CABA
Ni un despido más
Diversos sindicatos, organizaciones sociales y cooperativas marcharon por Buenos Aires en contra de los despidos, la devaluación, el aumento de tarifas, la apertura de paritarias, la actualización de planes sociales y la judicialización de la protesta social.
Hubo un momento exacto en la Ciudad de Buenos Aires en el que la movilización que hizo confluir a la CTA Autónoma, ATE, sindicatos y organizaciones sociales y cooperativas, alcanzó unas 10 cuadras. Ese momento se dio aproximadamente a las 14 horas cuando la nutrida columna de movimientos sociales y piqueteros llegó a Congreso después de partir desde Liniers a las 7 de la mañana y caminar unos 11 kilómetros bajo la lluvia. El encuentro se produjo después de que los sindicatos marcharan hasta la Casa de la Provincia de Buenos Aires con reclamos puntuales a la gobernación de María Eugenia Vidal.

Foto: Nacho Yuchark/lavaca
Luego, ambas columnas confluyeron en el marco de un nuevo paro nacional al gobierno de Mauricio Macri en poco más de cuatro meses de gobierno, que marchó en contra de los despidos, la devaluación, el aumento de tarifas, la apertura de paritarias, la actualización de planes sociales y la judicialización de la protesta social, con el detalle de la instalación de una carpa de los jubilados frente al Palacio Legislativo para pedir por el 82 por ciento móvil.
Las columnas se dividieron al llegar a Plaza de Mayo. Los sindicatos montaron un escenario mientras las organizaciones sociales marcharon hasta el Ministerio de Trabajo.
Morir de un descuento
Una de las dirigentes femeninas que habló frente a la casa de la Provincia de Buenos Aires fue Susana Mariño, secretaria adjunta de SOEME (Sindicato de Obreros y Empleados de Minoridad y Educación), gremio que circuló mediáticamente en los últimos días por una noticia trágica: Yolanda Mercedes, una de sus afiliadas en Mar del Plata, falleció luego de enterarse que las autoridades ejecutivas y ministeriales del área de educación le había descontado su salario tras una medida de fuerza gremial. “Te la debo, no estoy en el tema”, fue la respuesta del presidente Mauricio Macri cuando la prensa le consultó por el tema.
“Fue una falta de respeto”, sostuvo Mariño a lavaca. “Además, Yolanda estaba con tareas livianas: no se había adherido a la medida, como muchos compañeras y compañeros que estaban internados y no cobraron el sueldo. Los auxiliares somos un sector muy humilde, con familias numerosas, con compañeros en su gran mayoría del Gran Buenos Aires, de la periferia, que no tienen acceso a la vivienda. Nuestros sueldos son de 7300 pesos: con estos aumentos ya no tenemos una canasta de alimentos de pobres, sino de indigentes. Imaginate: Yolanda fue a cobrar y vio en el cajero 40 pesos, se descompuso y falleció. Hay muchas compañeras que también se vieron afectadas en su salud. Tenemos compañeras con cáncer terminal, con licencias de maternidad, con bebés recién nacidos que no tienen para comprar. Eso no se vio ni en las peores ni más tristes épocas de ese país”.
¿Qué respuesta les dio el Ministerio? “Nosotros preguntamos si había sido un error. Dijeron que no: hicieron el cruce de todos los afiliados a SOEME y descontaron íntegro porque, consideraron, fue un exceso en la medida”. Mariño agregó al panorama otro dato: “Han recortado los cupos en comedores y eso también nos afecta, porque son nuestros chicos los que van a comer a nuestras escuelas. Recortaron también el desayuno y la merienda: es vergonzoso, porque un docente en el aula tiene que decir quién come y quién no, y por ahí al que le toca es un chiquito nuestro”.

