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Encuentro para la agenda: Mahler con organizaciones culturales

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Representantes de más de quince organizaciones culturales se reunieron con Ángel Mahler, ministro de Cultura de la Ciudad  de Buenos Aires, y le marcaron la cancha y la agenda con una lista de pedidos colectivos y concretos. Los artistas exigieron, entre varias cosas, la renuncia de Darío Lopérfido al Teatro Colón, que se cumplan los plazos acordados para las obras edilicias en el Complejo Teatral de Buenos Aires, mejores condiciones en las instituciones educativas artísticas y, sobre todo, que se los escuche a la hora de gestionar sus áreas de trabajo.
A las 18:30 de la tarde y bajo la lluvia se agruparon unos veinte jóvenes artistas y trabajadores de la cultura con sus respectivos paraguas en pleno microcentro porteño. Acompañados por seis Madres de Plaza de Mayo entraron a un Ministerio de Cultura casi vacío, salvo por un guardia de seguridad que les indicó: segundo piso. Allí los esperaba Ángel Mahler, ministro de cultura porteño, sentado en su despacho, con una gran mesa en el medio y muchas sillas alrededor. A un costado de la mesa, un señor que ofrecía café y en el centro, un par de bandejas de masas finas.
“Parece una manifestación más que una reunión”, sugirió el hombre que se encontraba junto a Mahler y que le hizo comentarios por lo bajo durante todo el encuentro. Mientras tanto, los integrantes de las organizaciones de la cultura porteña seguían ingresando a la sala. Representantes de la danza contemporánea, teatro independiente, instituciones educativas artísticas, milongas, centros culturales, derechos humanos y trabajadores del sector cultural público estatal ocuparon todas las sillas y sillones que había hasta que algunos quedaron de pie. La reunión comenzó y el Ministro dijo en una frase breve que tiene “sueños grandes”, pero que todo lleva su tiempo y que hay que tener “paciencia”, palabra que repitió en casi todas sus respuestas a lo largo de la jornada. Tras esa introducción, en seguida prosiguió a darle la palabra al colectivo cultural.
Encuentro para la agenda: Mahler con organizaciones culturales
Lopérfido, renunciá ya
Lo primero que hicieron los artistas fue exigir una vez más y antes que nada la renuncia de Darío Lopérfido a la Dirección del Teatro Colón: “Nosotros entendemos que su permanencia en el Colón es un problema porque ya dijimos que no podemos tener diálogo con un funcionario negacionista. Eso implica cualquier cargo público, no sólo un ministerio porque para nosotros la cultura es un derecho humano.”. Los artistas explicaron y detallaron todos los por qué de su pedido dando una clase de historia y memoria acompañada por relatos de Madres de Plaza de Mayo.
Ángel Mahler respondió a toda la explicación que le dieran “un par de días para ver que se puede hacer al respecto”.
Frente a eso Juan Pablo Gómez, director y actor de teatro, agregó: “También es una falta de respeto que el Jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, diga que Lopérfido tiene muchas tareas y por eso va a descansar. Nosotros sabemos que no fue por eso su renuncia. Fue una exigencia que tuvo un consenso gigantesco dentro de la comunidad cultural de Buenos Aires entre artistas, docentes y gestores. Esta reunión era un imposible con un Ministro que tuviera su pensamiento sobre los desaparecidos. Para nosotros eso era una pared enorme y en esos términos no podemos trabajar en conjunto».
Ángel Mahler repitió su respuesta.
La cultura porteña, en obra
