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Plantate: Mamá Cultiva y la organización que logró la legalización del cannabis medicinal

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El Gobierno nacional reglamentó la ley de Cannabis Medicinal a través de un decreto que legaliza el acceso través de autocultivo, cultivo solidario y comunitario. También habilita la venta de aceites en farmacias y el impulso a la producción pública. “Hoy no se puede hacer más que festejar”, dice a lavaca Valeria Salech, fundadora de Mamá Cultiva, el colectivo de madres que se fundó en 2016 para conseguir un marco legal para el cultivo de cannabis para la salud y abrir espacios de formación, construcción ciudadana y comunitaria que difundan los beneficios de esta terapia para la calidad de vida: “Antes teníamos que decirle a la gente que para acceder a una mejor calidad de vida tenían que infringir la ley: hoy ya no vamos a decirlo más”. Qué implica la reglamentación. Los horizontes que se abren. La nueva ley que presentaron para regular la comercialización. Y cómo se construye el conocimiento.

Plantate: Mamá Cultiva y la organización que logró la legalización del cannabis medicinal
La organización Mamá Cultiva fue motor de la reglamentación. Foto: Vero Ape.

Valeria Salech define su estado en un solo concepto: “Estoy eufórica”.

La fundadora de Mamá Cultiva grafica a lavaca la felicidad después de que hoy el Gobierno reglamentara la ley de Cannabis medicinal que permitirá el “cultivo personal, solidario y colectivo, además de la compra de preparados y fármacos en farmacia”, como describió la organización. Además, el decreto 883/2020 establece que las obras sociales, el Estado y las prepagas “garanticen” esa cobertura.

En estos años, la organización se convirtió en una referencia ineludible para la discusión que hoy finalmente se cristalizó en el Boletín Oficial, pero ya venía hace años abriendo espacios de formación, construcción ciudadana y comunitaria para difundir los beneficios de esta terapia para la calidad de vida.

En 2017, el Congreso sancionó la ley que regula la investigación médica y científica del uso medicinal del cannabis, pero la demorada reglamentación del gobierno macristia entonces llegó con críticas: entre otras cosas, dejó fuera del marco normativo el autocultivo y el impulso a la producción pública de aceite. “Antes teníamos que decirle a la gente que para acceder a una mejor calidad de vida tenían que infringir la ley: hoy ya no vamos a decirlo más», apunta Salech. «Hoy es legal, es legítimo y que es algo que se merecen, todo lo que ya decimos, pero sin miedo ni recaudos, saliendo de la situación realmente de indefensión en la que estábamos. Hoy no se puede hacer más que festejar”.

El año había comenzado con reuniones con los funcionarios del área de Salud, cuando aún no había vuelto a su rango de Ministerio. Luego llegó la cuarentena obligatoria y la decisión se postergó. Salech subraya qué significa: “Hemos logrado un cambio de paradigma real, concreto, donde la planta ya pasó a otro lugar, que es donde le corresponde estar, entrege las grandes plantas medicinales de la humanidad y que la naturaleza nos viene a regalar. Ahora vamos a trabajar muchísimo, pero más tranquilas, porque esto acaba de empezar”.

-¿Qué horizontes se abren a partir de ahora?

-Presentamos una nueva ley. Siempre vamos a estar un paso adelante, porque somos los que estamos en el tema. Con la diputada Carolina Galliard presentamos una ley de Regulación de Cannabis para la Salud, que recopila todo lo que ocurrió y trata de darle un marco regulatorio. Hoy hay un comercio no regulado, clandestino, que hay que regular. La reglamentación de hoy contempla un registro de usuarios y usuarias de cultivos en red, pero no al desarrollo productivo. Queremos que haya un plan y un instituto regulador que pueda tener en cuenta todo lo demás: hoy pensás en cannabis y tenés autocultivo, cultivo comunitario, clubes de cultivo y diferentes formas de acceder al cannabis. Además tenés producción pública, privada, y todas tienen que estar reguladas. También sus derivados, como la comercialización de semillas: tienen que ser accesibles para que cualquiera pueda hacer autocultivo. Necesitamos un marco regulatorio que siente las bases para que, cuando llegue el mercado internacional, no se genere un monopolio, que es lo que pasa en la mayoría de los países donde es legal.

Compartimos la nota completa sobre la organización de Mamá Cultiva.

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Plantate: Mamá Cultiva y la movida del cannabis medicinal

Madres desesperadas y organizadas sembraron sus propias herramientas para la salud de sus hijes en torno al autocultivo. Y plantearon otro paradigma de curación y de vida. Por qué la planta es feminista. Médicos, terapeutas y otra forma de construcción de conocimiento. Del Joker a Mirtha Legrand, historias que cambian la Historia.

Por Lucas Pedulla y Giselle Valente

La planta de cannabis, para Patricia, no es una droga.

No significa deterioro mental, excesos, ni puerta a otras sustancias. No es muerte.

Patricia es madre tiempo completo, amiga, pareja. Disfruta de escribir, de pensar, de soñar. Sueña que Nacho, su hijo, la mire fijo un día, le sonría con complicidad, y le diga: “mamá”. Nacho, 4 años, nació sietemesino, de embarazo gemelar. Tiene parálisis cerebral. Una consecuencia para Nacho, además de la falta de capacidad motora y la rigidez en el cuerpo, es la epilepsia refractaria: inusuales y constantes convulsiones, por las descargas eléctricas en el cerebro.

Patricia le seca la saliva, lo calma, lo mima, lo mira convulsionar, atenta a cualquier movimiento. Se angustia, llora; reflexiona cuando oye las palabras del neurólogo pediatra de confianza: “Los fármacos no están sirviendo para frenar las convulsiones. Podrías probar con esto otro…”.
Patricia no duda. Se conecta con grupos de madres. Le explican. Aprende.
Patricia cultiva.

Hoy el aceite de cannabis eliminó las convulsiones de Nacho casi en su totalidad.

El cannabis, para Patricia y para Nacho, es vida.

