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II Foro de Revistas Culturales Independientes: Tremenda alegría

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El II Foro Social de Revistas Culturales Independientes, organizado este fin de semana por AReCIA en la Manzana de las Luces, culminó con la presentación de las nuevas autoridades y un canto colectivo que, con guitarra y a capella, improvisó Ivo Ferrer con Los Tremendos, para acompañar el tema Aliento de Dragón, que dice:
“qué alegría verte sonriendo
y que estés acá, cerca de mí”.
Esa alegría es la que recorrió los tres días de este encuentro que contó con la presencia de las delegaciones de Arecia del interior del país. Editores independientes de Mendoza, Misiones, Tucumán, Bariloche, Concordia, Rosario y Santa Fe, se sumaron a los nodos de La Plata y Capital para intercambiar experiencias y organizar estrategias para nacionalizar la campaña por la urgente sanción de la Ley de Fomento a las revistas culturales independientes, que desde mayo de este año espera su tratamiento en el Parlamento.
II Foro de Revistas Culturales Independientes: Tremenda alegría

Homenajes y nuevas autoridades

La Asamblea General de Arecia consagró por unanimidad y por consenso su nueva conducción y diseñó su organización interna. La Comisión Directiva está ahora integrada por Daniel Badenes (revista La Pulseada), Sergio Ciancaglini (revista MU), Marlene Wayar (revista El Teje), Diego Gassi (Rock.com.ar), Nahuel Lag (revista NaN), Mariela Acevedo (Revista Clítoris), Gustavo Zanella (Periódico Andén) y Julia Pomiés (revista Kiné).
Se constituyeron, además, las secretarías de Seguimiento Legislativo, coordinada por Marianne Pécora (Periódico Vas), de Fortalecimiento Interno, a cargo de Ailín Bullentini (revista NaN), de Vínculos y Relaciones Institucionales, a cargo de Laura Yanella (revista Güarnin!) y de Derechos Humanos, coordinada por Claudia Acuña (revista MU).
La Asamblea también decidió, en forma unánime, nombrar como socios honorarios de Arecia a Nora Cortiñas, Madre de Plaza de Mayo, y a la revista La Garganta Poderosa.

II Foro de Revistas Culturales Independientes: Tremenda alegría

La nueva Comisión Directiva

Fin de semana agitado

La apertura de este segundo Foro Social fue el viernes y arrancó con la poderosa performance de Laura Zapata y Big Mama Laboratorio, el grupo de la villa La Cava que sacudió a los presentes. Luego, Claudia Acuña, de la revista MU, resaltó el difícil año que tuvieron que enfrentar las revistas independientes: desde el salvaje ataque a la activista del movimiento trans, Diana Sacayán, integrante de El Teje, pasando por el juicio que debe enfrentar en estos días la revista Barcelona, demandada por una defensora de genocidas; hasta el asesinato de Kevin Molina y la grave situación que atraviesa el barrio de Zavaleta, sede de la revista La Garganta Poderosa. “Situaciones que no podemos acompañar solo con un comunicado, sino con el compromiso de estar juntos en sus reclamos y acciones”. Acuña también subrayó otro de los problemas que debió afrontar el sector este año: “En este momento, las revistas culturales independientes que se comercializan en kioscos de la Capital estamos pagando 11% más que las editadas por los monopolios”.

Segundo informe sobre el sector de revistas independientes (descargar en formato .pdf)

Luego, el diputado socialista Jorge Rivas, desde la computadora que le presta su voz, resaltó que el proyecto de Ley de Fomento presentado en mayo pasado en el Parlamento y suscripto por 12 legisladores nacionales, “tiene por objeto aportar la necesaria protección del Estado a medios gráficos independientes no sólo del poder político sino también de los sectores concentrados de la economía.”

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El diputado Jorge Rivas, impulsor del Proyecto de Ley


La diputada María del Carmen Bianchi confesó que lo firmó sin leerlo. “Mis asesores, que saben que jamás hago algo así, se sorprendieron, pero lo hice porque conozco la situación de este sector y también porque sentía que estaba saldando una deuda: cuando estaba al frente de la Conabip, una revista se acercó y nos contó su difícil situación y nos pidió si podíamos ayudarlos comprándoles algunos ejemplares. Lo hicimos, pero creo que contribuimos a fundirlos porque ellos tuvieron que afrontar el costo de esos ejemplares y el trámite de pago demoró años”. Se refería así a la revista Lezama, editada en 2004 por los periodistas Luis Bruchtein y Eduardo Blaustein.
El director de Industrias Culturales, Rodolfo Hamawi recordó las batallas que libró junto a sector para frenar la imposición del IVA en tiempos del gobierno de De la Rua y el ministro Domingo Cavallo, que cedieron a las presiones de los grupos monopólicos que lograron imponer ese impuesto, pero no pagarlo: lo descontaron de las cargas sociales. Lograron así vaciar con una sola maniobra dos cajas: la impositva y la social. “Recordé hoy, justamente, que en ese momento fatídico para el sector una de las personas que escuchó nuestros reclamos fue la diputada Margarita Ferra de Barto, que acaba de fallecer en un accidente. Basta leer esa noticia en Clarín para tener un ejemplo concreto de cómo y cuánto necesitamos una prensa seria, independiente y democrática. Cuánto necesitamos que Arecia arrecie con esas prácticas delesnables de la prensa corporativa”.
El cierre de la primera jornada estuvo a cargo de un ángel: Paloma del Cerro. “Curandera curando” sonó mágica y maravillosamente para sanar el ánimo y recuperar la alegría del encuentro.
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Paloma Del Cerro

