mil pesos, más de un tercio de su jubilación. Cuenta que está comiendo una vez por día y que su “dieta” es “mate, mate y mate”. Vuelve a sonreír cuando cuenta que tiene 3 hijos y 4 nietos y cuando dice que va a resistir: “Hasta cuando pueda”.

A María Rosa la salvó la gente de que la policía la pasara por arriba. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El mucho circo
Desde temprano hubo señales de que la represión policial estaba al caer. A diferencia de los miércoles anteriores, la Policía no cortó la avenida Rivadavia a la altura de Callao. Tampoco cortó el tránsito, lo que permitió que los jubilados y las jubiladas cortaran la calle para hacer semaforazos. Después de media hora, cuando la policía empezó a desviar el tránsito y la calle quedó desolada, comenzó la marcha, pero en vez de rodear la Plaza de los Dos Congresos como es habitual, caminó por Callao en dirección a Corrientes, hasta metros de la calle Sarmiento, donde se erigió un cordón policial y empezó a avanzar contra las y los manifestantes.
Desde atrás, irrumpieron con violencia dos cuerpos en moto: el GAM (Grupo de Acción Motorizada) y el USyD (Unidad de Saturación y Detención), pegando con bastones e insultando a quienes estaban en la calle. “Vinieron a pegarme directamente, mi pareja me quiso ayudar y lo detuvieron a él, que no estaba haciendo nada”, cuenta Lucas, el compañero de Cristian Zacarías, uno de los detenidos.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Cercaron el lugar una centena de efectivos de la policía porteña, que no permitieron a la prensa acercarse ni estar en la vereda registrando la escena.
“¿Alguien me puede decir si la detención fue convalidada”, pregunta Lucas al pelotón policial.
Silencio.
“¿Me pueden decir sí o no?”.
Silencio.
Un comerciante mira y vocifera: “¿Sabés lo que hicieron a la vuelta? Subieron a la vereda con las motos”.
Otro se acerca y pregunta: “¿A quién tienen detenido acá, al Chapo Guzmán?”
“No”, le responde seco un periodista: “A un pibe y a un jubilado”.
La Comisión Provincial por la Memoria confirmó las cuatro detenciones (fue aprehendida una quinta persona y derivada al SAME para su atención) y cuatro personas heridas. El despliegue incluyó la presencia también de Policía Federal, Prefectura y Gendarmería detrás del Congreso mientras el despliegue represivo fue «comandado por agentes de infantería de la Policía de la Ciudad». El organismo observó que después de semanas donde el operativo disponía el vallado completo, en los últimos miércoles el dispositivo dejó abierta una vía de circulación que es la que eligen las fuerzas para avanzar contra los manifestantes.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
También se hizo presente Fabián Grillo, papá de Pablo, que sufrió esa represión el 12 de marzo, en esta misma plaza, y continúa su rehabilitación en el Hospital Rocca. “Su evolución es positiva”, comunicó la familia. El fotorreportero está empezando a comer papilla con ayuda, continúa con sonda como alimento principal, se sienta y se levanta con asistencia y le están administrando medicación para que esté más reactivo. “Seguimos para adelante, lento, pero a paso firme”, dicen familiares y amigos. El martes, la jueza María Servini procesó al gendarme Héctor Guerrero por el disparo. El domingo se cumplirán siete meses y lo recordarán con un festival.
Pablo Caballero mira toda esta disposición surrealista desde un costado. Tiene 76 años y cuatro carteles pegados sobre un cuadrado de cartón tan grande que va desde el piso del Congreso hasta su cintura:
- “Roba, endeuda, estafa, paga y cobra coimas. CoiMEA y nos dice MEAdos. Miente, se contradice, vocifera, insulta, violenta, empobrece, fuga, concentra. ¿Para qué lo queremos? No queremos, ¡basta! Votemos otra cosa”.
- “El 3% de la coimeada más el 7% del chorro generan 450% de sobreprecios de medicamentos”.
- El tercer cartel enumera todo lo que “mata” la desfinanciación: ARSAT, INAI, CAREM, CONICET, ENERC, Gaumont, INCAA, Banco Nación, Aerolíneas, Hidrovía, agua, gas, litio, tierras raras, petróleo, educación. Una enumeración del saqueo.
El cuarto cartel lo explica Pablo: “Cobro la jubilación mínima, que equivale al 4% de lo que cobran los que deciden lo que tenemos que cobrar, que son 10 millones de pesos. No tiene sentido. Por eso, hay que ir a votar en octubre”.
Pablo mira al cielo, como una imploración: «¡Y que se vayan!».

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Artes
Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro

La revista Llegás lanza la 8ª edición de su tradicional encuentro artístico, que incluye 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas. Del 31 de agosto al 12 de septiembre habrá espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. El festival llega con una victoria bajo el brazo: este jueves el Senado rechazó el decreto 345/25 que pretendía desguazar el Instituto Nacional del Teatro.
Por María del Carmen Varela.
«La lucha continúa», vitorearon este jueves desde la escena teatral, una vez derogado el decreto 345/25 impulsado por el gobierno nacional para vaciar el Instituto Nacional del Teatro (INT).
En ese plan colectivo de continuar la resistencia, la revista Llegás, que ya lleva más de dos décadas visibilizando e impulsando la escena local, organiza la 8ª edición de su Festival de teatro, que en esta ocasión tendrá 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas, en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. Del 31 de agosto al 12 de septiembre, más de 250 artistas escénicos se encontrarán con el público para compartir espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia.
El encuentro de apertura se llevará a cabo en Factoría Club Social el domingo 31 de agosto a las 18. Una hora antes arrancarán las primeras dos obras que inauguran el festival: Evitácora, con dramaturgia de Ana Alvarado, la interpretación de Carolina Tejeda y Leonardo Volpedo y la dirección de Caro Ruy y Javier Swedsky, así como Las Cautivas, en el Teatro Metropolitan, de Mariano Tenconi Blanco, con Lorena Vega y Laura Paredes. La fiesta de cierre será en el Circuito Cultural JJ el viernes 12 de septiembre a las 20. En esta oportunidad se convocó a elencos y salas de teatro independiente, oficial y comercial.
Esta comunión artística impulsada por Llegás se da en un contexto de preocupación por el avance del gobierno nacional contra todo el ámbito de la cultura. La derogación del decreto 345/25 es un bálsamo para la escena teatral, porque sin el funcionamiento natural del INT corren serio riesgo la permanencia de muchas salas de teatro independiente en todo el país. Luego de su tratamiento en Diputados, el Senado rechazó el decreto por amplia mayoría: 57 rechazos, 13 votos afirmativos y una abstención.
“Realizar un festival es continuar con el aporte a la producción de eventos culturales desde diversos puntos de vista, ya que todos los hacedores de Llegás pertenecemos a diferentes disciplinas artísticas. A lo largo de nuestros 21 años mantenemos la gratuidad de nuestro medio de comunicación, una señal de identidad del festival que mantiene el espíritu de nuestra revista y fomenta el intercambio con las compañías teatrales”, cuenta Ricardo Tamburrano, director de la revista y quien junto a la bailarina y coreógrafa Melina Seldes organizan Llegás.
Más información y compra de entradas: www.festival-llegas.com.ar

CABA
Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.
Por María del Carmen Varela
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.
Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.
Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.
Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.
El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.
Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.
Continuará.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
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