Nota
Ronda 2.386 de Madres de Plaza de Mayo y un diagnóstico: «Se va a caer solito»

Nueva ronda de las Madres. Reflexiones, visitas y el recuerdo de que esas rondas nacieron en dictadura, cuando la policía les decía «circulen». Caminaban entonces de a dos madres, circulando alrededor de la Pirámide, porque estaba prohibido cualquier reclamo que reuniera a tres personas o más. Las comparaciones con los intentos oficiales, la cautelar frente al DNU de Milei. Ideas sobre fracasos, incertidumbres, y una propuesta política: «Todo el daño que hacen transformémoslo en amor».
Magdalena tiene 18 años y un acento que suena distinto: “Soy alemana”, se presenta con sonrisa, pelo rubio, y anteojos de marco color rojo. Hace tres meses que reside en el país, hace trabajo voluntario en una biblioteca popular en Pilar, zona norte del conurbano bonaerense, y es la primera vez que viene a una ronda de las Madres en Plaza de Mayo.

Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org
“Es una lucha que no se termina porque todavía falta información. Acá se necesitan personas que vienen porque las Madres y las Abuelas no van a existir todo el tiempo, y es importante que esa idea continúe”, dice en un perfecto español, ubicada en la importancia histórica del sostenimiento de esta ronda, la número 2386, a casi 47 años de la primera, aquel 30 de abril de 1977, en los inicios de la última dictadura cívico militar argentina.
Más adelante, en sillas de ruedas, hay dos de esas madres, Nora Cortiñas y Elia Espen, que gritan “presente” ante cada nombre que se lee por megáfono: Rolón Carlos Armando, Román Leonardo Adrián, Román Rubén Omar, Romano Palavecino Antonia, Romano Benito Vicente. Presente. Presente. Presente. Presente. Presente. Forman una mitad de la ronda, la de Línea Fundadora. Del otro lado de la Pirámide va rondando el otro grupo, la Asociación Madres de Plaza de Mayo.
Magdalena entiende este contexto por Internet: “Buscás Argentina desde afuera y, siempre, te encontrás con la lucha de las Madres y las Abuelas. Hoy es una situación difícil porque hay un gobierno que no está de acuerdo con esto. La vicepresidente dice que no hay 30 mil desaparecidos, y eso también se ve de afuera. Creo que es una prueba de la democracia. Vamos a ver si hay suficiente gente para sostenerla. Espero que sí”.
Dice que en Alemania no sería posible algo así: “Hay una ley que dice que no puedes negar el Holocausto porque, si lo haces, vas a tener un juicio”.
Alrededor, siguen los nombres.
Siguen los puños en alto.
Sigue el estribillo: “Presente”.

Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org
Moda motosierra
María Inés y Estela son dos docentes de escuelas públicas en La Matanza. Estela tiene 58 años, está jubilada, y se emociona al recordar que en 2015 vino con alumnos de tercer grado de primaria cuando eran pequeños y pequeñas de 8 años: “Hoy tendrán 16, 17 años. Lo único que espero es que hayan votado bien, que se acuerden de cuando vinimos”.
María Inés tiene 48, sigue en ejercicio en dos escuelas técnicas en las localidades de González Catán e Isidro Casanova, y aunque dicta materias de programación e informática, aprovechó el programa Jóvenes y Memoria, de la Comisión Provincial por la Memoria (CPM), para hablar sobre la dictadura y los derechos humanos durante 2023. Gracias a ella su curso vio Argentina, 1985 (de Santiago Mitre, sobre el Juicio a las Juntas) y Memorias del saqueo (de Fernando “Pino” Solanas, que habla sobre la dictadura, la continuidad neoliberal durante la década de los noventa, y el estallido del 2001).
“Algunos se organizaban y militaron, pero otros no entendían –dice, y también se emociona–. Se puso de moda la motosierra, el romper todo, como una especie de rebeldía, que no tiene sentido. Pero gracias al programa pudimos tratar el tema y viajar a Chapadmalal con el colegio, para generar conciencia. Son esas ventanas donde podés meter temas. Soy una convencida de que la lucha es con el amor, porque eso le falta a la sociedad. Lo que vivimos fue un voto desde el rencor, egoísta, con odio”.
Ambas son militantes del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (SUTEBA), y celebran las dos medidas cautelares que dictó la justicia laboral para frenar el DNU del presidente Javier Milei tras las presentaciones de amparo presentadas por la Confederación General del Trabajo (CGT) y la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA, central que integra SUTEBA).
Y dicen: “Hay que tomar conciencia de que la forma de lucha es estando organizados”.

Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org
Explicitar el fracaso
Otra persona que camina en ronda alrededor de la Pirámide de Mayo es Marlene Wayar, una de las principales activistas del movimiento travesti y trans argentino, autora del libro Travesti, una teoría lo suficientemente buena (Editorial Muchas Nueces).
Piensa Marlene:
“Tiene que ver con la necesidad de que hitos tan importantes como los generados por las Madres a nivel global respecto a los derechos humanos y los pensamientos fascistas, rígidos y antidemocráticos contra los derechos, no se pueden perder. No se puede volver a punto cero. Y, en estos momentos, estamos frente a un doble peligro, no solo por la avanzada de la ultraderecha, sino porque somos personas que morimos: quedan muy pocas Madres, con poco tiempo de vida, y no hemos pensado cómo pasarnos esto de mano en mano. Y no estamos haciendo de esto una forma de mantener la memoria que no tenga que ver con la insistencia de dar vueltas con las Madres alrededor de la Pirámide de Mayo”.
Tampoco, observa Marlene, hemos sabido actualizar el concepto de derechos humanos: “Hay nuevos desafíos respecto al riesgo de distintas corporalidades y comunidades. Por ejemplo, el derecho a un ambiente sano, a vivir en paz y en tranquilidad sin sobresaltos. En haber sentado las bases claras de cuál es el piso. Ilusoriamente vivíamos de que no se puede hablar reivindicando las fuerzas genocidas, pero eso vuelve a resurgir y pone en duda todo lo previamente trabajado. Hay una enorme porción de la población que no sabe si está a favor de una u otra postura, porque simplemente no tiene postura: no sabe de dónde venimos, los riesgos que hay, cómo se construye una democracia, de qué se trata un pacto social y un montón de cuestiones que hacen a la responsabilidad de vivir en sociedad”.
-¿Qué sentís que pueden aportar estas rondas al debate de hoy?
-A mí me pone en crisis. Lo veo pobre, con poca gente, y en algún punto como aletargado en el tiempo. ¿Cómo hacemos, de qué manera creativa, para resignificar y recrear todo esto y que permanezca vivo de manera real, que convoque amablemente a sostenerlo? Sostenemos tantas cosas en las que estamos incómodos, como las navidades, o cualquier otra tradición. Esto sí hace al impacto de nuestras vidas, de mis derechos humanos, porque en última instancia, las 30 mil vidas son la metáfora de que todos los cuerpos importan y que tenemos un montón de cosas para discutir, pero un límite claro es la no violencia, sobre todo la instituida y armada desde el Estado. Y estamos en momentos donde no solo eso es posible y propalado desde la institucionalidad, sino que además habilita la violencia en manos propias de muchas personas que sienten que, por cualquier razón o motivo, pueden tomar en sus manos la potestad de hacer justicia.
-¿Qué te imaginás como una forma de interpelar a otras juventudes y otros cuerpos para habitar este lugar?
-Estamos realmente en blanco, porque son tan totémicas las ideas y conceptos de los que venimos que nadie se puede correr de eso y hacer una traducción al hoy. ¿Cuáles son los derechos humanos de un pibe y una piba de hoy en Tilcara y en Belgrano R? Hablo de zonas diametralmente opuestas de nuestra sociedad para pensar cómo las convocamos. Venimos de muchos fracasos, este momento es de la explicitación del fracaso, y nos tenemos que pensar. Por eso digo que me pone en crisis: la verdad es que no sé si tiene sentido que esté acá hoy para otra cosa que pensar. Y no dejar sola a Norita. Pero también pensar: si esto no me conforma ni me parece transformador, ¿qué soy capaz de inventar y de proponer? En principio estamos en crisis, y las crisis, si algo tienen, es que nos ayudan a mover. Lo que veo es que la generalidad de los espacios políticos partidarios y sociales están pensando desde los mismos paradigmas que, hoy, no resultan tan atractivos para la gente que busca un cambio, aunque ese cambio le ofrezca tirarse por un precipicio. ¿Qué hacemos para construir amor propio? Porque hay poco amor propio en creer que no podemos construir un presente, una forma de vida, haciendo uso de todo nuestro recorrido histórico y de nuestra propia cultura. Creer que hay que mirar otros países y tratar de imitarlos. Preferimos vivir esclavos en una ficción de bienestar antes de remarla siendo autónomos y hacedores de nuestro propio presente.

Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org
El megáfono y las cacerolas
Al terminar la ronda, como siempre, se busca escuchar las palabras de Nora Cortiñas y Elia Espen. Hoy no hay sonido porque se rompió la camioneta que lo trae cada jueves, y por eso las voces se amplifican desde un megáfono. Así recuerdan que, al comienzo, las Madres caminaban de a dos y en ronda, porque la Junta Militar prohibía las reuniones de más de tres personas. “¿Les resulta conocido?”, preguntan, en alusión a uno de los puntos del megaproyecto que el gobierno mandó a discutir en sesiones extraordinarias.
También advierten que familiares de genocidas están haciendo campaña para que los mayores de 70 años que cumplen condena vuelvan a sus casas: “Recordamos que no perdonamos y no nos reconciliamos: sus crímenes son de lesa humanidad”.
Además, convocan al cacerolazo del 10 de enero, promovido por el sector cultural (en alerta por el desfinanciamiento y la disolución de diversas instituciones relacionadas con el cine, el teatro, el libro y las editoriales independientes, la música, y otras escenas artísticas), que se realizará, en la ciudad de Buenos Aires, con el Congreso como epicentro, a las 20 horas.
Luego, Elia Espen se excusa de no hablar hoy por un problema en la garganta. Por eso leen lo que escribió para este jueves: “Hola, ¿cómo están? Pienso que todos estamos mal. Queremos que haya justicia y saber la verdad sobre los 30 mil y los niños apropiados, de los cuales no hablan. Estamos pasando momentos difíciles, pero que quede claro: no abandonamos la lucha. Seguiremos reclamando memoria, verdad y justicia. Al que no le caiga bien, lo lamento. No fue fácil para nosotras, pero acá estamos. Hay varios culpables de por qué no sabemos la verdad. Ante todo, la justicia, que ocultó y protegió a los genocidas. Es hora que abran los archivos”.

Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org
Luego, Nora Cortiñas sí habla, mientras le sostienen el megáfono para que se escuche. Primero, como siempre, recuerda que Milagros Sala continúa presa. “Otro jueves juntos, pero este es otro año –dice–. Las Madres estamos cerca de los 100. Ojalá lleguemos a ver qué hay. A ver si hay respuestas a nuestros reclamos. Quería decir que este gobierno es todo en contra del pueblo, pero ya hay unos jueces que decidieron no declarar legítimo el DNU. Ya le va a ir saliendo todo mal y se va a caer solito. Paciencia. Nosotros no queremos sacarlo como él sacaría a uno de los nuestros. Queremos manejarnos como hicimos estos 48 años: prudencia, no a la violencia, y pensar con la cabeza. Todo el daño que hacen transformémoslo en amor. Charlemos. Hablemos. Y lo que está caro, no lo compremos. Vamos a tener que bajar nuestro nivel de vida, aunque no teníamos ningún nivel”.
Como siempre, Nora desata risas, hoy bajo un sol bien caluroso.
Y cierra: “Sigamos viniendo. No bajemos los brazos. No pensemos que no hay nada por hacer. Hay mucho por hacer”.
Luego, invita a cantar La Cigarra, de María Elena Walsh.
El jueves que viene, a las 15:30, habrá ronda otra vez, como hace 46 años.
CABA
Super Mamá: ¿Quién cuida a las que cuidan?

