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Jaque al golpe en Bolivia
La presidenta del Senado, Adriana Salvatierra, logró ingresar al Parlamento, pese al intento policial de detenerla, y con la camisa rota y moretones anunció: “Venimos a trabajar”. La senadora de 30 años logró así dejar en evidencia que la autoproclamación de Jeanine Áñez como Presidenta es anticonstitucional. En las calles y desde El Alto, una multitud se movilizó para dejar en claro que desconoce a esta mandataria de facto y reclamar el regreso de Evo Morales. Bolivia está peleando así momentos trascendentes para las instituciones democráticas. Por Sebastián Ochoa, desde Cochabamba.
A tres días de la renuncia forzada de Evo Morales a la presidencia de Bolivia, la careta democrática de los golpistas comienza a caer. Ayer, las y los legisladores del Movimiento Al Socialismo (MAS) intentaron ingresar a la Asamblea Legislativa Plurinacional para rechazar la autoproclamación de la senadora Jeanine Áñez como nueva Presidenta. El plan era rechazar la carta de renuncia de Evo Morales y exigir su retorno al país para que retome sus funciones. La Policía intentó impedir que ingresaran a la plaza Murillo. El día anterior era Áñez quien rogaba que se acercaran al Parlamento para dar quórum. Mientras, las muertes de bolivianos en enfrentamientos contra las Fuerzas Armadas y la Policía continúan en aumento.
Legisladores del MAS solicitaron a los medios de comunicación que divulguen los asesinatos de defensores de Morales en enfrentamientos callejeros. Ayer se confirmó el deceso de dos personas en Yapacaní y en Montero, poblaciones de Santa Cruz de la Sierra, mayormente campesinas. No hay un conteo oficial de los caídos en repudio al golpe. Según la Defensoría del Pueblo, hasta la mañana del miércoles eran cuatro. Según la Fiscalía General, eran seis. En El Alto dicen que son muchos más. Los medios de comunicación guardan silencio sobre estas muertes. Salvo la señal argentina Crónica TV, ningún medio estuvo ayer en la represión a balazos contra la población alteña.
Este miércoles una noticia pasó desapercibida. El jefe de las Fuerzas Armadas, Williams Kaliman, renunció a su cargo. De inmediato, Áñez designó una nueva cúpula militar. Kaliman había sido posesionado por Evo Morales en 2018. El domingo pasado, dejó de obedecerle y se sumó al derrocamiento. Ahora, cuando se evidencia que hay mucha gente dispuesta a salir a la calle para dar la vida por Evo, optó por retirarse. Todo parece indicar que se viene una represión más despiadada para quienes defiendan al MAS.
El domingo, cuando renunció Morales, sumaron sus renuncias unos cuarenta de sus legisladores, ministros, funcionarios de toda línea, con la intención de “pacificar el país”, pero ninguna de esas renuncias fue aceptada conforme a los procesos administrativos.
Ayer, legisladores del MAS, que hasta el 22 de enero de 2020 tienen la mayoría en ambas cámaras, intentaron llegar a la Asamblea. La policía lo impidió. Hubo forcejeos, empujones, golpes y gasificación, que terminaron con la Presidenta del Senado, Adriana Salvatierra, con la ropa rota y moretones. Habiendo renunciado Evo Morales y Álvaro García Linera, constitucionalmente correspondería a ella jurar como nueva Presidenta. Quien sí lo hizo, Áñez, es la vicepresidenta segunda del Senado y al reaparecer Salvatierra en el Parlamento, no le correspondería constitucionalmente el título que ahora ostenta.
Las movilizaciones de ayer en El Alto y en La Paz reclamaron por la ilegalidad de la unción de Áñez. Organizaciones campesinas de Cochabamba y Chuquisaca, que nunca dejaron de apoyar a Morales, anunciaron que este jueves comenzarán a bloquear carreteras hasta que regrese “el Presidente”, como le siguen llamando.
