Nota
Historia, presente y futuro a 10 años de la Ley de Identidad de Género

Un trabajo imprescindible a 10 años de la sanción de la Ley de Identidad de Género. La abogada Cristina Montserrat Hendrickse (hasta 2017, el doctor Cristian Hendrickse) explica en tres partes los alcances de lo que se obtuvo, de lo que ocurre en el presente, y la perspectiva para los próximos diez años. El sistema patologizante, la autopercepción, los derechos humanos, el libre desarrollo personal, la naturaleza jurídica del derecho a la identidad de género en un mundo signado por el avance de la ultraderecha.
El derecho humano a la identidad de género
por Cristina Montserrart Hendrickse
Hace una década…
En un contexto político de aprobación de leyes reconociendo y efectivizando derechos inherentes a la persona humana (matrimonio igualitario, reproducción humana asistida, etc.), la Argentina se convirtió en país pionero en plasmar en su legislación el reconocimiento de la identidad de género como un derecho humano.
Para que una persona pueda ver reconocida y reflejada su identidad de género en su documentación personal esta ley suprimió la exigencia patologizante de acreditar trastornos, tratamientos hormonales o cirugías de reasignación genital y se centró en el concepto de vivencia interna e individual del género tal como cada persona la siente, por lo que su acreditación sólo puede provenir de la manifestación de esa vivencia, siendo entonces éste el único requisito exigido para que personas adultas puedan adecuar su nombre de pila, sexo e imagen al género autopercibido.
Asimismo se liberó a las personas trans de tener que recurrir a engorrosos, extensos y costosos trámites judiciales para acceder a tal reconocimiento simplificando el procedimiento en un simple trámite administrativo gratuito, personal y sin necesidad de la intermediación de ningún gestor o abogado.
Se consagró la confidencialidad, no requiriéndose publicidad alguna (como lo exigía la ley del nombre) y se estableció que –a diferencia de lo que ocurre en otros países– no se debe efectuar anotación marginal alguna en las partidas de nacimiento, sino librar una nueva partida.
También reconoció el derecho humano a la identidad de género a niños, niñas y adolescentes estableciendo procedimientos especiales para su ejercicio.
La rectificación de nombre de pila, sexo e imagen no resulta obligatoria y bajo el título de “Trato digno” (en pleno siglo XXI) se estableció que se debe respetar la identidad de género adoptada por las personas, en especial por niñas, niños y adolescentes, que utilicen un nombre de pila distinto al consignado en su documento nacional de identidad y que a su solo requerimiento, el nombre de pila adoptado deberá ser utilizado para la citación, registro, legajo, llamado y cualquier otra gestión o servicio, tanto en los ámbitos públicos como privados y que en aquellas circunstancias en que la persona deba ser nombrada en público deberá utilizarse únicamente el nombre de pila de elección que respete la identidad de género adoptada.
También bajo el título de “Libre desarrollo personal” se estableció que no es necesario requerir autorización judicial o administrativa para acceder a intervenciones quirúrgicas totales y parciales y/o tratamientos integrales hormonales para adecuar el cuerpo, incluida la genitalidad, a la identidad de género autopercibida.
Por último estableció que ninguna norma, reglamentación o procedimiento puede limitar, restringir, excluir o suprimir el ejercicio del derecho a la identidad de género de las personas, debiendo interpretarse y aplicarse las normas siempre a favor del acceso al mismo.
Posteriormente, en el año 2016 el Comité de los Derechos del Niño en su Observación General n° 20 sobre la efectividad de los derechos del niño durante la adolescencia también encuadró el derecho a la identidad de género dentro del derecho a la libertad de expresión y el derecho al respeto a la integridad física y psicológica y a la no discriminación.
