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¿Dónde está Facundo? Qué se sabe y qué no a 78 días de su desaparición

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Entre el corrimiento de la Bonaerense, el peritaje de la Justicia sobre diversas patrullas policiales y la intervención de diversas comisarías de la zona de Villarino, el abogado de la familia Leandro Aparicio habló con lavaca sobre algunos interrogantes del caso, mientras la ONU ya exigió al Estado “inmediatez y exhaustividad” en la investigación para saber qué pasó con Facundo. Los tres testigos que afirman que al joven de 22 años lo subieron por última vez en un móvil policial. Las contradicciones de los efectivos. Qué pasó después de la infracción que le labraron por circular sin el permiso oficial en la cuarentena. Interrogantes en medio de una causa que sigue investigándose bajo la hipótesis de desaparición forzada en la justicia federal.

¿Dónde está Facundo? Qué se sabe y qué no a 78 días de su desaparición
Una multitudinaria marcha en Pedro Luro exigió la aparición con vida de Facundo.

“Lo primero y más urgente que queremos saber es que Facundo esté vivo y bien. La madre es la primera interesada. A partir de ahí, tenemos un montón de preguntas”. El abogado Leandro Aparicio habla con lavaca en medio de la vorágine de la continuidad de los operativos de rastrillaje, declaraciones testimoniales y una causa por desaparición forzada de persona que tramita en el Juzgado Federal Nº2 de Bahía Blanca, a 78 días de que Facundo Astudillo Castro fuera visto por última vez cuando salió de su casa de Pedro Luro, en el partido de Villarino, hacia la casa de su expareja en Bahía Blanca.

Entre el corrimiento de la Bonaerense, el peritaje de la Justicia sobre diversas patrullas policiales y la intervención de diversas comisarías de la zona de Villarino, el abogado de la familia habló con lavaca sobre algunos interrogantes del caso.

1. Tres testigos

“La hipótesis más firme está sustentada en la prueba y la recepcionamos ayer por tercera vez”, apunta Aparicio. Habla de los tres testigos de identidad reservada que declararon que Facundo fue subido a un móvil de la Policía Bonaerense. “Es un testimonio totalmente verosímil. Son tres personas que no se ganaron nada por ir a declarar: tienen mucho miedo. Y estas tres personas ubican a Facundo subiendo a un patrullero entre las 15:30 y las 16 del 30 de abril, a 5 kilómetos de Mayor Buratovich”.

La mamá del joven, Cristina Castro, había contado a lavaca que lo último que supo de su hijo fue que una señora lo levantó haciendo dedo a la altura de Hilario Ascasubi y lo llevó hasta la entrada de asfalto de Mayor Buratovich (ambas son localidades de Villarino), lugar donde lo ubican estos tres testigos.

Aparicio: “Estas tres personas ya habían llamado antes a la comisaría cuando la causa estaba en la justicia provincial por averiguación de paradero. Le mostraron al fiscal cuando llamaron y cómo en la comisaría le dijeron que no porque `ya lo habían visto en Bahía`. Así le dijeron. Luego, cuando ven que Facundo sigue desaparecido, hablan con la mamá, y ayer ya declararon por tercera vez. Después, hay un montón de pruebas y otras tantas que se están metiendo por la ventana, distorsionadas, y son fake news: todas apuntan a sacar a Facundo de ese lugar y llevarlo a Bahía Blanca”.

¿Dónde está Facundo? Qué se sabe y qué no a 78 días de su desaparición

2. Noticias y fakes

La última de esas noticias es que una empresa de telefonía celular entregó el registro de dos antenas que indicaron que el móvil de Facundo tuvo señal el 30 de abril en Bahía. “Ojalá esté, pero esto me dice que el teléfono pudo haber estado ahí, no Facundo”.

Otra noticia fue el testimonio de una persona que habría declarado que llevó a Facundo hasta Bahía, pero el abogado cuestiona su validez, además de la filtración de las medidas de prueba y el tratamiento de la información por parte de los medios locales. Aparicio subraya que son fakes: “Esa persona que declaró no reconoce fehacientemente que es Facundo; no dice que lo lleva hasta Bahía; declara que lo lleva por un trecho muy corto; que no llega hasta la rotonda; y que tampoco ve que otro coche lo lleve o lo acerque hasta Bahía”.

