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Las diosas y el machismo: teatro para que no te quedes en casa

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Dos obras en un encuentro, unipersonales interpretados y dirigidos por mujeres. Micaela García Vildoza y Elena Canadell elaboraron sus propias dramaturgias, con dirección de las actrices, dramaturgas, directoras y docentes Aldana Pellicani y Carolina Ayub, ambas integrantes de La Zancada Teatro. Los temas: una diosa creadora del universo extraida de la mitología griega, un cabaret en decadencia y la impronta machista de fines del siglo XIX traspolada al presente. Ingredientes que combinan creatividad y humor, y que se pondrán en danza en el escenario de la Trinchera en el subsuelo de Riobamba 143 el sábado a las 20 horas.  

Eurínome

¿Cómo atraer clientes a un cabaret venido a menos? ¿A qué recursos apelar para salvar el bolsillo? Ella medita y arma su estrategia. Entonces recurre a la palabra. ¿Será posible que la mitología griega pueda ayudar en algo? Afila su poder de seducción y da a conocer —como si fuera un talismán oral—  el nombre de la diosa a la que se le atribuye el poder de haber creado todas las cosas: Eurínome. Se convierte así en una narradora de fantasías que busca subyugar a la platea con el hechizo de su relato. “Por momentos termina siendo un poco ridículo, torpe, se pierde en la historia. A pesar de que Eurínome era una diosa que pare el universo, tiene que lidiar con ciertos conflictos que genera la masculinidad que la rodea”, cuenta la actriz y dramaturga Micaela García Vildoza, formada en la Escuela de Teatro de La Zancada, donde surgió la idea de crear esta obra en el marco del taller que tenia el objetivo de desarrollar un unipersonal, dictado por la actriz, dramaturga, directora y docente Carolina Ayub.

Eurínome tiene la particularidad de ser fácil de adaptar a distintos lugares y contextos. Así lo pensó Micaela: “Me interesaba tener un material propio con la idea de generar una herramienta de trabajo, profesionalizar una práctica que hace muchos años trabajaba de manera más vocacional, para esta vez darle un marco y una intención más vinculada con el oficio del actuante”. El proceso creativo de la obra, la etapa de exploración, laboratorio y montaje, comenzó en 2019 y Carolina acompañó desde la dirección. “¿Qué buscaba generar en les espectadores? ¿Quién era esa mujer que les hablaba? ¿Para qué les contaba esa historia? Estos interrogantes nos ayudaron a darle forma al proyecto y a encontrar una manera de narrar”.  

Durante casi un año y medio Micaela y Carolina estuvieron trabajando en la obra. “Primero apareció la historia —relata Carolina— y después cómo contarla. El teatro tiene eso, hay historias que ya fueron contadas mil veces. Y también ver quién la contaba. Quien está contando maneja el arte de la oratoria y esa narración era la de la creación del mundo. Es una historia atravesada por el erotismo”. Ambas son admiradoras de Urdapilleta y reivindican su forma de ver el teatro, “de faltarle el respeto al teatro empaquetado, estereotipado”, define Carolina. Suma Micaela: “El estilo de Urdapilleta me dio imágenes disparadoras cargadas de la sensualidad extrañada que me interesaba encarar, y fue el puntapié para explorar maneras de interpelar al público a través de ideas cotidianas pero groseras, libidinosas o simplemente exageradas”.

Esta obra que llega al escenario de MU Trinchera Boutique permite contar una historia cargada de quimeras. Micaela: “Este trabajo surge por placer y por deseo, y esta historia está a su vez plagada de ideas vinculadas a estos temas. Lo erótico, lo accidental y lo extraño se trabajan de una manera absurda y, para mí,  sumamente divertida, y son los elementos que le dan identidad al espectáculo”. Como una Scherezade plantada en un cabaret perdido, la protagonista tambén invocará con astucia la potencia de la palabra para encantar los oídos que la escuchan.