Formación y deformación

El sábado fue el turno de los talleres y work shops. Software libre, comercialización y distribución fueron los temas centrales.
Dos representantes de la Sociedad de Distribuidores de Diarios y Revistas compartieron, a cielo abierto, la situación del sector. Algunos datos:

  1. La Nación hace 8 años no tenía una revista. Hoy tiene más de 25. “Lo mismo pasa con otros diarios. Se han dado cuenta que tenían que crecer hacia ese negocio para dominar el circuito”.
  2. Hoy La Nación y Clarín dominan el 50% del mercado de venta de diarios y revistas. Ninguno de sus productos se comercializa a través del Centro de Distribución, tal cual exige la ley que regula al sector.
  3. Por día se distribuyen entre 60 y 70 títulos, con 350 camiones, que llegan a más de 400 los fines de semana.
  4. Los kioscos del circuito Capital y Gran Buenos Aires bajaron de 6.000 a 5.200 en los últimos 2 años. “Cada kiosco cerrado representa una deuda que tuvo que pagar el circuito”.
  5. Clarín llegó a vender 1.200.000 ejemplares. Hoy vende 140 mil. “Clarín cae por su propio peso, por la guerra mediático-política y por la falta de credibilidad”.
  6. Este mes La Nación impuso a los canillitas que la salida de la revista Violetta tenga un privilegio más: paga sólo el 22%, en lugar del 33% fijado por ley.
  7. “El IVC es un invento de los editores para salir a vender publicidad con cifras infladas”.

 
La recomendación de los distribuidores fue clara: “Cada revista cultural debe encontrar su propio punto de sostenibilidad. Y para encontrarlo es clave calcular la tirada en función de las posibilidades de venta, y no del costo de impresión. La imprenta te puede decir: por unos pocos pesos más, hacés el doble. Pero hay que ver si el mercado puede comprar el doble. Esto nos pasó la semana pasada con Página 12, cuando se incendió la imprenta y tuvieron que salir a buscar de urgencia otra. Esa otra les sugirió que editaran un 40% más. Y ese 40% salió a pasear: no se vendió. ¿Quién gano? La imprenta, porque el editor tuvo que pagar ese mayor costo y nosotros –distribuidores y canillitas- tuvimos de hacerlo circular sin ganar un peso, porque solo cobramos si se venden los ejemplares”.

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Claudia Acuña, Presidenta saliente


Finalmente, Claudia Acuña de la revista MU, resumió la propuesta de las revistas culturales independientes de trabajar junto a canillitas y distribuidores para enfrentar juntos la crisis que produjo el modelo corporativo en este sector: “En un negocio donde todos mienten podemos aportar lo que siempre hacemos: decir la verdad”.
Antes de que el grupo D.U.H.A.L.D.E. enchufe el encuentro al ritmo del conurbano punk, una ronda resumió el trabajo de las delegaciones de Arecia del interior del país: los pasos para comenzar a organizarse, recuperar “autoestima”, visibilidad y fuerza para dar la batalla juntas y con una mismo objetivo: “la Ley es una herramienta que nos une y nos nutre”, sintetizó una de las tres revistas que llegaron desde Tucumán.
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La Asamblea de AReCIA

