CABA
El Piletazo: una comunidad movilizada por su natatorio, o cómo nadar contra la corriente
Con una creativa protesta, los alumnxs, madres, padres y docentes de la Escuela nº4 de Agronomía presentaron más de 6 mil firmas para que el gobierno porteño deje sin efecto un Decreto que le saca a la Cooperadora el natatorio que maneja hace 50 años. Allí aprenden niñxs desde el jardín y acuden jóvenes de otras escuelas públicas a precios que le ganan por goleada a Sportclub o Megatlón. El gobierno dice que quiere abrir la pileta a más gente, pero la comunidad sospecha lo contrario. “Abran más piletas”, contrapropuso. Y entregó un documento con 4 puntos donde piden que se garanticen las actividades comunitarias. Qué es lo que está en juego, y qué dicen las voces que avisan: “Se viene el Piletazo”.
No es verano, no es un patio de una casa, pero a la una y media de la tarde en la vereda de Avenida Paseo Colón 255 hay una pelopincho.
Esta vez, la típica pileta de tela celeste con patas de metal está armada en la puerta del Ministerio de Educación e Innovación de la Ciudad de Buenos Aires. Alrededor, niñxs con guardapolvo blanco o pintorcitos celeste de jardín público, adultxs con toallones en los hombros, gorros de látex en la cabeza y antiparras en la cara cantan lo que parece ser el hit del momento:
“Acuña, Larreta, devuelvan la pileta”
¿De qué hablan?

Foto: Nacho Yuchark.
Piletas para todxs
En 1971 la Asociación Cooperadora de la Escuela N°4 del Distrito Escolar 16 “Álvarez Thomas”, en el barrio de Agronomía, construyó un natatorio techado, baños y vestuarios dentro de la escuela. Desde entonces, las instalaciones se utilizan para el aprendizaje y práctica de natación de sus alumnos y alumnas. Esa misma comunidad hoy denuncia que mediante el Decreto 149/19 el gobierno porteño busca quitarle a la Cooperadora el control de esa pileta y, de ese modo, alejarla de la dinámica que mantiene con lxs alumnxs de esa escuela y de otras desde que nació. “Vinimos acá los padres y madres autoconvocados de la escuela Álvarez Thomas a traer a más de 6.000 firmas que juntamos en apoyo a la derogación del decreto que impulsa el Jefe de Gobierno de la pileta del colegio”, explica a lavaca Carla, mamá de una alumna de segundo grado. “Es un natatorio que fue construido hace 50 años por la cooperadora y de la comunidad y que desde ese momento es sostenido con recursos genuinos y propios de la misma comunidad y cooperadora”.

Foto: Nacho Yuchark.
¿Eso en que los perjudica?
Existía por reglamentación la obligatoriedad de que los alumnos de las escuelas que tuvieran natatorio propio, que sean natatorios sedes, tengan natación desde nivel inicial hasta fin de la primaria. Luego se cambió esa resolución. Ahora crearon un CECN (Centro Educativo Complementario de Natación), lo cual hace que la pileta esté en manos de un director aparte y ellos van a decidir quienes la usan. El uso de la pileta por parte de los alumnos del Álvarez Thomas está a disponibilidad de tiempo y espacio que quede libre. El natatorio fue construido dentro de la escuela, es un natatorio púbico. El problema es que el embate contra la pileta es un embate también al sostenimiento del colegio en general porque la cooperadora gracias a que construyó esa pileta y la mantiene puede brindar clases a toda la comunidad a precios súper económicos y con eso generar recursos para sostener el colegio que también está desfinanciado.
¿Qué explicación dan desde el Gobierno?
Lo que dijo públicamente el Jefe de Gobierno es que nosotros tenemos que compartir la pileta con otras escuelas, lo cual ya sucede: más de 500 chicos por día, de otras escuelas de la Ciudad, asisten a nuestro colegio. Pero en reuniones privadas que se tuvieron con funcionarios de rango menor del Ministerio lo que dicen es que ellos quieren dejar de gastar recursos públicos en alquilar natatorios y utilizar los recursos que tienen disponibles; pero para eso atentan contra los derechos de los chicos de la escuela. Ahora en la escuela van todos a la pileta. Lo que nos dicen es que no nos pueden garantizar que el año que viene continúe este plan extendido a todas nuestras salas y grados y corren el riesgo de que terminen haciendo una experiencia acuática para 4 grado, un cuatrimestre, 14 clases nada más.
¿Cómo leen esta decisión del gobierno dentro de la política de educación de la Ciudad?
Es una muestra más de que la prioridad nunca es la educación: siempre se recorta. Siempre hablan de equiparar derechos pero el criterio que tienen es que los derechos equiparen para abajo: si todos no tienen natación entonces que nadie tenga, y nosotros creemos que equiparar derechos es que el Gobierno de la Ciudad construya nuevos natatorios, alquile natatorios privados, y que garantice el Plan de Natación a todos los alumnos de la escuelas públicas de la Ciudad. Lo que nosotros pretendemos con el reclamo de nuestra pileta es sumarnos a un reclamo más general que es que se invierta en educación pública.

