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Vanesa Orieta, a 3 años de encontrar a Luciano Arruga: “Los casos de desaparición forzada tienen una sistematicidad y una lógica”

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El 17 de octubre, mismo día del hallazgo del cuerpo de Santiago Maldonado en el Río Chubut, se cumplían tres años del hallazgo del cuerpo de Luciano Arruga, el adolescente de 16 años desaparecido el 31 de enero de 2009, hostigado y torturado por la Policía Bonaerense. Después de una intensa búsqueda de cinco años y ocho meses, su familia reveló la ingeniera social que se tejió en este caso de desaparición forzada: lo vieron por última vez en un destacamento policial, lo atropellaron mientras cruzaba con ropa que no era de él por un lugar inaccesible de la avenida General Paz y lo enterraron como NN en el Cementerio de la Chacarita. Hoy, familiares y amigos conmemorarán los tres años con actividades en la Plaza Luciano Arruga, en Lomas del Mirador. Vanesa Orieta, su hermana, habló con lavaca sobre una “lógica” que se repite en cada caso de desaparición forzada y que pudo verse de forma brutal en el caso Maldonado: “Se ha perdido mucho tiempo: se ha perdido inteligentemente bien y en favor de generar impunidad y que a los familiares no podamos saber la verdad. Eso es lo que se tiene que empezar a ver en cualquier causa de desaparición forzada: involucra a muchas personas en la actitud de invisibilizar, ocultar y dilatar los tiempos para que las pruebas se borren”. Esa denuncia es que volverán a trasladar a las calles: “No hay que quitar la responsabilidad social que tenemos de tomar una acción en conjunto, de salir a la calle, de visibilizar, de decir Nunca Más, de plantear que es sistemático, que es una actitud corporativa que intenta silenciar a familiares y silenciar las causas”.

Vanesa Orieta, a 3 años de encontrar a Luciano Arruga: “Los casos de desaparición forzada tienen una sistematicidad y una lógica”

Vanesa Orieta, hermana de Luciano Arruga.
Foto: Lina Etchesuri


“Estamos con bronca, con tristeza, con desilusión y con ganas no de estar un día ni dos en la calle, sino todos los que sean necesarios para saber la verdad de cada uno de los casos y que todos los responsables políticos, judiciales y materiales de cada una de las causas de muerte de nuestros hermanos vayan presos. Esa es la sensación”. Vanesa Orieta, hermana de Luciano Arruga, describe así a lavaca su sensación ante la trágica coincidencia que ocurrió esta semana: el 17 de octubre, día que hallaron el cuerpo de Santiago Maldonado en el Río Chubut, se cumplían tres años del hallazgo del cuerpo de Luciano, el joven de 16 años de La Matanza (provincia de Buenos Aires) desaparecido el 31 de enero de 2009. Cinco años y ocho meses de una búsqueda intensa y movilizaciones multitudinarias, la familia pudo acercarse a una porción de la verdad. Este sábado conmemorarán los tres años con actividades en la Plaza Luciano Arruga, en Lomas del Mirador. Habrá radio abierta, charlas y proyecciones.
Vanesa Orieta recuerda que en ese barrio Luciano había sido detenido ilegalmente por efectivos de la Policía Bonaerense y transportado en un patrullero hasta un destacamento que no podía retener personas, mucho menos un menor, a tan solo unas cuadras de su casa, incluso antes de su desaparición. Allí estuvo privado ilegalmente de su libertad desde las 11 hasta las 19 horas del 22 de septiembre de 2008, según dictaminó el Tribunal Oral en lo Criminal N° 3 de La Matanza que en mayo del 2015 condenó por torturas a 10 años de prisión a Julio Diego Torales, el oficial principal a cargo de la dependencia policial que convalidó esa detención arbitraria.
La última vez que lo vieron con vida fue en ese mismo destacamento el 31 de enero de 2009. La causa estuvo durante años en la justicia provincial bajo “averiguación de paradero” hasta que la familia logró el cambio a la justicia federal bajo la carátula “desaparición forzada”.  El 17 de octubre de 2014 hallaron el cuerpo y, así, se enfrentaron cara a cara con la ingeniería social de la impunidad: según la reconstrucción, Luciano “cruzó” a las 3.21 de la madrugada del 31 de enero con ropa que no era de él por un lugar inaccesible de la General Paz “desesperado, como si estuviera escapando de algo”, según declararon testigos. Lo atropellaron, murió en el Hospital Santojanni -donde su familia fue a preguntar si había ingresado un joven y le respondieron que no-, lo derivaron al Cuerpo Médico Forense y fue enterrado como NN en el Cementerio de Chacarita. El circuito revela cuál fue la trama de encubrimiento de uno de los casos más resonantes de nuestra democracia. Las prendas nunca aparecieron, y un testigo declaró ante el Juzgado Federal de Morón (donde se tramita la causa) que vio desde la autopista una camioneta doble cabina de la Bonaerense con las luces bajas. Estaba sobre la colectora de la General Paz.