¿Cómo ser una Super Mamá? La protagonista de esta historia es una flamante madre, una actriz a la que en algún momento le gustaría retomar su carrera y para ello necesita cómplices que le permitan disfrutar los diferentes roles que, como una mamushka, habitan su deseo. ¿Le será posible poner en marcha una vida más allá de la maternidad? ¿Qué necesitan las madres? ¿Qué necesita ella?
Por María del Carmen Varela
Como meterse al mar de noche es una obra teatral —con dirección y dramaturgia de Sol Bonelli— vital, testimonial, genuina. Un recital performático de la mano de la actriz Victoria Cestau y música en vivo a cargo de Florencia Albarracín. La expresividad gestual de Victoria y la ductilidad musical de Florencia las consolidan en un dúo que funciona y se complementa muy bien en escena. Con frescura, ternura, desesperación y humor, abordan los diferentes estadíos que conforman el antes y después de dar a luz y las responsabilidades en cuanto al universo de los cuidados. ¿Quién cuida a las que cuidan?
La escritura de la obra comenzó en 2021 saliendo de la pandemia y para fines de 2022 estaba lista. Sol incluyó en la última escena cuestiones inspiradas en el proyecto de ley de Cuidados que había sido presentada en el Congreso en mayo de 2022. “Recuerdo pensar, ingenua yo, que la obra marcaría algo que en un futuro cercano estaría en camino de saldarse”. Una vez terminado el texto, comenzaron a hacer lecturas con Victoria y a inicios de 2023 se sumó Florencia en la residencia del Cultural San Martín y ahí fueron armando la puesta en escena. Suspendieron ensayos por atender otras obligaciones y retomaron en 2024 en la residencia de El Sábato Espacio Cultural.
Se escuchan carcajadas durante gran parte de la obra. Los momentos descriptos en escena provocan la identificación del público y no importa si pariste o no, igual resuenan. Victoria hace preguntas y obtiene respuestas. Apunta Sol: “En las funciones, con el público pasan varias cosas: risas es lo que más escucho, pero también un silencio de atención sobre todo al principio. Y luego se sueltan y hay confesiones. ¿Qué quieren quienes cuidan? ¡Tiempo solas, apoyo, guita, comprensión, corresponsabilidad, escucha, mimos, silencio, leyes que apoyen la crianza compartida y también goce! ¡Coger! Gritaron la otra vez”.
¿Existe la Super Mamá? ¿Cómo es o, mejor dicho, cómo debería ser? El sentimiento de culpa se infiltra y gana terreno. “Quise tomar ese ejemplo de la culpa. Explicitar que la Super Mamá no existe, es explotación pura y dura. No idealicé nada. Por más que sea momento lindo, hay soledad y desconcierto incluso rodeada de médicos a la hora de parir. Hay mucho maltrato, violencia obstétrica de muchas formas, a veces la desidia”.
Durante 2018 y 2019 Sol dio talleres de escritura y puerperio y una de las consignas era hacer un Manifiesto maternal. “De esa consigna nació la idea y también de leer el proyecto de ley”. Su intención fue poner el foco en la soledad que atraviesan muchas mujeres. “Tal vez es desde la urbanidad mi mayor crítica. Se va desde lo particular para hablar de lo colectivo, pero con respecto a los compañeros, progenitores, padres, la situación es bastante parecida atravesando todas las clases sociales. Por varios motivos que tiene que ver con qué se espera de los varones padres, ellos se van a trabajar pero también van al fútbol, al hobby, con los amigos y no se responsabilizan de la misma manera”.
En una escena que desata las risas, Victoria se convierte en la Mami DT y desde el punto de vista del lenguaje futbolero, tan bien conocido por los papis, explica los tips a tener en cuenta cuando un varón se enfrenta al cuidad de un bebé. “No se trata de señalarlos como los malos sino que muestro en la escena todo ese trabajo de explicar que hacer con un bebé que es un trabajo en sí mismo. La obra habla de lo personal para llegar a lo político y social”.
Sol es madre y al inicio de la obra podemos escuchar un audio que le envió uno de sus hijos en el que aclara que le presta su pelota para que forme parte de la puesta. ¿Cómo acercarse a la responsabilidad colectiva de criar niñeces? “Nunca estamos realmente solas, es cuestión de mirar al costado y ver que hay otras en la misma, darnos esa mirada y vernos nos saca de la soledad. El público nos da devoluciones hermosas. De reflexión y de cómo esta obra ayuda a no sentirse solas, a pensar y a cuidar a esas que nos cuidan y que tan naturalizado tenemos ese esfuerzo”.
NUN Teatro Bar. Juan Ramirez de Velazco 419, CABA
Miércoles 30 de julio, 21 hs
Próximas funciones: los viernes de octubre


CABA
Sacate la careta y ponete el antifaz: una caravana para defender al teatro con color y calor

“Vestite de gala y salí a la calle. Sacate la careta, ponete el antifaz”. Con esa consigna trabajadorxs de las artes escénicas salieron a exigir la derogación del decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro y pone en serio riesgo al sector teatral independiente. Hubo color y calor, pese a los tiempos oscuros y fríos. El apoyo de la gente en la calle, el fondo del planteo, y la inesperada reacción de Pluto.
Por María del Carmen Varela. Fotos: Sebastián Smok