Foto: Nacho Yuchark/lavaca
Scioli + Vidal
“Nosotros tenemos dos grandes disputas con el gobierno provincial: una salarial y otra por las condiciones de trabajo”, afirma Fernando Corsiglia, presidente de CICOP (Asociación Sindical de Profesionales de la Salud de la Provincia de Buenos Aires). “Pedimos un 40 por ciento de aumento: el ingresante a planta de 36 horas semanales de trabajo profesional está cobrando 12 mil pesos. Necesitamos una propuesta seria. Por otra parte, las condiciones de trabajo tienen una directa relación con las condiciones de atención de salud de la población: esto es falta de insumos, situación edilicia, episodios de violencia y falta de personal”.
Corsiglia remarca que la “crisis” en el sistema de salud bonaerense viene de hace tiempo. “Remarcamos que Scioli y Vidal son corresponsables. La gestión de Scioli en salud fue tan deficitaria que no adjudicó la importancia que debiera haber tenido, y eso generó la situación que tenemos y las muy malas condiciones que tenemos en los hospitales y centros de salud”.
Pablo Abramovich, secretario general de la Asociación Judicial Bonaerense: “Nosotros pedimos un aumento salarial del 45 por ciento, porque la propuesta de 16,7 por ciento para el primer semestre que nos dio el gobierno ni siquiera alcanza para cubrir la inflación de los primeros 4 meses del año. Y el nuestro es uno de los salarios más bajos del país. El Estado es la garantía de los derechos de los sectores más postergados y pobres de la población, y son los que masivamente van a Tribunales a querer resolver estas cuestiones”.

Foto: Nacho Yuchark/lavaca
Los Ceos y las cooperativas
La columna más numerosa de la caravana de movimientos y organizaciones sociales fue de Barrios de Pie (de Movimientos Libres del Sur). “Nosotros sostenemos que hubo un deterioro del cuadro social que heredó este gobierno, donde ya había una situación compleja por el aumento de precios”, evalúa Daniel Menéndez, secretario general.
“La pérdida de puestos de empleo y la devaluación tuvo un impacto directo. A eso se le suman los aumentos de tarifas, de alimentos, que generó una complicación para millones de argentinos y un concreto aumento de pobreza en 100 días del gobierno de Macri. Un cálculo que hacemos es que por cada empleo formal que se pierde, se pierden cuatro empleos informales. Y eso impacta en la pérdida de poder adquisitivo de los más humildes. Por reclamamos establecer un piso de discusión respecto a la situación social y de diagnóstico que hace este gobierno”.
¿Puede decirse que también hay un nuevo piso de discusión para las organizaciones sociales? “Entiendo que eso tiene que ver con una etapa de mayor concentración del ingreso y mayor agresión sobre mínimas conquistas que hubo, y eso genera una necesidad de unidad, de coordinación de prácticamente el conjunto de organizaciones sociales. Expresamos políticas territoriales frente a un gobierno que está conformado por ceo´s. Hay una regresión del ingreso, más allá que en el kirchnerismo hubo una consolidación de un piso de pobreza muy alto, pero lo que estamos viviendo es una profundización de esa estructura de pobreza.”.
A su lado marcha Fredy Mariño, integrante de la Mesa Nacional de la Corriente Clasista y Combativa (CCC), otra de las organizaciones que aportó una nutrida columna a la movilización. “En un país que tiene un marco de 40 por ciento de inflación, Macri dio un 20 por ciento en algunos planes sociales. Es insuficiente para mejorar la situación, particularmente en el conurbano, donde tenemos más de 3000 cooperativistas. Hay otros 600 en Capital y 200 en La Matanza y Almirante Brown donde hacemos red de agua y cloacas y cobramos por producción”.
¿Cuánto percibe de ingreso un cooperativista? “Con el aumento, unos 3150 pesos, cuando la canasta familiar, según los cálculos, no baja de los 15 mil pesos. Exigimos equiparación acorde para vivir dignamente”.
¿Qué lectura tienen de la actual coyuntura donde confluyen movimientos y sindicatos? “Entendemos que es muy necesaria. Nosotros, incluso los beneficiarios de planes sociales, nos seguimos considerando trabajadores Conocemos el grado de complicidad de distintas centrales con distintos gobiernos de turno, pero si por abajo se logra unificar al movimiento obrero, bienvenido. Entendemos que las políticas de ajuste que está aplicando Macri va a hacerlas pasar aplicando la Ley Antiterrorista, el protocolo antipiquetes y la judicialización de la protesta”. ¿Como el caso de Milagro Sala, por ejemplo? “Por ejemplo. Está detenida por ser dirigente social. Después, hay debates, pero el origen de la detención es ese”.