“No fue un accidente”, resalta Vanesa.

En el medio, y a lo largo de todos estos años, una fiscal que derivó la investigación en la propia Bonaerense denunciada (Roxana Castelli), otra fiscal que pidió “pinchar” los teléfonos de la propia familia (Celia Cejas) y un juez que lo convalidó (Gustavo Banco). Sobre estos tres funcionarios pesa un pedido de jury político.
-¿Cómo está la causa de Luciano hoy?
-La causa de Luciano está como siempre han deseado aquellos que esté, que son los responsables de la desaparición forzada, políticos, materiales y judiciales. Es una causa rodeada de impunidad, en donde por supuesto la impunidad lo que hace es borrar pruebas, alargar los tiempos, desgastar a la familia, generar un estado de abandono a las victimas más directas de familiares y los amigos para que en ese abandono puedan avanzar en sus amenazas y a favor de todos aquellos responsables de la desaparición de Luciano. Así que a 9 años que se van a cumplir el el 31 de enero de 2018, la causa está aún en instancia de instrucción, como cuando hablamos de causas que están rodeadas de impunidad: se sigue investigando a 9 años de secuestrado y desaparecido Luciano, no hay ningún procesado. En ese sentido seguimos un camino desesperante, tortuoso, y algunos de los que son responsables se presentan nuevamente en elecciones el domingo. Allí llevaremos los votos, a esas urnas manchadas de sangre.
Desde el principio sostuvieron que no fue un accidente, ¿qué otros elementos surgieron?
-Están los testigos fundamentales, que dan un poco de luz a tanta oscuridad que se ha generado en esta causa judicial. Son dos testigos que hablan claramente. Primero, el que atropella a Luciano dice que mi hermano estaba corriendo como desesperado, escapando de algo o de alguien. El segundo testigo es quien ve claramente una patrulla de la Bonaerense colocada al costado de la General Paz, que le hace señas para asistir a Luciano, que todavía se encontraba con vida. Son detalles realmente importantes y se suman a declaraciones de otros testigos, que dicen Luciano estaba en la Comisaría 8va y en el destacamento de Lomas del Mirador. Hay pruebas con anterioridad, pero también había muchas pruebas que también se perdieron. La fundamental, y aquí es cuando aparecen las comparaciones que a uno le causan escozor en el cuerpo, es que Luciano aparece después de 5 años y 8 meses, y sus restos no pudieron decir nada acerca de lo que fueron esos últimos minutos de vida. Me refiero a que no aportaron datos respecto del sufrimiento que estamos seguros que Luciano padeció. Hoy estamos a la espera de saber si el cuerpo de Santiago puede darnos un dato de lo que le tocó sufrir en esos últimos momentos de vida. Cuando uno relata esto a mí se me sigue llenando la garganta de impotencia y dolor. Esto es lo que pasa hoy a 3 años de haber encontrado a Luciano. Algunos destellos de luz siguen dándonos esperanza para seguir luchando en el proceso judicial pero hay que ser realistas y entender que se ha perdido mucho tiempo: se ha perdido inteligentemente bien y en favor de generar impunidad y que a los familiares no podamos saber la verdad. Eso es lo que se tiene que empezar a ver en cualquier causa de desaparición forzada: involucra a muchas personas en la actitud de invisibilizar, ocultar y dilatar los tiempos para que las pruebas se borren.