Somos tremendos

El domingo fue el turno de la Asamblea General. Luego y en simultáneo los editores se nuclearon en tres espacios: un taller de software libre para editores, que estuvo a cargo de la rosarina revista El Eslabón, el Espacio de Pensamiento fotográfico, coordinado por Julieta Colomer y Lina Etchesuri, de la revista MU y el debate sobre la judicialización de libertad de expresión, representado por el juicio Pando vs. Barcelona. La editora de esa revista, Ingrid Beck, el especialista en Derecho Penal, Pablo Jacoby y Stella Binn, representante de Fopea fueron los encargados de resumir lo que esta demanda representa: por primera vez en democracia se retiró de circulación a una revista. Jacoby detalló que ese pedido de Pando fue rechazado por la jueza de primera instancia, pero admitido por la Cámara de Apelaciones, que ni siquiera dio lugar a que la revista objetara su fallo: procedió sin más a retirar los ejemplares de los kioscos. Ahora, con esta nueva demanda, Cecilia Pando pretende obtener 70 mil pesos “y prensa para su causa, que es la defensa de genocidas –señaló el doctor Jacoby-. Nosotros no nos oponemos a que esta gente tenga la posibilidad de dirimir sus reclamos en la justicia, que es algo que no tuvieron las personas que estos genocidas hicieron desaparecer. Lo que nos preocupa es el resultado de este reclamo, porque un fallo adverso correría las fronteras de la libertad de expresión, criminalizando la sátira.”
Los integrantes de Arecia explicaron las consecuencias que este tipo de juicio tienen sobre medios autogestionados: “El proceso mismo se convierte en una condena, porque implica dedicarle recursos y tiempo, dos factores clave y siempre escasos para un editor independiente”.
Stella Binn resumió luego la labor de Fopea en la defensa de periodistas y medios amenazados, agredidos o judicializados. Expresó la especial preocupación que tiene esa organización en estos momentos: la mayoría de las denuncias les llega desde pueblos chico y medios comunitarios. “Y en esos casos es muy difícil lograr que esa información se difunda”. Luego de compartir ejemplos concretos de estos casos y sus implicancias (“hay mucho miedo y preocupación porque muchas veces las amenazas y aprietes alcanzan a las familias de los periodistas”), el editor de una revista de Misiones, presente entre el público, confirmó con su caso tanto la situación descripta por Binn como la labor de Fopea: “A mi me detuvo la policía en medio de la cobertura de una movilización. No me dieron tiempo ni a sacar la credencial del bolsillo. Un amigo se comunicó con la gente de Fopea y fueron los únicos que reclamaron por mi detención. Me largaron, pero tardé mucho tiempo en recuperar la confianza de caminar por la calle tranquilo”.

II Foro de Revistas Culturales Independientes: Tremenda alegría

Rodolfo Hamawi. Director nacional de Industrias Culturales


En un rincón el patio donde Mariano Moreno imprimió el primer diario criollo y anticolonial, La Gazeta, mujeres y hombres armaron una rueda alrededor de Susana Kesselman para dar comienzo a un taller sobre La novela corporal y feminismo: memorias y estereotipos que determinan cómo nos sentamos, caminamos y somos. Primero, Mariela Acevedo, de la revista Clítoris hizo reflexionar con los pies sobre conocidas frases hechas que se repiten acerca del feminismo: por ejemplo, “el feminismo es igual al machismo, pero al revés” o “la perspectiva de género es más abarcadora que el feminismo”. Cada integrante del grupo debía pararse a la izquierda o a la derecha, según si estuviera o no de acuerdo con estas afirmaciones, o en el medio si no supiera qué responder. Luego, fue el turno de ponerle el cuerpo a los ejercicios propuestos por Kesselman, que coronó el movimiento grupal con breves conceptos de Focault, Deleuze y Artaud. Se escucharon claros y profundos porque la técnica de Kesselman es esa: mover primero el esqueleto hasta hacerlo oreja, cabeza y corazón.
Así llegó la hora de bailar y cantar con Ivo Ferrer y Los Tremendos.
La hora del abrazo sin despedida, y la alegría de saber que lo que comenzó, sigue.
Fotos: Lina Etchesuri

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4 años sin Cecilia Basaldúa, sin fiscal y sin respuestas

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La familia de la joven asesinada en Capilla del Monte volvió a viajar de Buenos Aires a Córdoba para reclamar que se asigne urgentemente un fiscal en la causa y que se investigue su femicidio. Hace 4 años el cuerpo de Cecilia fue encontrado luego de estar 20 días desaparecido; su familia denuncia una trama local que involucra a la última persona que la vio con vida, el ex boxeador Mario Mainardi, jamás investigado, y la complicidad de la justicia de Cruz del Eje, representada por Paula Kelm, que buscó inculpar a un perejil. Gracias a la lucha familiar se logró anular esa línea de investigación, que culminó en un juicio nulo, pero desde entonces no se retomó la instrucción; y pese a que en diciembre se anunció que un nuevo fiscal tomaría la causa, eso no sucedió, y las dilaciones siguen. Crónica de una nueva reunión con promesas y sin hechos, cuando la impunidad se hace cada vez más grande y el reclamo, también: “Verdad y justicia para Cecilia Basaldúa”.

Por Bernardina Rosini

Daniel y Susana, padre y madre de Cecilia Basaldúa ya perdieron la cuenta de las veces que han viajado desde la ciudad de Buenos Aires a Córdoba con el único objetivo de lograr justicia por su hija. Han perdido esa cuenta pero no la cantidad de días que contabiliza la impunidad: 1460, es decir, cuatro años. 