Dramaturgia y actuación: Micaela García Vildoza

Dirección: Carlolina Ayub. 

Sábados 12 y 19 de noviembre, 20 horas en Riobamba 143 (MU Trinchera Boutique)

A la olla, con reservas en www.lavaca.org/trinchera

Yo no soy Nora

Una actriz se niega a hacer determinadas escenas de la famosa obra del escritor noruego Henrik Ibsen —Casa de muñecas, estrenada en 1879— por considerarlas machistas. La protagonista de la novela de Ibsen se llama Nora, la obra es un clásico de la literatura y se la suele considerar la primera obra feminista porque en la trama Nora, cansada de vivir sometida a los preceptos patriarcales, se atreve a una decisión infrecuente en la sociedad de la época. “Yo no soy Nora” nació de las ganas de la actriz y dramaturga Elena Canadell de tener su unipersonal, una obra que pudiera poner en escena en cualquier momento y lugar y también por su deseo de acercar el teatro a la escuela. Elena fue durante casi quince años directora de una escuela media con alumnes que pertenecían a una comunidad vulnerada en sus derechos. “El arte era uno de ellos”, resalta.

Como alumna del taller de Unipersonales a cargo de la actriz, dramaturga, directora y docente Aldana Pellicani, Elena pensó en la temática: quería hablar de la violencia machista. Investigó sobre personajes como Lisístrata, Casandra, notas periodísticas sobre el tema, hasta que dio con “Casa de muñecas”. Tomó el taller de La Zancada sobre “Espacios no convencionales” que la preparaba para hacer la obra en distintos escenarios, los convencionales y los improvisados. Cuenta Elena que “el isparador fue sin duda llevar el teatro a las escuelas con una temática totalmente actual, considerando que dentro de la ESI se desarrollan estos temas”.

El unipersonal fue armado durante la pandemia, por zoom, con filmaciones desde el celular, pasadas en vivo en el garaje de la casa de Elena y al volver a la presencialidad, pudo agregar elementos.  Aldana tomó la dirección de la obra y asegura que su función es “darle un poco de forma a toda la acción en el espacio propuesta por les que actúan, y digo un poco de forma porque creo que el 80 por ciento del trabajo en casos como este es de la que pone el cuerpo, la que se arriesga, la que está ahí dando la batalla”. Con respecto a los vaivenes de la creatividad, Aldana asegura: “Hay un fantasma que persigue a les actuantes en los procesos creativos: no se me ocurre nada. Como si nuestro oficio se tratase de ocurrencias o de espíritus que nos envían creatividad.  Y la verdad es que no, el nuestro como cualquier oficio tiene herramientas que nos permiten crear, incluso cuando a priori no se nos ocurre nada, porque en verdad lo que tiene que ocurrir es que haya un cuerpo en escena probando, acertando y errando todo a la vez”. 

Durante la obra de Ibsen se muestra el entorno de Nora, las caracterísitcas de Trovaldo, su marido y las implicancias de la convivencia.  Elena juega con esas situaciones y pone el grito en el cielo ante cada actitud machista. Aldana: “en una emblemática escena del teatro que te hacen hacer para probar tus dotes de actuación, en las mejores y peores academias o institiutos de formación de teatro, ella le dice: sentate, tenemos que hablar y ahí viene un texto largo. La obra te va mostrando su sometimiento económico, emocional, ideológico frente a este hombre que es su marido”.  Un clásico revolucionario en su momento adquiere nuevas resonancias. Elena remarca que “la idea es que la obra sea un disparador que dé lugar al abordaje de un tema complejo como la violencia. El énfasis estuvo puesto en demostrar que una obra escrita en el siglo XIX tiene total vigencia con hechos que ocurren en la actualidad”.

