CABA
La Zancada: viva el teatro
Hacen teatro y comprendieron que para eso lo mejor es trabajar en grupo y combinar dos materiales energéticos: autogestión y creatividad. La Zancada es a la vez un grupo, una escuela y una editorial de teatro. No se basan en obras hechas sino que trabajan a partir de novelas, cuentos, experiencias y hasta noticias con las que crean sus propios universos. Inteligencia, arte y humor puestos en juego para que la vida y el arte den zancadas de calidad. Por María del Carmen Varela.

Cinco actrices y un actor imaginaron cómo sería trabajar en grupo.
¿Haciendo qué? Lo que les gusta: actuar.
¿Cómo hicieron? No se quedaron quietxs.
¿Lo hacen por amor al arte? Claro.
¿De qué viven? De lo que aman.
¿De la actuación y la autogestión? Sí: rotundo.
Para Carolina Ayub, Aldana Pellicani, Julieta Costa, Nabila Hosain, Alejandra Escalada y Nicolás Gentile, el camino de los sueños se recorre con entusiasmo, esa energía que impregna los cuerpos y se transforma en pura acción.
Casi todxs se conocieron en la UNA (Universidad Nacional de las Artes) y empezaron a reunirse tres veces por semana para ensayar una obra basada en el libro Amor y anarquía de Martín Caparrós. Investigaron sobre la vida de los anarquistas y construyenron La vida urgente, que se estrenó en 2016.
Hasta entonces, la grupalidad se había constituido por afinidad y ganas de concretar un proyecto. Después se dieron cuenta de que podían seguir edificando a partir de esos cimientos. “El grupo se funda en los ensayos y en el entrenamiento. Y ese interés sigue estando”, asegura Aldana. El desafío: “No trabajar materiales pensados para el teatro sino los que podamos adaptar al teatro: las novelas, los cuentos, las noticias. Cualquier material que no haya sido pensado para el teatro puede ser llevado a la escena”.
Cuando te cae la ficha
Indagaron en obras sobre el amor trágico: Romeo y Julieta, además de Amor y anarquía. La pulsión de la juventud por ir más allá de los límites les resultó el gran disparador. Con el material masticado se instalaron a ensayar durante una semana en una casa prestada en Junín y al regreso acordaron: “Ya somos un grupo”. Y como todo grupo, querían tener un nombre. Aldana: “La Zancada es un concepto que usábamos mucho en esa época, que tiene que ver con el aprendizaje en lo teatral que a veces se da a los saltos. Venís trabajando y de repente parece que das un salto y estás en otro lado y en realidad no es que diste un salto sino que todo el tiempo viniste acumulando. La sensacion es: hoy entendí todo. Te cae la ficha”.
Esa ficha que cae también es la zancada.
Con grupo armado y nombre a estrenar, se propusieron dejar atrás algunas cuestiones: “Armar una obra, estrenarla, hacer doce funciones y que se caiga”, “actuar en una obra que no te gusta, porque alguien te llamó”, “hacer funciones de algo que no te convence, porque hay que actuar”.
¿Cómo salir de esos lugares comunes? Coinciden: “Si encontramos formas de trabajo que nos identifiquen, nuestras obras van a permanecer porque somos quienes las hacemos. Tiene que ver con esas otras formas de pensar: no cómo hay que ‘hacer teatro’, sino qué queremos hacer nosotres”. La búsqueda de la propia identidad es un ejercicio necesario que La Zancada se tomó muy en serio y en esa reflexión aparecieron los cuestionamientos: qué somos, qué queremos ser, para qué, qué no somos ni queremos ser.
Estrategia de las 3 E
Escena, Escuela y Editorial son los tres ejes que estructuran al grupo. ¿Cómo se hace un espectáculo en La Zancada? “Haciéndolo” es la respuesta, tan simple como vital cuando se habla de Escena. Hay una condición: todo está permitido, menos hacer una obra que esté a favor del patriarcado o del capitalismo. Durante la pandemia terminaron de pulir los unipersonales en los que cada quien venía trabajando: “Está bueno que cada une tenga su unipersonal de manera tal que si te vas de vacaciones, podés hacer una función en algún lugar del mundo y La Zancada viaja con vos. Por eso tenemos espectáculos colectivos y también unipersonales”.