Foto: Nacho Yuchark/lavaca
Precarización de la vida
Similar lectura tiene Darío Leo, de la conducción del Frente Popular Darío Santillán: “A Milagro Sala la meten presa por indígena y mujer. Representa un trofeo para la derecha más que un caso de corrupción o de ilícito”. ¿Por qué marcha el Frente? “Por trabajo, salud y educación en los territorios donde estamos, donde desarrollamos trabajo sin patrón, herrería y panadería. En ese camino de organizarnos colectivamente, exigimos ciertas medidas que todo gobierno tiene que tener con los sectores populares”.
¿Por ejemplo? “La financiación a las cooperativas o que simplemente el Estado compre nuestros productos, como hacía con guardapolvos, juguetes o los laburos de herrería que hacíamos en municipios. Eso se cortó todo. ¿Por qué pedimos esto? Todas las empresas están subsidiadas: nosotros, no. No podemos competir económicamente. Necesitamos arrancar, que el Estado, al menos, nos compre, para después sí lograr la cooperativización completa”.
Leo también vivió el contexto en carne propia: es uno de los despedidos del SENASA. “Pero también se ve en el barrio: en Ezeiza, por ejemplo, la salud está totalmente desmantelada. La salita no atiende y el hospital, el único que hay, hace tres meses que está cerrado. En ese camino es donde buscamos construir alternativas educativas, culturales y talleres para los jóvenes”. ¿Le sorprende esta confluencia de organizaciones y sindicatos? “El espanto nos une. El pueblo nunca quiere retroceder en su lucha histórica. Ni un paso. Por eso estamos en la calle”.
En la cabeza de la columna hay una militante trans, Maite Amaya, de la Federación de Organizaciones de Base (FOB-regional Córdoba). “Nos manifestamos en este marco de alianzas muy amplia contra el hambre y la precarización de la vida. Todo repercute sobre nuestros cuerpos y bolsillos. Los sectores más marginados somos el postre de estas políticas estructurales del gobierno macrista que, con el pretexto de los ´ñoquis´, apuntan a la reducción del Estado generando una desocupación cada vez mayor. Yo soy desocupada, en la década ganada y también ahora. Nuestras compañeras transgénero siguen en estado de prostitución y/o trabajo sexual, según el debate que hay para caracterizarlo, pero no estamos pudiendo salir de la calle, lo cual nos expone a un plus de violencia mayor al que significa no tener para armar una olla ni comer”.

Foto: Nacho Yuchark/lavaca
Lecciones
Sobre Rivadavia espera para marchar Ricardo Peidro, secretario general de la Asociación Agentes de Propaganda Médica (APM). ¿Cuál es el contexto que se avecina, con los rumores sobre unificación de las tres CGT y las dos CTA? “Creemos en la unidad de acción: hicimos cinco paros generales en el gobierno anterior. No creemos que la unidad tenga que ser por ley, como dicen, que tenga que haber una sola CGT. La decisión tiene que ser de los propios trabajadores. Si esa unidad de acción lleva a una unidad de otro tipo, bienvenido sea. Creo que hoy, por ejemplo, la CTA bajo ningún punto de vista se va a unificar orgánicamente con la CGT. Somos dos modelos sindicales distintos: nacimos como CTA para diferenciarnos y hoy siguen las mismas condiciones. Esto no quita que vayamos en juntos en un petitorio conjunto para frenar el ajuste”.
¿Qué lecciones pueden sacarse de los últimos años de cara a una eventual unidad de acción? “Nosotros nos reafirmamos en nuestra idea de autonomía, que no es neutralidad, pero sí es llevar las posiciones de la clase trabajadora a los gobiernos, y no a la inversa. Hay que crear las condiciones para poder avanzar en esa dirección, y la manera es tener autonomía de los gobierno, de los patrones y de los partidos políticos, sin renegar de ellos, sino reafirmándonos como clase”.

