Nota
Rita Segato: respuesta a una polémica distorsionada
La antropóloga Rita Segato, por sus declaraciones a Radio Deseo transcriptas por lavaca, generó críticas, elogios y ataques por una descripción del golpe de Estado en Bolivia que busca no ser rehén de los reduccionismos. En diálogo con el programa radial Pasaron cosas se explayó sobre su postura. La aclaración sobre el «golpe atroz» y su trabajo para generar un amicus curiae para denunciar el uso de la violencia militar en Bolivia. Habla sobre el «terror al pensamiento, a la crítica y a la autocrítica» y propone un debate fundamental sobre los avances y los límites del progresismo. Y pregunta: ¿Cuál es el momento oprtuno para criticar? Responde: siempre. «Si no analizamos dónde paran (los gobiernos progresistas) no vamos a poder hacer que la Historia fluya en la dirección que queremos, que es una vida mejor para más gente».
Transcripción del diálogo entre Rita Segato, antropóloga, y el staff del programa Pasaron Cosas de Radio Con Vos, conducido por Alejandro Bercovich
Segato: Eso fue una transcripción muy tergiversada y recortada de una transcripción anterior de algo que yo verbalmente di a solicitud de la feminista boliviana María Galindo que conduce el gran Parlamento de las Mujeres, que es una de organizaciones que está funcionando crítica a la situación que vive en Bolivia, con grandes personalidades como Silvia Rivera Cusicanqui, Raquel Gutiérrez y otras. Ella me pidió mi visión de lo que ocurre en Bolivia, y yo no podía omitirla. Le grabé un audio de menos de 4 minutos, que es lo que luego circuló en la Argentina. Curiosamente, en Bolivia no.
Incluso Cooperando es una organización boliviana muy importante está preparando protestas ante el gobierno de facto o de transición, por la ley que todo el mundo ya conoce que es la ley que permite a las FFAA usar la fuerza sin tener consecuencias con impunidad absoluta, una institución boliviana está preparando un proceso por anticonstitucionalidad y por herir los derechos humanos a ese decreto del gobierno de facto, cooperando conmigo y buscando solidariamente con varios países de América Latina. La acusación sobre mí es realmente injusta, no leen en profundidad. Han aprovechado un mal corte que hizo Infobae.
Bercovich. Compartimos parte de tu audio. Más allá del recorte la polémica que se generó es por un fragmentito que quiero leer en el que te manifestás con respecto a lo tremendo que ocurre en Bolivia. “En mi comprensión de los sucesos Evo cayó por su propio peso, el incurrió en inacciones a lo largo del tiempo que le causaron un quiebre en la credibilidad y luego un quiebre en la gobernabilidad. Para mí no ha sido la víctima de un golpe sino la víctima de un descrédito general en que se encontró en razón de varios …… “ después decís que lo que ocurrió en Bolivia fue un golpe de Estado pero que no fue Evo la víctima.
-Segato: Claro, la víctima es la gente, la whipala, los pueblos, ellos son la víctima. Yo creo que le debemos poner el nombre a las cosas. Es un golpe ahora. Lo digo al final de mi entrevista. Y ella me dice ‘quizás no fuiste muy lógica en el orden que presentaste las cuestiones’. Mi intención fue poner el énfasis en los errores que no pueden cometer, para que no perdamos las victorias. Evo tuvo inmensas victorias en este tiempo y luego las arriesgó. Eso es algo que no se debe repetir.
Porque así como en los Derechos Humanos tenemos el principio de la no repetición, en la política también existe un principio de la no repetición de errores que fragilizan las conquistas que ya tenemos. Eso es lo que sucedió en Bolivia, y yo no voy a ser rehén de las amenazas de la gente enloquecida que solo consigue pensar en blanco y negro, que solo consigue pensar en Boca-River, que solo consigue pensar de forma absolutamente esquemática. Porque si nuestros enemigos como Camacho y los fundamentalistas cristianos, son los enemigos de un proyecto progresista y enérgico para más gente, no significa por eso que los que hayan llevado parte de ese proceso adelante estén libres de críticas.
Es un error muy grande pensarlo así, porque si lo pensamos así no criticamos, no apuntamos a los defectos que fragilizaron el proceso, vamos a repetirlo siempre.
–Es interesante lo que decís porque puede aplicarse no solo a Bolivia, sino a todos los procesos populares latinoamericanos
–Claro, hay terror al pensamiento, terror a la crítica, terror a la autocrítica. El consenso nefasto que lleva a repetir errores todo el tiempo.
–Cuando decís que cayó por su propio peso, como consecuencia de las acciones que llevaron a su descrédito y la pérdida de credibilidad, ¿no perdés de vista que hubo… tenés en cuenta que hubo un actor como el Imperialismo? ¿Los EEUU?
–Bueno, pero eso lo digo también y lo he dicho muchas veces corriendo incluso un gran riesgo. Yo en menos de 4 minutos dije lo que era urgente dedicado a una persona que habla en el Parlamento de las Mujeres. Dije lo esencial. No puedo decir en menos de 4 minutos, pero sí dije que las fuerzas nefastas estaban al acecho.
Tenía un buen candidato, extraordinario cuadro político. Lo tenía no es que no lo tenía. Y luego su actitud de no llamar a catástrofe nacional con la quema de la Chiquitanía del mismo modo que Bolsonaro no llamó a catástrofe nacional. Y una cantidad de errores imperdonables.
La parada después no se sabemos quién la produjo. Puede ser una fuerza conspiratoria que produjo que se parasen los cómputos por 24 horas, pero la facilidad estaba dada y bueno, él no protegió su perfil. No tomó noción de lo que acecha. Y lo que acecha lo digo claramente en mi declaración está asesorado internacionalmente, asesorado por grandes enemigos de nuestras naciones, que es sin duda es el grupo de fundamentalistas cristianos que no deberían ser llamados cristianos. Yo creo que las personas en la Argentina, lo que está pasando sobre todo en la Argentina, este reclamo general, este linchamiento moral de mi persona equivocadísimo porque he dado mil pruebas de poner mi voz y mi cuerpo para denunciar al imperialismo o denunciar todo lo que nos oprime.