Dramaturgia y actuación: Elena Canadell

Dirección: Aldana Pellicani

Sábados 12 y 19 de noviembre, 20 horas en Riobamba 143 (MU Trinchera Boutique)

A la olla, con reservas en www.lavaca.org/trinchera

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Blas Correa, y la condena a 11 policías responsables de su muerte: “Esto recién comienza”

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11 agentes policiales fueron condenados por la muerte de Blas Correas en agosto de 2020 en Córdoba, después de 7 meses, 36 audiencias y el testimonio de más de medio centenar de testigos. La sentencia es histórica no solo porque demostró cómo funciona la máquina de violencia institucional, sino porque incorpora la capacitación a todos los agentes de la policía en el trato a víctimas, en el uso de armas de fuego, y obliga que se profundicen los exámenes psicotécnicos periódicos. Estos argumentos fueron planteados por la familia de Blas, que dice: “Marchando el 24 de marzo por mi hijo entendí en el lugar que estoy: vi mujeres marchando durante 40 años y así voy a morir yo, como las abuelas. Ese es el camino”.

Por Bernardina Rosini desde Córdoba. Fotos: Amnistía Internacional Argentina | Nicolás Bertea

“Prometo hacer todo lo posible para que las cosas cambien”.  

Soledad Laciar en una carta dirigida a su hijo. 

Soledad Laciar es la mamá de Valentino Blas Correas, el joven de 17 años que la noche del 5 de agosto de 2020 salió a comer una pizza junto a cuatro amigos -Mateo, Cristóbal, Camila y Juan Cruz- y quien horas se convertiría en una nueva víctima de la policía de Córdoba. 

Vale recordar: los cinco jóvenes regresaban a casa a bordo de un Fiat Argo cuando divisan un control vehicular; Juan Cruz (19 años, quien conduce) al ver que uno de los policías tiene un arma en la mano, se asusta, se saltea el control. Entonces se escuchan disparos. Seis. Uno de impacta en la espalda de Blas, quien siente la herida y le pide a Camila que le de la mano. Van rápidamente a un clínica, la primera que ven, lo bajan a Blas pero en la puerta se niegan a recibirlo, lo suben nuevamente al auto, intentan llegar al Hospital de Urgencias pero nuevamente son detenidos por un control policial; no los dejan avanzar y los obligan bajarse del auto; los amigos de Blas desesperados ruegan que atiendan al amigo herido pero los agentes policiales niegan cualquier asistencia, les piden documentos y hablan por radio. 

Así muere Blas, en el asiento trasero del auto, solo. 

Pero el horror no termina ahí: en minutos las dos duplas policiales que participaron del tiroteo se reúnen y resuelven plantar un viejo revólver calibre 22 y así intentar justificar sus disparos. El elenco policial interviniente lo conforman 13 agentes. 11 acaban de ser condenados (debajo de la nota, el detalle de las condenas).

Hacer historia

La sala del primer piso de Tribunales II en la ciudad de Córdoba está repleta, desborda hacia los pasillos. Amigos de Blas y de los sobrevivientes, hinchas de Belgrano (club del cual Blas era fanático), Abuelas de Plaza Mayo, el Secretario de Derechos Humanos de la Nación, madres que llevan remeras de sus hijos también víctimas fatales de la policía, mucha prensa, y ningún funcionario.

Es una jornada histórica, no sólo por la cantidad de agentes policiales condenados, sino porque la sentencia reconoce a Blas Correas, a su familia y a los sobrevivientes, como víctimas de actos de violencia institucional. Soledad Laciar, la madre, luego señalaría que éste reconocimiento fue el momento más conmovedor de la lectura, puesto que señala a la maquinaria en su totalidad.

Y es que la Cámara 8ª del Crimen de la ciudad de Córdoba dió lugar al señalamiento de la familia de Blas, por un lado, con respecto a la ampliación del alcance de responsabilidades y ordenó investigar al ahora ex Ministro de Seguridad de Córdoba y actualmente legislador por el oficialismo, Alfonso Mosquera, y a la actual jefa de la Policía, Liliana Zárate. 

