Nota
Un corte a los cortes
Tres fábricas recuperadas de Neuquén (Zanón, Cerámica Neuquén y Stefani) realizaron diversos cortes de ruta ante la amenaza de la empresa Camuzzi SA de interrumpir el suministro de gas como consecuencia de la imposibilidad de las cooperativas de pagar boletas de hasta 11 millones de pesos. El jueves 18 denunciaron en Casa de Gobierno que esas deudas millonarias significan cuestiones de “vida o muerte” para las gestiones obreras, que recuperaron 450 fuentes de trabajo. Raúl Godoy, obrero de Zanón y diputado provincial, resume a lavaca: “Un corte abrupto significaría la destrucción de forma irreparable. No sólo es que ninguna familia puede pagar eso, sino que no pueden tirarnos facturas imposibles de pagar en la misma provincia en la que saquean nuestros recursos naturales”.
“Si nos llegaran a cortar el gas, directamente, no podríamos trabajar: significaría la muerte de las gestiones obreras”, resume a lavaca el obrero de FaSinPat Zanón y diputado provincial de Nequién por el FIT, Raúl Godoy, luego de un día de cortes de ruta que siguió con una manifestación a la Casa de Gobierno. El reclamo es concreto: la empresa Camuzzi SA anunció que procedería a cortar el suministro de gas a las fábricas recuperadas Zanón, Cerámica Neuquén (Cooperativa Confluencia) y Cerámica Stefani (en Cutral Có), que generan 450 fuentes de trabajo. Godoy explica cuál es el panorama en la provincia: “Tiene que ver con los cuadros tarifarios que golpearon a todas las familias trabajadoras de todo el país, con boletas imposibles de pagar, y que en el caso de las gestiones obreras significan cuestiones de vida o muerte que asuman deudas millonarias”.
En el caso de Zanón, las boletas acumuladas son de 8, 9 y 11 millones de pesos. “La misma empresa reconoció que estaban mal facturadas porque es la liquidación a una gran compañía. El cuadro tarifario no está ajustado a la tarifa industrial”. Sin embargo, Godoy apunta que el juego de las empresas es similar al que se repite en cada hogar del país: “Te dicen que primero pagues y después reclames”.
Las tres fábricas exigieron una respuesta al gobernador Omar Gutierrez (Movimiento Popular Neuquino), quien se había comprometido a interceder para adecuar el esquema. “Hoy se tiran la pelota unos a otros y los perjudicados son siempre las familias y las gestiones obreras”.
-¿No hubo algún esquema de tarifa social?
-Nada. En Neuquén hubo compromisos por parte de las empresas y funcionarios que dijeron que iban a acompañar el reclamo, pero fue una burla porque tenemos el cuadro antiguo, las boletas se dejaron de emitir y no está claro hasta cuánto van a ascender. Los gobiernos no dan ninguna salida de fondo. Nuestro planteo no sólo es que ninguna familia puede pagar eso, sino que además no pueden tirarnos facturas imposibles de pagar en la misma provincia en la que saquean nuestros recursos naturales.
-¿Por eso la respuesta fueron los cortes?
-Había una intimación que decía que venían hoy a cortarnos el suministro. Entonces hubo cortes de ruta tanto en el Parque Industrial de Neuquén como en Cutral Có. Obvio que no se hicieron presentes, pero es un peligro latente. Por eso, en asamblea, votamos marchar mañana a las 9 de la mañana desde el Monumento de San Martín hasta la Casa de Gobierno, a exigir garantías para poder trabajar. Otro ejemplo: Camuzzi exige a las Cerámicas Stefani y Neuquén, que no tienen terminados sus trámites de expropiación, que contraten una empresa proveedora. Este es el juego de las multinacionales: te obligan a hacer acuerdos individuales. Sumado a las boletas, supondría la aniquilación de las gestiones obreras.
-¿Cómo puede explicarse eso en la práctica?
-Si cortan el gas, no se puede trabajar. Estamos hablando de que la industria ceramista tiene hornos de casi 100 metros de largo, con temperaturas que superan los 1000 grados. Un corte abrupto del suministro significaría la destrucción de forma irreparable.
Nota
Proyecto Litio: un ojo de la cara (video)

