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Saqueos & policías, a 30 años de democracia: ¿cuál es la bomba de tiempo?

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¿Cómo entender lo que está ocurriendo desde abajo, desde los barrios? ¿Cómo juega lo político? ¿Y la inflación? ¿Cuál es el combustible del accionar policial? ¿Cómo pensar este momento y el futuro? Las miradas del padre Pepe, en la villa cercana al CEAMSE; Carlos Núñez de la Biblioteca Pocho Lepratti de Rosario; el Vasco René Irurzun, de los movimientos sociales de Cipolletti, Río Negro; Lalo Paret de los barrios construidos sobre la basura en José León Suárez en el conurbano. De qué manera juegan lo social, lo sistémico, y lo personal, en pleno cumpleaños democrático.

Saqueos & policías, a 30 años de democracia: ¿cuál es la bomba de tiempo?

Saqueos en Bariloche

 Desde abajo

La sorpresa es la reiteración. Diciembres desquiciados, angustiantes, violentos. ¿Cómo los entienden los que viven en esos territorios calientes, pobres y criminalizados? Primer pantallazo:
“A veces cuesta opinar, porque parece que uno está a favor o en contra de un partido o gobierno, cuando lo que uno intenta es entender lo que está pasando”, reflexiona José María Di Paola, el padre Pepe, desde la villa bonaerense La Carcova.
“Hay deudas democráticas. Uno ve fuertes avances en estos 30 años de democracia, pero los sectores que no tenían trabajo siguen igual, o se repiten situaciones que le impiden a la gente dignificarse”, dice Carlos Núñez, director de la Biblioteca Pocho Lepratti, de Rosario.
“Lo que se consolida es el poder de descomposición. Es un tema local y global. Pero estos saqueos y acciones policiales que estamos viendo no son una tragedia, son una comedia, una payasada que trae Papá Noel sin nada reivindicable, salvo para una política que domina a todos: lograr que la que mande sea una derecha, más allá de que el que gobierne diga que es de izquierda”, plantea René Vasco Irurzun, del Movimiento Dignidad, de Cipolletti.
“El control, el poder de movilización y acción, no lo tiene la política ni los partidos. Lo tiene la policía. La gestión sólo parece consistir en contener a la gente. Pero todos se la pasan hablando de si es bueno el que saqueó harina, malo el que saqueó el plasma. Canal 13 y Canal 7 hacen la misma. Mientras no hablemos de los temas de fondo, todo esto es puro entretenimiento”, supone Ernesto Lalo Paret, vecino de José León Suárez, motor de fábricas recuperadas, cooperativas de reciclado y proyectos comunitarios en esos barrios construidos sobre los basurales.
Observa el Vasco sobre la actualidad territorial algo que podría ser una nueva lección para los estudios políticos del presente: “Descompone y reinarás”.
De lo que percibe Lalo, se desprende otra lección: “Gobernar es contener”.

Inflación, soja y policía

El padre Pepe Di Paola es el primer cura que se instaló a vivir en la villa La Carcova, en el partido de San Martín. Colocó al Gauchito Gil junto a la Virgen de Luján. En la capilla hay fotos del papa Francisco en la puerta, y del padre Carlos Mugica adentro. “Hay una diferencia grande entre la situación actual y el 2001, pero hay huellas más profundas que los índices económicos. Hay un descenso muy grande de lo social, chicos criados en comedores, achicamiento del sector productivo, avance de la soja, expulsión de gente del campo, cantidad de cosas que impactan la vida social, y que con el agregado de la droga que impacta muchísimo en sectores juveniles”.
Más lejos, desde Cipolletti, el Vasco René Irurzun (generador de los Movimientos de Trabajadores Desocupados de la zona de Río Negro, y del actual Movimiento Dignidad) plantea el siguiente mapa: “Sobre las dificultades de la situación social, lo que estamos viviendo es a una policía que cobra autonomía con respecto al Estado y la política, y ha generado un poder autosuficiente gracias a una fuente de recursos inagotable: el narcotráfico. El Estado se muestra impotente frente a eso. Hacen negocios por su cuenta y en vez de avanzar sobre la democratización de la policía, la institución se pervierte cada vez más. Y el Poder Judicial no es ajeno a eso. Sumale la inflación sin control, y la incapacidad del modelo que crea cada vez más necesidades para gente cada vez más empobrecida, y eso genera una psicosis como la actual, que se repite en cada diciembre, donde parece que cualquier cosa es posible”.

