Nota
El Piletazo: una comunidad movilizada por su natatorio, o cómo nadar contra la corriente
Con una creativa protesta, los alumnxs, madres, padres y docentes de la Escuela nº4 de Agronomía presentaron más de 6 mil firmas para que el gobierno porteño deje sin efecto un Decreto que le saca a la Cooperadora el natatorio que maneja hace 50 años. Allí aprenden niñxs desde el jardín y acuden jóvenes de otras escuelas públicas a precios que le ganan por goleada a Sportclub o Megatlón. El gobierno dice que quiere abrir la pileta a más gente, pero la comunidad sospecha lo contrario. “Abran más piletas”, contrapropuso. Y entregó un documento con 4 puntos donde piden que se garanticen las actividades comunitarias. Qué es lo que está en juego, y qué dicen las voces que avisan: “Se viene el Piletazo”.
No es verano, no es un patio de una casa, pero a la una y media de la tarde en la vereda de Avenida Paseo Colón 255 hay una pelopincho.
Esta vez, la típica pileta de tela celeste con patas de metal está armada en la puerta del Ministerio de Educación e Innovación de la Ciudad de Buenos Aires. Alrededor, niñxs con guardapolvo blanco o pintorcitos celeste de jardín público, adultxs con toallones en los hombros, gorros de látex en la cabeza y antiparras en la cara cantan lo que parece ser el hit del momento:
“Acuña, Larreta, devuelvan la pileta”
¿De qué hablan?

Foto: Nacho Yuchark.
Piletas para todxs
En 1971 la Asociación Cooperadora de la Escuela N°4 del Distrito Escolar 16 “Álvarez Thomas”, en el barrio de Agronomía, construyó un natatorio techado, baños y vestuarios dentro de la escuela. Desde entonces, las instalaciones se utilizan para el aprendizaje y práctica de natación de sus alumnos y alumnas. Esa misma comunidad hoy denuncia que mediante el Decreto 149/19 el gobierno porteño busca quitarle a la Cooperadora el control de esa pileta y, de ese modo, alejarla de la dinámica que mantiene con lxs alumnxs de esa escuela y de otras desde que nació. “Vinimos acá los padres y madres autoconvocados de la escuela Álvarez Thomas a traer a más de 6.000 firmas que juntamos en apoyo a la derogación del decreto que impulsa el Jefe de Gobierno de la pileta del colegio”, explica a lavaca Carla, mamá de una alumna de segundo grado. “Es un natatorio que fue construido hace 50 años por la cooperadora y de la comunidad y que desde ese momento es sostenido con recursos genuinos y propios de la misma comunidad y cooperadora”.

Foto: Nacho Yuchark.
¿Eso en que los perjudica?
Existía por reglamentación la obligatoriedad de que los alumnos de las escuelas que tuvieran natatorio propio, que sean natatorios sedes, tengan natación desde nivel inicial hasta fin de la primaria. Luego se cambió esa resolución. Ahora crearon un CECN (Centro Educativo Complementario de Natación), lo cual hace que la pileta esté en manos de un director aparte y ellos van a decidir quienes la usan. El uso de la pileta por parte de los alumnos del Álvarez Thomas está a disponibilidad de tiempo y espacio que quede libre. El natatorio fue construido dentro de la escuela, es un natatorio púbico. El problema es que el embate contra la pileta es un embate también al sostenimiento del colegio en general porque la cooperadora gracias a que construyó esa pileta y la mantiene puede brindar clases a toda la comunidad a precios súper económicos y con eso generar recursos para sostener el colegio que también está desfinanciado.
¿Qué explicación dan desde el Gobierno?
Lo que dijo públicamente el Jefe de Gobierno es que nosotros tenemos que compartir la pileta con otras escuelas, lo cual ya sucede: más de 500 chicos por día, de otras escuelas de la Ciudad, asisten a nuestro colegio. Pero en reuniones privadas que se tuvieron con funcionarios de rango menor del Ministerio lo que dicen es que ellos quieren dejar de gastar recursos públicos en alquilar natatorios y utilizar los recursos que tienen disponibles; pero para eso atentan contra los derechos de los chicos de la escuela. Ahora en la escuela van todos a la pileta. Lo que nos dicen es que no nos pueden garantizar que el año que viene continúe este plan extendido a todas nuestras salas y grados y corren el riesgo de que terminen haciendo una experiencia acuática para 4 grado, un cuatrimestre, 14 clases nada más.
¿Cómo leen esta decisión del gobierno dentro de la política de educación de la Ciudad?
Es una muestra más de que la prioridad nunca es la educación: siempre se recorta. Siempre hablan de equiparar derechos pero el criterio que tienen es que los derechos equiparen para abajo: si todos no tienen natación entonces que nadie tenga, y nosotros creemos que equiparar derechos es que el Gobierno de la Ciudad construya nuevos natatorios, alquile natatorios privados, y que garantice el Plan de Natación a todos los alumnos de la escuelas públicas de la Ciudad. Lo que nosotros pretendemos con el reclamo de nuestra pileta es sumarnos a un reclamo más general que es que se invierta en educación pública.