Por su parte, la Corte Interamericana de Derechos Humanos en su Opinión Consultiva n° 24 del año 2017 vinculó el derecho a la identidad de género con el derecho humano a la identidad y a la identidad de los niños, citando el caso Gelman vs. Uruguay, y los derechos humanos a la libertad, a la libertad de expresión, a la no discriminación, al respeto al derecho a la vida, la supervivencia y el desarrollo y el principio de respeto a la opinión del niño o de la niña en todo procedimiento que lo afecte, de modo que se garantice su participación.
De allí que resultó confirmado por organismos internacionales de derechos humanos lo establecido en la pionera ley argentina: que la naturaleza jurídica del derecho a la identidad de género es la de un derecho humano.
Y por esa naturaleza tal derecho resulta inherente a la persona humana independientemente de su edad, y goza de las características propias de los derechos humanos: Universales, Irrenunciables, Permanentes, Interdependientes, Progresivos, Irrevocables, Protegen la condición humana, Protegen especialmente a los sectores más vulnerables, No discriminación e Igualdad de oportunidades; y se deriva del carácter progresivo y no regresivo de este derecho que de concretarse cualquier pretensión de abrogarlo colisionaría con el bloque de constitucionalidad.

Una década después…
A diez años de su vigencia el cambio sustancial resultó de pasar de un sistema heterónomo en el que otros –menos la persona interesada– determinaban la identidad de género, a un sistema autónomo en el que solo la expresión de la vivencia interna es la que determina el reconocimiento estatal.
También el reconocimiento legislativo como derecho humano, luego proyectado a reconocimiento internacional, estableció la infranqueable barrera de la no regresividad. Esto es, que una vez reconocido un derecho humano no puede ser derogado, por lo que expresiones antiderechos como por ejemplo la de un diputado salteño que proponía “derogar la ideología de género” no tienen cabida en nuestro ordenamiento jurídico.
En lo concreto las personas del colectivo trans tuvieron acceso a su identidad y a su reconocimiento legal efectivo, y a un reconocimiento social progresivo.
En materia de salud muchas personas trans pudieron acceder a tratamientos para adecuarse a los caracteres secundarios del género autopercibido sin engorrosos trámites para obtener autorizaciones judiciales.
Pero en muchos casos ocurrieron dilaciones, negativas, obstáculos y obstrucciones impuestos por parte de obras sociales y prepagas que obligan a las personas beneficiarias a judicializar sus reclamos o desistir, habida cuenta de tratarse de un colectivo vulnerable con dificultades para acceder a la justicia tal como lo reconocen las Reglas de Brasilia de Acceso a la Justicia actualizadas en 2018.
Pese a ello, se han dictados fallos judiciales que conforman una jurisprudencia conteste en el reconocimiento del acceso a la salud trans y que cumplirán su cometido una vez que a los efectores de salud les resulte más caro denegar y litigar que acceder a las coberturas. Por otra parte, en materia de salud queda como deuda pendiente el desarrollo en el ámbito académico de especialización multidisciplinaria en materia de salud travesti-trans.
En cuanto a empleo han sido relevantes desde lo jurídico la sanción de ordenanzas y leyes en ámbitos municipales, provinciales y nacional de diversas normas de cupo laboral trans, todas en trámite de efectivización progresiva ya que no contemplan la creación de puestos sino la cobertura de los existentes en las proporciones establecidas en cada régimen. Lamentablemente, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, los diversos gobiernos que se vienen sucediendo desde 2012 a la fecha, jamás reglamentaron el cupo laboral trans establecido en el art. 5° inc. c) de la ley 4376 excusándose en que se han incorporado “algunas” personas trans, sin reglamentación transparente que asegure no tratarse de clientelismo político ni que se ha satisfecho el cupo legal.
En materia de violencia de género se han establecidos diversos programas de asistencia pero, al igual que las mujeres cisgéneros, aún queda una cuenta pendiente para terminar con los transfemicidios. La Oficina de la Mujer de la Corte Suprema de Justicia de la Nación incorporó esta categoría a sus estadísticas sobre femicidio, y aunque el Estado formule acusación y lleve a juico a los acusados, el colectivo se sigue preguntando “A donde está Tehuel?”.