Saqueos & policías, a 30 años de democracia: ¿cuál es la bomba de tiempo?

Protesta policial en Córdoba

Los sospechosos de siempre

En Rosario Carlos Núñez propone este panorama: “Hay mucha angustia, año tras año, pero se ve que está todo muy armado por una policía cuya vinculación con el narcotráfico ya no es una sospecha sino una certeza comprobada. Y justo antes del aniversario de la democracia, aparece toda esta situación extorsiva. Pero claro, te hace pensar en las deudas fuertes de la democracia. La cuestión de la seguridad comunitaria, participación de sectores sociales y no que terminen siempre favoreciendo a estas fuerzas represivas”.
Carlos reconoce un dilema. “Se dice que los policías también son trabajadores, pero nunca dejamos de pensar que es la misma policía que mató a Pocho Lepratti”. En diciembre de 2001 lo mataron cuando subió al techo del comedor barrial a gritar que no dispararan porque allí había chicos. Lo mataron de un tiro en la garganta.
“Mataron a Pocho, pero asesinaron también a cientos de chicos y esa es una deuda pendiente con toda la comunidad”, dice Carlos. “No es lo mismo que salgan los docentes. ¿Qué te van a tirar? ¿ Tizas? Pero comprendiendo eso, no podés dejar de ver que la situación de las familias excluidas del trabajo sigue siendo la misma. La situación estructural no cambió, y los avances que uno reconoce no llegaron a transformar lo que sigue presente como demanda”.

La nueva pobreza

Irurzun propone comprender que la política tiene siempre resultados en la subjetividad, en lo que llevamos como bagaje de ideas, sentimientos y miradas. “Un modelo de rapiña, de saqueo de recursos naturales, un modelo que privilegia a las corporaciones multinacionales, genera una subjetividad de rapiña, saqueo y privilegios, en la cual todo el mundo cree que puede tomar lo del otro o hacer cualquier cosa”.
Para el Vasco no se trata de pobreza económica, solamente, sino de algo más nuevo: “Hay una pauperización mental, una pauperización de los sentidos. Siempre hay que sacar una tajada. Claro: si el jefe de Drogas Peligrosas tiene autos de lujo y vive en la opulencia y es jefe del narcotráfico, ¿qué puede pensar incluso un policía? Todo lleva a la legitimidad de rapiñar”.

Medios, miedos y Pichiruchi

Los medios son parte del problema y no de la solución, sugiere Irurzun: “Porque son hacedores de esa subjetividad. Exacerban el consumo, y la violencia. Al hablar de inseguridad y violencia generan situaciones de miedo. El miedo lleva a muchas personas a encerrarse, pero a otras las empuja a no quedarse afuera de la rapiña, y a salvarse de cualquier modo. Clarín ataca a tal o cual funcionario, pero es mugre superestructural. La situación de fondo es idéntica y de descomposición”.
Mientras las pantallas destilan tales contenidos, la policía es la que tiene “una capacidad delictiva totalmente desarrollada para incentivar situaciones como las actuales: es una autonomía delictiva, no controlada por el resto del Estado”. El poder de esas fuerzas, sostiene Irurzun, proviene de su relación con fenómenos económicos como el narco “al cual el gobierno está lejísimos de controlar, o de tener un interés político de hacerlo, y menos a nivel provincial. Un gobernador es un Pichiruchi que no tiene la capacidad ni el poder de la policía”.

Ayer militares, hoy policías

Lalo Paret cree que la política como la conocemos está agotada en los territorios. “Lo único que moviliza en términos de orga es la policía, que además le dice al que gobierna: ¿Viste lo que te puede pasar si yo no controlo la situación?”
Si el siglo 20 estuvo signado por “el problema militar” en la vida política argentina, los últimos 30 años muestran la evaporación de ese “problema” para la gente, reemplazado por el “problema policial”. Es la policía la que controla, disciplina, reprime, corrompe y se enriquece a costa de la sociedad. “Y parte de la sociedad cobija todo esto. Yo creo que por eso va a haber más efectos de este tipo. Pero el problema de fondo es otro. La raíz es que después de la dictadura, y profundizado en democracia, no se modificaron cuestiones de pobreza que no tienen que ver con la Asignación Universal por Hijo. Lo que digo es que si no soy sujeto de verdad, si no tengo posibilidad real de acceder a la salud, la justicia o la escuela, soy peor que antes”.
Saqueos & policías, a 30 años de democracia: ¿cuál es la bomba de tiempo?

