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«Ninguna menor tiene que volver a pasar lo que yo pasé»: la carta de una niña de 12 años en la tercera jornada de #AbortoLegalYa en el Senado

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Durante el tercer día del debate plenario en el Senado, la doctora Cecilia Ousset leyó una carta de Lucía, la niña tucumana que el año pasado pidió la interrupción de su embarazo producto de haber sido violada por la pareja de su abuela, y que el Estado le quiso negar. «Deciles que tienen que obligar a los médicos a ayudarnos», decía el texto que leyó la médica, denunciada junto a su pareja porque fueron les profesionales que realizaron el procedimiento. Una voz urgente dentro del plenario que continuará este jueves, ya con la búsqueda de la firma del dictamen.

«Ninguna menor tiene que volver a pasar lo que yo pasé»: la carta de una niña de 12 años en la tercera jornada de #AbortoLegalYa en el Senado

Los argumentos están dados. Y todo lo que faltaba escuchar lo dijo Lucía, una nena de 12 años.

En la tercera jornada del debate en las comisiones Banca de la Mujer, Justicia y Asuntos Penales y Salud del Senado de la Nación el eje estuvo puesto en lo sanitario, ayer los argumentos habían sido principalmente jurídicos. Los datos brindados hoy a favor de la legalización fueron contundentes. Algunos de ellos: a medida que se amplían las causales para acceder a aborto legal, la mortalidad materna disminuye, y disminuye costos del sistema de salud, hoy el sistema de salud gasta entre 2,6 y 10,2 más de lo que gastaría si se decidiera avanzar en la legalización. También que es un problema de equidad: “El aborto clandestino produce muerte, morbilidad evitables y serios problemas psico sociales en poblaciones jóvenes y sanas. Pero también es un problema de equidad porque solamente afecta a las mujeres y adolescentes y sus complicacones afecta fundamentalmente a las mujeres mas pobres”, describió Rubinstein, ex secretario de Salud.

En contra los argumentos fueron desde que “los fetos lloran” hasta hablar de “suicidio emocional”, pasando por “el cerebro de la mama está preparado para amar a su hijo” y la comparación con genocidios, e incluyendo mostrar el feto de plástico que hace dos años los contrarios a la ley repartían por el Congreso.

El cronograma de hoy incluía 24 los expositores y expositoras, 12 a favor, 12 en contra de la ley, intercalados en dos bloques: a la mañana y a la tarde. Cada seis exposiciones se hicieron preguntas, pocas en pos de debatir y profundizar en el proyecto. Muchas tendientes a confundir.

Mañana jueves se buscará firmar el dictamen, la mayoría de los pocos que aún no manifestaron comentarios sobre su voto estarán presentes. Se mantiene la idea de que el proyecto llegue al recinto para ser votado antes de fin de año.

Durante los días del debate no se escucharon, a diferencia de 2018, voces desde la sociedad civil, como actrices, periodistas, jóvenes, estudiantes, sindicalistas, militantes sociales, escritoras, músicas, y muchas otras.

Hasta que la doctora tucumana Cecilia Ousset leyó una carta de Lucía.

Lucía, una niña del área rural de Tucumán, tenía 11 cuando pidió que interrumpan un embarazo producto de hacer sido violada por la pareja de su abuela. “Quiero que me saquen lo que el viejo me puso adentro”, dijo en Cámara Gesell. La trama antiderechos provincial, que implicó amenazas, médicos declarados objetores de conciencia, funcionarios estatales y judiciales dilatando, le obstaculizó lo que es un derecho adquirido desde 1921. Fue la médica Ousset y el médico José Gijena quienes le hicieron el prodecimiento. Ambos fueron denunciados y tienen abierta hasta el día de hoy una causa penal en investigación por homicidio agravado.

Ousset leyó entonces frente a los senadores y senadoras el mensaje que Lucía envió.

Doctora,

Decile a los senadores que ninguna menor de edad tiene que volver a pasar lo que yo pasé. A mí a veces me dicen que tuve una hija que está viva y que la tiene el medico que me visitaba todos los días. Otros me dicen asesina porque me dicen que mi provincia es pro vida.

Deciles que cuando ellos dicen que el aborto no es legal los médicos se confunden y creen que ningún aborto es legal y se enojan con nosotras aunque seamos menores.

Deciles que tienen que obligar a los médicos a ayudarnos y que no tarden ni un solo día, bah que día, ni un solo segundo.

¿Y te acordas que el año pasado te pedí patines para navidad? ¿Este año te alcanza la plata para un celular?”

A Lucía el aborto le correspondía por ley desde 1921. Pero su historia deja en evidencia la lógica que pretende mantener todos los abortos en la clandestinidad.

Si no se le garantiza lo que le corresponde a una niña de 11 años violada es porque todo el sistema está mal.

Y eso es lo que queremos cambiar: todo.

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Darío y Maxi: el presente del pasado (video)

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Hoy se cumplen 23 años de los asesinatos de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki que estaban movilizándose en Puente Pueyrredón, en el municipio bonaerense de Avellaneda. No eran terroristas, sino militantes sociales y barriales que reclamaban una mejor calidad de vida para los barrios arrasados por la decadencia neoliberal que estalló en 2001 en Argentina.

Aquel gobierno, con Eduardo Duhalde en la presidencia y Felipe Solá en la gobernación de la provincia de Buenos Aires, operó a través de los medios planteando que esas muertes habían sido consecuencia de un enfrentamiento entre grupos de manifestantes (en aquel momento «piqueteros»), como suele intentar hacerlo hoy el gobierno en casos de represión de sectores sociales agredidos por las medidas económicas. Con el diario Clarín a la cabeza, los medios mintieron y distorsionaron la información. Tenía las imágenes de lo ocurrido, obtenidas por sus propios fotógrafos, pero el título de Clarín fue: “La crisis causó 2 nuevas muertes”, como si los crímenes hubieran sido responsabilidad de una entidad etérea e inasible: la crisis.

Darío y Maxi: el presente del pasado (video)

Darío Santillán.

Darío y Maxi: el presente del pasado (video)

Maximiliano Kosteki

Del mismo modo suelen mentir los medios hoy.

El trabajo de los fotorreporteros fue crucial en 2002 para desenmascarar esa mentira, como también ocurre por nuestros días. Por aquel crimen fueron condenados el comisario de la bonaerense Alfredo Franchiotti y el cabo Alejandro Acosta, quien hoy goza de libertad condicional.

Siguen faltando los responsables políticos.

Toda semejanza con personajes y situaciones actuales queda a cargo del público.   

Compartimos el documental La crisis causó 2 nuevas muertes, de Patricio Escobar y Damián Finvarb, de Artó Cine, que puede verse como una película de suspenso (que lo es) y resulta el mejor trabajo periodístico sobre el caso, tanto por su calidad como por el cúmulo de historias y situaciones que desnudan las metodologías represivas y mediáticas frente a los reclamos sociales.

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83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

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Pablo Grillo
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83 días.

Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.

83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.

83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.

83 días y seis intervenciones quirúrgicas.

83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo. 

83 días hasta hoy. 

Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro. 

Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”. 

Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).

Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca. 

El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”. 

La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».

La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería. 

Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.

Esta es parte de la vida que no pudieron matar:

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La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen

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Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.

Por María del Carmen Varela.

La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen

La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia. 

La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.

Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.

La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional.  A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.

Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.

Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro. 

MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA

Viernes 30 de mayo, 20.30 hs

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