El público en la calle, sumándose al reclamo en favor del Instituto Nacional del Teatro.
La cita fue en la puerta del cine Cacodelphia, en Diagonal Roque Saenz Peña 1150, desde donde partió la colorida y ruidosa caravana que dobló por 9 de Julio y continuó por Av. Corrientes, hasta llegar a Rodriguez Peña. A las dos de la tarde el tramo de la Diagonal entre Lavalle y Corrientes fue punto de encuentro para actores, actrices, músicxs, bailarinxs, cirquerxs y zanquistas que engalanadxs con trajes de colores, vestidos de puntillas, tapados simil piel y elegantes sombreros le pusieron alegría y movimiento a una lucha que viene desde hace tiempo y se agudizó con el decreto que pone fin a a la autonomía y financiamiento del INT, entre otros organismos afectados. Una de las consignas: “Vestite de gala y salí a la calle. Sacate la careta, ponete el antifaz”.

¿Quién dijo que hace frío?
Al grito de “Señor, señora no sea indiferente, estamos defendiendo el teatro independiente” la caravana de la cultura logró su objetivo. Irrumpieron sobre el carril peatonal de una Avenida Corrientes poblada de gente en plenas vacaciones de invierno y nadie quedó indiferente. Aplausos, bocinazos, brazos en alto y muchas gargantas se unieron al canto. El reparto de volantes con el logo de ENTRÁ –Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa– puso palabras al reclamo:

¿Te imaginás la calle Corrientes sin teatros?
Las luces apagadas, las pizzerías vacías
Los artistas callejeros sin público
¡Esta peatonal es orgullo nacional!
Y eso es gracias a nuestro teatro
Hoy, nuestro teatro llena la calle de música y color
en este desfile en defensa del Instituto Nacional del Teatro
que para quienes se pregunten ¿qué es y de qué sirve?
Para fomentar y garantizar que el teatro llegue a todo el país
Hace dos meses, el gobierno firmó el decreto 345 que vacía al Instituto
con argumentos falsos sobre su funcionamiento y financiación
¡Al INT, que con los impuestos que pagan los medios de comunicación y los juegos de azar,
produce obras, abre salas, genera trabajo y construye cultura e identidad federal!
¡El Instituto no solo implica poco gasto, sino que genera tanto valor!
¡Defendámoslo!

Las familias y el apoyo a la creación, al arte y al significado del teatro.
El teatro que habla y Pluto en marcha
Nora es una de las mujeres que no resultó indiferente. Mientras paseaba por Corrientes se topó con la caravana y se sumó con canto y aplauso. “Me resulta muy conmovedor porque están defendiendo lo más precioso que tenemos, nuestra posibilidad de seguir creando. Esta puesta en escena me emociona, es poner en escena el deseo”.
¿Vas al teatro? “Todo lo que puedo, cuando puedo pagarlo”.

Los besos vuelan.
Las niñeces se sintieron muy atraídas por la caravana y no dudaban en acercarse a saltar y aplaudir. Frente al Teatro General San Martín, hicieron una parada y allí el Teatro habló:
- Ay, ay, ay, me duele todo
- Teatro, ¿qué pasa?
- ¡Me dieron una piña en la cara! Y en la panza y en las piernas. ¡Me tiembla todo!
- ¿Por qué?
- ¡Quieren desmembrarme!
- ¿Quién?

- El teatro explicándo por megáfono la situación.
- El decreto 345 quiere vaciar mi instituto
- ¿Al instituto que produce obras y abre salas en todo el país? ¿Al instituto que genera trabajo y construye cultura e identidad?
- Sí. (El Teatro llora y casi se desvanece)
- ¡Cuidado el teatro se desmaya!

- Al teatro le da un soponcio.
- Yo les juro, no hice nada, el instituto recauda los impuestos que pagan los medios de comunicación y los juegos de azar, pero parece que no sirvo para nada
- ¿Qué serían las noches sin tus risas y tus lágrimas? ¿Sin tu forma de imaginar? ¿Sin que nos animes a encontrarnos?
- ¿Alguien vio un teatro? (Señalan a los distintos teatros de calle Corrientes y gritan: ahí, ahí)
- ¡Quiero vivir! (grita el Teatro).
- Si, acá estamos y nos organizamos– replican todas la voces.

