Nota
Esquel: 3650 días de democracia en la calle
Con una movilización histórica, que reunió a unas 6.000 personas, Esquel celebró los 10 años del plebiscito que, con un 81 % de los votos, determinó por primera vez en Latinoamérica que una comunidad lograse frenar un proyecto trasnacional minero.
Las empresas mineras y la gobernación parecen desmovilizadas, apariencia engañosa porque aún intentan tumbar total o parcialmente la Ley 5001 que prohíbe la minería en la provincia. Muchas localidades de Chubut participaron en el encuentro y coordinaron futuras acciones conjuntas. En el acto hubo referencias a la sincronía de fechas, 23 y 24 de marzo. Aquí, el documento completo de los vecinos autoconvocados que lograron cambiar la historia:
!Buenas tardes, vecinos y vecinas!
23  de Marzo hoy, 24 de Marzo mañana.
Quizá  porqué  estén en nuestro pueblo estas  dos fechas así ubicadas en el calendario.
Una, la de hoy,  nos recuerda  un plebiscito  histórico, fruto de la participación democrática y  la lucha de nuestro pueblo. Una  fecha luminosa.
La  de mañana  nos  recuerda la fecha de inicio de la dictadura más sangrienta.  Lo que  sucede cuando se  le  arrancan  al pueblo  sus derechos humanos más elementales.
30000  hermanos  desaparecidos.
Un país desvastado.
Una fecha oscura para no olvidar.
Quizá  podamos  ofrecer  desde nuestros corazones  este festejo  de hoy  a  aquellos  luchadores
populares  que  ya no están, porque  de alguna manera  retomamos  su posta. Que esta plaza  de hoy  sirva como  homenaje  de  la vida  a la  que  ellos  dieron  por   su causa.
Hoy estamos aquí  nuevamente luego de 10 largos años.  En esta plaza, en estas calles nuevamente, siempre los mismos y siempre nuevos. Renovados en las miradas de nuestros hijos más pequeños  y  de los jóvenes . Perseverantes y firmes  en los pasos de los amigos y vecinos  que somos más viejos…
Estos son días entre otras cosas, de  memoria …y hace diez años,  a estas horas, estábamos abriendo las urnas…y nos íbamos dando cuenta de lo que estaba ocurriendo…
Por cada 100 votos que salían , 81 decían: ¡NO A LA MINA!!!
!Ganábamos, vecinos!  Después de meses de  asambleas, calle, pintadas por las noches, concejales saltando por las ventanas,  gobernadores ignorantes, intendentes  ausentes, patotas, amenazas, clases, charlas
en barrios y escuelas…folletos y más folletos,
Estábamos ganando!!!!!
11065  votos  por el NO  que parecen sólo una cifra, pero que son cada uno una historia, como dijo la murga.  Historias  de compromiso, de dudas, de cambio, de discusiones y acuerdos , vivencias  que  fueron creciendo juntas  y  se dieron fuerza entre ellas,   cuando  hubo momentos de  incertidumbre , temores o angustia, pero que también supieron y aún saben, darse un abrazo  y compartir  sonrisas .
Recordamos  esta plaza llena de nosotros mismos, cantando  y  llorando de alegría, alzando a nuestros hijos , esos mismos que ahora enarbolan banderas y van al frente de las marchas.
Recordamos  a los  amigos  y vecinos  que  estaban  y que hoy nos dan  su  apoyo  desde otros horizontes  o  desde  otras alturas  …A ellos gracias!
Si, vecinos, nos acordamos. Nos acordamos de nosotros mismos, porque tenemos memoria.
Recordamos  en especial a  aquellos hombres y mujeres  que aún  sin tener  el pan para  llevar a  la mesa  de  sus hijos, plantaron su NO contra  la  compra  de voluntades , la trampa  de la desocupación fomentada  desde  el  gobierno, el abuso  y  las mentiras.
Recordamos  y reconocemos  a aquellos  que  sostuvieron  la antorcha de la lucha aún cuando  parecía  que  todo  estaba  terminado,  aún con la llama muy pequeñita, pero nunca apagada. A ellos, a ellas, !gracias!
Recordamos  hoy  a  los que salieron a la calle  aún  bajo la nieve y  la  lluvia , con  carritos de bebé, en silla  de ruedas,  con  paso lento, o como sea, para poder dar  su testimonio y su compromiso.
Tenemos una memoria viva, una memoria que crece porque la hacemos entre todos, y se enriquece. Una memoria que permite  que este sea un dia de fiesta, y no tan sólo una fecha convertida en estatua.
Esta  fue  y sigue siendo una lucha de todos , la lucha  de un pueblo por ser escuchado y respetado durante diez largos años, ya que no bastó  con  arrancarles aquel plebiscito y ganarlo por el 82 % de los votos, sino que hubo y aún hay que estar defendiendo aquella victoria cada día como si todos  los  días fueran un 23 de Marzo.
Creemos  que  la verdadera democracia es esta, la que  construímos cada día  comprometidos   de verdad  con nuestra propia historia  y no participando  un domingo cada  tanto en un  ritual  electoral  con  el que  algunos  consiguen llegar a  un puesto  de poder  con el que hacen lo que se les antoja,  como si  nuestros  votos  los convirtieran de repente en  condes  y marqueses de la política.
Señores funcionarios:  !Su único titulo nobiliario debería ser  el de servir al pueblo, y no a los poderes económicos  de turno!
