CABA
Acceso a la tierra y agroecología: la Plaza se transformó en la Huerta de Mayo
La Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT) organizó una acción en Plaza de Mayo este jueves, que incluyó la lectura de una carta dirigida al presidente Alberto Fernández. Plantines de verdura agroecológica, surcos de tierra sobre las baldosas, y el reclamo por diálogo para que la Ley de acceso a la tierra esta vez sea tratada. La producción sana como posibilidad de rentabilidad y gran escala, frente a un sistema de agronegocios que va contra la soberanía alimentaria. Lo que se podría hacer con la plata que el macrismo entregó a Vicentín. La carta completa, y qué pasaría si la Plaza de Mayo se convirtiese en una huerta.
“Hola Alberto, ¿cómo estás?”. Así comienza la carta al presidente leída este jueves frente a la Casa Rosada, en medio de plantines de verduras agroecológicas y banderas que reclaman la posibilidad de acceso a la tierra para las personas que producen los alimentos que consume la sociedad. Uno de los párrafos de la carta de la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT):
“Alberto, necesitamos que nos escuches. Que escuches que la Agroecología es una realidad y necesidad imperiosa para una producción sustentable, y conozcas las miles de hectáreas que producimos de esta manera. Necesitamos poder contarte que es mentira que solo con el paquete tecnológico del agronegocio puede producirse a gran escala. Necesitamos expresarte que no es real una dicotomía entre producción-sustentabilidad. Necesitamos contarte que bajo el modelo actual es IMPOSIBLE lograr la Soberanía Alimentaria, si dependemos de las grandes multinacionales del agro para comer todos los días”. (Abajo, el texto completo).

La pandemia suele ofrecer un escenario vacío en la Plaza de Mayo, pero este jueves cambió el paisaje al acercarse mujeres y hombres que integran la UTT (Unión de Trabajadores de la Tierra) reclamando la posibilidad de ser escuchados por el presidente de la Nación. Con todos los protocolos de cuidado y distancia, Instalaron surcos de tierra, plantines de verduras agroecológicas (rúcula, acelga, kale y varios etcéteras) que donaron a las personas que se acercaron a ver de qué se trataba la movida.
Una de las voceras de la organización, Zulma Molloja, explicó: “El objetivo del proyecto de Ley de Acceso a la Tierra es crear un Procrear Rural para que los pequeños productores puedan acceder a una vivienda digna y a una parcela donde producir alimentos. Con un 35% de lo que Macri le prestó sólo en un mes a Vicentín, el Estado Argentino puede generar un fondo de crédito para dar tierras para producir y vivienda digna a 1.000 familias por mes».
La Ley se presentará por tercera vez, ya que las dos veces anteriores perdió estado parlamentario sin que lograse ser tratada. Fue presentada en 2016 y 2018, con la firma de decenas de legisladores, entre ellos muchos funcionarios del actual gobierno como el ministro de Agricultura, Luis Basterra; de Desarrollo Social, Daniel Arroyo; el canciller Felipe Solá; el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof y la presidenta del INADI, Victoria Donda.
Entre quienes acompañaron la iniciativa, también estaban Luis Contigiani, por el socialismo de Santa Fe, Graciela Ocaña, por el macrismo bonaerense, y los diputados del Frente de Todos, Leonardo Grosso y Cecilia Moreau por Buenos Aires, María Cristina Britez (Misiones) y Gabriela Estévez (Córdoba) y el actual presidente de la comisión de Agricultura y Ganadería del Congreso, José A. Ruiz Aragón.
Ahora volverán a presentar la propuesta legislativa ante el Congreso de la Nación para su tratamiento, con la expectativa que un tema crucial merezca la atención de las señoras y señores a los que se denomina “representantes”.
Si la Plaza fuera Huerta

Según la experiencia de la UTT, si la Plaza de Mayo fuera una colonia agroecológica (2 hectáreas) se podrían alimentar 250 familias un año entero. El cálculo busca evidenciar que el acceso a la tierra para las y los productores de alimentos solucionaría muchos de los problemas que hoy acarrea la industria agroalimentaria: hiperconcentración, especulación de precios, contaminación y trabajo informal o esclavo.
Aunque la Plaza de Mayo no llegue jamás a ser huerta, no deja de ser un alerta pensar la cantidad de terrenos que podrían utilizarse en las grandes ciudades para lograr una alimentación sana, barata, sin traslados y contaminaciones inútiles de aimentos, y alrededor de la cual podrían establecerse puestos de trabajo y consumo de calidad, a precios tal vez menores que los que se paga en el sistema convencional.

