Nota
El Chubutaguazo: asambleas salen a las calles contra el nuevo intento de zonificación minera
El gobierno de Chubut anunció hoy que este viernes 5 de febrero la Legislatura dará tratamiento al proyecto de ley de zonificación minera que pretende dar un marco para impulsar la actividad en la provincia. Asambleas de vecines, comunidades originarias, sectores académicos y sindicales ya adelantaron que saldrán esta semana a las calles contra la reactivación de nuevos (viejos) proyectos mineros, como lo vienen haciendo hace 18 años (que incluyeron plebiscitos, represiones y espionajes históricos, además de una Iniciativa Popular que la legislatura chubutense no se digna a tratar). Reflexiones sobre la política, la democracia, y la riqueza convertida en maldición, en esta nota de Sergio Ciancaglini para la MU 149.

En cierta zona del universo hay lugares con nombres bellos y desconocidos en la geografía mediática: Yala Laubat, Colan Conhué, Paso de Indios, Gan Gan, Los Altares, Chacay, Paso del Sapo, Gualjaina, Piedra Parada. Se suman nombres que el narcisismo de las ciudades grandes registra a lo sumo por razones turísticas: El Maitén, Lago Puelo, El Hoyo, Epuyén, Cholila, Trevelin, Corcovado. Andan por allí Esquel, Aldea Apeleg, Facundo, Lago Blanco y del otro lado, en la costa, Camarones, Rawson, Trelew, Comodoro Rivadavia, Puerto Madryn, Puerto Pirámides y un total de 42 comunidades que se están dedicando a un par de tareas inhóspitas en un invierno de nieve, virus y aislamiento: frenar la minería, y reinventar la democracia.
Ese lugar se llama Chubut, que significa “transparente” en lengua tehuelche, aunque otra teoría es que significa “tortuoso” o “zigzagueante”. Muchos de sus habitantes consideran que esa geografía padece una maldición: el oro. Hay también plata, uranio y cantidad de tesoros naturales que encandilan a uno de los oficios más viejos, tortuosos y poco transparentes del mundo: extraer esas riquezas del suelo, con un saldo imborrable de territorios dañados, contaminados y empobrecidos. Por eso maldición y minería funcionan como dos caras de una misma memoria.

Consejos Elsztain
La larga historia, abreviada, señala que el señor Eduardo Elsztain informó en mayo de este año a sus clientes, amigos & afines que el único modo de sobrevivir en modo millonario a pandemias y otras incertidumbres planetarias es acumulando oro. No pesos, plazos fijos ni dólares: lingote mata billetera.
Elsztain es dueño de una creciente barba blanca que oculta el nudo de sus corbatas, entre otros enigmas. Dueño también de IRSA, el grupo de bienes raíces más grande de Argentina con shoppings como Abasto, Alto Palermo, Patio Bullrich, hoteles y edificios de lujo, como el Llao Llao. De Cresud (un millón de hectáreas de campos). De un tercio del Banco Hipotecario. De edificios en Nueva York. Y tiene el control del mayor grupo económico de Israel, el IDB (Israel Discount Bank) entre muchas otras cosas.
Escribió sobre la actual crisis pandémica: “El manual de supervivencia económica de la Argentina dice que, en este contexto de déficit fiscales épicos, más el endeudamiento más alto de la historia, más emisión monetaria a niveles nunca vistos, más depresión económica, cualquier persona con ahorros grandes o pequeños, debería redireccionar una parte significativa de esa liquidez a la única moneda que no puede ser impresa: el oro”. La frase figura en su escrito Chapter three of the most challenging crisis in our lifetimes, o “Capítulo tres de la crisis más desafiante de nuestras vidas”.
La palabra “nuestras” remite solo a los que tienen liquidez en estos tiempos tan secos, a quienes Elsztain les recomienda comprar oro, mientras él concreta algo todavía más astuto: convertirse en minero. Creó la empresa Austral Gold con la que desarrolla proyectos de minería en Salta, San Juan, Rio Negro y Santa Cruz.
