CABA
Para qué sirve el Encuentro Nacional de Mujeres III: la mirada de las obreras de Zanon
Hablar de Zanon es hablar de resistencia, solidaridad y trabajo colectivo. En ese marco, las trabajadoras, de la mano de los reclamos laborales, actúan en torno de las realidades que afectan a sus compañeras. Por eso participarán en el Encuentro de Mujeres de Paraná y llevarán planteamientos en contra de la judicialización de la protesta y contra la trata de personas y la explotación sexual. Les urge que el encuentro sea resolutivo en esos aspectos.
Zulma Morales tiene 42 años y cuatro hijos. Desde hace cinco años que trabaja en Zanon para sostener a su familia. Ella no es la única. Son 50 las compañeras que ocupan puestos en distintas fases de la producción de la cerámica, así como en la enfermería, en la cocina y en la limpieza. Hace tres meses que ella dejó el área de selección para pasar a aprender sobre prensa y difusión.
Antes de que Zanon fuera una fábrica en manos obreras pertenecientes a la cooperativa Fasinpat, había solo 8 trabajadoras y según lo que cuentan las compañeras más antiguas, «cuando quedaban embarazadas, la empresa decía que reducirían personal con las mujeres».
Ya las cosas no son como antes. Zulma también es pro-tesorera en el Sindicato Ceramista y cuenta que es el primer año que junto a cuatro compañeras ocupan cargos allí. También dentro de Zanon hay una Comisión de Mujeres, que además de la lucha que llevan hace casi 10 años por la gestión obrera, organizan actividades para la comunidad. «El 21 de septiembre hicimos un recital con las Manos de Filipi. Fue la primera vez que la Comisión organizó un festival por el caso de Otoño Uriarte, que la mataron hace tiempo pero aún la justicia no sabe quién fue (Otoño desapareció el 23 octubre de 2006 y seis meses después fue encontrado su cadáver apuñalado. En el marco de la investigación judicial, una escucha telefónica reveló la relación entre las redes de tratas y la policía de la provincia ). Se reclamó también contra la trata de personas y sobre la judicialización de la protesta. Ya hay 20 compañeros de Zanon y Stefani con causas por reclamos en cortes de ruta».
Aprender a defender derechos
El Sindicato Ceramista arrancó con el conflicto con la patronal en el 2001, cuando la empresa quiso cerrar «entonces se recupera el sindicato, se recuperan los puestos de trabajo y se pone en funcionamiento la fábrica Zanon», sintetiza Zulma.
-¿Y cómo surge ahora la incorporación de mujeres al sindicato?
Fue una propuesta de los compañeros de la fábrica de empezar a incorporar mujeres para que conozcamos lentamente los derechos nuestros y ser parte de la lucha y empezar a organizarnos y empezar a ver la realidad sobre lo que nos pasa a los trabajadores.
Una de las decisiones que Zulma tomó con sus compañeros fue la de acompañar un conflicto con las mismas características que Zanon, pero en la fábrica de cerámicos Stefani, de Cutralcó, que comenzó hace 8 meses. Lo que no vivió del proceso de Zanon, a Zulma le tocó sentirlo acompañando a la gente de la otra fábrica. «La empresa abandonó la fábrica y dejó 60 trabajadores a la deriva así que hicimos un fondo de huelga, cortes de ruta, y la empresa nunca se presentó a las audiencias. Después de 14 audiencias nunca se presentó, entonces tomamos otras medidas». El 19 de mayo se resolvió en asamblea la toma de la fábrica de Cutralcó. Todavía en Stefani «no hubo orden de desalojo, pero sí persecución por parte de la justicia. Les sacaron fotos a los compañeros en los cortes y ahora tienen causas judiciales».
Para ella, la experiencia de la toma de la fábrica fue contundente y movilizante. «Ver a los compañeros y a sus familias emocionados hasta las lágrimas cuando se prendieron los motores de la fábrica fue muy fuerte y dan ganas de seguir aprendiendo mucho más».
–¿Por qué deciden comenzar a trabajar dentro de Zanon temáticas que tienen que ver con los derechos de las mujeres?
