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7° Congreso de Salud Socioambiental, día 2

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Lavaca en Rosario. En el segundo día del 7° Congreso de Salud Socioambiental expusieron especialistas de Colombia y Francia, aportando miradas y datos sobre el impacto en la salud de la producción animal, y desde la biología sobre el impacto del Roundup, uno de los principales agroquímicos utilizados en Argentina. Graciela Canziani, Directora del Instituto Multidisciplinario sobre Ecosistemas y Desarrollo Sustentable, y Silvana Figar, médica epidemióloga, aportaron análisis críticos sobre universidad y academia y cómo entrarle a la política; y la huertera urbana Tomasa Ramos propuso continuar las redes hasta los bordes donde se hace más complicado acceder a una alimentación, y una vida, más sana.

Por Francisco Pandolfi

desde rosario

«Salud y Biodiversidad, miradas desde las ciencias críticas». Así se llama el panel que integran Ricardo Mora, Nicolás DeFarge, Silvana Figar y Graciela Canziani, según el orden en el que dicen. En el que hacen pensar. 

Ricardo no está sentado en la sala principal del Centro Cultural Fontanarrosa, donde se lleva a cabo la segunda jornada del VII Congreso de Salud Socioambiental, en la ciudad santafesina de Rosario. Ricardo Mora se define como zootecnista y habla por videollamada desde su Colombia natal.

Al contrario de lo que podría parecer, plantea que se dedica entre otras cuestiones a que los animales produzcan más. Porque el problema no es el cuánto, sino que no es una producción sostenible. Algunos de los por qué en números sobre el uso de antibióticos en la producción para que crezca a gran escala, para que crezca crezca crezca y no pare de crecer.

  • 131.000 toneladas usadas al año. 
  • 70% de los antibióticos en el mundo se usan en la producción animal.
  • El 90% se usa para fines no terapéuticos, o sea, para su crecimiento o para que no se enfermen. 
  • 17 países de América Latina usan antibióticos. 

Y afirma mirando hacia el presente y el futuro: «El consumidor tiene mucho poder. Para administrarlo bien, debe informarse y exigir a los gobiernos planes de acción más realistas, no abstractos como la mayoría. Así como estamos, siguen ganando las grandes corporaciones, a base de corrupción. Y agrega: «Otro poder para usar es el propio cambio de hábitos. Optar por fuentes de proteínas más sostenibles; más vegetal y menos animal. Necesitamos un consumo más consciente». 

Nicolás DeFarge es un biólogo molecular que nació en Francia hace 50 años. «Todo científico debe ser crítico», arranca su ponencia. Su ejemplo lo respalda. Investigaciones de las que fue parte sobre la toxicidad del herbicida Roundup, fabricado por la empresa Monsanto (comprado por Bayer), sirvieron para llevar a Monsanto al Tribunal de La Haya, donde la compañía fue condenada por ecocidio. No le fue gratis: fue perseguido por corporaciones y gobiernos; les des-publicaron trabajos. Él siguió hablando. Él sigue hablando: “Como prueba de laboratorio, en Europa permitían en 2002, para el uso en ratas, una dosis máxima de glifosato de 31mg/kg/d (dosis múltiples ajustadas por peso corporal); en 2015, la elevaron a 50 y ahora la quieren aumentar a 300. Es impresionante”.

Hace poco más de 3 años que vive en Argentina, de donde es su pareja. En 2023 acaba de publicar otro estudio basado en el insecto crisopa: “Constaté cómo la exposición a agrotóxicos hace que el animal esté más tiempo en el estado de larva, impidiendo su normal desarrollo; se quedan en un estado intermedio, no se reproducen. Eso no son formas de vida”.

Graciela Canziani es la Directora del Instituto Multidisciplinario sobre Ecosistemas y Desarrollo Sustentable. No necesita demasiadas palabras para hablar del cambio climático, la salud, de la calidad de vida, de los ecosistemas, de la alimentación y de la biodiversidad: “Me canso de escuchar que se dice ‘y este animal para qué sirve’. Ese animal no tiene ‘utilidad’, ese animal es. La humanidad debe entender que mientras haya más diversidad, más resiliente será el ambiente; y que a más destrucción ecosistémica, más pobreza, marginación y hambruna, como lo que vemos hoy”. Sentencia: “En todos los países, entre el 30 y el 50% de los alimentos se pudren o se desperdician. Luego se tiran en los basurales, generando gases de efecto invernadero que afectan en el cambio climático”. Cierra su ponencia: “Este es el único planeta que tenemos. Hay que cuidarlo”.  

Silvana Figar es médica epidemióloga, integra la Sociedad Argentina de Medicina y dice que llegó al panel “por enojo”. Enumera muchos enojos: “En la producción intensiva se usan antibióticos en animales para sacarles el sustrato a las bacterias y así engordan; en otros países, está prohibido el uso de antibióticos en los últimos días de su vida, para que puedan eliminarse. Hace unos días el SENASA pidió que se realice eso, ¿pero si no se hace? A partir de estos antibióticos que permanecen en los alimentos que ingerimos, están creando nuevas enfermedades. Gente cansada, asténica; son enfermedades que no están en los libros de medicina. No nos vemos mal formados, ni zombies por ahora, pero se nota el daño. 

El enojo y la bronca no la paralizan. Actúa. Crea. Y propone crear una red comunitaria, para aquellas personas que se encuentran cerca de granjas, ingresando a este link . “Necesitamos cambiar este sistema y lo haremos con personas valientes. Este es un problema político. Me he reunido con intendentes que están de acuerdo con el cambio del modelo, pero que no se animan porque lo van ‘a dejar solo’. Entonces, la salida es a través del trabajo comunitario, construyendo redes, así como hacen las bacterias: laburando colectivamente”. 

