Nota
Corrientes: crónica de un ecocidio

La Asamblea Basta de Quemas convocó una manifestación frente a la Casa de Gobierno de Corrientes para exigir medidas concretas ante los incendios que ya arrasaron con el 10% del territorio provincial. Según estimaciones, los fuegos también destrozaron el 40% del Parque Nacional Iberá y el 13% de los esteros, una de las reservas de agua dulce más importantes del mundo. Empresarios calculan las pérdidas en más de 67 mil millones de pesos, cuatro veces más de lo que hubiera costado la gestión de la Ley de Humedales, cajoneada en el Congreso. El sábado convocan a un Puentazo en el histórico Puente Chaco-Corrientes. Por qué hace falta la Ley. Los reclamos contra el monocultivo forestal que preveían el desastre. Voces y apuntes en medio de una catástrofe histórica. Cobertura colaborativa con Revista Cítrica.
Por Lucas Pedulla, desde Corrientes
Benicio tiene 5 años, una gorra color gris con visera hacia el costado, y mira a la cámara con la misma firmeza con la que sostiene el cartel que pide:
“Ley de humedales ya”.
Cuenta que llevó agua y “gueitorei” a los bomberos, y que ya hace dos años -es decir, cuando tenía tres- les grabó un video a las autoridades políticas correntinas pidiéndoles algo muy concreto:
-Que dejen de quemar las casas de los animales.
El pedido -tan amoroso, tan elemental, tan político- no tuvo respuesta, como tampoco la Ley de Humedales, que este año perdió por tercera vez estado parlamentario. Por eso Benicio llega con Laura, su mamá -psicóloga, 32 años-, de las primeras personas que a las 10 de la mañana de este miércoles empiezan a poblar la Plaza 25 de Mayo, en la capital provincial, frente a la Casa de Gobierno. Los moviliza, como a cientos que irán convocándose durante el día, una realidad desesperante: los fuegos ya arrasaron el 10% del territorio de la provincia.

“Cada día es más angustiante que el otro”, dice Laura, sobre una realidad incenciada que empezó en diciembre. Nadie más que las organizaciones y pobladores dieron cuenta de la gravedad del tema desde entonces y en enero; y desde febrero, sin lluvias, la situación explotó de forma dramática e incontrolable. “Ir por la ruta y ver las sequías, las quemas, despertarte con olor a humo dentro de tu casa, caminar y todavía ver las cenizas en la calle”, describe a lavaca. “Las organizaciones vienen denunciando la situación hace años, pero nuestra provincia es muy adormecida. Si me preguntás, lo que más me moviliza es pensar en el futuro de mi hijo”.
Pocas horas antes, el gobernador radical Gustavo Valdez (Juntos por el Cambio) anunció el programa “Renacer Iberá”, una propuesta de inversión de 400 millones de pesos para “iniciar la recuperación de la fauna, la flora e infraestructura”. Según las estimaciones, los fuegos destruyeron el 40% del Parque Nacional y el 13% de los Esteros, uno de los reservorios de agua dulce más grande del mundo.
Por ese motivo, ante la incalculable magnitud de una catástrofe que aquí califican como anunciada, con fuerte eje en los monocultivos que ningún político asocia con la tragedia, una mujer en la plaza se pregunta: “¿Renacer? Recién lo estamos velando”.

La política yeta
La movilización fue convocada por la Asamblea Basta de Quemas, una red que articula varias organizaciones de Corrientes que comenzó a accionar en enero ante la falta de respuesta política. Una de las primeras intervenciones artísticas fue en la tradicional Fiesta Nacional del Chamamé, y para este miércoles convocaron frente a la Casa de Gobierno para sumar donaciones de alimentos y medicamentos para bomberos y brigadistas, y de insumos y alimentos para animales. Las organizaciones celebraron la participación y anunciaron que el sábado realizarán un Puentazo, a las 17 horas, en el puente que une la capital con Resistencia.
Los carteles de la movilización son un perfecto noticiero de la realidad correntina:
- «Se nos quema el monte y vos de carnaval».
- «Despertate chamigo».
- «Paz al monte».
- «Nuestra casa está en llamas».
- «El monte ruge».
- «No es calor, es desmonte».
- «El monocultivo destruye el monte».
- «Activá ahora».
- «Emergencia ambiental».
- «Corrientes arde».
- «Los políticos siguen midiendo sus banderas cuando los bomberos ponen el cuerpo y el pueblo grita que se incendia».
- «Valdés sos la yeta».