Yo vengo de trabajar 15 años en una planta de empaque con una mayoría de mujeres y muy explotadas, que siguen siendo explotadas. Yo sufrí eso. Y esas compañeras siguen padeciendo eso. Ni teníamos hora de refrigerio; teníamos 20 minutos y había que devolverlos. Entonces, venir a trabajar en una fábrica sin patrones me abrió más para conocer, me da fuerza como trabajadora. En la otra fábrica veíamos que estaba el derecho,pero no se cumplía. Por ejemplo, no se respetaba el día femenino. Acá sí. He aprendido mucho de derechos que se están perdiendo.
-¿Cuándo comenzó a trabajar en Zanon?
Empecé a trabajar en 2005 porque en el otro lugar no me llamaron para hacer la temporada de fruta y me consideré despedida después de 15 años. También había trabajado dos años en una chacra, raleando y cosechando. Después entré a Zanon. Tengo a mi hermano ahí y vio la situación económica en la que yo estaba y lo planteó y así entre. Yo estaba en la parte de selección, es la última instancia antes de salir a la venta, y hace tres meses estoy en prensa y difusión. Me están enseñando los compañeros.
La visión del Encuentro
-¿Van al Encuentro Nacional de Mujeres?
Yo no puedo ir, pero van cinco compañeras y el planteamiento que llevamos es contra la judicialización de la protesta, a nivel nacional, porque somos miles de protestantes a quienes nos hacen causas en todo el país cuando salimos a reclamar por los derechos. Otro de los planteamientos es contra la trata de personas y la explotación sexual y por los derechos de los trabajadores, y también contra la explotación infantil.
–Respecto de estos planteamientos que llevan al Encuentro, ¿en el cotidiano hacen alguna actividad en ese sentido?
Seguimos trabajando con la comunidad de Neuquén, por primera vez hicimos un pronunciamiento contra la trata desde Zanon y desde el Sindicato en el festival que realizamos el 21 de septiembre por los casos de unos compañeros paraguayos a los que explotaban laboralmente y por el tema de la trata en el Alto Valle, en los cuales la justicia no da respuesta. Hace dos semanas atrás encontraron a una mujer paraguaya apuñalada y supuestamente la tenían dentro de lo que es la trata. Para nosotros es importante inculcar que esto tenga una pena y que los tratantes paguen lo que deben pagar. Antes del festival, habíamos ido a unas charlas sobre trata que fueron en las universidades y el festival dio margen para tratar el tema. Nosotros empezamos a juntarnos y a charlar sobre esas situaciones porque queríamos ver a más a fondo como era el tema y fuimos obteniendo información. El festival se hizo cuando se acercaba el Día Mundial de Lucha contra la Trata y a un mes de que se cumpla, el 23 de octubre, otro aniversario de la muerte de Otoño Uriarte.
-¿Asistió a otros encuentros de mujeres?
Participé el año pasado en Tucumán. La verdad es que me pone muy bien que las mujeres nos juntemos una vez al año y que dialoguemos, pero también me gustaría buscar un sentido, que el encuentro sea resolutivo, que tenga un sentido en cuanto a todos los reclamos que se hacen en los talleres. En Zanon, los trabajadores hacen propuestas, se votan y me gustaría que también ahí sea así.
-En 2008 se hizo en el encuentro en Neuquén y se había pedido que fuera en Zanon pero el comité organizador no quiso. ¿Cómo vivieron eso? Porque era en tiempos en que la Legislatura comenzaba a discutir la expropiación.
La propuesta fue que el acto de apertura se hiciera en Zanon. Estábamos en pleno momento de lucha y se hizo un acto en la fábrica que nos llenó de satisfacción y por el que pasaron alrededor de 15 mil compañeras Lo que pasó fue que hubo mucha interferencia de la CCC, PCR y de partidos que no querían que esto sea parte. Había gente del Movimiento Popular Neuquino (MPN), justicialistas, radicales, gente de la izquierda que se negaron a que el acto apertura fuera en Zanon.
-¿Cómo fue lidiar con eso?
Ellas se negaron a que el acto apertura fuera acá, pero cuando fue el acto por la expropiación de Zanon igual se le dio la palabra, todas ellas fueron parte porque la fábrica no le cierra las puertas a nadie. Algunos partidos de izquierda marchan juntos por un reclamo y después te das cuenta de que están en la vereda de enfrente. Nosotras no compartimos eso, nosotros no cortaríamos rutas si tuviéramos un sueldo decente y un hogar digno para nuestros hijos. Creo que eso pasa por no ver la realidad
-¿Conoce algo del movimiento feminista en Argentina?
Mucho no he leído ni tuve contacto con esas compañeras
-Uno de los reclamos más contundentes es sobre el aborto.