También queda pendiente la reparación a las personas trans que padecieron la persecución, discriminación y todo tipo de vejámenes por parte de funcionarios estatales, recordando que en muchas jurisdicciones la identidad de género se encontraba penalizada en normas de jerarquía inferior (edictos policiales o códigos de “convivencia”) que sancionaban “vestir ropas de otro sexo”. Normas que eran utilizadas por funcionarios públicos para extorsionar, explotar o abusar de las personas trans.
En el ámbito de participación política tan solo una mujer trans accedió a un cargo electivo (año 2022, concejala por el Frente de Todos en Escobar, Provincia de Buenos Aires) quedando pendiente en todas las fuerzas políticas una ampliación de la participación de personas trans con candidaturas con posibilidades reales de ser elegidas, para que podamos hablar por nosotras mismas.
Para la década que viene…
Pese al importante desarrollo de los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales que a partir de la sanción de la Ley de Identidad de Género se han reconocido y efectivizado para el colectivo travesti trans en la Argentina, aún queda pendiente mucho por hacer.
Sin embargo, pareciera que el principal desafío radica en el ámbito de los viejos y nuevos estereotipos socioculturales. El avance de la ultra derecha en el mundo, la región y el país con sus ejes en la xenofobia y la transfobia requieren de una política comunicacional, tanto estatal como desde las organizaciones de la militancia que sea clara, precisa, efectiva y contundente para desbaratar latiguillos de odio tales como “se cambian de sexo para jubilarse antes”, “mientras un niño no coma, no podemos priorizar la hormonización de un trans”, “el cupo laboral es un privilegio”, “sos trans, no tenés ninguna incapacidad para ir a trabajar“, “no me importa si alguien se autopercibe jirafa o lo que quiera, sino su mérito para un cargo” que junto a un arsenal de expresiones tan ofensivas como efectistas circulan con preocupante aumento en medios y redes.
Para que hubiera un Holocausto fue necesaria una década de construcción sociocultural de categorías excluyentes y excluidas, también con latiguillos efectistas de fácil propagación y multiplicación y con la complicidad expresa o silenciosa de determinadas expresiones confesionales o pseudo intelectuales.
El desafío hoy y para la década que viene es desbaratar las frágiles pero efectistas teorías de “ideología de género” y el avance de sus propósitos antiderechos (necesarias para la gestión “excluyente” de un mundo que cada vez crea menos empleo -avance tecnológico mediante-) para que se pueda comprender socialmente la dimensión humana, y la naturaleza de derecho humano, de la identidad de género y como ésta no solo beneficia a un colectivo sino a toda la sociedad.
La fecha de los 10 años de la ley de identidad de género coincide en el calendario con la de 70 años de la derrota del nazismo. ¿Casualidad o pedagogía de la Historia?
Si vienen por las travestis trans, por los extranjeros, por las minorías, es porque también estarán viniendo por todos.

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57 femicidios en el año, infancias huérfanas cada dos días: Informe mensual del Observatorio Lucía Pérez

Según datos del Observatorio de violencia patriarcal Lucía Pérez, hubo 26 femicidios durante febrero, contabilizando un total de 57 en los dos primeros meses del año. Estos crímenes dejan, a la vez, un saldo de 35 infancias huérfanas. Si bien existe una ley que obliga al Estado a brindarles una protección integral económica, de acompañamiento y de acceso a la salud, desde que asumió la actual gestión no se otorgó ninguna: la Ley Brisa no se cumple. Los otros indicadores de la violencia patriarcal de este 2025: 43 intentos de femicidio, 15 desaparecidas, 595 funcionarios denunciados.