Mientras la sociedad estaba pendiente de la situación sanitaria, la minera canadiense Yamana Gold informó que Elsztain, con su socio Saúl Zang, invertirá 2 millones de dólares para incorporarse al proyecto Suyai, de Esquel, como primer paso para llegar a un 40% del paquete accionario. ¿La función de los nuevos socios? Informa la empresa: “El grupo argentino asumirá la responsabilidad de todos los asuntos ambientales, sociales y de gobierno (ESG) y, en particular, liderará los esfuerzos de permisos destinados a avanzar en el proyecto a través de sus diferentes etapas de desarrollo”.
La traducción obvia es: lobby y negocios. Elsztain intentará que pueda realizarse el hasta ahora fracasado proyecto Suyai (“esperanza”), ubicado sobre la población de Esquel, a 6 kilómetros del centro de la ciudad.
Calcula Pablo Lada, quien desde Trelew se ha transformado en un referente del rechazo en la costa chubutense: “Los 2 millones de dólares son un chiste en términos mineros. Lo de Elsztain es simbólico: significa poner a un empresario argentino para meter más presión para aprobar Suyai”.
Ese proyecto había sido rechazado en 2003 con el 82% de los votos de un plebiscito en Esquel que sembró el camino para la Ley 5001 que prohíbe en toda Chubut la minería a cielo abierto y el uso de cianuro. Pero mientras las riquezas sigan bajo el suelo parece haber más trampas que leyes en una provincia desmantelada por sus propios gobernantes que han sabido esfumar millones de dólares de las arcas estatales, mientras postulan que la solución es la megaminería. El otro proyecto clave, en la Meseta, es Navidad (plata, plomo y cobre).
Un mensaje de whatsapp llegado desde Chubut sintetiza la situación: “Otra vez sopa”.

¿Qué es una iniciativa popular?
«Se sumó todo” dice Viviana Vivi Moreno, integrante de la Unión de Asambleas de Comunidades Chubutenses (UACCH) recordando que en diciembre Alberto Fernández, recién asumido, dijo: “En Mendoza logramos que salga una ley para que se involucre en la explotación minera y en Chubut hemos logrado que en la zona de la Meseta podamos explotar oro y plata. Allí está nuestra riqueza y eso es abrirnos al mundo con inteligencia”.
“Me parece que le informaron mal” supone Vivi, que es bioquímica jubilada y una tromba de iniciativas. En Mendoza, la sociedad agitó inteligencias y pies en diciembre contra la derogación de la ley antiminera 7722, con movilizaciones históricas que hicieron retroceder el plan oficial nacional y provincial. En Chubut hubo también grandes movilizaciones que incluso rodearon la Legislatura en Rawson, y la minería sigue prohibida.
“Íbamos a anunciar la idea de la Iniciativa Popular el 22 de marzo, y nos agarró la cuarentena. Pero cuando vimos que el gobierno, sin importar el coronavirus ni el aislamiento, declaró a la minería ‘actividad esencial’, y que Elsztain entró en el proyecto Suyai, dijimos: no nos podemos paralizar. Cada vez que se los políticos y los mineros se mueven, tiran kerosén al fuego”, dice Vivi.
El 22 de junio se lanzó la Iniciativa Popular, una herramienta de la Constitución provincial que permite, con el aval del 3% de firmas del padrón electoral, presentar un proyecto de Ley que debe ser obligatoriamente tratado por la Legislatura. En Chubut necesitan 13.500 firmas.
¿Qué plantea Ley que propone la Iniciativa? Prohibir la minería metalífera de la primera categoría del Código de Minería (oro, plata, platino, cobre, etc.), la de uranio y torio, y el uso no solo del cianuro sino de toda una serie de químicos contaminantes con los que intenten reemplazarlo.
Iván Payllalaf, 20 años, mapuche-tehuelche y estudiante de Historia, debe viajar desde su casa en Cachay Oeste 10 kilómetros hasta un lugar en la meseta nevada donde consigue señal telefónica para comunicarse con MU: “Otra cosa que incluye la Ley es el principio precautorio, el preventivo, el intergeneracional”. O sea: ante el riesgo de daño irreversible actual o futuro, mejor prevenir que curar. Esos principios, así como el de sostenibilidad y cooperación, son parte de un texto casi desconocido para la farándula empresaria y política, llamado Ley General del Ambiente.
