CABA
Entrevista a la familia: “La desaparición de Santiago es un límite social”
A Sergio Maldonado y Andrea Antico, el hermano y la cuñada del joven desaparecido, buscaron correrlos del eje de la pregunta que desde el 1 de agosto le hacen al Estado argentino: ¿dónde está Santiago? A tres semanas, las respuestas definen contra qué están luchando hoy: las chicanas de Bullrich, las palabras de Milman, la búsqueda de una “persona extraviada”, la inexistencia de un procedimiento estatal y judicial para estos casos, las operaciones de prensa y la inercia de la Justicia. A todo responden con la claridad de las familias: “No toman dimensión que estamos ante una desaparición forzada”. Qué significa este caso y la respuesta social. Desde Esquel, lecciones sobre cómo construir justicia: “No es sólo que haya desaparecido: es que no pueden vulnerar así nuestros derechos”.
-Hace mucho que no se veía algo tan desagradable desde los medios y el Estado.
Sergio Maldonado y Andrea Antico lo dicen desde un eje claro, inamovible. El hermano y la cuñada del joven de 28 años de 25 de Mayo repiten la misma pregunta que a tres semanas de su desaparición le dirigen al Estado argentino: “¿Dónde está Santiago?”. Pero también repiten las respuestas: negativas, reproches a la familia, chicanas de funcionarios, inercia judicial, la revelación de un testigo protegido, el discurso en el Senado de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y las operaciones mediáticas que embarran la cancha con hipótesis falsas que buscan desviarlos de ese eje.
Pero no pueden.
¿Por qué?
Sergio y Andrea muestran esa firmeza:
-No toman dimensión que estamos ante una desaparición forzada de persona.
21 días
Santiago Maldonado desapareció el 1 de agosto en medio de una irrupción sin orden judicial de Gendarmería en el territorio mapuche. Los testimonios de la Regional Noroeste de Chubut de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), la Defensoría Federal, la familia y la comunidad que constan en el expediente señalan a la Gendarmería como la responsable de haberse llevado a Santiago. La cronología del operativo según las actas de la propia Gendarmería coinciden en los horarios señalados en este sentido, y revela una interna en la fuerza por pasarse culpas a posteriori. La presencia del jefe de Gabinete del Ministerio de Seguridad, Pablo Noceti, en el lugar de los hechos sella la responsabilidad del Estado en la desaparición de Santiago.
Dice su hermano: “Estamos tristes, pero vivos. Es difícil explicarlo. Encontramos en esta lucha un montón de gente que nos apoya. En principio estábamos muy perdidos y no entendíamos nada. Ahora entendemos. Mucha gente nos respalda. Un montón. Y es difícil, pero te sentís un poco más seguro. Por otro lado, vemos que van 21 días y no se sabe nada de Santiago, y el Estado, en vez de darnos respuestas, lo que hace es darte vuelta las cosas y nos termina pidiendo explicaciones a nosotros, o cuestionándonos, cuando son ellos los que tendrían que decirnos dónde está Santiago”.
Dice Andrea, su cuñada: “También empezamos a conocer otro Santiago, el que te acercan los amigos, la gente; lo que te mandan por Facebook o WhatsApp, y te dicen que conocieron al Lechuga, al Brujo, que es re copado, que le gusta la naturaleza, apoyar todo tipo de causa, la cosmovisión mapuche, el No a la Mina, el no a las plantas nucleares, que es muy buen compañero y siempre dispuesto a ayudar a todos. Es decir: por un lado te llegan todas las barrabasadas de esta mujer (por Bullrich) y, por otro, todas estas cosas lindas de él”.
Sergio: “No hay muchas fotos de Santiago porque no le gustaban que le sacaran. Y ahora ves por todo el mundo fotos de él, gente con la que estuvo, amigos. La primera que veo es la que está con pañuelo en la cabeza, serio, como haciéndose el malo. Después empezaron a salir todas las otras donde él se ríe. Y eso me pega mucho”.
Sergio se detiene dos segundos, tres.
Andrea le toma la mano.
El Estado: “No lo haremos como usted quiere”
Sergio y Andrea también son claros respecto a un punto central de la investigación: desde el primer momento confiaron en los testimonios de lxs integrantes de la Pu Lof en Resistencia del Departamento de Cushamen, cuya reconstrucción apunta a la Gendarmería como la responsable de su desaparición forzada. Sergio: “No cambió ningún detalle: tal cual nos contaron, las pericias lo confirmaron”.