En un video de 3,50 minutos filmado en Jujuy habla Joel Paredes, a quien las fuerzas de seguridad le arrancaron un ojo de un balazo mientras se manifestaba con miles de jujeños, en 2023. Aquella represión traza un hilo conductor entre la reforma (in) constitucional de Jujuy votada a espaldas del pueblo en 2023, y lo que pasó un año después a nivel nacional con la aprobación de la Ley Bases y la instauración del RIGI (Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones).
Pero Joel habla de otras cuestiones: su pasión por la música como sostén. El ensayo artístico que no se concretó aquella vez. Lo que le pasa cada día al mirarse al espejo. La búsqueda de derechos por los hijos, y por quienes están siendo raleados de las tierras. Y la idea de seguir adelante, explicada en pocas palabas: “El miedo para mí no existe”.
Proyecto Litio es una plataforma (litio.lavaca.org) que incluye un teaser de 22 minutos, un documental de casi una hora de duración que amplía el registro sobre las comunidades de la cuenca de las Salinas Grandes y Laguna Guayatayoc, una de las siete maravillas naturales de Argentina, que a la par es zona de sequía y uno de los mayores reservorios de litio del mundo.
Además hay piezas audiovisuales como la que presentamos aquí. La semana pasada fue Proyecto Litio: el paisaje territorial, animal y humano cuando el agua empieza a desaparecer.
Esos eslabones se enfocan en la vida en las comunidades, la economía, la represión y la escasez del agua en la zona.
Litio está compuesto también por las noticias, crónicas y reportajes que venimos realizando desde lavaca.org y que reunimos en esta plataforma.
Un proyecto del que podés formar parte, apoyando y compartiendo.
El video de 3,50 minutos
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Orgullo

Texto de Claudia Acuña. Fotos de Juan Valeiro.
Es cortita y tiene el pelo petiso, al ras en la sien. La bandera se la anudó al cuello, le cubre la espalda y le sobra como para ir barriendo la vereda, salvo cuando el viento la agita. Se bajó del tren Sarmiento, ahí en Once. Viene desde Moreno, sola. Un hombre le grita algo y eso provoca que me ponga a caminar a su lado. Vamos juntas, le digo, pero se tiene que sacar los auriculares de las orejas para escucharme. Entiendo entonces que la cumbia fue lo que la protegió en todo el trayecto, que no fue fácil. Hace once años que trabaja en una fábrica de zapatillas. Este mes le suspendieron un día de producción, así que ahora es de lunes a jueves, de 6 de la mañana a cuatro de la tarde. Tiene suerte, dirá, de mantener ese empleo porque en su barrio todos cartonean y hasta la basura sufre la pobreza. Por suerte, también, juega al fútbol y eso le da la fuerza de encarar cada semana con torneos, encuentros y desafíos. Ella es buena jugando y buena organizando, así que se mantiene activa. La pelota la salvó de la tristeza, dirá, y con esa palabra define todo lo que la rodea en el cotidiano: chicos sin futuro, mujeres violentadas, persianas cerradas, madres agotadas, hombres quebrados. Ella, que se define lesbiana, tuvo un amor del cual abrazarse cuando comenzó a oscurecerse su barrio, pero la dejó hace apenas unas semanas. Tampoco ese trayecto fue fácil. Lloró mucho, dirá, porque los prejuicios lastiman y destrozan lazos. Hoy sus hermanas la animaron a que venga al centro, a alegrarse. Se calzó la bandera, la del arco iris, y con esa armadura más la cumbia, se atrevió a buscar lo difícil: la sonrisa.
Eso es Orgullo.

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org
Al llegar al Congreso se pierde entre una multitud que vende bebidas, banderas, tangas, choripán, fernet, imanes, aros, lo que sea. Entre los puestos y las lonas que cubren el asfalto en tres filas por toda Avenida de Mayo hasta la Plaza, pasea otra multitud, mucho más escasa que la de otros años, pero igualmente colorida, montada y maquillada. El gobierno de las selfies domina la fiesta mientras del escenario se anuncian los hashtag de la jornada. Hay micros convertidos en carrozas a fuerza de globos y música estridente. Y hay jóvenes muy jóvenes que, como la chica de Moreno, buscan sonreír sin miedo.
Eso es Orgullo.

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org
Sobre diagonal norte, casi rozando la esquina de Florida, desde el camión se agita un pañuelazo blanco, en honor a las Madres, con Taty Almeyda como abanderada. Frente a la embajada de Israel un grupo agita banderas palestinas mientras en las remeras negras proclaman “Nuestro orgullo no banca genocidios”. Son quizá las únicas manifestaciones políticas explícitas, a excepción de la foto de Cristina que decora banderas que se ofrecen por mil pesos y tampoco se compran, como todo lo mucho que se ofrece: se ve que no hay un mango, dirá la vendedora, resignada. Lo escaso, entonces, es lo que sobra porque falta.
Y no es Orgullo.

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org
Nota
Cómo como 2: Cuando las marcas nos compran a nosotros

(Escuchá el podcast completo: 7 minutos) Coca Cola, Nestlé, Danone & afines nos hacen confiar en ellas como confiaríamos en nuestra abuela, nos cuenta Soledad Barruti. autora de los libros Malcomidos y Mala leche. En esta edición del podcast de lavaca, Soledad nos lleva a un paseíto por el infierno de cómo se produce, la cuestión de la comida de verdad, y la gran pregunta: ¿quiénes son los que realmente nos alimentan?
El podcast completo:
Con Sergio Ciancaglini y la edición de Mariano Randazzo.

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