Foto: Nacho Yuchark/lavaca
Ajuste ampliado
Por las calles también camina Hugo Cachorro Godoy, secretario general de ATE-Nacional. “Hasta ahora hemos logrado frenar los despidos en el Estado nacional. Ahora queremos que se reincorporen a todos los injustamente despedidos y que se abra inmediatamente la paritaria nacional para discutir salarios y el pase a planta permanente de todos los trabajadores precarizados, que es la situación más grave que padecemos los trabajadores del Estado”.
Godoy menciona la provincia de Buenos Aires, Mendoza, Córdoba, Tierra del Fuego: “El ajuste que aplica Macri es repetido y ampliado mecánicamente por los gobiernos provinciales, aun con distintas identidades partidarias, aunque esto cueste la vida: 3 muertes se produjeron producto del ajuste. Una es Melisa, una trabajadora del ProHuerta de Chaco. Otra es Yolanda, auxilar docente en Mar del Plata. Y el otro es Esteban un trabajador de 41 años de la Biblioteca Nacional. Estas muertes marcan el dramático lado humano que implica este ajuste”.
Julio Fuentes, secretario adjunto: “Macri asume una política clara de neoliberalismo conservador. Hizo dos cosas: durante todo este tiempo nos sacó a los pobres y se los dios a los ricos. Esto es lo que estamos enfrentando, esta forma de distribución injusta, retrógrada, que no lleva más que al conflicto social. Y se está expresando todos los días. Ningún gobierno en tan poco tiempo ha tenido tantos paros y movilizaciones. Es un signo de que deben revisar inmediatamente su práctica política, porque acá hay un gobierno que está dispuesto a dar pelea”.
Godoy: “La capacidad de unirnos después de haber sufrido tantos años de un trabajo sistemático para producir la fragmentación de los distintos sectores del movimiento popular, va a ser un proceso difícil. Pero la unidad la encaramos aquí, en la calle, luchando democráticamente y construyendo no por desesperación sino a conciencia de un proceso de que nos permita no solo quebrar el ajuste sino crear una perspectiva mejor para el futuro, sin que nos lleve a una nueva frustración. No queremos un Estado clientelar, organizaciones del pueblo que se terminan subordinando a quien gobierna. Son la libertad, la democracia sindical y la autonomía las tres condiciones fundamentales para que las organizaciones de los trabajadores aportemos al fortalecimiento de la democracia. Esa unidad es la que importa y la que vale”.
CABA
Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.
Por María del Carmen Varela
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.
Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.
Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.
Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.
El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.
Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.
Continuará.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
CABA
La vida de dos mujeres en la Isla de la Paternal, entre la memoria y la lucha: una obra imperdible

Una obra única que recorre el barrio de Paternal a través de postas de memoria, de lucha y en actual riesgo: del Albergue Warnes que soñó Eva Perón, quedó inconcluso y luego se utilizó como centro clandestino de detención; al Siluetazo de los 80´, los restoranes notables, los murales de Maradona y el orfanato Garrigós, del cual las protagonistas son parte. Vanesa Weinberg y Laura Nevole nos llevan de la mano por un mapa que nos hace ver el territorio cotidiano en perspectiva y con arte. Una obra que integra la programación de Paraíso Club.
María del Carmen Varela
Las vías del tren San Martín, la avenida Warnes y las bodegas, el Instituto Garrigós y el cementerio de La Chacarita delimitan una pequeña geografía urbana conocida como La Isla de la Paternal. En este lugar de casas bajas, fábricas activas, otras cerradas o devenidas en sitios culturales sucede un hecho teatral que integra a Casa Gómez —espacio dedicado al arte—con las calles del barrio en una pintoresca caminata: Atlas de un mundo imaginado, obra integrante de la programación de Paraíso Club, que ofrece un estreno cada mes.
Sus protagonistas son Ana y Emilia (Vanesa Weinberg y Laura Nevole) y sus versiones con menos edad son interpretadas por Camila Blander y Valentina Werenkraut. Las hermanas crecieron en este rincón de la ciudad; Ana permaneció allí y Emilia salió al mundo con entusiasmo por conocer otras islas más lejanas. Cuenta el programa de mano que ambas “siempre se sintieron atraídas por esos puntos desperdigados por los mapas, que no se sabe si son manchas o islas”.