En la pandemia se reunieron de manera virtual durante quince días para pensar en grupo cómo encarar la actividad grupal. “Salió una obra que fue un juicio por jurados –cuenta Carolina– que se hizo con el grupo Teatro del Bardo de Entre Ríos. En tres meses teníamos una obra por zoom en la que el público entraba, participaba y sentenciaba. Eso fue un hallazgo, fue hermoso, no hubiese pasado de otra manera”.
Surgieron también las ganas de hacer una revista. Julieta se formó en Periodismo Digital Autogestivo, Nabila aportó sus conocimientos de diseño y La Zancada se estrenó también como publicación. La E de Editorial, lista.
La Escuela es el otro hallazgo. Dicta clases de actuación, de humor, de objetos, de montaje, para distintas edades: hay para niñes, adolescentes, jóvenes y adultes. Durante la cuarentena estricta funcionó por zoom y surgieron trabajos de dramaturgia que más tarde pudieron ser montados y presentados en encuentros y festivales. “Queremos producir el teatro que elegimos –enfatiza Aldana–con la gente que queremos y que les estudiantes sean parte, formen comunidad con nosotres. Hay muches que ahora formaron elencos, tienen una obra y van a festivales, eso les empodera a ser actores, actrices que tienen trabajo y si quieren salir y decir ‘esta es mi herramienta, yo actúo y sé hacer esto’. No es que le vamos a decir ‘ahora estás listo’, sino que le vamos a dar herramientas”.
La Escuela tiene dos territorios: uno es la Asociación Cultural Arte y Vida, en Martín Coronado, partido de Tres de Febrero y el otro en Capital. Desde septiembre, MU Trinchera Boutique es el espacio cultural donde también funciona la Escuela.
¿Cómo se organiza un grupo?
En agosto organizaron la 5ª edición del Zancadazo, Festival Internacional de Teatro, con espectáculos de Perú, España y Uruguay. Y armaron la segunda Residencia Internacional de Entrenamiento Actoral. Nico: “Es un grupo de gente que se juntó a investigar formas de entrenamiento y las compartimos. Parece una obviedad pero muy pocos grupos o muy pocas obras de teatro están creadas a partir de haber entrenado juntes, de haber compartido formas de trabajar el cuerpo, la voz. En general es: hagamos esto, parate ahí. Lo que les entregamos a les estudiantes es una forma de producción, es sociabilizar un conocimiento”.
Durante la Residencia cada artista proponía un modo de entrenamiento, se compartía, se opinaba y luego quedaba el registro en cámara. Con este material se realizó el Breviario de Entrenamiento Actoral, que incluye doce ejercicios consensuados en los ocho días del encuentro. Carolina: “Algo que pensamos y que se resaltó cuando terminamos el Breviario de manera presencial fueron las políticas de cuidado, que las tomamos del Encuentro Federal de Mujeres que Hacen Teatro, en febrero, en el que se habló mucho de generar rutas de cuidado en el trato, vinculares, éticas, y empezar a desnaturalizar esto que tiene a veces el teatro naturalizado y tiene que ver con el maltrato, con el rango de poder muy establecido donde somos personas que tienen que ser iluminadas por alguien. Muches de nosotres fuimos a facultades públicas, nos golpearon con un colchón en una clase para hacernos sentir algo, entonces respondiendo un poco tambien a esas metodologías precarias y que no son pedagogía sino violencia, dijimos: generemos otra cosa, juntémonos con otras mujeres para ver cómo son esos mecanismos, de dónde vienen, tengamos una escuela donde eso no pase”.
Para que el funcionamiento grupal sea eficaz, se sentaron a discutir la organización, crear estrategias y establecer acuerdos. Alejandra: “Todas las semanas nos reunimos, tenemos un día y un horario y también hay otro día en el que entrenamos. Cada une propone un ejercicio o un tipo de entrenamiento, nacen otros nuevos. Estamos comunicades en todo momento, decimos lo que pensamos y nos ponemos de acuerdo”. Agrega Nabila: “Hay responsables en cada área, cada proyecto tiene su director o directora”. Las áreas son: Redes, Económica, Prensa, Calendario, Comunicación interna. Suma Carolina: “Eran cinco cosas fundamentales para que funcionemos bien. Y por otro lado están las cuentas a pagar. ¿Queremos un grupo con estas característias? ¿Qué costo tiene? Uno es el costo económico y otro es el costo de poner fuerza de trabajo, que también es un costo. Todes tenemos que estar más o menos con el mismo costo y pasa que cuando hay un desbalance los demás decimos: yo estoy asumiendo más costo que vos, sentémonos a charlarlo. Se compensa con horas de trabajo o ajustando el dinero”.
