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Jornadas La protesta social no es delito: encuentro con Raúl Zaffaroni, juez de la Corte Suprema

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La Unión de Trabajadores Desocupados de Mosconi y el Movimiento Teresa Rodríguez fueron recibidos por el juez Eugenio Zaffaroni durante una hora y media, en un clima de respeto y cordialidad. Roberto Martino (MTR) y José Pepino Fernández (UTD Mosconi) detallaron la situación de acoso judicial que viven los movimientos. Luego relataron que Zaffaroni se mostró comprensivo con respecto al problema. Los diálogos con los medios, en las escalinatas de Tribunales

El juez de la Corte Suprema Raúl Eugenio Zaffaroni recibió el miércoles 2 de junio en su despacho de Tribunales a siete integrantes de dos movimientos sociales. Seis del Movimiento Teresa Rodríguez (MTR), y José Pepino Fernández, de la Unión de Trabajadores Desocupados, UTD Mosconi, Salta.

¿Qué fue lo central de la actitud del juez?

1. Aceptó recibirlos, lo cual implica un reconocimiento.

2. Les pidió disculpas por haberse demorado veinte minutos.

3. Les ofreció café y té.

4. Los escuchó atentamente durante una hora y media.

¿Qué fue lo que escuchó Zaffaroni?

En las escaleras de entrada al viejo Palacio de Tribunales, ante una treintena de movileros, camarógrafos y periodistas apostados allí, el referente del MTR Roberto Martino, detalló: «Vinimos a plantearle la necesidad imperiosa de que el Poder Judicial intervenga para que se respeten los derechos constitucionales, así como todos los derechos y garantías que nuestro país ha firmado en diversos tratados internacionales».

Una señorita con voz aguda consultó, con tono de afirmación:

¿Se comprometió a ser un nexo entre la justicia y los piqueteros?

-No, no. El doctor no puede comprometerse a nada. Simplemente ha escuchado nuestros argumentos, y le hemos transmitido la importancia de realizar un seminario sobre derechos humanos. Él ha quedado en estudiarlo y respondernos.

El salto de «nexo con los piqueteros» a «seminario de derechos humanos» no mereció ninguna repregunta.

¿Cuál es el resultado?- preguntó entonces otros periodista, como para ir redondeando.

-El resultado es positivo. Que un ministro de la Corte haya escuchado la problemática no solo con respecto a la judicialización de la protesta social sino también las cuestiones elementales para vivir, como ha transmitido el compañero Pepino Fernández, que tiene 76 causas abiertas

en su contra y que ha venido desde Mosconi, nos parece muy importante, dijo Martino, señalando a Fernández parado a su derecha. Los micrófonos y grabadores resbalaron hacia él.

¿Cómo está la situación en Mosconi?- interrogaron a Pepino en lo que constituyó la única pregunta que le hicieron.

-A pesar de todas las luchas no tenemos las respuestas necesarias. Ni agua tenemos, por la contaminación.

-¿Qué impresión se llevan?- exclamó otro movilero, como para volver a redondear.

-Es una gran satisfacción que el doctor nos haya recibido y haya escuchado todos nuestros argumentos, respondió Martino.

-Al hablar de argumentos, para que la gente entienda, ¿cuáles serían?,interrogó otro periodista de televisión. Martino sintetizó, para que la gente entienda:

-En nuestra Constitución figura el derecho a trabajar, a ejercer toda industria lícita, el derecho al salario. El derecho de los trabajadores a participar de las ganancias de las empresas. El derecho a la vivienda, a la salud, a la educación. Toda una cantidad de derechos que, como todo el mundo sabe, no son respetados. Todo el mundo sabe que con 150 pesos no se puede vivir. Hemos escuchado a ministros que dicen que con 3000 pesos por mes no se puede vivir y hoy nos enteramos que les duplicaron los sueldos. ¿Cómo se puede explicar que nosotros y nuestras familias vivamos con 150 pesos mensuales?