Foto: Nacho Yuchark.
Los 4 puntos
Hoy la comunidad educativa del Álvarez Thomas vino hasta el Ministerio a entregar 323 folios con 6304 firmas de una carta dirigida a Soledad Acuña, Ministra de educación porteña, solicitando cuatro puntos principales:
Garantizar el dictado de clases de natación para el nivel inicial, salas de 4 y 5 años, de la Escuela N° 4 D.E. 16 durante toda la extensión de cada ciclo lectivo, tal como se ejecutó hasta diciembre de 2017 en cumplimiento del Proyecto Escuela de la institución.
Se garantice el dictado de las clases de natación para el nivel primario de 1° a 7° durante toda la extensión de cada ciclo lectivo, para el alumnado de la Escuela N° 4, D. E. 16.; tal como se ejecutó hasta diciembre de 2017 en cumplimiento del Proyecto Escuela de la institución.
Foto: Nacho Yuchark.
Disponga todas las medidas tendientes a sostener las actividades comunitarias y extraescolares que lleva adelante la Asociación Cooperadora, desde la construcción del Natatorio en la década del 70 hasta a la fecha y que genera los recursos para sostenimiento de los recursos materiales, el equipamiento y la infraestructura básicos necesarios de la escuela y del plan natación.
Dejar sin efecto las modificaciones (Res. 344/2018) impetradas al original Plan Municipal de Natación en tanto significan una reducción de la población abarcada y un deterioro en las expectativas en la extensión y calidad del derecho a la educación vinculado de todos los alumnos/as de las escuelas públicas de la CABA.
“Sopa, sopa, sopa, la pileta no se toca”, cantan les niñes.

Foto: Nacho Yuchark.
Además de las 6304 firmas entregadas en papel, mediante la plataforma change.org se juntaron otras casi 20.000. Ahí se explica el porqué de la pelopincho en el bajo porteño: “El Decreto 149/19 del Jefe de Gobierno de la Ciudad dispone ‘la creación de un CECN (Centro Educativo Complementario de Natación)’ en la Escuela N° 4 D.E. 16. La creación del CECN es una mera reasignación burocrática de recursos y bienes ya existentes. Como se ha dicho precedentemente, el natatorio de la Escuela Álvarez Thomas fue construido y es mantenido desde hace casi 50 años por su Asociación Cooperadora. El CECN tiene como única y clara finalidad quitarle el natatorio a la escuela. La aplicación práctica de este nuevo decreto del GCBA, en conjunto con las resoluciones y actos administrativos anteriores, restringe y condiciona los derechos a la salud y a la educación de todos/as los/as niños y niñas que asisten a las escuelas públicas de gestión estatal. Las reformas introducidas (Resolución 344/MEIGC/2018 y Decreto 149/19) sólo aseguran una ‘caritativa’ experimentación en el medio acuático para los/as alumnos/as de 4to. Grado. Por lo tanto, el GCBA avanza en el objetivo de eliminar las clases de natación para el alumnado del nivel inicial y de primaria de todas las escuelas (incluidas aquellas con natatorio propio)”.
Mientras dos representantes entran a entregar las firmas al Ministerio en la vereda se entona otro hit:
“Larreta, sacate la careta”.