Magia, amor y otras energías
La producción de obras colectivas es constante. Además, cada integrante de La Zancada elaboró la propia –y lo seguirán haciendo– y tomaron los roles de dramaturgia y dirección. Se ocupan de la escenografía, del vestuario, la iluminación y todo lo necesario para que la obra quede lista. Hay espectáculos para infancias, adolescentes, adultes, con diversas temáticas. Los shows de magia están a cargo de Nico Gentile, mago que deslumbra con su arte y que los segundos jueves de cada mes es el anfitrión de Magia & Sushi en MU Trinchera Boutique, el espacio cultural de lavaca. Nico y Aldana llevan adelante la obra Soy Tina, basada en el libro La niña, el corazón y la casa, de María Teresa Andruetto. “Es una niña –refiere Aldana– a la que separan de su mamá porque tiene una situacion familiar problemática que divide la familia y Tina cuestiona eso, plantea diferentes formas de construir la familia. Lo hemos llevado a escuelas y nos llevamos la sorpresa de les niñes subiéndose al escenario para decir: ‘a mí también me preguntan por qué no tengo papá’. Cuando no es la familia tipo, organizada y esperable, la sociedad empieza con las preguntas: ¿por qué no tenés papá?, ¿estás solo?, ¿y tu mamá?”.
El unipersonal de Nabila se llama Proyecto Blanca. Son textos que escribió durante la cuarentena. El tema es el encierro. “Utiliza técnicas del teatro de objetos, se desarrolla en un espacio bifrontal, en el centro del público está el espacio escénico y les invitamos a un encierro. Es como entrar a una habitación, se genera esa intimidad”.
El de Julieta, Decadencia, es sobre una mujer que se prostituye: “Muestra todo aquello que la clase alta no quiere mostrar, lo que está escondido, todo eso que las apariencias no muestran, ella lo dice a viva voz. Interpela al espectador, intenta seducirlo y contiene una contradicción entre este estilo de vida que ella lleva y lo rota que está”.
Alejandra protagoniza Qrandera . Episodio III – Poder: “Habla de una mujer que descubre su propio poder y a su vez denuncia lo que ella llama el poder maléfico, que tiene que ver con el sistema en el que vivimos”.
El de Nico, El dictador del amor, cuestiona a las instituciones: “Es un supuesto economista y viene a hablar de cómo funciona la economía verdaderamente. Dice que todo es una truchada, que la aparente complejidad de la economia es todo mentira, para que vos no entiendas, y que en realidad es muy simple”.
Esto es una silla es el unipersonal de Carolina quien encarna a María Inés, una mujer conservadora que intenta sostener los valores sociales establecidos: “Es un material en el que esta mujer descubre una conspiración de objetos. Se dio cuenta en la pandemia de que está rodeada de objetos y que ella en realidad no tiene deseo propio, que son los objetos los que la hacen desear cosas”.
Y el de Aldana se llama Lo que sé del amor. Lo fue componiendo luego de lecturas de textos de Paul Preciado y Judith Butler: “Me empecé a preguntar dónde yo tenía más socialmente instalado el ser mujer. O qué es ser mujer, cómo se comporta una mujer, y me di cuenta de cómo yo veia al amor, qué pensaba que era el amor. Entonces desarrollé un personaje que explica lo que sabe del amor, e intenta ser un personaje de televisión, de esos programas que te dicen cómo enamorarte en cinco pasos”.
Cada uno de estos unipersonales son una combinación de calidad, humor e inteligencia que podrán verse en la sala teatral de MU a partir de septiembre.
Las obras de La Zancada comparten sello: dialogan con el público. “No hacemos teatro con cuarta pared”, afirman. Aldana: “Son ficciones que construimos para hablar de algo”. Entienden al teatro como un ritual, una búsqueda de generar algo en el espectador. Resume Nico: “Creemos en un teatro donde la relación entre el espectador y el actor es físicamente, energéticamente posible”.