Otra propuesta surgida del colorido encuentro es la de generar colonias agrícolas (la UTT, principal gremio campesino del país, ya tiene varias en funcionamiento). La idea es utilizar tierras fiscales. Explica la organización: “La implementación de una política masiva de colonias agrícolas en todo el país permitiría contribuir a poner fin a la enorme desigualdad en el acceso a la tierra para las y los trabajadores campesinos. En Argentina, sólo el 13% de la tierra está en manos de pequeños productores que producen más del 60% de alimentos que circulan en el mercado interno, mientras que el 1% de las empresas agrarias controlan el 36% de la tierra cultivada en nuestro país. Las Colonias Agroecológicas permitirán a las familias campesinas acceder a tierra suficiente para producir y proveer alimentos sanos y a precios justos para millones de personas”.
El día de sol acompañó la acción campesina, y la posibilidad de explicar y hacerse oír.
En un país con niveles crecientes de hambre, malnutrición, desempleo y pobreza este tipo de propuestas son beneficiosas social y económicamente desde cualquier punto de vista que se las analice. Salvo para los proyectos de monopolización y concentración. El debate sigue planteado, y la Plaza volvió a ser el lugar en el que intentan ser visibles los reclamos por una vida más justa. La carta fue firmada por la Federación de Cooperativas Federadas (FECOFE), el Frente Nacional Campesino y el Movimiento Nacinal Campesino Indígena Somos Tierra, además de la UTT.
CARTA AL PRESIDENTE del Campo que alimenta

Hola, Alberto. ¿Cómo estás? Esperamos que bien en medio de jornadas tan complejas. Nos permitimos escribirte esta carta para tratar de comunicarnos con vos.
Aunque quizás no nos tengas presentes, ya nos conocés. Somos quienes produjimos las verduras que comiste hoy; somos la cooperativa láctea del pueblo que provee de leche a fábricas y grandes empresas; somos los granjeros y granjeras que abastecemos localmente de huevos y carne; las cooperativas de pequeños productores de frutas, somos familias crianceras y arrieras del monte y la cordillera que producimos cabras, ovejas y llamas, somos pequeñas agroindustrias alimentarias de los pueblos de la Argentina Profunda (algunos le llaman Interior); también somos cooperativas de granos que exportamos. Somos quienes sostenemos el arraigo y el trabajo en el campo profundo o en los cordones hortícolas periurbanos. Somos cientos de miles de campesinos/as, pequeños y medianos productores/as, trabajadores/as de la tierra a lo largo y ancho de nuestro país… somos el CAMPO QUE ALIMENTA.
Ya nos conocés…también nos viste tantas veces como un actor social en los verdurazos acercando alimento al pueblo en los momentos más difíciles, y viste como nos reprimieron. Nos cruzamos algunas veces en la mesa del Plan Argentina contra el Hambre.
Ya nos conocés…pero necesitamos que nos escuches, necesitamos contarte nuestra realidad, nuestros sufrimientos y, sobre todo, necesitamos presentarte nuestras propuestas. El pueblo necesita que escuches nuestras propuestas para garantizar la SOBERANÍA ALIMENTARIA.