Tenemos un vicio en Argentina, el tema del enemigo, que nos inspira, que nos levanta. Que solo sabemos pensar en términos de la política del enemigo, y así no se puede pensar. Hay que pensar en forma más compleja, más rigurosa, más filigranada.
Si yo no puedo dar mi opinión quiere decir que nosotros no estamos habituados a un ambiente de libertad de opinión. Nuestro país ha reaccionado de una forma absurda a la opinión que he dado. Digamos que yo esté equivocada. ¿No puedo equivocarme? No es el momento de analizar y de pensar.
Alguien me dijo: si se hubieran parado a analizar los franceses en la época de la toma de la Bastilla, no la hubieran tomado. Pero claro: por eso la tomaron y la perdieron.
Lo que estamos haciendo en América Latina es avanzar un paso y retroceder dos, justamente por no pensar de forma filigranada, rigurosa, y además con la posibilidad del disenso. Al clausurar el disenso en nuestro pensamiento, estamos clausurando la posibilidad de la verdad.
Si clausuramos el disenso es que somos una sociedad convocación autoritaria que no soporta las opiniones divergentes o la pluralidad de opiniones, la pluralidad de discursos.
Afortunadamente he recibido en el día de hoy más de cien mensajes de personas que no son sospechadas por su posición política o capacidad crítica, de apoyo que me han dicho: ‘nos permitís pensar de una forma más compleja’. El balance para mí no es negativo, ni tampoco de la gente que lo critica porque ha suscitado la polémica. Me han dicho.
Bercovich: Creéme que este llamado es nuestra manera de decirte gracias porque creemos que los intelectuales tienen que hacer esto: ponernos a polemizar, a repensarnos y autocriticarnos, ir contra estas estas canonizaciones y es un honor que estés eligiendo este lugar para responder después de un día en el cual, me imagino cómo se habrá visto desde adentro la cantidad de ataques a lo que fue una opinión crítica de un proceso…
-Segato: Y una opinión que di para Bolivia. El papel de Infobae ahí, estoy lejos, en México, y no es fácil para mí replicar, pero voy a pedir derecho a réplica porque el titular que colocaron a mi texto es tendencioso: yo no niego que en Bolivia haya un golpe atroz. E inclusive, como les digo, estoy dedicada a cooperar y dediqué una parte de mi día de hoy para conseguir amicus curae en el continente para que una institución boliviana presente un proceso contra el gobierno por la ley del uso irrestricto de la fuerza contra el pueblo boliviano. Y todos los que me critican, ¿qué están haciendo?
–Rita te saluda Noeli Barral Gigera, Como parte de tu lectura de la pérdida de legitimidad de Evo Morales con respecto a los errores cometidos cuando desoyó el referéndum por el cambio constitucional, la decisión de buscar esa misma modificación constitucional en tribunales, ¿cómo analizás esto que vos ves como una pérdida de legitimidad que termina siendo un error que, de alguna manera, le da pasto a las fieras, cómo lo analizás a la luz de la cantidad de votos que sacó Evo Morales el 20 de octubre que no deja de ser una buena cantidad, superando el 45%?
-Lo sé, pero igual eso no niega… soy una persona que visita seguido Bolivia y tengo mucho contacto con bolivianos y en los últimos tiempos he visto claramente una caída de prestigio de Evo y de Linera como gobernantes. No puedo omitir esa cantidad de testimonios que recibí en los últimos tres, cuatro años, con relación a la perdida de camino, al desvío del proceso de cambio en Bolivia. Por otro lado, sí existe la duda: hubo caída de los cómputos durante 24 horas. Y eso realmente, sea cual sea su origen, su causa – no la sabemos- también fragiliza el resultado de esa elección. E inclusive te voy a decir una cosa de unos mensajes que recibí ahora de Bolivia: el MAS está trabajando para que más gente salga a la calle y está con dificultades en El Alto para tener la cantidad de gente en la calle y no es por la represión solamente: hay dudas. Hay dudas sobre la figura de Evo, y además yo también las tengo como ciudadana del continente. Y pesan ahí las terribles frases que Evo ha dicho sobre las mujeres y eso no es un problema menor para una feminista, para alguien que piensa que la injusticia, la agresión de género, el destrato de la figura de la mujer, públicamente y mucho más por la boca de un gran gobernante, una figura que genera opinión. La manera que él ha hablado de la mujer hace que yo, como feminista, tenga también que intentar hacer circular esa duda sobre ese gobernante.
-Rita, buenas tardes: Alejandro Wall. Teniendo en cuenta los temas que has trabajado en profundidad, una de las metáforas que se utilizan cuando alguien intenta explicar razones por las cuales se llegó al golpe de Estado es la figura de la pollerita corta en un caso de violación. Es decir, que una chica tenía la pollerita demasiado corta y eso provocaba en un hombre no el derecho, pero sí una de las razones de la violación. Teniendo en cuenta que es una de tus temáticas la violencia de género, los crímenes sexuales, me gustaría si vos podrías hacer una reflexión acerca de la utilización de esa metáfora cuando se busca explicaciones para un golpe de Estado…
-No: lo que estás diciendo no tiene nada que ver con el foco de mi crítica. No hay nada de eso de la pollerita corta. Un hombre que es Presidente de una Nación y líder de un proceso que por tanto tiempo fue un proceso sin igual y absolutamente exitoso, en un país y dice ‘el día que me retire me iré con mi charango, mi acullico y mi quinceañera’, con la idea de que una mujer es entonces un objeto de placer y de descarte, porque ¿qué haríamos cuando la quinceañera cumple 16 o 17 años? No tiene nada que ver con la pollerita corta. No es un acoso, no es un abuso, es una frase modelar para su sociedad que pone a las mujeres, a pesar de todas las leyes de igualdad, en la boca del gobernarte una virilidad que usa a una niña que pronto tendrá 30, 40, 20 y no sirve más.