En la fábrica aún no está debatido bien, pero individualmente las compañeras tenemos una visión , aunque no se ha debatido en la fábrica. Este tema vamos a tocarlo más adelante, lo charlaremos más a fondo con los compañeros y veremos qué sacamos de los debates.
– ¿Cuáles son las problemáticas que más deben afrontar las compañeras de Zanon?
Acá en la fábrica no tenemos problemáticas como lo que me pasó en la otra empresa. Nosotras con las compañeras siempre vamos charlando y nos vamos contando. Hace un tiempo a una compañera se le quemó la casa y el marido tenía un problema de alcohol y nosotras la ayudamos con la vivienda y charlamos con el esposo para que se haga tratamiento. Hay otra compañera, que su esposo dejó de ser parte de la fábrica, aunque hicimos todo lo posible para que se recupere, pero abandonó el trabajo porque tenía problemas de alcoholismo. Y hoy la que entró a trabajar es la esposa para que sostenga a su familia. En esos casos tenemos contemplación, somos parte de eso y tratamos de dar solución.
La situación en Zanón
Los trabajadores de Zanon aún no tienen firmado el proceso de expropiación y entonces la siguen peleando, aunque la Legislatura lo aprobó en agosto de 2009. «No tenemos la documentación firmada en mano, por eso andan compañeros en Buenos Aires viendo el paso a seguir. No significa que no van a firmar, pero lleva tiempo. El gobierno nacional y provincial no dando esos papeles nos ahoga económicamente, porque teniendo firmado eso podemos acceder a algún crédito y aparentemente es eso lo que el gobierno no quiere que pase acá. Necesitamos eso para renovar tecnología y para que haya más puestos de trabajo. También hemos hecho presentaciones al gobierno nacional y provincial sobre los subsidios que antes otorgaban a Zanon cuando estaba bajo patrón y nosotros no tenemos nada».
Zulema cuenta que todos los días las jornadas laborales comienzan temprano. A las 8 se reúnen para ver cuáles son las necesidades de la fábrica, pero también analizan el panorama local y la situación de las empresas cercanas que atraviesan crisis. Luego, se dividen las tareas. Así transcurren los días de casi 500 trabajadores, entre ellos, Zulma quien recalca en cada paso de la conversación todo lo que fue aprendiendo en este camino. «Soy independiente, empecé a militar en el sindicato. Estar trabajando en Zanon me enseñó mucho. Ojalá pudiera entender mucho más políticamente, pero me quedan muchos años más de esto, para ir aprendiendo».
Para más información:
https://www.ceramicafasinpat.com.ar/
https://www.obrerosdezanon.com.ar
Artes
Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro

La revista Llegás lanza la 8ª edición de su tradicional encuentro artístico, que incluye 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas. Del 31 de agosto al 12 de septiembre habrá espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. El festival llega con una victoria bajo el brazo: este jueves el Senado rechazó el decreto 345/25 que pretendía desguazar el Instituto Nacional del Teatro.
Por María del Carmen Varela.
«La lucha continúa», vitorearon este jueves desde la escena teatral, una vez derogado el decreto 345/25 impulsado por el gobierno nacional para vaciar el Instituto Nacional del Teatro (INT).
En ese plan colectivo de continuar la resistencia, la revista Llegás, que ya lleva más de dos décadas visibilizando e impulsando la escena local, organiza la 8ª edición de su Festival de teatro, que en esta ocasión tendrá 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas, en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. Del 31 de agosto al 12 de septiembre, más de 250 artistas escénicos se encontrarán con el público para compartir espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia.
El encuentro de apertura se llevará a cabo en Factoría Club Social el domingo 31 de agosto a las 18. Una hora antes arrancarán las primeras dos obras que inauguran el festival: Evitácora, con dramaturgia de Ana Alvarado, la interpretación de Carolina Tejeda y Leonardo Volpedo y la dirección de Caro Ruy y Javier Swedsky, así como Las Cautivas, en el Teatro Metropolitan, de Mariano Tenconi Blanco, con Lorena Vega y Laura Paredes. La fiesta de cierre será en el Circuito Cultural JJ el viernes 12 de septiembre a las 20. En esta oportunidad se convocó a elencos y salas de teatro independiente, oficial y comercial.