En efecto, hace cuatro años (el 25 de abril de 2020) encontraron el cuerpo de Cecilia Gisela Basaldúa en un codo del Río Calabalumba en Capilla del Monte, luego de veinte días de estar desaparecida. Cuando Daniel y Susana llegaron ayer a los Tribunales en Córdoba Capital, se los ve invadidos por la bronca y el hartazgo. Son cuatro años sin Cecilia y a la par sostienen que las líneas de investigación han sido deliberadamente manipuladas y el material probatorio  de contundencia, ignorado

La última vez que estuvieron parados sobre esa vereda fue el pasado 7 de diciembre, tras reunirse con el Fiscal General Juan Manuel Delgado. Celebraban la noticia: “Tenemos fiscal, vinimos con 3.000 firmas de apoyo pidiendo fiscal y lo tenemos. Es el Nelson Lingua y comienza el 1° de febrero, después de la feria judicial”. Cinco meses después, otra vez viajan 700 kilómetros para golpear la puerta del Palacio de Justicia pues tal designación no sucedió y la causa acumula once meses sin fiscal a cargo de la instrucción.

4 años sin Cecilia Basaldúa, sin fiscal y sin respuestas
Daniel Basaldúa y Susana Reyes, papá y mamá de Cecilia: viajaron desde Buenos Aires para mantener una reunión y reclamar justicia por su hija.

El baile del fiscal

Mientras los Basaldúa llegaban el 25 de abril nuevamente a Córdoba para pararse frente a Tribunales y exigir justicia, fueron notificados que la Fiscal General Adjunta Bettina Croppi los convocaría a una reunión. 

Antes de ingresar al edificio Daniel comparte la situación actual de la causa “Nos vienen diciendo que no designan fiscal porque falta una firma: me cuesta creerlo. No puedo hacer nada más que venir y reclamar. Hasta ahora la única justicia que logramos fue que no metan preso a un inocente”. 

Hoy le cuesta hablar; tiene un nudo en la garganta y el rostro de su hija estampado sobre el pecho. “Sólo espero que esta investigación vaya tras los verdaderos sospechosos, tras Mario Mainardi, última persona que vio a Cecilia con vida, quien tenía pertenencias de ella y las regaló; la policía y la fiscal Paula Kelm contaban con ésta y más información y nunca lo investigaron. No podemos creer que Mainardi, que dijo trabajar en Uber porque no podía acreditar ingresos, tenga más poder que Diego Concha, quien fue durante décadas Director de Defensa Civil de la provincia y sin embargo hoy está preso”. 

Daniel pasa lista de todos los uniformados que participaron del caso y que hoy se encuentran desplazados, procesados o presos por distintas causas: el común denominador es la violencia de género. 

Mientras las abogadas ingresan junto a los padres de Cecilia a la reunión, afuera les esperan periodistas, agrupaciones feministas, trabajadores de la Secretaría de Derechos Humanos y familiares víctimas de violencia institucional. Repiten el colgado de banderas, los carteles con rostros de otras víctimas, y los cantos que se recitan como mantras: “¡¡Queremos fiscal, queremos fiscal, queremos fiscal!!” y “¡¡Justicia, justicia, justicia!!”.

Al salir, Giselle Videla -una de las abogadas de la familia- comparte lo conversado en la reunión: “Para iniciar nos han pedido disculpas puesto que en noviembre nos dieron la seguridad que tendríamos fiscal apenas finalizada la feria judicial. Como hoy no hay fiscal, y están subrogando fiscales de otros territorios que toman la causa por un plazo corto de tiempo, el avance es mínimo. Nos informaron en relación a esta situación que la designación de Nelson Lingua espera la firma del gobernador, Martín Llaryora. Ahora bien, nos enteramos que será designado como Fiscal reemplazante, y no como Fiscal titular puesto que Lingua no ha rendido el concurso que lo habilita para ese cargo; debe rendirlo ahora y recién en julio- agosto podremos saber si será finalmente el fiscal titular de la causa”. 

Para que se entienda: desde que el tribunal absolviera a Lucas Bustos en julio del 2022 reconociendo su inocencia y su no vinculación al crimen, y ordenara una nueva instrucción para dar con los responsables del femicidio, la causa demoró meses en ser asignada a un fiscal. Luego recaería en el Dr Raymundo Barrera de Cruz del Eje, fiscal que, hábil con el calendario, entre feria judicial y licencias llegó a junio del 2023, mes en el que se jubiló. 

Por la presión de la familia Basaldúa, en diciembre el mismísimo Fiscal General anunció la designación del Lingua el 3 de febrero; eso no sucedió y no hay certeza de que Lingua resulte el fiscal que definitivamente dirigirá la instrucción, puesto que no cumple con los requisitos.

4 años sin Cecilia Basaldúa, sin fiscal y sin respuestas

Preguntas sin respuesta

Es mediodía y el cielo se refleja en las ventanas del edificio neoclásico de la calle Caseros; da la impresión que adentro estuviera vacío, que sólo es una fachada. “Hoy, 25 de abril se cumplen cuatro años de la aparición del cuerpo sin vida de Cecilia Gisela Basaldúa” lee Susana de la pantalla de su celular; ella también lleva una remera con el rostro sonriente de su hija. Sigue:

Cuatro años de impunidad y de violencia sistemática por parte del Poder Judicial a quienes pedimos y exigimos justicia por ella. La causa volvió a foja cero en el 2022 luego de pasar por un juicio vergonzoso.