La mala madre

Patricia encontró un lugar donde responder sus preguntas y su angustia: Mamá Cultiva, una organización que se define “autogestiva, con perspectiva de género y diversidad”, y surgió en 2016 para conseguir un marco legal para el cultivo de cannabis para la salud y abrir espacios de formación, construcción ciudadana y comunitaria que difundan los beneficios de esta terapia para la calidad de vida. Su fundadora, Valeria Salech, abre la puerta de la sede con una sonrisa: “Acá es lugar donde se hace la magia”.
La magia podría definirse como la habilidad de lograr eventos extraordinarios, como descubrir cosas ocultas. Valeria: “Acá llegan pacientes obedientes de un sistema médico y se van siendo autogestores de su propia salud. Ya no son pacientes: son hacientes”.

¿Qué hacen los hacientes?
-Hacen algo que les brinda calidad de vida. Eso es lo mágico, en todos los sentidos. El autocultivo es una herramienta que te da una posibilidad. Desde ahí, trabajamos un montón de cuestiones subjetivas, que te abren los ojos a pensar tu rol. A pensar la obediencia: lo que el sistema médico nos pide a nosotras es obediencia y sumisión. Sobre todo, a las mujeres. Y a las madres. “No seas mala madre”, te dicen. Y nosotras incentivamos a ser malas madres: hacé lo que te pinte.

Valeria es mamá de Emiliano, 13 años, diagnosticado de epilepsia y luego autismo, atravesado por diversos tratamientos que no mejoraban su calidad de vida. “De bebé, tenía 300 convulsiones por día. Cuando empezó a tomar medicación convencional no me podía dormir, porque la mayoría de las convulsiones las tenía de noche. Estaba siempre cansada, con ojeras, y empecé a faltar al trabajo porque no rendía: no me podía mover. Era secretaria. La última vez, mi jefa lloraba cuando me echó. Perdemos el derecho al ocio, a estudiar. Un día, en una terapia de Emiliano, me habló una psicóloga. Fue como una terapia. Nadie piensa en las madres: cuando te dan un diagnóstico tan cruel debería haber una atención sobre nosotras. Nadie te enseña cómo tener un hijo, y menos un hijo con discapacidad. Una vez la psicóloga me preguntó qué me gustaría hacer si no tuviera hijos. ‘Fumarme uno’, le dije, ‘porque me da mucho sueño’. Me dijo: ‘Bueno, fumate uno. Si no, te medico’”.

Con su marido empezaron a cultivar. Conocieron movimientos cannábicos, y a Valeria le llamó la atención que no existiera una agrupación solo de mujeres. El último click llegó el 23 de marzo de 2016, cuando la exdiputada Diana Conti presentó el proyecto de ley de despenalización del cannabis para uso medicinal. “Allí estaba María Laura Alasi, mamá de Josefina, la primera que desde Villa Gesell empezó a impulsar esto. Y me llamó mucho la atención que había un montón de diputadas”.

Supo que ya existía una asociación cannábica de mujeres: Mamá Cultiva, en Chile. Valeria habló con ellas al día siguiente. Lo que siguió fue un dominó de eventos extraordinarios –la magia- que hasta hoy continúa creciendo. Valeria resume: “Eso es ser ‘mala madre’: la desobediencia”.

Los Joker argentinos

Algunas certezas se reflejan en números que significan búsquedas y, a la vez, posibilidades :

  • Más de 5.000 personas pasaron por los talleres de cultivo, extracción, aspectos legales, diversidad, género, discapacidad y derechos de Mamá Cultiva.
  • Más de 200 familias participaron en los Espacios de Contención y Orientación (ECO).
  • Más de 100 profesionales realizaron el Curso de Formación Interdisciplinaria en Cannabis para la salud.
  • Más de 200 mil seguidores reciben información responsable por las redes.

Valeria: “El 70% de las personas que vienen son mujeres que cuidan. A sus hijos, a sus maridos. Lo primero es vomitar todo. Llorar. Sabemos lo que se siente, lo pasamos: en el consultorio médico, la escuela, la familia. Es un rechazo social permanente. Y cuando el padecimiento lo tenés vos, peor: ya no te visitan. Lo más cruel es la no aceptación de la diversidad en términos clínicos y psicológicos. Como en la película Joker: la persona que no es aceptada, tiene que fingir que es normal, y no lo es. Acá son todos jokers: personas eyectadas de un sistema que solo quiere gente productiva. Cuando dejaste de serlo, sos de segunda, de quinta: no existís”.

La tragedia del Joker es que no hubo una Mamá Cultiva.
-Lo hubiéramos salvado al tener un lugar donde venir, putear y llorar. Y después, ponerse constructivo: sacamos la planta, la semilla, y empieza un ánimo de hacer. La autoestima sube por las nubes: estás haciendo algo que te puede servir a vos o a otro. Hemos tenido madres cuyos hijos murieron. ¿Por qué siguen? Porque les hace bien estar en una comunidad que construyen ellas. Y mientras tanto hay todo un desarrollo político que tiene que ver con ocupar espacios que estaban vedados: damos charlas en universidades y unidades básicas. La planta te da esa posibilidad porque la prohibición es política: no tiene nada que ver con la salud. Uno de los lugares a donde quería llegar era la Facultad de Psicología, en la UBA: hay procesos psicológicos que ocurren en una toma de conciencia. Entonces la persona que pudo desobedecer al médico, a las leyes, y yendo a contramano de todo, está mejor, se transforma. Y es irreversible.

¿Disputa también la construcción de conocimiento?
-Claro. La planta es feminista: viene a cuestionarlo todo: de quién es el poder. El poder es de la planta. Cuando vos la conocés, la estudiás y la experimentás, te volvés poderosa: el saber es poder. Todo este camino está relacionado con saberes ancestrales y populares que le disputan el poder a la academia. Hay resistencia porque el modelo hegemónico que colonizó América está enmaridado con la industria farmacéutica. El médico no ve fuera de eso: el librito dice que X patología va con X medicación. Pero acá estamos generando y democratizando el conocimiento: eso es lo más feminista que puede haber.

Médico en modo cerebro

Marcelo Morante es médico, profesor e investigador en la Universidad Nacional de La Plata, especializado en tratamientos del dolor. “Queríamos generar un espacio donde se hablara del dolor desde otra mirada. Se empezaba a relacionar cannabis con el tema del dolor. Y coincidió que mi hermana empezó con convulsiones refractarias”.