¿Le hablaron de la causa por incidentes frente a las oficinas de Repsol? preguntaron más a la derecha (algunos integrantes del MTR están procesados por un escrache a las oficinas de dicha multinacional). Martino apeló a un argumento tranquilizador:

-No, no estaba en la agenda. En el país hay temas más profundos que el escrache a Repsol. Creemos que hace falta juntarnos todos, en pie de igualdad, a discutir qué país queremos.

-¿Y qué dijo Zaffaroni sobre el discurso de Kirchner sobre la apropiación de terrenos?- consultó un periodista de anteojos. Martino contestó con cierta perplejidad:

-Desconozco ese discurso de Kirchner. No sabía que había un discurso al respecto.

-Pero usted dijo antes de entrar que iban a presentar a Zaffaroni una carpeta con un discurso del año pasado, donde el Presidente decía «el pueblo se tiene que apropiar de las tierras» , le reclam� una movilera con cierto fastidio.

-No, no, no. Yo lo que dije es que el doctor Kirchner manifestó en octubre del año pasado, con motivo de la ratificación de los tratados internacionales sobre derechos humanos por parte de nuestro país, que el pueblo debía apropiarse de la lucha por los derechos elementales. El doctor Kirchner no habló sobre la tierra en particular, sino sobre los derechos en general.

El de anteojos se repuso y disparó:

¿Y qué dijo Zaffaroni sobre eso que dijo Kirchner?

Los movileros estiraron los brazos hacia Martino, cual propaganda de desodorante.

-El doctor Zaffaroni escuchó con mucho interés, con mucha preocupación, pero entendemos que no puede pronunciarse.

Martino produjo otras declaraciones:

· «El movimiento está planteando que toda la protesta tiene como base fundamental el no respeto a los derechos elementales a la vida del pueblo argentino».

· «El fiscal Romero (que pidió que la policía filme a los piqueteros durante sus marchas y actos) debería ser llamado a declarar porque por lo que entendemos de las noticias, el fiscal llama a filmar. Si la policía está ante un delito, debería evitarlo, y no filmar y permitir que el delito se consume, porque serían cómplices. Deberían preguntarle al fiscal de qué parte de la Constitución sacó eso.»

Terminada la serie de entrevistas, Martino comentó en diálogo con lavaca:

-Lo del seminario de derechos humanos es para agosto, posiblemente en la Universidad de Lomas. Tres días. La idea es que Zaffaroni lo abra o lo cierre, y que vengan una cantidad de juristas, constitucionalistas y expertos. Habría talleres para que los compañeros puedan debatir sobre lo que se exponga.

-Pero una cosa tan institucional como un seminario ¿qué utilidad puede tener? ¿Qué les van a explicar los expertos a movimientos que son víctimas de violaciones a los derechos humanos?

-Hay dos costados. Uno es que por el embrutecimiento al que nos han llevado, el común de nuestra gente piensa que no tiene derechos. Escuchar de boca de quienes elaboran las leyes cuáles son nuestros derechos es un tema importante, independientemente de que esos derechos se cumplan. Por otro lado, arma todo un debate político respecto de nuestros derechos conculcados. Si los constitucionalistas dicen algo, perfecto, pero ¿por qué no se lleva a cabo? Entonces si hemos concurrido al Ejecutivo, al Judicial e iremos al Legislativo, y no nos dan respuesta, la propia Constitución dice que frente a la violación de los derechos, o su no cumplimiento, el pueblo tiene derecho a establecer resistencia a la opresión.

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83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

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Pablo Grillo
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83 días.

Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.

83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.

83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.

83 días y seis intervenciones quirúrgicas.

83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo. 

83 días hasta hoy. 

Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro. 

Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”. 

Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).

Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca. 

El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”. 

La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».

La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería. 

Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.

Esta es parte de la vida que no pudieron matar:

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La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen

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Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.

Por María del Carmen Varela.

La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen

La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia. 

La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.

Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.

La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional.  A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.

Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.

Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro. 

MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA

Viernes 30 de mayo, 20.30 hs

Entradas por Alternativa Teatral

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Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro

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Una actriz que cautiva. Una historia que desgarra. Música en vivo. La obra Perla Guaraní volvió de la gira en España al Teatro Polonia (Fitz Roy 1475, CABA) y sigue por dos domingos. El recomendado de lavaca esta semana.

Por María del Carmen Varela

La sala del teatro Polonia se tiñe de colores rojizos, impregnada de un aroma salvaje, de una combustión entre vegetación y madera, y alberga una historia que está a punto de brotar: Perla es parte de una naturaleza frondosa que nos cautivará durante un cuarto de hora con los matices de una vida con espinas que rasgan el relato y afloran a través de su voz.

La tonada y la crónica minuciosa nos ubican en un paisaje de influjo guaraní. Un machete le asegura defensa, aunque no parece necesitar protección. De movimientos rápidos y precisos, ajusta su instinto y en un instante captura el peligro que acecha entre las ramas. Sin perder ese sentido del humor mordaz que a veces nace de la fatalidad, nos mira, nos habla y nos deslumbra. Pregunta: “¿quién quiere comprar zapatos? Vos, reinita, que te veo la billetera abultada”. Los zapatos no se venden. ¿Qué le queda por vender? La música alegre del litoral, abrazo para sus penas.

Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro
Gabriela Pastor en escena. Detrás, Juan Zuberman interpreta a un ciego que toca la guitarra.

La actriz y bailarina Gabriela Pastor moldeó este personaje y le pone cuerpo en el escenario.  Nacida en Formosa, hija de maestrxs rurales, aprendió el idioma guaraní al escuchar a su madre y a su padre hablarlo con lxs alumnxs y también a través de sus abuelxs maternxs paraguayxs. “Paraguay tiene un encanto muy particular”, afirma ella. “El pueblo guaraní es guerrero, resistente y poderoso”.

El personaje de Perla apareció después de una experiencia frustrante: Gabriela fue convocada para participar en una película que iba a ser rodada en Paraguay y el director la excluyó por mensaje de whatsapp unos días antes de viajar a filmar. “Por suerte eso ya es anécdota. Gracias a ese dolor, a esa herida, escribí la obra. Me salvó y me sigue salvando”, cuenta orgullosa, ya que la obra viene girando desde hace años, pasando por teatros como Timbre 4 e incluyendo escala europea.

Las vivencias del territorio donde nació y creció, la lectura de los libros de Augusto Roa Bastos y la participación en el Laboratorio de creación I con el director, dramaturgo y docente Ricardo Bartis en el Teatro Nacional Cervantes en 2017 fueron algunos de los resortes que impulsaron Perla guaraní.

Acerca de la experiencia en el Laboratorio, Gabriela asegura que “fue un despliegue actoral enorme, una fuerza tan poderosa convocada en ese grupo de 35 actores y actrices en escena que terminó siendo La liebre y la tortuga” (una propuesta teatral presentada en el Centro de las Artes de la UNSAM). Los momentos fundantes de Perla aparecieron en ese Laboratorio. “Bartís nos pidió que pusiéramos en juego un material propio que nos prendiera fuego. Agarré un mapa viejo de América Latina y dos bolsas de zapatos, hice una pila y me subí encima: pronto estaba en ese territorio litoraleño, bajando por la ruta 11, describiendo ciudades y cantando fragmentos de canciones en guaraní”.

La obra en la que Gabriela se luce, que viene de España y también fue presentada en Asunción, está dirigida por Fabián Díaz, director, dramaturgo, actor y docente. Esta combinación de talentos más la participación del músico Juan Zuberman, quien con su guitarra aporta la cuota musical imprescindible para conectar con el territorio que propone la puesta, hacen de Perla guaraní una de las producciones más originales y destacadas de la escena actual.

Teatro Polonia, Fitz Roy 1475, CABA

Domingos 18 y 25 de mayo, 20  hs

Más info y entradas en @perlaguarani

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