Nota
Qom Félix Díaz: “La intención era liquidarme”
No fue casualidad que en el Día Internacional de los Derechos de los Pueblos Indígenas, Félix Díaz haya pasado unos minutos inconciente sobre la ruta que va desde Laguna Blanca hacia su paraje en la provincia de Formosa, la comunidad qom La Primavera.
Ruta violenta en ese territorio violento defendido por la comunidad Qom, que es objeto de tentación para ganaderos, universidades y administradores provinciales bajo la órbita del gobernador Gildo Insfrán, motivo por el cual desde hace unos años Félix y los miembros de La Primavera sufren amenazas, hostigamientos y constantes episodios de agresión física y verbal por parte de varios agentes que cuentan con la pasividad de la policía formoseña.
“La intención era liquidarme”
Sobre esa tradición violenta –cuyo testimonio más ejemplar fue el asesinato de un miembro de la comunidad, Roberto López, a fines de 2010- se escribió un nuevo capítulo cuando el pasado 7 de agosto una camioneta negra atropelló a Díaz, que viajaba en moto de vuelta a su casa sobre la ruta provincial N°2. Félix dijo a lavaca: “No podría decir que fue un accidente, porque es muy notorio que la intención era tirarme o liquidarme. Me salvé de milagro”.
Elegido cacique
A pesar de una peregrinación (https://www.lavaca.org/notas/la-comunidad-qom-llego-a-la-capital-exigen-la-renuncia-del-gobernador-de-formosa/) hacia Buenos Aires realizada por miembros de la comunidad Qom que derivó en un acampe y huelga de hambre en plena avenida 9 de julio durante tres meses, la situación de La Primavera es igual o peor a los tiempos en los que se inició el reclamo. Los DNI que se les habían prometido no existen, el sistema de agua potable para el territorio -supuestamente gestionando a nivel provincial- es nada más que una hipótesis, la asistencia médica que reciben es precaria y la mesa de diálogo activada por el Ministro del Interior Florencio Randazzo entre el gobierno nacional, el formoseño y los qom tiene una actividad cuya principal cualidad es ser fantasma: el gobierno de Insfrán decidió retirarse de la Mesa una vez que Félix fue elegido cacique de la comunidad La Primavera, y los qom quedaron hablando solos.
Calibre 38
Luego de haber pasado unos días en la terapia intensiva del Hospital J.D Perón de Formosa, Félix Díaz se recupera en su casa. Mientras las múltiples heridas que otra vez lleva en el cuerpo van sanando, dice a lavaca:
“Tenemos ese problema gravísimo que es la falta de justicia y eso es lo que más afecta nuestra lucha. Estamos haciendo una lucha que no está detrás de un sector partidario, sino que es una lucha genuina y eso le molesta a la gobernación de la provincia, porque es la propia fuerza de los indígenas la que reclama. Siempre he sido objeto de muchas amenazas de muerte, muchas veces hechas por la misma gente de la zona. En el año 2006 un policía retirado, de apellido Ávalos, contrató un sicario paraguayo para que me elimine físicamente: vino a casa con un revolver 38 –así le dijo a mi familia- y por suerte yo no estaba. Y se fue a buscarme al monte, donde estábamos trabajando. Radiqué una denuncia en Laguna Blanca, donde el comisario no la recibió. Decía que era una broma de mal gusto porque en Formosa no hay sicarios o dementes”.
El auto verde
Acto seguido Félix narra otra repetición de esta historia sin casualidades: “En el año 2007 un auto verde me atropelló cerca de donde mataron a López. Yo iba a Laguna Blanca, y el vehículo venía de esa zona. Se iba hacia Florinda, me agarró detrás de la bicicleta y me tiró en la banquina. A mis hijos los amenazaron, hubo muchas agresiones físicas de parte de los criollos. En el mes de enero mi hijo fue golpeado por un criollo de la zona que justamente tiene su ganado ilegalmente dentro de nuestra comunidad. También otro hijo mío fue víctima de una herida cortante de arma blanca en su cabeza. Y mi esposa también fue muy perseguida por la policía. Como mujer la amenazan, se burlan de ella como indígena. Constantemente sufrimos esa agresión física o verbal. No tenemos libertad de salir tranquilamente de nuestras casas”.
