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Histórico bloqueo en San Juan por una primavera sin Barrick ni cianuro
Vecinos de Jáchal e Iglesia iniciaron el primer bloqueo en la historia sanjuanina, con una descascarada Ford F100 modelo 1978, aclarando que la medida se realiza por tiempo indeterminado hasta que Barrick Gold frene su producción en ese emprendimiento de extracción de oro y plata.
(lavaca.org desde Jáchal y Tudcum) Vecinos de Jáchal e Iglesia iniciaron este miércoles en el único camino de acceso a la mina Veladero en la zona de Tudcum, el primer bloqueo en la historia sanjuanina, con una descascarada Ford F100 modelo 1978, aclarando que la medida se realiza por tiempo indeterminado hasta que Barrick Gold frene su producción en ese emprendimiento de extracción de oro y plata, en el que el 13 de septiembre último se produjo el derrame de un millón y medio de litros de agua con cianuro.
Los vecinos decidieron bloquear el acceso a Veladero, pero permitir que los vehículos puedan irse. Al atardecer llegaban decenas de vecinos al corte, en un páramo con fondo de Cordillera nevada, cielo rojo y viento helado, a 2.500 metros de altura. También llegó personal de la policía provincial:
-Venimos por requerimiento de la superioridad. Al estar cortando un camino privado, ustedes están cometiendo un delito. Se les van a tomar fotografías- explicó un oficial robusto mientras uno de sus colegas fotografiaba y otro filmaba a los vecinos. Los más jóvenes, preventivamente, usaban barbijos ante los paparazzi policiales.
Respuesta de los asambleístas:
-Estamos defendiendo pacíficamente la salud nuestra, la de ustedes, la de nuestros hijos y también de los hijos de ustedes. El delito es contaminar y enfermar a la gente.
Quien deberá decidir sobre estos debates es el juez Pablo Oritja, el mismo que investiga el derrame de cianuro y que ayer conformó una comisión en la que integrantes de la asamblea Jáchal No Se Toca, que intervendrán en la realización y control de los análisis de agua y suelos.
En Tudcum las dos principales pancartas planeaban:
- Barrick mató la esperanza de los productores.
- Gobernantes, ha llegado la hora de los verdaderos patriotas.
Durante la primera jornada al menos tres camionetas de la empresa y dos camiones cambiaron su rumbo al no poder ingresar, y ocho 4×4 salieron de Veladero, todo sin conflicto.
El des-progreso minero
La posibilidad del corte de ruta se venía debatiendo en las últimas semanas. Pasado el mediodía se concretó la partida de dos vehículos hacia Tudcum, a la entrada de la mina Veladero. A las 14.15 siete personas llegaron en la Ford F100 modelo 1978 que alguna vez fue roja, y la cruzaron frente a la entrada de la minera Barrick Gold junto a un cartel en el que se leía: «Acceso único a Veladero-Lama». Otro cartel mostraba el típico humor canadiense, según el cual Veladero es propiedad de Minera Argentina Gold.
Los vecinos bajaron una bandera argentina, cinco gomas de auto usadas y algunos aerosoles con los que pintaron por ejemplo la palabra «Ex» en el cartel que informa: «Camino privado minero».
Mientras dos periodistas de lavaca.org registraban el episodio inédito, se acercaron a los asambleístas tres integrantes de la empresa Securitas con gesto asombrado, walkie talkies y cascos amarillos.
-Queríamos preguntarles ustedes de dónde son.
-De Argentina- contestaron mientras acomodaban gomas, banderas y conos anaranjados.
Los guardias se retiraron hablando por los walkie talkies.
Ramón: «La Barrick gobierna San Juan. Han hecho todo lo que han querido. Pero lo único que nos están dejando es empobrecimiento, contaminación y enfermos».
Los vecinos han calculado que Jáchal es el departamento sanjuanino con mayor nivel de desocupación de la provincia: 3.000 personas, según informan.
Fotos: Ignacio Yuchark
Primavera sin cianuro
De pronto se notó que una serie de vehículos pasaban por un camino alternativo. El grupo desarmó el corte y partió hacia Tudcum, ya con dos vehículos más en la caravana.