Esta  es  una larga marcha que no empieza con nosotros, sino mucho antes y de la que somos solamente un paso. Una marcha  que  acá seguimos 4 tras 4 ,  asamblea tras asamblea , calle tras calle, vecinos unos con otros, en una larga peregrinación de la vida  hacia la  justicia , el amor y el futuro.
Y  caminamos  hoy  junto  a tantos pueblos hermanos  del  Chubut , de la Patagonia entera, de la Argentina  y del Mundo, que  creen  que  la naturaleza  tiene  por sí misma derecho  a  existir, pues sin ella nada existiría.
Caminamos  junto a los que piensan  que hay  modelos  de  producción a  escala  humana, respetuosas  de  la  vida, y para  beneficio de las comunidades  y  en  fuentes de trabajo  verdaderamente sustentables y solidarias.
Todos  nosotros  vamos  en una alegre marcha  delante de las estatuas ciegas de la codicia y de la estupidez humana.
Caminamos  delante  de  los vendidos, los venales, los que  aceptan ser pagados  para  ponerse  en
contra de la mayor parte  de un  pueblo,  para  torcer su voluntad, confundirlo, y  engañarlo.
Caminamos  delante de aquellos que  ven este hermoso mundo solamente como  una fuente  de  recursos materiales, esperando  ser  explotados.
Caminamos delante de aquellos que ven   a  las comunidades  que se organizan, que autogestionan, que proponen, que aprenden, que enseñan, que salen a  las calles, como una
amenaza  al orden establecido.
Caminamos  delante  de aquellos que  enjuician  por  un trazo negro en la chapa de un auto a  un adolescente , pero que nada hacen cuando la violencia  se descarga sobre los cuerpos  del adversario.
Caminamos  delante de los patriarcas de la ley  antiterrorista.
No nos olvidamos de  todo lo que  hemos hecho en  estos 10 años…pero tampoco nos olvidamos  de los que han hecho y   lo que no han hecho ustedes .
Cuando  el  nuevo  Papa Francisco, en su asunción , insistia  una y otra vez, en  que había que cuidar  a la  naturaleza, porque era un mandato de Dios,  los  gobernantes del mundo  asentían con sus cabezas y lloraban de emoción… ¿o  de culpa?
Tal  vez  se  estaban dando cuenta  que  de cuidar, !nada!  Y que más que respetar a ningún
Dios, estaban respetando   los mandatos de  las   empresas,  las promesas del gran capital y  las
Biblias  del  neo desarrollismo progresista…
SEÑORES  del desarrollo  perpetuo, que  creen que el futuro es sólo sacarle más y más a esta Tierra , sacarle más y más a los pueblos que conviven  en armonía con ella, o directamente sacar  a los pueblos…
Si. !señores del perforar!
!Señores del fracturar!…
!Del explotar,  del dinamitar!
!Señores del fumigar y del exterminar…!
¡Si no cuidamos ste mundo  no habrá más mundo para nadie!
Así que  paradójicamente a ustedes también y a sus hijos los estamos protegiendo, porque  más
allá de sus fantásticas ilusiones de mundos infinitos y  recursos inagotables, del desarrollo y progreso eternos, nosotros, todos estos que somos, los locos, los fanáticos, los idealistas,  nosotros,  sabemos  que no hay otro planeta más que este  para  vivir, no hay otras aguas para beber, ni otros aires que respirar.
Descubrimos hace 10 años  que detrás  de los cantos de sirena  de aquella Meridian gold , como de esta Yamana, detrás  de las mentiras  del  cianuro, de los controles técnicos,  del trabajo para
todos,  solo había  codicia  de oro…la misma   codicia  que  envenenó pueblos,  masacró  culturas, y dio   nacimiento  a este capitalismo salvaje que  parece querer devorar  el planeta.
Descubrimos  tambien  que  hay politicos , jueces,  comunicadores sociales,   funcionarios , profesionales, que   creen  que  los ricos  y poderosos  amos  del mundo les  están dando  un lugar  a su lado… ¿son ustedes ingenuos o insensatos?!
Jamás  estarán en las mesas de sus banquetes, jamás,  más  que  para sacarse fotos, o levantar  las sobras del poder  que caigan al piso.
Los que estamos  en esta  plaza tenemos  otras  ilusiones , otros sueños.
Creemos  en  la  nobleza  de los seres  humanos. en  el  amor  al prójimo , al vecino,  al compañero a la compañera…
Creemos   en  que los  pueblos  organizados  desde sí mismos  tienen  mucho  que enseñar y que aprender  y  al ver lo  que  hemos  podido hacer hasta ahora  no parece  que hayamos sido tan ilusos  y poco realistas… Sino ¿qué   es  este   día?
¿No es el dia de la dignidad  , vecinos?
¿ No es el dia  que  recuerda  como un pueblo con mayoría  de desocupados,  en un lugar lejano   de la cordillera,  le dijo  no al   soborno  falso de  fuentes  de trabajo y  de riqueza ?
La dignidad existe señores ,  y  también es un derecho humano.
Y  esa  dignidad,  vecinos  de Esquel ,  es la misma   que  tiene  la montaña  a nuestras  espaldas , cuidándonos  silenciosa   y  también cuidada  por  nosotros,  en las calles.
LA MONTAÑA  Y  LA  DIGNIDAD  SIGUEN   EN PIE.
!!!NO  ES  NO ¡!!
!!!NO A LA MINA!!!
!NO PASARÁN¡
!NO PASARÁN!
!NO PASARÁN!
Esquel, 21 de marzo de 2012
Nota
Orgullo