Pluto junto a las familias en la calle, observando y aplaudiendo.
La escena de un Teatro golpeado pero en resistencia, revitalizado por la suma de voluntades que lo quieren vivo, se repitió en la puerta del Teatro Astral, donde mucha gente salía de una función infantil. Una vez más, muchxs se acercaron y acompañaron. Pluto, o la persona con el disfraz del famoso perro creado por Walt Disney, saludaba niñxs a su paso aprovechando la alta concurrencia del Astral.
Una vez finalizada la performance del Teatro que quiere seguir contando historias, la caravana emprendió el regreso hacia el lado del Obelisco. Y hasta Pluto decidió abandonar el teatro comercial y se sumó a la fiesta del teatro independiente, mientras otra mujer con su familia se hacía oír con cuatro palabras: “¡Que viva el teatro!”

CABA
Más allá de tu vereda: un documental sobre personas en situación de calle en CABA

Más allá de tu vereda.
Así, a secas, es el nombre del documental que acaba de estrenarse.
No es un documental más. Así se llama el programa de radio de y para personas que viven o vivieron en la calle, que se realiza semanalmente en la organización Sopa de Letras. Esta cobija y aborda la problemática así como la salud mental, desde hace más de 10 años en el barrio porteño de Parque Patricios.
El documental explicita la importancia de la radio, el valor de la comunicación, la potencia de lo colectivo, la necesidad de comunicarse, y que alguien escuche del otro lado, o mejor aún: al lado. Y también refleja la historia de Víctor Rodríguez Lizama, su director, que tiene 64 años y vivió varios en situación de calle.
El Cuervo, como le dicen a Víctor por su fanatismo por San Lorenzo, visibiliza en primera persona junto a otrxs protagonistas lo que se ve a diario, pero no tanto. Lo que se sabe, pero no tanto.
En Más allá de tu vereda, Víctor entrevista a muchos de los integrantes del programa que se emite en Radio Parque Vida (105.9) desde hace más de tres años.
Marcela dice que antes sólo escuchaba. Y que ahora se animó a decir.
Luciana dice que perdió un poco la timidez. Y que, quizá, eso la ayudó a crear la sección “la música que nos hizo”.
Cata dice que encontró un espacio para hacer arte. Para animarse a leer sus poesías.
Alicia dice que antes hablaba “poquito”. Y que ahora “habla un poquito más”.
Lautaro habla cuando llora, emocionado. Dice que no tenía experiencia. Y que ahora se sorprende de sí mismo.
Juan Bautista dice que es el encargado de informar las noticias. Y que ahora sí, alguien escucha su punto de vista.
Cristian dice que está más atento a su alrededor. Tanto, que ahora se anima a opinar.
Víctor dice que hasta no hace mucho, había personas que no agarraban el micrófono. Y que ahora no lo quieren soltar.



Termina el documental, con una última imagen; pantalla en blanco y una sola línea en letras negras.
«A todos los que estuvieron en situación de calle y ya no están».
Hay aplausos, hay felicidad, hay valoración.
Hay orgullo.
Luego, se abre el micrófono para que quien quiera diga lo que quiera.
Jorgelina: “Hagamos más radios”.
Adrián: “Podría estar en cualquier otro lado, haciendo cualquier otra cosa en este momento y gracias a ustedes estoy acá, me ayudaron un montón desde lo emocional”.
Cierra Víctor Rodríguez Lizama, con la remera puesta de su San Lorenzo querido y su pelo repleto de canas:
“La finalidad de este documental es mostrar cómo a través de la salud mental podemos llegar a la gente invisibilizada, que está ignorada. Ojalá que se reproduzca en otros lugares, que sirva de herramienta para salir adelante. Hoy hay mucha más gente viviendo en situación de calle. Además de haber vivido mucho tiempo, participé de los censos populares. Recientemente censamos en la comuna 1 (Retiro, San Nicolás, Puerto Madero, San Telmo, Monserrat y Constitución) y sólo acá contamos 1480 personas, por donde vos camines están. En la olla popular que hacemos en el Parque Lezama se ve algo similar al 2001. Más personas en calle y más hambre”.
Detrás del Cuervo hay un pizarrón donde se completa al nombre de su documental:
“Más allá de tu vereda,
hay otra realidad,
atrás de tu puerta”.
Al costado, un mural con un puñado de palabras escritas en letra cursiva:
“Hasta que no quede ni una sola persona en situación de calle,
allí seguiremos estando”.
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