Su hermana es Mariela Morante, también especialista en Medicina Interna y Dolor. En 2015, vivió atravesada por convulsiones que le producía el neurolupus. Solo el 0,8% de los pacientes que tienen lupus lo desarrollan: el cuerpo detecta a las neuronas como algo ajeno. Marcelo no dudó: viajó a Canadá a especializarse y trajo a un médico referente a dar una charla en la UNLP. “Vi que no había nada hecho. De repente aparecí dando charlas en un fogón de Berazategui, en un hospital de Bariloche, en un cuartel de bomberos de Misiones, en Chile, en Perú. En ese camino estaban las mamás. Había pocos médicos y muchos pacientes y cultivadores. El cannabis medicinal democratizó la enseñanza de la medicina y la relación médico/paciente: exige dejar de lado los ‘papers’ donde solo está en juego nuestro prestigio y que investiguemos lo que a la sociedad le interesa”.
En la década del 90 la medicina descifró una revolución: el sistema endocannabinoide. Su definición técnica podría ser la de un grupo de receptores cannabinoides endógenos localizados en el cerebro que involucran de forma integral procesos como el apetito, el dolor y el humor. Marcelo: “Es la marihuana propia”.

¿Qué significa desde el punto de vista del dolor?
-Desde la periferia donde se origina el dolor, hasta la matriz cerebral, el recorrido de la vía del dolor está en el sistema endocannabinoide. De alguna forma, es un modulador del dolor y una oportunidad: un sistema endógeno que nos permitiría manipular ciertos receptores que mejorarían los síntomas de algunos pacientes. Por ejemplo: en un área particular del cerebro hay una neurona que está descargando de forma descontrolada. La neurona que está al lado libera cannabis para neutralizar esa convulsión: eso lo hace en un lugar del cerebro y por un tiempo determinado. Cuando damos cannabis a los pacientes, se lo damos a todo el organismo por un tiempo mucho más largo. Descifrar cómo funciona ese sistema significaría acercarnos a cómo sería el proceso para, desde afuera, poder modificar o imitar esa liberación. Ese sería el gran desafío que se viene para la ciencia.

Rompe cabezas

Susana García es psicoterapeuta e hizo el curso de Mamá Cultiva para profesionales de la salud. “Tenemos un vínculo familiar y profesional con la planta”, cuenta. El familiar: “Hace más de una década uno de mis hijos sufrió una crisis emocional profunda, y tuvo que iniciar un tratamiento psicológico y con psicofármacos. Por precaución quedó medicado durante muchos años. Tenía efectos colaterales: aumentó 12 kilos de su peso histórico y perdió mucha memoria”.

Sabían que el cannabis se estaba usando en salud mental y fueron juntos a un congreso organizado por Marcelo Morante en La Plata. Conocieron a la psiquiatra María Celeste Romero, otra experta en el tema. “Con ella pudo comenzar un tratamiento y redujo a la mínima su dosis. En los primeros 3 meses bajó los 12 kilos. Y recuperó la memoria: este año estuvo en Rosario en un encuentro de Salud y Derechos Humanos y dio su testimonio. Este tratamiento requiere una autonomía del paciente y un involucrarse que genera nada más ni nada menos que soberanía sanitaria”.

Susana acompaña hoy muchos procesos en red con otras profesionales en los que el cannabis mejora la calidad de vida de pacientes con depresión, ataques de pánico o crisis psicóticas. “Es una medicina basada en la evidencia del testimonio del paciente y su mejora. La planta modula el sistema nervioso y el inmune. No es que por un lado está el cuerpo y por otro las emociones. Todo está unido. Y lo interesante es que la planta tampoco funciona por partes, sino unida. Por eso no la pudieron cooptar. Rompe la cabeza de los laboratorios. La planta es el concepto de lo holístico. Es un nuevo paradigma de curación. Y, como profesionales, nos hace plantar desde un lugar más humilde. Una salida de la omnipotencia”.

Almuerzos cannábicos

Al cierre de esta edición, el Hospital Garraham publicó el primer estudio científico en América Latina sobre la efectividad del tratamiento con aceite de cannabis. El estudio duró un año: sobre 49 niñes con epilepsia refractaria, el 80% evitó dos de cada tres crisis. Si bien corroboró lo que cientos de mamás vienen confirmando en la práctica hace años, destacan que el avance es importante a nivel regional.

En 2017, el Congreso sancionó la ley que regula la investigación médica y científica del uso medicinal del cannabis, pero la demorada reglamentación del gobierno llegó con críticas: entre otras cosas, dejó fuera del marco normativo el autocultivo y el impulso a la producción pública de aceite. Días antes de su asunción, el flamante ministro de Salud, Ginés González García, afirmó que hay que trabajar sobre la reglamentación y que “está demostrado que el uso tiene que ser permitido para otras patologías”. Alertó que así se rompería también el “mercado negro” en torno al cannabis.

Valeria Salech habla de soberanía cannábica: “Si todo lo que estuvimos haciendo lo poneos arriba de la mesa, ¿sabés las cosas que podríamos llegar a hacer? Pudimos construir en estos cuatro años en contextos muy adversos, con Patricia Bullrich hablando de guerra contra las drogas por una familia con tres plantas. Esa violencia la transformábamos en acción. ¿Decomisaban en Entre Ríos? Allí íbamos a dar una charla. Logramos construir legitimidad. Con amorosidad y empatía. Hasta Mirtha Legrand dijo que cultivaría”.

Valeria fue invitada al programa en 2017: anunció que en diez días harían un taller informativo en un teatro. “Se llenó. Y nos cambió el público: el 80% era gente adulta, que lo necesita. La planta nos permite naturalizar que hay gente que tiene salud y gente que no. Nadie tiene la salud completa, pasan el tiempo y procesos naturales del cuerpo. Y la planta es la que regula el equilibrio vital de nuestro organismo”. Como figura pública que experimentó un cambio notable puede citarse a Nora Cortiñas, con pronóstico de enclaustramiento por un dolor crónico en su rodilla a los 89 años, y que vía los regalos de medicamentos cannábicos que le han hecho sigue movilizándose y acompañando todas las causas imaginables. Y cultiva.

