CABA
Tucumán arde: una niña torturada, una beba muerta y la falsedad del “Salvemos las dos vidas”
Un grupo de abogadas y abogados antiderechos denunció a los dos médicos que realizaron en Tucumán la Interrupción Legal del Embarazo (ILE) a Lucía, la niña de 11 años embarazada producto de una violación. La interrupción es un procedimiento avalado por el Código Penal desde 1921 pero las autoridades provinciales lo obstruyeron durante casi un mes para forzar la continuidad de ese embarazo. Lo lograron, con un detalle: la beba de la niña, que había nacido con 660 gramos de peso, murió el viernes. “Esto es una forma de amedrentamiento para que ningún profesional haga una ILE”, definen los médicos. Por qué la Justicia debe desestimar la demanda de los antiderechos. La falsedad del eslogan “Salvemos las dos vidas”. Y la voz del Alto Comisionado de Naciones Unidas, que subrayó que las restricciones o prohibiciones de la ILE constituyen tortura.
Un grupo de abogadas y abogados antiderechos denunció por “homicidio, desobediencia judicial e incumplimiento de los deberes de funcionario público” a José Gijena y Cecilia Ousset, los dos profesionales de la salud que garantizaron la microcesárea a “Lucía”, como se conoce a la niña de 11 años a la que el Estado tucumano obligó a parir a pesar de que había solicitado la Interrupción Voluntaria del Embarazo.
La demanda llega luego de la muerte de la beba que había nacido con 660 gramos. “Estamos tranquilos porque cumplimos con la ley, pero estábamos esperando que sucediera algo así”, dice a lavaca Ousset, luego de conocer la denuncia en su contra: “Lo importante que hay que aclarar es que nadie puede estar por encima del Código Penal de la Nación”.
El Código Penal argentino avala el aborto no punible desde 1921. En 2012, el fallo FAL de la Corte Suprema de Justicia de la Nación ratificó la ILE en casos de violación, por lo que el Estado estableció un protocolo nacional para instrumentarla, pero no todas las provincias adhirieron. Tucumán es una de ellas.
La doctora Ousset: “Aquí vivimos fuera del Estado de Derecho. Esto es una forma de amedrentamiento para que ningún profesional haga una ILE, sabiendo que podrían tener una causa penal”.
La denuncia fue presentada ante la Fiscalía especializada en Homicidios, cuya titular, Adriana Giannoni, intervino de forma directa en el caso de la niña: no sólo mandó un oficio a los médicos del Hospital Eva Perón (donde estaba internada Lucía) para obstaculizar la ILE, sino que pidió la designación de un defensor oficial para el feto. La diputada nacional tucumana Teresita Villavicencio la denunció ante la Justicia provincial por los delitos de coacción y abuso de autoridad.
Ousset y Gijena se enteraron que el fiscal subrogante Diego López Ávila había determinado que se practicara la autopsia en el cuerpo del bebé. “Allí nosotros nos dimos cuenta que iba a pasar algo. Es prolongar la tortura para esta niña”.
El día después de la ILE, ambos médicos habían relatado en exclusiva a lavaca las irregularidades de un procedimiento que las autoridades sanitarias tucumanas eludieron durante casi un mes: amenazas, médicos que se declararon “objetores de conciencia” en el momento de la ILE y la trama en la que funcionarios estatales y judiciales buscaron dilatar la ILE para prolongar la gestación.
Todo se desarrolla en un contexto en el que la provincia se declaró “Pro Vida” durante el debate en el Congreso. Dijo el doctor Gijena a lavaca: “La provincia impide la Educación Sex1ual Integral (ESI) y no adhiere a la Ley de Salud Sexual y Reproductiva. Todo bajo un cartel muy lindo desde lo enunciativo, que es: Salvemos las dos vidas. ¿Pero de qué dos vidas estamos hablando? ¿Cuántas vas a salvar? Pareciera que detrás de ese cartel hay otro que dijera: “Salvemos las dos vidas… o ninguna”.
