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Tucumán arde: una niña torturada, una beba muerta y la falsedad del “Salvemos las dos vidas”
Un grupo de abogadas y abogados antiderechos denunció a los dos médicos que realizaron en Tucumán la Interrupción Legal del Embarazo (ILE) a Lucía, la niña de 11 años embarazada producto de una violación. La interrupción es un procedimiento avalado por el Código Penal desde 1921 pero las autoridades provinciales lo obstruyeron durante casi un mes para forzar la continuidad de ese embarazo. Lo lograron, con un detalle: la beba de la niña, que había nacido con 660 gramos de peso, murió el viernes. “Esto es una forma de amedrentamiento para que ningún profesional haga una ILE”, definen los médicos. Por qué la Justicia debe desestimar la demanda de los antiderechos. La falsedad del eslogan “Salvemos las dos vidas”. Y la voz del Alto Comisionado de Naciones Unidas, que subrayó que las restricciones o prohibiciones de la ILE constituyen tortura.
Un grupo de abogadas y abogados antiderechos denunció por “homicidio, desobediencia judicial e incumplimiento de los deberes de funcionario público” a José Gijena y Cecilia Ousset, los dos profesionales de la salud que garantizaron la microcesárea a “Lucía”, como se conoce a la niña de 11 años a la que el Estado tucumano obligó a parir a pesar de que había solicitado la Interrupción Voluntaria del Embarazo.
La demanda llega luego de la muerte de la beba que había nacido con 660 gramos. “Estamos tranquilos porque cumplimos con la ley, pero estábamos esperando que sucediera algo así”, dice a lavaca Ousset, luego de conocer la denuncia en su contra: “Lo importante que hay que aclarar es que nadie puede estar por encima del Código Penal de la Nación”.
El Código Penal argentino avala el aborto no punible desde 1921. En 2012, el fallo FAL de la Corte Suprema de Justicia de la Nación ratificó la ILE en casos de violación, por lo que el Estado estableció un protocolo nacional para instrumentarla, pero no todas las provincias adhirieron. Tucumán es una de ellas.
La doctora Ousset: “Aquí vivimos fuera del Estado de Derecho. Esto es una forma de amedrentamiento para que ningún profesional haga una ILE, sabiendo que podrían tener una causa penal”.
La denuncia fue presentada ante la Fiscalía especializada en Homicidios, cuya titular, Adriana Giannoni, intervino de forma directa en el caso de la niña: no sólo mandó un oficio a los médicos del Hospital Eva Perón (donde estaba internada Lucía) para obstaculizar la ILE, sino que pidió la designación de un defensor oficial para el feto. La diputada nacional tucumana Teresita Villavicencio la denunció ante la Justicia provincial por los delitos de coacción y abuso de autoridad.
Ousset y Gijena se enteraron que el fiscal subrogante Diego López Ávila había determinado que se practicara la autopsia en el cuerpo del bebé. “Allí nosotros nos dimos cuenta que iba a pasar algo. Es prolongar la tortura para esta niña”.
El día después de la ILE, ambos médicos habían relatado en exclusiva a lavaca las irregularidades de un procedimiento que las autoridades sanitarias tucumanas eludieron durante casi un mes: amenazas, médicos que se declararon “objetores de conciencia” en el momento de la ILE y la trama en la que funcionarios estatales y judiciales buscaron dilatar la ILE para prolongar la gestación.
Todo se desarrolla en un contexto en el que la provincia se declaró “Pro Vida” durante el debate en el Congreso. Dijo el doctor Gijena a lavaca: “La provincia impide la Educación Sex1ual Integral (ESI) y no adhiere a la Ley de Salud Sexual y Reproductiva. Todo bajo un cartel muy lindo desde lo enunciativo, que es: Salvemos las dos vidas. ¿Pero de qué dos vidas estamos hablando? ¿Cuántas vas a salvar? Pareciera que detrás de ese cartel hay otro que dijera: “Salvemos las dos vidas… o ninguna”.
La muerte de la beba refleja que lo único que se prolongó fue la tortura de una niña violada.
La entrevista completa puede leerse aquí: https://www.lavaca.org/notas/como-el-estado-tucumano-torturo-a-una-nina-violada/
Quiénes denuncian
La primera persona que aparece en la denuncia es María Teresa Mockevich, abogada, que vive en el Yerba Buena Golf Country Club, en Tucumán. Fue una de las expositoras en Diputados en contra de la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) y se presenta en Twitter así: “Católica, abogada, madre. Soy PRO-VIDA, PRO-FAMILIA y PRO-EDUCACIÓN en valores y principios éticos”.
Comparte videos de Agustín Laje que hablan contra la supuesta “ideología de género” y su última publicación es de una web llamada Hispanidad Católica: “El hombre moderno sigue sin hacer ni caso a lo que la virgen nos pide con insistencia”.