«Después de tanto tiempo, sus restos no aportaron datos respecto del sufrimiento que estamos seguros que Luciano padeció».

-Hablaba de las comparaciones que generan escozor: ¿puede decirse que la desaparición de Santiago Maldonado reveló que la maquinaria de impunidad que se vio en las desapariciones de Iván Torres y Luciano, por ejemplo, continúa intacta?
-Ahí también está el interés de todos los familiares de poder expresar y entender una lógica que a esta altura es muy notoria. Esta desesperación tiene que ver con no entenderla sólo los familiares sino el conjunto social porque uno a diario lee comentarios muy a la ligera, flacos, que ponen estos casos en un lugar de hasta de muerte natural, quitando la responsabilidad social que tenemos de tomar una acción en conjunto, de salir a la calle, de visibilizar, de decir Nunca Más, de plantear que es sistemático, que es una actitud corporativa que intenta silenciar a familiares y silenciar las causas. En esa lógica tiene que ver el sistema judicial: dilatar los tiempos, lograr que las pruebas se borren, amedrentar con indagatorias a la familia y amigos, discriminar y criminalizar la figura de la victima, hacer oído sordos al pedido de la familia y la sociedad en conjunto por parte de políticos, cuestionar a los testigos y, también, discriminarlos y criminalizarlos. Esas dos palabras vuelven siempre y hay que hacerlas sonar todo el tiempo porque es la forma en la que se mueven en sus discursos y sus mensajes. Y el rol de los medios, de los monopolios de la desinformación, es bastante notorio, y lo que me sigue molestando mucho es que a los medios de la derecha ya le conocemos esta actitud de desvirtuar la información, generar caos y confundir a la sociedad, pero hay un sector de medios que también tienen cierta llegada, que hablan con parcialidad y siguen utilizando los casos según conviene. Echan luz, pero Invisibilizan al resto: muchos dijeron que Santiago Maldonado era el primer desaparecido de la democracia. Daña mucho y, sobre todas las cosas, en el futuro los va a dañar a ellos, porque si no entienden que hay una cola de casos que habla de una sistematicidad y una lógica, seguimos poniendo en riesgo este intento de democracia.
La familia realizará este sábado, desde las 15, radio abierta, charlas y proyecciones en la Plaza Luciano Arruga, en Lomas del Mirador. La dirección: Perú y Necochea. Hoy también habrán movilizaciones a Plaza de Mayo para exigir justicia por Santiago Maldonado. A través de un comunicado, familiares y amigos de Luciano Arruga expresaron: “Llamamos a todos a que se manifiesten en todo el país exigiendo el legítimo derecho de la familia y del pueblo a saber toda la verdad sobre la desaparición y muerte de Santiago. Como así también para todas las víctimas de la represión estatal. Proponemos accionar desde cada lugar con distintas expresiones, para concientizar la importancia de mantener una memoria dinámica en nuestra sociedad, que nos permita entender la sistematicidad y la metodología del aparato represivo del Estado”.

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Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

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A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.

Por María del Carmen Varela

Fotos Lina Etchesuri para lavaca

Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.

Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.

Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.

Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.

El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.

Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.

Continuará.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

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Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

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La vida de dos mujeres en la Isla de la Paternal, entre la memoria y la lucha: una obra imperdible

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Una obra única que recorre el barrio de Paternal a través de postas de memoria, de lucha y en actual riesgo: del Albergue Warnes que soñó Eva Perón, quedó inconcluso y luego se utilizó como centro clandestino de detención; al Siluetazo de los 80´, los restoranes notables, los murales de Maradona y el orfanato Garrigós, del cual las protagonistas son parte. Vanesa Weinberg y Laura Nevole nos llevan de la mano por un mapa que nos hace ver el territorio cotidiano en perspectiva y con arte. Una obra que integra la programación de Paraíso Club.

María del Carmen Varela

Las vías del tren San Martín, la avenida Warnes y las bodegas, el Instituto Garrigós y el cementerio de La Chacarita delimitan una pequeña geografía urbana conocida como La Isla de la Paternal. En este lugar de casas bajas, fábricas activas, otras cerradas o devenidas en sitios culturales sucede un hecho teatral que integra a Casa Gómez —espacio dedicado al arte—con las calles del barrio en una pintoresca caminata: Atlas de un mundo imaginado, obra integrante de la programación de Paraíso Club, que ofrece un estreno cada mes.