Carolina: “Elegimos hacer un tipo de teatro, trabajar y producir mundos estéticos que hablen de temas que nos interesen y que consideramos que son políticos, que tienen una mirada del mundo. Actuar es opinar, cuando opinás resignificás o recreás mundos y los visibilizás o los callás, o los corrés, es un acto político. Se dice que el arte es lo que se siente. Y sentimos que somos seres sociales. Estamos en comunidad”.
Entenderlo también es una zancada.
Presentaciones de La Zancada en Mu Trinchera Boutique (Riobamba 143), e info de la Escuela de Humor y la de Actuación, crónicas, ficciones y relatos para escena, consultar en @lazancada.teatro.
Portada
Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso
La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes […]

La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes salvaron de que los uniformados la pasaran por arriba. En medio del narcogate de Espert, quien pidió licencia en Diputados por “motivos personales”, las imágenes volvieron a exhibir la debilidad del Gobierno, golpeando a personas con la mínima que no llegan a fin de mes, mientras sufría otra derrota en la Cámara baja, que aprobó con 140 votos afirmativos la ley que limita el uso de los DNU por parte de Milei.
Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla.
Fotos: Juan Valeiro.
Un jubilado de setenta y tantos eleva un cartel bien alto con sus dos manos.
“Pan y circo”, dice.
Pero el “pan” y la “y” están tachados, porque en este miércoles, como en esta época, lo que falta de pan sobra de circo. El triste espectáculo lo ofrece una vez más la policía, hoy particularmente la de la Ciudad, que desplegó un cordón sobre Callao, casi a la altura de Sarmiento, para evitar que la pacífica movilización de jubilados y jubiladas llegara hasta la avenida Corrientes. Detrás de los escudos, aparecieron los runrunes de la motorizada para atemorizar. Y envalentonados, los escudos avanzaron contra todo lo que se moviera, con una estrategia perversa: cada tanto, los policías abrían el cordón y de atrás salían otros uniformados que, al estilo piraña, cazaban a la persona que tenían enfrente. Algunos zafaron a último milímetro.
Pero los oficiales detuvieron a cuatro: el jubilado Víctor Amarilla, el fotógrafo Fabricio Fisher, un joven llamado Cristian Zacarías Valderrama Godoy, y otro hombre llamado Osvaldo Mancilla.



Las detenciones de Cristian Zacarías y del fotógrafo Fabricio Fisher. La policía detuvo al periodista mientras estaba de espaldas. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
En esa avanzada, una jubilada llamada María Rosa Ojeda cayó al suelo por los golpes y fue la rápida intervención de los manifestantes, del Cuerpo de Evacuación y Primeros Auxilios (CEPA), y de otros rescatistas los que la ayudaron. “Gracias a todos ellos la policía no me pasó por encima”, dijo. Su única arma era un bastón con la bandera de argentina.
Como en otros miércoles de represión, la estrategia pareciera buscar que estas imágenes opaquen aquellas otras que evidencian el momento de debilidad que atraviesa el Gobierno. Hoy no sólo el diputado José Luis Espert, acusado de recibir dinero de Federico «Fred» Machado, empresario extraditado a Estados Unidos por una causa narco, se tomó licencia alegando “motivos personales”, sino que la Cámara baja sancionó, por 140 votos a favor, 80 negativos y 17 abstenciones, la ley que limita el uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) por parte del Presidente. El gobierno anunció un clásico ya de esta gestión: el veto.
Por ahora, el proyecto avanza hacia el Senado.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El poco pan
La calle preveía este golpe, y por eso durante este miércoles se cantó:
“Si no hay aumento,
consiganló,
del 3%
que Karina se robó”.
Ese tema fue el hit del inicio de la jornada de este miércoles, aunque hilando fino carece de verdad absoluta, porque las jubilaciones de octubre sí registraron un aumento: el 1,88%, que llevó el haber mínimo a $326.298,38. Sumado al bono de 70 mil, la mínima trepó a $396 mil. “Es un valor irrisorio. Seguimos sumergidos en una vida que no es justa y el gobierno no afloja un mango, es tremendo cómo vivimos”, cuenta Mario, que no hay miércoles donde no diga presente. “Nos hipotecan el presente y el futuro también, cerrando acuerdos con el FMI que nos impone cómo vivir, y no es más que pan para hoy y hambre para mañana, aunque el pan para hoy te lo debo”.