Este último hace referencia a los dichos recientes del gobernador, que dijo que “Corrientes tiene yeta”, porque había llovido en Chaco, Misiones y Formosa, pero no en la provincia. El lunes, ante algunas precipitaciones aisladas en el interior correntino, Valdés lo celebró con un tuit, y en la plaza aclaran: “Al instante salió el sol”.
Otro foco de críticas en la manifestación es el titular de la Dirección de Recursos Forestales, Roberto Rojas, a quien le pidieron la renuncia. El área depende del Ministerio de Producción de la provincia, y es un dato: Corrientes no cuenta con un área de medio ambiente y el sector que canaliza los reclamos es el Ministerio de Turismo.
“La provincia se incendia pero se está teniendo una mirada nula sobre las cuestiones ambientales”, dice Cristian Piriz, de Guardianes del Iberá, una de las organizaciones que hace años denuncia el actual modelo productivo, hoy parte de la Asamblea Basta de Quemas. “Venimos a hacerles acordar todo lo que venimos planteando: decíamos que se estaban zarpando con los pinos, y hoy son los principales responsables de que se esté incendiando la provincia. El principal motivo que tenemos es la increíble masa forestal que se ha llevado toda el agua. No es una cuestión técnica, es una cuestión política: ellos han decidido avanzar con un modelo que está destruyendo la tierra. Por más que salgan especialistas con sus diplomas, les aseguro que el que está en medio del estero y vivió ahí toda su vida, sabe perfectamente qué le hace daño a su ecosistema”.

Emilio Spataro, otro de los referentes, también recuerda a esos pobladores y esas pobladoras: “Hace más de 10 años han venido con la frente en alto a esta plaza, han cortado rutas, diciendo que el monocultivo forestal era una tragedia para la provincia de Corrientes, y fueron humillados: se rieron de ellos diciendo que no sabían nada de producción, que las forestales iban a traer progreso, desarrollo y felicidad al pueblo. En 2014 un poblador fue a hablar con uno de los fondos de inversión de Estados Unidos que es dueño de 86 mil hectáreas en el Iberá, diciendo que era un riesgo y tenía miedo, y se rieron de él. Hoy me decía que ahora se les está quemando todo, y ellos tienen que estar viendo por sus animales y sus casas, cuando ya lo habían advertido. Esto no solo tiene responsables, sino que son criminales, porque han vendido el patrimonio de los correntinos al mejor postor y hoy lloran por sus propios campos”.
Cabe preguntarse si ese destrato entra en la concepción de “yeta” del gobernador. Piriz subraya: “Empecemos a escuchar a la sociedad civil para que no tengamos que depender de influencers sino de la clase política: en vez de presentar planes de manejo que apuntan al turismo, creemos un Ministerio de Ambiente o lo que sea necesario para que todas estas demandas que hace 20 años venimos diciendo tengan asidero”.

Las pérdidas invaluables
Tampoco fueron “yeta” las quemas de pastizales, bosques, humedales, infraestructura rural, palmares. Tampoco la muerte de tantos animales. Spataro explicó qué condiciones estaban echadas como una bomba de tiempo: una sequía que se prolonga hace dos años, la bajante histórica del Paraná, el extractivismo intensivo. Y si bien el gobierno provincial y nacional cuentan con sistemas de monitoreo, ninguno previó la situación, en una región cuya vulnerabilidad se revela, además, ante el cambio climático.
“Tenemos un sistema que no está capacitado ni tiene las herramientas necesarias para combatir los incendios”, expresa la bióloga Florencia Quijano, integrante de Defensores del Pastizal, otra de las organizaciones que integran la asamblea. “Lo veníamos alertando, y ya en 2020 fueron los primeros incendios masivos, aunque no se difundieron en medios nacionales: acá cerquita, en Corrientes capital, se perdió el 90% del Parque Provincial San Cayetano. No hubo ningún tipo de repercusión”.