El cuerpo de Carolina Ríos, 43 años, fue encontrado por una de sus diez hijas. Maite y Carolina, las mayores, le pidieron luego a la prensa que difundiera este mensaje : “Necesitamos ayuda para poder criar, vestir y mandar a nuestros hermanitos a la escuela. Hoy estamos destruidas, y hacemos todo lo posible para seguir adelante y no quebrarnos ante nuestros hermanos menores».
Tres días antes asesinaban a Ailén Oggero, de 32 años, delante de sus hijos de 11 y 4 años. El mayor fue quien avisó del crimen a los vecinos.
A Otilia Cubilla Jara, de 65 años, también la encontró asesinada su propio hijo.
Estos son solo tres de los 26 femicidios y travesticidios que ocurrieron durante febrero.
Una síntesis de la violencia que marca los dos primeros meses del año:





Toda la información sobre cada uno de estos casos está disponible en la web del Observatorio Lucía Pérez, el primero y único autogestionado y público.
Una herramienta de información, análisis, debate y acción creada por nuestra cooperativa.
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Trabajadores de Morvillo toman la fábrica tras el anuncio del cierre de la planta, que implica 200 despidos

Una histórica empresa gráfica de Avellaneda -donde se imprimen títulos de la editorial Perfil como las revistas Caras y Noticias– anunció su cierre dejando a 200 trabajadores en la calle. Se enteraron por un comunicado pasadas las once de la noche del martes y la respuesta fue unánime: ingresaron a la imprenta e iniciaron una permanencia pacífica en defensa de los puestos de trabajo. El Ministerio de Trabajo bonaerense dictó la conciliación obligatoria pero la firma faltó a la audiencia. Los argumentos empresariales de caída de la producción y los argumentos obreros: “Somos las principales víctimas de esta situación”.
Por Lucas Pedulla
El obrero gráfico Enrique Andina terminó su jornada de trabajo en Anselmo Morvillo SRL a las 22 horas y se marchó a su casa, como todos sus compañeros, como todos los días. Muchos estaban llegando a sus hogares cuando pasadas las 23 horas les llegó un comunicado de la histórica imprenta, que terminaba de la siguiente manera:
“Con una tristeza difícil de describir tenemos que contarles que ya no podemos seguir adelante. Sabemos acerca del impacto, no sólo económico, sino emocional que tiene para cada uno dejar parte de nuestra historia en el recuerdo, y los relatos que hemos compartido siempre con nuestras familias. Le dejamos a cada uno de ustedes, nuestra gratitud por su invaluable esfuerzo y el deseo de que todos puedan superar este trago amargo con la capacidad de levantarse que los caracteriza”.
El texto cerraba con esta firma: “La Dirección”.
Así como llegaron a sus casas, los obreros volvieron a la gráfica, ubicada en Avellaneda, municipio al sur del conurbano bonaerense. Andina contextualiza: “Somos 200 compañeros; yo tengo 17 años de trabajo y muchos tienen más de 30 y 40 años de antigüedad. En la pandemia vivimos una situación similar pero logramos mantener nuestras conquistas. Somos la gráfica que más cobraba dentro del gremio, pero esto fue imprevisto”.
La respuesta fue unánime: los trabajadores votaron la permanencia.
Avon, papel & toma
Anselmo Morvillo SRL inició sus actividades en 1974 desarrollando folletos cosméticos. En su página web cuentan que en 1988 incorporó la primera rotativa de tecnología de punta, “única en el país en esa época”, y sumó la segunda tres años después. Cuentan que crecieron más del 70% en la segunda década de los noventa y que hoy, en su planta de 13500 metros cuadrados de Avellaneda, los folletos comerciales representan un 70% de la producción, mientras que los trabajos editoriales significan el 30% restante. Andina cuenta que, entre las publicaciones, se encuentran títulos de la Editorial Perfil como las revistas Caras y Noticias.