Silvestre Sánchez, ex empleado de Barrick y conocedor del terreno como pocos, detectó cuál era el lugar en el que ya no hay caminos alternativos, y allí se reinstaló el corte. Entre las presentes, Sofía Gatica, de Madres de Ituzaingo. «Si pudimos parar a Monsanto en Malvinas Argentinas (Córdoba) podemos parar a Barrick Gold. Ya vamos por la tercera Primavera sin Monsanto. Tenemos que hacer la primera Primavera sin Barrick Gold». Sobre su candidatura reciente en un partido de izquierda: «No me interesó, no le puse fichas. Me di cuenta que era para que ganen otros. Lo mío es esto» sostiene, mientras se enfunda para protegerse del frío.
Diferentes tandas de policías seguían acercándose:
-Lo único que queremos es brindarles seguridad a ustedes- dijo el oficial Ortiz.
-La seguridad sería que Veladero no trabaje más. Que demuestren que no contaminan. Porque lo que han hecho hasta ahora es una violación a los derechos humanos y a la vida- contestó Miriam Corso, docente de Jáchal.
-Pero este es un camino privado- retrucó el policía.
-Por favor, están defendiendo a una empresa extranjera que dice que nuestros caminos son de ellos.
-No se haga problema, madre, que solo estamos para que no haya problemas- dijo otro policía, hipótesis que el tiempo se encargará de verificar.
Lo que se hunde
Siguieron llegando vecinos desde Jáchal, a unos 60 kilómetros, mientras ramas y gomas alimentaron hogueras para aliviar el frío. Florencia: «Esto significa que el cuerpo va más allá de las palabras. Aquí hemos pasado a la acción. Tal vez tiene que ver con la juventud. Muchos no somos de la generación silenciada, sino de una generación nacida en democracia. Pero San Juan es un feudo. Lo que tenemos que lograr es que la propia gente que trabaja en la mina vea que no estamos contra ellos, sino contra una actividad que perjudica a toda la sociedad. Estar aquí no es cómodo. Sería mejor estar en casa, con wi fi. Pero hay que estar aquí».
Ian Thomson, otro vecino, médico: «Es cierto que hay un aumento de la patología de cáncer. Uno no puede decir cuál es la causa, o darla por probada».
«Pero la cantidad de mujeres con cáncer en Jáchal es enorme» completa Miriam. Las conversaciones son un modo de describir la realidad, y entrar en calor. Mariela Jofré: «Soy productora agrícola de alfalfa y cebollas, pero la actividad está cada vez peor y muchas provincias, como Mendoza, San Luis, La Rioja, no compran productos de esta zona porque los consideran un peligro. Así se está hundiendo la actividad productiva». Alguien avisa que en estos días llegarán a sumarse al corte las asociaciones de productores sanjuaninos.
En los diarios provinciales, las páginas de publicidad más importantes no son para los candidatos a gobernador, sino para el saliente mandatario José Luis Gioja, candidato a diputado y promotor del modelo minero en la provincia.
Rodolfo Quilpay, 73 primaveras, explica que una cosa es lo que se vota en el cuarto oscuro, y otra lo que ocurre en la realidad. «En Iglesia, mi pueblo, el más cercano a Veladero, las calles están rotas, no hay hospital, no hay producción, hay contaminación, no hay agua. Pero si no hacemos nada nosotros mismos, nadie va a hacer las cosas por nosotros», reflexiona acercándose al fuego bajo la luz de una enorme media luna en la noche estrellada, mientras ya suman 40 los vecinos decididos a no dejar que les sigan contaminando la vida.
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La Estela: tierra guaraní en escena

Las actrices Casandra Velázquez e Ivana Zacharski crearon un unipersonal sobre una niña litoraleña que descubre aventuras al amparo del monte misionero. El calor agobiante, la siesta obligatoria, los árboles de yerba mate y las leyendas de ese territorio se cruzan con la inspiración de Clarice Lispector como punto de partida.
Por María del Carmen Varela
A la hora de la siesta el pueblo entra en una pausa obligatoria barnizada por un calor agobiante. Ni el sueño ni el sofoco detienen a la niña, que abandona su cama con sigilo y logra escapar al amparo del monte. Encuentra en la intemperie el abrigo que no es costumbre en su casa. Cada día la espera una aventura distinta, aunque no siempre hay juego y risas. Rebelde, divertida, decidida, busca compañía para sus andanzas y si no la encuentra, transita en soledad. La salvación a cielo abierto, la naturaleza como sostén y una fascinación: “La Estela”.