Victoria tiene 64 años y es del barrio porteño de Villa Urquiza. Cuenta que desde hace 10 meses no puede pagar las expensas. Y que por eso el consorcio le inició un juicio. Cuenta que otra vecina, de 80, está en la misma. Cuenta que es insulina dependiente pero que ya no la compra porque no tiene con qué. Cuenta que su edificio es 100% eléctrico y que de luz le vienen alrededor de 140 mil pesos, más de un tercio de su jubilación. Cuenta que está comiendo una vez por día y que su “dieta” es “mate, mate y mate”. Vuelve a sonreír cuando cuenta que tiene 3 hijos y 4 nietos y cuando dice que va a resistir: “Hasta cuando pueda”.

A María Rosa la salvó la gente de que la policía la pasara por arriba. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El mucho circo
Desde temprano hubo señales de que la represión policial estaba al caer. A diferencia de los miércoles anteriores, la Policía no cortó la avenida Rivadavia a la altura de Callao. Tampoco cortó el tránsito, lo que permitió que los jubilados y las jubiladas cortaran la calle para hacer semaforazos. Después de media hora, cuando la policía empezó a desviar el tránsito y la calle quedó desolada, comenzó la marcha, pero en vez de rodear la Plaza de los Dos Congresos como es habitual, caminó por Callao en dirección a Corrientes, hasta metros de la calle Sarmiento, donde se erigió un cordón policial y empezó a avanzar contra las y los manifestantes.
Desde atrás, irrumpieron con violencia dos cuerpos en moto: el GAM (Grupo de Acción Motorizada) y el USyD (Unidad de Saturación y Detención), pegando con bastones e insultando a quienes estaban en la calle. “Vinieron a pegarme directamente, mi pareja me quiso ayudar y lo detuvieron a él, que no estaba haciendo nada”, cuenta Lucas, el compañero de Cristian Zacarías, uno de los detenidos.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Cercaron el lugar una centena de efectivos de la policía porteña, que no permitieron a la prensa acercarse ni estar en la vereda registrando la escena.
“¿Alguien me puede decir si la detención fue convalidada”, pregunta Lucas al pelotón policial.
Silencio.
“¿Me pueden decir sí o no?”.
Silencio.
Un comerciante mira y vocifera: “¿Sabés lo que hicieron a la vuelta? Subieron a la vereda con las motos”.
Otro se acerca y pregunta: “¿A quién tienen detenido acá, al Chapo Guzmán?”
“No”, le responde seco un periodista: “A un pibe y a un jubilado”.
La Comisión Provincial por la Memoria confirmó las cuatro detenciones (fue aprehendida una quinta persona y derivada al SAME para su atención) y cuatro personas heridas. El despliegue incluyó la presencia también de Policía Federal, Prefectura y Gendarmería detrás del Congreso mientras el despliegue represivo fue «comandado por agentes de infantería de la Policía de la Ciudad». El organismo observó que después de semanas donde el operativo disponía el vallado completo, en los últimos miércoles el dispositivo dejó abierta una vía de circulación que es la que eligen las fuerzas para avanzar contra los manifestantes.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
También se hizo presente Fabián Grillo, papá de Pablo, que sufrió esa represión el 12 de marzo, en esta misma plaza, y continúa su rehabilitación en el Hospital Rocca. “Su evolución es positiva”, comunicó la familia. El fotorreportero está empezando a comer papilla con ayuda, continúa con sonda como alimento principal, se sienta y se levanta con asistencia y le están administrando medicación para que esté más reactivo. “Seguimos para adelante, lento, pero a paso firme”, dicen familiares y amigos. El martes, la jueza María Servini procesó al gendarme Héctor Guerrero por el disparo. El domingo se cumplirán siete meses y lo recordarán con un festival.
Pablo Caballero mira toda esta disposición surrealista desde un costado. Tiene 76 años y cuatro carteles pegados sobre un cuadrado de cartón tan grande que va desde el piso del Congreso hasta su cintura:
- “Roba, endeuda, estafa, paga y cobra coimas. CoiMEA y nos dice MEAdos. Miente, se contradice, vocifera, insulta, violenta, empobrece, fuga, concentra. ¿Para qué lo queremos? No queremos, ¡basta! Votemos otra cosa”.