Andrea: “Y sigue así aunque salgan a decir que no había testigos. No queremos entrar en esa discusión porque es justamente para desviar el foco de la Gendarmería. Siguen diciendo que no hay pruebas y que no queremos colaborar, que se comunicaron con nosotros pero les dijimos que no. Todo es para desviar: desde el primer día el relato de la comunidad sigue siendo el mismo. Luego, se sumó la APDH y la Defensoría Federal. Los tres son iguales. Por eso decimos: la Gendarmería se llevó a Santiago”.
-¿Se comunicaron con ustedes desde el Estado?
Andrea: Desde la Secretaría de Seguridad Interior del Ministerio de Seguridad (que encabeza Gerardo Milman) y la Dirección de Violencia Institucional de ahí. Ellos se presentaron, estábamos con nuestra abogada y se les planteó desde un principio qué es lo que están haciendo para encontrar a Santiago. Empezamos mal: nos dijeron que estaban buscando a Santiago como extraviado. Le dijimos que esto no era un “extravío”: esto es una desaparición forzada, y que los mecanismos que están aplicando como recompensa, búsqueda en aeropuertos, ver quiénes son sus amigos, dónde vivía y qué hacía no tiene nada que ver con lo que está pasando. Decían que tenían varias hipótesis sobre por qué no estaba Santiago, pero no sabían decirnos cuáles eran. Nos decían que estaría bueno que trabajáramos en conjunto, es decir: que diéramos información sobre sus amigos. Dijimos que no les íbamos a dar el nombre de nadie porque no tiene nada que ver con una desaparición forzada. Y que investiguen a Gendarmería. No terminó en buenos términos porque nos quedamos sin nada.
Sergio: Un punto que nos marcaron es que la familia no colaboró en decirles cuándo fue la última vez que se lo vio. Es mentira: desde el 1 de agosto consta la denuncia de la Defensoría Federal. Al otro día ya se hizo la investigación por la desaparición forzada. Es mentira que nadie dijo cuándo se lo vio por última vez.
Sergio muestra una conversación de WhatsApp entre su madre y Milman del 6 de agosto. La mujer -en 25 de Mayo- le dice que no lo puede atender y que se comunique con Sergio, que es quien se está encargando de la causa en el sur. Respuesta de Milman: “Gracias, pero su hijo está en Bariloche. Bueno, nosotros intentamos reunirnos para buscar y esclarecer. Muchas gracias”. Luego, otro: “Intenté hablar con su hijo pero no me atendió. Igual estamos en la búsqueda”.
La madre contesta: “¿Sabés lo que tienen que hacer vos, Macri y Bullich? Encontrar a Santiago. Ese es su trabajo y no tenemos nada que hablar. Ya está todo hablado: hay un desaparecido hace cinco días”.
Respuesta de Milman: “Disculpe. Entonces no lo haremos como usted quiere”.
Sergio: “Yo no sé quién me llama al teléfono: no tengo un número que dice ´Milman´. O me llamás o me mandás un mensaje por la policía o el juez. Si estuvo ocho días y medio para buscarme a mí, que estamos y salimos en todos los lugares y tenés servicios por todos lados que te están mirando, ¿cómo vas a encontrar a Santiago?”.
La justicia: «Las pruebas no incriminan a Gendarmería»
-¿Cómo fue durante estas semanas la relación con el juez Otranto o la fiscal Ávila?
Andrea: No hay relación.
Sergio: La primera vez fui muy apichonado: era la audiencia por los habeas corpus y no sabía cómo era. Después me enteré que la que yo pensé por su forma de actuar que era la abogada del gendarme, era la fiscal. Era la imagen que se me hizo: no decía nada, y era quien tenía que preguntar y pedir explicaciones de por qué el gendarme (Fabián Méndez, comandante del Escuadrón 35 de El Bolsón) no había llevado ningún informe. Luego, la segunda vez que lo vi al juez fue un lunes y el día anterior había dicho algo sobre los rastrillajes totalmente diferente a lo que había informado la Defensoría y la APDH. La secretaria, muy soberbia. Nos fuimos enojados. Cuando fuimos el último viernes, la fiscal nos atendió bien y la secretaria del juez estuvo más correcta.
Andrea: Nosotros le dijimos al juez: “¿Por qué no está investigando a la Gendarmería?”. Nos dijo: “Porque no tenemos pruebas de que Gendarmería haya hecho nada. Las pruebas que tengo no incriminan a Gendarmería”.