¿Qué ocurre con las personas que cultivan?
-En el momento en que entrás acá, ya estás haciendo algo. Es un montón. Yo estuve cinco años mirando cómo mi hijo tenía convulsiones, llorando sin poder hacer nada, llamando a la neuróloga, que me decía: “Sí, es normal, el cuadro de él es difícil”. No siempre hay un Dr. House que tiene la respuesta. Acá llegaba gente diciendo que quería conocer a la “eminencia en cannabis”. No: vos sos tu propia eminencia. Y la felicidad de la persona que cultiva pasa por estar en tiempo presente, que a los seres humanos nos cuesta mucho. Colocás, regás y ves a la planta toda contenta. Y hay algo que no es científico: al crecer con el paciente, la mejor planta es la que cultivás vos. Todo ese amor y esa dedicación, vuelve. La naturaleza no falla. Nunca.

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La estafa impulsada por Milei alcanzó entre 70 y 100 millones de dólares

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En esta nota de Tiempo Argentino el periodista Jonathan Raed reconstruye cómo fue la estafa encabezada por el Presidente y el cálculo de lo que ganaron los creadores. Cómo fue la curva de esta memecoin creada por una empresa con lazos con el gobierno nacional y de la Ciudad, las posibles consecuencias para la Argentina y para el propio Milei, que ya enfrenta varios pedidos de juicio político.

Jonathan Raed en Tiempo Argentino

Entre las 19:01 y las 00:38 de la noche del viernes 14 de febrero de 2025, el presidente de la Nación Javier Milei impulsó y promocionó una estafa virtual que afectó a miles de personas alrededor del mundo.

Fueron más de 5 horas y media en las cuales los más fieles seguidores libertarios rogaban a las fuerzas del cielo que se tratara de un hackeo a las cuentas de redes sociales del máximo responsable del Estado argentino. Ocurre que si no era un hackeo, era una estafa.

Sin embargo, no hubo hackeo. Primero, allegados al presidente lo confirmaron; luego, el propio Milei, quien acusó que «no estaba interiorizado» en lo que previamente difundió como un «incentivo a la economía argentina» y mantuvo como tuit fijado (una manera de destacar el posteo) durante el citado lapso de tiempo.

Los números de la estafa

Con la estafa ya consumada, Milei borró el posteo y acusó desconocimiento. ¿Cuántas personas fueron estafadas y por qué monto total? ¿Quién se llevó la plata? Estas preguntas no tienen por el momento una respuesta definitiva, pero sí hay cálculos estimativos.

Al desempeño de la criptomoneda, se le puede dar seguimiento minuto a minuto. Tras el anuncio de Milei, el valor el mercado virtual llegó a alcanzar los 5 dólares por unidad. Horas más tarde, se desplomó a menos de 1 dólar. En ese lapso, quien compró y vendió se hizo de un buen dinero.

En la jerga, se conoce a esta estafa como «rug pull«. Los que entran primero, ganan; los que quedan colgados, pierden. Los creadores de la cripto compran por montos mínimos su propia moneda; luego, buscan la forma de impulsarla (pagando a famosos que la promuevan, por ejemplo) y, una vez alcanzado el ingreso deseado de compradores, abandonan repentinamente para llevarse los fondos de los estafados.

Como la operación es anónima, no se puede saber (al menos, sin una investigación a fondo) quién compró y/o vendió. El propio Milei podría ser un operador o no. Es una cuestión de fe.

En las horas que duró la aventura, compraron $LIBRA más de 40 mil personas de distintas partes del mundo. Se movieron más de 1.500 millones de dólares. La moneda alcanzó una capitalización de casi 4 mil millones de dólares y, a la hora del «cash out (retirar el dinero)», los creadores/ganadores se llevaron entre 70 y 100 millones de dólares. Los especialistas en la materia, de hecho, coinciden en un número más concreto: 87.4 millones de dólares de ganancia, en un rato.

La estafa impulsada por Milei alcanzó entre 70 y 100 millones de dólares
El gráfico que compartió el usuario de X The Kobeissi Letter, especializado en los mercados de capitales globales, que explica el subidón de $LIBRA post tweet presidencial y el cálculo del monto de la estafa. En su cuenta dedica varios posteos al análisis del evento y lo caracteriza como «destructivo» y «una locura».

La gran estafa presidencial

Milei presentó la criptomoneda $LIBRA como un proyecto privado de inversión en empresas argentinas. Luego de la promoción del presidente, el valor de la criptomoneda se disparó, ya que aumentó en gran número la demanda; es decir, hubo fuertes compras de la misma.

El emprendedor, especialista en la materia y simpatizante de Milei, Santiago Siri, explicó: «Cuando Milei anuncia este proyecto, el 70 por ciento de las monedas está en manos de tres direcciones. Si abrís un proyecto para fomentar pymes, hay que hacer el proceso para que sea transparente. La gran mayoría de estas personas no sabemos quiénes son y hubo muchas desprolijidades en todo esto que se armó».

Los primeros compradores son usualmente los creadores de la moneda. «Compran» por 0 dólares y luego ven hasta dónde llega el valor. Usualmente, entre el 15% del total se encuentra en manos de los creadores; esta vez, fue el 70%, y en apenas 3 personas. «Vimos que sin poner un peso se llevaban cuatro o cinco o seis millones de dólares«, alertó Siri, en diálogo con Diario con vos, en AM 530.

«Milei es un fenómeno global y esta moneda tocó un techo de capitalización del mercado casi cuatro mil millones de dólares en cuatro horas, pero después en las siguientes cuatro horas se desplomó a casi cero. Milei lo hizo siendo presidente de la Nación y está obligado por la ley de ética pública a informar, a dar transparencia y datos sobre los hechos», completó.

La estafa impulsada por Milei alcanzó entre 70 y 100 millones de dólares
Milei con Julián Peh, el CEO de la empresa creadora de $LIBRA.

Las consecuencias para la Argentina

El extitular de la Unidad de Información Financiera (UIF), José «Pepe» Sbattella habló al respecto de la estafa con Te aviso con Tiempo, en la radio de las Madres de Plaza de Mayo: «Implica una acción política de la UIF para saber cómo se movió la plata y mostrar qué fue lo que pasó con esto. Todo quedó registrado y, tanto acá como en otros lugares del mundo, las características de cumplimiento las fijan los organismos fiscales. Puede implicar que Argentina vuelva a integrar la lista gris».