El tiempo pasa y los asesinos de Cecilia siguen libres e impunes. No tenemos fiscal ni respuestas” y continúa “¿Cómo vamos a llegar a la verdad? ¿Qué fue lo que pasó con Cecilia? ¿Por qué tardó tanto en aparecer? ¿Dónde está Mario Mainardi? ¿Por qué la fiscal Paula Kelm ordenó tan rápidamente detener a un joven sin tener pruebas? Todas estas preguntas nos conducen una y otra vez a un círculo cerrado de impunidad entre funcionarios judiciales que se jactan en demostrar un abuso de poder constante”. 

La carta leída en la vereda, casi sobre la calle, concentra todas las preguntas que la investigación del femicidio debiera responder. 

Y la carta también cierra como se espera que cierre la investigación: “Verdad y Justicia para Cecilia Basaldúa”.

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La imagen proyectada: La Ronda en la mirada de Lina Etchesuri

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Séptima entrega del registro colaborativo de la ronda de las Madres de Plaza de Mayo, realizada por la fotógrafa de lavaca Lina Etchesuri.

Toda la producción será entregada a ambas organizaciones de Madres y al Archivo Histórico Nacional. Invitamos a quienes tengan registros de las rondas realizadas estos 40 años a que los envíen por mail a [email protected] para sumarlos a estos archivos. Esta iniciativa es totalmente autogestiva.

Ese jueves hacía 38 grados de calor pero parecían 43. El calor quemaba y picaba.

Faltaba el aire, el que había estaba caliente y la humedad pegoteaba.

El día que acompañé a la Ronda haciendo fotos para este proyecto, fui descubriendo imágenes a medida que los pasos y las sillas de ruedas daban vuelta como siempre, hace 2392 jueves.
La ronda siempre me emociona. Mucho. Las miro a las madres y veo proyectada las fotos de sus hijxs en su mirada, hacia delante, repitiendo Presente como un mantra de presencia y resistencia. Lxs veo a ellxs en imagen, mirando de frente en su juventud detenida. Veía a Elia, que ronda en silla de ruedas, con la foto de su hijo Hugo Meidan, desaparecido el 18 de febrero de 1977, hace 47 años, y pensaba si ese día hizo tanto calor, si la luz tenía esta misma inclemencia.

La imagen proyectada: La Ronda en la mirada de Lina Etchesuri

En las rondas transcurre un tiempo extraño, persistente y atemporal. Las hermanas abrazan las fotos de sus desaparecidxs, gritan sus nombres con contundencia, caminan junto a las madres, junto a nosotrxs.

Transforman el tiempo y la imagen en un futuro posible.

La imagen proyectada: La Ronda en la mirada de Lina Etchesuri

Sobre Lina

Soy Lina Etchesuri. Fotógrafa, editora y docente

Soy parte de la cooperativa Lavaca desde hace más de 12 años donde hago todo lo que me describe y más. Me hace sentir muy orgullosa y feliz.

Estudié con Filiberto Muganini en el Rojas durante los 90s. Hice la carrera de fotógrafa en la Escuela de foto y artes visuales de Avellaneda, durante el 2001 y los años siguientes. 

Me seguí formando en talleres visuales con mi querida Julieta Escardó y muchxs más.

La imagen proyectada: La Ronda en la mirada de Lina Etchesuri

Viajé haciendo fotos durante algunos años: conocí al subcomandante Marcos y le saqué una foto en la que se está riendo. Estuve en Cisjordania, Palestina, durante 3 meses, viviendo retratando la vida bajo la ocupación. 

Junto con algunas personas y amigxs fundamos MAFIA en 2012, un colectivo de fotógrafxs que sigue hasta hoy.

Coordino talleres de foto e imagen.

Soy mamá de Fermin.

Y me encanta hacer todo lo que hago.

La imagen proyectada: La Ronda en la mirada de Lina Etchesuri

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Un abrazo contra la motosierra

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Sin presupuesto actualizado (“cada 10 pesos del año pasado, hoy tenemos 2” informa el rector de la UBA) las universidades y los hospitales en “modo ahorro” deben cortar la luz, los ascensores, reducen cirugías, no tienen insumos. La imagen del Clínicas, uno de los más importantes del país: “Los pacientes se están quedando sin comida”. Hoy una gran concentración frente a ese hospital escuela simbolizó un abrazo en defensa de la salud y la educación pública, mientras el gobierno nacional juega a pelearse con las prepagas, y el de la Ciudad a subvencionar a quienes mandan a sus hijxs a colegios privados. ¿Qué pasa con lo público? ¿Cuándo comenzó el desastre? Distintas voces (directores de hospitales, rectores de universidades, trabajadorxs) relatan la realidad y los datos motosierra; la organización como única salida; y el canto “la UBA no se vende”, mientras la realidad, o los números, parecen indicar otra cosa.