A lavarse la sangre
Félix comenta que luego del golpe no quiso ir al hospital porque tenía miedo. Salido de la inconciencia se levantó, fue hacia la banquina, enderezó su moto con la ayuda de un joven y encaró para su casa: “Agarré la moto y me vine a mi casa lleno de sangre. Mi cara estaba cubierta de sangre por una de las heridas que tuve, el corte en la frente”.
Una vez llegado a La Primavera fue la calma de su mujer la que le recomendó comunicarse con sus abogados. Estos a su vez le propusieron ir al hospital para dejar constancia de los hechos, información que posibilitaría una denuncia. En el hospital de Laguna Blanca unos policías esperaban a Félix para consultarlo sobre la regularidad de los papeles de la moto y la vigencia del registro de conducir: “La moto es de mi hijo. Yo no tenía carnet porque no quieren habilitarlos por ser para ellos piqueteros o por ser opositores a la administración provincial. Entonces, para no tener conflicto con este organismo nos manejamos de esa forma, sin registro. Al que no está con el gobernador no se le facilitan las cosas como corresponde, porque el gobernador condiciona el tema de poder extender otros certificados médicos o de domicilio. Siempre hay que tener un padrino para obtener ese tipo de cosas. Entonces nosotros no queremos estar apadrinados pero al mismo tiempo no podemos tener algunos papeles básicos”.
Gendarmes vs la policía
De Laguna Blanca llevaron a Félix hasta Formosa capital, donde se le hicieron estudios más complejos y fue internado. Durante el tiempo que pasó en el hospital Félix fue visitado por el ministro de Desarrollo Humano de la provincia: “Y también el presidente del Instituto de Comunidad Aborigen mandó personal para preguntar si necesitaba plata o ayuda. Pero nunca estuvieron ni están con nosotros para resolver a los problemas que afectan a los indígenas de Formosa. Entonces como no hay tanta confianza no pedimos nada, porque es un instituto que trabaja contra los intereses de los indígenas”.
El territorio de La Primavera hoy es zona liberada. La disposición legal vigente permite una contradicción: luego que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos intimase a los gobiernos responsables, una medida cautelar estableció desde abril de 2011 a la gendarmería provincial como garante de la seguridad física de los qom, razón que inhabilita la entrada de la policía al territorio. Por otro lado, la gendarmería no puede detener a ciudadanos por delitos comunes, si tipificamos por “comunes” a los atropellos, las agresiones con arma blanca, las amenazas con armas y las intimidaciones antes descriptas. Por ese motivo, los acosos del clan Celía –una familia terrateniente que rodea La Primavera- y la inacción de los funcionarios no encuentran límite, y cuando los miembros de La Primavera quieren denunciar, deben hacerlo ante un aparato judicial que es en verdad una sede anexa al edificio de la corrupción de los agronegocios. Este modus operandi se explica sobre todo por la necesidad del avance del modelo extractivo, cuya supervivencia requiere continuamente extender la frontera del saqueo. La repetición de escenarios similares en distintas provincias nos habla, antes que sobre un modelo de país, sobre los modos de relación humana. Y es sobre ese nivel donde los qom encuentran la mayor distancia.
Ser parte de la Argentina
La comunidad La Primavera se encuentra en un lugar difícil, inserta en un feudo y al mismo tiempo parada en el medio de este esquema donde la materia prima resulta más importante que el hombre. Por eso, Félix dice: “Todavía estamos peleando para ser parte de esta Argentina. Nos consideran usurpadores de esta tierra y entonces somos peores que los extranjeros. Nos consideran usurpadores de las tierras ancestrales en las que han vivido nuestros padres. Si yo menciono algún responsable va a ser difícil. Pero tanto el gobierno provincial como otros punteros de la zona tienen intereses sobre nuestra zona, como ganaderos que introducen sus ganados sin autorización de la comunidad. Tenemos denuncias contra ellos pero la justicia no interviene. Sino que, por el contrario, ellos tienen respaldo cuando denuncian contra un indígena”.