«Todo lo que pase por acá puede ser sospechado de ilícito. Pone a la Argentina en un estado de vulnerabilidad para que se convierta en un paraíso fiscal y libertinaje financiero. Las reservas de Argentina ya están depositadas en Londres, los activos ya pasaron a estar en una jurisdicción que es el corazón de la city global. Argentina ya se entregó a que los desastres que produzca la administración Milei tienen una garantía de que las reservas están en otra jurisdicción», alertó Sbatella.

Finalmente, completó: «Tiene que haber juicio político y pedido con sentencia final. Esto no es normal, que un presidente incentive la compra de una cripto y en horas se convierte en una estafa. Todo el camino se puede ver y los beneficiarios finales pueden ser identificados. Por eso, hay que pedir el juicio político».

Los lazos de Milei con la empresa creadora de $LIBRA

La empresa que desarrolló $LIBRA -la cripto de la estafa que tuvo al presidente argentino como impulsor- se llama KIP Protocol y mantiene aún los posteos de lanzamiento de la moneda. La empresa, creada en 2019, salió a desligar a Milei de la acción y no dio mayores explicaciones, al igual que el propio Milei.

KIP Protocol mantiene acuerdos con la Ciudad de Buenos Aires y en octubre último sus directivos mantuvieron reuniones con el presidente Milei, y hasta se compartieron imágenes del encuentro, en el marco del Foro Tech de Argentina.

La estafa impulsada por Milei alcanzó entre 70 y 100 millones de dólares
La empresa creadora de $LIBRA tiene lazos, también, con el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
La estafa impulsada por Milei alcanzó entre 70 y 100 millones de dólares

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“¿Qué van a hacer?”: testimonios y preguntas del colectivo travesti trans en Diputados, tras los ataques del gobierno nacional

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Una reunión informativa convocada por diputadas y diputados reunió a distintas voces del colectivo travesti trans, que planteó sus posturas, miradas y críticas hacia el rol del Estado mucho antes de los ataques del Poder Ejecutivo. Qué dijeron Cristina Montserrat Hendrickse, Gabriela Mansilla, jóvenes del colectivo El Teje, Florencia Guimaraes, y el contundente discurso de Marlene Wayar: un diagnóstico crudo de una situación históricamente vulnerable, gobiernos progresistas mediante, y la defensa ante los actuales ataques libertarios. Tratamientos médicos, DNI, discriminación diaria, social, laboral, la deuda con “las viejas”, y la pregunta a los anfitriones: «¿Qué van a hacer?»

La Comisión de Mujeres y Diversidades de la Cámara de Diputados de la Nación realizó ayer una “reunión informativa” para escuchar al colectivo travesti trans tras los ataques sufridos por parte del Poder Ejecutivo.

Mónica Macha (UxP), presidenta de la Comisión, enumeró el temario del día:

  • El estado del cupo laboral travesti trans. 
  • Las consecuencias de los discursos y prácticas de odio y persecución. 
  • La preocupación por el acompañamiento a niñeces y adolescencias trans, a raíz de los cambios impulsados en la Ley de Identidad de Género. 

“Es importante poner en palabras, en relatos personales, una respuesta que ya dio la sociedad argentina en la calle el 1 de febrero”, dijo el diputado Esteban Paulón (EF), vicepresidente de la Comisión, en relación a la masiva Marcha Antifascista y Antirracista. 

“¿Qué van a hacer?”: testimonios y preguntas del colectivo travesti trans en Diputados, tras los ataques del gobierno nacional
Mónica Macha y Paulón fueron los diputados que convocaron a la comunidad. Debieron escuchar también críticas hacia las relaciones institucionales de sus espacios con el colectivo travesti trans. Foto: Diputados

Luego, durante casi cuatro horas, diputados y diputadas de la mayoría de todos los bloques excepto de la Libertad Avanza, escucharon treinta y seis exposiciones de activistas, militantes, intelectuales, referentes de partidos políticos, de organizaciones sociales y sindicales, profesionales de equipos de salud, familias y adolescencias trans. 

Estas son algunas de las voces que se escucharon.

Discriminación, DNI y “el mundo va a seguir pariendo trans”

“Coordino dos grupos de jóvenes que me preguntan: ahora qué hacemos. Hemos decidido continuar con la atención, hay un principio en medicina que es no abandonar a quien nos consulta y no dañar, y esta decisión daña a las personas transgéneros”, dijo Adrián Helien, psiquiatra y coordinador del Grupo de Atención a Personas Transgénero del Hospital Durand, que también cuestionó la formación médica que siga formando profesionales cisgéneros. 

La abogada Cristina Monserrat Hendrikse, militante trans y funcionaria del fuero bonaerense, quien escribió una nota en lavaca tras la publicación de DNU  62/2025 del gobierno que busca modificar la Ley de Identidad de Género, comenzó su exposición explicando que “un DNU es la decisión única de un monarca que da su opinión y sin escuchar a otros toma su decisión de forma unilateral, cuando las reglas que gobiernan una sociedad democrática son el fruto del debate y de la escucha. 

“¿Qué van a hacer?”: testimonios y preguntas del colectivo travesti trans en Diputados, tras los ataques del gobierno nacional
Cristina Montserrat Hendrickse. Foto: Lina Etchesuri

Luego preguntó: “Si un adolescente de entre 13 y 16 años puede acceder a un tratamiento médico con autorización de sus padres, ¿por qué no lo puede hacer un niño o una niña trans? Evidentemente es discriminación a nuestro colectivo”. Cristina terminó su intervención interpelando a diputados y diputadas presentes: “No sé los señores legisladores qué van a hacer con este DNU, si lo van a confirmar o lo van a desechar, solo les voy a recordar que hace 3500 años el señor Moises escribió el Deuteronomio y nos prohibió, y todavía estamos acá. Hagan lo que hagan, aunque me maten, aunque nos maten a todas, la naturaleza, la biología, va a seguir pariendo trans”. 

“He parido una hija que me puso en este lugar, que me enseñó a luchar, que me puso en conocimiento de toda esta comunidad que hoy no debería estar acá discutiendo lo que ya discutimos. No quiero que las niñeces aprendan a resistir lo que la comunidad adulta le tiene que garantizar”, dijo Gabriela Mansilla, de la Asociación Civil Infancias Libres y mamá de Luana, la primera niña en recibir DNI con su género autopercibido en el mundo. Entre lo que se está la mira del gobierno se incluye el DNI no binario y la rectificación de partidas de nacimiento. “Lo más importante es que pueda salir una respuesta para contestar esto – siguió Gabriela-. No estoy acá para decir palabras que emocionan, estamos exigiendo derechos. Tenemos niñeces que tienen miedo de salir a la calle. Por más que intenten lo que intenten, primero para tocar a mi hija, y para tocar a un montón de otras niñeces van a tener que pasar por delante de sus mamás, y les vamos a dar batalla”. 