-Esa frase no la conocía.
-No la conocías porque entonces no me escuchaste.
-No, no: la escuché por primera vez en el audio tuyo
-Ah bueno: andá buscarla en Google y la vas a encontrar
-Me sorprendió cuando escuché que vos la glosabas…
-Vos no la escuchaste porque estamos en Argentina, pero Bolivia lo sabe, Bolivia lo sabe…Y entonces estamos hablando de una sociedad argentina que conoce muy poco de Bolivia y eso también lo digo en mi declaración. Estoy hablando ahora de la recepción en Argentina de la situación boliviana, pensamos Bolivia de una forma absolutamente estereotipada, casi caricaturesca: eso es lo que digo.
-Igual me parece que lo que aludía Hugo es a que muchos, cuando fue el golpe, acá tardó cinco días buena parte de la prensa a decirle Golpe de Estado al golpe de Estado en Bolivia. Nosotros desde el primer día advertimos que había un milico diciéndole al Presidente que renuncie y el Presidente renuncia después de que a sus funcionarios los perseguían paramilitares o agentes de este golpe, pero en ese contexto –que una buena parte de la prensa negaba el golpe- muchos compararon…
-No importa: lo fue. Ahora es un golpe de Estado. En este momento hay un golpe de Estado en Bolivia. Eso es lo que importa y eso es lo que yo digo.
-Pero mucha gente, caricaturizando tu opinión, piensa que justificas el golpe…
-Pero no es lo que yo dije: esas no son mis palabras. Yo no dije eso. Lo que pasa es que el recorte que hizo Infobae, el titular que colocó, enfatiza algo de un discurso que estaba circulando, que fue un discurso lento, muy pensado… En realidad yo no estoy segura de que se deba transcribir de esa manera, como lo hizo lavaca, en sí dio a circular mi palabra porque fue un discurso a una radio, a distancia, y lo dije lentamente, pensando muy buen cada palabra, y lo que menciono sobre Evo, sobre esa fragilidad que es necesario conocerla y que en Argentina no la vemos porque no sabemos pensar en grados de variaciones. Es “Camacho es un canalla, Evo es un santo”, pero por favor: eso no es pensar.
-Estamos viendo cantidad de muertos -28 muertos- y recién te comentaba cómo tardaron los medios locales en reconocer el golpe, y si bien no pongo en duda tu postura, quizá lo que te pregunto es que si poner mucho énfasis en hacer un balance de lo que fue el gobierno de Evo ahora cuando hay una situación así, ¿no es también cambiar el foco del asunto?
– No. No importa. No cambio el foco porque como te digo estoy trabajando para conseguir amicus curae para frenar ese decreto. No, no: están entendiendo todo de una manera absolutamente reduccionista. No podemos evitar colocar las criticas fundamentales ahora y en todo momento. El golpe es contra el pueblo. El golpe es contra el pueblo boliviano, contra la whipala, contra un proyecto de revolución jurisdiccional que ya había decaído hace tiempo. No tengo tiempo yo para explicarles ahora, pero hace tiempo que esa devolución de la nacionalidad de los pueblos había entrado en decadencia y no había podido realizarse como la gente esperaba. En el último censo, la población indígena decreció…y así hay muchos problemas que desde Argentina no se ven y, ahora entiendo, mucha gente no los quiere ver, pero afortunadamente mucha gente me escribió agradeciéndome, porque… esto de decir “no es el momento” es como un chantaje. Es muy parecido a lo que las mujeres negras o indígenas se quejan -y hay muchos escritos sobre esto que yo cito- cuando dicen que los grandes caciques masculinos les dicen: ‘Bueno el problema de las mujeres es para después. Vamos a resolver la lucha del pueblo y después vemos, internamente, de hablar sobre la cuestión de las mujeres’. Es un chantaje. No hablen ahora porque ahora porque ahora estamos resolviendo un problema mayor: no. No. Cuando le viento de la historia sopla, sopla a través de todos los problemas y remueve todos los terrenos. Yo lo veo así. Es mi posición. Y me quieran tapar la boca y que se me quiera impedir colocar mi posición delata la manera opresiva y sofocante en la que pensamos los argentinos la política. Las críticas no me han llegado de otro lado: me han llegado de Argentina.
-Es interesante esto porque en Argentina se discute mucho Vos has hecho una crítica al binarismo, decís que es una rémora, una mochila, un legado malo de la Guerra Fría, que quizá eso nos hace pensar en este plan amigo-enemigo y acá en Argentina a nosotros muchas veces nos hace… por eso me hizo pensar tanto este fragmento tuyo, porque acá discutimos, en el periodismo pero también en cierta forma de pensamiento, en equiparar dos extremos y para salir de ese binarismo ubicarse en el centro
-Sí
-Lo tuyo por lo que entiendo no eso, pero quisiera que lo enriquezcas un poco más porque en una circunstancia como esta, donde muchos nos vimos criticados por decir un golpe de Estado, porque estábamos defendiendo a un tirano o éramos chavistas o cosas así…
– Evo no es un tirano: no. Es una persona que se fragilizó por una secuencia de errores. Pero la gente no sabe leer si no reduce todo a un binarismo muy rudimentario. Y es costoso para la opinión pública argentina esto.