Texto de Claudia Acuña. Fotos de Juan Valeiro.
Es cortita y tiene el pelo petiso, al ras en la sien. La bandera se la anudó al cuello, le cubre la espalda y le sobra como para ir barriendo la vereda, salvo cuando el viento la agita. Se bajó del tren Sarmiento, ahí en Once. Viene desde Moreno, sola. Un hombre le grita algo y eso provoca que me ponga a caminar a su lado. Vamos juntas, le digo, pero se tiene que sacar los auriculares de las orejas para escucharme. Entiendo entonces que la cumbia fue lo que la protegió en todo el trayecto, que no fue fácil. Hace once años que trabaja en una fábrica de zapatillas. Este mes le suspendieron un día de producción, así que ahora es de lunes a jueves, de 6 de la mañana a cuatro de la tarde. Tiene suerte, dirá, de mantener ese empleo porque en su barrio todos cartonean y hasta la basura sufre la pobreza. Por suerte, también, juega al fútbol y eso le da la fuerza de encarar cada semana con torneos, encuentros y desafíos. Ella es buena jugando y buena organizando, así que se mantiene activa. La pelota la salvó de la tristeza, dirá, y con esa palabra define todo lo que la rodea en el cotidiano: chicos sin futuro, mujeres violentadas, persianas cerradas, madres agotadas, hombres quebrados. Ella, que se define lesbiana, tuvo un amor del cual abrazarse cuando comenzó a oscurecerse su barrio, pero la dejó hace apenas unas semanas. Tampoco ese trayecto fue fácil. Lloró mucho, dirá, porque los prejuicios lastiman y destrozan lazos. Hoy sus hermanas la animaron a que venga al centro, a alegrarse. Se calzó la bandera, la del arco iris, y con esa armadura más la cumbia, se atrevió a buscar lo difícil: la sonrisa.
Eso es Orgullo.