3. Libros de guardia y cruces informáticos

La inconsistencia de estos testimonios hace que la querella de la familia se centre en la declaración de los tres testigos de identidad reservada y en Mayor Buratovich.

Luego de varias semanas de demora, la familia comunicó que “aparecieron” los libros de guardia de la comisaría de la localidad, documentación que tendrá que ser escaneada para identificar a los dos efectivos bonaerenses sospechados de subir a Facundo al móvil. Esa información deberá cruzarse con el registro del sistema VAIC que utiliza la policía, para establecer la sincronicidad de los movimientos de los efectivos durante esos días. “Si a partir del Vaic y el libro de guardias damos con los dos oficiales que nos dicen que ese día agarraron a otra persona, bien, descartaremos esa hipótesis, porque los testigos lo reconocen más que nada por los rastros y por la mochila Wilson, porque el hijo de uno de ellos tenía una mochila igual a la de Facundo, y entonces sacó la foto. Pero ellos sí me lo ubican en un lugar donde la policía no reconoce que Facundo haya estado”.

4. Tiempo, distancias y contradicciones

Otro interrogante es la franja temporal que se abre desde las 10 de la mañana (cuando le labran el acta en Mayor Buratovich por circular sin permiso en la cuarentena) hasta las 15:30 (horario que los testigos lo ubican subiendo a un patrullero). En el medio de ambas, alrededor de las 13:30, la mamá del joven mencionó una llamada desde el teléfono de Facundo a su celular. “Mamá, vos no tenés idea de donde estoy”, recordó Cristina. Hoy el diálogo le parece sospechoso: “Tendría que haber advertido que me dijo ‘mamá porque ellos siempre me llaman ‘bruja’”. Ese día lo retó por salir sin permiso.

Aparicio: “Entre la primera detención oficial y la segunda que cuentan los testigos, pasan cinco horas y media, y hay 5 kilómetros de diferencia entre un lugar y otro. En primer lugar, no creo que tarde 5 horas y media en hacer 5 kilómetros. En segundo lugar, tampoco creo que en la primera detención lo hayan infraccionado así nomás”.

El otro abogado de la querella, Luciano Peretto, había apuntado a lavaca que lo que consta en las actuaciones es que a Facundo le verificaron el domicilio y lo dejaron seguir. Aparicio: “Me resulta raro. Los dos policías que lo paran a las 10 hacen un acta que es una hoja preimpresa y la confección la terminan a mano”. La hipótesis de la familia es que a Facundo lo llevaron a la comisaría. “Es el procedimiento normal”.

El 19 de junio, día de los rastrillajes, la familia se enteró de dos testimonios policiales. “Ese día la familia va a la comisaría, que estaba abroquelada con 5 patrulleros, y el comisario le dice a la mamá que no tenían nada que hacer allí. Ahí aparece una mujer, que casualmente es policia, que casualmente es hermana de una de las policías que le había hecho la inspección a las 10, y que casualmente dice que lo llevó hasta Teniente Origone (otra localidad de Villarino). Ahi se van todos a Origone. Pero nosotros queremos ir con los canes a la comisaria de Buratovich. Eso todavía no ocurrió”.

Otro policía declaró sobre un tercer retén policial, en otra declaración contradictoria: el oficial afirmó que el joven se subió a una camioneta en dirección a Bahía Blanca luego de la infracción. Cuatro días más tarde, declaró que Facundo se fue caminando.

Aparicio: “Hay una movida muy fuerte para sacar a Facundo de Villarino y ubicarlo en Bahía. Pero nosotros tenemos tres testigos que dicen que lo metieron a un patrullero a las 3:30 de la tarde el 30 de abril. Que prueben ellos que no es así”.

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83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

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Pablo Grillo
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83 días.

Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.

83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.

83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.

83 días y seis intervenciones quirúrgicas.

83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo. 

83 días hasta hoy. 

Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro. 

Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”. 

Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).

Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca. 

El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”. 

La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».

La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería. 

Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.

Esta es parte de la vida que no pudieron matar:

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La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen

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Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.