En conferencia de prensa, la Presidenta del Senado Adriana Salvatierra dijo: “Han pretendido impedir el acceso a parlamentarios y parlamentarias, hemos sido violentamente agredidas, nos han golpeado, nos han gasificado. Como MAS, denunciamos la inexistencia de garantías para trabajar con tranquilidad en nuestras acciones parlamentarias. Es la clara muestra de la violencia que están dispuestos a ejercer. Anoche en el Parlamento no tuvieron quorum, por lo cual lo que hicieron es una ilegalidad a toda costa. Es más ilegal aun, cuando este ejercicio se complementa con violencia física hacia los parlamentarios. Queremos paz para las y los bolivianos. Pero esa paz no puede existir si no existen garantías para la vida. El presidente Evo Morales ha sido claro: no queremos que exista violencia. Antes de que salgan fuerzas militares a las calles, él prefirió retirar su presidencia del Estado.
Más tarde, subió un video a sus redes sociales, donde dio dos mensajes: “Primero, soy una persona sumamente respetuosa de los símbolos patrios, por supuesto de la bandera nacional y de la wiphala. No soy una persona que quema wiphalas, que saca wiphalas de los lugares centrales donde merecen estar”, dijo en referencia a las y los golpistas.
“El segundo mensaje fundamental, es que estamos iniciando una lucha por la recuperación de la democracia y contra el Golpe de Estado. Y eso, así como nuestra bandera, debe ser la lucha que una a todo el pueblo boliviano”, concluyó.
Ayer, el multitudinario cabildo en la ciudad de El Alto finalizó con la lectura de una declaración, en la cual sostuvieron que “nos quieren someter como en anteriores dictaduras. Por eso el pueblo alteño se levanta contra el Golpe de Estado provocado por la derecha racista”. En ese documento, exigieron “la renuncia inmediata de la senadora Jeanine Áñez Chávez, por golpista y autonombrarse Presidenta del Estado a sabiendas de que es ilegal e ilegítima su posesión”. Y advirtieron que “en caso de no ser escuchados, tomaremos medidas drásticas con movilizaciones y nos declararemos en Paro Cívico en la ciudad de El Alto”. Como firma, el clamor que se hizo conocido en 2003 y ahora vuelve a resonar: “El Alto de pie, nunca de rodillas”.
Quién es la mandataria de facto
El martes por la noche, la senadora Jeanine Áñez ingresó al Palacio Quemado a tomar posesión de las oficinas presidenciales, llevando en alto una enorme Biblia. A partir de la viralización de varios de sus tweets, es de público conocimiento su desprecio por los indígenas. Ahora está borrando esos mensajes, que aún persisten en capturas de pantalla. El que más circuló, de abril de 2013, reza: “Sueño con una Bolivia libre de ritos satánico (sic) indígenas. La ciudad no es para los indios, que se vayan al Altiplano o al Chaco”.
Hace 52 años nació en San Joaquín, departamento de Beni. Esta región amazónica, junto con Santa Cruz, poseen más del 50 por ciento del territorio nacional. Tanta tierra es usada mayormente por la agroindustria cruceña y por la ganadería beniana, cuyos intereses Áñez siempre defendió.
Ingresó a la política en 2006, como constituyente en la Asamblea Constituyente que elaboró la Constitución actual, aprobada en 2009 y que incluye varios símbolos indígenas en la administración y gestión del Estado Plurinacional. Desde 2010 es senadora por el partido de derecha Unidad Demócrata. Es Licenciada en Derecho. Y está en contra del aborto legal.
Nota
La Estela: tierra guaraní en escena

Las actrices Casandra Velázquez e Ivana Zacharski crearon un unipersonal sobre una niña litoraleña que descubre aventuras al amparo del monte misionero. El calor agobiante, la siesta obligatoria, los árboles de yerba mate y las leyendas de ese territorio se cruzan con la inspiración de Clarice Lispector como punto de partida.
Por María del Carmen Varela
A la hora de la siesta el pueblo entra en una pausa obligatoria barnizada por un calor agobiante. Ni el sueño ni el sofoco detienen a la niña, que abandona su cama con sigilo y logra escapar al amparo del monte. Encuentra en la intemperie el abrigo que no es costumbre en su casa. Cada día la espera una aventura distinta, aunque no siempre hay juego y risas. Rebelde, divertida, decidida, busca compañía para sus andanzas y si no la encuentra, transita en soledad. La salvación a cielo abierto, la naturaleza como sostén y una fascinación: “La Estela”.