En el comunicado que “la Dirección” les mandó a los obreros, a quienes se refirió como “queridos compañeros de tantos años”, la empresa expresó su posición:
- “Hemos atravesado las reiteradas crisis económicas de nuestro país, los cambios en el mercado gráfico con la marcada implosión por el avance tecnológico y el comportamiento poco ético de algunos de nuestros colegas competidores”.
- “Fuimos golpeados por la Presentación en Concurso de algunos de nuestros clientes y por la Quiebra de nuestro cliente número dos, ARCA Distribuidores. Luego, a la escalada de precios internacionales de la mayoría de los insumos y repuestos, se le sumó la exigencia de pago anticipado del papel y la desaparición del crédito internacional. Todas situaciones que enfrentamos con mejor éxito que muchos de nuestros colegas”.
- “En el año 2014 RR Donelley cerró su planta de Argentina, en enero de 2016 AGR también cerró sus puertas, y en enero de 2020 IPESA cerró la mayor parte de su operación”. Una aclaración: tras el abandono empresarial, Donelley fue recuperada por sus trabajadores y trabajadoras y, hoy, es una cooperativa gestionada sin patrón.
La empresa describe un contexto “tan negativo” en el que inscribió la caída del 63% del volúmen de producción: “Avon, que como bien saben representa más de la mitad de nuestro trabajo, dejó de imprimir catálogos y mudó su comercialización a internet. Esto nos dejó en una situación económica y financiera terminal”.
Los trabajadores respondieron con la permanencia pacífica y otro comunicado que respondía los argumentos de la empresa: “Todos factores ajenos a la responsabilidad de los trabajadores, que somos las principales víctimas de esta situación”.
Gris de espera
Enrique Andina integra la Comisión Interna y explica: “Estamos en permanencia pacífica para preservar las fuentes de laburo. A lo largo del día se hizo presente el sindicato. Exigimos una presentación en el Ministerio de Trabajo y también hicimos un pedido de plenario de delegados para discutir con todos los delegados los pasos a seguir”.
El Ministerio de Trabajo bonaerense dictó la conciliación obligatoria pero la empresa no se presentó a la audiencia. “Está incumpliendo -dice Andina-. Mientras tanto, nosotros seguimos sin tener comunicación de la empresa. Tampoco atienden los teléfonos. La última comunicación oficial fue el comunicado de anoche. Eso deja un gris, porque estamos en la calle sin un mango, pero no hay un telegrama de despido ni nada”.
Los trabajadores tienen sólo rumores, desde un cierre definitivo hasta la posibilidad de la llegada de inversionistas “que reclaman despidos masivos”, según denuncian. “Se olfateaba que la situación venía rara, pero nadie pensó que todo fuera de esta manera -dice-. La convocatoria acá fue masiva, y agradecemos también que se acercaron de otras ramas, como médicos del Garrahan. La intención es difundir el conflicto y rodearlo de solidaridad para lograr lo que necesitamos, que es que la patronal se siente a discutir”.
Mientras esperan, en las próximas asambleas decidirán los pasos a seguir: “Es un golpe fuerte, pero uno tiene que estar fuerte, también, por la familia. La mayoría de los compañeros son sostén de hogar. Estamos dispuestas a lucharla hasta el final y no aflojarle hasta encontrar una solución, que es sostener las fuentes de trabajo con las mismas condiciones que teníamos hasta ayer antes de recibir el comunicado”.
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Juicio a la comunidad mapuche Lafken Winkul Mapu: absurdos sin pruebas

Empezó el segundo proceso judicial a integrantes de la lof mapuche, a quienes se les endilga el delito de usurpación en la localidad de Villa Mascardi, en Bariloche, Río Negro.
El juicio, a cargo del Tribunal Oral Federal de General Roca y que se realizará de manera virtual, tendrá 132 testigos que serán llamados a declarar y como mínimo, se espera que dure hasta abril. Expresan desde la comunidad: “Somos sometidos injustamente, acusados de usurpar nuestro propio territorio, el mismo que libremente caminaron nuestros kuifikecheiem (antepasados) cuando aún no existían alambrados, ni parques nacionales, ni ningún winka que con su ambición destructora mirara nuestra tierra”.