Por Francisco Pandolfi

Un abrazo contra la motosierra

“Se defiende, la UBA se defiende”, fue uno de los hits / Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

Clarisa y Caetana acaban de salir de cursar dermatología. Clarisa tiene 24 años y lleva puesto un ambo azul marino. Caetana, de 23, uno verde oscuro. Son alumnas desde hace seis años de la Facultad de Medicina y hace tres caminan por los pasillos del Hospital de Clínicas, ya en la etapa de las prácticas. “Hace un rato terminamos una clase en la que no teníamos vendas”, dice Clarisa. Su compañera agrega: “El otro día, en un práctico, nos faltaba vaselina para curar las úlceras; sí, vaselina, probablemente el producto más básico y barato que se necesita”.

Alrededor de ellas hay una multitud, con ansias de visibilizar la gravedad de la situación.

Clarisa, Caetana y la marea contra el ajuste / Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

“Estamos funcionando al 30%”, comparte Marta, médica desde hace 38 años en el Clínicas.

“Los pacientes se están quedando sin comida”, cuenta Susana, auditora. 

“Soy empleado de limpieza del hospital, monotributista, trabajo cinco días por semana, siete horas por día y mi sueldo no supera los 150 mil pesos”, confiesa Diego Ruiz.

“Ya debimos reducir las cirugías y no atender a algunos pacientes”, expresa Marcelo Melo, el director del Hospital de Clínicas.

“Estamos económicamente por debajo de un 80% sobre el presupuesto que deberíamos tener. Cada 10 pesos del año pasado, hoy tenemos 2”, precisa Ricardo Gelpi, rector de la Universidad de Buenos Aires.

Un abrazo contra la motosierra

Susana Dionisio, y la esperanza que genera el juntarse / Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

Tiempos de abrazos

“La biblioteca destinada a la educación universal es más poderosa que nuestro ejército”.

José de San Martín.

Al libertador de la patria se lo homenajea con su nombre en calles y avenidas; clubes deportivos, teatros y centros culturales; plazas y parques; hospitales y universidades.

Y también en un hospital-escuela: el Hospital de Clínicas José de San Martín, dependiente de la Universidad de Buenos Aires y dedicado a tres ejes clave para el desarrollo de cualquier sociedad: la asistencia, la docencia y la investigación.

Son tiempos de clases abiertas; de paros y movilizaciones; de una marcha nacional universitaria a realizarse el próximo martes 23 de abril. Son tiempos de contar en cuántos meses y en cuántos días las universidades se quedarían sin presupuesto hasta cerrar sus puertas.

Son tiempos de abrazos.

Uno de ellos se forma con un montón de brazos, este jueves por la mañana, en la puerta del Hospital de Clínicas. Médicos, docentes y no docentes, estudiantes, le brindan un espaldarazo simbólico al Hospital de Clínicas, ubicado en el límite de los barrios porteños de Recoleta y Balvanera. Sobre la Avenida Córdoba, miles de personas se reúnen en la puerta principal para reclamar por el recorte presupuestario en todas las universidades del país, y en particular de las universidades escuelas.

Hay equipo en el Hospital de Clínicas /Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

Los cuerpos aplauden. Están vestidos con guardapolvo blanco; con ambos celestes y azules; con chaquetas bordós y verdes. De fondo, un telón negro enorme sirve de súplica para estos momentos. Es un ruego a la sociedad toda; y una exigencia, también, puertas adentro: “Defendamos la UBA”. Delante de la banderota se sostienen grandes letras blancas, hechas con cartulina, a mano, a pulmón, a necesidad de que el reclamo se vea un poco más. “La salud se defiende”, se lee, mientras se canta al unísono: “No se vende, la patria no se vende”. Minutos después, se cambia sólo una palabra: “No se vende, la UBA no se vende”.

Pero la realidad no parece indicar lo mismo. 

Problemas de fondos

Luego del abrazo, se rodea al hospital y en otra de las puertas de la institución, sobre la calle Paraguay, se lleva a cabo una conferencia de prensa. Marcelo Melo, el director del Hospital de Clínicas, va al hueso: “Ya tuvimos que optimizar los recursos, que son insuficientes; no podemos comprar insumos, ni hacer transferencias porque no hay licitaciones de presupuesto que avalen las compras. Mientras, tenemos un montón de pacientes internados”. Sigue: “Es muy difícil no usar la luz en un hospital; no usar los ascensores cuando los pacientes necesitan usarlo… Lo mismo pasa con la calefacción. El año pasado estábamos orgullosos de haber comprado y cambiado la caldera, y este año no sabemos si va a funcionar, porque el modo de ahorro va a estar en el gas, en la luz, en todo”.