La actriz y bailarina Casandra Velázquez y la actriz y directora de teatro Ivana Zacharski dieron luz a esta niña litoraleña sumergida en la vastedad de un paisaje indómito y deslumbrada por Estela, la joven esquiva con mirada de pantera. Ivana y Casandra se conocieron a sus 18 años tomando clases de actuación con Pompeyo Audivert en el Teatro Estudio El Cuervo, poco tiempo después de que cada una viniera a estudiar teatro a la Capital. Casandra nació en Rosario y creció en Venado Tuerto (Santa Fe), Ivana es de Apóstoles, Misiones, donde se desarrolla esta historia que juntas llevaron a escena. Este universo, recorrido por Ivana, de tierras guaraníes surcadas por árboles de yerba mate y leyendas de peligros a la hora de la siesta, fue la inspiración para La Estela.
Ivana tenía ganas de dirigir un unipersonal y eligió a su amiga Casandra para actuarlo. El punto de partida fue un cuento de Clarice Lispector: La relación de la cosa. Casandra: “Los primeros encuentros fueron sin texto, nos acercamos a la obra desde el cuerpo, la respiración y la carne. En los primeros ensayos bailé un montón, unas danzas extrañas, medio butohkas, transpire, canté, corrí, toqué el bajo. Ivana empezó a escribir y yo a probar y actuar todos esos textos e hipótesis, el insomnio estaba presente, la obsesión con el tiempo, los fantasmas del futuro, algo vinculado a la materialidad del agua y el devenir del río. Aparecieron unos cuentos protagonizados por distintas niñas en paisajes litoraleños. Nuestro personaje de ese momento: una mujer en medio del insomnio, se contaba esos cuentos a ella misma para poder dormir”.

Foto: Gentileza La Estela.
Después de que Ivana hiciera un taller de escritura con Santiago Loza y Andrés Gallina, la historia fue tomando fuerza. Cuenta Casandra que algo se abrió y comenzó a aparecer la trama: “La obra apareció y nos empezó a hablar. Nos metimos adentro de esos cuentos, de esos paisajes y de esas niñas y dejamos de lado todo lo demás. Apareció algo muy mágico entre nosotras, algo de eso que las obras permiten, que es crear un universo común, descubrir conexiones y relaciones nuevas. Sentía que la obra estaba apareciendo y tenía voz propia, apareció el cuerpo de la obra y una forma de narrar”. Casandra recorre el escenario y su fuerza expresiva invita a adentrarse en la historia de esta niña llena de vitalidad y asombro. La vemos en su habitación, presa del calor de la tarde, en busca de libertad y juego, invocando protección divina cuando algo se le escapa de las manos, trabajando en el puesto rutero, pateando una pelota, como se patea a la injusticia, hipnotizada al descubrir la mirada felina de “la Estela”.
El entusiasmo de la juventud, las tragedias inesperadas, las súplicas, el goce de la novedad caben en ese cuerpo palpitante de sueños. Ivana y Casandra apelaron a sus propias vivencias para hilar la narración. Casandra: “Las dos pasamos nuestras infancias y adolescencias medio punkis en distintos paisajes litoraleños, lejos de esta ciudad, sus ritmos y velocidades. Había algo de ese universo común, de elegir siendo muy chicas irnos de las ciudades donde crecimos, que empezó a operar, casi telepáticamente. El ejercicio de revisitar esos paisajes y poblarlos de ficción fue fascinante, mirar el mundo con ojos de infancia nos abrió mucho permiso y nos devolvió mucha vitalidad, nos permitió vincularnos con la violencia, el dolor y la crudeza de crecer desde un lugar de mucho delirio y mucho juego. La obra es bastante impune en ese sentido, el relato no pide permiso, ni da explicaciones, sólo sucede. Justicia poética, decimos, un conjuro de liberación”.
Al cabo de dias de ensayo, la voz de la niña litoraleña comenzó a asomar y Casandra hizo un trabajo específico con la coach vocal Mariana García Guerreiro. El actor Iván Moschner también se sumó a pulir el fluir de la voz. Escuchar radios misioneras, discos y entrevistas a Ramón Ayala y otrxs artistas misionerxs colaboró con esa tarea. La niña que sube el escalón hacia la adolescencia, la que se enfrenta al monte y sus amenazas, se abre paso en la oscuridad con la lumbre de su irreverencia. Salvar y ser salvada, desafiar la imposición de la siesta, para correr a soñar despierta.