‼️ Nuestra realidad es acuciante. Somos quienes producimos los alimentos, pero no tenemos acceso a créditos; somos quienes habitamos el campo, pero no somos los dueños de la tierra ni tenemos planes de vivienda que nos contengan; somos quienes producimos y garantizamos el mercado interno y local, pero no hay políticas activas para nuestro sector; somos parte de quienes producen granos para exportación, pero no nos convocan a una mesa para discutir.
Alberto… durante mucho tiempo se ha instalado la idea de que hay un solo campo: “el campo”, ese de la Sociedad Rural, la vacas con cucardas, la siembra directa y las grandes estancias. Ese que representa la Mesa de Enlace. Pero NO, Alberto, no hay un solo campo. También estamos nosotros y nosotras. Nosotros/as que realmente producimos alimentos. Nosotros/as que entendemos que la alimentación es un derecho y no una mercancía, y nos hacemos cargo del rol social que cumplimos en la cadena. Nosotros/as que entendemos que debe haber políticas redistributivas, y por eso apoyamos las retenciones de manera segmentada. Nosotros/as que entendemos que el Estado debe intervenir activamente en las políticas agrarias, y por eso apoyamos la intervención a Vicentín.
Alberto, necesitamos que nos escuches. Que escuches que la Agroecología es una realidad y necesidad imperiosa para una producción sustentable, y conozcas las miles de hectáreas que producimos de esta manera. Necesitamos poder contarte que es mentira que solo con el paquete tecnológico del agronegocio puede producirse a gran escala. Necesitamos expresarte que no es real una dicotomía entre producción-sustentabilidad. Necesitamos contarte que bajo el modelo actual es IMPOSIBLE lograr la Soberanía Alimentaria, si dependemos de las grandes multinacionales del agro para comer todos los días.
Necesitamos contarte nuestras luchas por el acceso a la tierra, mostrarte nuestras Colonias Agrícolas, que no son una idea sino experiencias reales exitosas.
Somos muchas y muchos Alberto… produciendo y trabajando diariamente por garantizar alimentos sanos a precio justo para el pueblo. SABEMOS CÓMO HACERLO PORQUE LO HACEMOS TODOS LOS DÍAS.
Creemos en la solidaridad, creemos en construir un mundo más justo, creemos que un modelo agrario soberano y popular es posible. En ello va nuestra vida. Y seguirá yendo en eso, en garantizar el alimento, el trabajo en los pueblos, la equidad en el trabajo, en desarrollar producción sustentable.
Alberto, no te decimos que no te reúnas con los poderosos del agro, pero te pedimos que también nos escuches a nosotros y nosotras.
Te mandamos un abrazo,
✊🏾 Federación de Cooperativas Federadas FECOFE
✊🏾 Frente Nacional Campesino FNC
✊🏾 Movimiento Nacional Campesino Indígena – Somos Tierra MNCI
✊🏾 Unión de Trabajadores/as de la Tierra UTT
CABA
Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.
Por María del Carmen Varela
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.
Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.
Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.
Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.
El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.
Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.
Continuará.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
CABA
La vida de dos mujeres en la Isla de la Paternal, entre la memoria y la lucha: una obra imperdible

Una obra única que recorre el barrio de Paternal a través de postas de memoria, de lucha y en actual riesgo: del Albergue Warnes que soñó Eva Perón, quedó inconcluso y luego se utilizó como centro clandestino de detención; al Siluetazo de los 80´, los restoranes notables, los murales de Maradona y el orfanato Garrigós, del cual las protagonistas son parte. Vanesa Weinberg y Laura Nevole nos llevan de la mano por un mapa que nos hace ver el territorio cotidiano en perspectiva y con arte. Una obra que integra la programación de Paraíso Club.
María del Carmen Varela
Las vías del tren San Martín, la avenida Warnes y las bodegas, el Instituto Garrigós y el cementerio de La Chacarita delimitan una pequeña geografía urbana conocida como La Isla de la Paternal. En este lugar de casas bajas, fábricas activas, otras cerradas o devenidas en sitios culturales sucede un hecho teatral que integra a Casa Gómez —espacio dedicado al arte—con las calles del barrio en una pintoresca caminata: Atlas de un mundo imaginado, obra integrante de la programación de Paraíso Club, que ofrece un estreno cada mes.
Sus protagonistas son Ana y Emilia (Vanesa Weinberg y Laura Nevole) y sus versiones con menos edad son interpretadas por Camila Blander y Valentina Werenkraut. Las hermanas crecieron en este rincón de la ciudad; Ana permaneció allí y Emilia salió al mundo con entusiasmo por conocer otras islas más lejanas. Cuenta el programa de mano que ambas “siempre se sintieron atraídas por esos puntos desperdigados por los mapas, que no se sabe si son manchas o islas”.