La historia
A fines de los ´90, Emilia partió de esta isla sin agua alrededor para conocer otras islas: algunas paradisíacas y calurosas, otras frías y remotas. En su intercambio epistolar, iremos conociendo las aventuras de Emilia en tierras no tan firmes…
Ana responde con las anécdotas de su cotidiano y el relato involucra mucho más que la narrativa puramente barrial. Se entrecruzan la propia historia, la del barrio, la del país. En la esquina de Baunes y Paz Soldán se encuentra su “barco”, anclado en plena isla, la casa familiar donde se criaron, en la que cada hermana tomó su decisión. Una, la de quedarse, otra la de marcharse: “Quien vive en una isla desea irse y también tiene miedo de salir”.
A dos cuadras de la casa, vemos el predio donde estaba el Albergue Warnes, un edificio de diez pisos que nunca terminó de construirse, para el que Eva Perón había soñado un destino de hospítal de niñxs y cuya enorme estructura inconclusa fue hogar de cientos de familias durante décadas, hasta su demolición en marzo de 1991. Quien escribe, creció en La Isla de La Paternal y vio caer la mole de cemento durante la implosión para la que se utilizó media tonelada de explosivos. Una enorme nube de polvo hizo que el aire se volviera irrespirable por un tiempo considerable para las miles de personas que contemplábamos el monumental estallido.
Emilia recuerda que el Warnes había sido utilizado como lugar de detención y tortura y menciona el Siluetazo, la acción artística iniciada en septiembre de 1983, poco tiempo antes de que finalizara la dictadura y Raúl Alfonsín asumiera la presidencia, que consistía en pintar siluetas de tamaño natural para visibilizar los cuerpos ausentes. El Albergue Warnes formó parte de esa intervención artística exhibida en su fachada. La caminata se detiene en la placita que parece una mini-isla de tamaño irregular, sobre la avenida Warnes frente a las bodegas. La placita a la que mi madre me llevaba casi a diario durante mi infancia, sin sospechar del horror que sucedía a pocos metros.
El siguiente lugar donde recala el grupo de caminantes en una tarde de sábado soleado es el Instituto Crescencia Boado de Garrigós, en Paz Soldán al 5200, que alojaba a niñas huérfanas o con situaciones familiares problemáticas. Las hermanas Ana y Emilia recuerdan a una interna de la que se habían hecho amigas a través de las rejas. “El Garrigós”, como se lo llama en el barrio, fue mucho más que un asilo para niñas. Para muchas, fue su refugio, su hogar. En una nota periodística del portal ANRed —impresa y exhibida en Casa Gómez en el marco de esta obra— las hermanas Sosa, Mónica y Aída, cuentan el rol que el “Garri” tuvo en sus vidas. Vivían con su madre y hermanos en situación de calle hasta que alguien les pasó la información del Consejo de Minoridad y de allí fueron trasladas hasta La Paternal. Aída: “Pasar de la calle a un lugar limpio, abrigado, con comida todos los días era impensable. Por un lado, el dolor de haber sido separadas de nuestra madre, pero al mismo tiempo la felicidad de estar en un lugar donde nos sentimos protegidas desde el primer momento”. Mónica afirma: “Somos hijas del Estado” .
De ser un instituto de minoridad, el Garrigós pasó a ser un espacio de promoción de derechos para las infancias dependiente de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia de Argentina (SENAF), pero en marzo de este año comenzó su desmantelamiento. Hubo trabajadorxs despedidxs y se sospecha que, dado el resurgimiento inmobiliario del barrio, el predio podría ser vendido al mejor postor.
El grupo continúa la caminata por un espacio libre de edificios. Pasa por la Asociación Vecinal Círculo La Paternal, donde Ana toma clases de salsa.
En la esquina de Bielsa (ex Morlote) y Paz Soldán está la farmacia donde trabajaba Ana. Las persianas bajas y los estantes despojados dan cuenta de que ahí ya no se venden remedios ni se toma la presión. Ana cuenta que post 2001 el local dejó de abrir, ya que la crisis económica provocó que varios locales de la zona se vieran obligados a cerrar sus puertas.
La Paternal, en especial La Isla, se convirtió en refugio de artistas, con una movida cultural y gastronómica creciente. Dejó de ser una zona barrial gris, barata y mal iluminada y desde hace unos años cotiza en alza en el mercado de compra-venta de inmuebles. Hay más color en el barrio, las paredes lucen murales con el rostro de Diego, siempre vistiendo la camiseta roja del Club Argentinos Juniors . Hay locales que mutaron, una pequeña fábrica ahora es cervecería, la carnicería se transformó en el restaurante de pastas Tita la Vedette, y la que era la casa que alquilaba la familia de mi compañera de escuela primaria Nancy allá por los ´80, ahora es la renovada y coqueta Casa Gómez, desde donde parte la caminata y a donde volveremos después de escuchar los relatos de Ana y Emilia.
Allí veremos cuatro edificios dibujados en tinta celeste, enmarcados y colgados sobre la pared. El Garrigós, la farmacia, el albergue Warnes y el MN Santa Inés, una antigua panadería que cerró al morir su dueño y que una década más tarde fuera alquilada y reacondicionada por la cheff Jazmín Marturet. El ahora restaurante fue reciente ganador de una estrella Michelín y agota las reservas cada fin de semana.
Lxs caminantes volvemos al lugar del que partimos y las hermanas Ana y Emilia nos dicen adiós.
Y así, quienes durante una hora caminamos juntxs, nos dispersamos, abadonamos La Isla y partimos hacia otras tierras, otros puntos geográficos donde también, como Ana y Emilia, tengamos la posibilidad de reconstruir nuestros propios mapas de vida.
Atlas de un mundo imaginado
Sábados 9 y 16 de agosto, domingos 10 y 17 de agosto. Domingo 14 de septiembre y sábado 20 de septiembre
Casa Gómez, Yeruá 4962, CABA.
Actualidad
Discapacidad: “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”