-Bueno: como salir de ese binarismo sin caer en el centrismo…
-No, no, no, no, no: al contrario. Solo saliendo del binarismo podemos generar realmente cambios en la Historia. Por haber pensado en términos de ese binarismo no sabemos captar las fuerzas posibles… es muy complejo. Los progresismos en nuestros países han llegado a un tope, pero nos dicen que no es ahora la hora de analizar por qué se llega a ese tope y cómo traspasar ese tope. Yo lo he hablado en diversas entrevistas y conferencias en los últimos tiempos: lo que pienso que es ese tope y las varias causas de ese tope de estos gobiernos progresistas que, repito, son los mejores que hemos tenido. Pero si no analizamos dónde paran, dónde se bloquean no vamos a poder pasar a la fase siguiente, no vamos a poder hacer que la Historia fluya en la dirección que queremos, que es una vida mejor para más gente. Dios y el Diablo no nos dejan pensar, porque si pensamos diferente te cae una cantidad de gente encima, impidiéndote pensar libremente y, fundamentalmente, pensar qué nos detiene cada vez que damos un paso y nos llevan hacia atrás nuevamente, que es lo que nos ha venido sucediendo. Si pensamos, nuestra Historia es circular: avanzamos, retrocedemos, avanzamos y retrocedemos. ¿Por qué? Porque no podemos pensar. Y esta no es una posición centrista y nunca fui una persona de posiciones centristas. Al contrario. Mi crítica excede, va más allá, lleva el campo crítico más allá del punto de donde acostumbra a estabilizarse justamente por su binarismo.
Rita Segato sobre Bolivia: «Es el momento oportuno para pensar a Bolivia críticamente»
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La Ley del Cáncer: avanza un proyecto que permite fumigaciones con agrotóxicos a 10 metros de viviendas

Una Ley Nacional que proviene del sector del agronegocio avanza en la Cámara de Diputados, impulsada por la UCR y la Coalición Cívica. Se trata de la norma que regula, entre otras cosas, la aplicación de agrotóxicos. El punto clave de este proyecto legislativo figura en el artículo 9, donde se establecen distancias mínimas para fumigar desde los 10 metros para aplicaciones terrestres y con drones, y 45 metros para aplicaciones aéreas. La primera reunión informativa contó solo con oradores promotores de la iniciativa y solo dos voces críticas; crónica de esa reunión y la opinión del médico Damián Verzeñassi, la enfermera del Garrahan Meche Méndez, el abogado Marcos Filardi y Sabrina Ortíz, vecina fumigada y abogada que acaba de presentar un escrito para convocar a audiencias públicas y foros de debate para evitar que se apruebe esta Ley que prioriza el negocio a la salud social y medioambiental. FRANCISCO PANDOLFI
Esta semana se presentó en la Cámara de Diputados el proyecto de ley nacional “de presupuestos mínimos de protección ambiental para la aplicación de productos fitosanitarios”. Es decir, de agrotóxicos.
El proyecto fue escrito por la Red de Buenas Prácticas Agrícolas, integrada por más de 80 instituciones públicas y privadas vinculadas con el agronegocio, y dentro del recinto encabezan la iniciativa los diputados Atilio Benedetti (UCR – Entre Ríos), presidente de la Comisión de Agricultura en la Cámara de Diputados, y Maximiliano Ferraro (Coalición Cívica). La nueva norma ya cuenta con el acompañamiento de 32 legisladores, entre un abanico variopinto que engloba a La Libertad Avanza, Unión por la Patria, UCR, PRO, Coalición Cívica, Encuentro Federal, entre otros partidos.
El punto clave de este proyecto legislativo figura en el artículo 9, donde se establecen distancias mínimas para fumigar desde los 10 metros para aplicaciones terrestres y con drones, y 45 metros para aplicaciones aéreas.

Exposiciones sin consenso
El martes pasado se llevó a cabo una primera reunión informativa en la cual las y los oradores sólo fueron personas, organismos y corporaciones a favor de la iniciativa.
En la comisión conjunta realizada entre Agricultura y Ganadería y Recursos Naturales y Conservación de Ambiente Humano hubo entidades gubernamentales, de productores, de ingenieros agrónomos, de acopiadores, de empresas de tecnología agropecuaria y ONG a favor de la ley. Maximiliano Ferraro expresó que “el proyecto no tiene una mirada sectorial”. Y que “nace de un diálogo. Un diálogo y consenso, que podemos ampliar”.
Sin embargo, se dijo, no hubo invitaciones a voces disonantes.
Las únicas dos ponencias que no se alinearon al lobby de la producción con plaguicidas fueron el diputado Juan Carlos Giordano (Izquierda Socialista – FIT Unidad) y su par Blanca Osuna (Unión por la Patria). Dijo Giordano: “Deben darle espacio a quienes estamos en contra de esta ley. Hay una lista de un montón de organizaciones que quieren venir a exponer las barbaridades que ocurren por el uso de agrotóxicos. Fumigar a 10 metros de ninguna manera puede ser una buena práctica agropecuaria”. Dijo Osuna: “Es indispensable escuchar voces de otros sectores, estamos en falta si no. Los expertos científicos deben estar acá, están ausentes en este proyecto. Primero debe estar la salud, luego la producción”.
La evidencia del modelo
Tras el encuentro del martes, distintos actores se manifestaron en contra del proyecto. Damián Verzeñassi es médico generalista y es el director del Instituto de Salud Socioambiental de la Universidad Nacional de Rosario, desde donde se hicieron desde 2010 a 2019 más de 40 campamentos sanitarios en diversos pueblos de Santa Fe, Entre Ríos y Córdoba para relevar puerta a puerta la situación de la salud en localidades fumigadas. ¿Qué demostraron esos resultados? Que en las comunidades rurales se multiplicaban los trastornos endócrinos, los abortos espontáneos, las malformaciones y el cáncer. Opina Damián: “Si se aprueba esta ley permitiría que se fumigue a 10 metros con productos que pueden generar cáncer de mama, cáncer de tiroides, alteraciones endocrinas en las glándulas, disminución de la capacidad de nuestro sistema inmunológico de defendernos. Por ejemplo, el herbicida atrazina está prohibido en 37 países, pero en Argentina está autorizada. Este tipo de cosas avala la ley que quieren aprobar”.