La Estela
El Camarín de las Musas, Mario Bravo 960, CABA
Sábados a las 18 hs, hasta el 27 de septiembre
@laestela.obra
Nota
Litio: nace un nuevo documental

Este viernes 29 de agosto se presentará un nuevo contenido de Cooperativa de trabajo lavaca: Litio. Un documental dirigido junto a Patricio Escobar que refleja la lucha de las comunidades originarias y el paralelismo entre la reforma (in)constitucional de Jujuy, como experimento hacia la Ley Bases votada a nivel nacional.
“Te cuento esta historia, si me prometés hacer algo. ¿Dale?”.
Así arranca el documental Litio, una historia de saqueo y resistencias, que continúa…
Un documental independiente y autogestivo de cooperativa lavaca y dirigido en conjunto con Patricio Escobar, que traza un hilo conductor entre la reforma (in)constitucional de Jujuy votada a espaldas del pueblo en 2023, y lo que pasó un año después a nivel nacional con la aprobación de la Ley Bases y la instauración del RIGI (Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones).
Este proyecto tiene algunas particularidades: por un lado, no se trata de una única pieza audiovisual, sino de varias. Una más larga, de 22 minutos; y otras más cortas, de menos de 6 minutos. Por otro lado, se propone un documental en construcción permanente, al que se le irán agregando nuevas piezas de una cadena extractivista que parece no tener fin. Para esto, creamos una página web (que también estrenaremos el viernes 29) en la que iremos agregando los nuevos eslabones que surjan a futuro relacionados al oro blanco.
LITIO muestra cómo viven las comunidades de la puna jujeña en la cuenca de las Salinas Grandes y Laguna Guayatayoc, una de las siete maravillas naturales de Argentina, y a la par, zona de sequía y uno de los mayores reservorios de litio del mundo. Dato insoslayable: para obtener un kilo de carbonato de litio se utilizan hasta dos millones de litros de agua. Las imágenes se entrelazan con los ostentosos congresos mineros, la represión policial a las manifestaciones por la reforma (in)constitucional y la resistencia de un pueblo que no otorga la licencia social a la explotación minera.
“¿Cuánto cuesta, cuánto vale… nuestra Pacha?”, cantan las comunidades originarias. Esa bandera hecha canción – y esa pregunta- se construye a través de distintas entrevistas a las comunidades Santuario de Tres Pozos, Lipán, El Moreno, Tres Morros, Potrero de la Puna, así como a otros actores. También evidencia el silencio de las autoridades, que no quisieron hacer declaraciones públicas. “Todas las Salinas están cuadriculadas de pedimentos mineros. Allí viven las comunidades y debajo, en el subsuelo, están las minas”, cuenta Alicia Chalabe, abogada de las comunidades.
El documental plantea una premisa: la reforma (in)constitucional de Jujuy en 2023 impuesta por el entonces gobernador Gerardo Morales –a merced de la explotación del litio, ya que modificó el régimen de agua, de tierras fiscales y de la propiedad privada, y ratificó la propiedad exclusiva de la provincia sobre los recursos naturales, entre los que incluye el subsuelo y el mineral de litio– fue el experimento que sirvió de antesala a la Ley Bases aprobada en 2024. Esta profundizó no sólo la matriz extractivista mediante enormes beneficios fiscales a empresas mineras, petroleras y del agronegocio, sino también las relaciones carnales con Estados Unidos y particularmente con Elon Musk, dueño de la empresa Tesla que construye autos eléctricos, para lo cual el litio es fundamental.
LITIO termina con tres palabras, y se erige como punto de partida:
“Esta historia continuará
¿Dale?”.
Te invitamos a seguir construyendo esta historia, este viernes 29 de agosto a las 20, en MU Trinchera (Riobamba 143, CABA).

CABA
Super Mamá: ¿Quién cuida a las que cuidan?

¿Cómo ser una Super Mamá? La protagonista de esta historia es una flamante madre, una actriz a la que en algún momento le gustaría retomar su carrera y para ello necesita cómplices que le permitan disfrutar los diferentes roles que, como una mamushka, habitan su deseo. ¿Le será posible poner en marcha una vida más allá de la maternidad? ¿Qué necesitan las madres? ¿Qué necesita ella?