Sergio: Yo me guío por el trabajo de la APDH y la Defensoría. Es impecable: es el trabajo que tendría que haber hecho la fiscal. Todo lo está pidiendo él en la causa por hábeas corpus, que son las mismas que está pidiendo nuestra abogada en la causa por la desaparición forzada.
Para ordenar: hay tres expedientes que se desprenden de los hechos del 1 de agosto:
- La causa que acumula los habeas corpus presentados por la desaparición de Santiago Maldonado. La lleva adelante el juez federal Guido Otranto.
- La denuncia por la desaparición forzada (aún caratulada, según dijo la abogada Verónica Heredia, como “NN/averiguación de delito”) quedó en manos de la fiscal federal Silvina Ávila. Aún rige allí el secreto de sumario. ¿Por qué es llevada por la fiscal? Heredia: “Cuando no hay un autor conocido el juez delega la investigación en el MPF conforme el artículo 196 bis del Código Procesal Penal porque en Chubut no está implementado el sistema acusatorio”.
- La causa federal por “entorpecimiento de servicios públicos” que le armaron a tres personas que habían visitado la Pu Lof ese día y fueron demoradas sin ninguna justificación por Gendarmería. Lavaca dialogó con Soraya Maicoño, una de las víctimas, que confirmó la presencia del jefe de Gabinete del Ministerio de Seguridad, Pablo Noceti, en ese lugar.
#LavacaEnEsquel: Cuál fue el rol de Pablo Noceti en el operativo, explicado por él mismo
Bullrich: “No voy a tirar a ningún gendarme por la ventana”
Andrea: “Me puse muy mal cuando escuché a Bullrich, me puse a llorar. No podía creer que alguien estuviera diciendo semejantes barbaridades”.
El discurso de Bullrich en el Senado culpabilizó a la comunidad, a la familia, defendió el accionar de Gendarmería, sembró dudas sobre los llamados telefónicos de Santiago, mencionó a un testigo protegido que dijo haber llamado al móvil del joven, y sugirió la posibilidad de que Santiago haya sido herido el 21 de julio en un ataque a un puestero de Benetton que se defendió a cuchillazos.
Sergio: “Retrocedió dos semanas para decir lo mismo que dijo desde el día 1. Me quedó grabada su frase: ´No voy a tirar a ningún gendarme por la ventana´. En ningún momento pidió perdón a la familia, que iban 15 días, y que en vez de mover recursos aún no se sabe dónde está. Nunca pidió disculpas por no saber, diciendo cosas que eran mentira, cuestionando que se hizo una denuncia dos días después cuando desde el primer día y en la foja 1 hay una versión completamente diferente. Y nos molesta mucho el intento de vincular a Santiago con el episodio del puestero, que no venía al caso. ¿Qué van a hacer? ¿Decir que estuvo ahí y que la sangre es de él? Si van a hacer eso, ya está: ya sabemos cómo es. Que inventen otra cosa”.
-¿Pidieron una reunión con Bullrich?
Andrea: No. Si llegamos a estar en una misma reunión es porque ella nos va a decir dónde está Santiago. Y ahí vamos a hablar. Pero, a esta altura, tenemos cosas más importantes que eso, y es que Santiago aparezca con vida, saber la realidad. Es mucho más importante eso que sentarnos con Patricia Bullrich. En el Senado llegó a decir de forma prepotente: “Yo me la banco”. Ataca a la familia y en ningún momento, aunque fuera por marketing político en período electoral, dijo que estaba acompañando a la familia. Algo, cualquier cosa. No: estaba más preocupada en defender a gendarmes.
Red social
Un joven se acerca a la mesa del bar del centro de Esquel mientras se desarrolla esta charla. Lo mira a Sergio: “Te escuché hablar con Víctor Hugo. Fuerza. Te deseo lo mejor. Que aparezca Santiago”. Sergio le sonríe: con toda su cara le dice gracias.
La pregunta llega sola.
-Dentro de las mentiras, las falsedades, los ataques y las operaciones políticas y mediáticas, ¿cómo están viendo la respuesta social que se generó?
Sergio: Es impensado. El respeto, el abrazo, el apoyo. Conocimos un chico que hizo un mural con la cara de Santiago en Esquel. Me puse a llorar. Ahí sale la solidaridad argentina. Parece que estamos fríos, pero cuando pasa algo la mayoría sale.