La historia
A fines de los ´90, Emilia partió de esta isla sin agua alrededor para conocer otras islas: algunas paradisíacas y calurosas, otras frías y remotas. En su intercambio epistolar, iremos conociendo las aventuras de Emilia en tierras no tan firmes…
Ana responde con las anécdotas de su cotidiano y el relato involucra mucho más que la narrativa puramente barrial. Se entrecruzan la propia historia, la del barrio, la del país. En la esquina de Baunes y Paz Soldán se encuentra su “barco”, anclado en plena isla, la casa familiar donde se criaron, en la que cada hermana tomó su decisión. Una, la de quedarse, otra la de marcharse: “Quien vive en una isla desea irse y también tiene miedo de salir”.
A dos cuadras de la casa, vemos el predio donde estaba el Albergue Warnes, un edificio de diez pisos que nunca terminó de construirse, para el que Eva Perón había soñado un destino de hospítal de niñxs y cuya enorme estructura inconclusa fue hogar de cientos de familias durante décadas, hasta su demolición en marzo de 1991. Quien escribe, creció en La Isla de La Paternal y vio caer la mole de cemento durante la implosión para la que se utilizó media tonelada de explosivos. Una enorme nube de polvo hizo que el aire se volviera irrespirable por un tiempo considerable para las miles de personas que contemplábamos el monumental estallido.
Emilia recuerda que el Warnes había sido utilizado como lugar de detención y tortura y menciona el Siluetazo, la acción artística iniciada en septiembre de 1983, poco tiempo antes de que finalizara la dictadura y Raúl Alfonsín asumiera la presidencia, que consistía en pintar siluetas de tamaño natural para visibilizar los cuerpos ausentes. El Albergue Warnes formó parte de esa intervención artística exhibida en su fachada. La caminata se detiene en la placita que parece una mini-isla de tamaño irregular, sobre la avenida Warnes frente a las bodegas. La placita a la que mi madre me llevaba casi a diario durante mi infancia, sin sospechar del horror que sucedía a pocos metros.
El siguiente lugar donde recala el grupo de caminantes en una tarde de sábado soleado es el Instituto Crescencia Boado de Garrigós, en Paz Soldán al 5200, que alojaba a niñas huérfanas o con situaciones familiares problemáticas. Las hermanas Ana y Emilia recuerdan a una interna de la que se habían hecho amigas a través de las rejas. “El Garrigós”, como se lo llama en el barrio, fue mucho más que un asilo para niñas. Para muchas, fue su refugio, su hogar. En una nota periodística del portal ANRed —impresa y exhibida en Casa Gómez en el marco de esta obra— las hermanas Sosa, Mónica y Aída, cuentan el rol que el “Garri” tuvo en sus vidas. Vivían con su madre y hermanos en situación de calle hasta que alguien les pasó la información del Consejo de Minoridad y de allí fueron trasladas hasta La Paternal. Aída: “Pasar de la calle a un lugar limpio, abrigado, con comida todos los días era impensable. Por un lado, el dolor de haber sido separadas de nuestra madre, pero al mismo tiempo la felicidad de estar en un lugar donde nos sentimos protegidas desde el primer momento”. Mónica afirma: “Somos hijas del Estado” .
De ser un instituto de minoridad, el Garrigós pasó a ser un espacio de promoción de derechos para las infancias dependiente de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia de Argentina (SENAF), pero en marzo de este año comenzó su desmantelamiento. Hubo trabajadorxs despedidxs y se sospecha que, dado el resurgimiento inmobiliario del barrio, el predio podría ser vendido al mejor postor.
El grupo continúa la caminata por un espacio libre de edificios. Pasa por la Asociación Vecinal Círculo La Paternal, donde Ana toma clases de salsa.
En la esquina de Bielsa (ex Morlote) y Paz Soldán está la farmacia donde trabajaba Ana. Las persianas bajas y los estantes despojados dan cuenta de que ahí ya no se venden remedios ni se toma la presión. Ana cuenta que post 2001 el local dejó de abrir, ya que la crisis económica provocó que varios locales de la zona se vieran obligados a cerrar sus puertas.
La Paternal, en especial La Isla, se convirtió en refugio de artistas, con una movida cultural y gastronómica creciente. Dejó de ser una zona barrial gris, barata y mal iluminada y desde hace unos años cotiza en alza en el mercado de compra-venta de inmuebles. Hay más color en el barrio, las paredes lucen murales con el rostro de Diego, siempre vistiendo la camiseta roja del Club Argentinos Juniors . Hay locales que mutaron, una pequeña fábrica ahora es cervecería, la carnicería se transformó en el restaurante de pastas Tita la Vedette, y la que era la casa que alquilaba la familia de mi compañera de escuela primaria Nancy allá por los ´80, ahora es la renovada y coqueta Casa Gómez, desde donde parte la caminata y a donde volveremos después de escuchar los relatos de Ana y Emilia.
Allí veremos cuatro edificios dibujados en tinta celeste, enmarcados y colgados sobre la pared. El Garrigós, la farmacia, el albergue Warnes y el MN Santa Inés, una antigua panadería que cerró al morir su dueño y que una década más tarde fuera alquilada y reacondicionada por la cheff Jazmín Marturet. El ahora restaurante fue reciente ganador de una estrella Michelín y agota las reservas cada fin de semana.
Lxs caminantes volvemos al lugar del que partimos y las hermanas Ana y Emilia nos dicen adiós.
Y así, quienes durante una hora caminamos juntxs, nos dispersamos, abadonamos La Isla y partimos hacia otras tierras, otros puntos geográficos donde también, como Ana y Emilia, tengamos la posibilidad de reconstruir nuestros propios mapas de vida.
Atlas de un mundo imaginado
Sábados 9 y 16 de agosto, domingos 10 y 17 de agosto. Domingo 14 de septiembre y sábado 20 de septiembre
Casa Gómez, Yeruá 4962, CABA.
Actualidad
Discapacidad: “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”