Foto: Nacho Yuchark.
El piletazo
Paula, mamá de una alumna de primaria y parte de la Cooperadora, fue una de las encargadas de entregar las firmas. “Esto excede la cuestión de la cooperadora: es un reclamo que afecta a toda la comunidad”, explica a lavaca luego de salir del Ministerio. “Fue una reunión improvisada para poder dejarle la nota. Nos recibió un asesor de la subsecretaria. Dijo que se comprometía a gestionar una reunión o una instancia de dialogo que podría ser para revaluar las decisiones que tomaron”.
“Estamos acá para defender los derechos de los chicos, para que no pierdan natación que es un derecho ganado”, suma una maestra de tercer grado, delegada de Unión de Trabajadores de la Educación en la escuela. “Es parte de su desarrollo físico y emocional. Tiene que ver también con una vincularidad distinta y con una actividad física que están acostumbrados. Empiezan a recortar cada vez más donde ya han recortado. Estará buenísimo que en vez de sacar los derechos históricos adquiridos que tienen estas familias abrir espacios donde podrían construir nuevas piletas”.

Foto: Nacho Yuchark.
Daniel Arroyo, referente gremial UTE del distrito 16, aporta: “Esto es un reflejo más de la política educativa de desinversión, de recortes de derechos. Hace muy poco vinimos de la intención del cierre de las escuelas nocturnas, la comunidad educativa se plantó y fue un triunfo que obtuvimos. Es un Gobierno que le da la espalda a la comunidad, acá tenemos un consenso entre docentes, familiares, la comunidad educativa toda y el gobierno no recibe a los padres”.
Es Delfina, alumna de 6to grado la que resume todo: “Hago pileta desde jardín. Aparte de aprender a nadar nos divertimos con mis amigos. Esto es malo: si nos sacan la pileta a nosotros los nenes del jardín no van a poder aprender”.
De fondo, a las sabias y tiernas palabras de Delfina le hace eco otro canto que anuncia que la lucha sigue, y que tiene nombre:
“Aso, aso, aso, se viene el piletazo”, se canta ahora.
Que se venga.

Foto: Nacho Yuchark.

Foto: Nacho Yuchark.

Foto: Nacho Yuchark.
Portada
Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso
La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes […]

La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes salvaron de que los uniformados la pasaran por arriba. En medio del narcogate de Espert, quien pidió licencia en Diputados por “motivos personales”, las imágenes volvieron a exhibir la debilidad del Gobierno, golpeando a personas con la mínima que no llegan a fin de mes, mientras sufría otra derrota en la Cámara baja, que aprobó con 140 votos afirmativos la ley que limita el uso de los DNU por parte de Milei.
Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla.
Fotos: Juan Valeiro.
Un jubilado de setenta y tantos eleva un cartel bien alto con sus dos manos.
“Pan y circo”, dice.
Pero el “pan” y la “y” están tachados, porque en este miércoles, como en esta época, lo que falta de pan sobra de circo. El triste espectáculo lo ofrece una vez más la policía, hoy particularmente la de la Ciudad, que desplegó un cordón sobre Callao, casi a la altura de Sarmiento, para evitar que la pacífica movilización de jubilados y jubiladas llegara hasta la avenida Corrientes. Detrás de los escudos, aparecieron los runrunes de la motorizada para atemorizar. Y envalentonados, los escudos avanzaron contra todo lo que se moviera, con una estrategia perversa: cada tanto, los policías abrían el cordón y de atrás salían otros uniformados que, al estilo piraña, cazaban a la persona que tenían enfrente. Algunos zafaron a último milímetro.
Pero los oficiales detuvieron a cuatro: el jubilado Víctor Amarilla, el fotógrafo Fabricio Fisher, un joven llamado Cristian Zacarías Valderrama Godoy, y otro hombre llamado Osvaldo Mancilla.