Tampoco se dieron curso a los mecanismos necesarios: “El gobierno provincial piensa que la ley de humedales va a afectar a todos los sistemas productivos de Corrientes, cuando lo que intentamos es que se sepan qué humedales hay acá, qué categoría de conservación necesitan. Algunos estarán más afectados por una arrocera, otros por pinos, pero ellos mantienen una postura completamente en contra de la ley”.
En agosto de 2020, el Senado correntino rechazó la Ley Nacional de Humedales “por las implicancias negativas que esos proyectos deparan hacia el sistema productivo”. Una semana anterior se había expresado en esa misma sintonía la llamada “Coordinadora de Entidades Productivas de Corrientes”, que nuclea a la Sociedad Rural, Federación Agraria, las Confederaciones Rurales Argentinas, Coninagro y la Asociación Forestal Argentina. “Las mismas organizaciones que exigen ayuda estatal ante las sequías e incendios”, dice Spataro, que subraya que la cifra prevista para la gestión de la ley de humedales cajoneada por el Congreso era de 17.400 millones de pesos.
Sin embargo, un informe elaborado por empresarios de las cadenas arroceras, citricultureras, forestales, yerbateras y ganaderas, estimó que las pérdidas económicas superan los 67 mil millones de pesos.
Casi cuatro veces más.

Cuando el arte abraza
Andrea, Azul y Alejandra -27, 19 y 26 años- son tres hermanas de la capital correntina que se acercaron de manera autoconvocada. “Dormíamos con humo, todo el día con humo. Desde diciembre hay quemas y el humo se hace visible prácticamente todos los días: a la noche se calma un poco pero queda dentro de la casa. Es demasiado: nos estamos intoxicando constantemente. Te duelen los pulmones, te cuesta respirar, se te seca la garganta. Además de todas las consecuencias que trae: si el Iberá ya no existe con esponja, nos vamos a inundar todos. Y no sólo Corrientes. Lo que está pasando es muy fuerte y por eso estamos acá: no es sólo ahora, sino el futuro. La tierra no da más”.
Nicolás Duarte, de Correntinxs contra el Cambio Climático, otra de las organizaciones de la asamblea: “Es muy importante no perder de vista las responsabilidades de aquellos que generan las quemas, pero también a los responsables políticos. Desde fines de diciembre y principios de enero que la quema ha arrasado la provincia, pero aquellos que supuestamente tienen que trabajar por nosotros se peleaban por Twitter”.
María Celia Fornes -56, artesana y psicóloga social- camina con una hoja y una lapicera juntando firmas por la Ley de Humedales. “En Corrientes nos acostumbramos a que todo está sin decir, como algo tácito. Tener una ley significa un orden, poder tener un camino trazado, y hacerlo respetar. Pero acá tenés grupos sociales muy grandes. Un ejemplo: el poder judicial existe para sus empleados y sus miembros, pero no para lo que fueron originalmente formados. Y así con todo. Lo que se busca es el éxito propio, mientras avanzan sobre la debilidad humana. La tierra va más allá de nosotros”.
Y pide algo profético: “Dejemos de hacer sufir a la tierra y vamos a seguir viviendo como raza humana”.
Las acciones continuarán. El trabajo de bomberos y brigadistas no descansa. Según el último reporte del Servicio Nacional del Fuego, en Corrientes hay 10 focos aún activos: Concepción III, San Miguel, Curuzú Cuatiá, Ituzaingó, Santo Tomé, Loreto, Virasoro, Alvear, Corrientes y Carlos Pellegrini.
Ante tanto dolor y tanta bronca, la manifestación de este miércoles también incluyó arte, abriendo el espacio para la música y la poesía. Una de las artistas fue Ornella Conti, 27 años, de Corrientes capital, que leyó un bello poema suyo, titulado S.O.S.
Ante tanto dolor y tanta bronca, la poesía también sana.
Hay humo en el aire
y no es el pucho de mi viejo
(no esta vez)
Hay ceniza en el viento
y no es que seamos nosotrxs
sin saber desprendernos
(no esta vez)
Está naranja el cielo
pero solo veo pájaros
cayendo
Esta vez, no es un atardecer
ni es el pucho de mi viejo
que lo vuelve a encender
Esta vez, no es un atardecer
es el ser humano
al que lo arruina el poder
y la ignorancia de pensar
con el bolsillo antes
que con el pulmón
Hubiera dicho corazón
pero me tomarían por cursi
de antemano quizás
y yo prefiero entrarles
por la nube negra
que nos está tapando
y ojalá fuera lluvia lo que carga
Pero si, hay que decirlo:
Es el corazón de muchos animales el que ya no late
Es el pulmón de Argentina
el que está ardiendo
en este desastre
Esteros,
de las aguas dulces brillantes
más grandes del mundo
que albergas cientos de
peces, tatus, carpinchos
yacarés, carayás, jaguares
incluso a los gobernantes
tus supuestos guardianes
Hay humo en el aire
y todavía no entendemos
que el monocultivo
es seguir pensando
sólo con el bolsillo
que vos también tenés derechos
Y que esto que te hacemos
Se llama: ECOCIDIO