Sin embargo, el diputado por la Libertad Avanza Pablo Ansaloni, que proviene de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE) dijo en la reunión informativa: “Desde nuestra actividad, que la vengo ejerciendo durante 30 años, manipulamos el cereal y estamos en contacto todos los días con el fitosanitario. Podemos dar fe que no tenemos ningún enfermo”.
Meche Méndez es enfermera de Cuidados Paliativos del Hospital Garrahan y desde hace años viene dando una pelea (casi en soledad) para que exista una historia clínica ambiental que pueda demostrar la relación de los agrotóxicos con las enfermedades. Le dice a lavaca: “El sistema de salud sigue sin considerar el daño, en muchos casos irreparable, que los tóxicos utilizados desde hace décadas en el modelo extractivo están produciendo en el ambiente, los territorios y por ende en los cuerpos de quienes los habitamos, atendiendo los síntomas y/o la enfermedad una vez producida, pero sin asociarlo cómo posibles causa”.
Sobre el proyecto de ley, analiza Méndez: “Sólo puedo compartir mi absoluto rechazo. Ya está comprobadísimo por la ciencia sin conflicto de interés que la deriva (movimiento de plaguicidas en el aire) no tiene control, que los venenos enferman y matan. Necesitamos medidas aún más protectoras de las que tenemos actualmente y sobre todo dejar de usar esos tóxicos. Hago un llamado urgente a los profesionales de la salud, a las sociedades científicas supuestamente comprometidas con la salud y el ambiente a que se expidan y rechacen esta posibilidad criminal de echar venenos a 10 metros”. Remata: “Se sabe que produce cáncer, malformaciones, daños genéticos, un montón de enfermedades y síntomas. Esto no puede salir de la Cámara de Diputados”.
María Luisa Chomiak, de Chaco, es la única diputada de Unión por la Patria que acompañó con su firma este proyecto. Argumentó: “Lo suscribí porque se necesita tener esta discusión. Toda iniciativa es perfectible y no hay nada más importante que la salud. Si se prioriza esto, celebro que estemos discutiendo este tema”. Sin embargo, en el proyecto no figura que la reducción de las distancias va en sentido contrario al principio de «no regresión en materia ambiental» que establece la Ley General de Ambiente y tratados internacionales como el Acuerdo de Escazú. Ni tampoco informa las pruebas científicas ya demostradas sobre la consecuencia de los plaguicidas: desde los efectos letales del glifosato en embriones anfibios, constatado por el ex titular del Conicet Andrés Carrasco, hasta los estudios de Delia Aiassa en la Universidad de Río Cuarto sobre daño genético, que comprobaron el riesgo aumentado de contraer cáncer. A partir de estas investigaciones hubo fallos judiciales en distintos puntos del país prohibiendo las fumigaciones terrestres a menos de 1.095 metros y las aéreas a menos de 3.000.
Antecedentes que enferman
Una de esas localidades es Pergamino, al norte de la provincia de Buenos Aires. Allí vive Sabrina Ortiz, una de las tantas personas que se enfermó por agrotóxicos. Perdió un embarazo de casi 6 meses y tuvo dos ACV. Sabrina tiene una particularidad notable: como no encontraba abogados que la defendieran, estudió Derecho y se recibió. Fue amenazada; le mataron a su perro como amedrentamiento. Después de años de denuncias y estudios científicos, la Justicia federal confirmó que el 3 de diciembre de 2025 comenzará el juicio oral contra tres productores agroindustriales por delitos de contaminación ambiental, según la Ley de Residuos Peligrosos (N° 24.051). En la causa se documentaron daños a la salud vinculados a la exposición crónica a sustancias como glifosato, atrazina y clorpirifós.
Sabrina, junto a varios colegas, acaba de presentar un escrito colectivo de abogadas y abogados de Pueblos Fumigados en donde solicitaron a las presidencias de las comisiones de Agricultura y Ganadería y de Recursos Naturales de la Cámara de Diputados de la Nación que convoquen audiencias públicas, foros y videochats de debate antes de tratar el proyecto de ley.
Marco Filardi es abogado especialista en derechos humanos y temas ambientales y es parte de la Cátedra Libre de Soberanía Alimentaria de la Facultad de Medicina de la UBA. Le dice a lavaca: “Esta norma manda un mensaje a todas las provincias de que este (10 metros fumigación terrestre y dron, y 45 metros aérea) es el estándar mínimo, el piso ambiental y eso no lo podemos aceptar. Gran parte de nuestra población está expuesta cotidiana, sistemática y estructuralmente a la aplicación de más de 7.000 formulados comerciales con autorización vigente por el Senasa (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria) en una cantidad de más o menos 500, 600 millones de litros de agrotóxicos al año. Tenemos el triste privilegio de ser el país que más agrotóxicos por persona y por año usa en el mundo y los resultados están en los cuerpos, están en los territorios”.
Desde los impulsores de la iniciativa no contactaron a científicos, ni profesionales de la salud, ni abogados, ni a ninguna de las organizaciones ambientales. Como por ejemplo la coordinadora “Por una vida sin agrotóxicos Basta es Basta”, de Entre Ríos, que se moviliza todos los martes desde 2018 frente a la Casa de Gobierno en Paraná. “La ley nacional es un ‘copy-paste’ de la que ya tenemos acá, aprobada a finales de 2024 y en la que habilitan fumigar a 5 metros de los cuerpos de agua, a 10 de las plantas urbanas y a 15 de las escuelas rurales. Ellos se amparan en las buenas prácticas agrícolas sin basarse en ninguna evidencia científica, a diferencia de todos los trabajos publicados en Argentina y en el mundo donde se demuestra el impacto que tiene el uso de los venenos sobre la salud y los ecosistemas, más allá de la dosis y la distancia. Lo que genera el daño es la presencia del veneno y si hay evidencia científica ya está: no hay más que hablar”.

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Entrevista a Celeste Fierro, tras ser detenida en la flotilla de ayuda humanitaria a Gaza
Al llegar al país luego de estar 8 días detenida (junto a otros tres argentinos, entre un total de 443 personas que conformaban la flotilla Global Sumud) la legisladora habló con lavaca.