Luego tomaron la palabra los trabajadores del sector cultural público y le hablaron al Ministro mirándolo a los ojos: “Necesitamos que se mejoren las condiciones de trabajo y se hagan las reformas edilicias de los cinco institutos educativos que dependen del ministerio de cultura” Estas instituciones son el Instituto Vocacional de Arte (IVA), la Escuela Metropolitana de Arte dramático (EMAD), Conservatorio Superior de Música Manuel de Falla, Conservatorio Superior de Música Ástor Piazzola y el Instituto de Investigación en Etnomusicología. “Son espacios de formación de muchos alumnos y de estudio de formación en nivel superior. Necesitamos que nos permitan la incorporación de cargos y se realicen y terminen las reformas edilicias para que tenga relación con la realidad de lo que pasa en las instituciones».
El Ministro de Cultura escuchó en silencio las palabras sobre las dificultades laborales y respondió sobre las obras: “Mi idea es hacer esas mejoras rápido. Hacerlas de una vez y no estar seis años para hacer las cosas. Me reuní con los que tienen las licitaciones por las obras del Falla y me dijeron que estarían  en ocho meses a diez  meses. Todo lo que es infraestructura es algo que me interesa mucho solucionar”.
Se suma entonces la representante del Foro de Danza en Acción por el tema de las obras públicas cuando Mahler le da ese pie: menciona el estado de obra permanente del Complejo Teatral de Buenos Aires que mantiene 5 de sus 7 salas cerradas.
Ángel Mahler responde: “También hablé por el teatro San Martín y me dijeron que va a estar terminado en marzo del año que viene. Además, el Alvear es un teatro que a mí me encanta así que lo tomé como una cuestión personal”.
La representante del Foro de Danza contesta: “Pero sigue sin quedar claro cómo van a cumplir las fechas y qué va a pasar con la programación”.
“Está  todo para que eso se cumpla y estamos nosotros para cuidar que eso pase”, responde el Ministro de Cultura sin más aclaraciones ni precisiones al respecto.
La reunión continúa sobre la situación de la danza. La representante de Foro de Danza en Acción dice: “Necesitamos que no se relegue a la danza contemporánea de la agenda porque está pasando eso. El Festival de danza contemporánea es cada dos años y para este año no se había estipulado fecha. Tuvimos que presionar para que suceda y recién se va a hacer en diciembre».
Una Madre de Plaza de Mayo mira a la bailarina y con voz dulce pero fuerte y clara le dice: “Y pensar que la danza era la joyita del San Martín ¿no?”
Todos en la sala se ríen.
Ángel Mahler, no.
Clausuras y tarifazos
Los pedidos continuaron y se sumó el tema de  las clausuras de los espacios culturales. “Pasamos más tiempo haciendo trámites de habilitaciones que arte”, dijo un representante de centros culturales. Luego se agregó el tema de las tarifas de los servicios: “Necesitamos poder pagar luz y agua sin volver inaccesible la cultura”, dijo otro artista.
Mahler respondió: “Con respecto a las tarifas mi idea es no tapar el problema con una solución momentánea. Tengo ideas para que funcione a largo plazo.”
“Bajar las tarifas”, sugirió uno de los representantes de la cultura.
“No, no es bajar las tarifas. Es crear algo para todos los teatros independientes.”, dijo el Ministro y no hizo mayores aclaraciones sobre qué es ese “algo”.
Ahí comienza el cierre del encuentro y se abre la promesa de otras reuniones por sectores.
Finalizando la reunión, un representante de la cultura dice: “Queremos dejar en claro que acá hay gente que sabe lo que hace. Conocemos mucho de lo que estamos hablando. Por eso queremos poder dialogar y que se nos escuche”. Y una Madre de Plaza de Mayo agrega: “Yo quiero decirle que a la gente se la recuerda por los hechos. No por las impresiones. Esperamos muchos hechos concretos”.
Y todos los artistas presentes la aplauden.
En ese momento, Ángel Mahler hace que uno de los artistas tome un cuadro que tenía a sus espaldas y lea una frase de Ludwig Van Beethoven en voz alta: “El único signo de superioridad que conozco es la bondad”.
Todos los representantes de la cultura hacen un silencio general.
A lo que el Ministro responde: “Lo que quiero decir con eso es que estoy seguro de lo que voy a  hacer. Denme tiempo y tengan paciencia».
 