Foto: Nacho Yuchark.
Los 4 puntos
Hoy la comunidad educativa del Álvarez Thomas vino hasta el Ministerio a entregar 323 folios con 6304 firmas de una carta dirigida a Soledad Acuña, Ministra de educación porteña, solicitando cuatro puntos principales:
Garantizar el dictado de clases de natación para el nivel inicial, salas de 4 y 5 años, de la Escuela N° 4 D.E. 16 durante toda la extensión de cada ciclo lectivo, tal como se ejecutó hasta diciembre de 2017 en cumplimiento del Proyecto Escuela de la institución.
Se garantice el dictado de las clases de natación para el nivel primario de 1° a 7° durante toda la extensión de cada ciclo lectivo, para el alumnado de la Escuela N° 4, D. E. 16.; tal como se ejecutó hasta diciembre de 2017 en cumplimiento del Proyecto Escuela de la institución.
Foto: Nacho Yuchark.
Disponga todas las medidas tendientes a sostener las actividades comunitarias y extraescolares que lleva adelante la Asociación Cooperadora, desde la construcción del Natatorio en la década del 70 hasta a la fecha y que genera los recursos para sostenimiento de los recursos materiales, el equipamiento y la infraestructura básicos necesarios de la escuela y del plan natación.
Dejar sin efecto las modificaciones (Res. 344/2018) impetradas al original Plan Municipal de Natación en tanto significan una reducción de la población abarcada y un deterioro en las expectativas en la extensión y calidad del derecho a la educación vinculado de todos los alumnos/as de las escuelas públicas de la CABA.
“Sopa, sopa, sopa, la pileta no se toca”, cantan les niñes.

Foto: Nacho Yuchark.
Además de las 6304 firmas entregadas en papel, mediante la plataforma change.org se juntaron otras casi 20.000. Ahí se explica el porqué de la pelopincho en el bajo porteño: “El Decreto 149/19 del Jefe de Gobierno de la Ciudad dispone ‘la creación de un CECN (Centro Educativo Complementario de Natación)’ en la Escuela N° 4 D.E. 16. La creación del CECN es una mera reasignación burocrática de recursos y bienes ya existentes. Como se ha dicho precedentemente, el natatorio de la Escuela Álvarez Thomas fue construido y es mantenido desde hace casi 50 años por su Asociación Cooperadora. El CECN tiene como única y clara finalidad quitarle el natatorio a la escuela. La aplicación práctica de este nuevo decreto del GCBA, en conjunto con las resoluciones y actos administrativos anteriores, restringe y condiciona los derechos a la salud y a la educación de todos/as los/as niños y niñas que asisten a las escuelas públicas de gestión estatal. Las reformas introducidas (Resolución 344/MEIGC/2018 y Decreto 149/19) sólo aseguran una ‘caritativa’ experimentación en el medio acuático para los/as alumnos/as de 4to. Grado. Por lo tanto, el GCBA avanza en el objetivo de eliminar las clases de natación para el alumnado del nivel inicial y de primaria de todas las escuelas (incluidas aquellas con natatorio propio)”.
Mientras dos representantes entran a entregar las firmas al Ministerio en la vereda se entona otro hit:
“Larreta, sacate la careta”.

Foto: Nacho Yuchark.
El piletazo
Paula, mamá de una alumna de primaria y parte de la Cooperadora, fue una de las encargadas de entregar las firmas. “Esto excede la cuestión de la cooperadora: es un reclamo que afecta a toda la comunidad”, explica a lavaca luego de salir del Ministerio. “Fue una reunión improvisada para poder dejarle la nota. Nos recibió un asesor de la subsecretaria. Dijo que se comprometía a gestionar una reunión o una instancia de dialogo que podría ser para revaluar las decisiones que tomaron”.
“Estamos acá para defender los derechos de los chicos, para que no pierdan natación que es un derecho ganado”, suma una maestra de tercer grado, delegada de Unión de Trabajadores de la Educación en la escuela. “Es parte de su desarrollo físico y emocional. Tiene que ver también con una vincularidad distinta y con una actividad física que están acostumbrados. Empiezan a recortar cada vez más donde ya han recortado. Estará buenísimo que en vez de sacar los derechos históricos adquiridos que tienen estas familias abrir espacios donde podrían construir nuevas piletas”.