Le cambia la cara. Se tensa, aún más. “Poner a un hospital en modo ahorro es una agresión al médico. Es muy difícil mi lugar, el tener que decirle a mis colegas si pueden atender o no a alguien. No estamos haciendo una buena medicina con estas cosas”.

Un abrazo contra la motosierra

Marcelo Melo y Ricardo Gelpi en conferencia de prensa /Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

A su lado está el rector de la UBA, Ricardo Gelpi, acompañado por el Secretario de Hacienda Matías Ruiz. Juntos, definen lo terrible: “La UBA tiene dos partes principales en las que se divide el presupuesto. Una es la salarial, que consume entre el 85% y el 90%; y después está el gasto de funcionamiento, que consume entre el 10 y el 15%”. Desmenuzan: “En lo salarial hubo un recorte en términos reales ajustado por inflación del 35%, lo que significa que si en noviembre un docente o un trabajador cobraba 100 pesos, hoy cobra 65”. 

Sobre los gastos para el funcionamiento: “Lo dividimos en salud y en educación. En educación este año las partidas arrancaron congeladas al presupuesto del año 2023; hubo una actualización parcial del 70% desde marzo; pero en términos interanuales eso significa un 58% de actualización, comparado con una inflación de casi un 300% interanual. Por el lado de la salud, empezamos el año sin presupuesto, ya que la partida devengada del año 2023 no había sido asignada hasta esta semana”.

Tomar la calle en defensa propia / Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

Peligro de cierre

¿La partida ya firmada –pero aún no depositada–, es un remedio? “No, para los hospitales universitarios será de la misma magnitud nominal del año pasado. O sea, no es una actualización, ni un incremento”. Subraya el rector: “Estas partidas no están ajustadas por inflación, lo que significa que sólo podrán estirar un tiempo esta situación, pero estamos lejos de estar conformes. Si se mantiene esa partida, podremos funcionar como venimos dos o tres meses más. Y después, así las cosas, la UBA cierra, porque si no hay plata, no hay plata”.

El Secretario de Hacienda suma un dato, que agudiza el cuadro: “El pago de la energía eléctrica en el último año se multiplicó por siete. Y si comparamos con febrero de este año, sólo los últimos dos meses, se multiplicó por cuatro”. Y ejemplifica con una cuenta que no cierra: “El crecimiento del gasto, sumado a las partidas congeladas, hace que crezca más rápido el gasto que tenemos la universidades y empeorando cada vez más el funcionamiento”. 

Un abrazo contra la motosierra

La educación, la salud y la ciencia, en juego; en venta / Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

“El mal funcionamiento es de hace años”

La falta de recursos no empezó en la era Milei. Marta, médica desde hace 38 abriles, describe: “El mal funcionamiento viene de años, como consecuencia de malas administraciones anteriores. Y ahora, este recorte presupuestario es el tiro de gracia”. ¿En qué se venía mal? “De 12 quirófanos funcionan 5 y hay numerosas salas cerradas; cada vez se va achicando más la estructura, deteriorando y no hay presupuesto para mantenerlo”. 

Clarisa, alumna, añade: “El edificio tiene un montón de falencias, es muchísima la cantidad de arreglos que harían falta y esto viene desde hace años. Con este recorte, el único futuro que veo es que se caigan las paredes… Me da mucho miedo e impotencia”.

Florencia trabaja hace 10 años y el amor que siente por la entidad viene de familia: “Mi mamá trabajó ahí; mis dos hijos fueron a ese jardín; le salvaron la vida dos veces a mi mejor amiga; curaron a mi papá, a mi abuela”.

Admite que el hospital “siempre tuvo pocos recursos; siempre hubo carencia de insumos”. Profundiza: “La situación no viene bien hace mucho; las personas que deben hacer el presupuesto no valoran la calidad humana ni la cantidad de atenciones que se realizan por día. El hospital siempre tuvo lo básico, y en muchas oportunidades debimos conseguir insumos por fuera, siempre tardó en llegar el material que se necesitaba”.

Carteles, ruido, sonrisas: estrategias contra el recorte / Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

Orgullo nacional 

El Hospital de Clínicas es considerado uno de los hospitales más importantes de la Argentina y de América Latina. Se fundó en 1881 y allí se realizaron varios procedimientos por primera vez. Algunos hitos que nacieron entre sus paredes que hoy yacen descascaradas: la aplicación de la insulina, el cateterismo cardíaco, las residencias médicas, las punciones de riñón, las operaciones filmadas. Dice la médica y hoy auditora Susana Dionisio: “En este hospital se formaron la mayor parte de los médicos de renombre que hay en toda la medicina prepaga”. Suma otro caso testigo: “Hay que acordarse de acontecimientos como el de la AMIA, cuando sucedió el atentado este hospital recibió a la mayoría de los heridos, y fue gracias a este hospital que se salvó a muchísima gente. Entonces, podés hacer un comité de crisis, pero si al mismo tiempo desfinanciás a la educación, está muy mal. El presidente se merece un juicio político y la oposición tiene que pararse y ser una oposición real, sino perdemos la democracia”.