Celeste Fierro durmió sólo algunas horas, y de manera intermitente, y apenas se levanta habla con lavaca. Llegó anoche de Jordania, donde fue trasladada desde la cárcel de Ktzi’ot. Allí estuvo presa del 3 al 7 de octubre, después de que el Estado israelí interceptara el barco en el que pretendía llegar a Gaza como parte de la flotilla Global Sumud. Del 1 al 2 tuvo dos días de traslados, y el día 7 la llevaron también a Jordania, desde donde partió el vuelo a Buenos Aires.
La historia es conocida: en aguas internacionales, el Estado de Israel interceptó todos los barcos de la flotilla, tomó su mando y los dirigió a tierra para detener a sus tripulantes. “Sabíamos que, lo más probable, era que pasara lo que pasó”, se sincera Fierro respecto a la misión humanitaria que buscaba 1) romper el bloqueo naval israelí sobre Gaza y 2) hacer visible la crisis humanitaria allí.
Lo primero no lo lograron. Lo segundo, sí.
Lavaca fue el único medio argentino presente en la masiva movilización en Roma que, tras conocerse la noticia de la detención de los tripulantes de esta flotilla, reunió a un millón de personas para pedir el fin del genocidio israelí en Gaza y, entre otras cosas, la liberación inmediata de los recientes detenidos. Ese mismo día, por la noche, llegaron a la capital 26 personas italianas que habían sido detenidas, las primeras que largó el Estado de Israel.
Los cuatro argentinos (Ezequiel Peressini, Carlos Bertola, Nicolás Calabrese, y Celeste) fueron de los últimos.
Finalmente ayer, después de 8 días, volvieron a pisar su tierra.
Desde aquel 1 de octubre hasta ahora, Celeste no había vuelto a tomar mate. Está en eso mientras conversa y revela que su mate, al igual que todas sus pertenencias (a excepción del pasaporte) le fueron sustraídas por el Estado de Israel.
La primera pregunta es obvia: ¿Cómo estás?
Entera, lo cual es un montón. Y muy contenta de estar de nuevo acá. Eso es lo primero, pero también muy preocupada porque entiendo que todavía hay compañeros detenidos de la Global Sumud y que, además, interceptaron a la Freedom Flotilla (145 detenidos). Así que poniéndome en contacto con compas de otros países para estar a disposición.
Durante dos días no se supo nada de vos; luego lo que llegaba era casi nada. ¿Qué pasó en esos primeros momentos?
Lo que nos pasó no se compara con lo que pasan los presos palestinos en las cárceles de Israel; no se compara con lo que viven las familias palestinas en la franja de Gaza. Pero, en ese momento, lo que más preocupaba era que no supieran que estábamos vivos. Desde que nos detuvieron estuvimos 48 horas hasta que logramos ver a un abogado. Y después, la visita de la cancillería fue recién el viernes o el sábado, 3 días después de la intercepción. Lo único que yo quería que avisaran era que estábamos vivos.
¿Les iban informando qué harían con ustedes?
Los primeros que salen son los italianos. En las intercepciones preguntaron por los italianos, ya veíamos claramente que iban a liberarlos más rápido. Los que quedamos detenidos fuimos los del sur global, no solo América, Sudáfrica, Nueva Zelanda.
¿Por qué Italia primero?
Lo de Italia fue por la presión social hacia el propio gobierno italiano de ultraderecha. Hubo una huelga general una semana antes de la intercepción; eso hizo que Meloni mandara un barco, que fue directamente para responder a la huelga; y también para que los italianos desistan de esas misiones. No lo lograron.
¿Cómo fueron los días previos a que los interceptaran?
Ya habíamos tenido una situación previa el día anterior, donde rodearon dos de los barcos de la flotilla. Con alguna cosa magnética cortaron los radares, los teléfonos, como que esos barcos perdieron la comunicación. Y luego se retiraron. Ahí tuvimos el primer intento, ya antes habíamos tenido los ataques con los drones.
¿Cómo es un ataque con drones?
Los primeros dos ataques fueron en puerto de Túnez. Nosotros no habíamos llegado ahí todavía. Pero también entendimos que eran para intimidar, para amedrentar. Es un ejército muy preparado: si hubieran querido hundir un barco lo hacían. Lo que hicieron en el puerto dos días distintos a dos embarcaciones distintas fue tirar como unos explosivos. Y se logró contener ese fuego rápidamente y no pasó a mayores y lograron seguir esas embarcaciones.
En altamar también siguieron las intimidaciones
Todas las noches teníamos drones arriba. Una vigilancia permanente 24×7, fundamentalmente a la noche. Dos días antes de llegar a Creta, entre Sicilia y Creta, ya no eran algunos sino que eran decenas de drones que pasaban por todos los barcos. Y a las 11 de la noche empezamos a tener interferencia en las radios. Empezó a sonar ABBA a todo volumen, nos mirábamos porque no sabíamos qué estaba pasando… Y a los 15 minutos escuchamos la primera detonación… Tiraban esos explosivos que explotan cuando tocan algo; a uno de los barcos les tiraron uno de los mástiles… a otro directamente le rompieron una vela. A otros era solamente el sonido y veías una luz muy fuerte. Era sistemático: cada 15 minutos sentíamos una detonación. A otro le cayeron líquidos, que no sabemos qué eran. No los escuchábamos, veíamos luces, era mucho el miedo.
¿En algún momento temiste por tu vida?
Creo que todo el tiempo. Desde ese momento, hasta que logramos salir (por anteayer). En el momento de los drones, al día siguiente hablábamos: siguen intentando que no continuemos. Y la fuerza estaba puesta en continuar. Y a la noche siguiente estaba en la guardia y no hubo drones. Fue una guardia muy tranquila. Fue el primer día que dije: y mirá si llegamos… Había crecido la presión internacional. Pero no pasó.