Gestión + contener – corpiños

Paret sostiene que la situación está yendo para atrás. “No se piensa a gran escala, en qué va a pasar de aquí a 20 años. Todo es el efectismo. Cambian un colorcito, una banderita. El tema no es transformar o mejorar, sino contener. La gestión es contener, armonizar, todo pegado con moco, pero que siga para adelante.  Lo ves en Santa Fe. ¿Eso es socialismo? Ahí están contando la plata de la soja delante de los pobres”.
El poder está miope y soberbio, dice Lalo, “y hay gente que te habla de Duhalde. Che, ¿Duhalde andará por La Carcova? Es no tener noción de lo que pasa en el territorio. Mientras tanto sí se comprende que la harina está a 11,60 y que la inflación desquicia todo”.
Padre Pepe: “Produce un enojo porque la gente ve que todo sale el doble. Pero no por eso piensa en saquear”.
Lalo: “Pero cuando se da la situación, la señora del 7° que no tiene problemas, se suma al saqueo y se afana un corpiño. Es como un ánimo, y no sé cómo explicarte: lo toman como una venganza justa. El ánimo social está así”.

Saqueos motorizados

Un detalle interesante observado por el Vasco Irurzun es que los saqueos no se organizan con celulares. “Porque la policía sabe que ahí deja pruebas. Se manejan en motos, los propios policías o los que trabajan para ellos, pueden cortar calles, avisar dónde y cuándo habrá un saqueo, y esa es la metodología que se ve desde hace rato”.
Otra noción: “Es una etapa de fuerte descomposición de las relaciones sociales, de la conviviencia. La Presidenta dice que la democracia es el otro, pero eso no existe. Existe el sálvese quien pueda”. ¿A quién puede atribuirse eso? “A la política del gobierno. Porque vos tenés el plan social, la bolsa de comida de la provincia, el reparto de droga, o trabajar para la policía. Y muchas veces todo eso junto. El común denominador es que la vida ha pasado a no tener valor. Cualquiera se vende, se compra, se corrompe. Hay pibes en las esquinas que establecen pactos de convivencia. ¿Sabés cuál es? No violar a las hermanas de los otros. Hasta ahí llegan”.

Remar contra la descomposición

Pero frente a eso se ven cantidad de situaciones diferentes, de construcción social, de cuidado ambiental y comunitario, de realización productiva, de defensa y ampliación de derechos: “Por supuesto. Son las luces que reman contra la corriente. Pero esta es la corriente, y en todo caso ponemos las mejores esperanzas en que esas luces sean las que nos muestren como salir de la descomposición y la decadencia”.
Cree que el problema no es sólo local sino global: “El poder está muy lejos de la Casa Rosada y de los partidos políticos. Hoy son capitales y dinámicas de poder real, que funcionan a partir de la descomposición social. Hoy no se puede gobernar en este esquema si no es descomponiendo”. En ese rubro contabiliza el Vasco la desaparición de movimientos sociales en las entrañas políticas y económicas del actual Estado. “Y las democracias no como formas de libertad, sino como formas de dominación”.
Definición: “Lo que se percibe es una descomposición globalizada de lo humano, que es la forma de sostener lo que hacen los gobiernos y corporaciones del mundo. Por eso creo que los cambios, esas luces que mencionábamos antes, nacen fuera del Estado y del mercado”.
¿Qué representan? “Lo expresaría así: representan que la vida sigue presente, sigue desenvolviéndose. Todos podemos caer en la descomposición, o seguir viviendo y respirando un aire distinto. Digno. No contaminado por estas cuestiones. Los que querramos hacer eso, seguiremos haciendo cosas. Lo otro es la pudrición, en el sentido más llano, cuando se pudren los sentimientos, los sentidos, las virtudes de lo humano y de la vida. En ese punto hay que decidir si seguís con la corriente o te largás a remar en contra de la descomposición”.

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La Estela: tierra guaraní en escena

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Las actrices Casandra Velázquez e Ivana Zacharski crearon un unipersonal sobre una niña litoraleña que descubre aventuras al amparo del monte misionero. El calor agobiante, la siesta obligatoria, los árboles de yerba mate y las leyendas de ese territorio se cruzan con la inspiración de Clarice Lispector como punto de partida.