Al primero, por presuntos actos de corrupción y malversación de caudales públicos al entregar un vehículo judicializado a uno de los comisarios. Mosquera declaró en el juicio que se trató de “una gauchada personal”.

En cuanto a Zárate -que se desempeñaba como titular de Recursos Humanos de la fuerza para aquel entonces- se la responsabiliza de que los policías Lucas Gómez y Javier Alarcón (autores de los disparos) se encontraran en ejercicio a pesar de que sus legajos estaban nutridos con varias imputaciones anteriores al hecho y, en el caso particular de Alarcón, de no haber aprobado una práctica de tiro. A Zárate se la investigará por omisión de los deberes de funcionario público y por las falencias en la formación y el control de los agentes policiales.

El Tribunal también indicó que se inicie investigación judicial y se identifique a los uniformados policiales que durante esa madrugada detuvieron el Fiat Argo y no permitieron que los amigos de Blas lo llevaran al hospital a pesar de la evidente necesidad de atención médica.

Conforme con la sentencia, la mamá de Blas expresó: “Siento que me acerqué enormemente a la justicia, confieso que tenía muchas dudas. Pero para mí es importantísimo que hayan incorporado la capacitación a todos los agentes de la policía en el trato a víctimas, en el uso de armas de fuego, que se profundicen los exámenes psicotécnicos periódicos. Un mes más o menos en las condenas no me significa nada, pero que se realicen cambios para asegurar que ésto no siga pasando, es lo que me importa”.

Además de las capacitaciones a la totalidad de los agentes de la fuerza, se indicó al Ministerio de Seguridad que se retenga el armamento a todo policía que repruebe las evaluaciones de tiro.

“Esto recién comienza” añadió Soledad, porque ahora asegura que irá tras los demás responsables, estará pendiente de la implementación efectiva de lo expresado en la sentencia, y acompañará a las demás familias que buscan justicia por sus hijos. “Ahora será buscar justicia para Joaquín Paredes, tenía 15 años. Les pido que nos acompañen, que no les quede lejos Cruz del Eje”.

Unas horas antes de conocerse la sentencia Soledad ya lo había adelantado “Marchando el 24 de marzo por mi hijo entendí en el lugar que estoy: vi mujeres marchando durante 40 años y así voy a morir yo, como las abuelas. Ese es el camino”.

Las condenas:

  • Lucas Gómez (37) y Javier Alarcón (33) ,autores del homicidio calificado por ser integrantes de la Policía y agravado por el uso de arma de fuego y por la tentativa de homicidio contra los cuatro otros chicos:  condena a reclusión perpetua, inhabilitación absoluta y especial para desempeñar empleo y cargo público.
  • Wanda Esquivel (34), la oficial que plantó el arma que luego se quebró y confesó el delito fue condenada a 3 años de prisión domiciliaria.
  • La oficial  Yamila Martínez (25) fue condenada a cuatro años y tres meses de prisión e inhabilitación especial por tres años.
  • Leando Alexis Quevedo, condenado a cuatro años de prisión.
  • El cabo Ezequiel Vélez (25), a dos años y seis meses de prisión, por lo que no irá a prisión al ser la pena menor a tres años.
  • El subcomisario Sergio González (44); subcomisario Enzo Quiroga (36); comisario inspector Walter Soria (45); el comisario inspector Jorge Galleguillo (46)  el comisario Juan Antonio Gatica (46) condenados por falso testimonio, encubrimiento por favorecimiento personal a cuatro años y diez meses de prisión.
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Daniel Solano: la Corte confirmó la detención de los 7 policías condenados por homicidio

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Los siete policías condenados a prisión perpetua por el asesinato de Daniel Solano, el joven salteño de 27 años desaparecido en Choele Choel el 5 de noviembre de 2011, fueron detenidos tras el rechazo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación a un recurso de queja de los efectivos, y así deberán empezar a cumplir la pena en prisión por primera vez desde la sentencia. El juicio concluyó el 1 de agosto de 2018, pero desde entonces los oficiales Sandro Berthe, Pablo Bender, Juan Barrera, Pablo Albarrán Cárcamo, Pablo Quidel, Diego Cuello y Héctor Martínez estaban en libertad, a la espera de la resolución de la Corte. “Nunca los sacaron de la policía: tenían libertad, cobrando sueldo y portando armas”, dice Leandro Aparicio, uno de los abogados de la familia Solano, que subrayó su “satisfacción” por el fallo: “Uno está golpeado, pero esto da energías para poder avanzar. No hay muchos casos en los que se detengan a 7 policías”.