Y el día en que los interceptan, ¿cómo fue?
Cuando nos interceptan –no me acuerdo la hora pero era de día, habrán sido las 7PM- nos llega un mensaje de uno de los barcos que en un radar habían visto que se acercaban 10 o 12 barcos. Ahí nos preparamos con los protocolos que veníamos manejando, y en menos de una hora y media ya habían llegado. Empezaron a rodearnos lanchas rápidas, no las veías porque era de noche. Nos tiraron primero agua a todos los barcos. Luego por un altoparlante decían que no teníamos que seguir navegando, que si nos quedábamos ahí iba a estar todo bien… Todo eso duró como una hora. Hasta que se subieron alrededor de 10 o 12 marines israelíes, con armas largas, caras tapadas. Lo primero que hicieron fue desactivar todas las conexiones de Internet. Y ahí efectivamente nos detuvieron, agarraron el mando de nuestro barco. Nos cachean, nos piden los pasaportes. Revuelven todo. Y nos metieron en los camarotes, éramos muchos más de los que entran en los camarotes, estábamos todos amontonados. Estuvimos 24 horas metidos ahí, sin comer nada. Hasta que llegamos al puerto, 24 horas más, y después a la cárcel, donde nunca nos dieron agua potable, estuvimos hacinados, con precintos; a compañeros les vendaron los ojos. Sufrimos maltrato físico. Y la mayor preocupación era que se sepa dónde estábamos.
¿Cómo se siente en el cuerpo esa impunidad?
Nosotros sabíamos que el escenario más probable era lo que nos terminó sucediendo. También hay que decir que lo que significó la flotilla en cuanto al impulso, a multiplicar las acciones, es muy fuerte. Es fuerte saberse parte de una acción internacional que hace lo que los Estados no hacen, dando una respuesta solidaria, humanitaria, a una causa que es de toda la humanidad; fue muy importante. A mí me recordaba a las brigadas internacionalistas de la Guerra Civil Española, Nicaragua… Y creo que eso también fue lo que nos protegió, más allá de la violencia que se sufrió, que todos los ojos estén puestos en Gaza y en la flotilla hace que hoy estemos en casa. Esa firmeza de continuar a pesar de los ataques. Y repito: lo que a nosotros nos pasó, ni se comprara con lo que pasa Gaza. Eso es lo que nos daba más fuerza y firmeza para continuar y de estar juntos.
¿Qué pudiste compartir con los compañeros y compañeras de otras partes del mundo, respecto a lo que estaba pasando, a la situación de Gaza, a cómo articular el reclamo a nivel global?
Para mí fue muy importante. Como experiencia militante, como experiencia de vida. Quienes somos militantes, internacionalistas, lo vivimos de forma permanente, pero esto fue encontrarnos con gente que nunca habíamos tenido contacto, que hablamos distintos idiomas, que venimos de distintas historias. Había sindicalistas, periodistas, enfermeros, médicos, compañeras activistas, artistas. Eso es lo que fortaleció la misión y sobre todo el reclamo y le dio potencia. El internacionalismo, sabernos todos levantamos una misma causa logró potenciarlo y ver que en todos los rincones del mundo se esté denunciando el genocidio y levantando la causa palestina, porque la causa del pueblo palestino es hoy la causa de toda la humanidad. Ese fue el sentido de la flotilla.
¿En qué nivel ves que está el reclamo en Argentina?
En los últimos meses se ha multiplicado la participación. Nosotros lo venimos levantando desde hace décadas, pero creo que hubo un cambio grandísimo. Me acuerdo patente el domingo que fue el Día del Padre, que hubo una movilización gigante, había familias enteras. Desde ese día hasta ahora se ha multiplicado el acompañamiento, no solo en la Ciudad de Buenos Aires, sino en lugares inhóspitos del país. Se fue extendiendo y tenemos que ser cada vez más.
Ahora hay un supuesto nuevo “alto al fuego”. ¿Cómo lo interpretan?
No hay que conformarse hasta el alto el fuego que hay ahora, que no sea un nuevo invento. Lo que venga del imperialismo yanqui creo que es un nuevo acuerdo de ocupación colonial que no va a resolver de forma definitiva las necesidades del pueblo palestino. Acá una paz justa es una paz donde haya derecho al retorno, donde la Palestina sea única, del río al mar y no es lo que se está proponiendo. Hay que seguir multiplicando las acciones por eso, y en nuestro país seguir exigiendo: no en nuestro nombre. Tenemos que tomar lo que dicen nuestros compañeros judíos: que este Estado apoye a ese genocidio, a ese criminal de guerra como es Netanyahu, no es en nuestro nombre, cuando sabemos lo que significa un genocidio en nuestra historia. El genocidio de los pueblos originarios, el genocidio de la última dictadura: tenemos que decir no en nuestro nombre y seguir reclamando la ruptura de relaciones diplomáticas y comerciales. Hoy es un momento en el que Israel está aislado internacionalmente, así que hay que presionar.
El gobierno nacional también parece estar en ese mismo aislamiento…
Por eso, hay que seguir denunciando a este gobierno que no solo es cómplice de ese genocidio sino que viene llevando adelante un desastre en materia económica y social y que por eso está recibiendo fuertes golpes. Acá vamos a estar para plantear una alternativa.
¿Cómo se comportó el gobierno nacional con ustedes los detenidos?
Cancillería hizo… el trabajo administrativo para saber que estábamos ahí, y comunicarse con nuestra familia. Nos lo dijeron con claridad: estuvo el cónsul, pero no fue el embajador. Y esa es una decisión política. Hubo una decisión política de no exigir nuestra inmediata libertad y eso fue lo que sucedió. Estuvimos en Jordania con los diplomáticos de Uruguay, que fueron quienes nos buscaron y acompañaron en el proceso de volver a casa.
Llegaste. Y ahora, ¿qué vas a hacer?