Por María del Carmen Varela

A la hora de la siesta el pueblo entra en una pausa obligatoria barnizada por un calor agobiante. Ni el sueño ni el sofoco detienen a la niña, que abandona su cama con sigilo y logra escapar al amparo del monte. Encuentra en la intemperie el abrigo que no es costumbre en su casa. Cada día la espera una aventura distinta, aunque no siempre hay juego y risas. Rebelde, divertida, decidida, busca compañía para sus andanzas y si no la encuentra, transita en soledad.  La salvación a cielo abierto, la naturaleza como sostén y una fascinación: “La Estela”.

La actriz y bailarina Casandra Velázquez y la actriz y directora de teatro Ivana Zacharski dieron luz a esta niña litoraleña sumergida en la vastedad de un paisaje indómito y deslumbrada por Estela, la joven esquiva con mirada de pantera. Ivana y Casandra se conocieron a sus 18 años tomando clases de actuación con Pompeyo Audivert en el Teatro Estudio El Cuervo, poco tiempo después de que cada una viniera a estudiar teatro a la Capital. Casandra nació en Rosario y creció en Venado Tuerto (Santa Fe), Ivana es de Apóstoles, Misiones, donde se desarrolla esta historia que juntas llevaron a escena. Este universo, recorrido por Ivana, de tierras guaraníes surcadas por árboles de yerba mate y leyendas de peligros a la hora de la siesta, fue la inspiración para La Estela.

Ivana tenía ganas de dirigir un unipersonal y eligió a su amiga Casandra para actuarlo. El punto de partida fue un cuento de Clarice Lispector: La relación de la cosa. Casandra: “Los primeros encuentros fueron sin texto, nos acercamos a la obra desde el cuerpo, la respiración y la carne. En los primeros ensayos bailé un montón, unas danzas extrañas, medio butohkas, transpire, canté, corrí, toqué el bajo. Ivana empezó a escribir y yo a probar y actuar todos esos textos e hipótesis, el insomnio estaba presente, la obsesión con el tiempo, los fantasmas del futuro, algo vinculado a la materialidad del agua y el devenir del río. Aparecieron unos cuentos protagonizados por distintas niñas en paisajes litoraleños. Nuestro personaje de ese momento: una mujer en medio del insomnio, se contaba esos cuentos a ella misma para poder dormir”.

La Estela: tierra guaraní en escena

Foto: Gentileza La Estela.

Después de que Ivana hiciera un taller de escritura con Santiago Loza y Andrés Gallina, la historia fue tomando fuerza. Cuenta Casandra que algo se abrió y comenzó a aparecer la trama: “La obra apareció y nos empezó a hablar. Nos metimos adentro de esos cuentos, de esos paisajes y de esas niñas y dejamos de lado todo lo demás. Apareció algo muy mágico entre nosotras, algo de eso que las obras permiten, que es crear un universo común, descubrir conexiones y relaciones nuevas. Sentía que la obra estaba apareciendo y tenía voz propia, apareció el cuerpo de la obra y una forma de narrar”. Casandra recorre el escenario y su fuerza expresiva invita a adentrarse en la historia de esta niña llena de vitalidad y asombro. La vemos en su habitación, presa del calor de la tarde, en busca de libertad y juego, invocando protección divina cuando algo se le escapa de las manos, trabajando en el puesto rutero, pateando una pelota, como se patea a la injusticia, hipnotizada al descubrir la mirada felina de “la Estela”.

El entusiasmo de la juventud, las tragedias inesperadas, las súplicas, el goce de la novedad caben en ese cuerpo palpitante de sueños. Ivana y Casandra apelaron a sus propias vivencias para hilar la narración. Casandra: “Las dos pasamos nuestras infancias y adolescencias medio punkis en distintos paisajes litoraleños, lejos de esta ciudad, sus ritmos y velocidades. Había algo de ese universo común, de elegir siendo muy chicas irnos de las ciudades donde crecimos, que empezó a operar, casi telepáticamente. El ejercicio de revisitar esos paisajes y poblarlos de ficción fue fascinante, mirar el mundo con ojos de infancia nos abrió mucho permiso y nos devolvió mucha vitalidad, nos permitió vincularnos con la violencia, el dolor y la crudeza de crecer desde un lugar de mucho delirio y mucho juego. La obra es bastante impune en ese sentido, el relato no pide permiso, ni da explicaciones, sólo sucede. Justicia poética, decimos, un conjuro de liberación”.