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org
Al llegar al Congreso se pierde entre una multitud que vende bebidas, banderas, tangas, choripán, fernet, imanes, aros, lo que sea. Entre los puestos y las lonas que cubren el asfalto en tres filas por toda Avenida de Mayo hasta la Plaza, pasea otra multitud, mucho más escasa que la de otros años, pero igualmente colorida, montada y maquillada. El gobierno de las selfies domina la fiesta mientras del escenario se anuncian los hashtag de la jornada. Hay micros convertidos en carrozas a fuerza de globos y música estridente. Y hay jóvenes muy jóvenes que, como la chica de Moreno, buscan sonreír sin miedo.
Eso es Orgullo.

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org
Sobre diagonal norte, casi rozando la esquina de Florida, desde el camión se agita un pañuelazo blanco, en honor a las Madres, con Taty Almeyda como abanderada. Frente a la embajada de Israel un grupo agita banderas palestinas mientras en las remeras negras proclaman “Nuestro orgullo no banca genocidios”. Son quizá las únicas manifestaciones políticas explícitas, a excepción de la foto de Cristina que decora banderas que se ofrecen por mil pesos y tampoco se compran, como todo lo mucho que se ofrece: se ve que no hay un mango, dirá la vendedora, resignada. Lo escaso, entonces, es lo que sobra porque falta.
Y no es Orgullo.

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org
Nota
Cómo como 2: Cuando las marcas nos compran a nosotros

(Escuchá el podcast completo: 7 minutos) Coca Cola, Nestlé, Danone & afines nos hacen confiar en ellas como confiaríamos en nuestra abuela, nos cuenta Soledad Barruti. autora de los libros Malcomidos y Mala leche. En esta edición del podcast de lavaca, Soledad nos lleva a un paseíto por el infierno de cómo se produce, la cuestión de la comida de verdad, y la gran pregunta: ¿quiénes son los que realmente nos alimentan?
El podcast completo:
  Con Sergio Ciancaglini y la edición de Mariano Randazzo.
Nota
Elecciones: lo que ven y sienten los jubilados para el domingo y después
Otro miércoles de marcha al Congreso, y una encuesta: ¿cuál es el pronóstico para el domingo? Una pregunta que no solo apunta a lo electoral, sino a todo lo que rodea la política hoy, en medio de una economía que ahoga: la que come en el merendero; el que no puede comprar medicamentos; el que señala a Trump como responsable; la que lo lee en clave histórica; y los que aseguran que morirán luchando, aunque sean 4 gatos locos. Crónica y fotos al ritmo del marchódromo.
Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla
Fotos Juan Valeiro
El domingo son las elecciones legislativas nacionales pero también es fin de mes, y Sara marchó con un cartel que no necesitaba preguntas ni explicación: “Soy jubilada y como en un merendero”.
Tiene 63 años, es del barrio Esperanza –Merlo, oeste bonaerense–, y para changuear algo más junta botellas y cartón, porque algunos meses no le alcanza para medicamentos: “El domingo espero que el país mejore, porque todos estamos iguales: que la cosa cambie”.

El miércoles de jubilados y jubiladas previo a las elecciones nacionales de medio término –se renuevan 127 diputados y 24 senadores– tuvo, al menos, tres rondas distintas, en una Plaza de los Dos Congresos cerrada exclusivamente para manifestantes. Nuevamente el vallado cruzó de punta a punta la plazoleta, y los alrededores estuvieron custodiados por policías de la Ciudad para que la movilización no se desparramara ni tampoco avanzara por Avenida de Mayo, sino que se quedara en el perímetro denominado “marchódromo”. Un grupo encaró, de todas formas, por Solís, sobrepasó un cordón policial y dobló por Alsina, y se metió de nuevo a la plaza por Virrey Cevallos, como una forma de mostrar rebeldía.
Unos minutos antes, un jubilado resultaba herido. Se trata de Ramón Contreras, uno de los rostros icónicos de los miércoles que llegó al Congreso cuando aún no estaba vallado después de la marcha por el recorte en discapacidad, y mientras estaba dando la ronda alrededor del Palacio un oficial lo empujó con tanta fuerza que cayó al suelo. “Me tiraron como un misil –contó a los medios–. Me tienen que operar. Tengo una fractura. Me duele mucho”. La Comisión Provincial por la Memoria (CPM) presentó una denuncia penal por la agresión: “Contreras fue atacado sin razón y de manera imprevista”.

La violencia desmedida, otra vez, sobre los cuerpos más débiles y más ajustados por un Gobierno que medirá esa política nuevamente en las urnas. Jorge, de 69 años, dice que llega con la “billetera muerta”. Y Julio, a su lado, resume: “Necesito tener dos trabajos”.
Juan Manuel es uno de esos jubilados con presencia perfecta cada miércoles. Una presencia que ninguna semana pasa desapercibida. Por su humor y su creatividad. Tiene 61 años y cada movilización trae mínimo un cartel original, de esos que hacen reír para no llorar. Esta vez no sólo trae un cartel con una inscripción; viene acompañado de unas fotocopias donde se leen una debajo de la otra las 114 frases que creó como contraofensiva a la gestión oficialista.
La frase 115 es la de hoy: “Milei es el orificio por el que nos defeca Trump”.