Esta comunión artística impulsada por Llegás se da en un contexto de preocupación por el avance del gobierno nacional contra todo el ámbito de la cultura. La derogación del decreto 345/25 es un bálsamo para la escena teatral, porque sin el funcionamiento natural del INT corren serio riesgo la permanencia de muchas salas de teatro independiente en todo el país. Luego de su tratamiento en Diputados, el Senado rechazó el decreto por amplia mayoría: 57 rechazos, 13 votos afirmativos y una abstención.
“Realizar un festival es continuar con el aporte a la producción de eventos culturales desde diversos puntos de vista, ya que todos los hacedores de Llegás pertenecemos a diferentes disciplinas artísticas. A lo largo de nuestros 21 años mantenemos la gratuidad de nuestro medio de comunicación, una señal de identidad del festival que mantiene el espíritu de nuestra revista y fomenta el intercambio con las compañías teatrales”, cuenta Ricardo Tamburrano, director de la revista y quien junto a la bailarina y coreógrafa Melina Seldes organizan Llegás.
Más información y compra de entradas: www.festival-llegas.com.ar

CABA
Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.
Por María del Carmen Varela
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.
Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.
Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.
Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.
El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.
Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.
Continuará.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
CABA
La vida de dos mujeres en la Isla de la Paternal, entre la memoria y la lucha: una obra imperdible

Una obra única que recorre el barrio de Paternal a través de postas de memoria, de lucha y en actual riesgo: del Albergue Warnes que soñó Eva Perón, quedó inconcluso y luego se utilizó como centro clandestino de detención; al Siluetazo de los 80´, los restoranes notables, los murales de Maradona y el orfanato Garrigós, del cual las protagonistas son parte. Vanesa Weinberg y Laura Nevole nos llevan de la mano por un mapa que nos hace ver el territorio cotidiano en perspectiva y con arte. Una obra que integra la programación de Paraíso Club.
María del Carmen Varela
Las vías del tren San Martín, la avenida Warnes y las bodegas, el Instituto Garrigós y el cementerio de La Chacarita delimitan una pequeña geografía urbana conocida como La Isla de la Paternal. En este lugar de casas bajas, fábricas activas, otras cerradas o devenidas en sitios culturales sucede un hecho teatral que integra a Casa Gómez —espacio dedicado al arte—con las calles del barrio en una pintoresca caminata: Atlas de un mundo imaginado, obra integrante de la programación de Paraíso Club, que ofrece un estreno cada mes.
Sus protagonistas son Ana y Emilia (Vanesa Weinberg y Laura Nevole) y sus versiones con menos edad son interpretadas por Camila Blander y Valentina Werenkraut. Las hermanas crecieron en este rincón de la ciudad; Ana permaneció allí y Emilia salió al mundo con entusiasmo por conocer otras islas más lejanas. Cuenta el programa de mano que ambas “siempre se sintieron atraídas por esos puntos desperdigados por los mapas, que no se sabe si son manchas o islas”.


La historia
A fines de los ´90, Emilia partió de esta isla sin agua alrededor para conocer otras islas: algunas paradisíacas y calurosas, otras frías y remotas. En su intercambio epistolar, iremos conociendo las aventuras de Emilia en tierras no tan firmes…
Ana responde con las anécdotas de su cotidiano y el relato involucra mucho más que la narrativa puramente barrial. Se entrecruzan la propia historia, la del barrio, la del país. En la esquina de Baunes y Paz Soldán se encuentra su “barco”, anclado en plena isla, la casa familiar donde se criaron, en la que cada hermana tomó su decisión. Una, la de quedarse, otra la de marcharse: “Quien vive en una isla desea irse y también tiene miedo de salir”.
A dos cuadras de la casa, vemos el predio donde estaba el Albergue Warnes, un edificio de diez pisos que nunca terminó de construirse, para el que Eva Perón había soñado un destino de hospítal de niñxs y cuya enorme estructura inconclusa fue hogar de cientos de familias durante décadas, hasta su demolición en marzo de 1991. Quien escribe, creció en La Isla de La Paternal y vio caer la mole de cemento durante la implosión para la que se utilizó media tonelada de explosivos. Una enorme nube de polvo hizo que el aire se volviera irrespirable por un tiempo considerable para las miles de personas que contemplábamos el monumental estallido.