Sus protagonistas son Ana y Emilia (Vanesa Weinberg y Laura Nevole) y sus versiones con menos edad son interpretadas por Camila Blander y Valentina Werenkraut. Las hermanas crecieron en este rincón de la ciudad; Ana permaneció allí y Emilia salió al mundo con entusiasmo por conocer otras islas más lejanas. Cuenta el programa de mano que ambas “siempre se sintieron atraídas por esos puntos desperdigados por los mapas, que no se sabe si son manchas o islas”.

La historia

A fines de los ´90, Emilia partió de esta isla sin agua alrededor para conocer otras islas: algunas paradisíacas y calurosas, otras frías y remotas. En su intercambio epistolar, iremos conociendo las aventuras de Emilia en tierras no tan firmes…

Ana responde con las anécdotas de su cotidiano y el relato involucra mucho más que la narrativa puramente barrial.  Se entrecruzan la propia historia, la del barrio, la del país. En la esquina de Baunes y Paz Soldán se encuentra su “barco”, anclado en plena isla, la casa familiar donde se criaron, en la que cada hermana tomó su decisión. Una, la de quedarse, otra la de marcharse: “Quien vive en una isla desea irse y también tiene miedo de salir”.

A dos cuadras de la casa, vemos el predio donde estaba el Albergue Warnes, un edificio de diez pisos que nunca terminó de construirse, para el que Eva Perón había soñado un destino de hospítal de niñxs y cuya enorme estructura inconclusa fue hogar de cientos de familias durante décadas, hasta su demolición en marzo de 1991. Quien escribe, creció en La Isla de La Paternal y vio caer la mole de cemento durante la implosión para la que se utilizó media tonelada de explosivos. Una enorme nube de polvo hizo que el aire se volviera irrespirable por un tiempo considerable para las miles de personas que contemplábamos el monumental estallido.

Emilia recuerda que el Warnes había sido utilizado como lugar de detención y tortura y menciona el Siluetazo, la acción artística iniciada en septiembre de 1983, poco tiempo antes de que finalizara la dictadura y Raúl Alfonsín asumiera la presidencia, que consistía en pintar siluetas de tamaño natural para visibilizar los cuerpos ausentes. El Albergue Warnes formó parte de esa intervención artística exhibida en su fachada. La caminata se detiene en la placita que parece una mini-isla de tamaño irregular, sobre la avenida Warnes frente a las bodegas. La placita a la que mi madre me llevaba casi a diario durante mi infancia, sin sospechar del horror que sucedía a pocos metros.

El siguiente lugar donde recala el grupo de caminantes en una tarde de sábado soleado es el Instituto Crescencia Boado de Garrigós, en Paz Soldán al 5200, que alojaba a niñas huérfanas o con situaciones familiares problemáticas. Las hermanas Ana y Emilia recuerdan a una interna de la que se habían hecho amigas a través de las rejas. “El Garrigós”, como se lo llama en el barrio, fue mucho más que un asilo para niñas. Para muchas, fue su refugio, su hogar. En una nota periodística del portal ANRed —impresa y exhibida en Casa Gómez en el marco de esta obra— las hermanas Sosa, Mónica y Aída, cuentan el rol que el “Garri” tuvo en sus vidas. Vivían con su madre y hermanos en situación de calle hasta que alguien les pasó la información del Consejo de Minoridad y de allí fueron trasladas hasta La Paternal.  Aída: “Pasar de la calle a un lugar limpio, abrigado, con comida todos  los días era impensable. Por un lado, el dolor de haber sido separadas de nuestra madre, pero al mismo tiempo la felicidad de estar en un lugar donde nos sentimos protegidas desde el primer momento”. Mónica afirma: “Somos hijas del Estado” .

De ser un instituto de minoridad, el Garrigós pasó a ser un espacio de promoción de derechos para las infancias dependiente de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia de Argentina (SENAF), pero en marzo de este año comenzó su desmantelamiento. Hubo trabajadorxs despedidxs y se sospecha que, dado el resurgimiento inmobiliario del barrio, el predio podría ser vendido al mejor postor.