La muerte de la beba refleja que lo único que se prolongó fue la tortura de una niña violada.
La entrevista completa puede leerse aquí: https://www.lavaca.org/notas/como-el-estado-tucumano-torturo-a-una-nina-violada/
Quiénes denuncian
La primera persona que aparece en la denuncia es María Teresa Mockevich, abogada, que vive en el Yerba Buena Golf Country Club, en Tucumán. Fue una de las expositoras en Diputados en contra de la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) y se presenta en Twitter así: “Católica, abogada, madre. Soy PRO-VIDA, PRO-FAMILIA y PRO-EDUCACIÓN en valores y principios éticos”.
Comparte videos de Agustín Laje que hablan contra la supuesta “ideología de género” y su última publicación es de una web llamada Hispanidad Católica: “El hombre moderno sigue sin hacer ni caso a lo que la virgen nos pide con insistencia”.
Otro de los denunciantes, Jorge Ramaccioti, también fue opositor de la IVE en el Senado. Los otros: Luciana Colombres, Constanza del Carril, Raúl Lezana, Angella Lorna Vittini, Ricardo Auad. Todos firmaron un pronunciamiento en el que defendían a la fiscal Giannoni: manifestaron que había actuado “en resguardo de la Constitución”. El abogado representante es Salvador María del Carril.
Lo espeluznante
Los médicos denunciados por respetar el derecho de una niña de 11 años, embarazada por una violación.
La doctora Ousset, de todos modos, está tranquila. “Tuvimos mucho apoyo de la gente, de la ciudadanía. Nos dimos cuenta de que muchos no sabían lo que era una ILE. Y, gracias a la difusión, muchas personas que no están a favor de la interrupción voluntaria, empatizaron con Lucía y se pusieron a favor de esto”.
Sin embargo, la tocoginecóloga comparte una preocupación. “Esto me certifica que Tucumán vive fuera del Estado de Derecho. Y que va a haber muchas más Lucías, muchas más mujeres pobres muy vulneradas porque viven en una provincia que no adhirió a la ESI, que no tienen salud sexual y reproductiva, y son arrojadas a la clandestinidad. ¿Qué hacemos con todas esas Lucías? El Estado no quiere que conozcan sus derechos, ni quiere que esas niñas sean atendidas como corresponde, y tampoco quiere que los médicos estén dispuestos a hacerlo. Es la naturalización constante”.
Ousset concluye: “Esto es un delirio jurídico. Pero acá lo importante no somos nosotros, sino la cantidad de mujeres pobres que no van a tener acceso a la salud. Eso es muy grave. Y espeluznante”.
Tortura de niños
Las organizaciones CLADEM (Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de la Mujer) y ANDHES (Abogados y abogadas del Noroeste argentino en Derechos Humanos y Estudios Sociales), junto a organizaciones sociales, políticas y feministas, repudiaron la denuncia contra Ousset y Gijena.
“En primer lugar, hay que advertir que en la práctica realizada por los médicos no hay delito”, apunta a lavaca la Directora Ejecutiva de ANDHES, Fernanda Marchese, que cita el artículo 86 del Código Penal garantizado por el fallo FAL.
Las organizaciones también recuerdan que la Oficina para América del Sur del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) instó al Estado argentino -a partir del caso de Lucía- a “garantizar de manera oportuna” el acceso a la ILE.
“La no prestación de determinados servicios a mujeres y niñas en condiciones legales resulta discriminatoria, y las restricciones o prohibiciones absolutas en el acceso a la interrupción legal del embarazo pueden constituir tortura y malos tratos”, señaló la Representante para América del Sur, Birgit Gerstenberg.
“La demora injustificada en el acceso a la ILE por parte del Sistema Provincial de Salud y el Hospital del Este Eva Perón vulneró el derecho de la niña a la salud”, indicó Gerstenberg. “Ambas instituciones estaban obligadas a garantizar a la niña la interrupción legal de su embarazo de acuerdo con la legislación en Argentina, desde el momento en que tanto la niña como su madre manifestaron expresamente su deseo de interrumpirlo”.