Otro de los denunciantes, Jorge Ramaccioti, también fue opositor de la IVE en el Senado. Los otros: Luciana Colombres, Constanza del Carril, Raúl Lezana, Angella Lorna Vittini, Ricardo Auad. Todos firmaron un pronunciamiento en el que defendían a la fiscal Giannoni: manifestaron que había actuado “en resguardo de la Constitución”. El abogado representante es Salvador María del Carril.
Lo espeluznante
Los médicos denunciados por respetar el derecho de una niña de 11 años, embarazada por una violación.
La doctora Ousset, de todos modos, está tranquila. “Tuvimos mucho apoyo de la gente, de la ciudadanía. Nos dimos cuenta de que muchos no sabían lo que era una ILE. Y, gracias a la difusión, muchas personas que no están a favor de la interrupción voluntaria, empatizaron con Lucía y se pusieron a favor de esto”.
Sin embargo, la tocoginecóloga comparte una preocupación. “Esto me certifica que Tucumán vive fuera del Estado de Derecho. Y que va a haber muchas más Lucías, muchas más mujeres pobres muy vulneradas porque viven en una provincia que no adhirió a la ESI, que no tienen salud sexual y reproductiva, y son arrojadas a la clandestinidad. ¿Qué hacemos con todas esas Lucías? El Estado no quiere que conozcan sus derechos, ni quiere que esas niñas sean atendidas como corresponde, y tampoco quiere que los médicos estén dispuestos a hacerlo. Es la naturalización constante”.
Ousset concluye: “Esto es un delirio jurídico. Pero acá lo importante no somos nosotros, sino la cantidad de mujeres pobres que no van a tener acceso a la salud. Eso es muy grave. Y espeluznante”.
Tortura de niños
Las organizaciones CLADEM (Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de la Mujer) y ANDHES (Abogados y abogadas del Noroeste argentino en Derechos Humanos y Estudios Sociales), junto a organizaciones sociales, políticas y feministas, repudiaron la denuncia contra Ousset y Gijena.
“En primer lugar, hay que advertir que en la práctica realizada por los médicos no hay delito”, apunta a lavaca la Directora Ejecutiva de ANDHES, Fernanda Marchese, que cita el artículo 86 del Código Penal garantizado por el fallo FAL.
Las organizaciones también recuerdan que la Oficina para América del Sur del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) instó al Estado argentino -a partir del caso de Lucía- a “garantizar de manera oportuna” el acceso a la ILE.
“La no prestación de determinados servicios a mujeres y niñas en condiciones legales resulta discriminatoria, y las restricciones o prohibiciones absolutas en el acceso a la interrupción legal del embarazo pueden constituir tortura y malos tratos”, señaló la Representante para América del Sur, Birgit Gerstenberg.
“La demora injustificada en el acceso a la ILE por parte del Sistema Provincial de Salud y el Hospital del Este Eva Perón vulneró el derecho de la niña a la salud”, indicó Gerstenberg. “Ambas instituciones estaban obligadas a garantizar a la niña la interrupción legal de su embarazo de acuerdo con la legislación en Argentina, desde el momento en que tanto la niña como su madre manifestaron expresamente su deseo de interrumpirlo”.
Por su parte, a través de un comunicado, las organizaciones argentinas (que aún no fueron notificadas de la denuncia de los grupos antiderechos) precisaron:
- “La denuncia, además de no tener asidero legal, constituye un serio amedrentamiento hacia profesionales que lo único que hicieron es cumplir con el derecho al aborto no punible de Lucía, donde se cumplimentaron los requisitos por la causal de la violación. Además teniendo en cuenta que el retraso de dicha intervención se produjo por las dilaciones de los funcionarios y equipo de Salud de Tucumán. Estos obstáculos afectan gravemente la salud de Lucía y constituyen tortura”.
- Subrayan que la fiscal Giannoni debería desestimar la denuncia. Y recuerdan que la funcionaria fue denunciada por su accionar en el caso de Lucía. “Recordamos que el 11 de febrero las autoridades del Hospital del Este recibieron una advertencia de apercibimiento de Giannoni mediante el Oficio 10/2019. Su accionar malicioso y contrario a la ley generó el clima necesario para este tipo de denuncias. Es, al mismo tiempo, quien en su Fiscalía colgó carteles ´no cuenten conmigo´ cuando la Cámara de Diputados dio media sanción a la ley para la legalización del aborto”.
- “Es innegable que la intención de la denuncia tiene como objetivo, además, lanzar un mensaje disciplinador para que los médicos y médicas se nieguen a garantizar derechos que ya existen”.