La actriz y bailarina Casandra Velázquez y la actriz y directora de teatro Ivana Zacharski dieron luz a esta niña litoraleña sumergida en la vastedad de un paisaje indómito y deslumbrada por Estela, la joven esquiva con mirada de pantera. Ivana y Casandra se conocieron a sus 18 años tomando clases de actuación con Pompeyo Audivert en el Teatro Estudio El Cuervo, poco tiempo después de que cada una viniera a estudiar teatro a la Capital. Casandra nació en Rosario y creció en Venado Tuerto (Santa Fe), Ivana es de Apóstoles, Misiones, donde se desarrolla esta historia que juntas llevaron a escena. Este universo, recorrido por Ivana, de tierras guaraníes surcadas por árboles de yerba mate y leyendas de peligros a la hora de la siesta, fue la inspiración para La Estela.
Ivana tenía ganas de dirigir un unipersonal y eligió a su amiga Casandra para actuarlo. El punto de partida fue un cuento de Clarice Lispector: La relación de la cosa. Casandra: “Los primeros encuentros fueron sin texto, nos acercamos a la obra desde el cuerpo, la respiración y la carne. En los primeros ensayos bailé un montón, unas danzas extrañas, medio butohkas, transpire, canté, corrí, toqué el bajo. Ivana empezó a escribir y yo a probar y actuar todos esos textos e hipótesis, el insomnio estaba presente, la obsesión con el tiempo, los fantasmas del futuro, algo vinculado a la materialidad del agua y el devenir del río. Aparecieron unos cuentos protagonizados por distintas niñas en paisajes litoraleños. Nuestro personaje de ese momento: una mujer en medio del insomnio, se contaba esos cuentos a ella misma para poder dormir”.

Foto: Gentileza La Estela.
Después de que Ivana hiciera un taller de escritura con Santiago Loza y Andrés Gallina, la historia fue tomando fuerza. Cuenta Casandra que algo se abrió y comenzó a aparecer la trama: “La obra apareció y nos empezó a hablar. Nos metimos adentro de esos cuentos, de esos paisajes y de esas niñas y dejamos de lado todo lo demás. Apareció algo muy mágico entre nosotras, algo de eso que las obras permiten, que es crear un universo común, descubrir conexiones y relaciones nuevas. Sentía que la obra estaba apareciendo y tenía voz propia, apareció el cuerpo de la obra y una forma de narrar”. Casandra recorre el escenario y su fuerza expresiva invita a adentrarse en la historia de esta niña llena de vitalidad y asombro. La vemos en su habitación, presa del calor de la tarde, en busca de libertad y juego, invocando protección divina cuando algo se le escapa de las manos, trabajando en el puesto rutero, pateando una pelota, como se patea a la injusticia, hipnotizada al descubrir la mirada felina de “la Estela”.
El entusiasmo de la juventud, las tragedias inesperadas, las súplicas, el goce de la novedad caben en ese cuerpo palpitante de sueños. Ivana y Casandra apelaron a sus propias vivencias para hilar la narración. Casandra: “Las dos pasamos nuestras infancias y adolescencias medio punkis en distintos paisajes litoraleños, lejos de esta ciudad, sus ritmos y velocidades. Había algo de ese universo común, de elegir siendo muy chicas irnos de las ciudades donde crecimos, que empezó a operar, casi telepáticamente. El ejercicio de revisitar esos paisajes y poblarlos de ficción fue fascinante, mirar el mundo con ojos de infancia nos abrió mucho permiso y nos devolvió mucha vitalidad, nos permitió vincularnos con la violencia, el dolor y la crudeza de crecer desde un lugar de mucho delirio y mucho juego. La obra es bastante impune en ese sentido, el relato no pide permiso, ni da explicaciones, sólo sucede. Justicia poética, decimos, un conjuro de liberación”.
Al cabo de dias de ensayo, la voz de la niña litoraleña comenzó a asomar y Casandra hizo un trabajo específico con la coach vocal Mariana García Guerreiro. El actor Iván Moschner también se sumó a pulir el fluir de la voz. Escuchar radios misioneras, discos y entrevistas a Ramón Ayala y otrxs artistas misionerxs colaboró con esa tarea. La niña que sube el escalón hacia la adolescencia, la que se enfrenta al monte y sus amenazas, se abre paso en la oscuridad con la lumbre de su irreverencia. Salvar y ser salvada, desafiar la imposición de la siesta, para correr a soñar despierta.