Marta Cora Eliseht es médica de obstetricia del hospital de Clínicas y docente de la Facultad de Medicina. “El Clínicas es fundamental, un orgullo nacional; no sólo cumple funciones asistenciales, sino también de docencia en áreas de pregrado y postgrado; esta es la sede de infinidad de carreras. Somos especialistas en obstetricia y atendemos muchos embarazos de alto riesgo, casos que no se atienden en otros lados”. 

Un abrazo contra la motosierra

Marta es médica en el Clínicas desde hace 38 años /Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

En el hospital trabajan más de 3.200 empleados y se atienden alrededor de 365 mil personas al año. En lo educacional, cursan por año cerca de 1500 alumnos. “Hay cinco cátedras y estudiamos 300 personas promedio en cada una. Este es el hospital escuela más grande del país”, explican Clarisa y Caetana, estudiantes de medicina. 

Las palabras de Sofía, que integra la comisión interna, laten: “El hospital-escuela literalmente es el corazón de la UBA, donde se retroalimenta la ciencia, la investigación, la educación, pero sobre todas las cosas la salud pública, con todo lo que conlleva ese concepto de gratuidad e inclusión. Queremos seguir brindando la atención de calidad a los y las pacientes, pero sobre todas las cosas contar con un financiamiento que nos permita que nuestra casa, como así consideramos al hospital, siga funcionando. No queremos tener el privilegio de pisar la UBA, sino el derecho de seguir en ella”.

Un abrazo contra la motosierra

Una que pedimos (casi) todxs /Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

Un dolor inenarrable

El hit se vuelve a cambiar: “Universidad de los trabajadores, y al que no le gusta se jode se jode”, se vocifera con angustia y con firmeza, en un clamor popular que hiela la sangre. Las y los laburantes le dan magnitud al problema. La obstetra Marta Cora Eliseht dice: “En el sector no tenemos espéculos, vidrios para hacer papanicolaou, guantes, gasas, algodón, lo básico. Los profesionales de la salud estamos intentando conseguir donaciones de entidades privadas para suplir las faltas”. Sintetiza: “Estamos sufriendo un ataque artero a la universidad pública”.

Susana Dionisio es médica desde hace 49 años. Quince los trabajó en el Clínicas, donde ahora es auditora. “Sentimos un dolor que no se puede narrar. Los pacientes se están quedando sin comida y solidariamente se intenta ayudar entre sindicatos, médicos y administrativos, pero los insumos médicos no los podemos comprar. Ya se está cortando la luz a cierta hora, no se puede creer”. 

Un abrazo contra la motosierra

La potencia de Elsa Carrizo, la potencia de lo colectivo /Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

Elsa Carrizo es delegada general de la comisión interna del Hospital de Clínicas. Tiene puesto un guardapolvo blanco, que lleva el logo de la institución. Se lee: “Fundado en 1881”. Dice: “Trabajamos con obras sociales, pero es impresionante la cantidad de gente sin obra social que viene, alcanza con ver las colas que se forman a la mañana. Ya no tenemos insumos ni para el mantenimiento, ¿con qué vamos a limpiar? Hay un combo de muchísimas necesidades en el hospital”.

“Últimamente no nos estuvieron entregando secadores”, detalla Diego Ruiz, empleado de maestranza. Cobra menos de 150 mil pesos por mes y sólo el monotributo para facturar (no está en planta permanente) le cuesta alrededor de 18 mil. “Estamos en una situación de mierda, personalmente para mí es imposible llegar a fin de mes”.

Un abrazo contra la motosierra

Diego cobra menos de $150 mil por mes. Y no es una joda / Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

Tomás trabaja en el área de personal hace 5 años y es delegado de la comisión interna. “No hay paritarias y los sueldos quedan muy bajos. Tenemos poco más de 300 contratos que salen del bolsillo del hospital y son los que más corren peligro. Estamos hace un par de meses sin aumento y no hay respuesta del gobierno ni comunicación. Estamos estancados, no da para más”.

Carolina Nadal es empleada desde hace 30 años. Hoy es la jefa del departamento de Trabajo Social. “El presupuesto que se está ejecutando es el del año pasado y esto es inviable en términos de sostenimiento, de todo lo que se necesita para que funcione el hospital de manera integral. El gobierno va a tener que responder de una manera diferente a la que está respondiendo ahora. Siento mucha bronca e indignación, pero al mismo tiempo tengo la esperanza de que en las calles, con la resistencia, haya otro desenlace que no sea cerrar las puertas”.

“Cuando la patria está en peligro, todo está permitido, excepto no defenderla”.

José de San Martín.

Clases abiertas, presupuestos cerrados / Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

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