Andrea: Me parece que esa respuesta tiene que ver con que esto es algo gravísimo y la gente lo entendió así. No es solamente que haya desaparecido Santiago: tiene que ver con una forma de vida, con que no pueden vulnerar los derechos. Es un límite social. La gente reaccionó porque venimos de una historia muy pesada con la dictadura, con los desaparecidos, y pensamos que esto no podía volver a pasar. Y pasó, y la respuesta del gobierno incendió la mecha, porque encima me estás mintiendo en la cara y nos querés hacer pasar a todos por mentirosos. Por eso la gente reaccionó así, porque lo que pasó con Santiago fue como un mensaje: “No te metas a defender a alguien porque te pueden desaparecer”.
Sergio: La otra vez nos conmovió mucho que se acercara el poeta Vicente Zito Lema, con los ojos llorosos, muy conmovido, triste. No lo podía creer. En Trelew también: el 22 de agosto se cumplen 45 años de la Masacre. Pero de la movilización a Plaza de Mayo todavía no caigo. La repercusión, la gente, el cariño. Nuestra vida era tranquila y sencilla, de perfil bajo. Hoy, de pronto, estamos expuestos a un montón de cosas.
Andrea: Me pongo a pensar qué estaría pensando Santiago de todo esto.
Sergio: Creo que debe estar contento. Se hizo mundial. A los dos nos gustaba viajar, pero nuestros viajes eran distintos: los suyos eran como de aprendizaje. Lo suyo era crear una unión con la gente: armó toda una red de amigos en diferentes lugares, y ahora que pasó esto toda esa red se levantó. Es mágico. Ojalá sirva para encontrarlo. Como sea. Que se sepa la verdad y que todos los culpables de esto, paguen.
Portada
Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso
La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes […]

La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes salvaron de que los uniformados la pasaran por arriba. En medio del narcogate de Espert, quien pidió licencia en Diputados por “motivos personales”, las imágenes volvieron a exhibir la debilidad del Gobierno, golpeando a personas con la mínima que no llegan a fin de mes, mientras sufría otra derrota en la Cámara baja, que aprobó con 140 votos afirmativos la ley que limita el uso de los DNU por parte de Milei.
Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla.
Fotos: Juan Valeiro.
Un jubilado de setenta y tantos eleva un cartel bien alto con sus dos manos.
“Pan y circo”, dice.
Pero el “pan” y la “y” están tachados, porque en este miércoles, como en esta época, lo que falta de pan sobra de circo. El triste espectáculo lo ofrece una vez más la policía, hoy particularmente la de la Ciudad, que desplegó un cordón sobre Callao, casi a la altura de Sarmiento, para evitar que la pacífica movilización de jubilados y jubiladas llegara hasta la avenida Corrientes. Detrás de los escudos, aparecieron los runrunes de la motorizada para atemorizar. Y envalentonados, los escudos avanzaron contra todo lo que se moviera, con una estrategia perversa: cada tanto, los policías abrían el cordón y de atrás salían otros uniformados que, al estilo piraña, cazaban a la persona que tenían enfrente. Algunos zafaron a último milímetro.
Pero los oficiales detuvieron a cuatro: el jubilado Víctor Amarilla, el fotógrafo Fabricio Fisher, un joven llamado Cristian Zacarías Valderrama Godoy, y otro hombre llamado Osvaldo Mancilla.



Las detenciones de Cristian Zacarías y del fotógrafo Fabricio Fisher. La policía detuvo al periodista mientras estaba de espaldas. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
En esa avanzada, una jubilada llamada María Rosa Ojeda cayó al suelo por los golpes y fue la rápida intervención de los manifestantes, del Cuerpo de Evacuación y Primeros Auxilios (CEPA), y de otros rescatistas los que la ayudaron. “Gracias a todos ellos la policía no me pasó por encima”, dijo. Su única arma era un bastón con la bandera de argentina.
Como en otros miércoles de represión, la estrategia pareciera buscar que estas imágenes opaquen aquellas otras que evidencian el momento de debilidad que atraviesa el Gobierno. Hoy no sólo el diputado José Luis Espert, acusado de recibir dinero de Federico «Fred» Machado, empresario extraditado a Estados Unidos por una causa narco, se tomó licencia alegando “motivos personales”, sino que la Cámara baja sancionó, por 140 votos a favor, 80 negativos y 17 abstenciones, la ley que limita el uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) por parte del Presidente. El gobierno anunció un clásico ya de esta gestión: el veto.