Hoy pretendo quedarme un rato en mi casa. Ayer no me despegué de mi hija desde que llegué al aeropuerto… Y después que la logré dormir me fui a Aeroparque a recibir a Cascote, el compañero que llegó de madrugada. Volví, dormí unas horitas, y acá estoy.
¿Qué edad tiene tu hija?
9 años.
Nota
9 años sin Lucía Pérez

La familia de la joven realizó una marcha en Mar del Plata a nueve años del crimen. Lucia tenía 16 años al ser víctima de un narcofemicidio. El aniversario llega en el marco de un nuevo proceso que tiene a sus padres, Marta y Guillermo, otra vez en los laberintos de una justicia que no resuelve el caso y hasta descartó que se haya tratado de un femicidio. «Hoy es un día demoledor, pero lejos de estar tirados en la cama estamos luchando por todos», dijo Marta (en la foto de portada, rodeada por Guillermo y su hijo Matías). Recordó que hace nueve años habla de «narcofemicidio», figura que hoy se pone de relieve con los asesinatos de Lara Gutiérrez, Brenda del Castillo y Morena Verdi. Por eso, la familia pidió: «Despertemos. Esto que nos está pasando es un Estado narco y ausente en todos los derechos».
Marta Montero, mamá de Lucía Pérez, agarró el micrófono durante la marcha en Mar del Plata y lo primero que hizo fue agradecer: “Gracias por estar juntos una vez más, por esta lucha que llevamos todos, por ustedes, nuestros padres y abuelos”. Después, mirando a la marcha de jubilados y jubiladas que había llegado hasta el monumento a San Martin en Mar del Plata, unió agendas y resistencias: «Hoy ustedes cumplen 2 años de su lucha”. Y, finalmente, abrazó: “Hoy se cumplen 9 años del femicidio de Lucía. Para nosotros es un día demoledor, pero lejos de estar tirados en la cama, estamos luchando por todos”.
Marta Montero pronunció estas palabras en un aniversario que tiene a la causa sumida en un laberinto que la justicia no resuelve hace nueve años. Primero, fue un juicio que absolvió a los acusados de femicidio: los jueces Pablo Viñas, Facundo Gómez Urso y Aldo Carnevale dictaminaron que no hubo femicidio ni abuso sexual sino que condenaron a Matías Farías y Juan Pablo Offidani por comercialización de estupefacientes.

Imágenes del acto en las calles marplatenses. Foto: Florencia Ferioli.
La familia logró iniciar un jury político a los jueces Urso y Viñas (Carnevale consiguió la jubilación anticipada en tiempos de María Eugenia Vidal en la gobernación), pero resultaron absueltos. El proceso sentó un precedente sobre el control social y político a nivel judicial.
En 2023, la lucha de la familia, apoyada por todo una red de organizaciones nucleadas en la Campaña Somos Lucía, logró tirar abajo ese primer juicio y realizar otro que terminó condenando a perpetua a Farías por «abuso sexual con acceso carnal agravado por resultar la muerte de la persona ofendida, por el suministro de estupefacientes y en el marco de un contexto de violencia de género, en concurso ideal con femicidio«. En el caso de Offidani, le dieron 8 años de condena como partícipe secundario del femicidio que, sumados a la condena previa por el delito de “tenencia de estupefacientes con fines de comercialización agravado por ser en perjuicio de menores de edad y en inmediaciones de un establecimiento educativo”, le significan 15 años de prisión.

Foto: Florencia Ferioli.
Sin embargo, este año la Sala IV del Tribunal de Casación Penal, integrada por los jueces Víctor Violini y María Florencia Budiño, descartó que haya sido un femicidio y remitió las actuaciones al Tribunal Oral en lo Criminal 2 de Mar del Plata para que establezca una nueva pena para Farías, pero sólo por el delito abuso sexual con acceso carnal agravado, cuya pena máxima es de 15 años. La instancia judicial de «cesura», como es llamada, reveló las contradicciones de un sistema judicial que expone a la familia nuevamente ante el dolor de tener que explicarlo todo otra vez. Así, entre instancias de apelación a la Corte Suprema, en un país cuyo presidente y ministro de Justicia niegan la figura de femicidio, con la sociedad conmovida ante otro triple narcofemicidio bonaerense, llega el noveno aniversario de Lucía.

Foto: Florencia Ferioli.
En Mar del Plata, las columnas caminaron por las calles de la ciudad hasta llegar a la Municipalidad donde se gritó “Presente” cada vez que se nombró a Lucía y a larga lista de víctimas de femicidios que sacuden nuestro país: según el Observatorio Lucía Pérez son 203 los femicidios y travesticidios solamente en lo que va del año. La marcha fue una de las más de 170 que recorrió calles de todo el país exigiendo justicia durante el 2025.
“Hace 9 años cuando mataron a Lucia hablábamos del narco, del dealer, y hoy desgraciadamente lo vemos con el triple femicidio y con cada una de las mujeres que nos matan”, dijo Marta. Y se preguntó: “Lucía era la hija que cualquiera tiene, eso era Lucía. Nuestra lucha es por nuestras hijas, por nuestros hijos. ¿Qué país queremos construir? ¿Qué país queremos dejar? Despertemos. Esto que nos está pasando es un Estado narco y ausente en todos los derechos”.
En diálogo con lavaca Marta mandó un video que termina en una pregunta. Mirando a cámara interpeló: “Hoy se cumplen los 9 años del narcofemicidio. Esto era lo que nosotros hablábamos hace 9 años. Lo que estábamos viendo. Lo que hoy nos está pasando con nuestras pibas. El tríple femicidio, narcofemicidio quedó muy al descubierto. Esto nos pasa en los barrios. Esto es lo que nos está pasando hoy. ¿Qué hacemos?”

Foto: Florencia Ferioli.

Foto: Florencia Ferioli.

Foto: Florencia Ferioli.

Foto: Florencia Ferioli.

Foto: Florencia Ferioli.
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