La voz de la adolescencia trans también estuvo presente a través de Manuel Sinde, de la Organización Adolescencias Trans “El Teje”, quien leyó una carta que escribieron colectivamente contando que tienen miedo, impotencia y ansiedad. “También queremos aclarar que todas esas personas que salen a hablar mal de nosotres y dicen que nos obligan a ser personas trans, son personas que nunca en su vida hablaron con una infancia o adolescencia trans, que nunca tomaron el tiempo de conocer nuestras vidas, nunca nos dieron el lugar, y siempre hablaron desde la ignorancia y el odio, queremos que se nos escuche”, leyó. Manuel aclaró respondiendo al presidente: “Las personas trans no somos ni hormonas ni cirugías nada más: somos mucho más”. 

También participó Cero, que llegó desde La Matanza y leyó una carta de otro varón trans adolescente que no quiso ir por miedo: “Yo, antes de mi transición, me sentía incómodo con mi cuerpo, aspectos como mi voz, mi busto o el hecho de menstruar eran algo que no sentía propio de mí; y gracias a la comprensión, amor y cariño de mis padres y mi familia, fue que pude sentirme bien con empezar el tratamiento”. Junto a Cero llegó Lautaro, adolescente trans, que complejizó recordando los altos niveles de pobreza en la actualidad, las dificultades para tener trabajo registrado, y “ni hablar de tener que pagar hormonas o querer vivir solo en un futuro”. 

Entre quienes hablaron también estuvo Vanessa Di Cecco, que hace unos días sufrió en Cañuelas que un hombre que la venía hostigando le prenda fuego su casa, la de su esposa y la de su hija. “Todo fue incendiado y destruido por el fuego y por el odio. Hicimos la denuncia ese día pero no se inició ninguna investigación hasta que no fuimos a los medios”. El hombre que incendió la casa y luego se fue caminando tranquilo sigue prófugo.  

La activista y militante Florencia Guimaraes recordó por su parte las deudas históricas que hay con el colectivo travesti trans para no creer que los últimos años fueron “de ensueño” y ahora con un gobierno de derecha todo cambió. Hubo quienes les dijeron a les adolescentes que no tengan miedo. 

Egos, política y “¿qué es lo que van a hacer?”

Cuando tomó la palabra la activista y pensadora Marlene Wayar, rompió con una pregunta: “Siempre me parece que venimos a aplaudirnos las unas a las otras. Yo pensé que era para trabajar, ¿cuál es la acción?. Esto es levantar nuestros egos, ¿qué es lo que vamos a hacer?”. La presidenta de la Comisión Mónica Macha le contestó que en principio es poder tener un espacio en la Comisión donde están representados todos los bloques y si no estuviera sería un silencio que no está bueno. Marlene retrucó: “Ellos se aplauden a sí mismos a ver quien tiene el tweet más violento, y nosotros quien es la más romántica: es exactamente la misma mecánica. Si algo demostró la marcha es que hay que seguir con la acción y son ustedes que están con asesoría legal, con legislación comparada quienes nos tendrían que haber dicho ‘el camino nos parece por acá, necesitamos que apoyen esto’. Vinimos a  Diputados, sino tenemos la asamblea en una plaza y todo bien. ¿Ustedes cómo van a aportar? ¿Cómo les van a exigir a sus partidos que no nos vuelvan a dejar tiradas? ¿Qué van a hacer ustedes más allá de servirnos un cafecito? Esto ya se hizo con el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad: nos invitaron a doscientas cincuenta mil reuniones que no llegaron a nada, fueron muriendo nuestras viejas una a una”

“¿Qué van a hacer?”: testimonios y preguntas del colectivo travesti trans en Diputados, tras los ataques del gobierno nacional
Marlene Wayar, activista travesti trans e impulsora de la Ley de Reparación Histórica, fue una de las oradoras. Foto: lavaca

Siguió: “La corrección política es perfecta y sumamente vacía, estoy dolida de la falta de reacción que tienen y de lo fácil que caen en el egocentrismo de venir y sentirse hermosas acá en Diputados, ¿para qué estamos acá? Esa es la gran pregunta. ¿Para qué diablos estamos acá?, que encima estamos arriesgando el trabajo porque a las dos de la tarde estamos en horario laboral, en un trabajo policíaco en estos momentos. Entonces, estoy arriesgando mi puesto laboral de dos mangos por cincuenta para estar acá para hacer nada, para lamernos el ego”. 

Esteban Paulón explicó que denunció penalmente al presidente, que acompaña distintos pedidos que se hizo de inconstitucionalidad del DNU, y que se está acompañando los debates y las marchas. “Lo de hoy es que pudiéramos tener en estos espacios las voces de las personas que por lo general no tienen voz”, dijo y destacó la presencia de distintos bloques en la escucha. “Bienvenidas todas las ideas para hacer más efectiva nuestra tarea en el parlamento”. Macha explicó que en el periodo de sesiones extraordinarias no se pueden tratar proyectos por fuera del temario establecido por el Ejecutivo, por eso la reunión fue informativa. “Creo que es importante las voces que se están escuchando acá, y cada compeñeres que está tomando la palabra responde a invitaciones de distintas diputadas”. 

Las intervenciones de quienes fueron a exponer y luego de algunos diputados y diputadas  siguieron durante dos horas. Aún está por verse si logran articularse acciones desde el Poder Legislativo construyendo consenso mayoritarios en un Congreso agrietado que ya está en modo campaña. Hacia el final se propuso hacer un proyecto de nulidad absoluta del DNU, intentar que se firme por la mayoría de los bloques, y tratarse en las próximas sesiones. 

Por ahora, la pregunta sigue latente: ¿qué van a hacer?