Para entender el conflicto hay que retroceder a 2017, cuando la lof inició la recuperación de su territorio a partir del levantamiento de una machi –guía espiritual y sanadora del pueblo mapuche–, y la construcción del rewe –un sitio sagrado de conexión con otras energías del espacio en donde la machi atendía a quien fuera a curarse–. La respuesta del Estado fue de terror: un operativo de desalojo comandado por la vigente ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que terminó con el asesinato de Rafael Nahuel, a manos del grupo Albatros de Prefectura, el 25 de noviembre de aquel 2017. Todo ese proceso derivó en el primer juicio contra la comunidad, donde fueron condenados siete mapuche.
Tiempo después del crimen de Rafita, la comunidad volvió al territorio hasta que en 2022, ya en el gobierno de Alberto Fernández, se ejecutó otro desalojo represivo.
En el juicio que arrancó hoy y continúa mañana, se juzga de la usurpación de distintos terrenos a Luciana Jaramillo, Yéssica Bonnefoi, Romina Rosas, Betiana Colhuan, Celeste Ardaiz Guenumil y Matías Santana. Se defienden desde la comunidad: “Nos encontramos frente a un contexto muy difícil alimentado por un sistema político y judicial perverso, que agudizó la persecución hacia el Mapuche con más violencia y encarcelamientos, con el fin de debilitarnos y quitarnos nuestro territorio”.
El juez a cargo se llama Alejandro Silva y es el mismo que presidió el proceso por el fusilamiento de Rafael Nahuel y que condenó a sus responsables con penas ínfimas.
Ataques
El contexto al que hacen referencia refiere a un gobierno que agudizó el hostigamiento preexistente hacia el pueblo mapuche, además de un avasallamiento de derechos a las 40 naciones originarias que habitan lo que hoy es Argentina. Algunos ejes de esa persecución: el desguace del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI); el decreto que barrió a la Ley de Emergencia Territorial Indígena (26.160) que mantenía la suspensión de los desalojos sobre tierras comunitarias de los pueblos originarios y que allanó el terreno para el desarraigo de la comunidad Paillako a principio de este año; y el señalamiento sin pruebas como causantes de los incendios en la Patagonia. Por citar un caso, Victoria Heredia Núñez, integrante de Lof Pillan Mahuiza, cumple arresto domiciliario desde el 12 de febrero acusada del incendio en la Estancia Amancay, en la localidad chubutense de Trevelin, pese a demostrar mediante georreferenciación que al iniciarse el fuego estaba a más de 90 kilómetros.

La gente de la comunidad frente a la policía durante una inspección ocular en octubre de 2023. Fotos: Jaime Carriqueo
Absurdos
La defensa de la comunidad está a cargo de la Gremial de Abogadas y Abogados. Uno de ellos, Gustavo Franquet, le dice a lavaca ni bien concluida la primera audiencia: “Esto comenzó en 2017 y estamos en 2025; llevamos más de 7 años donde se supone que juzgados de instrucción federal, fiscalías federales, fuerzas federales de investigación como Gendarmería, la Policía Federal y Prefectura investigaron a la comunidad y no pudieron conseguir elementos para acusarlos de otra cosa que no fuera usurpación, motivo por el que ni tendrían que estar en el banquillo. El Estado argentino, desde la Constitución de 1994, reconoce los derechos preexistentes de los pueblos originarios, por lo que no puede ni debe criminalizar el conflicto territorial; en una recuperación, no hay delito. Si esto fuera juzgado como corresponde, no pueden de ninguna manera condenar a nadie”.