El grupo continúa la caminata por un espacio libre de edificios. Pasa por la Asociación Vecinal Círculo La Paternal, donde Ana toma clases de salsa.

En la esquina de Bielsa (ex Morlote) y Paz Soldán está la farmacia donde trabajaba Ana. Las persianas bajas y los estantes despojados dan cuenta de que ahí ya no se venden remedios ni se toma la presión. Ana cuenta que post 2001 el local dejó de abrir, ya que la crisis económica provocó que varios locales de la zona se vieran obligados a cerrar sus puertas.

La Paternal, en especial La Isla, se convirtió en refugio de artistas, con una movida cultural y gastronómica creciente. Dejó de ser una zona barrial gris, barata y mal iluminada y desde hace unos años cotiza en alza en el mercado de compra-venta de inmuebles. Hay más color en el barrio, las paredes lucen murales con el rostro de Diego, siempre vistiendo la camiseta roja del Club Argentinos Juniors . Hay locales que mutaron, una pequeña fábrica ahora es cervecería, la carnicería se transformó en  el restaurante de pastas Tita la Vedette, y la que era la casa que alquilaba la familia de mi compañera de escuela primaria Nancy allá por los ´80, ahora es la renovada y coqueta Casa Gómez, desde donde parte la caminata y a donde volveremos después de escuchar los relatos de Ana y Emilia. 

Allí veremos cuatro edificios dibujados en tinta celeste, enmarcados y colgados sobre la pared. El Garrigós, la farmacia, el albergue Warnes y el MN Santa Inés, una antigua panadería que cerró al morir su dueño y que una década más tarde fuera alquilada y reacondicionada por la cheff Jazmín Marturet. El ahora restaurante fue reciente ganador de una estrella Michelín y agota las reservas cada fin de semana.

Lxs caminantes volvemos al lugar del que partimos y las hermanas Ana y Emilia nos dicen adiós.

Y así, quienes durante una hora caminamos juntxs, nos dispersamos, abadonamos La Isla y partimos hacia otras tierras, otros puntos geográficos donde también, como Ana y Emilia, tengamos la posibilidad de reconstruir nuestros propios mapas de vida.

Atlas de un mundo imaginado

Sábados 9 y 16 de agosto, domingos 10 y 17 de agosto. Domingo 14 de septiembre y sábado 20 de septiembre

Casa Gómez, Yeruá 4962, CABA.

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Actualidad

Discapacidad: “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”

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Se concretó este martes la marcha de personas con discapacidad y familiares, frente a quienes el gobierno hizo más de lo mismo: envió Policía y Gendarmería a amedrentarlos y amenazarlos, pese a que no estaban siquiera rompiendo el protocolo. Los gendarmes y policías tuvieron así la notable actitud de empujar y agredir a manifestantes con discapacidad que estaban reclamando pacíficamente por la motosierra aplicada a sus tratamientos, lo cual rompe toda frontera de la palabra «vulnerable».

Compartimos aquí la crónica realizada por el diario autogestivo Tiempo Argentino al respecto, reflejo de lo que está ocurriendo en el país.

Por Tiempo Argentino

Fotos: Antonio Becerra.

En protesta por el veto presidencial a la Ley de Emergencia, organizaciones de personas con discapacidad concentraron frente al Congreso, rodeado por policías y gendarmes. El reclamo se multiplicó en distintos puntos del país.

“Vallaron todo, nos rodearon de una manera exagerada. No es una movilización agresiva, nunca lo fue. No era necesaria tanta policía, tanta militarización”, criticaba Fernanda Abalde mientras emprendía la retirada de la masiva concentración frente al Congreso contra el veto de Javier Milei a la Ley de Emergencia en Discapacidad. Coordinadora de un centro de profesionales en neurodesarrollo y hermana de una persona con discapacidad a quien le recortaron las pensiones, sufre en carne propia el ajuste y el maltrato sobre el sector, que afecta tanto a prestadores como familias.