Por su parte, a través de un comunicado, las organizaciones argentinas (que aún no fueron notificadas de la denuncia de los grupos antiderechos) precisaron:
- “La denuncia, además de no tener asidero legal, constituye un serio amedrentamiento hacia profesionales que lo único que hicieron es cumplir con el derecho al aborto no punible de Lucía, donde se cumplimentaron los requisitos por la causal de la violación. Además teniendo en cuenta que el retraso de dicha intervención se produjo por las dilaciones de los funcionarios y equipo de Salud de Tucumán. Estos obstáculos afectan gravemente la salud de Lucía y constituyen tortura”.
- Subrayan que la fiscal Giannoni debería desestimar la denuncia. Y recuerdan que la funcionaria fue denunciada por su accionar en el caso de Lucía. “Recordamos que el 11 de febrero las autoridades del Hospital del Este recibieron una advertencia de apercibimiento de Giannoni mediante el Oficio 10/2019. Su accionar malicioso y contrario a la ley generó el clima necesario para este tipo de denuncias. Es, al mismo tiempo, quien en su Fiscalía colgó carteles ´no cuenten conmigo´ cuando la Cámara de Diputados dio media sanción a la ley para la legalización del aborto”.
- “Es innegable que la intención de la denuncia tiene como objetivo, además, lanzar un mensaje disciplinador para que los médicos y médicas se nieguen a garantizar derechos que ya existen”.
Marchese, de ANDHES, plantea a lavaca: “Un detalle: es el mismo Sistema Provincial de Salud de Tucumán quien solicitó el procedimiento, y Ousset y Gijena los únicos dos profesionales que podían hacerlo, porque todo el hospital se declaró objetor de conciencia, con muchos médicos por miedo por las amenazas de la fiscal. No hay justificación legal que pueda sostener esta denuncia, que no hay que verla sólo como una demanda de grupos antiderechos, sino como parte de un Estado que avala esto. No hay que desenmarcarlo de un Poder Ejecutivo y Judicial que fogonea y habilita esta denuncias”.
CABA
Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.
Por María del Carmen Varela
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.
Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.
Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.
Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.
El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.
Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.
Continuará.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
CABA
La vida de dos mujeres en la Isla de la Paternal, entre la memoria y la lucha: una obra imperdible

Una obra única que recorre el barrio de Paternal a través de postas de memoria, de lucha y en actual riesgo: del Albergue Warnes que soñó Eva Perón, quedó inconcluso y luego se utilizó como centro clandestino de detención; al Siluetazo de los 80´, los restoranes notables, los murales de Maradona y el orfanato Garrigós, del cual las protagonistas son parte. Vanesa Weinberg y Laura Nevole nos llevan de la mano por un mapa que nos hace ver el territorio cotidiano en perspectiva y con arte. Una obra que integra la programación de Paraíso Club.
María del Carmen Varela
Las vías del tren San Martín, la avenida Warnes y las bodegas, el Instituto Garrigós y el cementerio de La Chacarita delimitan una pequeña geografía urbana conocida como La Isla de la Paternal. En este lugar de casas bajas, fábricas activas, otras cerradas o devenidas en sitios culturales sucede un hecho teatral que integra a Casa Gómez —espacio dedicado al arte—con las calles del barrio en una pintoresca caminata: Atlas de un mundo imaginado, obra integrante de la programación de Paraíso Club, que ofrece un estreno cada mes.
Sus protagonistas son Ana y Emilia (Vanesa Weinberg y Laura Nevole) y sus versiones con menos edad son interpretadas por Camila Blander y Valentina Werenkraut. Las hermanas crecieron en este rincón de la ciudad; Ana permaneció allí y Emilia salió al mundo con entusiasmo por conocer otras islas más lejanas. Cuenta el programa de mano que ambas “siempre se sintieron atraídas por esos puntos desperdigados por los mapas, que no se sabe si son manchas o islas”.