Marchese, de ANDHES, plantea a lavaca: “Un detalle: es el mismo Sistema Provincial de Salud de Tucumán quien solicitó el procedimiento, y Ousset y Gijena los únicos dos profesionales que podían hacerlo, porque todo el hospital se declaró objetor de conciencia, con muchos médicos por miedo por las amenazas de la fiscal. No hay justificación legal que pueda sostener esta denuncia, que no hay que verla sólo como una demanda de grupos antiderechos, sino como parte de un Estado que avala esto. No hay que desenmarcarlo de un Poder Ejecutivo y Judicial que fogonea y habilita esta denuncias”.
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83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

83 días.
Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.
83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.
83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.
83 días y seis intervenciones quirúrgicas.
83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo.
83 días hasta hoy.
Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro.
Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”.
Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).
Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca.
El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”.
La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».
La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería.
Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.
Esta es parte de la vida que no pudieron matar:
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La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen
Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.
Por María del Carmen Varela.
La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia.
La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.
Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.
La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional. A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.
Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.
Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro.
MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA
Viernes 30 de mayo, 20.30 hs
Entradas por Alternativa Teatral

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Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro

Una actriz que cautiva. Una historia que desgarra. Música en vivo. La obra Perla Guaraní volvió de la gira en España al Teatro Polonia (Fitz Roy 1475, CABA) y sigue por dos domingos. El recomendado de lavaca esta semana.
Por María del Carmen Varela
La sala del teatro Polonia se tiñe de colores rojizos, impregnada de un aroma salvaje, de una combustión entre vegetación y madera, y alberga una historia que está a punto de brotar: Perla es parte de una naturaleza frondosa que nos cautivará durante un cuarto de hora con los matices de una vida con espinas que rasgan el relato y afloran a través de su voz.
La tonada y la crónica minuciosa nos ubican en un paisaje de influjo guaraní. Un machete le asegura defensa, aunque no parece necesitar protección. De movimientos rápidos y precisos, ajusta su instinto y en un instante captura el peligro que acecha entre las ramas. Sin perder ese sentido del humor mordaz que a veces nace de la fatalidad, nos mira, nos habla y nos deslumbra. Pregunta: “¿quién quiere comprar zapatos? Vos, reinita, que te veo la billetera abultada”. Los zapatos no se venden. ¿Qué le queda por vender? La música alegre del litoral, abrazo para sus penas.

La actriz y bailarina Gabriela Pastor moldeó este personaje y le pone cuerpo en el escenario. Nacida en Formosa, hija de maestrxs rurales, aprendió el idioma guaraní al escuchar a su madre y a su padre hablarlo con lxs alumnxs y también a través de sus abuelxs maternxs paraguayxs. “Paraguay tiene un encanto muy particular”, afirma ella. “El pueblo guaraní es guerrero, resistente y poderoso”.
El personaje de Perla apareció después de una experiencia frustrante: Gabriela fue convocada para participar en una película que iba a ser rodada en Paraguay y el director la excluyó por mensaje de whatsapp unos días antes de viajar a filmar. “Por suerte eso ya es anécdota. Gracias a ese dolor, a esa herida, escribí la obra. Me salvó y me sigue salvando”, cuenta orgullosa, ya que la obra viene girando desde hace años, pasando por teatros como Timbre 4 e incluyendo escala europea.
Las vivencias del territorio donde nació y creció, la lectura de los libros de Augusto Roa Bastos y la participación en el Laboratorio de creación I con el director, dramaturgo y docente Ricardo Bartis en el Teatro Nacional Cervantes en 2017 fueron algunos de los resortes que impulsaron Perla guaraní.
Acerca de la experiencia en el Laboratorio, Gabriela asegura que “fue un despliegue actoral enorme, una fuerza tan poderosa convocada en ese grupo de 35 actores y actrices en escena que terminó siendo La liebre y la tortuga” (una propuesta teatral presentada en el Centro de las Artes de la UNSAM). Los momentos fundantes de Perla aparecieron en ese Laboratorio. “Bartís nos pidió que pusiéramos en juego un material propio que nos prendiera fuego. Agarré un mapa viejo de América Latina y dos bolsas de zapatos, hice una pila y me subí encima: pronto estaba en ese territorio litoraleño, bajando por la ruta 11, describiendo ciudades y cantando fragmentos de canciones en guaraní”.
La obra en la que Gabriela se luce, que viene de España y también fue presentada en Asunción, está dirigida por Fabián Díaz, director, dramaturgo, actor y docente. Esta combinación de talentos más la participación del músico Juan Zuberman, quien con su guitarra aporta la cuota musical imprescindible para conectar con el territorio que propone la puesta, hacen de Perla guaraní una de las producciones más originales y destacadas de la escena actual.
Teatro Polonia, Fitz Roy 1475, CABA
Domingos 18 y 25 de mayo, 20 hs
Más info y entradas en @perlaguarani
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