Se concretó este martes la marcha de personas con discapacidad y familiares, frente a quienes el gobierno hizo más de lo mismo: envió Policía y Gendarmería a amedrentarlos y amenazarlos, pese a que no estaban siquiera rompiendo el protocolo. Los gendarmes y policías tuvieron así la notable actitud de empujar y agredir a manifestantes con discapacidad que estaban reclamando pacíficamente por la motosierra aplicada a sus tratamientos, lo cual rompe toda frontera de la palabra «vulnerable».
Compartimos aquí la crónica realizada por el diario autogestivo Tiempo Argentino al respecto, reflejo de lo que está ocurriendo en el país.
Por Tiempo Argentino
Fotos: Antonio Becerra.
En protesta por el veto presidencial a la Ley de Emergencia, organizaciones de personas con discapacidad concentraron frente al Congreso, rodeado por policías y gendarmes. El reclamo se multiplicó en distintos puntos del país.
“Vallaron todo, nos rodearon de una manera exagerada. No es una movilización agresiva, nunca lo fue. No era necesaria tanta policía, tanta militarización”, criticaba Fernanda Abalde mientras emprendía la retirada de la masiva concentración frente al Congreso contra el veto de Javier Milei a la Ley de Emergencia en Discapacidad. Coordinadora de un centro de profesionales en neurodesarrollo y hermana de una persona con discapacidad a quien le recortaron las pensiones, sufre en carne propia el ajuste y el maltrato sobre el sector, que afecta tanto a prestadores como familias.
“Hay mucho maltrato del sistema a las familias, no es un sistema accesible. No solo en lo económico, es agresivo. Este año fue terrible. Hasta junio no estaban autorizados tratamientos presentados en noviembre del año pasado, por ejemplo. Siempre hubo un golpe a la discapacidad, pero este año fue muy atípico, recortaron muchos tratamientos, demoraron las autorizaciones, se planchó el nomenclador”, enumeró Abalde, coordinadora de Pulsar NeuroSocial y miembro del colectivo de Prestadores en Unidad CABA y GBA. “Es un sector con mucha demanda y se lo está desmantelando. Hay muchas familias que no pueden costear sus tratamientos”, lamentó en diálogo con Tiempo.