Al cabo de dias de ensayo, la voz de la niña litoraleña comenzó a asomar y Casandra hizo un trabajo específico con la coach vocal Mariana García Guerreiro. El actor Iván Moschner también se sumó a pulir el fluir de la voz. Escuchar radios misioneras, discos y entrevistas a Ramón Ayala y otrxs artistas misionerxs colaboró con esa tarea. La niña que sube el escalón hacia la adolescencia, la que se enfrenta al monte y sus amenazas, se abre paso en la oscuridad con la lumbre de su irreverencia. Salvar y ser salvada, desafiar la imposición de la siesta, para correr a soñar despierta.

La Estela

El Camarín de las Musas, Mario Bravo 960, CABA

Sábados a las 18  hs, hasta el 27 de septiembre

@laestela.obra

@casandravelazqz

@ivanazacharski

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Litio: nace un nuevo documental

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Este viernes 29 de agosto se presentará un nuevo contenido de Cooperativa de trabajo lavaca: Litio. Un documental dirigido junto a Patricio Escobar que refleja la lucha de las comunidades originarias y el paralelismo entre la reforma (in)constitucional de Jujuy, como experimento hacia la Ley Bases votada a nivel nacional.

“Te cuento esta historia, si me prometés hacer algo. ¿Dale?”.

Así arranca el documental Litio, una historia de saqueo y resistencias, que continúa…

Un documental independiente y autogestivo de cooperativa lavaca y dirigido en conjunto con Patricio Escobar, que traza un hilo conductor entre la reforma (in)constitucional de Jujuy votada a espaldas del pueblo en 2023, y lo que pasó un año después a nivel nacional con la aprobación de la Ley Bases y la instauración del RIGI (Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones).

Este proyecto tiene algunas particularidades: por un lado, no se trata de una única pieza audiovisual, sino de varias. Una más larga, de 22 minutos; y otras más cortas, de menos de 6 minutos. Por otro lado, se propone un documental en construcción permanente, al que se le irán agregando nuevas piezas de una cadena extractivista que parece no tener fin. Para esto, creamos una página web (que también estrenaremos el viernes 29) en la que iremos agregando los nuevos eslabones que surjan a futuro relacionados al oro blanco. 

LITIO muestra cómo viven las comunidades de la puna jujeña en la cuenca de las Salinas Grandes y Laguna Guayatayoc, una de las siete maravillas naturales de Argentina, y a la par, zona de sequía y uno de los mayores reservorios de litio del mundo. Dato insoslayable: para obtener un kilo de carbonato de litio se utilizan hasta dos millones de litros de agua. Las imágenes se entrelazan con los ostentosos congresos mineros, la represión policial a las manifestaciones por la reforma (in)constitucional y la resistencia de un pueblo que no otorga la licencia social a la explotación minera.

“¿Cuánto cuesta, cuánto vale… nuestra Pacha?”, cantan las comunidades originarias. Esa bandera hecha canción – y esa pregunta- se construye a través de distintas entrevistas a las comunidades Santuario de Tres Pozos, Lipán, El Moreno, Tres Morros, Potrero de la Puna, así como a otros actores. También evidencia el silencio de las autoridades, que no quisieron hacer declaraciones públicas. “Todas las Salinas están cuadriculadas de pedimentos mineros. Allí viven las comunidades y debajo, en el subsuelo, están las minas”, cuenta Alicia Chalabe, abogada de las comunidades.

El documental plantea una premisa: la reforma (in)constitucional de Jujuy en 2023 impuesta por el entonces gobernador Gerardo Morales –a merced de la explotación del litio, ya que modificó el régimen de agua, de tierras fiscales y de la propiedad privada, y ratificó la propiedad exclusiva de la provincia sobre los recursos naturales, entre los que incluye el subsuelo y el mineral de litio– fue el experimento que sirvió de antesala a la Ley Bases aprobada en 2024. Esta profundizó no sólo la matriz extractivista mediante enormes beneficios fiscales a empresas mineras, petroleras y del agronegocio, sino también las relaciones carnales con Estados Unidos y particularmente con Elon Musk, dueño de la empresa Tesla que construye autos eléctricos, para lo cual el litio es fundamental.

LITIO termina con tres palabras, y se erige como punto de partida:

“Esta historia continuará

¿Dale?”.

Te invitamos a seguir construyendo esta historia, este viernes 29 de agosto a las 20, en MU Trinchera (Riobamba 143, CABA).

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Super Mamá: ¿Quién cuida a las que cuidan?

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¿Cómo ser una Super Mamá? La protagonista de esta historia es una flamante madre, una actriz a la que en algún momento le gustaría retomar su carrera y para ello necesita cómplices que le permitan disfrutar los diferentes roles que, como una mamushka, habitan su deseo. ¿Le será posible poner en marcha una vida más allá de la maternidad? ¿Qué necesitan las madres? ¿Qué necesita ella?