Por ahora, el proyecto avanza hacia el Senado.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El poco pan
La calle preveía este golpe, y por eso durante este miércoles se cantó:
“Si no hay aumento,
consiganló,
del 3%
que Karina se robó”.
Ese tema fue el hit del inicio de la jornada de este miércoles, aunque hilando fino carece de verdad absoluta, porque las jubilaciones de octubre sí registraron un aumento: el 1,88%, que llevó el haber mínimo a $326.298,38. Sumado al bono de 70 mil, la mínima trepó a $396 mil. “Es un valor irrisorio. Seguimos sumergidos en una vida que no es justa y el gobierno no afloja un mango, es tremendo cómo vivimos”, cuenta Mario, que no hay miércoles donde no diga presente. “Nos hipotecan el presente y el futuro también, cerrando acuerdos con el FMI que nos impone cómo vivir, y no es más que pan para hoy y hambre para mañana, aunque el pan para hoy te lo debo”.
Victoria tiene 64 años y es del barrio porteño de Villa Urquiza. Cuenta que desde hace 10 meses no puede pagar las expensas. Y que por eso el consorcio le inició un juicio. Cuenta que otra vecina, de 80, está en la misma. Cuenta que es insulina dependiente pero que ya no la compra porque no tiene con qué. Cuenta que su edificio es 100% eléctrico y que de luz le vienen alrededor de 140 mil pesos, más de un tercio de su jubilación. Cuenta que está comiendo una vez por día y que su “dieta” es “mate, mate y mate”. Vuelve a sonreír cuando cuenta que tiene 3 hijos y 4 nietos y cuando dice que va a resistir: “Hasta cuando pueda”.

A María Rosa la salvó la gente de que la policía la pasara por arriba. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El mucho circo
Desde temprano hubo señales de que la represión policial estaba al caer. A diferencia de los miércoles anteriores, la Policía no cortó la avenida Rivadavia a la altura de Callao. Tampoco cortó el tránsito, lo que permitió que los jubilados y las jubiladas cortaran la calle para hacer semaforazos. Después de media hora, cuando la policía empezó a desviar el tránsito y la calle quedó desolada, comenzó la marcha, pero en vez de rodear la Plaza de los Dos Congresos como es habitual, caminó por Callao en dirección a Corrientes, hasta metros de la calle Sarmiento, donde se erigió un cordón policial y empezó a avanzar contra las y los manifestantes.
Desde atrás, irrumpieron con violencia dos cuerpos en moto: el GAM (Grupo de Acción Motorizada) y el USyD (Unidad de Saturación y Detención), pegando con bastones e insultando a quienes estaban en la calle. “Vinieron a pegarme directamente, mi pareja me quiso ayudar y lo detuvieron a él, que no estaba haciendo nada”, cuenta Lucas, el compañero de Cristian Zacarías, uno de los detenidos.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Cercaron el lugar una centena de efectivos de la policía porteña, que no permitieron a la prensa acercarse ni estar en la vereda registrando la escena.
“¿Alguien me puede decir si la detención fue convalidada”, pregunta Lucas al pelotón policial.
Silencio.
“¿Me pueden decir sí o no?”.
Silencio.
Un comerciante mira y vocifera: “¿Sabés lo que hicieron a la vuelta? Subieron a la vereda con las motos”.
Otro se acerca y pregunta: “¿A quién tienen detenido acá, al Chapo Guzmán?”
“No”, le responde seco un periodista: “A un pibe y a un jubilado”.
La Comisión Provincial por la Memoria confirmó las cuatro detenciones (fue aprehendida una quinta persona y derivada al SAME para su atención) y cuatro personas heridas. El despliegue incluyó la presencia también de Policía Federal, Prefectura y Gendarmería detrás del Congreso mientras el despliegue represivo fue «comandado por agentes de infantería de la Policía de la Ciudad». El organismo observó que después de semanas donde el operativo disponía el vallado completo, en los últimos miércoles el dispositivo dejó abierta una vía de circulación que es la que eligen las fuerzas para avanzar contra los manifestantes.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
También se hizo presente Fabián Grillo, papá de Pablo, que sufrió esa represión el 12 de marzo, en esta misma plaza, y continúa su rehabilitación en el Hospital Rocca. “Su evolución es positiva”, comunicó la familia. El fotorreportero está empezando a comer papilla con ayuda, continúa con sonda como alimento principal, se sienta y se levanta con asistencia y le están administrando medicación para que esté más reactivo. “Seguimos para adelante, lento, pero a paso firme”, dicen familiares y amigos. El martes, la jueza María Servini procesó al gendarme Héctor Guerrero por el disparo. El domingo se cumplirán siete meses y lo recordarán con un festival.