Emilia recuerda que el Warnes había sido utilizado como lugar de detención y tortura y menciona el Siluetazo, la acción artística iniciada en septiembre de 1983, poco tiempo antes de que finalizara la dictadura y Raúl Alfonsín asumiera la presidencia, que consistía en pintar siluetas de tamaño natural para visibilizar los cuerpos ausentes. El Albergue Warnes formó parte de esa intervención artística exhibida en su fachada. La caminata se detiene en la placita que parece una mini-isla de tamaño irregular, sobre la avenida Warnes frente a las bodegas. La placita a la que mi madre me llevaba casi a diario durante mi infancia, sin sospechar del horror que sucedía a pocos metros.
El siguiente lugar donde recala el grupo de caminantes en una tarde de sábado soleado es el Instituto Crescencia Boado de Garrigós, en Paz Soldán al 5200, que alojaba a niñas huérfanas o con situaciones familiares problemáticas. Las hermanas Ana y Emilia recuerdan a una interna de la que se habían hecho amigas a través de las rejas. “El Garrigós”, como se lo llama en el barrio, fue mucho más que un asilo para niñas. Para muchas, fue su refugio, su hogar. En una nota periodística del portal ANRed —impresa y exhibida en Casa Gómez en el marco de esta obra— las hermanas Sosa, Mónica y Aída, cuentan el rol que el “Garri” tuvo en sus vidas. Vivían con su madre y hermanos en situación de calle hasta que alguien les pasó la información del Consejo de Minoridad y de allí fueron trasladas hasta La Paternal. Aída: “Pasar de la calle a un lugar limpio, abrigado, con comida todos los días era impensable. Por un lado, el dolor de haber sido separadas de nuestra madre, pero al mismo tiempo la felicidad de estar en un lugar donde nos sentimos protegidas desde el primer momento”. Mónica afirma: “Somos hijas del Estado” .
De ser un instituto de minoridad, el Garrigós pasó a ser un espacio de promoción de derechos para las infancias dependiente de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia de Argentina (SENAF), pero en marzo de este año comenzó su desmantelamiento. Hubo trabajadorxs despedidxs y se sospecha que, dado el resurgimiento inmobiliario del barrio, el predio podría ser vendido al mejor postor.
El grupo continúa la caminata por un espacio libre de edificios. Pasa por la Asociación Vecinal Círculo La Paternal, donde Ana toma clases de salsa.
En la esquina de Bielsa (ex Morlote) y Paz Soldán está la farmacia donde trabajaba Ana. Las persianas bajas y los estantes despojados dan cuenta de que ahí ya no se venden remedios ni se toma la presión. Ana cuenta que post 2001 el local dejó de abrir, ya que la crisis económica provocó que varios locales de la zona se vieran obligados a cerrar sus puertas.
La Paternal, en especial La Isla, se convirtió en refugio de artistas, con una movida cultural y gastronómica creciente. Dejó de ser una zona barrial gris, barata y mal iluminada y desde hace unos años cotiza en alza en el mercado de compra-venta de inmuebles. Hay más color en el barrio, las paredes lucen murales con el rostro de Diego, siempre vistiendo la camiseta roja del Club Argentinos Juniors . Hay locales que mutaron, una pequeña fábrica ahora es cervecería, la carnicería se transformó en el restaurante de pastas Tita la Vedette, y la que era la casa que alquilaba la familia de mi compañera de escuela primaria Nancy allá por los ´80, ahora es la renovada y coqueta Casa Gómez, desde donde parte la caminata y a donde volveremos después de escuchar los relatos de Ana y Emilia.
Allí veremos cuatro edificios dibujados en tinta celeste, enmarcados y colgados sobre la pared. El Garrigós, la farmacia, el albergue Warnes y el MN Santa Inés, una antigua panadería que cerró al morir su dueño y que una década más tarde fuera alquilada y reacondicionada por la cheff Jazmín Marturet. El ahora restaurante fue reciente ganador de una estrella Michelín y agota las reservas cada fin de semana.
Lxs caminantes volvemos al lugar del que partimos y las hermanas Ana y Emilia nos dicen adiós.
Y así, quienes durante una hora caminamos juntxs, nos dispersamos, abadonamos La Isla y partimos hacia otras tierras, otros puntos geográficos donde también, como Ana y Emilia, tengamos la posibilidad de reconstruir nuestros propios mapas de vida.
Atlas de un mundo imaginado
Sábados 9 y 16 de agosto, domingos 10 y 17 de agosto. Domingo 14 de septiembre y sábado 20 de septiembre
Casa Gómez, Yeruá 4962, CABA.
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