La desaparición de Daniel se produjo tras un episodio de violencia policial en la vereda de un boliche de la ciudad. Antes había reclamado por su sueldo y el de sus compañeros como trabajadores rurales de la empresa Agrocosecha, tercerizada de Expofrut Argentina. Aparicio: “Fue un homicidio más allá de la desaparición, y fue un homicidio en un contexto de trata de personas, que está denunciada en la justicia federal de Roca, como está denunciado el narcotráfico, pero la causa no se mueve como se debería. Está parada. Pero esto va a servir para darle un impulso a toda esas cuestiones pendientes”.

Pedidos de justicia por Daniel Solano en 2012, a meses de su asesinato.

Entre esas cuestiones, en abril habrá audiencias por la acusación a otros cuatro policías, entre ellos Tomás Vega, a quien la familia lo señala como el “nexo” con la empresa: “Vega estuvo cuando le pegaban a Solano en el boliche. Vio todo eso. Y fue el que estuvo a cargo de la investigación los primeros día de la desaparición”.

Daniel sigue desaparecido. Gualberto, su papá, murió en medio del juicio, sin poder llegar a la sentencia por homicidio, y fue el principal motor de la causa que denunció la desaparición forzada y la connivencia judicial y estatal bajo un reclamo concreto que repitió una y otra vez a lo largo de seis años y medio: “Quiero encontrar el cuerpo y llevarlo”. No se detuvo un día: hizo huelgas de hambre, inició acampes y se encadenó al juzgado para exigir respuestas. Así reveló la trama de explotación laboral en Río Negro, la corrupción judicial que cubrió el caso y logró la detención de los oficiales que hoy están presos. Aparicio lo recuerda: “Nosotros tenemos esperanza de que el cuerpo aparezca. Algún policía capaz que se puede quebrar, o Vega mismo, sabiendo lo que se viene, puede dar información. Hemos hecho lo imposible para que aparezca el cuerpo”.

Compartimos la investigación de MU sobre este caso:

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Sí, podemos: 20 años del No a la Mina de Esquel

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Esquel está cumpliendo 20 años del histórico plebiscito en el que por más del 81% de los sufragios la comunidad votó «No a la Mina» y rechazó así la instalación de la megaminería en la región. A qué le dijeron que «Sí», desde la nota histórica que se hizo desde MU en uno de los tantos viajes, el primero, a la madre de muchas batallas.

El 23 de marzo se cumplieron 20 años del rechazo a la megaminería en Esquel, símbolo de lucha contra los proyectos contaminantes, inconsultos, impuestos en silencio y con violencia, y símbolo también de la democracia participativa, la organización y una lucha que se contagió a otros lugares del país.

En estos días hubo recitales, charlas, caminatas, marcha el 23 de marzo, y este domingo culminará la celebración con un ascenso al cerro Calfu Mahuida, un modo de simbolizar ese contacto permanente de la comunidad de Esquel con la naturaleza.

La historia viva cuenta que un puñado de vecinas y vecinos, que fueron cada vez más, comenzaron a reunirse, a estudiar la situación, a ir a escuelas, clubes, barios, difundiendo capilarmente, en una movilización a la vez inmensa, lo que se estaba tramando para hundir a Esquel en la megaminería. El 4 de diciembre de 2002 fue la primera marcha que reunió a más de 6.000 personas. Nunca desde entonces se dejó de marchar el 4 de cada mes.