 
 
 
 

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83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

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Pablo Grillo
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83 días.

Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.

83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.

83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.

83 días y seis intervenciones quirúrgicas.

83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo. 

83 días hasta hoy. 

Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro. 

Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”. 

Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).

Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca. 

El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”. 

La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».

La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería. 

Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.

Esta es parte de la vida que no pudieron matar:

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La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen

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Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.

Por María del Carmen Varela.

La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen

La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia. 

La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.

Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.

La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional.  A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.

Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.

Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro. 

MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA

Viernes 30 de mayo, 20.30 hs

Entradas por Alternativa Teatral

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Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro

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Una actriz que cautiva. Una historia que desgarra. Música en vivo. La obra Perla Guaraní volvió de la gira en España al Teatro Polonia (Fitz Roy 1475, CABA) y sigue por dos domingos. El recomendado de lavaca esta semana.

Por María del Carmen Varela

La sala del teatro Polonia se tiñe de colores rojizos, impregnada de un aroma salvaje, de una combustión entre vegetación y madera, y alberga una historia que está a punto de brotar: Perla es parte de una naturaleza frondosa que nos cautivará durante un cuarto de hora con los matices de una vida con espinas que rasgan el relato y afloran a través de su voz.

La tonada y la crónica minuciosa nos ubican en un paisaje de influjo guaraní. Un machete le asegura defensa, aunque no parece necesitar protección. De movimientos rápidos y precisos, ajusta su instinto y en un instante captura el peligro que acecha entre las ramas. Sin perder ese sentido del humor mordaz que a veces nace de la fatalidad, nos mira, nos habla y nos deslumbra. Pregunta: “¿quién quiere comprar zapatos? Vos, reinita, que te veo la billetera abultada”. Los zapatos no se venden. ¿Qué le queda por vender? La música alegre del litoral, abrazo para sus penas.

Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro
Gabriela Pastor en escena. Detrás, Juan Zuberman interpreta a un ciego que toca la guitarra.

La actriz y bailarina Gabriela Pastor moldeó este personaje y le pone cuerpo en el escenario.  Nacida en Formosa, hija de maestrxs rurales, aprendió el idioma guaraní al escuchar a su madre y a su padre hablarlo con lxs alumnxs y también a través de sus abuelxs maternxs paraguayxs. “Paraguay tiene un encanto muy particular”, afirma ella. “El pueblo guaraní es guerrero, resistente y poderoso”.

El personaje de Perla apareció después de una experiencia frustrante: Gabriela fue convocada para participar en una película que iba a ser rodada en Paraguay y el director la excluyó por mensaje de whatsapp unos días antes de viajar a filmar. “Por suerte eso ya es anécdota. Gracias a ese dolor, a esa herida, escribí la obra. Me salvó y me sigue salvando”, cuenta orgullosa, ya que la obra viene girando desde hace años, pasando por teatros como Timbre 4 e incluyendo escala europea.

Las vivencias del territorio donde nació y creció, la lectura de los libros de Augusto Roa Bastos y la participación en el Laboratorio de creación I con el director, dramaturgo y docente Ricardo Bartis en el Teatro Nacional Cervantes en 2017 fueron algunos de los resortes que impulsaron Perla guaraní.

Acerca de la experiencia en el Laboratorio, Gabriela asegura que “fue un despliegue actoral enorme, una fuerza tan poderosa convocada en ese grupo de 35 actores y actrices en escena que terminó siendo La liebre y la tortuga” (una propuesta teatral presentada en el Centro de las Artes de la UNSAM). Los momentos fundantes de Perla aparecieron en ese Laboratorio. “Bartís nos pidió que pusiéramos en juego un material propio que nos prendiera fuego. Agarré un mapa viejo de América Latina y dos bolsas de zapatos, hice una pila y me subí encima: pronto estaba en ese territorio litoraleño, bajando por la ruta 11, describiendo ciudades y cantando fragmentos de canciones en guaraní”.

La obra en la que Gabriela se luce, que viene de España y también fue presentada en Asunción, está dirigida por Fabián Díaz, director, dramaturgo, actor y docente. Esta combinación de talentos más la participación del músico Juan Zuberman, quien con su guitarra aporta la cuota musical imprescindible para conectar con el territorio que propone la puesta, hacen de Perla guaraní una de las producciones más originales y destacadas de la escena actual.

Teatro Polonia, Fitz Roy 1475, CABA

Domingos 18 y 25 de mayo, 20  hs

Más info y entradas en @perlaguarani

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