Nota
Darío y Maxi: el presente del pasado (video)

Hoy se cumplen 23 años de los asesinatos de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki que estaban movilizándose en Puente Pueyrredón, en el municipio bonaerense de Avellaneda. No eran terroristas, sino militantes sociales y barriales que reclamaban una mejor calidad de vida para los barrios arrasados por la decadencia neoliberal que estalló en 2001 en Argentina.
Aquel gobierno, con Eduardo Duhalde en la presidencia y Felipe Solá en la gobernación de la provincia de Buenos Aires, operó a través de los medios planteando que esas muertes habían sido consecuencia de un enfrentamiento entre grupos de manifestantes (en aquel momento «piqueteros»), como suele intentar hacerlo hoy el gobierno en casos de represión de sectores sociales agredidos por las medidas económicas. Con el diario Clarín a la cabeza, los medios mintieron y distorsionaron la información. Tenía las imágenes de lo ocurrido, obtenidas por sus propios fotógrafos, pero el título de Clarín fue: “La crisis causó 2 nuevas muertes”, como si los crímenes hubieran sido responsabilidad de una entidad etérea e inasible: la crisis.

Darío Santillán.

Maximiliano Kosteki
Del mismo modo suelen mentir los medios hoy.
El trabajo de los fotorreporteros fue crucial en 2002 para desenmascarar esa mentira, como también ocurre por nuestros días. Por aquel crimen fueron condenados el comisario de la bonaerense Alfredo Franchiotti y el cabo Alejandro Acosta, quien hoy goza de libertad condicional.
Siguen faltando los responsables políticos.
Toda semejanza con personajes y situaciones actuales queda a cargo del público.
Compartimos el documental La crisis causó 2 nuevas muertes, de Patricio Escobar y Damián Finvarb, de Artó Cine, que puede verse como una película de suspenso (que lo es) y resulta el mejor trabajo periodístico sobre el caso, tanto por su calidad como por el cúmulo de historias y situaciones que desnudan las metodologías represivas y mediáticas frente a los reclamos sociales.
Nota
83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

83 días.
Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.
83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.
83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.
83 días y seis intervenciones quirúrgicas.
83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo.
83 días hasta hoy.
Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro.
Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”.
Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).
Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca.
El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”.
La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».
La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería.
Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.
Esta es parte de la vida que no pudieron matar:
Nota
La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen
Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.
Por María del Carmen Varela.
La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia.
La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.
Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.
La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional. A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.
Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.
Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro.
MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA
Viernes 30 de mayo, 20.30 hs
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