Se concretó este martes la marcha de personas con discapacidad y familiares, frente a quienes el gobierno hizo más de lo mismo: envió Policía y Gendarmería a amedrentarlos y amenazarlos, pese a que no estaban siquiera rompiendo el protocolo. Los gendarmes y policías tuvieron así la notable actitud de empujar y agredir a manifestantes con discapacidad que estaban reclamando pacíficamente por la motosierra aplicada a sus tratamientos, lo cual rompe toda frontera de la palabra «vulnerable».
Compartimos aquí la crónica realizada por el diario autogestivo Tiempo Argentino al respecto, reflejo de lo que está ocurriendo en el país.
Por Tiempo Argentino
Fotos: Antonio Becerra.
En protesta por el veto presidencial a la Ley de Emergencia, organizaciones de personas con discapacidad concentraron frente al Congreso, rodeado por policías y gendarmes. El reclamo se multiplicó en distintos puntos del país.
“Vallaron todo, nos rodearon de una manera exagerada. No es una movilización agresiva, nunca lo fue. No era necesaria tanta policía, tanta militarización”, criticaba Fernanda Abalde mientras emprendía la retirada de la masiva concentración frente al Congreso contra el veto de Javier Milei a la Ley de Emergencia en Discapacidad. Coordinadora de un centro de profesionales en neurodesarrollo y hermana de una persona con discapacidad a quien le recortaron las pensiones, sufre en carne propia el ajuste y el maltrato sobre el sector, que afecta tanto a prestadores como familias.
“Hay mucho maltrato del sistema a las familias, no es un sistema accesible. No solo en lo económico, es agresivo. Este año fue terrible. Hasta junio no estaban autorizados tratamientos presentados en noviembre del año pasado, por ejemplo. Siempre hubo un golpe a la discapacidad, pero este año fue muy atípico, recortaron muchos tratamientos, demoraron las autorizaciones, se planchó el nomenclador”, enumeró Abalde, coordinadora de Pulsar NeuroSocial y miembro del colectivo de Prestadores en Unidad CABA y GBA. “Es un sector con mucha demanda y se lo está desmantelando. Hay muchas familias que no pueden costear sus tratamientos”, lamentó en diálogo con Tiempo.