Por María del Carmen Varela

Como meterse al mar de noche es una obra teatral —con dirección y dramaturgia de Sol Bonelli— vital, testimonial, genuina. Un recital performático de la mano de la actriz Victoria Cestau y música en vivo a cargo de Florencia Albarracín. La expresividad gestual de Victoria y la ductilidad musical de Florencia las consolidan en un dúo que funciona y se complementa muy bien en escena. Con frescura, ternura, desesperación y humor, abordan los diferentes estadíos que conforman el antes y después de dar a luz y las responsabilidades en cuanto al universo de los cuidados. ¿Quién cuida a las que cuidan?

La escritura de la obra comenzó en 2021 saliendo de la pandemia y para fines de 2022 estaba lista. Sol incluyó en la última escena cuestiones inspiradas en el proyecto de ley de Cuidados que había sido presentada en el Congreso en mayo de 2022. “Recuerdo pensar, ingenua yo, que la obra marcaría algo que en un futuro cercano estaría en camino de saldarse”. Una vez terminado el texto, comenzaron a hacer lecturas con Victoria y a inicios de 2023 se sumó Florencia en la residencia del Cultural San Martín y ahí fueron armando la puesta en escena. Suspendieron ensayos por atender otras obligaciones y retomaron en 2024 en la residencia de El Sábato Espacio Cultural.

Se escuchan carcajadas durante gran parte de la obra. Los momentos descriptos en escena provocan la identificación del público y no importa si pariste o no, igual resuenan. Victoria hace preguntas y obtiene respuestas. Apunta Sol: “En las funciones, con el público pasan varias cosas: risas es lo que más escucho, pero también un silencio de atención sobre todo al principio. Y luego se sueltan y hay confesiones. ¿Qué quieren quienes cuidan? ¡Tiempo solas, apoyo, guita, comprensión, corresponsabilidad, escucha, mimos, silencio, leyes que apoyen la crianza compartida y también goce! ¡Coger! Gritaron la otra vez”.

¿Existe la Super Mamá? ¿Cómo es o, mejor dicho, cómo debería ser? El sentimiento de culpa se infiltra y gana terreno. “Quise tomar ese ejemplo de la culpa. Explicitar que la Super Mamá no existe, es explotación pura y dura. No idealicé nada. Por más que sea momento lindo, hay soledad y desconcierto incluso rodeada de médicos a la hora de parir. Hay mucho maltrato, violencia obstétrica de muchas formas, a veces la desidia”.

Durante 2018 y 2019 Sol dio talleres de escritura y puerperio y una de las consignas era hacer un Manifiesto maternal. “De esa consigna nació la idea y también de leer el proyecto de ley”. Su intención fue poner el foco en la soledad que atraviesan muchas mujeres. “Tal vez es desde la urbanidad mi mayor crítica. Se va desde lo particular para hablar de lo colectivo, pero con respecto a los compañeros, progenitores, padres, la situación es bastante parecida atravesando todas las clases sociales. Por varios motivos que tiene que ver con qué se espera de los varones padres, ellos se van a trabajar pero también van al fútbol, al hobby, con los amigos y no se responsabilizan de la misma manera”.

En una escena que desata las risas, Victoria se convierte en la Mami DT y desde el punto de vista del lenguaje futbolero, tan bien conocido por los papis, explica los tips a tener en cuenta cuando un varón se enfrenta al cuidad de un bebé. “No se trata de señalarlos como los malos sino que muestro en la escena todo ese trabajo de explicar que hacer con un bebé que es un trabajo en sí mismo. La obra habla de lo personal para llegar a lo político y social”.

Sol es madre y al inicio de la obra podemos escuchar un audio que le envió uno de sus hijos en el que aclara que le presta su pelota para que forme parte de la puesta. ¿Cómo acercarse a la responsabilidad colectiva de criar niñeces? “Nunca estamos realmente solas, es cuestión de mirar al costado y ver que hay otras en la misma, darnos esa mirada y vernos nos saca de la soledad. El público nos da devoluciones hermosas. De reflexión y de cómo esta obra ayuda a no sentirse solas, a pensar y a cuidar a esas que nos cuidan y que tan naturalizado tenemos ese esfuerzo”.

NUN Teatro Bar. Juan Ramirez de Velazco 419, CABA

Miércoles 30 de julio, 21 hs

Próximas funciones: los viernes de octubre

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