La historia
A fines de los ´90, Emilia partió de esta isla sin agua alrededor para conocer otras islas: algunas paradisíacas y calurosas, otras frías y remotas. En su intercambio epistolar, iremos conociendo las aventuras de Emilia en tierras no tan firmes…
Ana responde con las anécdotas de su cotidiano y el relato involucra mucho más que la narrativa puramente barrial. Se entrecruzan la propia historia, la del barrio, la del país. En la esquina de Baunes y Paz Soldán se encuentra su “barco”, anclado en plena isla, la casa familiar donde se criaron, en la que cada hermana tomó su decisión. Una, la de quedarse, otra la de marcharse: “Quien vive en una isla desea irse y también tiene miedo de salir”.
A dos cuadras de la casa, vemos el predio donde estaba el Albergue Warnes, un edificio de diez pisos que nunca terminó de construirse, para el que Eva Perón había soñado un destino de hospítal de niñxs y cuya enorme estructura inconclusa fue hogar de cientos de familias durante décadas, hasta su demolición en marzo de 1991. Quien escribe, creció en La Isla de La Paternal y vio caer la mole de cemento durante la implosión para la que se utilizó media tonelada de explosivos. Una enorme nube de polvo hizo que el aire se volviera irrespirable por un tiempo considerable para las miles de personas que contemplábamos el monumental estallido.
Emilia recuerda que el Warnes había sido utilizado como lugar de detención y tortura y menciona el Siluetazo, la acción artística iniciada en septiembre de 1983, poco tiempo antes de que finalizara la dictadura y Raúl Alfonsín asumiera la presidencia, que consistía en pintar siluetas de tamaño natural para visibilizar los cuerpos ausentes. El Albergue Warnes formó parte de esa intervención artística exhibida en su fachada. La caminata se detiene en la placita que parece una mini-isla de tamaño irregular, sobre la avenida Warnes frente a las bodegas. La placita a la que mi madre me llevaba casi a diario durante mi infancia, sin sospechar del horror que sucedía a pocos metros.
El siguiente lugar donde recala el grupo de caminantes en una tarde de sábado soleado es el Instituto Crescencia Boado de Garrigós, en Paz Soldán al 5200, que alojaba a niñas huérfanas o con situaciones familiares problemáticas. Las hermanas Ana y Emilia recuerdan a una interna de la que se habían hecho amigas a través de las rejas. “El Garrigós”, como se lo llama en el barrio, fue mucho más que un asilo para niñas. Para muchas, fue su refugio, su hogar. En una nota periodística del portal ANRed —impresa y exhibida en Casa Gómez en el marco de esta obra— las hermanas Sosa, Mónica y Aída, cuentan el rol que el “Garri” tuvo en sus vidas. Vivían con su madre y hermanos en situación de calle hasta que alguien les pasó la información del Consejo de Minoridad y de allí fueron trasladas hasta La Paternal. Aída: “Pasar de la calle a un lugar limpio, abrigado, con comida todos los días era impensable. Por un lado, el dolor de haber sido separadas de nuestra madre, pero al mismo tiempo la felicidad de estar en un lugar donde nos sentimos protegidas desde el primer momento”. Mónica afirma: “Somos hijas del Estado” .
De ser un instituto de minoridad, el Garrigós pasó a ser un espacio de promoción de derechos para las infancias dependiente de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia de Argentina (SENAF), pero en marzo de este año comenzó su desmantelamiento. Hubo trabajadorxs despedidxs y se sospecha que, dado el resurgimiento inmobiliario del barrio, el predio podría ser vendido al mejor postor.
El grupo continúa la caminata por un espacio libre de edificios. Pasa por la Asociación Vecinal Círculo La Paternal, donde Ana toma clases de salsa.