Foto: Nacho Yuchark.
Daniel Arroyo, referente gremial UTE del distrito 16, aporta: “Esto es un reflejo más de la política educativa de desinversión, de recortes de derechos. Hace muy poco vinimos de la intención del cierre de las escuelas nocturnas, la comunidad educativa se plantó y fue un triunfo que obtuvimos. Es un Gobierno que le da la espalda a la comunidad, acá tenemos un consenso entre docentes, familiares, la comunidad educativa toda y el gobierno no recibe a los padres”.
Es Delfina, alumna de 6to grado la que resume todo: “Hago pileta desde jardín. Aparte de aprender a nadar nos divertimos con mis amigos. Esto es malo: si nos sacan la pileta a nosotros los nenes del jardín no van a poder aprender”.
De fondo, a las sabias y tiernas palabras de Delfina le hace eco otro canto que anuncia que la lucha sigue, y que tiene nombre:
“Aso, aso, aso, se viene el piletazo”, se canta ahora.
Que se venga.

Foto: Nacho Yuchark.

Foto: Nacho Yuchark.

Foto: Nacho Yuchark.
Nota
83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

83 días.
Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.
83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.
83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.
83 días y seis intervenciones quirúrgicas.
83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo.
83 días hasta hoy.
Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro.
Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”.
Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).
Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca.
El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”.
La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».
La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería.
Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.
Esta es parte de la vida que no pudieron matar:
Nota
La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen
Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.
Por María del Carmen Varela.
La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia.
La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.
Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.
La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional. A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.
Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.
Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro.
MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA
Viernes 30 de mayo, 20.30 hs
Entradas por Alternativa Teatral

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Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro

Una actriz que cautiva. Una historia que desgarra. Música en vivo. La obra Perla Guaraní volvió de la gira en España al Teatro Polonia (Fitz Roy 1475, CABA) y sigue por dos domingos. El recomendado de lavaca esta semana.
Por María del Carmen Varela
La sala del teatro Polonia se tiñe de colores rojizos, impregnada de un aroma salvaje, de una combustión entre vegetación y madera, y alberga una historia que está a punto de brotar: Perla es parte de una naturaleza frondosa que nos cautivará durante un cuarto de hora con los matices de una vida con espinas que rasgan el relato y afloran a través de su voz.
La tonada y la crónica minuciosa nos ubican en un paisaje de influjo guaraní. Un machete le asegura defensa, aunque no parece necesitar protección. De movimientos rápidos y precisos, ajusta su instinto y en un instante captura el peligro que acecha entre las ramas. Sin perder ese sentido del humor mordaz que a veces nace de la fatalidad, nos mira, nos habla y nos deslumbra. Pregunta: “¿quién quiere comprar zapatos? Vos, reinita, que te veo la billetera abultada”. Los zapatos no se venden. ¿Qué le queda por vender? La música alegre del litoral, abrazo para sus penas.

La actriz y bailarina Gabriela Pastor moldeó este personaje y le pone cuerpo en el escenario. Nacida en Formosa, hija de maestrxs rurales, aprendió el idioma guaraní al escuchar a su madre y a su padre hablarlo con lxs alumnxs y también a través de sus abuelxs maternxs paraguayxs. “Paraguay tiene un encanto muy particular”, afirma ella. “El pueblo guaraní es guerrero, resistente y poderoso”.
El personaje de Perla apareció después de una experiencia frustrante: Gabriela fue convocada para participar en una película que iba a ser rodada en Paraguay y el director la excluyó por mensaje de whatsapp unos días antes de viajar a filmar. “Por suerte eso ya es anécdota. Gracias a ese dolor, a esa herida, escribí la obra. Me salvó y me sigue salvando”, cuenta orgullosa, ya que la obra viene girando desde hace años, pasando por teatros como Timbre 4 e incluyendo escala europea.
Las vivencias del territorio donde nació y creció, la lectura de los libros de Augusto Roa Bastos y la participación en el Laboratorio de creación I con el director, dramaturgo y docente Ricardo Bartis en el Teatro Nacional Cervantes en 2017 fueron algunos de los resortes que impulsaron Perla guaraní.
Acerca de la experiencia en el Laboratorio, Gabriela asegura que “fue un despliegue actoral enorme, una fuerza tan poderosa convocada en ese grupo de 35 actores y actrices en escena que terminó siendo La liebre y la tortuga” (una propuesta teatral presentada en el Centro de las Artes de la UNSAM). Los momentos fundantes de Perla aparecieron en ese Laboratorio. “Bartís nos pidió que pusiéramos en juego un material propio que nos prendiera fuego. Agarré un mapa viejo de América Latina y dos bolsas de zapatos, hice una pila y me subí encima: pronto estaba en ese territorio litoraleño, bajando por la ruta 11, describiendo ciudades y cantando fragmentos de canciones en guaraní”.
La obra en la que Gabriela se luce, que viene de España y también fue presentada en Asunción, está dirigida por Fabián Díaz, director, dramaturgo, actor y docente. Esta combinación de talentos más la participación del músico Juan Zuberman, quien con su guitarra aporta la cuota musical imprescindible para conectar con el territorio que propone la puesta, hacen de Perla guaraní una de las producciones más originales y destacadas de la escena actual.
Teatro Polonia, Fitz Roy 1475, CABA
Domingos 18 y 25 de mayo, 20 hs
Más info y entradas en @perlaguarani
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