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Religión y aborto legal: testimonios de fe en la democratización de derechos

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A través de sus exposiciones en el Parlamento o de comunicados donde expresaron su posición sobre la sanción de la ley, tres pastoras evangelistas han expresado su apoyo a legalización. También una especialista en textos biblícos explicó a las y los legisladores por qué es posible imaginar a un Jesús agitando, junto a las mujeres, el pañuelo verde en la puerta del Congreso.

Religión y aborto legal: testimonios de fe en la democratización de derechos

Gabriela Soledad Guerrero, pastora de la Iglesia Dimensión de Fe: “Sin la vida digna y justa para las mujeres el proyecto de Jesús no es posible”.

“Los abortos clandestinos siguen siendo la principal causa de muerte de las personas gestantes en Argentina. Esta realidad nos toca de cerca, ya que la mayoría de las comunidades pentecostales históricamente han hecho base en los sectores más pobres y olvidados de nuestra sociedad. Creemos que la legalización del aborto tiene que ver con la ampliación de derechos. Interpretamos al pentecostalismo como un gran movimiento popular. Es obvio que, como todo movimiento popular, existe una variada corriente de orientaciones teológicas. La que nombramos como “los anti derechos” según su tradición y su dogma, la mujer debe estar situada en casa y debe ser el sostén de hijas e hijos del marido. Iglesias o comunidades que, según nuestro entender, aceptan estos dogmas nos despojan de nuestros cuerpos y nuestras decisiones con un mito casi fanático. Por otro lado, existen las que velan y preservan sus raíces protestantes”.

“Las mujeres son las testigos privilegiadas del fundamento de nuestra fe. Son ellas las que, de manera desafiante y decidida, hacen propio el camino trazado por Jesús. Sin la vida digna y justa para las mujeres el proyecto de Jesús no es posible. Los relatos bíblicos dan cuenta de que las mujeres son las activas protagonistas comprometidas con la construcción de un mundo nuevo, de una sociedad igualitaria, en la que el amor es la base de todas las relaciones humanas. Y en eso también está el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos. Juan  nos dice: ‘He venido para que tengan vida y la tengan en abundancia’. Como militantes del Evangelio, como personas de fe y desde nuestra identidad pentecostal, defendemos el derecho al aborto legal, seguro y gratuito porque amamos y defendemos la vida en su abundancia. Nuestros cuerpos son territorio sagrado y por eso proclamamos nuestra autodeterminación y nuestra libertad de conciencia. Jesús promovía la libertad de conciencia cuando anteponía la vida humana a la ley y a las tradiciones de su época. La Reforma Protestante del siglo XVI promulgó desde sus inicios la libertad de conciencia a la no imposición de ninguna autoridad moral religiosa sobre los creyentes. Queremos decir que para nosotros el único aborto que mata la vida es el aborto del deseo y el capitalismo es el gran quirófano social. Esto lo dice Rafael Villegas, teólogo y psicólogo, hermano y compañero de camino. Hoy les toca a ustedes escuchar, discernir, ya que el Estado debe legislar por el bien común, mientras cada confesión religiosa es responsable de su propia ética y conducta, de acuerdo a sus dogmas y sus prácticas y doctrinas. Nos lo deben, señores legisladores y legisladoras: aborto legal, seguro y gratuito. Para terminar, queremos traer a nuestro entender, lo que ya es una oración popular que se ora, que se reza, que se grita en la calle, en los templos y en nuestros cuerpos. Es ahora, porque a la clandestinidad no volvemos nunca más. Aborto legal, seguro y gratuito. Amén”.

Fundación protestante Hora de Obrar: “La maternidad y la familia, al ser proyectos que honran profundamente la vida creada, deben ser el resultado de decisiones autónomas y libres”

 “La maternidad y la familia, al ser proyectos que honran profundamente la vida creada, deben ser el resultado de decisiones autónomas y libres, que no pueden estar sujetas a coerciones de ninguna índole. Ninguna persona debe ser privada del derecho a decidir cuándo, cómo y con quién sostener una relación afectiva, así como del derecho a decidir si quiere ser madre y, en tal caso, cuántas veces”.