En la esquina de Bielsa (ex Morlote) y Paz Soldán está la farmacia donde trabajaba Ana. Las persianas bajas y los estantes despojados dan cuenta de que ahí ya no se venden remedios ni se toma la presión. Ana cuenta que post 2001 el local dejó de abrir, ya que la crisis económica provocó que varios locales de la zona se vieran obligados a cerrar sus puertas.
La Paternal, en especial La Isla, se convirtió en refugio de artistas, con una movida cultural y gastronómica creciente. Dejó de ser una zona barrial gris, barata y mal iluminada y desde hace unos años cotiza en alza en el mercado de compra-venta de inmuebles. Hay más color en el barrio, las paredes lucen murales con el rostro de Diego, siempre vistiendo la camiseta roja del Club Argentinos Juniors . Hay locales que mutaron, una pequeña fábrica ahora es cervecería, la carnicería se transformó en el restaurante de pastas Tita la Vedette, y la que era la casa que alquilaba la familia de mi compañera de escuela primaria Nancy allá por los ´80, ahora es la renovada y coqueta Casa Gómez, desde donde parte la caminata y a donde volveremos después de escuchar los relatos de Ana y Emilia.
Allí veremos cuatro edificios dibujados en tinta celeste, enmarcados y colgados sobre la pared. El Garrigós, la farmacia, el albergue Warnes y el MN Santa Inés, una antigua panadería que cerró al morir su dueño y que una década más tarde fuera alquilada y reacondicionada por la cheff Jazmín Marturet. El ahora restaurante fue reciente ganador de una estrella Michelín y agota las reservas cada fin de semana.
Lxs caminantes volvemos al lugar del que partimos y las hermanas Ana y Emilia nos dicen adiós.
Y así, quienes durante una hora caminamos juntxs, nos dispersamos, abadonamos La Isla y partimos hacia otras tierras, otros puntos geográficos donde también, como Ana y Emilia, tengamos la posibilidad de reconstruir nuestros propios mapas de vida.
Atlas de un mundo imaginado
Sábados 9 y 16 de agosto, domingos 10 y 17 de agosto. Domingo 14 de septiembre y sábado 20 de septiembre
Casa Gómez, Yeruá 4962, CABA.
Actualidad
Discapacidad: “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”

Se concretó este martes la marcha de personas con discapacidad y familiares, frente a quienes el gobierno hizo más de lo mismo: envió Policía y Gendarmería a amedrentarlos y amenazarlos, pese a que no estaban siquiera rompiendo el protocolo. Los gendarmes y policías tuvieron así la notable actitud de empujar y agredir a manifestantes con discapacidad que estaban reclamando pacíficamente por la motosierra aplicada a sus tratamientos, lo cual rompe toda frontera de la palabra «vulnerable».
Compartimos aquí la crónica realizada por el diario autogestivo Tiempo Argentino al respecto, reflejo de lo que está ocurriendo en el país.
Por Tiempo Argentino
Fotos: Antonio Becerra.
En protesta por el veto presidencial a la Ley de Emergencia, organizaciones de personas con discapacidad concentraron frente al Congreso, rodeado por policías y gendarmes. El reclamo se multiplicó en distintos puntos del país.
“Vallaron todo, nos rodearon de una manera exagerada. No es una movilización agresiva, nunca lo fue. No era necesaria tanta policía, tanta militarización”, criticaba Fernanda Abalde mientras emprendía la retirada de la masiva concentración frente al Congreso contra el veto de Javier Milei a la Ley de Emergencia en Discapacidad. Coordinadora de un centro de profesionales en neurodesarrollo y hermana de una persona con discapacidad a quien le recortaron las pensiones, sufre en carne propia el ajuste y el maltrato sobre el sector, que afecta tanto a prestadores como familias.