La Estela
El Camarín de las Musas, Mario Bravo 960, CABA
Sábados a las 18 hs, hasta el 27 de septiembre
@laestela.obra
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Litio: nace un nuevo documental

Este viernes 29 de agosto se presentará un nuevo contenido de Cooperativa de trabajo lavaca: Litio. Un documental dirigido junto a Patricio Escobar que refleja la lucha de las comunidades originarias y el paralelismo entre la reforma (in)constitucional de Jujuy, como experimento hacia la Ley Bases votada a nivel nacional.
“Te cuento esta historia, si me prometés hacer algo. ¿Dale?”.
Así arranca el documental Litio, una historia de saqueo y resistencias, que continúa…
Un documental independiente y autogestivo de cooperativa lavaca y dirigido en conjunto con Patricio Escobar, que traza un hilo conductor entre la reforma (in)constitucional de Jujuy votada a espaldas del pueblo en 2023, y lo que pasó un año después a nivel nacional con la aprobación de la Ley Bases y la instauración del RIGI (Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones).
Este proyecto tiene algunas particularidades: por un lado, no se trata de una única pieza audiovisual, sino de varias. Una más larga, de 22 minutos; y otras más cortas, de menos de 6 minutos. Por otro lado, se propone un documental en construcción permanente, al que se le irán agregando nuevas piezas de una cadena extractivista que parece no tener fin. Para esto, creamos una página web (que también estrenaremos el viernes 29) en la que iremos agregando los nuevos eslabones que surjan a futuro relacionados al oro blanco.
LITIO muestra cómo viven las comunidades de la puna jujeña en la cuenca de las Salinas Grandes y Laguna Guayatayoc, una de las siete maravillas naturales de Argentina, y a la par, zona de sequía y uno de los mayores reservorios de litio del mundo. Dato insoslayable: para obtener un kilo de carbonato de litio se utilizan hasta dos millones de litros de agua. Las imágenes se entrelazan con los ostentosos congresos mineros, la represión policial a las manifestaciones por la reforma (in)constitucional y la resistencia de un pueblo que no otorga la licencia social a la explotación minera.
“¿Cuánto cuesta, cuánto vale… nuestra Pacha?”, cantan las comunidades originarias. Esa bandera hecha canción – y esa pregunta- se construye a través de distintas entrevistas a las comunidades Santuario de Tres Pozos, Lipán, El Moreno, Tres Morros, Potrero de la Puna, así como a otros actores. También evidencia el silencio de las autoridades, que no quisieron hacer declaraciones públicas. “Todas las Salinas están cuadriculadas de pedimentos mineros. Allí viven las comunidades y debajo, en el subsuelo, están las minas”, cuenta Alicia Chalabe, abogada de las comunidades.
El documental plantea una premisa: la reforma (in)constitucional de Jujuy en 2023 impuesta por el entonces gobernador Gerardo Morales –a merced de la explotación del litio, ya que modificó el régimen de agua, de tierras fiscales y de la propiedad privada, y ratificó la propiedad exclusiva de la provincia sobre los recursos naturales, entre los que incluye el subsuelo y el mineral de litio– fue el experimento que sirvió de antesala a la Ley Bases aprobada en 2024. Esta profundizó no sólo la matriz extractivista mediante enormes beneficios fiscales a empresas mineras, petroleras y del agronegocio, sino también las relaciones carnales con Estados Unidos y particularmente con Elon Musk, dueño de la empresa Tesla que construye autos eléctricos, para lo cual el litio es fundamental.
LITIO termina con tres palabras, y se erige como punto de partida:
“Esta historia continuará
¿Dale?”.
Te invitamos a seguir construyendo esta historia, este viernes 29 de agosto a las 20, en MU Trinchera (Riobamba 143, CABA).

CABA
Super Mamá: ¿Quién cuida a las que cuidan?

¿Cómo ser una Super Mamá? La protagonista de esta historia es una flamante madre, una actriz a la que en algún momento le gustaría retomar su carrera y para ello necesita cómplices que le permitan disfrutar los diferentes roles que, como una mamushka, habitan su deseo. ¿Le será posible poner en marcha una vida más allá de la maternidad? ¿Qué necesitan las madres? ¿Qué necesita ella?