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Nota

Contra los incendios y la desinformación: sobre la caza de brujas en la Comarca Andina

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La policía provincial, fogoneada por el gobierno local y nacional, detuvo a 12 personas al voleo y sin pruebas como supuestas responsables de los incendios que ya consumieron más de 25 mil hectáreas en la zona. Se trata de vecinas y vecinos que se encontraban conteniendo las llamas o que tienen apellidos mapuche. Frente a la comisaría, una movilización que reclamaba la liberación de estas personas sufrió además el amedrentamiento de una patota ligada al magnate Joe Lewis (uno de sus integrantes, empleado del municipio y cercano al intendente). La policía los dejó actuar sin hacer nada. Lo que hay detrás de esta operación político-mediática: fake news para romper la organización, persecución social, proyectos de extractivismo y entrega de territorios. “El miedo que nos quieren infundir no va a ser un obstáculo para seguir organizándonos, en los territorios y en las calles”, dicen algunas personas que prefieren no dar el nombre pero testimonian en esta nota, explicando todo lo que pasó y sigue.

Por Francisco Pandolfi

Mientras se queman los bosques y la montaña y los valles y las casas, y los animales, empezó una caza de brujas en Chubut y en Río Negro. Una caza de personas que justamente combaten a un fuego que sigue ardiendo en cinco grandes incendios. Que ya quemó más de 25 mil hectáreas. Que ya se llevó una vida: Ángel Reyes, de 84 años. Que ya arrasó con más de 200 viviendas en la Comarca Andina. Y que ya tuvo por lo menos 12 detenidos, al voleo, sin pruebas, y con el cargo de “incendio doloso” (dos de esos detenidos fueron inmediatamente liberados por falta de pruebas).

La persecución que en las últimas horas escaló al extremo, con el Estado sembrando en la población un estado de terror.

Frente a esto: la autogestión. El poder de las comunidades organizadas, ante todos los otros poderes.

Miente, que algo queda

Para entender este presente basta con hacer memoria a no tan largo plazo para comprender un mismo modus operandi. 

“La historia se repite”, decía Hegel. “La historia ocurre dos veces: la primera como tragedia y la segunda como farsa”, dijo Marx.

Todos los años ocurren enormes incendios forestales, y según estadísticas oficiales más del 95% son provocados por la acción humana. En enero de 2024 se quemaron casi 7 mil hectáreas en el Parque Nacional Los Alerces, en Chubut. A las horas de su inicio, el gobernador Ignacio Torres responsabilizó a la comunidad mapuche Paillako, tomando la línea de Patricia Bullrich, es decir del gobierno nacional. Pasó un año y no se encontró ni una sola prueba en contra de la comunidad, pero el ataque allanó el terreno que derivó en el desalojo de la lof a comienzos de este 2025. El déjà vu aparece cuando el último miércoles el gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, informó que habían sido detenidas tres personas. Este jueves, se sumaron por lo menos 9 detenciones más, según el registro de distintas asambleas que ya no solo deben contar la hectáreas quemadas. 

La patota

Iván González es docente de biología, comunicador en la FM Radio Alas y vecino de Lago Puelo. Ahora está en El Bolsón, combatiendo el fuego y la desinformación. “Las personas a quienes están deteniendo son las que arriesgaron su vida por apagar los incendios. Ni bien nos enteramos de las primeras excarcelaciones nos movilizamos a la puerta de la Comisaría 12, de El Bolsón, para exigir su liberación, cuando de repente llegó una patota montada en caballos que vino directamente a agredirnos. Vimos peligrar nuestra vida, rodeados por mucha gente armada, con cuchillos, palos, amenazándonos de muerte todo el tiempo, aplaudiendo y gritando ‘viva la patria’, ‘mátenlos’. Fue una situación muy violenta”. La policía se destacó por su sospechosa inacción.

Iván explica que, ante las persecuciones, tienen dos estrategias: salir a hablar sin dar nombres propios, o hacer lo opuesto y que sea la exposición el paraguas que los proteja. El anonimato es la opción que elige un vecino de la localidad chubutense de Golondrinas, por una cuestión vital: “Quiero seguir viviendo”. Pone en contexto esa tremenda frase: “Están haciendo un operativo cazando gente; ayer a una amiga que lo único que hizo fue apagar llamas, le allanaron su casa; a otro flaco que por su apellido es del pueblo mapuche, lo levantaron de la puerta del supermercado y se lo llevaron, montando pura espectacularidad”. Agrega un dato clave sobre el grupo parapolicial que el miércoles llegó a caballo a amedrentar en la puerta de la comisaría: “Responde a Joe Lewis (magnate británico dueño de una estancia de 8 mil hectáreas que rodea el Lago Escondido). Lewis, Pogliano (intendente de El Bolsón) y Weretlineck son la misma cosa”. Uno de los integrantes de la patota es empleado del municipio encabezado por Pogliano.

El relato

Nelson Ávalos integra la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), región Noroeste de Chubut. La conversación con lavaca se pospone una y otra vez porque las detenciones aumentan con el correr de las horas. Entre audiencia y audiencia de la formulación de cargos a los detenidos, finalmente explica: “Mientras la gente arriesga su vida y encima la detienen, los gobernadores de Río Negro y Chubut, junto a la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, están creando un relato sobre que los incendios (Mallín Ahogado, Epuyén, Trevelín, la comunidad Nahuelpan y el Pedregoso) son producto de una sola causa: una organización que se dedica a realizar actos terroristas para incendiar todo, vinculando siempre al pueblo mapuche tehuelche. Y ahora intentan sumar a gente que voluntariamente busca apagar el fuego”. 

Nelson dice que es muy complejo lo que están viviendo, que es muy difícil de sintetizar. Y subraya lo que cree fundamental poner en evidencia: “El relato de los gobiernos busca justificar que se instale en la región un estado de militarización. Hace unos días, Torres y Bullrich presentaron el Comando Unificado para combatir a ‘las fuerzas terroristas de la Comarca Andina’, y para eso desembarcaron las policías provinciales, la Federal, la Gendarmería, la Prefectura y el Ejército, además de los servicios de inteligencia”. Avalos deduce qué hay detrás: “Proyectos de extractivismo y entrega de territorios a la voracidad de capitales nacionales e internacionales”.

Sobre las detenciones: “La investigación la lleva el fiscal (Francisco) Arrien y se están llevando a cabo las audiencias de formulación de cargos por incendio doloso. Yo creo que mañana estarán todos liberados, porque esto forma parte de un circo de la Justicia y del poder político, para no ir hacia las verdaderas causas que originaron el fuego”.

