Nota
Famatina: Barrick demanda a los vecinos
La canadiense Barrick Gold, pese a su anunciada intención de abandonar la zona del Famatina, presentó ante un fiscal una demanda contra los vecinos que cortan la ruta de acceso a la minera, y se niega a firmar el compromiso de retiro que le piden los asambleístas, que anuncian que tendrán que sacarlos por la fuerza. La Cordillera de los Andes sigue en peligro, con más de 60 trasnacionales de origen incierto operando a ambos lados de la frontera argentino-chilena, con un apoyo oficial que sigue la línea del menemismo: hipotecar el presente y anular el futuro.
El corte organizado por las asambleas ciudadanas de La Rioja continúa en Peñas Negras, a 1.800 metros de altura, impidiendo el acceso a las instalaciones que la minera Barrick Gold instaló a 4.200 metros de altura para explorar la zona y luego comenzar la explotación minera a cielo abierto (con cianuro y sustancias ácidas que contaminarían toda el agua de la provincia y la región, que proviene de los glaciares en las cumbres). Se trata de un triunfo de los vecinos, pero que sigue en un terreno incierto pensando hacia delante, ya que la situación no termina de definirse, y a eso juega la empresa.
“El corte se está haciendo muy duro sobre todo de noche, tenemos 5 o 6 grados bajo cero” cuenta a lavaca la profesora Carina Díaz Moreno, una de las asambleístas de Famatina, al hablar de la resistencia vecinal que permitió detener la exploración, y que la legislatura provincial firmase en marzo una ley prohibiendo la minería a cielo abierto.
Barrick anunció el abandono del Proyecto Famatina tras el corte efectuado por los vecinos. Comenzó un ligero desmantelamiento de las instalaciones, manteniendo solamente dos serenos allí. “Desde hace dos sábados ya no permitimos que haya recambio de esos guardias. Bajaron los dos que estaban y ya no subió nadie más. El campamento de Barrick está vacío” explica Carina.
El regreso de la resistencia pacífica
Barrick Gold, desde su sede en San Juan (donde lleva adelante el proyecto Veladero y el binacional Pascua Lama, que pone en riesgo los glaciares de la zona, con estentóreo apoyo oficial) ratificó una vez más al juez Alfredo Ramos que abandonaría la zona. Sin embargo esta semana pidió el desalojo del camino. Los asambleístas no piensan retirarse ya que no confían en la sinceridad de la empresa. “Nosotros vamos a impedir el paso. Nos tiraremos en el camino y vamos a resistir pacíficamente. Si el juez ordena sacarnos, van a tener que hacerlo por la fuerza”. Resistencia a lo Gandhi, versión siglo XXI. La paradoja es que los vecinos están defendiendo un derecho tantas veces olvidado: a la vida. Habrá que ver qué es lo que el juez decide hacer ante una empresa denunciada en diversos países por contaminación, sin contar el cúmulo de sospechas internacionales sobre sus aparentes propietarios, tildados de actividades relacionadas con el narcotráfico y el tráfico de armas (ver notas aparte).
“A nosotros no nos queda otra que seguir esta lucha. Lo que está en juego es la vida de toda una región, que a estas empresas no les importa nada, porque una vez que extraen los minerales se los llevan y dejan aquí la miseria”. Famatina y Chilecito ya hicieron la experiencia hace exactamente cien años, cuando la minería inglesa se instaló en el complejo La Mexicana para hacer la vieja minería de socavón. lavaca pudo comprobar en la zona cómo aún hoy aquellos yacimientos abandonados (y “nada contaminantes” en comparación con la explotación a cielo abierto) siguen drenando ácidos.
El corte se lleva a cabo en un pequeño refugio que hizo construir la intendencia de Famatina. La zona es de una belleza áspera y mágica. El frío obligó a poner una salamandra en el refugio, donde un puñado de vecinos pasa cada noche para garantizar la vida. “La nuestra y la de las próximas generaciones” dicen en la asamblea, una organización autoconvocada, horizontal y democrática, que está torciendo la historia de una provincia que gestó al menemismo (que instauró las leyes de saqueo ambiental).
La sospecha de los vecinos es que Barrick está dando apenas un paso al costado, amagando irse, pero esperando en realidad un triunfo de los candidatos kirchneristas en las elecciones provinciales, Ricardo Quintela y Fernando Rejal. El gobierno nacional no pudo evitar la caída de su favorito, el ex menemista y luego kirchnerista Ángel Maza (quien había sido secretario de Minería en tiempos de Menem, formalizando las leyes de saque minero). Maza, Quintela, Rejal, forman parte del mismo clan oficialista y empresario que, de triunfar, podría derogar la ley de prohibición de la minería a cielo abierto. A esto apuesta Barrick Gold, y es el tipo de negocio que explica la actual opinión de la sociedad sobre la llamada “clase política”.
Los Andes explotados
En esta página puede leerse Las minas de la polémica, donde se detallan 17 de los proyectos mineros que están envenenando regiones completas del país (sólo Bajo la Alumbrera, de Catamarca, contamina tres provincias), y amenazando con un tipo de explotación que el propio Estado argentino tiene prohibido realizar (traducción: la explotación es aceptada, pero sólo si queda en manos privadas). Estas empresas además no pagan impuestos, y al revés: en las boletas de luz que pagan los usuarios, se agrega un costo que sirve para financiar tendidos eléctricos que abastecen los enormes insumos de energía que utilizan las mineras.
En la revista Mu número 2, donde se detalla la historia y el presente de Bajo la Alumbrera, se entrevistó también al especialista Javier Rodríguez Pardo, quien relata que a Barrick Gold, en San Juan, se le han cedido derechos de explotación por cien años. Por otra parte, todas y cada una de las leyes menemistas siguen vigentes, y calcula que hay unas 60 trasnacionales mineras trabajando bajo diversas denominaciones en todo el país.
Nota
83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