“Hay mucho maltrato del sistema a las familias, no es un sistema accesible. No solo en lo económico, es agresivo. Este año fue terrible. Hasta junio no estaban autorizados tratamientos presentados en noviembre del año pasado, por ejemplo. Siempre hubo un golpe a la discapacidad, pero este año fue muy atípico, recortaron muchos tratamientos, demoraron las autorizaciones, se planchó el nomenclador”, enumeró Abalde, coordinadora de Pulsar NeuroSocial y miembro del colectivo de Prestadores en Unidad CABA y GBA. “Es un sector con mucha demanda y se lo está desmantelando. Hay muchas familias que no pueden costear sus tratamientos”, lamentó en diálogo con Tiempo.

Represión como respuesta
La protesta había comenzado 11.30. Pasado el mediodía la concentración ya era masiva y comenzó el operativo represivo, con un número desproporcionado de efectivos de Policía Federal y Gendarmería que empujaban incluso a grupos de manifestantes entre los que había personas en silla de ruedas que gritaban contra el veto y solo portaban carteles por los derechos de las personas con discapacidad.

La Ley de Emergencia en Discapacidad busca revertir un panorama que por estos días es desolador. Según un informe reciente de la Red por los Derechos de las Personas con Discapacidad (REDI), la pensión por invalidez laboral está congelada en $217.000 y una maestra de integración en la escuela común cobra solo $3.000 la hora, con una demora de 180 días. Todo esto, mientras se recortaron pensiones por discapacidad y la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) proyecta recortar otros cientos de miles. Se trata de pensiones de 270 mil pesos, más un bono que lleva el total a poco más de 300 mil.
“Uno va pidiendo ayuda en la familia, se hace lo que se puede. Pero esperemos que este hombre recapacite”, pidió ante las cámaras Olga, una jubilada que marchó ante el Congreso, dirigiéndose a Milei. “Hay remedios que tuve que suspender. Hay muchas cosas que tienen que cambiar en la casa para poder subsistir. Para poder seguir adelante por mi hija”, dijo a C5N.

Un reclamo federal
La masiva protesta frente al Congreso se replicó también en distintos puntos del país. “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”, había anunciado la Asamblea De Trabajadores de Inclusión (ATI) al convocar para este martes a una Jornada Federal por la Ley de Emergencia en Discapacidad.
Córdoba fue escenario de las protestas más concurridas. Desde la Plaza San Martín de Córdoba Capital, Virginia Els –presidenta de la Cámara de Prestadores de Discapacidad de Córdoba (Capredis)- destacó el gran número de familias que se sumó a reclamar, junto a prestadores, transportistas y profesionales. “El veto incrementó el reclamo. Ahora estamos intentando alzar la voz para que los diputados escuchen el reclamo y vuelvan a votar la ley con los dos tercios necesarios para que se sostenga. Fue algo multitudinario, con mucha más participación de familias que antes”, resaltó.

Los motivos de protesta son varios, pero todos tienen que ver con frenar el maltrato y el ajuste sobre el sector, ante una política cruel que afecta a todos los actores del circuito. “Reclamamos que se actualicen los aranceles, que se contemplen otros criterios para las auditorías. El tema de las prestaciones está en una etapa crítica: las instituciones están cerrando”, advirtió.
El embate contra el sector es tal que está generando un nivel de unidad inédito: “En Córdoba, prestadores, instituciones, profesionales independientes, familias, personas con discapacidad, estamos todos muy unidos. Estamos todos trabajando a la par. Es algo que nunca había sucedido. Nos unió el espanto”, resumió Els.
Franco Muscio, terapista ocupacional al frente de un centro de día en la zona de Sierras Chicas, se acercó a la capital provincial para participar de la protesta. “El servicio es cada vez más precario, una situación alarmante y angustiante y un Estado nacional que no da respuesta. Este año es imposible sostener las prestaciones. Cada vez hay más recortes. No sé cómo vamos a seguir. Las familias son las más perjudicadas”, sentenció ante las cámaras. “Sin espacios como los nuestros, se pierde calidad de vida. Hace diez años que estoy en esto. Nunca había pasado algo así”.

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