“Cuando muere una mujer por causa de un aborto clandestino podemos decir que ella ha sido víctima de toda una serie de violencias: es violentada por un varón tras ser abusada y violada en una relación sexual, es violentada al ser abusada por profesionales objetores de conciencia que le niegan la asistencia en los sistemas públicos de salud, es violentada al ser condenada moralmente por agentes de la justicia civil cuando su situación está contemplada por las causales en la ley, es violentada al ser estigmatizada públicamente por las religiones por negarse a una maternidad forzada, y es violentada al ser discriminada socialmente por la población al negarles un derecho que la protege de la muerte. Esta acumulación de violencias de las que participa la iglesia junto a tantas religiones es motivo de profunda introspección, reflexión e indignación”.

Claudia Tron, Pastora de la Iglesia Evangélica Valdense del Río de la Plata: “El aborto legal no obliga a nadie a abortar”.

“Es necesario una ley que permita el acceso igualitario a la interrupción voluntaria del embarazo. En lo personal, desearía que ninguna mujer tenga que pasar por la experiencia de abortar. Quisiera que todas pudiéramos acceder a educación sexual para decidir y a anticonceptivos para no abortar, pero también al aborto legal para no morir. En nuestra realidad, quienes pueden pagar un aborto clandestino seguro no corren riesgo de vida, mientras que muchas de las mujeres con escasos recursos económicos, al no poder pagar una práctica segura, mueren. De ahí la importancia y urgencia de contar con un marco legal que garantice el acceso igualitario a la interrupción voluntaria del embarazo. Cuantos más resultados se logren desde la ESI y el acceso a los programas de anticoncepción, menos necesitad de llegar a la instancia del aborto. Un punto que es necesario recalcar es que tener una ley no obliga a nadie a abortar. Las estadísticas demuestran que en los países donde se cuenta con la ley IVE baja la tasa de mortalidad y el número de abortos que se practican”. 

María de los Ángeles Roberto, magíster en Sagradas Escrituras. “Es muy posible imaginar a un Jesús en la calle agitando junto a nosotras el pañuelo verde”

“El patriarcado eclesiástico es el que, a lo largo de los siglos, quiere hacer creer a las mujeres que hay un mandamiento que las convierte en asesinas si abortan. No es así. No hay ningún mandamiento que diga  ¨no abortarás¨. En todo el proceso de recopilación, redacción y canonización de los textos bíblicos -que fue obra de varones-, hay claros testimonios en los Evangelios de la participación y presencia de las mujeres en el movimiento de Jesús, en los relatos de la pasión, muerte y resurrección, que constituyen el eje hermenéutico de los evangelios. Las mujeres tienen un papel destacado. Ellas son testigos de la crucifixión de Jesús cuando todos los hombres han huido. María Magdalenes es citada en los Evangelios como la primera testigo de la resurrección. En el libro de los Hechos, en las cartas de los Apóstoles, hay mención de discípulas que dirigían iglesias. Es ese protagonismo de las mujeres del Nuevo Testamento que las interpretaciones posteriores pretendieron ocultar hay un Jesús que rompió todas las legislaciones de la época porque ha hablado con las mujeres, las curaba y las entendía cuando nadie en ese momento lo hacía. A este Jesús es muy posible imaginarlo en la calle, con el pañuelo verde al cuello, agitando junto con todas las otras en las veredas del Congreso, preguntándoles a ustedes, señoras y señores legisladores, ¿mujer, dónde están los que te acusan? Ninguno te condenó. Yo tampoco te condeno”.

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83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

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Pablo Grillo
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83 días.

Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.

83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.

83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.

83 días y seis intervenciones quirúrgicas.

83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo. 

83 días hasta hoy. 

Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro. 

Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”. 

Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).

Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca. 

El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”. 

La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».

La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería. 

Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.

Esta es parte de la vida que no pudieron matar:

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La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen

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Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.

Por María del Carmen Varela.

La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen

La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia. 