El Estado de las cosas

“Estamos muy preocupados”. Del otro lado del teléfono habla Viviana Moreno, referente histórica de la Asamblea por el No a la Mina de Esquel. “Hay incendios locales en todos lados, todos los días. Se logran apagar enseguida porque estamos atentos. Son intencionales, porque son de madrugada”, dice. La voz se pone más tensa: “Estamos desesperados, anoche hubo otro incendio en un barrio. Esto que ocurre es una locura. Ya se están haciendo planes de evacuación de los barrios más inmersos en el bosque nativo”. 

Para Viviana, el fuego es el resultado final de una combinación explosiva de factores: un abandono del Estado de los bosques comunales, que deben ser limpiados, raleados sistemáticamente y no sucede; las plantaciones de pinos como monocultivo, altamente combustibles; el cambio climático: altas temperaturas impensadas años atrás, sequía y vientos fuertísimas; y la falta de equipamiento y la precarización laboral de los brigadistas que combaten los incendios forestales”.

Hernán Mondino integra la Brigada de Incendios, Comunicaciones y Emergencia (ICE) del Parque Nacional Los Alerces. Da un marco de la situación: “Pedimos 15 compañeros para reforzar la temporada e ingresaron solamente seis. Y encima, por la política general de gobierno renunciaron cuatro. A esto se suma que los brigadistas tenemos contratos laborales de tres meses. O sea, los números son siempre negativos y de esa política hay responsables concretos que se llaman a silencio. El Servicio Nacional del Manejo del Fuego ahora depende de Patricia Bullrich y en este contexto que vivimos Parques Nacionales sigue despidiendo gente. Estas responsabilidades se quieren ocultar buscando chivos expiatorios o culpables efímeros para desviar lo que realmente pasa”.

El vecino de Golondrinas que pide reserva de su nombre recuerda que desde el catastrófico incendio de 2021, aún hay gente que sigue sin agua, cuatro años después. También dice que sólo en enero, ya debió apagar cuatro veces el fuego iniciado por el chisporroteo de cables y por la quema de transformadores. “Cuando hay viento, están cortando la electricidad, porque saben que eso puede generar más incendios, lo que refleja la falta de inversión. Como no pueden resolver los problemas de infraestructura, por no haber inversión estatal, acusan al pueblo de terrorista, cuando son los gobiernos quienes están generando políticas de terror a favor de sus negociados”. 

Agrega Nelson Ávalos, de la APDH: “Acá se juegan intereses que trascienden a los incendios y se está utilizando el desastre para allanar el camino. Queda demostrado la complicidad estatal con lo que pasó el miércoles con esa patota y la impunidad con la que se movieron: cometieron un delito en flagrancia, a los ojos de la policía, que no hizo nada. Es evidente que su accionar fue avalado y que busca, generando desconfianza, romper un tejido social, una solidaridad de hermandad construida en toda la Comarca”.

La autodefensa de la autogestión

Hay dos movimientos que están sucediendo al mismo tiempo: la persecución, por un lado, y la organización popular que crece cada día un poco más. Iván González, vecino de Lago Puelo, reflexiona: “Todas las acciones que se están haciendo desde los gobiernos son conducentes a desarticular la red comunitaria que se formó para luchar contra los incendios y crear enemigos internos como el pueblo mapuche. El crecimiento inmobiliario en El Bolsón hace que la ciudad casi ya no tenga dónde crecer, porque es un valle encajonado, y entonces se pretende avanzar con loteos inmobiliarios hacia los lugares rurales, justamente como es la zona de Mallín Ahogado”. Iván suma un elemento: “La aprobación del RIGI (Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones) vino a acelerar la realización de proyectos mega turísticos hoteleros y mineros, en un territorio donde hay una resistencia importante a que no talen los bosques, donde hay muchos productores apostando a la agroecología, donde en definitiva existe un obstáculo importante para sus proyectos urbanizadores”.

Y suma otro más: “A ellos les molesta que haya gente organizada contra sus planes, todos articulados por Joe Lewis. De hecho, es muy sospechoso que el incendio en Mallín Ahogado haya empezado pocas horas antes de lo que iba a ser la novena marcha hacia Lago Escondido, que año tras año visibiliza que se trata de un lago usurpado por un empresario”.

Iván pide no desviar el foco principal: apagar el fuego. “Intentan meter miedo y romper nuestra organización, mientras las llamas siguen descontroladas en la montaña, en las laderas, y ayer ya ni había aviones hidrantes volando. Entonces, si esperamos que 100 brigadistas de los servicios estatales –en un estado de cansancio total, con unas viandas deplorables y casi sin nafta para el uso de motobombas–, apaguen estos incendios no va a ocurrir hasta dentro de varios meses. El desfinanciamiento se traduce en la poca capacidad operativa del Estado para apagar el fuego. Ni hablar cuando hay varios fuegos en simultáneo, como ahora, que son cinco. Los mismos jefes del SPLIF (Servicio de Prevención y Lucha contra Incendios Forestales) y todas las brigadas, reconocen que están con una frazada corta, que sacan de un lado y ponen en otro, que mueven aviones de un incendio al otro y no logran apagar ninguno. Por eso, no nos queda otra que las brigadas de vecinos voluntarios estemos de pie, que hoy cuadriplicamos en cantidad a quienes conforman los servicios estatales. La organización es muy grosa, hay muchísima gente participando”.

Existen roles bien marcados. Están quienes van al frente de la batalla contra el fuego; quienes organizan las viandas –hay un montón de cocinas y en cada una hay siete personas en cada turno–; están quienes se encargan de distribuir la comida; hay gente que organiza los animales; otro equipo ya pensando en la reconstrucción de las casas; uno más, imaginando cómo hacer las estufas para las nuevas viviendas; y otro, ideando cómo volver a reforestar, si con bolitas de arcilla o semillas. Plantea Iván: “La organización de autodefensa es enorme. Y apuntan a derribarla. Por eso estamos repitiendo un versito, que no es ningún verso, y es que a la represión, a su cacería y a los incendios, los combatimos con apoyo mutuo, con cuidados, con autogestión. El miedo que nos quieren infundir no va a ser un obstáculo para seguir organizándonos en los territorios y en las calles”.

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