Los dos idiomas del gobierno
Cristina Kirchner anunció el pasado 15 de junio un convenio con la multinacional Monsanto y prometió aumentar para el 2020 en un 60% la producción total de granos. La semana pasada, mediante una videoconferencia, inauguró en la provincia de Chaco un centro cultural bilingüe que “fue financiado con el Fondo Federal Solidario de la Soja”, según sus propias palabras. La inversión total fue de 17.908.225 de pesos. Según el plan proyectado, la capacidad del instituto será de 1.000 alumnos y tendrá un “sistema de formación de excelencia en lengua Qom y castellano para toda la comunidad”. La contradicción:
- El primer anuncio, el de Monsanto, refiere al plan de transformar, contaminar y luego desaparecer los terrenos que hoy ocupan pueblos aborígenes.
- El segundo, al proyecto que ayudaría a conservar su idioma.
La burla
Sobre ese plan que también habla dos idiomas, dice Félix Díaz: “El problema es que no pueden colocar ese título en las escuelas públicas, porque no hay una cuestión legal que pueda contemplar esa figura bilingüe, eso no está contemplado en los programas educativos. Es una burla para los indígenas creer que estamos siendo incorporados en los sistemas educativos. Formosa también tiene ese sistema MEMA, de modalidad especial aborigen, el cual tampoco se aplica en la educación. Es una pantalla de propaganda turística y política”.
Félix analiza traer todas estas denuncias de nuevo a Buenos Aires, finalmente el único lugar donde se vuelve visible el problema de su comunidad. Todavía no arriesga fecha porque se está recuperando de las heridas y porque quiere solucionar antes algunos problemas de La Primavera: “Tengo que juntar fuerzas para seguir trabajando a favor de mis hermanos porque hay muchísimas cosas en las que no estamos muy bien. Cada vez que queremos hacer algo se nos vienen encima los problemas. Queremos seguir en la búsqueda de la autonomía, la libertad, el respeto, que deberíamos tener como argentinos y ciudadanos”.
Contacto: https://comunidadlaprimavera.blogspot.com.ar/
Nota
Darío y Maxi: el presente del pasado (video)

Hoy se cumplen 23 años de los asesinatos de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki que estaban movilizándose en Puente Pueyrredón, en el municipio bonaerense de Avellaneda. No eran terroristas, sino militantes sociales y barriales que reclamaban una mejor calidad de vida para los barrios arrasados por la decadencia neoliberal que estalló en 2001 en Argentina.
Aquel gobierno, con Eduardo Duhalde en la presidencia y Felipe Solá en la gobernación de la provincia de Buenos Aires, operó a través de los medios planteando que esas muertes habían sido consecuencia de un enfrentamiento entre grupos de manifestantes (en aquel momento «piqueteros»), como suele intentar hacerlo hoy el gobierno en casos de represión de sectores sociales agredidos por las medidas económicas. Con el diario Clarín a la cabeza, los medios mintieron y distorsionaron la información. Tenía las imágenes de lo ocurrido, obtenidas por sus propios fotógrafos, pero el título de Clarín fue: “La crisis causó 2 nuevas muertes”, como si los crímenes hubieran sido responsabilidad de una entidad etérea e inasible: la crisis.

Darío Santillán.

Maximiliano Kosteki
Del mismo modo suelen mentir los medios hoy.
El trabajo de los fotorreporteros fue crucial en 2002 para desenmascarar esa mentira, como también ocurre por nuestros días. Por aquel crimen fueron condenados el comisario de la bonaerense Alfredo Franchiotti y el cabo Alejandro Acosta, quien hoy goza de libertad condicional.
Siguen faltando los responsables políticos.
Toda semejanza con personajes y situaciones actuales queda a cargo del público.
Compartimos el documental La crisis causó 2 nuevas muertes, de Patricio Escobar y Damián Finvarb, de Artó Cine, que puede verse como una película de suspenso (que lo es) y resulta el mejor trabajo periodístico sobre el caso, tanto por su calidad como por el cúmulo de historias y situaciones que desnudan las metodologías represivas y mediáticas frente a los reclamos sociales.
Nota
83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

83 días.
Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.
83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.
83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.
83 días y seis intervenciones quirúrgicas.
83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo.
83 días hasta hoy.
Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro.
Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”.
Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).
Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca.
El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”.
La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».
La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería.
Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.
Esta es parte de la vida que no pudieron matar:
Nota
La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen
Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.
Por María del Carmen Varela.
La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia.
La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.
Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.
La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional. A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.
Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.
Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro.
MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA
Viernes 30 de mayo, 20.30 hs
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