Muestra la lista que arrancó previo a las elecciones de octubre de 2023. Sus primeras dos creaciones:
- “Que no te vendan gato por león”.
 - “¿Salir de la grieta para tirarse al abismo?”.
 
Y elige sus dos favoritas de una nómina que seguirá creciendo:
Sobre el veto al aumento de las jubilaciones: “Milei, paparulo, metete el veto en el culo”.
Sobre el desfinanciamiento de las universidades: “Milei: la UBA también tiene las facultades alteradas”.
Juan Manuel le cuenta a lavaca lo que presagia para él después de las elecciones: “Se profundizará el desastre, sea porque pierda el gobierno o porque gane, de cualquier forma tienen la orden de hacer todo tipo de reformas. Como respuesta en la calle estamos siendo 4 gatos locos, algo que no me entra en la cabeza porque este es el peor gobierno de la historia”.

Sobre el cierre de la marcha, en uno de los varios actos que se armaron en esta plaza, Virginia, de Jubilados Insurgentes y megáfono en mano, describió que la crisis que el país está atravesando no es nueva: “Estuvo Krieger Vassena con Onganía, Martínez de Hoz con la última dictadura, Cavallo con Menem, Macri con Caputo y Sturzenegger, que son los mismos que ahora están con este energúmeno”. La línea de tiempo que hiló Virginia ubica ministros de economía con dictaduras y gobiernos constitucionales en épocas distintas, con un detalle que a su criterio sigue permaneciendo impune: “La economía neoliberal”.
Allí radica la lucha de estos miércoles, dice. Su sostenibilidad. Porque el miércoles que viene, pase lo que pase, seguirán viniendo a la plaza para continuar marchando. “Estar presente es estar activo, lo que significa estar lúcido”, define.

Carlos Dawlowfki tiene 75 años y se convirtió en un emblema de esa lucidez luego de ser reprimido por la Policía a principio de marzo. Llevaba una camiseta del club Chacarita y en solidaridad con él, una semana después la mayoría de las hinchadas del fútbol argentino organizaron un masivo acompañamiento. Ese 12 de marzo fue, justamente, la tarde en que el gendarme Héctor Guerrero hirió con una granada de gas lacrimógeno lanzada con total ilegalidad al fotógrafo Pablo Grillo (todavía en rehabilitación) y el prefecto Sebastián Martínez le disparó y le sacó un ojo a Jonathan Navarro, quien al igual que Carlos también llevaba la remera de Chaca.
Carlos es parte de la organización de jubilados autoconvocados “Los 12 Apóstoles” y habla con lavaca: “Hoy fui a acompañar a las personas con discapacidad y me di cuenta el dolor que hay internamente. Una tristeza total. Y entendí por qué estamos acá, cada miércoles. Y sentí un orgullo grande por la constancia que llevamos”.
La gente lo reconoce y le pide sacarse fotos con él. “Estás muy solicitado hoy”, lo jode un amigo. Carlos se ríe, antes de ponerse serio: “Hay que aceptarlo, hoy somos una colonia. Pasé el 76 y el 2001, y nunca vi una cosa igual en cuanto a pérdida de soberanía”. De repente, le brota la esperanza: “Pero después del 26, volveremos a ser patria. Esperemos que el pueblo argentino tenga un poquito de memoria y recapacite. Lo único que pido es el bienestar para los pibes del Garrahan y con discapacidad. A mí me quedarán 3, 4, 5 años; tengo un infarto, un stent, así que lucho por mis nietos, por mis hijos, por ustedes”.

Carlos hace crítica y también autocrítica. “Nosotros tenemos un país espectacular, pero nos equivocamos. Los mayores tenemos un poco de culpa sobre lo que ocurrió en las últimas elecciones: no asesoramos a nuestros nietos e hijos sobre lo que podía venir y finalmente llegó. Y en eso también tiene que ver la realidad económica. Antes nos juntábamos para comer los domingos, ahora ya no se puede. No le llegamos a la juventud, que votó a la derecha, a una persona que no está en sus cabales”.
Remata Carlos, antes de que le pidan una selfie: “Nosotros ya estamos jugados pero no rendidos. Estos viejos meados -como nos dicen- vamos a luchar hasta nuestra última gota. Y cuando pasen las elecciones, acá seguiremos estando: soñando lo mejor para nuestro país”.


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