- “El 3% de la coimeada más el 7% del chorro generan 450% de sobreprecios de medicamentos”.
- El tercer cartel enumera todo lo que “mata” la desfinanciación: ARSAT, INAI, CAREM, CONICET, ENERC, Gaumont, INCAA, Banco Nación, Aerolíneas, Hidrovía, agua, gas, litio, tierras raras, petróleo, educación. Una enumeración del saqueo.
El cuarto cartel lo explica Pablo: “Cobro la jubilación mínima, que equivale al 4% de lo que cobran los que deciden lo que tenemos que cobrar, que son 10 millones de pesos. No tiene sentido. Por eso, hay que ir a votar en octubre”.
Pablo mira al cielo, como una imploración: «¡Y que se vayan!».

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Artes
Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro

La revista Llegás lanza la 8ª edición de su tradicional encuentro artístico, que incluye 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas. Del 31 de agosto al 12 de septiembre habrá espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. El festival llega con una victoria bajo el brazo: este jueves el Senado rechazó el decreto 345/25 que pretendía desguazar el Instituto Nacional del Teatro.
Por María del Carmen Varela.
«La lucha continúa», vitorearon este jueves desde la escena teatral, una vez derogado el decreto 345/25 impulsado por el gobierno nacional para vaciar el Instituto Nacional del Teatro (INT).
En ese plan colectivo de continuar la resistencia, la revista Llegás, que ya lleva más de dos décadas visibilizando e impulsando la escena local, organiza la 8ª edición de su Festival de teatro, que en esta ocasión tendrá 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas, en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. Del 31 de agosto al 12 de septiembre, más de 250 artistas escénicos se encontrarán con el público para compartir espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia.
El encuentro de apertura se llevará a cabo en Factoría Club Social el domingo 31 de agosto a las 18. Una hora antes arrancarán las primeras dos obras que inauguran el festival: Evitácora, con dramaturgia de Ana Alvarado, la interpretación de Carolina Tejeda y Leonardo Volpedo y la dirección de Caro Ruy y Javier Swedsky, así como Las Cautivas, en el Teatro Metropolitan, de Mariano Tenconi Blanco, con Lorena Vega y Laura Paredes. La fiesta de cierre será en el Circuito Cultural JJ el viernes 12 de septiembre a las 20. En esta oportunidad se convocó a elencos y salas de teatro independiente, oficial y comercial.
Esta comunión artística impulsada por Llegás se da en un contexto de preocupación por el avance del gobierno nacional contra todo el ámbito de la cultura. La derogación del decreto 345/25 es un bálsamo para la escena teatral, porque sin el funcionamiento natural del INT corren serio riesgo la permanencia de muchas salas de teatro independiente en todo el país. Luego de su tratamiento en Diputados, el Senado rechazó el decreto por amplia mayoría: 57 rechazos, 13 votos afirmativos y una abstención.
“Realizar un festival es continuar con el aporte a la producción de eventos culturales desde diversos puntos de vista, ya que todos los hacedores de Llegás pertenecemos a diferentes disciplinas artísticas. A lo largo de nuestros 21 años mantenemos la gratuidad de nuestro medio de comunicación, una señal de identidad del festival que mantiene el espíritu de nuestra revista y fomenta el intercambio con las compañías teatrales”, cuenta Ricardo Tamburrano, director de la revista y quien junto a la bailarina y coreógrafa Melina Seldes organizan Llegás.
Más información y compra de entradas: www.festival-llegas.com.ar

CABA
Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.
Por María del Carmen Varela
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.
Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.
Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.
Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.
El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.
Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.
Continuará.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
- Revista MuHace 2 semanas
Mu 207: Crear lo que viene
- NotaHace 3 semanas
Julio López, 19 años desaparecido en democracia: sus testimonios contra la Bonaerense
- #NiUnaMásHace 2 semanas
Triple narcofemicidio: la respuesta al horror
- AmbienteHace 4 semanas
Salvemos al Mari Menuco: campaña desde Neuquén para un lago acosado por el fracking
- #NiUnaMásHace 2 semanas
Femicidios territoriales: las tramas de la violencia