Pablo Caballero mira toda esta disposición surrealista desde un costado. Tiene 76 años y cuatro carteles pegados sobre un cuadrado de cartón tan grande que va desde el piso del Congreso hasta su cintura:
- “Roba, endeuda, estafa, paga y cobra coimas. CoiMEA y nos dice MEAdos. Miente, se contradice, vocifera, insulta, violenta, empobrece, fuga, concentra. ¿Para qué lo queremos? No queremos, ¡basta! Votemos otra cosa”.
- “El 3% de la coimeada más el 7% del chorro generan 450% de sobreprecios de medicamentos”.
- El tercer cartel enumera todo lo que “mata” la desfinanciación: ARSAT, INAI, CAREM, CONICET, ENERC, Gaumont, INCAA, Banco Nación, Aerolíneas, Hidrovía, agua, gas, litio, tierras raras, petróleo, educación. Una enumeración del saqueo.
El cuarto cartel lo explica Pablo: “Cobro la jubilación mínima, que equivale al 4% de lo que cobran los que deciden lo que tenemos que cobrar, que son 10 millones de pesos. No tiene sentido. Por eso, hay que ir a votar en octubre”.
Pablo mira al cielo, como una imploración: «¡Y que se vayan!».

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Artes
Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro

La revista Llegás lanza la 8ª edición de su tradicional encuentro artístico, que incluye 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas. Del 31 de agosto al 12 de septiembre habrá espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. El festival llega con una victoria bajo el brazo: este jueves el Senado rechazó el decreto 345/25 que pretendía desguazar el Instituto Nacional del Teatro.
Por María del Carmen Varela.
«La lucha continúa», vitorearon este jueves desde la escena teatral, una vez derogado el decreto 345/25 impulsado por el gobierno nacional para vaciar el Instituto Nacional del Teatro (INT).
En ese plan colectivo de continuar la resistencia, la revista Llegás, que ya lleva más de dos décadas visibilizando e impulsando la escena local, organiza la 8ª edición de su Festival de teatro, que en esta ocasión tendrá 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas, en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. Del 31 de agosto al 12 de septiembre, más de 250 artistas escénicos se encontrarán con el público para compartir espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia.
El encuentro de apertura se llevará a cabo en Factoría Club Social el domingo 31 de agosto a las 18. Una hora antes arrancarán las primeras dos obras que inauguran el festival: Evitácora, con dramaturgia de Ana Alvarado, la interpretación de Carolina Tejeda y Leonardo Volpedo y la dirección de Caro Ruy y Javier Swedsky, así como Las Cautivas, en el Teatro Metropolitan, de Mariano Tenconi Blanco, con Lorena Vega y Laura Paredes. La fiesta de cierre será en el Circuito Cultural JJ el viernes 12 de septiembre a las 20. En esta oportunidad se convocó a elencos y salas de teatro independiente, oficial y comercial.
Esta comunión artística impulsada por Llegás se da en un contexto de preocupación por el avance del gobierno nacional contra todo el ámbito de la cultura. La derogación del decreto 345/25 es un bálsamo para la escena teatral, porque sin el funcionamiento natural del INT corren serio riesgo la permanencia de muchas salas de teatro independiente en todo el país. Luego de su tratamiento en Diputados, el Senado rechazó el decreto por amplia mayoría: 57 rechazos, 13 votos afirmativos y una abstención.
“Realizar un festival es continuar con el aporte a la producción de eventos culturales desde diversos puntos de vista, ya que todos los hacedores de Llegás pertenecemos a diferentes disciplinas artísticas. A lo largo de nuestros 21 años mantenemos la gratuidad de nuestro medio de comunicación, una señal de identidad del festival que mantiene el espíritu de nuestra revista y fomenta el intercambio con las compañías teatrales”, cuenta Ricardo Tamburrano, director de la revista y quien junto a la bailarina y coreógrafa Melina Seldes organizan Llegás.
Más información y compra de entradas: www.festival-llegas.com.ar

CABA
Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.
Por María del Carmen Varela
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.
Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.
Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.
Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.
El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.
Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.
Continuará.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
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