“Hay mucho maltrato del sistema a las familias, no es un sistema accesible. No solo en lo económico, es agresivo. Este año fue terrible. Hasta junio no estaban autorizados tratamientos presentados en noviembre del año pasado, por ejemplo. Siempre hubo un golpe a la discapacidad, pero este año fue muy atípico, recortaron muchos tratamientos, demoraron las autorizaciones, se planchó el nomenclador”, enumeró Abalde, coordinadora de Pulsar NeuroSocial y miembro del colectivo de Prestadores en Unidad CABA y GBA. “Es un sector con mucha demanda y se lo está desmantelando. Hay muchas familias que no pueden costear sus tratamientos”, lamentó en diálogo con Tiempo.

Discapacidad: “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”

Represión como respuesta

La protesta había comenzado 11.30. Pasado el mediodía la concentración ya era masiva y comenzó el operativo represivo, con un número desproporcionado de efectivos de Policía Federal y Gendarmería que empujaban incluso a grupos de manifestantes entre los que había personas en silla de ruedas que gritaban contra el veto y solo portaban carteles por los derechos de las personas con discapacidad.

Discapacidad: “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”

La Ley de Emergencia en Discapacidad busca revertir un panorama que por estos días es desolador. Según un informe reciente de la Red por los Derechos de las Personas con Discapacidad (REDI), la pensión por invalidez laboral está congelada en $217.000 y una maestra de integración en la escuela común cobra solo $3.000 la hora, con una demora de 180 días. Todo esto, mientras se recortaron pensiones por discapacidad y la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) proyecta recortar otros cientos de miles. Se trata de pensiones de 270 mil pesos, más un bono que lleva el total a poco más de 300 mil.

“Uno va pidiendo ayuda en la familia, se hace lo que se puede. Pero esperemos que este hombre recapacite”, pidió ante las cámaras Olga, una jubilada que marchó ante el Congreso, dirigiéndose a Milei. “Hay remedios que tuve que suspender. Hay muchas cosas que tienen que cambiar en la casa para poder subsistir. Para poder seguir adelante por mi hija”, dijo a C5N.

Discapacidad: “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”

Un reclamo federal

La masiva protesta frente al Congreso se replicó también en distintos puntos del país. “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”, había anunciado la Asamblea De Trabajadores de Inclusión (ATI) al convocar para este martes a una Jornada Federal por la Ley de Emergencia en Discapacidad.

Córdoba fue escenario de las protestas más concurridas. Desde la Plaza San Martín de Córdoba Capital, Virginia Els –presidenta de la Cámara de Prestadores de Discapacidad de Córdoba (Capredis)- destacó el gran número de familias que se sumó a reclamar, junto a prestadores, transportistas y profesionales. “El veto incrementó el reclamo. Ahora estamos intentando alzar la voz para que los diputados escuchen el reclamo y vuelvan a votar la ley con los dos tercios necesarios para que se sostenga. Fue algo multitudinario, con mucha más participación de familias que antes, resaltó.

Discapacidad: “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”

Los motivos de protesta son varios, pero todos tienen que ver con frenar el maltrato y el ajuste sobre el sector, ante una política cruel que afecta a todos los actores del circuito. “Reclamamos que se actualicen los aranceles, que se contemplen otros criterios para las auditorías. El tema de las prestaciones está en una etapa crítica: las instituciones están cerrando”, advirtió.

El embate contra el sector es tal que está generando un nivel de unidad inédito: “En Córdoba, prestadores, instituciones, profesionales independientes, familias, personas con discapacidad, estamos todos muy unidos. Estamos todos trabajando a la par. Es algo que nunca había sucedido. Nos unió el espanto”, resumió Els.

Franco Muscio, terapista ocupacional al frente de un centro de día en la zona de Sierras Chicas, se acercó a la capital provincial para participar de la protesta. “El servicio es cada vez más precario, una situación alarmante y angustiante y un Estado nacional que no da respuesta. Este año es imposible sostener las prestaciones. Cada vez hay más recortes. No sé cómo vamos a seguir. Las familias son las más perjudicadas”, sentenció ante las cámaras. “Sin espacios como los nuestros, se pierde calidad de vida. Hace diez años que estoy en esto. Nunca había pasado algo así”.

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