Las detenciones de Cristian Zacarías y del fotógrafo Fabricio Fisher. La policía detuvo al periodista mientras estaba de espaldas. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
En esa avanzada, una jubilada llamada María Rosa Ojeda cayó al suelo por los golpes y fue la rápida intervención de los manifestantes, del Cuerpo de Evacuación y Primeros Auxilios (CEPA), y de otros rescatistas los que la ayudaron. “Gracias a todos ellos la policía no me pasó por encima”, dijo. Su única arma era un bastón con la bandera de argentina.
Como en otros miércoles de represión, la estrategia pareciera buscar que estas imágenes opaquen aquellas otras que evidencian el momento de debilidad que atraviesa el Gobierno. Hoy no sólo el diputado José Luis Espert, acusado de recibir dinero de Federico «Fred» Machado, empresario extraditado a Estados Unidos por una causa narco, se tomó licencia alegando “motivos personales”, sino que la Cámara baja sancionó, por 140 votos a favor, 80 negativos y 17 abstenciones, la ley que limita el uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) por parte del Presidente. El gobierno anunció un clásico ya de esta gestión: el veto.
Por ahora, el proyecto avanza hacia el Senado.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El poco pan
La calle preveía este golpe, y por eso durante este miércoles se cantó:
“Si no hay aumento,
consiganló,
del 3%
que Karina se robó”.
Ese tema fue el hit del inicio de la jornada de este miércoles, aunque hilando fino carece de verdad absoluta, porque las jubilaciones de octubre sí registraron un aumento: el 1,88%, que llevó el haber mínimo a $326.298,38. Sumado al bono de 70 mil, la mínima trepó a $396 mil. “Es un valor irrisorio. Seguimos sumergidos en una vida que no es justa y el gobierno no afloja un mango, es tremendo cómo vivimos”, cuenta Mario, que no hay miércoles donde no diga presente. “Nos hipotecan el presente y el futuro también, cerrando acuerdos con el FMI que nos impone cómo vivir, y no es más que pan para hoy y hambre para mañana, aunque el pan para hoy te lo debo”.
Victoria tiene 64 años y es del barrio porteño de Villa Urquiza. Cuenta que desde hace 10 meses no puede pagar las expensas. Y que por eso el consorcio le inició un juicio. Cuenta que otra vecina, de 80, está en la misma. Cuenta que es insulina dependiente pero que ya no la compra porque no tiene con qué. Cuenta que su edificio es 100% eléctrico y que de luz le vienen alrededor de 140 mil pesos, más de un tercio de su jubilación. Cuenta que está comiendo una vez por día y que su “dieta” es “mate, mate y mate”. Vuelve a sonreír cuando cuenta que tiene 3 hijos y 4 nietos y cuando dice que va a resistir: “Hasta cuando pueda”.

A María Rosa la salvó la gente de que la policía la pasara por arriba. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El mucho circo
Desde temprano hubo señales de que la represión policial estaba al caer. A diferencia de los miércoles anteriores, la Policía no cortó la avenida Rivadavia a la altura de Callao. Tampoco cortó el tránsito, lo que permitió que los jubilados y las jubiladas cortaran la calle para hacer semaforazos. Después de media hora, cuando la policía empezó a desviar el tránsito y la calle quedó desolada, comenzó la marcha, pero en vez de rodear la Plaza de los Dos Congresos como es habitual, caminó por Callao en dirección a Corrientes, hasta metros de la calle Sarmiento, donde se erigió un cordón policial y empezó a avanzar contra las y los manifestantes.
Desde atrás, irrumpieron con violencia dos cuerpos en moto: el GAM (Grupo de Acción Motorizada) y el USyD (Unidad de Saturación y Detención), pegando con bastones e insultando a quienes estaban en la calle. “Vinieron a pegarme directamente, mi pareja me quiso ayudar y lo detuvieron a él, que no estaba haciendo nada”, cuenta Lucas, el compañero de Cristian Zacarías, uno de los detenidos.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Cercaron el lugar una centena de efectivos de la policía porteña, que no permitieron a la prensa acercarse ni estar en la vereda registrando la escena.
“¿Alguien me puede decir si la detención fue convalidada”, pregunta Lucas al pelotón policial.
Silencio.
“¿Me pueden decir sí o no?”.
Silencio.
Un comerciante mira y vocifera: “¿Sabés lo que hicieron a la vuelta? Subieron a la vereda con las motos”.
Otro se acerca y pregunta: “¿A quién tienen detenido acá, al Chapo Guzmán?”
“No”, le responde seco un periodista: “A un pibe y a un jubilado”.
La Comisión Provincial por la Memoria confirmó las cuatro detenciones (fue aprehendida una quinta persona y derivada al SAME para su atención) y cuatro personas heridas. El despliegue incluyó la presencia también de Policía Federal, Prefectura y Gendarmería detrás del Congreso mientras el despliegue represivo fue «comandado por agentes de infantería de la Policía de la Ciudad». El organismo observó que después de semanas donde el operativo disponía el vallado completo, en los últimos miércoles el dispositivo dejó abierta una vía de circulación que es la que eligen las fuerzas para avanzar contra los manifestantes.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
También se hizo presente Fabián Grillo, papá de Pablo, que sufrió esa represión el 12 de marzo, en esta misma plaza, y continúa su rehabilitación en el Hospital Rocca. “Su evolución es positiva”, comunicó la familia. El fotorreportero está empezando a comer papilla con ayuda, continúa con sonda como alimento principal, se sienta y se levanta con asistencia y le están administrando medicación para que esté más reactivo. “Seguimos para adelante, lento, pero a paso firme”, dicen familiares y amigos. El martes, la jueza María Servini procesó al gendarme Héctor Guerrero por el disparo. El domingo se cumplirán siete meses y lo recordarán con un festival.
Pablo Caballero mira toda esta disposición surrealista desde un costado. Tiene 76 años y cuatro carteles pegados sobre un cuadrado de cartón tan grande que va desde el piso del Congreso hasta su cintura:
- “Roba, endeuda, estafa, paga y cobra coimas. CoiMEA y nos dice MEAdos. Miente, se contradice, vocifera, insulta, violenta, empobrece, fuga, concentra. ¿Para qué lo queremos? No queremos, ¡basta! Votemos otra cosa”.
- “El 3% de la coimeada más el 7% del chorro generan 450% de sobreprecios de medicamentos”.
- El tercer cartel enumera todo lo que “mata” la desfinanciación: ARSAT, INAI, CAREM, CONICET, ENERC, Gaumont, INCAA, Banco Nación, Aerolíneas, Hidrovía, agua, gas, litio, tierras raras, petróleo, educación. Una enumeración del saqueo.
El cuarto cartel lo explica Pablo: “Cobro la jubilación mínima, que equivale al 4% de lo que cobran los que deciden lo que tenemos que cobrar, que son 10 millones de pesos. No tiene sentido. Por eso, hay que ir a votar en octubre”.
Pablo mira al cielo, como una imploración: «¡Y que se vayan!».