Por eso la paradoja: quienes se rebelan en Chubut y en Mendoza (y en cada centímetro del país amenazado por la destrucción socioambiental) son personas que defienden la vida y las leyes escritas y no muy aplicadas, amenazadas por los Estados y las corporaciones empresarias.
“Nos han mentido y atacado de todos los modos posibles” dice Vivi Moreno. La secuencia incluye espionaje de la AFI sobre más de 30 integrantes de la asamblea de Esquel (la justicia no dio el nombre de quienes cometieron el delito, porque eran espías protegidos, superando en creatividad al Superagente 86). Las asambleas fueron reprimidas en Rawson por patotas pseudosindicales con zona libre policial en 2012, y a fines del año pasado 6 manifestantes fueron secuestrados y golpeados directamente por la policía provincial, una de las más violentas del país, que logró entre varios blasones que la Corte Interamericana de Derechos Humanos condenara al Estado argentino por la desaparición forzada en democracia de Iván Torres, en 2003, en Comodoro Rivadavia, sin que el accionar policial haya cambiado excesivamente desde entonces.
Mandame un mensajito
El lema de la Iniciativa Popular es “Nos deben una ley”. Explica Vivi Moreno: “Habíamos presentado una Iniciativa Popular en 2014, casi idéntica a la actual, que la Legislatura convirtió en un fraude. Habíamos reunido 13.007 firmas. Pero en lugar de debatir nuestro proyecto, lo distorsionaron totalmente y lo convirtieron en una ley prominera tan vergonzosa, que el propio gobernador Mario Das Neves la tuvo que vetar”. La votación había sido 15 a 12.
El símbolo de aquel fraude fue la foto del legislador del Frente para la Victoria, Gustavo Muñiz, mensajeándose desde su Blackberry con el gerente de Yamana Gold Gastón Berardi, quien le indicaba qué aspectos de la Ley debían modificar. La foto del celular, tomada desde las gradas, recorrió el mundo como símbolo. Vivi: “Ahí estaban nuestros representantes basureándonos, humillándonos. Una todavía confía, tiene ilusiones de que la democracia es la mejor opción. Pero ya aprendimos: no se puede confiar. Hubo incluso tres diputados de Esquel, también del FpV, Javier Cisneros, Héctor Trotta y Elba Willhuber que nos traicionaron”. El propio Das Neves fue antiminero y pro minero sucesivamente (según estaba o no en el poder) hasta que la crisis hídrica en la provincia lo puso contra la minería antes de morir en 2017. Poco después, ya con el vice Mariano Arcioni (ex antiminero) al mando, hizo su aparición en Chubut otro inolvidable, versión PRO: el exsecretario de Energía Juan José Aranguren, con fuerte custodia policial y el vía libre de Macri Mauricio para instalar la minería, actividad que parece destinada a sellar las grietas en buena parte de la política, y abrirlas con las comunidades. “El actual secretario de Minería de Nación, Alberto Hensel, es de San Juan, provincia prominera, y es la continuidad de Aranguren. No hay diferencia alguna”, explica Moreno.
La licenciada en Química Marta Sahores, otra de las mujeres que hizo escuela en Chubut explicando el verdadero contenido de la megaminería, dice sobre las frecuentes contradicciones entre el sistema representativo y la idea de democracia: “La democracia la hacemos en las calles, con la participación. No es ir a votar cada tanto. Cuando vamos a votar, no son elecciones: son opciones. Se opta por el mal menor. La democracia es otra cosa”.
¿La minería da trabajo?
«Es incomprensible que una persona como Mariano Arcioni haya llegado a ser gobernador, y lo siga siendo” dice Pablo Lada. La intentona minera se apoya en ese zigzagueante político cuyos spots televisivos contra la minería quedaron tan archivados como los rumores de romances farandulescos que le dieron notoriedad mediática porteña. En 2019 Arcioni logró adelantar elecciones junto al último pago normal de los sueldos provinciales. Apenas ganó, la realidad quedó más desnuda y menos glamorosa que vedette televisiva: la provincia venía endeudándose en dólares a niveles insostenibles, y estalló una crisis social inédita. Aún hoy, los sueldos se pagan con atrasos de entre dos y tres meses y Chubut vive de los salvavidas financieros que le arroja el gobierno nacional. O sea: más deuda. Arcioni venía siendo uno de los grandes ganadores con el “quedate en casa”, consigna que no aplicó para las mineras, que siguieron operando.