En cuanto a cómo abrió el juicio, cuenta: “Sólo en un par de horas que duró, ya se cometieron varios despropósitos jurídicos, aunque estamos seguros que lo más horroroso de este juicio está por venir; vamos a escuchar cosas muchísimos más jodidas, hoy fue un precalentamiento”.
¿Qué despropósitos?
Entre las barbaridades que dijeron, hubo tres que no se pueden creer.
A una de las mujeres, Yéssica Bonefoi, la quisieron acusar de la usurpación de una cabaña, que cuando la fiscalía pidió la elevación a juicio, ni se mencionó. Fue algo insólito, porque no pueden inventar elementos nuevos. Pidieron un cuarto intermedio y cuando volvimos retiraron ese planteo porque obviamente estaba fuera de lugar. Es tanta la voluntad de persecución, de acusación gratuita, que ni se fijaron en eso.
Un segundo despropósito es que cuando se produce lo que llaman la usurpación del ex Hotel Mascardi, una de las acusadas (la machi Betiana) seguía siendo menor. Por ley de minoridad, hay todo un proceso que en este caso no se cumplió cuando se acusa a menores de entre 16 y 18 años y que ahora imposibilita al juez a dictar sentencia contra ella. Como una cuestión lógica le exigimos al juez que no la someta al juicio, y en vez de aceptarlo, dijo que lo va a decidir al final del proceso. Algo totalmente absurdo y re victimizante para la machi.
Y un tercer punto que es la pretensión de la fiscalía y de las querellas de que consideren a la usurpación como un delito continuado. Se denomina con esta tipificación a delitos como la desaparición forzada, o un secuestro, pero no a una usurpación, que es un tipo específico de hurto o de robo, en este caso de un inmueble. Si alguien comete un robo, el delito es en ese momento, no continúa en el tiempo. Ahí hay otro absurdo.
Truchos
En 2022, antes del segundo desalojo a la comunidad Lafken Winkul Mapu, se incendió un trailer y un remolque de Gendarmería. Desde los gobiernos provinciales y nacionales se acusó al pueblo mapuche, al igual que de usurpar una cabaña. Recuerda Gustavo: “Ahí empezó toda esta farsa. Esa zona está protegida por fuerzas federales, pero señalaron a la lof y así allanaron el camino para desalojarlos”.
Ese desalojo fue brutal, con más de 250 efectivos del Comando Unificado que irrumpieron en el territorio. Romina Rosas, una de las mapuche detenidas, estaba embarazada de ocho meses y fue golpeada y arrastrada por el piso; días después, parió a su bebé rodeada de policías. Celeste, decía esto de aquel 4 de octubre de 2022: “Me tiraron al suelo, a mí y a mi nena de 5 años. Nos apuntaron con el arma en la cabeza. Fue una cacería”.
Retoma Gustavo Franquet: “A las seis personas que están enfrentando el juicio jueces federales les dictaron su falta de mérito, porque no hay ningún elemento que los ligue a lo que se los acusa. Toda esta causa es trucha porque fue creada para criminalizar, para desalojar y para allanar a la comunidad. Y por ende, todo este juicio es trucho”.
Lafken, en mapudungún, significa espejo de agua. Winkul, espíritu guardián de la montaña. Y Mapu, tierra. Desde la lof Lafken Winkul Mapu, concluyen: “Seguimos llamando a la unión, a mantenernos fortalecidos en nuestro feientun (creencia) y esencia mapuche. A enfrentar al winka con nuestra verdad, por más que el aparato estatal utilice todos los medios a su alcance para difamarnos pretendiendo poner a la opinión pública en nuestra contra, con falsas acusaciones. Pero tenemos total confianza en la fortaleza de nuestro pueblo milenario que ha resistido y preservado el territorio a pesar de los atropellos”.

Matías Santana, la Machi Betiana, Luciana Jaramillo y Romina Rosas son cuatro de los seis acusados, durante la primera audiencia del juicio en su contra.
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