La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.

Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.

La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional.  A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.

Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.

Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro. 

MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA

Viernes 30 de mayo, 20.30 hs

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Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro

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Una actriz que cautiva. Una historia que desgarra. Música en vivo. La obra Perla Guaraní volvió de la gira en España al Teatro Polonia (Fitz Roy 1475, CABA) y sigue por dos domingos. El recomendado de lavaca esta semana.

Por María del Carmen Varela

La sala del teatro Polonia se tiñe de colores rojizos, impregnada de un aroma salvaje, de una combustión entre vegetación y madera, y alberga una historia que está a punto de brotar: Perla es parte de una naturaleza frondosa que nos cautivará durante un cuarto de hora con los matices de una vida con espinas que rasgan el relato y afloran a través de su voz.

La tonada y la crónica minuciosa nos ubican en un paisaje de influjo guaraní. Un machete le asegura defensa, aunque no parece necesitar protección. De movimientos rápidos y precisos, ajusta su instinto y en un instante captura el peligro que acecha entre las ramas. Sin perder ese sentido del humor mordaz que a veces nace de la fatalidad, nos mira, nos habla y nos deslumbra. Pregunta: “¿quién quiere comprar zapatos? Vos, reinita, que te veo la billetera abultada”. Los zapatos no se venden. ¿Qué le queda por vender? La música alegre del litoral, abrazo para sus penas.

Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro
Gabriela Pastor en escena. Detrás, Juan Zuberman interpreta a un ciego que toca la guitarra.

La actriz y bailarina Gabriela Pastor moldeó este personaje y le pone cuerpo en el escenario.  Nacida en Formosa, hija de maestrxs rurales, aprendió el idioma guaraní al escuchar a su madre y a su padre hablarlo con lxs alumnxs y también a través de sus abuelxs maternxs paraguayxs. “Paraguay tiene un encanto muy particular”, afirma ella. “El pueblo guaraní es guerrero, resistente y poderoso”.

El personaje de Perla apareció después de una experiencia frustrante: Gabriela fue convocada para participar en una película que iba a ser rodada en Paraguay y el director la excluyó por mensaje de whatsapp unos días antes de viajar a filmar. “Por suerte eso ya es anécdota. Gracias a ese dolor, a esa herida, escribí la obra. Me salvó y me sigue salvando”, cuenta orgullosa, ya que la obra viene girando desde hace años, pasando por teatros como Timbre 4 e incluyendo escala europea.

Las vivencias del territorio donde nació y creció, la lectura de los libros de Augusto Roa Bastos y la participación en el Laboratorio de creación I con el director, dramaturgo y docente Ricardo Bartis en el Teatro Nacional Cervantes en 2017 fueron algunos de los resortes que impulsaron Perla guaraní.

Acerca de la experiencia en el Laboratorio, Gabriela asegura que “fue un despliegue actoral enorme, una fuerza tan poderosa convocada en ese grupo de 35 actores y actrices en escena que terminó siendo La liebre y la tortuga” (una propuesta teatral presentada en el Centro de las Artes de la UNSAM). Los momentos fundantes de Perla aparecieron en ese Laboratorio. “Bartís nos pidió que pusiéramos en juego un material propio que nos prendiera fuego. Agarré un mapa viejo de América Latina y dos bolsas de zapatos, hice una pila y me subí encima: pronto estaba en ese territorio litoraleño, bajando por la ruta 11, describiendo ciudades y cantando fragmentos de canciones en guaraní”.

La obra en la que Gabriela se luce, que viene de España y también fue presentada en Asunción, está dirigida por Fabián Díaz, director, dramaturgo, actor y docente. Esta combinación de talentos más la participación del músico Juan Zuberman, quien con su guitarra aporta la cuota musical imprescindible para conectar con el territorio que propone la puesta, hacen de Perla guaraní una de las producciones más originales y destacadas de la escena actual.

Teatro Polonia, Fitz Roy 1475, CABA

Domingos 18 y 25 de mayo, 20  hs

Más info y entradas en @perlaguarani

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