Por María del Carmen Varela
Como meterse al mar de noche es una obra teatral —con dirección y dramaturgia de Sol Bonelli— vital, testimonial, genuina. Un recital performático de la mano de la actriz Victoria Cestau y música en vivo a cargo de Florencia Albarracín. La expresividad gestual de Victoria y la ductilidad musical de Florencia las consolidan en un dúo que funciona y se complementa muy bien en escena. Con frescura, ternura, desesperación y humor, abordan los diferentes estadíos que conforman el antes y después de dar a luz y las responsabilidades en cuanto al universo de los cuidados. ¿Quién cuida a las que cuidan?
La escritura de la obra comenzó en 2021 saliendo de la pandemia y para fines de 2022 estaba lista. Sol incluyó en la última escena cuestiones inspiradas en el proyecto de ley de Cuidados que había sido presentada en el Congreso en mayo de 2022. “Recuerdo pensar, ingenua yo, que la obra marcaría algo que en un futuro cercano estaría en camino de saldarse”. Una vez terminado el texto, comenzaron a hacer lecturas con Victoria y a inicios de 2023 se sumó Florencia en la residencia del Cultural San Martín y ahí fueron armando la puesta en escena. Suspendieron ensayos por atender otras obligaciones y retomaron en 2024 en la residencia de El Sábato Espacio Cultural.
Se escuchan carcajadas durante gran parte de la obra. Los momentos descriptos en escena provocan la identificación del público y no importa si pariste o no, igual resuenan. Victoria hace preguntas y obtiene respuestas. Apunta Sol: “En las funciones, con el público pasan varias cosas: risas es lo que más escucho, pero también un silencio de atención sobre todo al principio. Y luego se sueltan y hay confesiones. ¿Qué quieren quienes cuidan? ¡Tiempo solas, apoyo, guita, comprensión, corresponsabilidad, escucha, mimos, silencio, leyes que apoyen la crianza compartida y también goce! ¡Coger! Gritaron la otra vez”.
¿Existe la Super Mamá? ¿Cómo es o, mejor dicho, cómo debería ser? El sentimiento de culpa se infiltra y gana terreno. “Quise tomar ese ejemplo de la culpa. Explicitar que la Super Mamá no existe, es explotación pura y dura. No idealicé nada. Por más que sea momento lindo, hay soledad y desconcierto incluso rodeada de médicos a la hora de parir. Hay mucho maltrato, violencia obstétrica de muchas formas, a veces la desidia”.
Durante 2018 y 2019 Sol dio talleres de escritura y puerperio y una de las consignas era hacer un Manifiesto maternal. “De esa consigna nació la idea y también de leer el proyecto de ley”. Su intención fue poner el foco en la soledad que atraviesan muchas mujeres. “Tal vez es desde la urbanidad mi mayor crítica. Se va desde lo particular para hablar de lo colectivo, pero con respecto a los compañeros, progenitores, padres, la situación es bastante parecida atravesando todas las clases sociales. Por varios motivos que tiene que ver con qué se espera de los varones padres, ellos se van a trabajar pero también van al fútbol, al hobby, con los amigos y no se responsabilizan de la misma manera”.
En una escena que desata las risas, Victoria se convierte en la Mami DT y desde el punto de vista del lenguaje futbolero, tan bien conocido por los papis, explica los tips a tener en cuenta cuando un varón se enfrenta al cuidad de un bebé. “No se trata de señalarlos como los malos sino que muestro en la escena todo ese trabajo de explicar que hacer con un bebé que es un trabajo en sí mismo. La obra habla de lo personal para llegar a lo político y social”.
Sol es madre y al inicio de la obra podemos escuchar un audio que le envió uno de sus hijos en el que aclara que le presta su pelota para que forme parte de la puesta. ¿Cómo acercarse a la responsabilidad colectiva de criar niñeces? “Nunca estamos realmente solas, es cuestión de mirar al costado y ver que hay otras en la misma, darnos esa mirada y vernos nos saca de la soledad. El público nos da devoluciones hermosas. De reflexión y de cómo esta obra ayuda a no sentirse solas, a pensar y a cuidar a esas que nos cuidan y que tan naturalizado tenemos ese esfuerzo”.
NUN Teatro Bar. Juan Ramirez de Velazco 419, CABA
Miércoles 30 de julio, 21 hs
Próximas funciones: los viernes de octubre


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