Esa creación de movilización involucró otro hecho histórico: se había formado la Asamblea No a la Mina, grupo apartidario, horizontal, democrático, diverso, expresión de las nuevas formas de organización social que emergían en el país tras la crisis de 2001.  

El mecanismo asambleario en el que participaba todo el que quisiera, llevó a presionar la situación hasta obtener la posibilidad de la que se celebraron ahora 20 años: el 23 de marzo de 2003 se realizó un plebiscito en el que la comunidad rechazó por más del 81% de los votos al proyecto que intentaban imponer la empresa Meridian Gold y el Estado. Esquel hizo nacer aquel No, pero además generó un contagio en diferentes lugares en que se manifestaban  conflictos ambientales en todo el país (Gualeguaychú, Famatina, Andalgalá, como emblemas de una actitud ciudadana no ha dejado de crecer hasta hoy frente a diferentes situaciones territoriales, de salud, y hasta de derechos humanos). Se ponía en foco al modelo extractivo.

Desde aquellos años Esquel ha pasado por situaciones de todo tipo que han sido reflejadas tanto en lavaca.org como en la revista MU:

  • la intención de dar vuelta la decisión de la población a través de campañas de acción psicológica y desinformación;
  • el espionaje a vecinas y vecinos que integraban la Asamblea, por parte de la AFI, como forma de amedrentamiento y control social;
  • las presiones políticas y hasta laborales que sufría toda persona involucrada con el proceso asambleario;
  • el contagio fundamental de la acción de Esquel a toda Chubut, que se pobló de asambleas en todo el territorio, incluyendo a las comunidades de pueblos originarios, siempre rechazando los proyectos y negociados minero-estatales;
  • las trampas legislativas detectadas cuando se obtuvo la foto del diputado Gustavo Muñiz (del Frente para la Victoria) chateando por celular con el gerente Gastón Berardi de Yamana Gold, la empresa que había asumido el proyecto para impedir y ningunear la Iniciativa Popular presentada por la ciudadanía para que se convirtiera en Ley;
  • las represiones a los manifestantes en Rawson, cuando la lucha debió concentrarse en la capital provincial; el acoso mediático a toda esta movida en defensa de la naturaleza por parte de buena parte del sistema mediático, dependiente de pautas publicitarias estatales y privadas.
  • Y, por nombrar algo de lo más relevante en los últimos tiempos, el Chubutazo, o “Chubutaguazo”, con que la provincia movilizada logró dar vuelta de un modo comovedor en 2020 un nuevo intento de legislación que bajo el disfraz de una “zonificación” provincial buscaba lo de siempre: ir por la minería. La ciudadanía logró tumbar esa intentona y reponer la ley que prohíbe los megaproyectos extractivos.
  • Otro detalle de estos tiempos: ya hay una tercera generación de integrantes de las asambleas participando plenamente, un sub-17 que demuestra el alcance de todo lo que se ha realizado, también desde el punto de vista inter-generacional.

Esquel fue el nacimiento de la resistencia de Chubut, que no significa solamente un rechazo al saqueo y la contaminación, un No, sino también múltiples Sí:

  • Sí: sí a la vida.
  • Sí a la reivindicación por la positiva de otras formas de producción que no impliquen la destrucción.
  • Sí a la necesidad de licencia social para cualquier proyecto, de cuidado de ambiente como forma de preservación de la vida y el trabajo.
  • Sí a nuevas formas de relación entre lo humano y la naturaleza. A nuevas relaciones también entre las personas para plasmar la idea de que el agua vale más que el oro, y de que el futuro es posible.

Como homenaje a todo eso aquí puede verse la primera de las notas publicadas en MU sobre la asamblea de Esquel: “La madre del No”, para conocer esa experiencia histórica hecha de resistencia, inteligencia, generosidad y, también, alegría.  

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LA NUEVA MU. Lo que está en juego

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