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Artes
Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro

La revista Llegás lanza la 8ª edición de su tradicional encuentro artístico, que incluye 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas. Del 31 de agosto al 12 de septiembre habrá espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. El festival llega con una victoria bajo el brazo: este jueves el Senado rechazó el decreto 345/25 que pretendía desguazar el Instituto Nacional del Teatro.
Por María del Carmen Varela.
«La lucha continúa», vitorearon este jueves desde la escena teatral, una vez derogado el decreto 345/25 impulsado por el gobierno nacional para vaciar el Instituto Nacional del Teatro (INT).
En ese plan colectivo de continuar la resistencia, la revista Llegás, que ya lleva más de dos décadas visibilizando e impulsando la escena local, organiza la 8ª edición de su Festival de teatro, que en esta ocasión tendrá 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas, en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. Del 31 de agosto al 12 de septiembre, más de 250 artistas escénicos se encontrarán con el público para compartir espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia.
El encuentro de apertura se llevará a cabo en Factoría Club Social el domingo 31 de agosto a las 18. Una hora antes arrancarán las primeras dos obras que inauguran el festival: Evitácora, con dramaturgia de Ana Alvarado, la interpretación de Carolina Tejeda y Leonardo Volpedo y la dirección de Caro Ruy y Javier Swedsky, así como Las Cautivas, en el Teatro Metropolitan, de Mariano Tenconi Blanco, con Lorena Vega y Laura Paredes. La fiesta de cierre será en el Circuito Cultural JJ el viernes 12 de septiembre a las 20. En esta oportunidad se convocó a elencos y salas de teatro independiente, oficial y comercial.
Esta comunión artística impulsada por Llegás se da en un contexto de preocupación por el avance del gobierno nacional contra todo el ámbito de la cultura. La derogación del decreto 345/25 es un bálsamo para la escena teatral, porque sin el funcionamiento natural del INT corren serio riesgo la permanencia de muchas salas de teatro independiente en todo el país. Luego de su tratamiento en Diputados, el Senado rechazó el decreto por amplia mayoría: 57 rechazos, 13 votos afirmativos y una abstención.
“Realizar un festival es continuar con el aporte a la producción de eventos culturales desde diversos puntos de vista, ya que todos los hacedores de Llegás pertenecemos a diferentes disciplinas artísticas. A lo largo de nuestros 21 años mantenemos la gratuidad de nuestro medio de comunicación, una señal de identidad del festival que mantiene el espíritu de nuestra revista y fomenta el intercambio con las compañías teatrales”, cuenta Ricardo Tamburrano, director de la revista y quien junto a la bailarina y coreógrafa Melina Seldes organizan Llegás.
Más información y compra de entradas: www.festival-llegas.com.ar

CABA
Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.
Por María del Carmen Varela
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.
Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.
Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.
Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.
El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.
Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.
Continuará.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
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