Represión como respuesta
La protesta había comenzado 11.30. Pasado el mediodía la concentración ya era masiva y comenzó el operativo represivo, con un número desproporcionado de efectivos de Policía Federal y Gendarmería que empujaban incluso a grupos de manifestantes entre los que había personas en silla de ruedas que gritaban contra el veto y solo portaban carteles por los derechos de las personas con discapacidad.

La Ley de Emergencia en Discapacidad busca revertir un panorama que por estos días es desolador. Según un informe reciente de la Red por los Derechos de las Personas con Discapacidad (REDI), la pensión por invalidez laboral está congelada en $217.000 y una maestra de integración en la escuela común cobra solo $3.000 la hora, con una demora de 180 días. Todo esto, mientras se recortaron pensiones por discapacidad y la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) proyecta recortar otros cientos de miles. Se trata de pensiones de 270 mil pesos, más un bono que lleva el total a poco más de 300 mil.
“Uno va pidiendo ayuda en la familia, se hace lo que se puede. Pero esperemos que este hombre recapacite”, pidió ante las cámaras Olga, una jubilada que marchó ante el Congreso, dirigiéndose a Milei. “Hay remedios que tuve que suspender. Hay muchas cosas que tienen que cambiar en la casa para poder subsistir. Para poder seguir adelante por mi hija”, dijo a C5N.

Un reclamo federal
La masiva protesta frente al Congreso se replicó también en distintos puntos del país. “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”, había anunciado la Asamblea De Trabajadores de Inclusión (ATI) al convocar para este martes a una Jornada Federal por la Ley de Emergencia en Discapacidad.
Córdoba fue escenario de las protestas más concurridas. Desde la Plaza San Martín de Córdoba Capital, Virginia Els –presidenta de la Cámara de Prestadores de Discapacidad de Córdoba (Capredis)- destacó el gran número de familias que se sumó a reclamar, junto a prestadores, transportistas y profesionales. “El veto incrementó el reclamo. Ahora estamos intentando alzar la voz para que los diputados escuchen el reclamo y vuelvan a votar la ley con los dos tercios necesarios para que se sostenga. Fue algo multitudinario, con mucha más participación de familias que antes”, resaltó.

Los motivos de protesta son varios, pero todos tienen que ver con frenar el maltrato y el ajuste sobre el sector, ante una política cruel que afecta a todos los actores del circuito. “Reclamamos que se actualicen los aranceles, que se contemplen otros criterios para las auditorías. El tema de las prestaciones está en una etapa crítica: las instituciones están cerrando”, advirtió.
El embate contra el sector es tal que está generando un nivel de unidad inédito: “En Córdoba, prestadores, instituciones, profesionales independientes, familias, personas con discapacidad, estamos todos muy unidos. Estamos todos trabajando a la par. Es algo que nunca había sucedido. Nos unió el espanto”, resumió Els.
Franco Muscio, terapista ocupacional al frente de un centro de día en la zona de Sierras Chicas, se acercó a la capital provincial para participar de la protesta. “El servicio es cada vez más precario, una situación alarmante y angustiante y un Estado nacional que no da respuesta. Este año es imposible sostener las prestaciones. Cada vez hay más recortes. No sé cómo vamos a seguir. Las familias son las más perjudicadas”, sentenció ante las cámaras. “Sin espacios como los nuestros, se pierde calidad de vida. Hace diez años que estoy en esto. Nunca había pasado algo así”.

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