Luego de los aplausos, vendrá la presentación del libro Biología en contexto social, el almuerzo, y por la tarde varios paneles y talleres más. En el que llevó el nombre de “Sistemas alimentarios para recuperar la salud de los territorios” habló Tomasa Ramos. Chaqueña. Jardinera. Huertera. Es una de las compañeras productoras de la agricultura urbana en Rosario. «Hace décadas venimos juntando semillas, fuertes, lindas y haciendo nuestro propio alimento, sin venenos. Pero sigue habiendo muchísimas familias con necesidades, porque hay poca tierra para poder sembrar. Por eso la tarea de todos nosotros es hacer una gran red donde lleguemos a esas familias que nos necesitan a todos, para alimentarse mejor».

Y, como si lo que dijo Silvana Figar en la charla matutina hubiese quedado reflotando en el ambiente, interpela con valentía a quienes la escuchamos: «A veces hablamos de una alimentación sana, de una salud sana, pero no nos hacemos el tiempo para llegar a todas esas familias y así trabajar la salud integral. Hacemos red para hacer libros, papeles, pancartas, pero no existe una red que se construya con las personas que viven donde no llega ni el colectivo. Si nosotros somos un colectivo, es nuestra tarea llegar a esos rincones».

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83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

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Pablo Grillo
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83 días.

Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.

83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.

83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.

83 días y seis intervenciones quirúrgicas.

83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo. 

83 días hasta hoy. 

Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro. 

Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”. 

Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).

Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca. 

El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”. 

La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».

La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería. 

Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.

Esta es parte de la vida que no pudieron matar:

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La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen

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Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.

Por María del Carmen Varela.

La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen

La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia. 

La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.

Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.

La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional.  A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.

Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.

Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro. 

MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA

Viernes 30 de mayo, 20.30 hs

Entradas por Alternativa Teatral

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Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro

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Una actriz que cautiva. Una historia que desgarra. Música en vivo. La obra Perla Guaraní volvió de la gira en España al Teatro Polonia (Fitz Roy 1475, CABA) y sigue por dos domingos. El recomendado de lavaca esta semana.

Por María del Carmen Varela

La sala del teatro Polonia se tiñe de colores rojizos, impregnada de un aroma salvaje, de una combustión entre vegetación y madera, y alberga una historia que está a punto de brotar: Perla es parte de una naturaleza frondosa que nos cautivará durante un cuarto de hora con los matices de una vida con espinas que rasgan el relato y afloran a través de su voz.

La tonada y la crónica minuciosa nos ubican en un paisaje de influjo guaraní. Un machete le asegura defensa, aunque no parece necesitar protección. De movimientos rápidos y precisos, ajusta su instinto y en un instante captura el peligro que acecha entre las ramas. Sin perder ese sentido del humor mordaz que a veces nace de la fatalidad, nos mira, nos habla y nos deslumbra. Pregunta: “¿quién quiere comprar zapatos? Vos, reinita, que te veo la billetera abultada”. Los zapatos no se venden. ¿Qué le queda por vender? La música alegre del litoral, abrazo para sus penas.

Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro
Gabriela Pastor en escena. Detrás, Juan Zuberman interpreta a un ciego que toca la guitarra.

La actriz y bailarina Gabriela Pastor moldeó este personaje y le pone cuerpo en el escenario.  Nacida en Formosa, hija de maestrxs rurales, aprendió el idioma guaraní al escuchar a su madre y a su padre hablarlo con lxs alumnxs y también a través de sus abuelxs maternxs paraguayxs. “Paraguay tiene un encanto muy particular”, afirma ella. “El pueblo guaraní es guerrero, resistente y poderoso”.

El personaje de Perla apareció después de una experiencia frustrante: Gabriela fue convocada para participar en una película que iba a ser rodada en Paraguay y el director la excluyó por mensaje de whatsapp unos días antes de viajar a filmar. “Por suerte eso ya es anécdota. Gracias a ese dolor, a esa herida, escribí la obra. Me salvó y me sigue salvando”, cuenta orgullosa, ya que la obra viene girando desde hace años, pasando por teatros como Timbre 4 e incluyendo escala europea.

Las vivencias del territorio donde nació y creció, la lectura de los libros de Augusto Roa Bastos y la participación en el Laboratorio de creación I con el director, dramaturgo y docente Ricardo Bartis en el Teatro Nacional Cervantes en 2017 fueron algunos de los resortes que impulsaron Perla guaraní.

Acerca de la experiencia en el Laboratorio, Gabriela asegura que “fue un despliegue actoral enorme, una fuerza tan poderosa convocada en ese grupo de 35 actores y actrices en escena que terminó siendo La liebre y la tortuga” (una propuesta teatral presentada en el Centro de las Artes de la UNSAM). Los momentos fundantes de Perla aparecieron en ese Laboratorio. “Bartís nos pidió que pusiéramos en juego un material propio que nos prendiera fuego. Agarré un mapa viejo de América Latina y dos bolsas de zapatos, hice una pila y me subí encima: pronto estaba en ese territorio litoraleño, bajando por la ruta 11, describiendo ciudades y cantando fragmentos de canciones en guaraní”.

La obra en la que Gabriela se luce, que viene de España y también fue presentada en Asunción, está dirigida por Fabián Díaz, director, dramaturgo, actor y docente. Esta combinación de talentos más la participación del músico Juan Zuberman, quien con su guitarra aporta la cuota musical imprescindible para conectar con el territorio que propone la puesta, hacen de Perla guaraní una de las producciones más originales y destacadas de la escena actual.

Teatro Polonia, Fitz Roy 1475, CABA

Domingos 18 y 25 de mayo, 20  hs

Más info y entradas en @perlaguarani

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