Por María del Carmen Varela.

La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen

La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia. 

La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.

Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.

La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional.  A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.

Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.

Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro. 

MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA

Viernes 30 de mayo, 20.30 hs

Entradas por Alternativa Teatral

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Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro

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Una actriz que cautiva. Una historia que desgarra. Música en vivo. La obra Perla Guaraní volvió de la gira en España al Teatro Polonia (Fitz Roy 1475, CABA) y sigue por dos domingos. El recomendado de lavaca esta semana.

Por María del Carmen Varela

La sala del teatro Polonia se tiñe de colores rojizos, impregnada de un aroma salvaje, de una combustión entre vegetación y madera, y alberga una historia que está a punto de brotar: Perla es parte de una naturaleza frondosa que nos cautivará durante un cuarto de hora con los matices de una vida con espinas que rasgan el relato y afloran a través de su voz.

La tonada y la crónica minuciosa nos ubican en un paisaje de influjo guaraní. Un machete le asegura defensa, aunque no parece necesitar protección. De movimientos rápidos y precisos, ajusta su instinto y en un instante captura el peligro que acecha entre las ramas. Sin perder ese sentido del humor mordaz que a veces nace de la fatalidad, nos mira, nos habla y nos deslumbra. Pregunta: “¿quién quiere comprar zapatos? Vos, reinita, que te veo la billetera abultada”. Los zapatos no se venden. ¿Qué le queda por vender? La música alegre del litoral, abrazo para sus penas.

Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro
Gabriela Pastor en escena. Detrás, Juan Zuberman interpreta a un ciego que toca la guitarra.

La actriz y bailarina Gabriela Pastor moldeó este personaje y le pone cuerpo en el escenario.  Nacida en Formosa, hija de maestrxs rurales, aprendió el idioma guaraní al escuchar a su madre y a su padre hablarlo con lxs alumnxs y también a través de sus abuelxs maternxs paraguayxs. “Paraguay tiene un encanto muy particular”, afirma ella. “El pueblo guaraní es guerrero, resistente y poderoso”.

El personaje de Perla apareció después de una experiencia frustrante: Gabriela fue convocada para participar en una película que iba a ser rodada en Paraguay y el director la excluyó por mensaje de whatsapp unos días antes de viajar a filmar. “Por suerte eso ya es anécdota. Gracias a ese dolor, a esa herida, escribí la obra. Me salvó y me sigue salvando”, cuenta orgullosa, ya que la obra viene girando desde hace años, pasando por teatros como Timbre 4 e incluyendo escala europea.

Las vivencias del territorio donde nació y creció, la lectura de los libros de Augusto Roa Bastos y la participación en el Laboratorio de creación I con el director, dramaturgo y docente Ricardo Bartis en el Teatro Nacional Cervantes en 2017 fueron algunos de los resortes que impulsaron Perla guaraní.

Acerca de la experiencia en el Laboratorio, Gabriela asegura que “fue un despliegue actoral enorme, una fuerza tan poderosa convocada en ese grupo de 35 actores y actrices en escena que terminó siendo La liebre y la tortuga” (una propuesta teatral presentada en el Centro de las Artes de la UNSAM). Los momentos fundantes de Perla aparecieron en ese Laboratorio. “Bartís nos pidió que pusiéramos en juego un material propio que nos prendiera fuego. Agarré un mapa viejo de América Latina y dos bolsas de zapatos, hice una pila y me subí encima: pronto estaba en ese territorio litoraleño, bajando por la ruta 11, describiendo ciudades y cantando fragmentos de canciones en guaraní”.

La obra en la que Gabriela se luce, que viene de España y también fue presentada en Asunción, está dirigida por Fabián Díaz, director, dramaturgo, actor y docente. Esta combinación de talentos más la participación del músico Juan Zuberman, quien con su guitarra aporta la cuota musical imprescindible para conectar con el territorio que propone la puesta, hacen de Perla guaraní una de las producciones más originales y destacadas de la escena actual.

Teatro Polonia, Fitz Roy 1475, CABA

Domingos 18 y 25 de mayo, 20  hs

Más info y entradas en @perlaguarani

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