Por María del Carmen Varela
Como meterse al mar de noche es una obra teatral —con dirección y dramaturgia de Sol Bonelli— vital, testimonial, genuina. Un recital performático de la mano de la actriz Victoria Cestau y música en vivo a cargo de Florencia Albarracín. La expresividad gestual de Victoria y la ductilidad musical de Florencia las consolidan en un dúo que funciona y se complementa muy bien en escena. Con frescura, ternura, desesperación y humor, abordan los diferentes estadíos que conforman el antes y después de dar a luz y las responsabilidades en cuanto al universo de los cuidados. ¿Quién cuida a las que cuidan?
La escritura de la obra comenzó en 2021 saliendo de la pandemia y para fines de 2022 estaba lista. Sol incluyó en la última escena cuestiones inspiradas en el proyecto de ley de Cuidados que había sido presentada en el Congreso en mayo de 2022. “Recuerdo pensar, ingenua yo, que la obra marcaría algo que en un futuro cercano estaría en camino de saldarse”. Una vez terminado el texto, comenzaron a hacer lecturas con Victoria y a inicios de 2023 se sumó Florencia en la residencia del Cultural San Martín y ahí fueron armando la puesta en escena. Suspendieron ensayos por atender otras obligaciones y retomaron en 2024 en la residencia de El Sábato Espacio Cultural.
Se escuchan carcajadas durante gran parte de la obra. Los momentos descriptos en escena provocan la identificación del público y no importa si pariste o no, igual resuenan. Victoria hace preguntas y obtiene respuestas. Apunta Sol: “En las funciones, con el público pasan varias cosas: risas es lo que más escucho, pero también un silencio de atención sobre todo al principio. Y luego se sueltan y hay confesiones. ¿Qué quieren quienes cuidan? ¡Tiempo solas, apoyo, guita, comprensión, corresponsabilidad, escucha, mimos, silencio, leyes que apoyen la crianza compartida y también goce! ¡Coger! Gritaron la otra vez”.
¿Existe la Super Mamá? ¿Cómo es o, mejor dicho, cómo debería ser? El sentimiento de culpa se infiltra y gana terreno. “Quise tomar ese ejemplo de la culpa. Explicitar que la Super Mamá no existe, es explotación pura y dura. No idealicé nada. Por más que sea momento lindo, hay soledad y desconcierto incluso rodeada de médicos a la hora de parir. Hay mucho maltrato, violencia obstétrica de muchas formas, a veces la desidia”.
Durante 2018 y 2019 Sol dio talleres de escritura y puerperio y una de las consignas era hacer un Manifiesto maternal. “De esa consigna nació la idea y también de leer el proyecto de ley”. Su intención fue poner el foco en la soledad que atraviesan muchas mujeres. “Tal vez es desde la urbanidad mi mayor crítica. Se va desde lo particular para hablar de lo colectivo, pero con respecto a los compañeros, progenitores, padres, la situación es bastante parecida atravesando todas las clases sociales. Por varios motivos que tiene que ver con qué se espera de los varones padres, ellos se van a trabajar pero también van al fútbol, al hobby, con los amigos y no se responsabilizan de la misma manera”.
En una escena que desata las risas, Victoria se convierte en la Mami DT y desde el punto de vista del lenguaje futbolero, tan bien conocido por los papis, explica los tips a tener en cuenta cuando un varón se enfrenta al cuidad de un bebé. “No se trata de señalarlos como los malos sino que muestro en la escena todo ese trabajo de explicar que hacer con un bebé que es un trabajo en sí mismo. La obra habla de lo personal para llegar a lo político y social”.
Sol es madre y al inicio de la obra podemos escuchar un audio que le envió uno de sus hijos en el que aclara que le presta su pelota para que forme parte de la puesta. ¿Cómo acercarse a la responsabilidad colectiva de criar niñeces? “Nunca estamos realmente solas, es cuestión de mirar al costado y ver que hay otras en la misma, darnos esa mirada y vernos nos saca de la soledad. El público nos da devoluciones hermosas. De reflexión y de cómo esta obra ayuda a no sentirse solas, a pensar y a cuidar a esas que nos cuidan y que tan naturalizado tenemos ese esfuerzo”.
NUN Teatro Bar. Juan Ramirez de Velazco 419, CABA
Miércoles 30 de julio, 21 hs
Próximas funciones: los viernes de octubre