La Cámara de Proveedores y Empresarios Mineros publicó la teoría según la cual “la Ley 5001 propició el empleo público y desincentivó la inversión privada”. “Siempre han dicho lo mismo” explica Pablo. “La crisis es producto de que no hay minería, y ponen la zanahoria de que con mineras la situación mejoraría, lo cual sabemos que es falso”. Creer que el progreso radica en el extractivismo que primariza la economía, contamina y destruye, es un tanto extravagante. Pero además en Esquel están finalizando una investigación que demuestra por qué el argumento sobre el empleo es falso. Algunos datos del trabajo que se conocerá en estos días: en San Juan, en su apogeo minero, la actividad ocupa al 0,89% de los asalariados y el empleo privado en general está en caída constante durante los últimos 6 años. Si se compara Chubut con la ultraminera Santa Cruz, se descubre que en esta última los empleos públicos ocupan al 57%, contra el 30% de Chubut, revelando el sesgo de la información que difunden los lobbies mineros. Viviana: “Las que ganan son las corporaciones y los políticos que las apoyan. Nunca gana la gente”.
Dónde está la energía
«Lo que está ocurriendo con la Iniciativa Popular es fenomenal” dice Pablo Lada. “Cumplimos los protocolos de distancia, los barbijos, la gente viene con su lapicera y, si no tiene, le damos una que luego desinfectamos. Se hacen colas con frío bajo cero para firmar. Es conmovedor”. Datos de las primeras semanas: Trelew ya reunió el 6% de firmas de su padrón; Puerto Madryn, 4%; Rawson, 11%; Epuyén, 10%. En la Meseta (proyecto Navidad): Las Plumas, 10%; Chacay, 50%; Los Altares, 32%. Todo arriba del 3% necesario, si se mantiene la tendencia. “Y en mucho menos tiempo que la vez anterior, con todo en contra por el frío, la crisis y la pandemia”. Uno de los llamados de las asambleas: “Tu firma vale más que el agua”. Cuatro de los 27 legisladores chubutenses también firmaron, hasta ahora.
Desde la Meseta, Iván Payllalaf me manda una selfie en medio de la nieve que lo rodea. Estudia en Trelew pero volvió a Chacay para estar con su familia. Su papá trabaja en la Cooperativa eléctrica de Gan Gan y su mamá es auxiliar educativa. Iván habla con una mezcla de rigor y emoción en cada palabra: “Las mineras quieren entrar con clientelismo y asistencialismo. En el caso Sarayaku, de Ecuador, la Corte Interamericana dijo que las prácticas de asistencialismo empresarial son incompatibles con los derechos humanos, en especial en el mundo indígena. Tenemos el derecho constitucional a la consulta previa, libre e informada en territorios que nos han sido robados. La minería no es una actividad productiva: no produce nada: solo extrae minerales para exportarlos. Lo que hacemos con las asambleas en Chubut es una de las mejores formas de defender la democracia frente a la estafa, destrucción y división que generan las mineras. No sé qué va a pasar. Tienen gente muy pesada amenazando y el Estado abandonó sistemáticamente a la Meseta. Desde que nací, y más antes, hasta hoy, nunca hay luz desde las 12 de la noche hasta las 8 de la mañana. Hay cortes semanas enteras. Me acostumbré, no me quejo porque nunca me faltó comida ni agua. Pero es una desigualdad. Y les dan todo a las corporaciones. La gente quiere cuidar el agua, la tierra, sus animales, el planeta, la vida. Lo se hace aquí con la Iniciativa me produce admiración. Y yo agradezco que alguien nos escuche”.

Nota
83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

83 días.
Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.
83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.
83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.
83 días y seis intervenciones quirúrgicas.
83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo.
83 días hasta hoy.
Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro.
Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”.
Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).
Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca.
El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”.
La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».
La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería.
Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.
Esta es parte de la vida que no pudieron matar:
Nota
La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen
Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.
Por María del Carmen Varela.
La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia.
La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.
Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.
La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional. A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.
Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.
Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro.
MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA
Viernes 30 de mayo, 20.30 hs
Entradas por Alternativa Teatral

Nota
Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro

Una actriz que cautiva. Una historia que desgarra. Música en vivo. La obra Perla Guaraní volvió de la gira en España al Teatro Polonia (Fitz Roy 1475, CABA) y sigue por dos domingos. El recomendado de lavaca esta semana.
Por María del Carmen Varela
La sala del teatro Polonia se tiñe de colores rojizos, impregnada de un aroma salvaje, de una combustión entre vegetación y madera, y alberga una historia que está a punto de brotar: Perla es parte de una naturaleza frondosa que nos cautivará durante un cuarto de hora con los matices de una vida con espinas que rasgan el relato y afloran a través de su voz.
La tonada y la crónica minuciosa nos ubican en un paisaje de influjo guaraní. Un machete le asegura defensa, aunque no parece necesitar protección. De movimientos rápidos y precisos, ajusta su instinto y en un instante captura el peligro que acecha entre las ramas. Sin perder ese sentido del humor mordaz que a veces nace de la fatalidad, nos mira, nos habla y nos deslumbra. Pregunta: “¿quién quiere comprar zapatos? Vos, reinita, que te veo la billetera abultada”. Los zapatos no se venden. ¿Qué le queda por vender? La música alegre del litoral, abrazo para sus penas.

La actriz y bailarina Gabriela Pastor moldeó este personaje y le pone cuerpo en el escenario. Nacida en Formosa, hija de maestrxs rurales, aprendió el idioma guaraní al escuchar a su madre y a su padre hablarlo con lxs alumnxs y también a través de sus abuelxs maternxs paraguayxs. “Paraguay tiene un encanto muy particular”, afirma ella. “El pueblo guaraní es guerrero, resistente y poderoso”.
El personaje de Perla apareció después de una experiencia frustrante: Gabriela fue convocada para participar en una película que iba a ser rodada en Paraguay y el director la excluyó por mensaje de whatsapp unos días antes de viajar a filmar. “Por suerte eso ya es anécdota. Gracias a ese dolor, a esa herida, escribí la obra. Me salvó y me sigue salvando”, cuenta orgullosa, ya que la obra viene girando desde hace años, pasando por teatros como Timbre 4 e incluyendo escala europea.
Las vivencias del territorio donde nació y creció, la lectura de los libros de Augusto Roa Bastos y la participación en el Laboratorio de creación I con el director, dramaturgo y docente Ricardo Bartis en el Teatro Nacional Cervantes en 2017 fueron algunos de los resortes que impulsaron Perla guaraní.
Acerca de la experiencia en el Laboratorio, Gabriela asegura que “fue un despliegue actoral enorme, una fuerza tan poderosa convocada en ese grupo de 35 actores y actrices en escena que terminó siendo La liebre y la tortuga” (una propuesta teatral presentada en el Centro de las Artes de la UNSAM). Los momentos fundantes de Perla aparecieron en ese Laboratorio. “Bartís nos pidió que pusiéramos en juego un material propio que nos prendiera fuego. Agarré un mapa viejo de América Latina y dos bolsas de zapatos, hice una pila y me subí encima: pronto estaba en ese territorio litoraleño, bajando por la ruta 11, describiendo ciudades y cantando fragmentos de canciones en guaraní”.
La obra en la que Gabriela se luce, que viene de España y también fue presentada en Asunción, está dirigida por Fabián Díaz, director, dramaturgo, actor y docente. Esta combinación de talentos más la participación del músico Juan Zuberman, quien con su guitarra aporta la cuota musical imprescindible para conectar con el territorio que propone la puesta, hacen de Perla guaraní una de las producciones más originales y destacadas de la escena actual.
Teatro Polonia, Fitz Roy 1475, CABA
Domingos 18 y 25 de mayo, 20 hs
Más info y entradas en @perlaguarani
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