Represión como respuesta
La protesta había comenzado 11.30. Pasado el mediodía la concentración ya era masiva y comenzó el operativo represivo, con un número desproporcionado de efectivos de Policía Federal y Gendarmería que empujaban incluso a grupos de manifestantes entre los que había personas en silla de ruedas que gritaban contra el veto y solo portaban carteles por los derechos de las personas con discapacidad.

La Ley de Emergencia en Discapacidad busca revertir un panorama que por estos días es desolador. Según un informe reciente de la Red por los Derechos de las Personas con Discapacidad (REDI), la pensión por invalidez laboral está congelada en $217.000 y una maestra de integración en la escuela común cobra solo $3.000 la hora, con una demora de 180 días. Todo esto, mientras se recortaron pensiones por discapacidad y la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) proyecta recortar otros cientos de miles. Se trata de pensiones de 270 mil pesos, más un bono que lleva el total a poco más de 300 mil.
“Uno va pidiendo ayuda en la familia, se hace lo que se puede. Pero esperemos que este hombre recapacite”, pidió ante las cámaras Olga, una jubilada que marchó ante el Congreso, dirigiéndose a Milei. “Hay remedios que tuve que suspender. Hay muchas cosas que tienen que cambiar en la casa para poder subsistir. Para poder seguir adelante por mi hija”, dijo a C5N.

Un reclamo federal
La masiva protesta frente al Congreso se replicó también en distintos puntos del país. “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”, había anunciado la Asamblea De Trabajadores de Inclusión (ATI) al convocar para este martes a una Jornada Federal por la Ley de Emergencia en Discapacidad.
Córdoba fue escenario de las protestas más concurridas. Desde la Plaza San Martín de Córdoba Capital, Virginia Els –presidenta de la Cámara de Prestadores de Discapacidad de Córdoba (Capredis)- destacó el gran número de familias que se sumó a reclamar, junto a prestadores, transportistas y profesionales. “El veto incrementó el reclamo. Ahora estamos intentando alzar la voz para que los diputados escuchen el reclamo y vuelvan a votar la ley con los dos tercios necesarios para que se sostenga. Fue algo multitudinario, con mucha más participación de familias que antes”, resaltó.

Los motivos de protesta son varios, pero todos tienen que ver con frenar el maltrato y el ajuste sobre el sector, ante una política cruel que afecta a todos los actores del circuito. “Reclamamos que se actualicen los aranceles, que se contemplen otros criterios para las auditorías. El tema de las prestaciones está en una etapa crítica: las instituciones están cerrando”, advirtió.
El embate contra el sector es tal que está generando un nivel de unidad inédito: “En Córdoba, prestadores, instituciones, profesionales independientes, familias, personas con discapacidad, estamos todos muy unidos. Estamos todos trabajando a la par. Es algo que nunca había sucedido. Nos unió el espanto”, resumió Els.
Franco Muscio, terapista ocupacional al frente de un centro de día en la zona de Sierras Chicas, se acercó a la capital provincial para participar de la protesta. “El servicio es cada vez más precario, una situación alarmante y angustiante y un Estado nacional que no da respuesta. Este año es imposible sostener las prestaciones. Cada vez hay más recortes. No sé cómo vamos a seguir. Las familias son las más perjudicadas”, sentenció ante las cámaras. “Sin espacios como los nuestros, se pierde calidad de vida. Hace diez años que estoy en esto. Nunca había pasado algo así”.

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