83 días.
Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.
83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.
83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.
83 días y seis intervenciones quirúrgicas.
83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo.
83 días hasta hoy.
Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro.
Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”.
Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).
Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca.
El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”.
La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».
La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería.
Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.
Esta es parte de la vida que no pudieron matar:
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La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen
Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.
Por María del Carmen Varela.
La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia.
La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.
Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.
La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional. A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.
Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.
Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro.
MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA
Viernes 30 de mayo, 20.30 hs
Entradas por Alternativa Teatral

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Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro

Una actriz que cautiva. Una historia que desgarra. Música en vivo. La obra Perla Guaraní volvió de la gira en España al Teatro Polonia (Fitz Roy 1475, CABA) y sigue por dos domingos. El recomendado de lavaca esta semana.
Por María del Carmen Varela
La sala del teatro Polonia se tiñe de colores rojizos, impregnada de un aroma salvaje, de una combustión entre vegetación y madera, y alberga una historia que está a punto de brotar: Perla es parte de una naturaleza frondosa que nos cautivará durante un cuarto de hora con los matices de una vida con espinas que rasgan el relato y afloran a través de su voz.
La tonada y la crónica minuciosa nos ubican en un paisaje de influjo guaraní. Un machete le asegura defensa, aunque no parece necesitar protección. De movimientos rápidos y precisos, ajusta su instinto y en un instante captura el peligro que acecha entre las ramas. Sin perder ese sentido del humor mordaz que a veces nace de la fatalidad, nos mira, nos habla y nos deslumbra. Pregunta: “¿quién quiere comprar zapatos? Vos, reinita, que te veo la billetera abultada”. Los zapatos no se venden. ¿Qué le queda por vender? La música alegre del litoral, abrazo para sus penas.

La actriz y bailarina Gabriela Pastor moldeó este personaje y le pone cuerpo en el escenario. Nacida en Formosa, hija de maestrxs rurales, aprendió el idioma guaraní al escuchar a su madre y a su padre hablarlo con lxs alumnxs y también a través de sus abuelxs maternxs paraguayxs. “Paraguay tiene un encanto muy particular”, afirma ella. “El pueblo guaraní es guerrero, resistente y poderoso”.
El personaje de Perla apareció después de una experiencia frustrante: Gabriela fue convocada para participar en una película que iba a ser rodada en Paraguay y el director la excluyó por mensaje de whatsapp unos días antes de viajar a filmar. “Por suerte eso ya es anécdota. Gracias a ese dolor, a esa herida, escribí la obra. Me salvó y me sigue salvando”, cuenta orgullosa, ya que la obra viene girando desde hace años, pasando por teatros como Timbre 4 e incluyendo escala europea.
Las vivencias del territorio donde nació y creció, la lectura de los libros de Augusto Roa Bastos y la participación en el Laboratorio de creación I con el director, dramaturgo y docente Ricardo Bartis en el Teatro Nacional Cervantes en 2017 fueron algunos de los resortes que impulsaron Perla guaraní.
Acerca de la experiencia en el Laboratorio, Gabriela asegura que “fue un despliegue actoral enorme, una fuerza tan poderosa convocada en ese grupo de 35 actores y actrices en escena que terminó siendo La liebre y la tortuga” (una propuesta teatral presentada en el Centro de las Artes de la UNSAM). Los momentos fundantes de Perla aparecieron en ese Laboratorio. “Bartís nos pidió que pusiéramos en juego un material propio que nos prendiera fuego. Agarré un mapa viejo de América Latina y dos bolsas de zapatos, hice una pila y me subí encima: pronto estaba en ese territorio litoraleño, bajando por la ruta 11, describiendo ciudades y cantando fragmentos de canciones en guaraní”.
La obra en la que Gabriela se luce, que viene de España y también fue presentada en Asunción, está dirigida por Fabián Díaz, director, dramaturgo, actor y docente. Esta combinación de talentos más la participación del músico Juan Zuberman, quien con su guitarra aporta la cuota musical imprescindible para conectar con el territorio que propone la puesta, hacen de Perla guaraní una de las producciones más originales y destacadas de la escena actual.
Teatro Polonia, Fitz Roy 1475, CABA
Domingos 18 y 25 de mayo, 20 hs
Más info y entradas en @perlaguarani
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